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POPULISMO.

Inexactitud terminológica y Variedad de


fenómenos.
Vanni Florencia
Prof. De Historia – IFDC SL

Todos los conceptos de las ciencias sociales pueden considerarse en disputa entre
tradiciones, paradigmas y teorías, pero pocos como el populismo han despertado tanta
polémica. La noción de populismo se toma como algo evidente, se da por supuesto que
todos saben sobre qué se habla. Hoy es casi común referir a las variedades del término, a
las distorsiones que provoca tanto por los discursos de izquierda como de derecha y al
desacuerdo producido entre las perspectivas sobre su condición teórica.

Desde lo académico el concepto de populismo cambió de un uso más restringido que


refería a los movimientos de campesinos o granjeros, a un uso más amplio para designar
un fenómeno ideológico y político más o menos general. El término podía aludir a
movimiento histórico en concreto, a un tipo de régimen político, a un estilo de liderazgo que
amenazaba por todas partes a la democracia. Entender el cambio de la sociedad actual y
cómo surge la sociedad en la que vivimos.

Para gloria Álvarez el populismo se encarga de desmantelar instituciones, poco a poco los
líderes corruptos de nuestra región amalgaman poder, desmantelando instituciones y
escribiendo constituciones (cambiando códigos y leyes y sobre todo restringiendo
libertades individuales y de comercio de sus pobladores) y sostiene que en cada discurso
el populista busca insertar odio en la sociedad y una vez así una parte del pueblo logra que
se enamore de él (que le perdone todo los robos, acto de corrupción, cambios de
constitución, falta de justicia, porque supuestamente todo lo que el populista hace es en el
nombre del pueblo) y cualquier cosa que vaya mal, siempre será culpa de un enemigo
externo.

Otra posición es el Iglesias de Laclau donde en su análisis que de por si esta


descontextualizado sobre el populismo busca una reivindicación de una forma de ejercer la
política, básicamente y entiende entiende al populismo desde lo político que se construye
mediante fronteras antagonistas, en lo social convocando a nuevos sujetos que estaban
excluidos que estaban afuera para el cambio e infiere que termina cuando la política se
convierte en decisiones administrativas que se toman desde dispositivos administrativos, el
Estado, un Concejo, una municipalidad, un partido.

Casullo por su parte reconoce en el populismo un discurso político que ofrece a la


ciudadanía una forma concreta y convincente de explicar el mundo y propone salidas
concretas para atravesar las crisis, se construye una idea de pueblo donde se señalan y
definen a sus enemigos y plantea estrategias para construir un camino de justicia social y
pensarlo como situación enunciativa, donde se construye un discurso en el que se definen
y establecen determinados héroes y villanos que le dan sentido a nuestras realidades
cotidianas.

Desde Mackinnon y Petrone nos propone el término populismo y neopopulismo, habría


que utilizar una unidad analítica mínima que trascienda los períodos históricos y los
espacios nacionales y sustente el concepto populismo, los atributos serían los discursos
construyen, mantienen, refuerzan interpretaciones acerca de la realidad, de las prácticas,
de los actores y de las relaciones, como por ejemplo la crisis como condición de
emergencia, la experiencia de participación como sustento de movilización popular,
Carácter ambiguo de los movimientos populares. El populismo clásico se basó en la clase
trabajadora urbana en ascenso y en sectores populares mientras que para el
neopopulismo el apoyo principal viene de los sectores bajos urbanos y los sectores pobres
rurales. En este sentido se sostiene que los trabajadores formaran una base más estable
debido a su organización, autonomía, presión y control en acciones al Estado, pero para
los actores del neopopulismo, los vehiculas resultan ser menos estables, por cuanto tiene
acciones atomizadas y por ende de menor llegada.
Creo que las posturas, de Álvarez, Iglesia y Casullo son antagónicas, aunque Iglesia no
contextualiza el análisis, es más complejo, las posturas de las otras dos autoras son
conceptualización básicas que cotidianamente escuchamos o son lo que creemos saber de
populismo, y tienen poca correlación a lo que se ha trabajado en clase, ya que se posición
al populismo como un fenómeno histórico y situado sobre todo, para referirse a una
variedad de fenómenos (movimientos de masas, dictaduras políticas y programas de
gobierno, reformismos, etc), que como dice Andaldi y Giordano (2012), un estado de
Compromiso social, que es una forma de estado cuyo régimen es democrático que sucedió
la crisis de la oligarquía y puso en marcha ciertas prácticas políticas de ampliación de
bases sociales, de interpelación popular y del Estado.

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