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ARTIGO ARTICLE
Estrategias, actores, promesas y temores
en las campañas de vacunación antivariolosa en México:
del Porfiriato a la Posrevolución (1880-1940)

Strategies, actors, promises and fears


in the smallpox vaccinations campaigns in Mexico:
from the Porfiriato to the Post-revolution (1880-1940)

Claudia Agostoni 1

Abstract The article examines some of the strat- Resumen El artículo estudia algunas de las estra-
egies employed by the Mexican health authori- tegias a las que recurrieron las autoridades de sa-
ties that led to the organization of massive and lud durante la puesta en marcha de programas
obligatory smallpox vaccination campaigns from vacunación antivariolosa durante los años de 1880
the late 1880s to the 1940s, a period of Mexican a 1940, periodo que corresponde al gobierno enca-
history that corresponds to the Porfirio Díaz re- bezado por Porfirio Díaz (1877-1911), a la fase
gime (1877-1911), to the armed phase of the Mex- armada de la Revolución Mexicana (1910-1920),
ican Revolution (1910-1920), and to the first two y a las dos primeras décadas del estado posrevolu-
decades of the Post-revolutionary governments cionario (1920-1940). Por una parte se prestará
(1920-1940). Attention will be placed of the vac- atención a la preeminencia que tuvo la vacuna-
cination programs in the main urban settings, ción en los centros urbanos, notablemente en la
notably in Mexico City, as well as the gradual but ciudad de México; y por la otra, se destacará la
decisive organization and regulation of vaccina- gradual, pero decisiva, organización y reglamen-
tion campaigns in the heterogeneous rural mi- tación de la vacunación antivariolosa en los pro-
lieu. Furthermore, the importance that hygienic gramas destinados para el heterogéneo y desigual
education acquired will be explored, as well as the ámbito rural. Asimismo, se analizará la impor-
divergent and contested responses that emerged tancia que adquirió la educación higiénica, y se
due to the obligatory vaccination campaigns, re- prestará atención a las divergentes respuestas que
sponses that included resistance, fear, uncertain- la aplicación masiva y cotidiana de la vacuna sus-
ty and widespread acceptance. citó en las ciudades principales y en pequeños pue-
Key words Vaccination, Vaccination brigades, blos y municipios rurales, respuestas que incluye-
Hygienic education, Fear, Hope ron la resistencia, el temor, la incredulidad y la
franca aceptación.
1
Instituto de Palabras clave Vacunación, Brigadas de vacu-
Investigaciones Históricas, nación, Educación higiénica, Miedo, Esperanza
Universidad Nacional
Autónoma de México.
Circuito Maestro Mario de
la Cueva, Zona Cultural,
Ciudad Universitaria, CP
04150. México DF.
México.
agostoni@servidor.unam.mx
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Agostoni C

Introducción ciudades del reino instrucciones para la varioli-


zación, entre las que destaca el folleto titulado:
La viruela fue un acompañante inseparable del Método claro, sencillo y fácil para practicar la ino-
acontecer histórico de la Nueva España desde el culación de viruelas, elaborado por el Real Tribu-
momento mismo de la conquista española du- nal del Protomedicato5,6. Las ventajas y peligros
rante el siglo XVI. A lo largo del periodo colonial de la variolización fueron temáticas debatidas en
(1521-1821) y durante el transcurso de la primera la Nueva España durante los años finales del si-
centuria de México como nación independiente, glo XVIII, discusiones que coincidieron con la
la viruela provocó la muerte de infinidad de per- amplia difusión que durante esos mismos años
sonas, dio lugar a numerosas crónicas y descrip- recibieron los escritos y hallazgos de Edward Jen-
ciones implacables de la tragedia, y alimentó el ner en Inglaterra. Jenner, en su escrito An inquiry
clima de inseguridad, rumor, huida y soledad que into the causes and effects of the variolae vaccinae
en momentos de emergencia epidémica se impo- (1798)7,8, anunció un método novedoso y distin-
nen entre amplios y muy diversos sectores socia- to al de la variolización: la inoculación con el vi-
les1-3. La viruela, descrita por diversos observa- rus de la viruela bovina (cowpox), provocando
dores como sinónimo de miseria, muerte y deso- con ello reacciones inmunitarias eficaces contra
lación, llevó a que las autoridades civiles y ecle- el de la viruela.
siásticas procuraran contener su propagación con La introducción formal de la vacuna jenne-
la imposición de rígidos cordones para mantener riana a la Nueva España ocurrió en 1804 con la
en aislamiento forzoso a los enfermos, además de llegada de la Real Expedición Filantrópica de la
encenderse hogueras en las calles para limpiar el Vacuna dirigida por Francisco Xavier de Bal-
aire de las impurezas que se decía favorecían la mis9,10. A partir de ese momento inició un capítu-
propagación de esa enfermedad. La viruela, fue lo de la historia de larga duración en aras de la
una de las enfermedades más conocidas entre contención, control y posterior erradicación de
amplios sectores sociales por las cicatrices que la viruela en México, y cuyo sustento fue la vacu-
dejaba en el rostro de los supervivientes, señal cla- nación. Numerosos fueron los legados de la Real
ra y visible de su frecuente paso y propagación. La Expedición Filantrópica de la Vacuna. En 1804 se
diseminación de esa enfermedad también alentó instaló en la ciudad de México la Oficina Conser-
que la población recurriera a las purgas, dietas y vadora de la Vacuna que funcionó a lo largo del
sangrías; a las imploraciones individuales y colec- siglo; diferentes estados de la república crearon
tivas, así como a las penitencias públicas y a los oficinas de vacuna y casas de vacunación y tanto
rituales privados para evitar enfermar. las autoridades sanitarias como las civiles y ecle-
Entre 1795 y 1799, cuando una epidemia de siásticas, procuraron capacitar a un personal
viruela afectó a la mayor parte de la Nueva Espa- médico y no médico para la adecuada y eficaz
ña, las autoridades procuraron extender lo más aplicación del recurso salvador, así como infor-
posible la práctica de la variolización, consistente mar al público en general acerca de las virtudes,
en la introducción de la secreción de las pústulas bondades y beneficios de la vacuna.
virulentas de una persona enferma en otra apa- No obstante, a lo largo del siglo XIX la vacu-
rentemente sana. La variolización, conocida des- na y su aplicación, fueron también sinónimos de
de siglos atrás por médicos asiáticos y africanos, dificultad, penuria, escasez y temor11-14. El ines-
se extendió durante el siglo XVIII en diferentes table acontecer político y económico del país y
naciones europeas. En la Nueva España, ante el las constantes guerras civiles e intervenciones ex-
avance incontenible de la viruela en la ciudad de tranjeras obstaculizaron la continuidad y siste-
México en 1797, el Virrey Marqués de Brancifor- matización de los esfuerzos para contener la pro-
te (1794-1798) promulgó un edicto que determi- pagación de la viruela. Además, la conservación
nó la utilidad de la variolización, dándose inicio a y adecuada aplicación, primero de la vacuna de
un programa formal de variolización auspiciado brazo a brazo, y a partir de 1919 de la vacuna
por las autoridades civiles y eclesiásticas, progra- humanizada, así como la frecuente negativa y
ma que se reiteró era de carácter voluntario4. Par- resistencia del público para recibirla, fueron im-
ticiparon en éste, las llamadas Juntas de Sanidad, portantes retos a vencer para generaciones de
el Arzobispo Alonso Núñez de Haro, el Real Tri- funcionarios sanitarios y médicos diplomados.
bunal del Protomedicato, los ayuntamientos y El objetivo del presente trabajo consiste en ana-
las autoridades secundarias, así como diversos lizar algunas de las estrategias a las que recurrie-
médicos ilustrados, entre éstos, José Ignacio Bar- ron las autoridades de salud en la organización y
tolache. Asimismo, fueron enviadas a diferentes puesta en marcha de las campañas de vacunación
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antivariolosa entre las décadas finales del siglo XIX de la población del país radicaba en pequeñas
y la década de los 1940, así como destacar algunas poblaciones rurales: pueblos, haciendas o ran-
de las principales dificultades a las que se enfrenta- chos carentes de las comodidades de la vida mo-
ron tanto en las ciudades principales, como en derna y de la presencia de las instituciones y acto-
pequeños pueblos y municipios rurales. Se subra- res del ámbito de la salud pública estatal.
yará que los programas obligatorios de vacuna- Un elemento fundamental del proyecto mo-
ción generaron reacciones y respuestas encontra- dernizador del régimen de Díaz fue transformar
das entre el público y el personal de salud en cuyas al país en una nación que reflejara el progreso, la
manos recayó la obligación de vacunar; respues- prosperidad y la modernidad, y en la que sus
tas que incluyeron la resistencia, el temor, la incre- habitantes devinieran en ciudadanos trabajado-
dulidad y la franca aceptación. res, morales, sanos y vigorosos. Para ello, y como
Aunado a lo anterior, se examinará por qué parte del vasto proyecto de modernización de la
los programas de vacunación se sustentaron en época, se expidieron reglamentos y códigos pe-
un vasto programa de educación higiénica, y se nales y de salud, se construyeron importantes
subrayará que tanto la educación y persuasión obras de infraestructura sanitaria, caminos y lí-
fueron incapaces de desvanecer viejos y arraiga- neas férreas, y se impulsó una lucha contra la
dos temores en torno a la vacuna: miedo a con- suciedad, el desaseo y la insalubridad. En esa lu-
traer la enfermedad u otros padecimientos por cha destacó la contención de enfermedades en-
la deliberada introducción en el organismo de démicas y epidémicas. De acuerdo con el Consejo
una sustancia ajena al cuerpo humano; temor al Superior de Salubridad (CSS) – la máxima auto-
sufrimiento o al dolor producto de la vacuna- ridad sanitaria desde 1841 –, la contención de la
ción, o bien temor por parte de los vacunadores viruela mediante la aplicación de la vacuna hu-
ante el rechazo, resistencia y negativa de la pobla- manizada o de brazo a brazo era uno de los prin-
ción. En suma, se destacará que las respuestas y cipales objetivos a alcanzar. La vacuna tenía en el
reacciones encontradas por parte del público en país casi un siglo de historia, y la viruela, además
general y que acompañaron a las campañas de de ser endémica, con frecuencia tenía manifesta-
vacunación en México durante los años de 1880 ciones epidémicas15,16.
a 1940, lejos de desvanecerse, permanecieron En la opinión del médico Domingo Orvaña-
como elementos constitutivos de las mismas. nos, autor del Ensayo de geografía médica (1899),
tan sólo durante la década de 1880 se habían re-
gistrado más de veinte epidemias de viruela en
Las promesas de la vacuna contra la viruela: los estados de Chiapas, Durango, Guerrero, Hi-
del Porfiriato a la Posrevolución dalgo, México, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí,
Sinaloa, Sonora, Veracruz, Zacatecas, así como
Durante el largo gobierno encabezado por el Ge- en el Distrito Federal y en la ciudad de México.
neral Porfirio Díaz (1877-1910), cuyos lemas fue- Orvañanos – al igual que otros médicos de la
ron “orden y progreso”, tanto la unificación y época – consideraba que la viruela era una enfer-
cohesión política, como el fortalecimiento insti- medad que produce la muerte muy frecuentemen-
tucional y económico fueron progresivamente te, que a veces origina la pérdida de la vista y que
posibles después de décadas en las que predomi- siempre produce cicatrices que desfiguran la fisio-
nó la inestabilidad, las guerras internas y las in- nomía de las personas. Como los peligros del conta-
tervenciones extranjeras. El gobierno de Díaz, gio de la viruela son numerosos e imposibles mu-
caracterizado por la insistencia en reiterar que el chas veces de evitar, es de suma importancia para
país requería de un gobierno fuerte, con la capa- nosotros recibir el beneficio de la vacuna17. Ante la
cidad de fomentar un desarrollo económico sos- posibilidad de morir, de perder el sentido de la
tenido y de reformar a la sociedad, otorgó una vista, o frente a la deformidad que provocaba si
enorme importancia a la pública salubridad. Ciu- se llegaba a sobrevivir la enfermedad18, el Conse-
dades como las de México, Guadalajara, Puebla, jo Superior de Salubridad determinó que era ne-
San Luis Potosí y Monterrey rebasaron los lími- cesario garantizar que la aplicación de la vacuna
tes que durante siglos les habían contenido, y la fuese realizada adecuadamente por médicos com-
población del país aumentó a un ritmo acelera- petentes, argumentando que únicamente una for-
do. En 1877 el país contaba con nueve millones mación médica permitiría resolver todas las cues-
de habitantes; en 1895 la cifra se ubicaba en 13 tiones referentes a la vacunación, y muy particu-
millones, pasando a poco más de 15 millones de larmente en lo tocante a si la vacuna era falsa o
personas en 1910. Sin embargo, la mayor parte legítima.
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En mayo de 1882 el Ministerio de Goberna- vacuna animal. En 1866 Iglesias introdujo a Méxi-
ción dio a conocer un dictamen de la Comisión de co el virus bovino procedente de Francia, mismo
Epidemiología del Consejo Superior de Salubri- que utilizó para inocular terneras y cuyos resul-
dad. El dictamen asentó que los servicios públicos tados presentó ante la Sociedad Médica de Méxi-
de vacuna carecían de una sólida organización a co en 1868. En su trabajo – intitulado “Memoria
nivel nacional y que la vacuna con frecuencia era sobre la vacuna animal”11 – anunció que México
aplicada por personas que desconocían los méto- finalmente contaba con la vacuna animal y des-
dos adecuados para vacunar19. Por tanto, el Mi- tacó que sus investigaciones, sustentadas en las
nisterio de Gobernación solicitó a lo diferentes de diversos médicos franceses, finalmente harían
estados de la república organizar servicios efica- cesar las “inquietudes legítimas” en torno a la
ces de vacunación y envió a las autoridades esta- vacuna, en particular las referentes a la transmi-
tales una “Instrucción sobre la vacuna” para disi- sión de la sífilis.
par cualquier duda en torno a su adecuada e hi- Entre 1868 y los años iniciales del siglo XX en
giénica aplicación. Aunado a lo anterior, el Conse- México, los médicos y funcionarios públicos que
jo Superior de Salubridad – bajo la dirección del se manifestaban en contra del empleo de la vacu-
médico Eduardo Liceaga – reiteró la necesidad de na animal reiteraban que se trataba de un proce-
organizar programas de educación higiénica para dimiento incierto; que su eficacia era cuestiona-
fomentar la aceptación entre el público del recur- ble y que el procedimiento tenía un costo mone-
so salvador, recurriéndose simultáneamente a la tario mucho mayor que el que significaba con-
fuerza y la coerción, como ha sido analizado en servar y aplicar la vacuna de brazo a brazo. Ade-
recientes investigaciones históricas20. más, argumentaban que si la vacuna de brazo a
Siete años después, es decir en 1889, una epi- brazo proporcionaba los mismos beneficios que
demia de viruela afectó a la mayor parte del país, la vacuna animal, no había razón suficiente para
prolongándose durante más de un año y cau- optar por un procedimiento más costoso. Por
sando la muerte de 40,000 personas21. Ante la otra parte, los adherentes y defensores de la va-
ausencia de coordinación y sistematización de los cuna animal reiteraban que con ésta cesaría la
esfuerzos para contener la propagación de la vi- propagación de enfermedades como la sífilis;
ruela durante momentos de emergencia epidé- destacaban que en México la escasez de vacunífe-
mica, en 1900 el Consejo Superior de Salubridad ros y la resistencia de las madres para que sus
estableció en la capital la Oficina Central de Va- hijos portaran la vacuna de brazo a brazo eran
cuna para conservar y distribuir la vacuna de serías limitaciones para la contención de la virue-
“brazo a brazo” a la mayor parte de los estados la, limitaciones que únicamente podrían supe-
que carecían de oficinas conservadoras de vacu- rarse con el empleo de la vacuna animal22,23. En
na. Por otra parte, y en lo que concierne a la obli- este sentido, y al finalizar la década de 1880, el
gatoriedad de vacuna, ésta se decretó en 1903 médico Domingo Orvañanos consideraba que
haciéndose efectiva la disposición legal en la ciu- en México era necesario recurrir a la vacuna ani-
dad de México, así como en los estados de Chia- mal debido a que confería mayor protección con-
pas, Chihuahua, Durango, Estado de México, tra la viruela que la vacuna de brazo a brazo;
Michoacán, Morelos, Tepic, Yucatán y Zacate- dado que facilitaría la revacunación y a que sería
cas, entre otros. Sin embargo, es preciso destacar más fácil la obtención de grandes cantidades del
que el marco legal de la Constitución Política de virus vacuno para la protección de un mayor
los Estados Unidos Mexicanos de 1857 – respe- número de personas24. En 1907, y argumentan-
tuoso de las soberanías estatales – impidió el di- do a favor de la vacuna animal, el médico R. E.
seño y la aplicación de una misma política de Manuell señalaba que los servicios públicos de
salubridad en todo el país. Por ende, no todos los vacuna requerían emplear ese recurso debido a
estados de la república decretaron o pusieron en “que no expone como la de brazo a brazo al pe-
marcha programas obligatorios de vacunación ligro posible de servir de medio de transmisión
sino hasta la década de los 1920. de la sífilis”25. Los debates y la incertidumbre en
Durante el régimen de Díaz también fueron torno a la vacuna animal, así como la larga his-
frecuentes las discusiones entre los médicos, las toria que en el país tenía la aplicación de la vacu-
autoridades y el público en general en torno a los na de brazo a brazo, llevaron a que durante el
beneficios y los peligros de la vacuna humaniza- largo gobierno de Porfirio Díaz se recurriera a
da y de la vacuna animal, debates que emergie- ambos recursos preventivos, una situación que
ron a partir de 1868 cuando el médico Ángel Igle- solamente cambio a partir de 1919, cuando se
sias buscó promover en el país la aplicación de la proscribió la vacuna de brazo a brazo.
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La fase armada de la Revolución Mexicana plios sectores sociales considerados como en ries-
(1910-1920) fue una década de significativos cam- go – en particular los pobres, la infancia y la mujer
bios políticos, sociales, económicos y culturales embarazada; de la educación, vigor y fortaleza de
que llevaron a la destrucción del estado porfiria- los mexicanos, y claro está, de la prevención de
no y a la enunciación y defensa de amplias de- enfermedades evitables como la viruela29. Por tan-
mandas políticas, sociales y agrarias. Durante esos to, y como señalaba el doctor Jesús Monjarás, la
años, el constante movimiento de tropas y civi- intervención del estado era impostergable ante la
les, la violencia, la insalubridad, el hambre y la ignorancia del pueblo y por la apatía de amplios
carestía, así como la imposibilidad por parte de sectores sociales frente a la diseminación de la
las autoridades de salud de aplicar la vacuna, in- viruela30.
cidió a que en los estados de Aguascalientes, San Correspondió al Departamento de Salubri-
Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yu- dad Pública organizar los primeros programas
catán, así como en el Distrito Federal, se registra- de inmunización masivos, sistemáticos y obliga-
ran brotes epidémicos de viruela, tifo, fiebre ama- torios a nivel federal. El impulso de lo anterior
rilla e influenza26. La rápida y al parecer inconte- obedeció a que la Constitución Política de los
nible diseminación de esas enfermedades fue Estados Unidos Mexicanos de 1917 determinó
ampliamente comentada y debatida en 1918, du- que las disposiciones del DSP eran obligatorias
rante el V Congreso Médico Nacional que tuvo en todo el país, que tenían un carácter ejecutivo y
lugar en la ciudad de Puebla. Los participantes que el DSP pasaría a depender directamente del
del Congreso, funcionarios del recién creado De- poder ejecutivo. En nombre de esa legalidad, el
partamento de Salubridad Pública (DSP, 1917- estado posrevolucionario por vez primera en la
1943), en sustitución de su antecesor, el Consejo historia nacional emprendió campañas de vacu-
Superior de Salubridad, representantes de las nación, de erradicación de plagas, de higieniza-
autoridades sanitarias de los estados, así como ción urbana y rural a lo largo y ancho del país31.
un nutrido grupo de médicos, coincidieron en Asimismo, la Constitución de 1917 determinó
afirmar que la viruela no podía permanecer pre- que en caso o amenaza de una epidemia, el DSP
sente en el panorama sanitario nacional. De acuer- estaba facultado para emitir las medidas preven-
do con el médico Joaquín Baeza Alzaga, la viruela tivas que considerara pertinentes en todo el terri-
proseguía causando la muerte, la ceguera y la torio nacional. En este sentido, y apelando a una
deformidad de los mexicanos. Destacó que la terminología bélica, el médico Alfonso R. Ochoa
vacuna tenía un siglo de historia en el país, y que señalaba que las enfermedades nos atacan des-
por tanto era imprescindible organizar un servi- piadadas, el combate es cuerpo a cuerpo; cada quien
cio de vacuna eficaz a nivel nacional; instruir a los debe poner en juego cuantos recursos tenga a su
médicos y a las enfermeras cómo aplicarla de alcance...32. Uno de los recursos que requerían
manera adecuada e higiénica, y sobre todo, reite- ser impuestos era la vacuna contra la viruela. No
ró que era necesario informar al público sobre obstante las promesas, las virtudes y la esperan-
los múltiples beneficios que recibirían al aceptar za que encerraba la vacuna – anunciadas desde el
la vacuna voluntariamente27. Por otra parte, el ocaso del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX – se
médico José Ruiz expresó durante el mismo Con- mostraban incapaces de terminar con el temor,
greso que en el país predominaba una “verdade- la incredulidad y el rechazo que la simple men-
ra aberración” a la vacuna, aberración que en su ción de la palabra “vacuna” provocaba entre
opinión era más tenaz entre “la gente de nuestro amplios sectores sociales.
bajo pueblo”, cuyas principales víctimas eran los
niños28. Por ende, Ruiz asentaba que era indis-
pensable impulsar una vasta campaña de educa- Estrategias de vacunación:
ción higiénica. La educación era considerada como reglamentación, educación y persuasión
sustento inseparable del éxito de la vacunación,
pero también, la educación fue uno de los pilares De acuerdo con el gobierno posrevolucionario y
del estado posrevolucionario mexicano que na- las autoridades de salud pública estatal al des-
ció hacia 1920 y cuyo lema principal fue la re- puntar la década de los 1920, la vacuna requería
construcción nacional. ser sinónimo de confianza, seguridad y esperan-
De acuerdo con los gobiernos posrevolucio- za y su aplicación convertirse en una práctica
narios entre 1920 y 1940, la reconstrucción del obligatoria, masiva y cotidiana. Una importante
nuevo estado exigía de una tenaz y constante vi- medida en este sentido tuvo lugar en 1919, cuan-
gilancia de la salud o ausencia de salud de am- do se determinó que únicamente la vacuna ela-
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borada con linfa vacunal de ternera preparada viruela en México”. Éste determinó que la vacuna
con pulpa emulsionada con glicerina podría ser era obligatoria e incuestionable, señalándose que
aplicada. Por tratarse de un recurso que evitaría sería absurdo esperar los destrozos del mal para
la transmisión de enfermedades como la sífilis y atacarlo, en vez de prevenir. Un argumento reite-
el tétanos, y debido a que su producción y distri- rado en el Reglamento de 1925 era que la viruela
bución facilitaría su masiva aplicación, tanto el proseguía en el panorama sanitario nacional de-
Instituto Bacteriológico Nacional (hasta 1921), bido a la ignorancia y ausencia de una cultura
como el Instituto de Higiene, se abocaron a la higiénica entre los mexicanos. Debido a lo ante-
producción de la misma. Tan sólo en 1923 el Ins- rior, se estableció que no existía justificación al-
tituto de Higiene produjo más de 3 millones de guna para negarse a recibir la vacuna, y que la
dosis vacunales33. La cifra denota la prioridad vacunación sistemática era el único recurso que
que tuvo la contención de la viruela y refleja que garantizaría que el Estado cumpliera con sus prin-
la inmunización de la población se considero cipales responsabilidades: la defensa de los habi-
como un elemento que contribuiría a afianzar tantes y la salud y bienestar de la colectividad37.
un clima de seguridad y certidumbre en el país Por ende, a partir de 1925 se decretó la obligato-
que poco a poco dejaba atrás la violencia revolu- riedad de la vacuna en los recién nacidos, adultos
cionaria. Cabe mencionar que en 1928 el Institu- y ancianos. Únicamente las personas que conta-
to de Higiene se abocó a la producción de sueros ran con un certificado de vacunación quedaban
antidiftérico, antitetánico y antiescarlatinoso; tu- exentas. Los inmigrantes al entrar al país estaban
berculina; toxinas diftérica y escarlatinosa para obligados a recibir la vacuna al no presentar el
inmunizaciones activas; antitoxina diftérica y va- certificado correspondiente, además de estable-
cunas antivariolosa, antirrábica y pertusis. cerse que todas las personas serían revacunadas
El entusiasmo y la confianza de las autorida- después de cinco años de haber recibido la pri-
des de salud en la vacuna antivariolosa ocupó los mera vacuna. El reglamento también contempló
espacios públicos y privados de la ciudad de las sanciones: arresto de 36 a 48 horas, o hasta
México durante la celebración del primer “Día de acceder a ser vacunado38.
la Vacuna”, el 27 de septiembre de 1923. El Día de La esperanza depositada en la aplicación sis-
la Vacuna, que formó parte de las actividades de temática, obligatoria y cotidiana de la vacuna lle-
la Semana de Salubridad, buscó dar a conocer vó a que el Código Sanitario de los Estados Uni-
las virtudes de la vacuna y aplicarla al mayor dos Mexicanos de 1926, así como el promulgado
número de capitalinos, además de informar al en 1934, se reiterara su obligatoriedad a nivel fe-
público en general sobre las consecuencias que deral. El Código de 1926, el primero de la posre-
sobrevendrían en la niñez no vacunada. Durante volución y nutrido de una terminología bélica,
ese día, se realizó una intensa campaña de pro- subrayó que para el combate de la enfermedad
paganda a favor de la vacuna, reiterándose que era imprescindible identificar, separar y tratar a
los padres de familia tenían la responsabilidad los grupos o sectores sociales considerados como
de vacunar a sus hijos para evitarles el dolor, la en riesgo de contraer y/o de propagar enfermeda-
deformidad, la ceguera o la muerte prematura. des infecto contagiosas; destacó que la vacuna era
Las autoridades de salud, apelando a la respon- obligatoria en todos los niños menores de cuatro
sabilidad moral y paternal, así como a descrip- meses; que los adultos que no la hubiesen recibi-
ciones implacables de la niñez no protegida, asen- do requerían hacerlo y que la revacunación era
taban que únicamente con la vacuna los padres igualmente obligatoria39. Además, para contener
podrían evitar desgracias y futuros remordimien- o prevenir brotes de viruela y de otras enfermeda-
tos34. Así, en las calles, avenidas, plazas y merca- des infecciosas, los médicos titulados y debida-
dos de la ciudad se distribuyeron hojas sueltas e mente registrados ante las autoridades tenían la
informativas para que la población acudiese a obligación de dar aviso de cualquier caso confir-
los centros permanentes e itinerantes de vacuna- mado o bien, de cualquier sospecha sobre la pre-
ción instalados en diversos puntos de la capital35. sencia de personas con enfermedades transmisi-
Tan solo durante el Día de la Vacuna recibieron el bles a las autoridades. Asimismo, estableció que
recurso preventivo por vez primera 3,801 perso- los directores de hospitales, escuelas, fábricas y
nas, además de revacunarse a 4,258 individuos36. talleres, así como cualquier otra persona que tu-
La promesa de calma, seguridad y salud que viese conocimiento de alguna persona o grupo de
encerraba la vacuna antivariólica llevó a que en personas portadora de alguna enfermedad trans-
marzo de 1925 se expidiera el “Reglamento im- misible, requería notificarlo al Departamento de
preso sobre la vacunación y revacunación de la Salubridad. Aunado a lo anterior la ley determinó
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que los directores de las escuelas oficiales y parti- sencia de los agentes de vacunación, hombres y
culares de la federación tenían la obligación de mujeres ajenos y extraños a las comunidades a
vigilar que sus subalternos, empleados o educan- las que llegaban con la consigna de vacunar a
dos, se vacunaran o revacunaran40. como diera lugar. Asimismo, el temor se incre-
La transformación y profundización legislati- mentaba cuando el público tenía conocimiento
va en el ámbito de la salubridad fue particularmen- de niños vacunados que entraban en shock o que
te destacada durante el transcurso de la década de tenían convulsiones después de ser inmunizados.
los 1930. En 1935, el jefe del Departamento de Salu- La vacuna también podía ser fatal: por la conta-
bridad Pública, el médico y general José Siurob, dio minación del virus vacunal o cuando se vacuna-
a conocer un nuevo “Reglamento sobre vacuna- ba a una persona cuyo sistema inmunológico se
ción y revacunación antivariolosa” y las campañas encontraba extremadamente debilitado. Frente
de vacunación antivariolosa adquirieron una mag- a la posibilidad de enfermar de viruela, pero tam-
nitud no vista hasta ese momento. El objetivo: lle- bién ante la vacuna y los agentes de vacunación,
var y aplicar la vacuna hasta el último confín de la el miedo fue acompañante inseparable de las cam-
república. Por ende, se estableció que toda locali- pañas de vacunación.
dad carente de servicios médicos o de servicios per-
manentes de vacuna serían cubiertas por Brigadas
de Vacunación que serían enviadas para tal efecto, Entre el deber, la esperanza y el temor:
autorizándose a las mismas recurrir a cualquier brigadas y agentes de vacunación
medio que consideraran necesario para realizar sus
labores41. También se estableció que los oficiales A partir de la década de 1920 la organización y
del registro civil de todo el país tenían la obligación reglamentación de la vacunación sistemática de
de exigir el certificado de vacunación antivariolosa la población llevó a que se multiplicaran los cen-
para inscribir los nacimientos, y que el certificado tros y oficinas permanentes e itinerantes que ofre-
también sería solicitado por las instancias eclesiás- cían el servicio a lo largo del país. El Departa-
ticas antes de celebrar los bautismos católicos o mento de Salubridad Pública dotó gratuitamen-
cualquier otra ceremonia religiosa42. Es preciso des- te linfa vacunal de ternera a las oficinas y centros
tacar que entre 1935 y 1945 las campañas de vacu- de vacuna de los estados, así como a los médicos
nación antivariolosa adoptaron dos modalidades. diplomados que la solicitaran para aplicarla en
Las campañas de emergencia y las de fondo. Las sus consultorios privados. Tan sólo en la ciudad
primeras se organizaron en las regiones donde la de México funcionaban las Oficinas de Vacuna
viruela presentaba características epidémicas, mien- Fernando Malanco, Doctor Iglesias, Doctor Jen-
tras que las segundas, tuvieron por objetivo locali- ner, Doctor Balmis, Doctor Luis Muñoz y la Doc-
zar y extinguir los focos e inmunizar a la población tor Miguel Muñoz, así como diez Oficinas Forá-
susceptible. Sin embargo, para el éxito de ambas neas de Vacunación creadas en 1922. El servicio
modalidades se determinó que era necesario seguir también se ofrecía de manera gratuita en las igle-
al pie de la letra los planes específicos previamente sias, como en el Sagrario Metropolitano; en di-
formulados, movilizando a un personal debida- versos templos protestantes44, así como en los
mente preparado (epidemiólogos, personal vacu- Centros de Higiene Infantil, verdaderas clínicas
nador, lectores de vacuna); dotar a las brigadas de de atención materno-infantil que se erigieron en
linfa antivariolosa en suficiente cantidad y calidad, las colonias más pobres y densamente pobladas
además de especificarse que cualquier caso notifi- de la capital entre 1922 y 192745.
cado como viruela requería ser constatado y con- Las labores de vacunación cobraron una muy
firmado mediante un diagnóstico médico43. particular intensidad durante la celebración de
La insistencia de las autoridades de salud para festividades religiosas, como por ejemplo los días
aplicar de manera obligatoria, masiva y cotidia- 12 de diciembre cuando se celebra a la Virgen de
na la vacuna antivariolosa a nivel nacional des- Guadalupe. Al iniciar el mes de diciembre de 1931,
pertó viejos temores e intensificó los rumores: y ante la inminente llegada de miles de peregrinos
temor llano y simple a la enfermedad, pero tam- a la ciudad de México por motivo de la festividad
bién temor a su cura: a recibir o a aplicar la vacu- religiosa, las autoridades de salud organizaron
na. El temor y la incertidumbre del público no una campaña extraordinaria de vacunación. El
eran del todo injustificados: temor ante la posi- Departamento de Salubridad Pública considera-
bilidad de enfermar al recibir vacunas contami- ba que los miles de peregrinos que ingresarían a
nadas; temor a que la vacuna no funcionara; o la ciudad procedentes de muy diversas regiones
bien, incertidumbre e incredulidad ante la pre- del país podrían ser portadores de un sinnúme-
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ro de enfermedades infecciosas. Frente a ello, el ubicada en el Barrio de Tepito anunció a gritos


Departamento de Salubridad Pública instaló tres que se aproximaban los “hombres del lanceta-
carpas equipadas con el personal, mobiliario e zo”. La crónica periodística señalaba que la “mu-
instrumental requerido para vacunar en las in- chedumbre desparecía” como tragada por la tie-
mediaciones de la celebración. Durante quince días rra y que las personas abandonaban sus labores
los agentes de vacuna aplicaron la linfa vacunal y se escondían. Un agente de la Brigada en el ba-
de ternera a un promedio de entre 200 y 400 per- rrio de Tepito – y quien solicitó el anonimato –,
sonas diariamente (en dos turnos), con y sin el relató al periódico que a más de mil personas
consentimiento de los peregrinos, además de ca- habían tenido que sacar de sus escondites y que
nalizar a todo enfermo de viruela, varicela y lepra en más de cuatro ocasiones se habían tenido que
a los hospitales al margen de la oposición46. enfrentar con “valientes’ quienes ante la lanceta
El que la viruela pudiera adquirir proporcio- de la vacuna respondían a puñaladas47. Como se
nes epidémicas era un rumor que también era puede apreciar, el temor a la “lanceta” estaba pre-
alimentado cotidianamente por la prensa, que sente no sólo entre las personas que recibirían la
daba a conocer información día tras día referen- vacuna, sino también entre los médicos y las en-
te al avance de la enfermedad. Debido a ello, se fermeras, quienes decían que se jugaban la vida
intensificaron los trabajos de las Brigadas Am- “a cambio de dar un certero lancetazo en el brazo
bulantes de Vacunación en las principales ciuda- de algún mugroso”48.
des. Éstas estaban conformadas por estudiantes Las autoridades sanitarias también recibían
de medicina, enfermeras tituladas y por agentes informes de los vacunadores en los que denun-
de vacunación, quienes recorrían los barrios, las ciaban que los directores de diversos planteles
colonias y las vecindades de los centros urbanos educativos se negaban a permitirles el ingreso a
más poblados a bordo de automóviles o en ca- las escuelas por el temor que su presencia susci-
miones buscando cualquier indicio, sospecha, taba entre los niños y sus padres49. Además, las
rumor o certeza de casos de viruela. Las Briga- Oficinas de Vacuna con frecuencia exigían a las
das, también se presentaban sorpresivamente en autoridades de la ciudad de México el envió de
los talleres, en las fábricas y en las escuelas, en los policías para evitar problemas con las personas
mercados y en las inmediaciones de las iglesias. que eran conducidas a recibir la vacuna y que se
En algunas ocasiones la aproximación de las negaban a recibirla50.
Brigadas desató rechazo y temor. En los meses de La esperanza depositada en la vacuna antiva-
abril y mayo de 1923, el DSP registró un aumento riolosa por parte de las autoridades de salud llevó
considerable en el número de casos de viruela en a que durante el transcurso de las décadas de 1930
la capital. Ante el avance de la enfermedad, se de- y 1940 se ampliara el radio de acción de las Briga-
terminó que se procedería a vacunar por focos. das de Vacunación a numerosas áreas rurales.
Es decir, después de recibir aviso de que en una Para ello, fueron de primera importancia los pri-
casa o habitación se encontraba un enfermo de meros convenios de coordinación entre los servi-
viruela, los vacunadores de las Brigadas procede- cios sanitarios federales y locales de 1932; la ley de
rían a vacunar a todos los habitantes de esa casa, 1934 de Coordinación y Cooperación de Servi-
a los de las casas vecinas y a los de cuatro manza- cios de Salubridad entre el Departamento de Sa-
nas a la redonda. En junio de 1923 las Brigadas lubridad Pública y los gobiernos de los Estados; el
concentraron sus actividades en dos focos que de funcionamiento a partir de 1936 de los Servicios
acuerdo con las autoridades representaban un Médicos Ejidales, así como la creación en 1937 de
peligro inminente para la salud de la colectividad: la Oficina de Higiene Rural y Medicina Social. Esas
el primero en el barrio de Tepito y el segundo en instancias y disposiciones buscaron organizar ser-
las calles de Santa Cruz Acatitla, dos de las regio- vicios médicos en las zonas campesinas51, exten-
nes de mayor marginación y pobreza de la ciudad der la acción sanitaria estatal a los más apartados
de México en las que sus habitantes moraban en rincones del país, sanear el campo y fomentar la
casas de vecindad en las que el hacinamiento y la higiene rural, así como llevar la vacuna a todos
insalubridad eran la norma y no la excepción. los pueblos, rancherías y comunidades rurales52.
La presencia de los vacunadores, el cerco im- Durante las décadas de 1930 y 1940 los estados de
puesto a los habitantes y la aplicación de la vacu- Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxa-
na en portadores o no de la enfermedad, desató ca, Puebla, Tlaxcala y Zacatecas, entre otros, fue-
escenas de pánico en las vecindades. De acuerdo ron recorridos por las brigadas de vacunación,
con el periódico El Universal, el temor se genera- integradas por un médico en jefe y por un núme-
lizó cuando la portera de una casa de vecindad ro variable de practicantes, enfermeras o enfer-
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meros de acuerdo con el número de casos de vi- indígenas locales y la participación de los maes-
ruela o de brotes epidémicos registrados por las tros rurales durante el transcurso de las décadas
autoridades. Tan sólo entre septiembre de 1935 y de 1930 y 1940. En este sentido, una brigada de
el mismo mes de 1936, las brigadas aplicaron 6 educación higiénica rural enviada al estado de
millones de dosis de vacuna antivariolosa a lo lar- Michoacán en 1948 recurrió a las tres estrategias
go del país, siendo que en la mayor parte de los antes mencionadas simultáneamente en los pue-
casos se trató de primovacunaciones53. blos indígenas de la región de Uruapan y Capa-
Es pertinente mencionar que algunas briga- pan. La brigada de educación higiénica, con el
das de vacunación fueron conformadas exclusi- apoyo de los representantes de las comunidades
vamente por mujeres, como en el caso del perso- indígenas locales, solicitó que los llamados “can-
nal de la Brigada número 1 que recorrió la Cuen- cioneros” dieran a conocer las bondades y virtu-
ca de Tepalcatepec en el estado de Michoacán en des de la vacuna por medio de canciones en la
1947, y que también se reclutó y capacitó a un lengua indígena local, el tarasco. Una vez reuni-
personal local. Para ello, representantes de las dos los pobladores de las comunidades rurales,
autoridades municipales, maestros, estudiantes la brigada procedió a proyectar películas al aire
y miembros de las organizaciones campesinas libre y en locales cerrados, además de invitarse a
recibían un adiestramiento de 12 días, y al con- los maestros rurales a participar en las tareas de
cluir la capacitación se integraban a las labores convencimiento y persuasión. Entre algunas de
de las brigadas de vacunación. La anterior fue las películas proyectadas estaban las que siguen:
una medida de gran trascendencia, dado que con Viruela, Tifoidea, Qué es una enfermedad, o bien,
ello se buscó dejar en las localidades rurales a un la elaborada por Walt Disney e intitulada Defensa
personal local con los conocimientos requeridos contra la invasión. Por lo general, la proyección
para que vacunación gozara de continuidad. de esas y de otras películas, precedían a la vacu-
Un elemento constante en las labores de las nación55. Asimismo, tanto las brigadas de educa-
brigadas fue la incertidumbre. Después de pro- ción higiénica como las de vacunación, realiza-
longados recorridos, pernoctando en jacales o en ban una amplia distribución de folletos, volantes
escuelas, o bien en campamentos improvisados, y hojas sueltas entre los maestros rurales para
llegaban a localidades que desconocían; se enfren- con ello alentar la aceptación de la vacuna.
taban a la cautela o renuencia de los pobladores El éxito de los programas de vacunación en el
quienes se escondían en sus sembradíos, o quie- medio rural de acuerdo con las autoridades de
nes optaban por emigrar a las comunidades más salud descansaba en la educación higiénica, y en la
cercanas huyendo de la vacuna. En ocasiones los colaboración de las brigadas con los maestros
vacunadores también se afrontaban a la agresión rurales, las autoridades locales y con los repre-
de los pobladores, motivo que llevó a que diver- sentantes de las comunidades indígenas y campe-
sas brigadas de vacunación solicitaran el resguar- sinas. Esa colaboración entre muy diversos agen-
do de soldados, o bien, a que optaran por desem- tes y actores era esencial sobre todo debido a que
peñar sus labores armados54. Precisamente por el país predominaba siendo un ámbito mayorita-
ello, fue fundamental el trabajo que simultánea- riamente rural; carente de caminos o de vías de
mente desempeñaron las Brigadas de Educación acceso que mantenían en incomunicación a di-
Higiénica Rural, dependientes del Servicio de Edu- versas comunidades rurales. Asimismo, fueron
cación Higiénica del DSP. A éstas les correspondió grandes las dificultades para preservar la vacuna
dictar conferencias y charlas informativas en es- con hielo (no fue sino hasta 1950 cuando se co-
cuelas, casas, centros de trabajo, plazas y merca- menzó a utilizar la vacuna con linfa lanolinaza, al
dos; distribuir propaganda sobre las campañas iniciar los trabajos de la Dirección General de la
de vacunación antivariólica, contra la fiebre tifoi- Campaña contra la Viruela en cooperación con la
dea y la tos ferina, así como otorgar atención Oficina Sanitaria Panamericana, bajo la dirección
médica gratuita a los campesinos indigentes. En del Dr. Carlos Calderón), debido a que su trasla-
ocasiones, las Brigadas de Educación Higiénica do se realizaba en camiones de carga, animales o a
Rural asumieron la responsabilidad de las cam- pie. Aunado a lo anterior, los vacunadores en muy
pañas de inmunización, tal y como aconteció en diversas ocasiones se enfrentaron a la desconfian-
1936 con la Brigada de Educación que fue enviada za, negativa y agresión de los habitantes.
al estado de Hidalgo. En este sentido durante el mes de agosto de
Tres recursos novedosos en los programas 1947 el periódico El Informador de Guadalajara,
de inmunización en el ámbito rural mexicano estado de Jalisco, dio a conocer a su público lec-
fueron el cine, el trabajo de los intermediarios tor que los vacunadores que habían sido envia-
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dos a las municipalidades de Arandas y San Die- Consideraciones finales


go de Alejandría se enfrentaban a dificultades
cotidianas. Los líderes de esas municipalidades La aplicación sistemática de la vacuna antivario-
instaban a las poblaciones indígenas a no acep- losa en México devino en una práctica cotidiana
tar la vacuna, arguyendo que si lo hacían, fallece- durante las décadas finales del siglo XIX, y en
rían a las veinticuatro horas de recibirla56. Por particular, durante el largo gobierno del general
otra parte, en junio de 1948 en una comunidad Porfirio Díaz. Sin embargo, la aplicación de la
rural en el estado de México, nueve soldados fe- vacuna de brazo a brazo era una práctica que se
derales que auxiliaban a una brigada de vacuna- concentraba de manera primordial en los cen-
dores fueron linchados por los pobladores. Ante tros urbanos del país y únicamente fue a partir
la violencia, la prensa local señalaba que el pue- de la década de los 1920, cuando se buscó exten-
blo – calificado de “ignorante” – se había enfure- der la aplicación de la vacuna animal al desigual y
cido por la presencia de los vacunadores y solda- heterogéneo ámbito rural. La ampliación y or-
dos que pretendían salvarles del mal57. Un año ganización de programas sistemáticos de vacu-
después, en junio de 1949 el Dr. Francisco Chava- nación fue un elemento fundamental de las trans-
rria Velasco – Jefe de la Brigada de Vacunación 2 formaciones por las que atravesó el país durante
en el estado de Michoacán – relató que el pobla- el proceso revolucionario y posrevolucionario;
do de San Antonio, al que calificó como “rebel- cuando la restricción del número de infectados y
de”, el convencimiento, la persuasión, la educa- el control de cualquier posible foco de contagio
ción higiénica y el esfuerzo de los vacunadores figuraron entre los principales objetivos del nue-
habían sido francamente inútiles. Los habitantes vo estado. Sin embargo, la aceptación de la vacu-
se habían levantado y se negaban a recibir la va- na, o bien, vacunar, no estuvieron exentos de
cuna. Ante la negativa y la violencia, y debido a miedo y temor.
que peligraba la vida del personal de salud, el jefe Es importante mencionar que las cifras de
de la brigada suspendió temporalmente las labo- mortalidad por viruela declinaron de manera pro-
res. Únicamente fue posible reanudarlas cuando nunciada y constante a partir de la década de 1920,
obtuvieron el apoyo del cura del pueblo, quien y que el 16 de junio de 1952 el entonces presidente
desde el púlpito instó a los pobladores a aceptar de la república, Miguel Alemán Valdés, declaró
la vacuna58. Dar a conocer las virtudes de la va- que la viruela había sido erradicada del panora-
cuna, para con ello lograr la aceptación de la pro- ma sanitario nacional59. Si bien se trató de una
tección invisible que generaba la vacuna, como se lucha secular contra la diseminación de esa enfer-
puede apreciar, rebasó por mucho el ámbito de medad, la historia de la vacuna en México desde
la salubridad y formó parte esencial de los pro- sus primeros momentos, durante los albores del
gramas educativos y persuasivos desempeñados siglo XIX y hasta la década de los 1950, estuvo
por muy diversos intermediarios culturales y ac- marcada tanto por el temor como por la espe-
tores sociales. ranza y el beneplácito. Por ende, la aplicación sis-
temática y cotidiana de la vacuna y la resistencia
invisible que provocaba, no disipó la persistencia
del temor a enfermar, el temor a vacunar, como
tampoco, el temor a ser vacunado. Vacuna, espe-
ranza y temor no se pueden deslindar.
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