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Expansión y madurez: 1980-2010[editar]

Modelo cristalográfico de la subunidad mayor del ribosoma. La obtención de esta estructura,


galardonada con el premio Nobel de Química en 2009, fue posible gracias a los avances
tecnológicos y metodológicos de los años 1980 y 1990. Como comparación, a la derecha y
aproximadamente en la misma escala, se muestra el modelo de la mioglobina, una de las primeras
proteínas estudiadas con esta técnica durante los años 1950 y cuya determinación se consideró un
logro considerable en esa época.

Los tubos de rayos X, con sucesivas mejoras, se utilizaron como la fuente primordial de


rayos X para los experimentos de cristalografía desde sus comienzos hasta la década de
1970, época en la que se empezó a experimentar con la radiación de sincrotrón de
rayos X. Los sincrotrones dedicados exclusivamente a la producción de rayos X
aparecieron en la década de 1980 y su número no ha dejado de aumentar desde
entonces.n. 7 En la primera década del siglo XXI se construyeron los primeros láseres de
electrones libres de rayos-X, capaces de producir haces de luz pulsada de una intensidad
de órdenes de magnitud mayor que en las fuentes de luz sincrotrón convencionales. La
duración de los pulsos de luz, del orden de femtosegundos ofrece la posibilidad de
observar cambios en los cristales a escalas temporales inalcanzables anteriormente. 7
Durante estos años también se desarrollaron nuevos detectores bidimensionales o «de
área», capaces de generar directamente una imagen digitalizada del patrón de difracción.
Estos detectores facilitaron la rápida medición y análisis de la difracción y sustituyeron
totalmente a las placas fotográficas usadas hasta entonces.
Los mencionados avances, unidos al incremento de la capacidad de los ordenadores
modernos para almacenar y procesar datos, han permitido llevar a cabo experimentos
antaño irrealizables, y han desembocado en un aumento exponencial del número de
estructuras elucidadas por métodos cristalográficos. El desarrollo más notable ha tenido
lugar en el área de las macromoléculas orgánicas, con más de 88 000 estructuras
depositadas en el Banco de Datos de Proteínas al comienzo de 2013. 8 La obtención en
2000 de la estructura del ribosoma,9 un enorme complejo de ácidos nucleicos y varias
proteínas donde tiene lugar la síntesis de proteínas en la célula, ilustra las capacidades
que ha alcanzado la técnica.

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