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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Capitulo 2: Fundamentos teóricos

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

En este capitulo vamos a explicar algunos de los conceptos fundamentales en los


que se basan los enlaces radioeléctricos.
Para la realización de un radioenlace es necesario la transferencia de energía
electromagnética al medio de propagación por parte del transmisor, así como la
extracción de energía del medio por parte del receptor. De esto se encargará el sistema
radiante en transmisión y la antena receptora en recepción. Por lo que, comenzaremos
realizando un breve estudio de las antenas como elementos transmisores y receptores de
la señal radioeléctrica, definiendo a la vez algunos de los parámetros básicos de un
enlace. Por último, veremos los principales mecanismos de propagación de las ondas
electromagnéticas haciendo uso de la Óptica Geométrica y la Teoría Uniforme de la
Difracción.

2.1. Principios de la radiación electromagnética

2.1.1. Caracterización de la antena como elemento radiante

Idealmente, la antena transmisora es un elemento que radia una potencia igual a


la que se le entrega. Sin embargo, en el trayecto que existe desde la alimentación de la
antena hasta que se radia la potencia existen pérdidas que hay que modelar. La antena se
puede caracterizar eléctricamente como una impedancia de la forma Za = Ra + jXa
siendo la parte resistiva desglosable en dos componentes:

Ra = Rp + Rr (2.1.1)

Rp representa la resistencia de pérdidas que modela las pérdidas por calentamiento y Rr


es la resistencia de radiación, de forma que para una corriente de valor eficaz entregada
a la antena igual a i, la potencia radiada por la antena sea:

pt = Rr i2 (2.1.2)

Xa representa la reactancia que modela el comportamiento de la antena en campos


cercanos (para distancias inferiores a tres veces la longitud de onda).

En este punto, ya podemos representar el modelo eléctrico de la antena mediante


el circuito equivalente de la Figura 2.1.

Figura 2.1. Modelo eléctrico de la antena en transmisión.

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En lo que sigue, supondremos siempre que las antenas están sintonizadas a la


frecuencia de emisión, de modo que Xa = 0, y que el generador está adaptado a la
antena.
La potencia entregada por el generador, pe se divide a su vez en dos partes: la
potencia disipada en la resistencia de pérdidas pd y la potencia radiada pt:

pe = pd + pt = (Rp + Rr)i2 (2.1.3)

Tenemos, por tanto, que el rendimiento de la antena transmisora definido como


el cociente pt/pe usando (2.1.2) y (2.1.3) es el que sigue:

pt Rr
η= = (2.1.4)
p e R p + Rr

2.1.2. Campo radiado por la antena transmisora

A continuación, vamos a realizar un estudio del campo que radia la antena en


transmisión suponiendo que no hay pérdidas (Rp = 0) y que cuando el generador que
alimenta la antena a una frecuencia f la potencia radiada es pt. Para ello, vamos a partir
de las ecuaciones de Maxwell, con objeto de validar la expresión que presentamos del
campo elétrico. Las ecuaciones de Maxwell se muestran a continuación:
r r ρ
Ley de Gauss ∇⋅E = (2.1.5)
ε
r r
Ley de Gauss para campo magnético ∇⋅H =0 (2.1.6)

r
r r r ∂E
Ley de Ampère-Maxwell ∇× H = J +ε (2.1.7)
∂t
r
r r ∂H (2.1.8)
Ley de Maxwell-Faraday ∇ × E = −µ
∂t

Haciendo uso de las propiedades del operador nabla y de algunas fórmulas


vectoriales podemos hacer el siguiente desarrollo. Suponiendo lejanía del transmisor,
que no hay carga ni densidad de corriente (ρ = 0 y J = 0):
r r r r r r r r
∇ × (∇ × E ) = ∇(∇ ⋅ E ) − ∇ 2 E = −∇ 2 E (2.1.9)

Aplicando en (2.1.8) el rotacional y usando (2.1.7):


r r r r
r r r r ∂H ∂ (∇ × H ) ∂2E
∇ × (∇ × E ) = ∇ × ( − µ ) = −µ = − µε 2 (2.1.10)
∂t ∂t ∂t

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por último, igualando las expresiones (2.1.9) y (2.1.10):


r
r ∂2E
∇ E − µε 2 = 0
2
(2.1.11)
∂t
que se trata de la ecuación de Helmholtz para el campo eléctrico. Realizando un
desarrollo análogo para el campo magnético, se obtiene:
r
r ∂ 2
H
∇ 2 H − µε =0 (2.1.12)
∂t 2
En este punto, ya podemos presentar la solución a esta ecuación para el caso del
campo eléctrico producido por la antena a una distancia a la que sea válida la hipótesis
de campo lejano para ondas planas armónicas, en situación de propagación por espacio
libre con dirección ς y para una polarización lineal. El valor del campo eléctrico en las
condiciones descritas será:

{ }
r ~
E (r , t ) = ℜe E 0 e j (ωt − kr ) uˆ e (2.1.13)
Para el caso del campo magnético y haciendo uso de las ecuaciones de Maxwell
se puede demostrar que:
r ~
r ςˆ × E (r , t )  E 0 j (ωt − kr ) 
H (r , t ) = = ℜe e uˆ h  (2.1.14)
η  η 
ω 2πf 2π ~
siendo k= = = uˆ h = ςˆ × uˆ e E0 = E0 e jϕ0
c c λ

2.1.3. Superficies dieléctricas

Solo los conductores perfectos pueden reflejar ondas electromagnéticas


totalmente. En la práctica, todas las superficies son, en cierta medida, materiales
dieléctricos. Estos materiales llevan asociados los siguientes parámetros:

• Permitividad: es el valor que relaciona el desplazamiento eléctrico y la


intensidad del campo eléctrico. Esta medida describe la cantidad de campo
eléctrico se genera por unidad de carga en un medio y viene dada en F/m
(Faradios por metro). En el vacío y de forma aproximada para el aire la
permitividad vale:
1 F 
ε0 = = 8,854.10 −12  
4π 9.10 9
m
La permitividad de un material homogéneo suele expresarse como la
permitividad relativa a la del espacio libre εr = ε/ε0.
ε σ
εr = =ε' − j = ε r' (1 − jtgδ ) ≈ ε r' − j 60λσ
ε0 ωε 0
En esta expresión, tgδ representa la tangente de pérdidas.

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• Conductividad: es una medida de la facilidad con la que la corriente eléctrica


fluye a través de un material. La conductividad es la inversa de la resistividad y
viene dada en S/m (Siemens por metro). En conductores perfectos la
conductividad vale σ = ∞ y en el espacio libre σ0 = 0.

• Permeabilidad: Es el valor que relaciona la inducción magnética y la intensidad


de campo magnético. Esta medida indica la cantidad de onda electromagnética
absorbida por el material y viene dada en H/m (Henrios por metro). En el vacío
y para materiales no magnéticos, la permeabilidad vale:

H 
µ 0 = 4π .10 −7 
 m 

2.1.4. Propiedades de campos electromagnéticos en espacio libre

El campo electromagnético que es producido a consecuencia de la radiación de


una antena, en cualquier dirección, tiene las siguientes propiedades:

• El vector del campo magnético H, es ortogonal al vector del campo eléctrico E.

• El cociente de los módulos de los vectores del campo eléctrico y del magnético,
determina la impedancia intrínseca del medio. En general, la impedancia
intrínseca viene dada por la siguiente fórmula:

µ (2.1.15)
η=
σ
ε−j
ω

donde ω = 2πf . Para el caso en que el medio sea el vacío, la fórmula queda
reducida a:

µ0
η0 = = 120π (2.1.16)
ε0

• La velocidad de fase de la onda electromagnética, viene dada por:

1
vp = (2.1.17)
µ 0ε 0
que es la velocidad de la luz en el vacío vp = c =3.108 m/s.

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• La densidad de flujo de potencia viene dada por el módulo del vector de


poynting w/m2 (watt. por metro cuadrado). Para el cálculo de dicho vector,
tenemos las relaciones siguientes. Por definición:
r r v
S = E×H (2.1.18)

promediando:
r r r T
1 r r
S = E × H = ∫ ( E × H )dt (2.1.19)
T 0

Si ahora suponemos campos monocromáticos o armónicos, de la forma:

{ }
r r
E (r , t ) = ℜe E0 e j (ωt −kr )
{ }
r r
H (r , t ) = ℜe H 0 e j (ωt −kr )

podemos expresar (2.1.18) como:

{ } { }
v r r
S = ℜe E0 e j (ωt −kr ) × ℜe H 0 e j (ωt −kr ) =

{
1 r
} { }
r 1 r r
= E0 e j (ωt −kr ) + E0*e − j (ωt −kr ) × H 0 e j (ωt −kr ) + H 0*e − j (ωt −kr ) =
2 2
{ } { } { } { }
1 r r 1 r r 1 r r 1 r r
= E0 × H 0 e j 2(ωt −kr ) + E0 × H 0* + E0* × H 0 + E0* × H 0* e − j 2(ωt −kr ) =
4 4 4 4
{ } { }
1 r r 1 r r
= ℜe E0 × H 0 e j 2 (ωt −kr ) + ℜe E0 × H 0* (2.1.20)
2 2

sustituyendo en la expresión (2.1.19) obtenemos:

{ } { } { }
r T r r j 2 (ωt −kr ) T r r r r
1 1 1 1 1
S = ∫ ℜe E0 × H 0 e dt + ∫ ℜe E0 × H 0* dt = ℜe E0 × H 0* (2.1.21)
T 02 T 02 2

Finalmente si operamos en (2.1.21) teniendo en cuenta la expresión


(2.1.14) y tomando el módulo:
r 2
{ }
r 1 r r* E0
S = ℜe E 0 × H 0 = (2.1.22)
2 2η

si escogemos el valor eficaz del campo eléctrico resulta:


2 2
E E
S = = (2.1.23)
η 120π

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2.1.5. Características de radiación de las antenas

Ahora vamos a ver algunas de las características más representativas de las


antenas, para ello vamos a tomar el sistema de coordenadas representado en la Figura
2.2. y un punto de observación P.

Figura 2.2. Sistema de coordenadas.

• Ancho de banda: se define como el rango de frecuencias en el cual los


parámetros de la antena cumplen determinadas características. Normalmente
tomado entre los puntos de media potencia, pero también puede definirse un
ancho de banda de impedancia o polarización, entre otros. En entornos WLAN,
las antenas funcionan en la banda de los 2.4 GHz (802.11 b/g) ó los 5 GHz
(802.11 a).

• Polarización: referida a la orientación del campo eléctrico creado por la antena.


Se define como la figura geométrica descrita por el vector de campo eléctrico.
En una situación de campo lejano tendremos, en general, un campo contenido en
el plano perpendicular al vector radial (dirección de propagación).
r ) ) ) )
E = Eθ θ + Eφ φ = Eθ θ + kEθ e jα φ (2.1.24)

Esta expresión pone de manifiesto que existe una diferencia tanto de magnitud
como de fase. Tenemos, por tanto, una onda que se propaga en la dirección
radial y que tiene estas componentes en el plano tangencial-transversal a la
dirección de propagación tal y como puede verse en la figura 2.3.

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Figura 2.3. Componentes del campo.

Según los valores de k y α tendremos distintos tipos de polarización:

- Polarización lineal: solo existe amplitud en uno de los ejes.

- Polarización circular: k = 1 y el desfase entre ambas componentes es


α = ± π/2.

- Polarización elíptica: cualquier otro caso.

En la figura 2.4. se ilustran los distintos tipos de polarización comentados.

Polarización lineal Polarización circular Polarización elíptica

Figura 2.4. Tipos de polarización.

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En este proyecto, sólo se ha tenido en cuenta la polarización lineal, que a su vez,


puede dividirse en polarización horizontal y polarización vertical. La
polarización horizontal se da cuando el campo eléctrico es paralelo a la
superficie y perpendicular al plano de incidencia; y el campo magnético es
perpendicular a la superficie y paralelo al plano de incidencia, como se aprecia
en la figura 2.5.

Figura 2.5. Polarización horizontal.

Por contra, la polarización vertical se da cuando el campo eléctrico es


perpendicular a la superficie y paralelo al plano de incidencia; y el campo
magnético es paralelo a la superficie y perpendicular al plano de incidencia, tal y
como puede verse en la figura 2.6.

Figura 2.6. Polarización vertical.

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• Intensidad de radiación (watt/estereorradián): es la potencia radiada por unidad


de ángulo sólido. Para un ángulo sólido elemental dΩ queda:

dp(θ , ϕ )
i (θ , ϕ ) = (2.1.25)
dΩ

Para el caso hipotético de una antena isótropa, es decir, que la intensidad de


radiación es la misma en todas las direcciones, la expresión (2.1.25) se reduce a:

pt
iiso = (2.1.26)

• Densidad de flujo de potencia (watt/m2): potencia que fluye a través de una


superficie elemental dS perpendicular a la dirección de propagación:
dp(θ , ϕ ) i (θ , ϕ )
S (θ , ϕ ) = = (2.1.27)
dS d2

Ya que dS = d2 dΩ. Para el caso de una antena isótropa la densidad de flujo de


potencia, despejando (2.1.26) en (2.1.27), será:
pt (2.1.28)
S iso =
4πd 2

Conocido el valor eficaz del campo en el punto P, la expresión (2.1.27) se


reduce a:

E 2 (θ , ϕ ) (2.1.29)
S (θ , ϕ ) =
120π

• Directividad y ganancia directiva: da una idea de cómo se reparte en el espacio


la potencia entregada a la antena, ya que representa la ganancia producida en
cada dirección respecto a una antena isótropa que emitiese la misma potencia. Se
define la ganancia directiva como el cociente entre la intensidad de radiación en
un punto del espacio y la intensidad de radiación de una antena isótropa
alimentada con la misma potencia:
i(θ , ϕ ) ant i(θ , ϕ ) ant S (θ , ϕ ) d 2 S (θ , ϕ ) (2.1.30)
d (θ , ϕ ) ant = = = =
iiso pt / 4π pt / 4π S iso

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Para esta antena tenemos su intensidad de radiación y densidad de flujo de


potencia son:

pt d (θ , ϕ ) ant (2.1.31)
i (θ , ϕ ) ant =

i (θ , ϕ ) ant dΩ pt d (θ , ϕ ) ant (2.1.32)
S (θ , ϕ ) ant = =
dS 4πd 2

Juntando (2.1.25) con (2.1.30), obtenemos la potencia para un haz determinado:


1 (2.1.33)
p haz = ∫∫ dpt = ∫∫ i (θ , ϕ ) ant dΩ = pt d (θ , ϕ ) ant dΩ
Ω Ω
4π ∫∫

2π π
pt
=
4π ∫ dϕ ∫ d (θ , ϕ )
0 0
ant senθ dθ

De donde observamos:
2π π
(2.1.34)
∫ ∫ d (θ , ϕ )
0 0
ant senθ dθdϕ = 4π

En otras palabras, una antena no puede amplificar potencia. La antena se limita a


repartir en el espacio la potencia que se le entrega, de distinta forma según la
dirección, ésto es lo que indica la ganancia directiva.

La directividad es una característica que nos indica la habilidad de la antena para


concentrar la potencia radiada en una determinada dirección. Se define como el
máximo de la ganancia directiva:

D = máx d (θ ,ϕ ) (2.1.35)
θ ,ϕ

Ahora estamos en condiciones de evaluar el campo según estos parámetros. En


el caso de una antena isótropa, el campo no dependerá de la dirección, por lo cual,
igualando (2.1.23) y (2.1.24) se obtiene:

2
pt Eiso (2.1.36)
=
4πd 2 120π

30 pt (2.1.37)
Eiso =
d

En general, para cualquier antena, combinando (2.1.24) con (2.1.27) se obtiene:

30 pt d (θ , ϕ ) (2.1.38)
E (θ , ϕ ) =
d

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2.1.6. Potencia recibida por la antena

La antena en recepción, debe ser capaz de extraer energía de la onda


electromagnética y entregársela al receptor. Caracterizaremos la antena receptora en
términos de potencia. El circuito equivalente de una antena en recepción con pérdidas es
el mostrado en la figura 2.7.

Figura 2.7. Modelo eléctrico de la antena en recepción.

Aquí v = lef E, siendo E el valor eficaz del campo incidente y lef la longitud
efectiva de recepción de la antena, la cual, según el teorema de reciprocidad, es la
misma que para transmisión. Rr es la resistencia de radiación y Rp representa las
pérdidas La expresión de la longitud efectiva es:

Rr D r
l ef = λ (2.1.39)
π 120

La potencia transferida a la carga, suponiendo que existen pérdidas, es:

E 2 l ef2 E 2 λ 2 Dr Rr E2 '
pr = = = Aef (2.1.40)
4( Rr + R p ) 120π 4π Rr + R p 120π

Rr
Aef' = Aef (2.1.41)
Rr + R p

Podemos ver entonces el factor de rendimiento de la antena en recepción como


el cociente A’ef/Aef-

Rr
ηr = (2.1.42)
Rr + R p

Si la antena no estuviera adaptada a la resistencia de carga Rl, es decir Rl = Rp +


Rr, se producirá una reflexión de potencia, con un coeficiente de reflexión ρ:

( R p + R r ) − Rl (2.1.43)
ρ=
( R p + R r ) + Rl

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En esta situación, la potencia entregada por la antena receptora a la carga que


tiene conectada será:

E 2 λ 2 Dr
pr = η r (1 − ρ 2 ) (2.1.44)
120π 4π

Denominamos potencia recibida en un enlace de radiocomunicación a la


potencia disponible en bornas de una antena adaptada. Para evaluar la potencia recibida
por una antena, es necesario comentar uno de los parámetros más relevantes de las
antenas como elementos receptores.

• Área eficaz: se define como el cociente entre la potencia disponible pr y la


densidad de flujo de potencia incidente en la antena.
p r λ2 D
Aef = = (2.1.45)
S 4π

Ahora supondremos un escenario hipotético, donde la antena receptora tenga un


área eficaz Aef y esté situada en un punto donde la densidad de flujo de potencia valga
<S> y la intensidad de campo eléctrico valga E. En esta situación, la potencia recibida
será:

pr = S Aef (2.1.46)

Para una antena arbitraria, la expresión resultante para la potencia recibida es:

E 2 λ2 D
pr = (2.1.47)
120π 4π

2.2. Óptica geométrica (GO)

La Óptica Geométrica es una aproximación que considera los frentes de onda


como rayos que representan una onda esférica, válida para altas frecuencias. Ésto es
debido a que, a medida que aumenta la frecuencia, la primera zona de Fresnel (que es la
que concentra la mayor parte de la energía), se va estrechando hasta el punto de poder
simularse, como si fuera un rayo. De esta forma, se puede obviar el carácter ondulatorio
de los campos electromagnéticos para realizar un estudio del problema usando teoría de
rayos, lo cual simplifica enormemente el análisis mediante las ecuaciones de Maxwell.
Mediante el método de la GO se puede determinar el campo recibido como suma de las
contribuciones debidas a las ondas incidentes, reflejadas, refractadas y difractadas (ver
figura 2.8.).

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Figura 2.8. Distintos tipos de rayos.

2.2.1. Rayo directo

Es el rayo que hay en la situación de visión directa entre el transmisor y el


receptor, también denominado Line of Sight (LoS). Considerando que la onda se
propaga por un medio homogéneo, es decir, el índice de refracción n de dicho medio
permanece constante; el frente de onda que representa el rayo no se verá afectado por
ningún mecanismo de propagación adicional. Por tanto, la trayectoria será una línea
recta y solo sufrirá la atenuación propia de las ondas esféricas.

La expresión del campo eléctrico definido por el rayo directo será:

E 0 − jkrLoS
E LoS ( rLoS ) = e (2.2.1)
rLoS

Donde E0 vendrá dado por el transmisor, rLoS es la distancia recorrida desde el


transmisor hasta el receptor, k es el número de onda definido anteriormente como k =
2π/λ. Esta expresión indica que el campo se atenúa según crece la distancia, tal y como
pasa con las ondas esféricas, y que la fase de la onda dependerá de la distancia
recorrida.

2.2.2. Rayo reflejado

La reflexión se produce cuando una onda incide sobre la superficie que separa
dos medios con distintos índices de refracción n1 y n2. Una parte de la onda incidente se
refleja al primer medio y otra parte se refracta al segundo medio. La GO permite el
cálculo de rayos que se reflejan de forma especular en una superficie lisa de geometría
cualquiera, basándose en la ley de Snell para la reflexión.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Según la ley de Snell, el rayo incidente y el rayo reflejado se encuentran en el


mismo plano, y el ángulo de incidencia (ψi) y el de reflexión (ψr) son iguales (ψi = ψr =
ψ). Adicionalmente, aparece una segunda onda que se transmite con un ángulo de
transmisión (ψt) debido al fenómeno de la refracción. De acuerdo a la ley de Snell, el
ángulo de incidencia se relaciona con el de refracción del siguiente modo:

n1 sen(ψ i ) = n 2 sen(ψ t ) (2.2.2)

En esta expresión n es el índice de refracción del medio de donde procede la


onda incidente y n del medio donde se propaga la onda refractada.

Para calcular la onda que se refleja a partir de la onda incidente, se utiliza el


coeficiente de reflexión, que depende de la permitividad y conductividad de la
superficie, de la polarización de la onda incidente, de la frecuencia de la misma y del
ángulo de incidencia.
Vamos a introducir para este cálculo, la fórmula de Fresnel para el coeficiente
de reflexión. Esta expresión hace uso de la permitividad compleja relativa (εr) y del
ángulo de incidencia (ψ). El caso más simple será cuando la superficie intersecada sea
un conductor perfecto (σ=∞), en cuyo caso, el coeficiente de reflexión valdrá -1 para el
caso de polarización horizontal y +1 para el caso de polarización vertical.

• Polarización horizontal

Se produce cuando el vector de campo eléctrico de la onda incidente es


perpendicular al plano de incidencia (plano formado por la onda incidente y
reflejada) y el campo magnético esta contenido en éste.

Figura 2.9. Reflexión con polarización horizontal.

En este caso, el coeficiente de reflexión tiene la siguiente expresión:

senψ − ε r − cos 2 ψ
R⊥ (ψ ) = (2.2.3)
senψ + ε r − cos 2 ψ

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

• Polarización vertical

Se produce cuando el vector de campo eléctrico está contenido en el plano de


incidencia, y el campo magnético es perpendicular a éste.

Figura 2.10. Reflexión con polarización vertical.

En este caso, el coeficiente de reflexión tiene la siguiente expresión:

ε r senψ − ε r − cos 2 ψ
R|| (ψ ) = (2.2.4)
ε r senψ + ε r − cos 2 ψ

• Polarización mixta

En este caso, el campo incidente se descompone en una componente horizontal y


otra vertical, cada una con sus coeficientes de reflexión respectivos. Finalmente,
el campo reflejado resultante se calcula como la suma vectorial de ambas
componentes.

Una vez calculado el coeficiente de reflexión, no habrá mas que multiplicarlo


por la onda incidente para obtener la expresión de la onda reflejada, tal y como muestra
(2.2.5).

E 0 − jkrr
E r ( rr ) = R e (2.2.5)
rr

Si la onda sufriese múltiples reflexiones, el coeficiente de reflexión total R se


calcularía como el productorio de los coeficientes de reflexión Ri asociados a la
reflexión i:

R = ∏ Ri (2.2.6)
i

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Ahora bien, no se ha tenido en cuenta el espesor de los materiales. Si queremos


calcular el coeficiente de reflexión teniendo en cuenta este espesor, usaremos la
siguiente fórmula:

r0 + rd e −2 jkd
ρ= (2.2.7)
1 + r0 rd e − 2 jkd

donde r0 y rd son los coeficientes de Fresnel para una polarización determinada cuando
z=0 y z=d respectivamente. Ahora k es el número de onda relativo al material
intersecado:
2πf ε r − senψ
k= (2.2.8)
c

En el simulador implementado en este proyecto, se han considerado superficies


intersecadas de un solo material, por lo tanto, el primer y el último medio son iguales.
De este modo las impedancias vistas por la onda en el primer medio material y en el
último son iguales η1 = η3, de modo que los coeficientes de reflexión cumplen r0 = -rd,
quedando la fórmula (2.2.7) reducida a:
1 − e −2 jkd
ρ = r0 (2.2.9)
1 − r02 e − 2 jkd

Hay un efecto adicional al evaluar el espesor del material, la aparición de rayos


secundarios reflejados y transmitidos, así como una desviación en el rayo transmitido.

Figura 2.11. Rayos secundarios.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Se ha omitido el estudio de los rayos secundarios debido a la complejidad


computacional adicional que se añadiría al método de las imágenes. Por otra parte, la
desviación que sufre el rayo refractado debido al cambio de medio, es exactamente:

sen(θ i − θ t )
∆d = d
cos(θ t ) (2.2.10)

Dados los materiales definidos por defecto en el simulador, el espesor máximo


considerado es de 20 cm para paredes de hormigón. Si se calcula la desviación sufrida
podemos comprobar que es despreciable, motivo por el cual, a efectos prácticos, no se
ha tenido en cuenta.

2.2.3. Rayo transmitido

La refracción se produce en las circunstancias comentadas en el apartado


anterior, por lo que se consideran los mismos parámetros. Ahora, a diferencia del rayo
reflejado, el rayo transmitido atraviesa el medio material, que será de una permitividad
mayor que la del aire, por lo que la velocidad de la onda electromagnética disminuirá
provocando retardos. No obstante, debido al tipo de materiales y espesor de los mismos,
pueden considerarse estos retardos prácticamente nulos.

Como ya hemos comentado antes, se consideran superficies intersecadas de un


solo material, es decir, el primer y último medio son iguales. Ésto nos permite hacer una
aproximación para el cálculo del rayo transmitido y es que el ángulo de incidencia (ψi) y
el de transmisión (ψt) son iguales (ψi = ψt = ψ).

Del mismo modo que para el coeficiente de reflexión, tenemos distintas


expresiones para el coeficiente de transmisión en función de la polarización
considerada:

• Polarización horizontal:

2senψ
T⊥ (ψ ) = (2.2.11)
senψ + ε r − cos ψ 2

• Polarización vertical:

2 ε r senψ (2.2.12)
T⊥ (ψ ) =
ε r senψ + ε r − cos ψ 2

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

• Polarización mixta:

Se procede igual que con el coeficiente de reflexión, descomponemos el campo


incidente en una componente horizontal y otra vertical, calculamos los
coeficientes para cada caso y sumamos vectorialmente.

Si, además, tenemos en cuenta el espesor del material considerado, la expresión


del coeficiente de transmisión es la siguiente:

t 0 t d e −2 jkd
ρ= (2.2.13)
1 + r0 rd e − 2 jkd

donde t0 y td son los coeficientes de Fresnel para una polarización determinada cuando
z=0 y z=d respectivamente. Teniendo en cuenta que consideramos el primer medio
igual al último, la expresión resultante es:

(1 − r02 )e −2 jkd
ρ= (2.2.14)
1 − r02 e − 2 jkd

Por último, una vez calculado el coeficiente de transmisión, no habrá mas que
multiplicarlo por la onda incidente para obtener la expresión de la onda reflejada, tal y
como muestra (2.2.15).

E 0 − jkrr
E r ( rr ) = T e (2.2.15)
rr

Si la onda sufriese múltiples refracciones, el coeficiente de transmisión total T se


calcularía como el productorio de los coeficientes de transmisión TRi asociados a la
refracción i:

T = ∏ Ti (2.2.16)
i

2.3. Teoría Uniforme de la Difracción (UTD)

Hay situaciones en las que no existe visión directa (LoS) entre el transmisor y el
receptor. En estos casos se dice que el receptor se encuentra una zona de sombra y es
necesario algún mecanismo de propagación adicional, como las reflexiones, para dar
cobertura a esa zona. Otro modo de alcanzar al receptor en estas situaciones o cuando el
campo reflejado sea de baja magnitud, debido a múltiples reflexiones, es mediante la
difracción. Sin embargo, la Óptica Geométrica no sirve para el cálculo de los campos

25
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

difractados. Existe una extensión de la misma, conocida como la Teoría Geométrica de


la Difracción (GTD) para predecir el campo en una zona de sombra causada por cuñas,
pero no es aplicable a las zonas cercanas a las regiones de transición (donde pasa de no
tener visión directa a tenerla). Para solucionar estas singularidades, surge la Teoría
Uniforme de la Difracción (UTD). Este modelo, válido para altas frecuencias, permite
calcular el campo producido por reflexiones, basándose en la geometría de los
obstáculos, la amplitud de la onda incidente, su fase, polarización y frecuencia. Este
método aplica el principio de Huygens, por el que cada cuña que se encuentra una onda
electromagnética en su camino se comporta como un nuevo foco emisor.

2.3.1. Fronteras de transición

A continuación introduciremos las fronteras de transición de la UTD. Éstas


dependen de la posición de la cuña, de la posición de la fuente (ρ’,ϕ’) y del punto de
observación (ρ,ϕ) , como se describe la siguiente figura:

Figura 2.12. Regiones de transición y sistema de coordenadas para la cuña.

La frontera entre las regiones I y II se denomina Reflected Shadow Boundary


(RSB) y la frontera entre las regiones II y III se conoce como Incident Shadow
Boundary (ISB). Las contribuciones a considerar para calcular el campo total en cada
una de las regiones son:

Región I Región II Región III


0 < ϕ < π - ϕ’ π- ϕ’ < ϕ < π + ϕ’ Π + ϕ’ < ϕ < nπ
Rayo directo Rayo directo Rayo difractado
Rayo reflejado Rayo difractado
Rayo difractado

Tabla 1. Fronteras de transición y contribuciones asociadas a cada una de ellas.

26
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

La cara 0 de la cuña se define como aquella que esté más cerca de la fuente, y la
cara n, la restante. El factor n de la cuña puede obtenerse a partir del ángulo interior (α)
de la siguiente forma:
α
n=2−
π (2.3.1)

2.3.2. Rayo difractado

La difracción se produce cuando los rayos inciden en algún borde o esquina. Es


posible hallar la relación geométrica existente entre el rayo incidente y el difractado,
mediante la Teoría Uniforme de la Difracción. Primero, es necesario definir los sistemas
de coordenadas empleados, ya que tendremos uno para el rayo que llega al punto de
difracción, y otro para el que sale de dicho punto.

Figura 2.13. Incidencia oblicua sobre una cuña de paredes conductoras.

El primer sistema de coordenadas va desde el punto fuente hasta el punto de


difracción (QD) y viene dado por (s’, β0’, ϕ’). s’ es la distancia entre el punto fuente y el
punto QD, β0’ define el ángulo entre el rayo incidente y la arista (sombreado en la figura
2.13.) y ϕ’ define el ángulo de azimut entre la cara 0 de la cuña y el rayo proveniente de
la fuente. El segundo sistema de coordenadas va desde el punto QD hasta el punto de
observación y viene dado por (s, β0, ϕ). s es la distancia entre el punto QD y el punto de
observación, β0 representa el ángulo del cono de Keller, ahora para el punto de
observación y ϕ define el ángulo de azimut entre la cara 0 de la cuña y el rayo que tiene
como destino el punto de observación.

27
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Según la Teoría Uniforme de la Difracción, el campo difractado puede


expresarse del siguiente modo:
− jk 0 s
E dif = E (QD ) A( s ' , s ) D ( L; φ , φ ' ; n; β 0' )e (2.3.2)

A es un término que tiene en cuenta la variación de la intensidad del campo a lo


largo del rayo difractado, denominado spreading factor. Su expresión depende del tipo
de onda considerada:

 1 Onda plana
 s


 1
 Onda cilíndrica (2.3.3)
A( s ' , s ) =  ssenβ 0


 s'
 s( s + s ' ) Onda esférica

E(QD) es el campo eléctrico incidente en el punto QD y D (L;ϕ,ϕ’;n;β0’) es el


coeficiente diádico de difracción, que tiene expresión matricial para considerar
cualquier polarización. Cada rayo incidente en la arista produce múltiples rayos
difractados contenidos en el cono de Keller, como puede verse en la figura 2.13., cada
uno de los cuales lleva asociado un campo expresado en (2.3.2).

A continuación, vamos a estudiar la forma del coeficiente D . De acuerdo con la


figura 2.13., β 0' y φˆ ' son vectores unitarios paralelo y perpendicular al plano de
incidencia (definido por la fuente y la arista de la cuña) respectivamente, mientras que
β 0 y φˆ son los vectores homónimos en el plano de de difracción (definido por el punto
de observación y la arista de la cuña). Junto con los vectores ŝ ' y ŝ cumplen la
siguiente relación:

sˆ ' = φˆ ' × βˆ 0' 


 (2.3.4)
sˆ = φˆ × βˆ0 

El coeficiente diádico de difracción tiene la siguiente expresión:

D = − βˆ0' βˆ0 D⊥ − φˆ 'φˆD|| (2.3.5)

donde D⊥ y D|| son los coeficientes de difracción para el caso de polarización


horizontal y vertical respectivamente. Descomponiendo los campos en su componente
paralela y perpendicular a los planos de incidencia y difracción tenemos:

28
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

r
E i = E βi ' βˆ0' + Eφi ' φˆ ' 
rd
0
 (2.3.6)
E = E β0 β 0 + Eφd φˆ 
d ˆ

que permite expresar en forma matricial:

 E βd0 ( s )  D⊥ 0   E βi 0' (QD ) − jks


 d  = −   A( s , s )e
'
(2.3.7)
 Eφ ( s )   0 D||   Eφi ' (QD ) 
 
Los coeficientes de difracción se definen de la siguiente forma:

D⊥ = D i − D r 
 (2.3.8)
D|| = D i + D r 

donde Di y Dr se obtienen imponiendo las condiciones de continuidad para el campo


total en la ISB y la RSB respectivamente. Las expresiones de estos coeficientes son las
siguientes:

  π + (φ − φ ' ) 
−j
π
cot  [
 F kLa (φ − φ ) +
+ '
]
−e 4
  2n  (2.3.9)
Di =
2n 2πk senβ 0  π − (φ − φ )  
[ ]
'

 F kLa (φ − φ ) 
− '
cot 
 2n  

  π + (φ + φ ' ) 
−j
π
cot  [
 F kLa (φ + φ ) +
+ '
]
−e 4
  2n 
Dr = (2.3.10)
2n 2πk senβ 0  π − (φ + φ )  
[ ]
'

 F kLa (φ + φ ) 
− '
cot 
 2n  

L es un parámetro de distancia que puede encontrarse satisfaciendo la condición


de continuidad del campo total a lo largo de la ISB y de la RSB. Para el caso de onda
plana, cilíndrica o esférica incidente en una cuña de paredes planas y arista recta se
tiene:

 ssen 2 β 0 Onda plana



 '
 s ssenβ 0 (2.3.11)
 ' Onda cilíndrica
L= s +s

 s ' ssen 2 β 0
 Onda esférica
 s+s
'

29
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

La función F(x) recibe el nombre de Función de Transición de Fresnel y se


define en términos de la integral de Fresnel:

F ( x) = 2 j x e jx
∫e
− jτ 2
∂τ (2.3.12)
x

La función F(x) puede calcularse a partir de las integrales del seno y el coseno
como sigue:
π  
x
S ( x) = ∫ sen τ 2 ∂τ 
0 2  
 (2.3.13)
π 2  
x
C ( x) = ∫ cos τ ∂τ
0  2  

 1  2  1  2  
F ( x) = j 2πx e jx  − C  x  − j  − S  x   (2.3.14)
 2  π   2  π  

En la expresión (2.3.14), la función a ± ( χ ) mide la separación angular entre el


punto de observación y las fronteras ISB y RSB:

 2nπN ± − χ 
a ± ( χ ) = 2 cos , χ = φ ± φ ' (2.3.15)
 2 
siendo N+ y N- los números enteros que más cerca satisfagan las siguiente ecuaciones:

2nπN + − χ = π 
 (2.3.16)
2nπN − − χ = −π 

Llegados a este punto, podemos realizar el cálculo de los coeficientes de


difracción definidos por GTD, teniendo presente que los campos se evalúan en puntos lo
bastante alejados de las fronteras de transición ISB o RSB, donde se cumple:

kLa ± (φ ± φ ' ) > 10 (2.3.17)

lo que implica que F(x) ≈ 1. Con esta condición y después de unas transformaciones
trigonométricas en (2.3.9) y (2.3.10) queda:

−j
π π
4 sen
e n
Di = (2.3.18)
n 2πk senβ 0 π φ −φ '
cos − cos
n n
−j
π π
sen
e 4 n
Dr = (2.3.19)
2 2πk senβ 0 π φ +φ'
cos − cos
n n

30
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Para tener en cuenta la polarización considerada, se usan las expresiones de


(2.3.8).

Para finalizar este apartado, consideraremos el caso más general de difracción,


las cuñas de paredes de conductividad finita. En este caso, el coeficiente diádico de
difracción adopta una nueva forma. Si lo descomponemos en sus componentes
horizontal y vertical, empleando (2.3.8), (2.3.9) y (2.3.10), y añadimos los términos R0⊥
y Rn⊥ si la polarización es horizontal, ó R0|| y Rn|| si es vertical, obtenemos el nuevo
coeficiente de difracción que ya considera la conductividad finita de las paredes, y que
mostramos a continuación:
π
−j
  π + (φ − φ ' ) 
−e
[ ]
4

 F kLa (φ − φ ) +
+
D⊥ = cot 
'

2n 2πk senβ 0   2n 
 π − (φ − φ ' ) 
cot 
2 n
[
 F kLa (φ − φ ) +
− '
]
 
(2.3.20)
 π − (φ + φ ' ) 

R cot 
0 [
 F kLa (φ + φ ) +
− '
]
 2n 
 π + (φ + φ ' ) 

R cot 
n [+ '

 F kLa (φ + φ )  ]
 2n  
para el caso de polarización horizontal; y
π
−j
  π + (φ − φ ' ) 
−e
[ ]
4

 F kLa (φ − φ ) +
+
D|| = cot 
'

2n 2πk senβ 0   2n 
 π − (φ − φ ' ) 
cot 
2n  [ ]
F kLa − (φ − φ ' ) +
 
(2.3.21)
 π − (φ + φ ' ) 
R0|| cot  [ − '
]
 F kLa (φ + φ ) +
 2 n 
 π + (φ + φ ' ) 
Rn|| cot  [ ]
 F kLa (φ + φ ) 
+ '

 2n  

para el caso de polarización vertical. En caso de polarización mixta, hay que


descomponer el campo incidente en sus componentes horizontal y vertical por separado,
para luego utilizar D⊥ o D|| según convenga, del mismo modo que ocurría con el
coeficiente de reflexión.

Los parámetros R0┴,|| y Rn┴,|| que aparecen en (2.3.20) y (2.3.21) representan los
coeficientes de reflexión de Fresnel para polarización horizontal o vertical en la cara ‘0’
de la cuña (figura 2.12), con ángulo de incidencia ϕ’, y en la cara ‘n’ de la cuña, con
ángulo de reflexión (nπ- ϕ). Los valores de estos coeficientes se calculan utilizando las
expresiones (2.2.3) y (2.2.4) con los valores de los ángulos adecuados.

31
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Si se diese el caso de incidencia rasante, es decir, ϕ’ = 0 o ϕ’ = nπ, tanto para


paredes conductoras perfectas como con conductividad finita, los coeficientes de
difracción UTD generales que hemos visto en (2.3.20) y (2.3.21) no son los adecuados.
Este campo se corrige por un factor de 0.5.

2.4. Efectos de la geometría de los rayos

Además de las consideraciones electromagnéticas destacadas anteriormente, la


representación del entorno del trazado de rayos es una parte importante del modelo. El
entorno en el que opera un transmisor, consiste en una serie de superficies de tamaño
finito. Ésto implica que, una onda transmitida puede o no ser reflejada por un objeto,
antes de ser recibida por una antena en alguna otra posición. De forma similar, una onda
transmitida puede o no ser reflejada por dos objetos, antes de llegar a la antena. Cada
uno de estos mecanismos de propagación, desde un transmisor fijo hasta un receptor,
será considerado como una trayectoria de propagación. La ausencia de una trayectoria
de reflexión simple, no excluye necesariamente la presencia de una trayectoria de
reflexión doble que incorpore el mismo objeto es su propagación. Por tanto, cada
posible trayectoria de propagación con múltiples ondas reflejadas, debe ser tenida en
cuenta.

Una posible representación del entorno, que reduce la complejidad de tratar con
múltiples señales reflejadas, es tener en cuenta la onda reflejada como si fuera
transmitida de una fuente imagen fija, con distinto nivel de señal y, posiblemente, la
polaridad, que existe al otro lado de la superficie reflectante. Utilizando esta fuente
imagen fija, es posible eliminar trayectorias de propagación que no existan, debido al
tamaño finito de la superficie de reflexión. Como puede verse en la figura 2.14., existe
una trayectoria desde el transmisor al receptor 1, mediante el objeto reflectante del
entorno. Ésto puede determinarse calculando el punto de intersección de la señal
transmitida en el plano de reflexión, sabiendo que el ángulo de incidencia es igual al de
reflexión; o, directamente, por el punto de intersección del plano y la línea que conecta
la fuente imagen con el receptor 1. Una vez que se ha calculado el punto de
intersección, comprobamos que existe en la superficie del objeto.

Ahora vamos a ilustrar el caso de que no exista dicho punto, con la presencia del
receptor 2. Podemos ver que, efectivamente, la línea que conecta la fuente imagen con
el receptor 2 atraviesa el plano de reflexión. No obstante, ahora el punto de intersección
de esta línea con el plano no se da en la superficie reflectante, por lo cual, no existe
trayectoria de reflexión entre el transmisor y el receptor 2. El receptor 3 muestra que,
debido a su posición en el lado opuesto del plano reflectante, no recibe componente
multitrayecto directamente de esta reflexión. Sin embargo, tanto para el receptor 2 como
para el 3, el que no exista una trayectoria de reflexión directa, no impide que reciban
una señal debido a una reflexión múltiple con algún otro objeto externo y el
considerado.

32
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Figura 2.14. Rayos propagados.

Del mismo modo que se produce propagación electromagnética en el espacio


libre, pueden existir trayectorias de propagación a través de componentes transmisivos
en el entorno. Estos caminos atenuarán la señal en una cantidad dependiente del
material, el ángulo de incidencia, y el grosor del panel, como se ve arriba.

En consecuencia, el modelo de trazado del rayo debe considerar cada posible


trayectoria de propagación desde el transmisor al receptor. Para este cometido, se refleja
la fuente en todos los objetos del entorno. Ésto se repite para cada imagen resultante en
el resto de objetos, y así sucesivamente. Es obvio que debe existir algún mecanismo
para limitar el número de trayectorias de propagación examinadas, ya que el algoritmo
descrito no terminaría nunca. Existen varias posibilidades, entre ellas las que limitan el
número de reflexiones consideradas; y las que comparan el nivel de la señal reflejada
con un cierto umbral, por debajo del cual, la señal no es tenida en cuenta.

Hasta ahora, hemos descrito mecanismos para considerar las reflexiones en


objetos del entorno, pero podemos tratar las difracciones en las esquinas de forma
análoga. Ahora la diferencia reside en que, en lugar de que la imagen generada sea una
fuente puntual, es un conjunto de posibles fuentes que describen un arco, con centro en
el borde donde se produce la difracción. La posición de la imagen para un receptor en
concreto, queda determinada por el ángulo entre la posición del receptor y la superficie
de referencia de la esquina. Dada la complicada representación de éste, y la posterior
expansión de la onda incidente, podríamos ignorar las señales que representen
difracciones múltiples para la mayoría de las aplicaciones prácticas. Si fuera necesario,
podría incluirse un caso especial de propagación a través de una ranura, donde la
difracción es un mecanismo de propagación a tener en cuenta.

33
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

2.5. Métodos del trazado de rayos

Como ya hemos comentado en apartados anteriores, para frecuencias altas, la


primera zona de Fresnel (que es la que concentra la mayor parte de la energía), tiende a
estrecharse y puede simularse como un rayo, simplificando en gran medida el análisis,
frente al estudio de las ecuaciones de Maxwell. La técnica del trazado de rayos se basa
en la Óptica Geométrica (GO) y la Teoría Uniforme de la Difracción (UTD), para
evaluar la propagación de las ondas electromagnéticas en interiores y los efectos del
multitrayecto. Existen dos métodos para el trazado de rayos: el método de lanzado de
rayos o de la “fuerza bruta” y el de la imagen.

2.5.1. Método del lanzado de rayos

Este método considera un haz de rayos transmitidos que pueden alcanzar o no al


receptor. El número de rayos considerados y la distancia entre el transmisor y el
receptor determina la resolución espacial disponible, y por consiguiente, la precisión del
modelo. Este método requiere mucha más capacidad computacional que el método de
las imágenes.

Se escoge un conjunto finito de direcciones de propagación desde el transmisor


y se lanza un rayo en cada dirección. Si un rayo alcanza a un obstáculo, entonces se
generan un rayo reflejado y otro refractado. Si el rayo alcanzara una esquina o borde, se
generan una familia de rayos difractados. Para evaluar la recepción se puede considerar
una esfera o un círculo (según estudiemos el caso 3D o 2D). Escogiendo
convenientemente el radio, estos círculos describen zonas donde llega un único rayo. Si
el radio considerado es muy grande, podrían recibirse dos rayos y el mismo rayo
especular podría ser contado dos veces. Por el contrario; si el rayo es muy pequeño, es
posible que ningún rayo alcance la esfera, y el rayo especular será excluido.

La figura 2.15. muestra el tamaño adecuado de la esfera de recepción que pueda


recibir un rayo. Para cada posición del receptor, se calcula la distancia perpendicular d,
entre el receptor y el rayo, junto con la longitud del camino recorrido por el rayo desde
la fuente hasta el punto de proyección perpendicular receptor, L.

Si d es mayor o igual a ϕL/2 para el caso bidimensional, o φL / 3 para el caso


tridimensional, se considera que el rayo no alcanza la posición del receptor. Sino, se
considera que el rayo contribuye a la señal recibida. Aquí, ϕ es el ángulo de separación
entre dos rayos adyacentes. No hay esfera de recepción asociada al método de la
imagen.

34
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Figura 2.15. Esfera de recepción.

La clave del método de trazado de rayos es la generación y descripción de los


mismos. Hay dos tipos de métodos para obtener los rayos en el punto fuente. Uno es la
aproximación bidimensional (2D) y el otro el método tridimensional (3D).

• Modelo bidimensional

En dos dimensiones, todos los rayos o tubos de rayos son sectores del rayo, tal y
como se muestra en la figura 2.16. En la fuente, se lanzan rayos en distintas
direcciones con la misma separación angular ϕ. La elección del ángulo ϕ
depende de la precisión requerida y el tiempo de cálculo. Si el ángulo es
pequeño, la precisión será alta y consumirá mucho tiempo de cálculo. Si, por
ejemplo, tomamos un ángulo ϕ = 1º, trazaremos 360 rayos.

Cada rayo es lanzado desde la fuente, y puede ser trazado a través de un árbol
binario. Una intersección con la superficie de un objeto es representada por un
nodo en el árbol. El rayo incidente es descompuesto en rayo reflejado en objeto
y un rayo que atraviesa dicho objeto. Se asume que el rayo incidente se propaga
a lo largo de la dirección especular (el ángulo de incidencia es igual al ángulo de
orientación), y el rayo que atraviesa el objeto mantiene la dirección original del
rayo incidente. Ambos rayos se propagan entonces a la siguiente intersección.
Una intersección con un borde o esquina, también se representa como un nodo, y
el punto de difracción se procesa como otra fuente, desde la cual, se lanzan una
gran cantidad de rayos.

El proceso de descomposición se repite como un proceso recursivo. Este


procedimiento continúa hasta que los rayos caen por debajo de un umbral
determinado, se salen del área predefinida de propagación, o hasta que lleguen al
receptor.

35
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Figura 2.16. Sectores de los rayos.

La intensidad del campo en el receptor se calcula entonces como:

E recibido = ∑ Ei (2.3.22)
i

Se introdujo un modelo de difracción en dos dimensiones en el que, los autores,


consideraban los distintos edificios como filos verticales, no teniendo en cuenta
los efectos de la difracción en los tejados y el terreno. Como los edificios eran
mucho más altos que las estaciones base (BS) y las antenas de las estaciones
móviles (MS) en entornos microcelulares urbanos, podía ignorarse la pequeña
contribución de las señales provenientes de los rayos de los tejados. No existían
rayos debidos a reflexiones en el terreno desde transmisor al receptor, en las
zonas de sombra. Para rangos inferiores a un kilómetro desde el transmisor
(fuente primaria), la potencia recibida podía tener una dependencia con R dada
por la ley de potencia 1/R2. Sin embargo, para regiones de visión directa, las
reflexiones terrenales parecían tener menos importancia.

Según algunos estudios, el modelo de trazado de rayos bidimensional, es


bastante preciso cuando las alturas de las antenas transmisora y receptora sean
significativamente inferiores a los tejados de los edificios colindantes. Este
modelo de propagación entre un transmisor y un receptor localizados cerca del
terreno se denomina modelo de cañón.

Cuando se usa un modelo bidimensional, los parámetros de entrada son:


a) la geometría de dos dimensiones descrita por medio de los vectores
especificando las paredes de los edificios;
b) las características eléctricas estimadas de las paredes de los edificios
(permitividad, conductividad, o el coeficiente de reflexión);
c) la posición de la estación base;
d) los patrones de la antena;
e) la frecuencia de trabajo.

36
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

• Modelo tridimensional

El transmisor y el receptor se modelan como puntos fuente cuando se usa esta


técnica de trazado de rayos. Para determinar todos los posibles rayos que salen
del transmisor y llegan al receptor en tres dimensiones, es necesario considerar
todos los ángulos de salida y llegada en el transmisor y el receptor. Los rayos
son lanzados desde el transmisor, con un ángulo de elevación θ y con un ángulo
de azimut ϕ, tal y como se define usualmente en el sistema de coordenadas. El
modelo de antena se incorpora para incluir los efectos del ancho de haz de la
misma, tanto en el azimut como en la elevación.

Para mantener todas las rutinas generales de manipulación del rayo, es deseable
que cada tubo de rayos ocupe el mismo ángulo sólido, dΩ, y que cada frente de
ondas tenga una forma y tamaño idénticos, a una distancia r del transmisor.
Adicionalmente, estos frentes de onda deben ser de tal forma que puedan ser
subdivididos, de forma que pueda manejarse con facilidad un incremento en la
resolución del rayo. Por ejemplo, haciendo r = 1, y dejando que el frente de
ondas completo sea la superficie de la esfera unitaria. El problema pasa a ser
entonces la subdivisión de la superficie de la esfera en áreas de igual “camino”,
de manera que todas sean del mismo tamaño y forma, pudiendo cubrir la
superficie de interés sin dejar huecos. También se han usado frentes de ondas
hexagonales y triangulares.

El procedimiento del trazado de rayos en tres dimensiones es similar al de dos


dimensiones, pero se necesita más tiempo de cálculo.

Algunos sectores de las paredes de un pasillo pueden ser de diferentes


materiales; por ejemplo, madera, metal, hormigón, o incluso vidrio, que puede
tener diferentes reflectividades para la onda incidente. No tener en cuenta las
diferentes reflectividades de los distintos materiales puede degradar la precisión
de la predicción del modelo de propagación. Por ello, se presentó el concepto de
“material de construcción efectivo”, con el fin de representar estos materiales.
Sin embargo, la permitividad de este material efectivo no es fácil de determinar,
ya que depende tanto de datos experimentales, como del modelo de propagación.
Para simplificar este problema, se introducen ajustes de diferentes constantes
dieléctricas y tamaños físicos. Hay que tener en cuenta que, el tamaño y la
constante dieléctrica de cada ajuste, son escogidos de acuerdo a las dimensiones
físicas y al material del que están hechos.

La clave de un modelo de propagación basado en trazado de rayos, es encontrar


una forma rápida de averiguar las trayectorias de rayo dominantes, para obtener
predicciones exactas de las pérdidas por trayectoria. Es bien sabido que, para
predicciones de propagación en exteriores, la difracción en los bordes debe ser
tenida en cuenta, además de las reflexiones especulares, especialmente en zonas
donde no haya visibilidad directa. Desafortunadamente, la difracción consume
gran parte del tiempo de cálculo del modelo, puesto que un único rayo incidente
en un borde generará una nueva familia de rayos. La generación de un número
grande de rayos limita el número de difracciones que pueden considerarse. Para

37
Capítulo 2: Fundamentos teóricos

una trayectoria cualquiera, seleccionamos como mucho dos, a menos que


podamos aproximar para encontrar los rayos que más contribuyan. Para
encontrar los rayos que contribuyen en un entorno urbano, donde las paredes de
los edificios pueden considerarse como polígonos planos verticales, se ha
desarrollado el método de lanzado de plano vertical (VPL vertical-plane-launch).
Este método aproxima las reflexiones especulares desde superficies verticales y
la difracción en bordes verticales, y aproxima la difracción a lo largo de bordes
horizontales restringiendo los rayos difractados contenidos en el plano de
incidencia o el de reflexión. El enfoque VPL puede tratar múltiples difracciones
hacia adelante en los bordes horizontales. Puede ser empleado también para
antenas en tejados, y para áreas con edificios de distintas alturas.

2.5.2. Método de la imagen

El método de las imágenes para el trazado de rayos está basado en la teoría de


las imágenes. Este método proporciona una forma eficiente para el cálculo de las
reflexiones de los rayos, en entornos modelados por facetas.

Dada una fuente puntual (S) y una faceta, los rayos reflejados en la faceta
pueden considerarse como rayos radiados directamente por una fuente virtual fija, la
denominada fuente imagen (I). La fuente imagen esta situada simétricamente a la fuente
S con respecto al plano que contiene la faceta, como se ve en la figura 2.17. Cabe
destacar, que la posición de I, depende únicamente de la posición de S, y de la posición
y orientación de la faceta. Por tanto, I es independiente del punto de observación. El
campo radiado por la fuente imagen se obtiene a partir de las características de radiación
de la fuente real S, y de las propiedades eléctricas de la faceta.

Figura 2.17. Fuente real y fuente imagen.

Para un punto de observación dado (O), el punto de reflexión (R) se calcula


como la intersección entre el segmento I-O y la faceta.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

En un escenario modelado con N facetas, el número de imágenes será N.


Consecuentemente, el número máximo de rayos que alcanzan el punto de observación
es N. Obviamente, en la práctica, el número de rayos que llegan al receptor es menor.
Ésto se debe a dos razones:

1) Debido al tamaño finito de las facetas, sólo los pueden recibir rayos reflejados
los observadores situados en el espacio de reflexión (RS, reflection space). Se
considera que un observador pertenece a la RS cuando R esta contenido en la
faceta, como se puede ver en la figura 2.18.
2) El rayo reflejado o el incidente (desde S hacia R), pueden quedar ocultos a causa
de alguna otra faceta del entorno. Se comprueba con un test de sombreado.

Figura 2.18. Espacio de reflexión de una faceta.

Podemos analizar los rayos doblemente de una forma similar. Ahora, la fuentes
que se consideran para crear las imágenes de segundo orden (reflexión doble) son la
imágenes de primer orden (reflexión simple). Es fácil de comprobar que, el número de
imágenes de segundo orden será N(N-1). Para que se produzca una reflexión doble,
deben cumplirse tres condiciones:

1) El punto de observación debe encontrarse dentro de la RS de la segunda faceta.


En otras palabras, el segundo punto de reflexión debe estar en la segunda faceta.
2) El punto donde se produzca la segunda reflexión debe estar dentro de la RS de la
primera faceta, o lo que es lo mismo, el primer punto de reflexión debe estar en
la primera faceta.
3) Ninguno de los tres caminos mostrados en la figura 2.19. (S-R1, R1-R2, R2-O)
pueden quedar ocultos por otras facetas del entorno (test de sombreado).

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

Figura 2.19. Reflexiones múltiples.

Las reflexiones múltiples pueden analizarse del mismo modo. El número de


imágenes de orden k es:
N ( N − 1) k −1 (2.3.23)

Las imágenes pueden organizarse en un grafo conocido como el árbol de las


imágenes. Inicialmente, la primera derivación es de N ramas; y las que siguen son de
(N-1) ramas. El método de la imagen asegura que todos los rayos que sufran un
determinado número de reflexiones (o menos) sean evaluados, ya que todos los rayos
reflejados potenciales son almacenados en el árbol de las imágenes.

Es importante darse cuenta de que, usando el método de las imágenes, solo se


maneja un número limitado de rayos, excluyendo el tratamiento de rayos irrelevantes
que abandonen la fuente pero no alcancen el punto de observación con menos de un
número de reflexiones dado.

Dada una fuente (S) (puede ser la fuente real o una imagen), cuando una faceta
(F) este totalmente oculta a causa de otra (F1), su imagen (I) y todas las imágenes
creadas a partir de ella, pueden ser eliminadas del árbol de las imágenes. Ésto simplifica
el árbol de las imágenes y, consecuentemente, supone un ahorro en el tiempo de CPU y
memoria consumida. Un caso de trayectoria oculta por otra faceta se presenta en la
siguiente figura:

Figura 2.20. Trayectoria oculta por faceta.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

También se puede simplificar el árbol teniendo en cuenta las posiciones de las


facetas con respecto a las RS’s. Por ejemplo, si la faceta F1 está completamente fuera de
la RS de la faceta F, no se producirán reflexiones dobles en S-F-F1 (ver figura 2.21). Por
tanto, la imagen de F1 creada a partir de la de F, se puede eliminar del árbol.
Evidentemente, todas aquellas imágenes dependientes de la de F1 podrán ser borradas
del mismo modo.

La consulta del árbol de las imágenes debe hacerse en sentido hacia atrás.
Cuando queramos estudiar los rayos reflejados de orden k que llegan al receptor,
empezamos el análisis de los nodos correspondientes al nivel k del árbol. Vamos a
explicar el procedimiento que se sigue para cada uno de ellos.

Figura 2.21. Faceta fuera del espacio de reflexión.

Se calcula el último punto de reflexión (Rk) y se comprueba que esté en la faceta


correspondiente, es decir, comprobamos que el receptor pertenezca a la RS de la faceta.
En caso de que no pertenezca, no se produce reflexión y el algoritmo continúa en otro
nodo del árbol. Si éste no fuera el caso, se comprueba que la trayectoria formada por
Rk-O no quede oculta por otra faceta. Si no lo está, calculamos el punto de reflexión
previo y comprobamos si pertenece a su faceta correspondiente. Ésto equivale a
comprobar que Rk pertenezca a la RS de la imagen previa (Ik-1). Si es así, comprobamos
que no existan facetas que oculten la trayectoria Rk-1-Rk, en cuyo caso pasamos a
calcular el punto de reflexión previo, y así sucesivamente. El algoritmo finaliza cuando
lleguemos a la fuente real.

Cuando el número de reflexiones considerado y la cantidad de facetas aumenten,


la cantidad de tests de sombreado se incrementará significativamente. Se puede
combinar el método de las imágenes con técnicas de acelerado de trazado de rayos, con
el fin de disminuir el número de tests de sombreado.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

La teoría de las imágenes nos permite obtener la trayectoria exacta seguida por
los rayos reflejados, pudiendo obtener la fase de los campos asociados a estos rayos
reflejados. Debido a ésto, las contribuciones del multitrayecto en el punto de
observación pueden sumarse coherentemente para obtener el campo recibido.

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Capítulo 2: Fundamentos teóricos

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