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REPÚBLICA DE COLOMBIA
SANTIAGO DE CALI
TRIBUNAL SUPERIOR
SALA DE DECISION CIVIL
PROCESO ORDINARIO
RAD. 002-1999-1465-01 (449)
MAGISTRADO PONENTE: JORGE JARAMILLO VILLARREAL
ESTA SENTENCIA FUE APROBADA SEGÚN ACTA No. 24 DE LA FECHA.
ANTECEDENTES
El a-quo refirió los antecedentes del caso, aludió a la sentencia del 21
de mayo de 1999 emitida por la Sección Cuarta del Consejo de Estado, lo mismo
que a las sentencias C-383, C-700 y C-747 de 1999 de la Corte Constitucional,
posteriormente, con base en doctrina analizó los elementos del artículo 868 del
Código de Comercio concluyendo que el mutuo no es un contrato de tracto
sucesivo sino a plazos; que al efectuarse un negocio comercial del tipo que se
estudia, donde influyen variables económicas propias del mercado, no se
puede tildar de imprevisibles o extraordinarias esas variables; que los eventos
generadores de la variación ostensible del UPAC, cuyo comportamiento inicial se
ató al IPC (Decreto 1229 de 1972), se produjeron desde el Decreto 1319 de 1988
que ligó su cálculo a la tasa de interés DTF manteniéndose esta fórmula con los
Decretos 1127 de 1990 y 678 de 1992, lo cual descarta la pretendida
posterioridad de causas que hicieron más oneroso el contrato; que no se tiene
prueba de las condiciones financieras del deudor para derivar la excesiva
onerosidad; así entonces, encontró probada la excepción denominada “ FALTA DE
REQUISITOS PARA QUE SE DEN LAS CAUSALES DE LA TEORIA DE LA
IMPREVISIÓN” por lo cual así lo declaró, denegando además todas las
pretensiones propuestas y condenando en costas al demandante.
CONSIDERACIONES
la parte demandante toma conciencia de esta situación y por ello en el recurso de
apelación que demarca el ámbito de discusión en la segunda instancia, no insiste
en alegar la llamada teoría de la imprevisión, sino que se remite a la aplicación de
la doctrina constitucional sobre reliqudación de créditos de vivienda, de ello
entonces se ocupará la Sala atendiendo a un criterio sustancialista de
interpretación de la demanda en el sentido anotado, teniendo en cuenta que dado
el pago de la obligación realizado por un tercero, tampoco hay lugar a abordar la
reestructuración del crédito o el beneficio de plazo.
Lo que hizo entonces esta sentencia de unificación fue afianzar aún
más y con toda coherencia, los efectos de las sentencias de constitucionalidad C-383,
700 y 747 de 1999, que no pueden desconocerse en cuanto a su ámbito temporal,
cuando de aplicación de la doctrina constitucional contenido en ellos se trata.
Por otro lado no existe prueba que nos impida aseverar que la revisión ordenada
por ley a los créditos para la financiación de vivienda a largo plazo, regulada por la
ley 546 de 1999 fue aplicada al crédito otorgado al demandante conforme a la
técnica establecida en la Circular Externa 007 mencionada, ello implica que la
revisión que por vía general hizo el legislador al crédito se encuentra establecida.
Por lo anterior, esta Sala de Decisión Civil del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cali, administrando Justicia en nombre de la República de Colombia y
por autoridad de Ley
RESUELVE
NOTIFÍQUESE
JORGE JARAMILLO VILLARREAL.