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Villa Universitaria-Barrio Sur-3192-Santa Elena, Entre Ríos

Profesorado de Educación Especial con Orientación en


Discapacidad Intelectual.

*Espacio curricular: Sujetos de la Educación especial I.

*Curso: 2do año.

*Profesora: Ayala, Yanina.

*Alumna: Pintos Marcela. DNI: 36.651.164

*Fecha de entrega: 9 de abril 2020.


CONSIGNAS.

Desde nuestro rol docente, debemos poder "leer" la realidad, las actitudes, los
intereses, las "formas" de ser de nuestros alumnos a fin de que las propuestas sean
pertinentes y motivadoras.
Hoy hablamos permanentemente de Diversidad y la necesidad de modificar muchas de
las prácticas escolares.
Entonces nos planteamos: ¿porque los chicos son como son? ¿Desde donde nos
paramos para emitir nuestros juicios sobre lo que ocurre en las aulas?
Las respuestas nunca aparecen textuales, lineales y nos damos cuenta que como dice la
canción "todo depende..."
Por eso los invito a:

 Leer el material.
 Reflexionar sobre el mismo.
 Realizar un mapa conceptual o cuadro sinóptico donde aparezcan los conceptos
más importantes y las relaciones entre los mismos.
 Escribir una reflexión personal sobre la relación de lo que plantea el texto y el
Sujeto de la Educación Especial (esto último será una elaboración
absolutamente personal tomando como punto de partida los conceptos y sus
relaciones)
1-
SUBJETIVIDAD

interactúan
FUNCION
YO (sujeto) SOCIAL

-Vínculo
Intersubjetivo (se
contribuyen
construyen y
a formar. destruyen desde un
sentido común).

-Establece derechos y
obligaciones.
SOCIEDAD.
-Cambia según
contexto histórico.

-Da un lugar en la
comunidad.
F. MATERNA F. PATERNA

-Excluyente, desigual y
violenta.

(desafío ver al otro


FAMILIA
como igual)

NUEVOS
-Determina el
-Evita la angustia VINCULOS
éxito en la
-Pone palabras a sociedad.
las emociones y
-Figura de
sensaciones.
autoridad y Los roles se reinventan
-primeros cuidados disciplina.
2- En el transcurso de la formación como docentes, incluso en el ejercicio propio
de la carrera, lo que se juega principalmente es el ejercicio de nuestra mirada.
Desde que somos pequeños estamos bajo las influencias de adultos, que desde
el rol de cuidadores nos ayudan a observarnos, a ir armando de a poco nuestras
primeras autopercepciones del yo en el mundo. Luego, cuando creemos que
tenemos una visión formada del universo y de nosotros, chocamos con la
sociedad en un sinfín de negociaciones, donde siempre perdemos y ganamos
un poco, dando a formar nuestra subjetividad.
Desde este punto, no se puede evitar la influencia de miles de miradas que
interpretan y reinterpretan lo conocido. Dentro de esta sin fin de perspectivas
se trabaja para dar un orden, pero este orden en la actualidad no responde a
un bien común. Hoy en día impera una visión individualista, donde la
desigualad y la exclusión marcan una fuerte tendencia, la economía favorece a
unos pocos y evita el ejercicio de los derechos a los mas desamparados, y todo
se “ve” como si fuera normal. En este escenario también se desarrolla nuestra
mirada, que muchas veces no se separa de la mayoría y reproducimos lo
mismo, porque no logramos resignificarlo y se podría decir que lo
interpretamos de igual modo.
En un mudo que actúa de esta manera con total naturalidad, nos encontramos
frente a las aulas con estudiantes que tienen sus propias visiones del mundo,
donde muchos miran desde la injusticia o el dolor. Donde las infancias están
atravesadas muchas veces por las ausencias, con niños que cuentan solo con
pocas herramientas para constituir sus personalidades. Es aquí donde tenemos
que comenzar a pensar “cómo queremos ver” sobre lo que vemos, tomando la
iniciativa de buscar un cambio.
Así comienzan a jugar aquellas concepciones que tenemos sobre el hombre y la
educación: Si tenemos en mente que todos los hombres son iguales, y creemos
en que todos deberían gozar de los mismos derechos y posibilidades, es muy
difícil que se les trunque poder llegar a la educación. Siguiendo el mismo
lineamiento, si creemos que la educación es una herramienta que sirve para
potencializar a cada persona, dejaríamos de ver a los estudiantes desde su
“deficiencia” y buscaríamos resaltar sus potencialidades.
Deteniéndome aquellos estudiantes, sujetos de la educación especial, pienso
que no hace mucho tiempo pidieron ser llamados “personas con discapacidad”,
sacando del centro de todas las miradas su discapacidad, ya que antes se los
llamaba discapacitados, como si lo único relevante en su ser, era una
enfermedad o carencia. Quizás parece una simpleza, pero si uno se pone a
reflexionar, nos damos cuentas que por cientos de años se creyó mas
importante un “déficit” que el hecho de ser persona. Ahora se puede entender
como la educación se les fue impartida desde fragmentos, es decir, fueron
recortes pensados para atender a personas que se suponían que socialmente
no serían útiles, e incluso la idea de inclusión educativa era impensada hace un
tiempo.
La lucha de estas personas por la aceptación fue revelarse contra una
subjetividad, fue derribar la forma en la que eran percibidas por la sociedad y
se traducía en cada persona. Era urgente poder derribar la concepción de
normalidad que imperaba en las escuelas, que incluso hoy en día siguen
vigentes, aunque en menor medida.
Gracias a estos movimientos atendemos a la problemática de la diversidad, y
entendemos que la heterogeneidad en las aulas siempre estuvo presente,
aunque lo filtraran o enmascaraban segregando a los que consideraban
diferentes.
Pero ahora, con la atención puesta en lo importante, hay que buscar que cada
estudiante pueda acceder a una educación de calidad, entendiendo que es su
derecho y corresponde a sus atributos como persona.

 BIBLIOGRAFIA: file:///D:/Blibliotecas/Descargas/Dialnet-
LaConstruccionDeLaSubjetividadElImpactoDeLasPoliti-2479324%20(1).pdf

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