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By: NeuroNet)
Sin embargo, gran parte del cúmulo investigativo en el tema se ha enfocado en un solo punto
(momento) temporal en que los niños habían sido expuestos a situaciones de conflicto durante la
primera infancia, para luego establecer una correlación con su posterior capacidad de adaptación
y ajuste en la vida. El presente estudio trató de examinar el impacto negativo que una exposición
prolongada a la agresión puede llegar a tener en los niños.
Los investigadores evaluaron a un total de 1.025 niños y sus familias, residentes en zonas con altos
índices de pobreza. Los investigadores llevaron a cabo una serie de visitas al hogar en el período
en que los niños tenían entre 2 y 58 meses de edad.
Durante cada visita, el investigador recogió datos a través de cuestionarios a los padres, tareas de
conducta, y la medición estandarizada del caos en el hogar. El caos en los hogares se medía y se
definía como el número de veces que los niños se movían, los niveles de ruido, la limpieza, y el
número de habitaciones en comparación con el número de personas.
Luego, a los 58 meses de edad, los investigadores evaluaron la capacidad de los niños de
reconocer e identificar correctamente las emociones.
Los resultados mostraron que la agresión verbal y física de los padres, presente desde la infancia
hasta la niñez temprana, impactaba de forma significativa la habilidad de los niños para identificar
con precisión las emociones a los 58 meses de edad. A su vez, los niños demostraron mayores
dificultades en la regulación de sus propios sentimientos de tristeza, ira y miedo.
En conjunto, la incapacidad de los niños para regular adecuadamente sus propias emociones y
reconocer las emociones de los demás los hace más vulnerables al desarrollo de ansiedad y
depresión más tarde en la vida.
Por otra parte, estos resultados indican claramente la importancia de que los padres puedan
regular sus propios sentimientos de enojo y frustración en torno a sus hijos. Sin embargo, esto no
significa que se espera que los padres nunca discutan en torno a sus hijos, sino más bien, que no
sea la norma sino la excepción. A su vez, este conocimiento podría ser lo que motive a los padres a
mantener la compostura en la presencia de sus hijos, conscientes de lo que la exposición
prolongada a situaciones de conflicto puede tener en su desarrollo.
Nota NeuroNet: los programas de NeuroNet consisten en ejercicios que combinan movimientos
rítmicos, el escuchar y hablar. A medida que los niños progresan a través de los niveles del
programa mejoran su capacidad de aprender y automatizar nuevos ejercicios, un paso clave en el
proceso de desarrollo de la disposición hacia el aprendizaje. Entérese cómo el programa de
Enriquecimiento en el Aula de NeuroNet puede ayudar a su escuela!