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(compilador)
Segunda edición
2012
¿fuíio C ésa r C a ira - Editor
Título original:
Crundfragen des modemen Strafrechtssystem, herausgegeben
von Bernd Schünemann. Mit Beitrágen von Hans Achenbach,
Knut Amelung, Bernhard Hafíke, Hans-Joachim Rudolphi, Bernd
Schünemann, Jürgen Wolter. Walter de Gruyter & Co., Berlin, 1984.
I.S.B.N.: 978-9974-676-85-5
IMPUTACIÓN INDIVIDUAL,
RESPONSABILIDAD, CULPABILIDAD
H ans A chenbach
ANEXO
T exto e spaño l de los prec epto s más reiterad am ente
c it a d o s ................................................................... 255
PRINCIPALES ABREVIATURAS UTILIZADAS
ed. edición/editor
EGStGB Einführungsgesetz Strafgesetzbuch (Ley
introductoria al Código Penal alemán)
Fakultát-F Fakultát-Festschrift
FS.f. Festschnft fü r
GA Goltdammer’s Archiv fü r Strafrecht
G ed .f Gedáchtnisschrift fü r
GG. Grundgesetz (Ley Fundamental de Bonn)
GS Gerichtssaal (Sala de justicia)
H. . .. Heft (fascículo)
Hrsg. Herausgeber (editor)
ibid. ibidem
id. idem
JA Juristische Arbeitsblátter.
JBI Juristische Blátter
Jg. Jahrgang
JR Juristische Rundschau
JuS Juristische Schulung
JZ Juristertzeitung
KrimJ Kriminologisches Journal
LK Leipziger Kommentar [zum StGB]
lug. cit. lugar citado
MDR Monatsschrift fü r Deutsches Recht
MschrKrim Monatsschriftfür Kriminologie und Strafrechtsreform
N. del E. Nota del Editor .
N. del T. Nota del Traductor
NJW Neue Juristische Wochenschrift
NStZ Neue Zeitschrift fü r Strafrecht
ob. cit. obra citada
0. J. Ohne Jahr
OLG Oberlandesgericht (Tribunal Superior de un
Land federal).
p./pp. págin a/págin as
A breviaturas XIII
párr. párrafo
PG Parte General
reimpr. reimpresión
RGSt. Reichsgericht Strafrecht (Sentencia penal del
Tribunal Superior Imperial alemán)
RStGB Reichsstrafgesetzbuch (Código Penal imperial
de 1871)
SchwZStR Schweizerische Zeitschrift fü r Strafrecht
SJZ Süddeutsche Juristenzeitung
SK Systematischer Kommentar fzum StGBJ
ss. siguientes
StGB Strafgesetzbuch (Código Penal alemán)
StrafR. Strafrecht
StrRG. Gesetz zur Reform des Strafrechts (Ley para la
Reforma del Derecho penal)
StrV Strafverteidiger
t. tomo
trad./trads. traductor/traductores
vols. volúmenes
ZfRvgl Zeitschrift fü r Rechtsvergleichung
ZIS Zeitschrift fü r Internationale
Strafrechtsdogmatik
ZRP Zeitschrift fü r Rechtspolitik.
ZStW Zeitschrift fü r die gesamte
Strafrechtswissenschaft.
P rólogo 2012
EL SISTEMA MODERNO DEL DERECHO PENAL:
CUESTIONES FUNDAMENTALES
B ernd S ch ü n em ann
Friburgo de Brisgovia, marzo de 1990
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ALEMANA
I
Los trabajos que siguen responden a algunas de las pre
ocupaciones científicas del sector probablemente más diná
mico de la doctrina penal de lengua alemana: lo que ya hoy
puede denominarse “escuela de Roxin”. En efecto, los pro
blemas de la “reconstrucción del sistema” en clave político-
criminal, de la “imputación de las diferentes categorías” y,
muy concretamente, el debate sobre la redefinición del con
cepto de culpabilidad no se entienden actualmente en aquel
ámbito cultural y, por añadidura, en todo nuestro mundo
científico, sin las aportaciones de autores que aplican, en
todo caso, el método y siguen buena parte de los contenidos
doctrinales que han hecho de Roxin un punto de referencia
fundamental de los dos últimos decenios de la ciencia penal
alemana *. Desde luego, hoy ya nadie discute el papel central
que en el debate científico alemán desempeña la dirección
que orienta la dogmática a la política criminal. Sin embargo,
también es evidente que la misma no constituye todavía la1
II
1. Es afirmación de un conspicuo finalista, Hans Joachim
Hirsch, que, al morir Welzel en 1977, se ha impuesto ya en la
dogmática alemana su sistemática basada en la teoría de lo
injusto personal2. Tal aseveración, que es sustancialmente
correcta, pretende poner de relieve el carácter abrumadora
mente dominante en aquel país de la doctrina que incluye el
dolo, en el sentido de “conocer y querer la realización típica”,
32 Cfr. B aumann/W eber, AT, 9a ed., pp. 173 y ss., 180: entienden que
esta sistemática sigue siendo defendible en el seno de la nueva Parte
General del StGB de 1975 y que, además, la jurisprudencia no se ha
distanciado de la misma.
33 Cfr. B aumann/W eber, AT, 9a ed., p. 175.
34 De todos modos, es preciso poner de relieve algunos matices que
permiten diferenciar lo sostenido por Baumann/Weber del tradicional
esquema. neoclásico. Así, por ejemplo, estos autores acogen el reqnisi-
to de los elementos subjetivos de justificación, proponiendo la solución
de la sanción por tentativa para quien obra en situación objetivamen
te justificante careciendo, en cambio, del correspondiente elemento
subjetivo (hasta la 8a ed. se había sostenido incluso la solución de la
consumación para tales casos) (cfr. pp. 284 y 285). Asimismo, en el
Tratado de Baumann/Weber (p. 425) se acoge la teoría de la culpabili
dad (y no la del dolo) en materia de error de prohibición, por entender
que ello es obligado tras la introducción del nuevo § 17 StGB, salvo
para el caso de los delitos imprudentes.
35 Su más reciente declaración de principios se halla en el trabajo
•citado de la Rechtswissenschatftliche Fakult.üt-F, pp. 399 y ss., passim.
I ntroducción XXXIX
1. L a crítica a limine
2. N ormativísimo
3. B ien jurídico
lona, 2007. Pero de la actualidad del tema dan cuenta, asimismo, las
numerosas contribuciones que al respecto se contienen en el Fesls-
chrift für Claus Roxin zum 80. Geburtstag, Berlin, 2011.
30 Cfr la renovada critica de R oxin, GA 12/2011. pp. 690-692.
31 A este respecto, ya M erkel, Derecho penal. PG (trad. Dorado Mon
tero), sin referencia ele ciudad y fecha, reimpr., BdeF, Montevideo-Bue-
nos Aires, 2004, ü.21: “Llamamos bienes jurídicos a la libertad, la
salud, etc., cuando ellas se hallan y hasta donde se hallan bajo la
protección del derecho a causa del enlace que mantienen los intereses
particulares con los generales, y entonces es cuando pueden ser objeto
de una agresión antijurídica”.
32 Sobre el carácter normativo, y no descriptivo, del concepto de
bien jurídico, ya H assemer, “11 bene giuridico nel rapporto di tensione
tra costituzione e diritto naturale. Aspetti giuridici”, Dei delitti e delle
pene 1 (1984), pp. 104 y ss., 107.
INTRODUCCION 1991-2012 LIX
33 Cfr. D egener, Die Lehre vorn Schutzzweck der Norm und die stra-
fgesetzlichen Erfolgsdelikte, Baden-Baden, 2001, pp. 262 y ss., 278
nota 569: la contraposición entre un injusto consistente en una lesión
de un bien jurídico y un injusto consistente en la infracción de un
deber es errónea. La lesión de un bien jurídico-penal no es la lesión
de un objeto, sino que toda tipicidad describe hechos socialmente re
levantes, caracterizados por la lesión de un deber y por tanto defini
bles en términos interpersonales. Los bienes jurídico-penales no son
objetos al modo de los objetos de la naturaleza, sino espacios de vida
y de existencia de libertad jurídica personal, determinados legalmente
y garantizados bajo pena estatal, que se realizan en la práctica del
reconocimiento recíproco. Cfr. asimismo Kahlo, “Überlegungen zum
gegenwártigen Stand der objektiven Zurechnungslehre im Strafrecht”,
Festschrift für W. Küper, Heidelberg, 2007, pp. 249 y ss., 265, 269.
34 Cfr. F reund , “Gefahren und Gefáhrlichkeit im Straf- und
Maflregelrecht”, GA 4/2010, pp. 193 y ss., 195, reiterando su conocida
LX J esús M aría S ilva S ánchez
tesis de que las normas de conducta tienen como fin proteger los Sie
nes jurídicos, mientras que las normas de sanción tienen como misión
la protección de la vigencia de las normas de conducta.
30 Sobre los presupuestos y consecuencias del punto de vista empi
rista, desde una perspectiva intensamente crítica, R ey S anfiz, “Obser
vación naturalista del Derecho penal”, en Dogmática y ley penal. Libro
Homenaje a Enrique Bacigalupo, t. 1, Marcial Pons, Madrid, 2004, pp.
749 y ss.
INTRODUCCION 1991-2012 LXI
4. I njusto y culpabilidad
59L esch , Das Problem der sukzessiven Beihilfe, Frankfurt, 1992, pp.
260 y 261.
60 P awlik , FS f. Otto, p. 147, con referencias. En particular, equipa
rando desde un punto de vista de teoría del delito las causas de justi
ficación y las causas de exculpación, pues ni en uno ni en otro caso el
agente pondría en cuestión la vigencia de la norma.
61 J ak-orr . Estudios de Derecho penal (trad. Peñaranda/Suárez/
Cancio), Madrid, 1997, pp. 116yss., 121 y ss., 122.
62 Dado que también cuenta con resonancia internacional, sor
prende que R oxin , GA 12/2011, pp. 678 y ss., no haga la más mínima
mención a esta posición doctrinal. De hecho, un firme representante
chileno de esta corriente le atribuye la condición de “programa analíti
co dirigido a liberar la metodología ofrecida por la teoría de las normas
del error categorial fundamental que le impregnara el finalismo, cuyas
consecuencias para la dogmática de la parte general aún parecen do
minar el contexto de discusión que hoy se conoce como postfinalismo”:
M añalich , “Norma e imputación como categorías del hecho punible”,
Revista de Estudios de la Justicia, n° 12, 2010, pp. 165 y ss., 166.
I ntroducción 1991-2012 LXIX
5. N uevos p r o b le m a s , ¿ viejas so lu c io n e s ?
P eine, Das Recht ais System, 1983; V iehweg, Topik und Jurisprudenz,
5a ed., 1974, pp. 81 y ss. Además, en general sobre el concepto de
sistema y la elaboración de la teoría, cfr. von K utschera, Wissenschafts-
theorie, I, 1972, pp. 252 y ss.; K laus/B uhr (comps.), Philosophisches
Wórlerbuch, 12a ed., 1976, pp. 1199 y ss.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 3
7 Cfr. simplemente Larenz y E ngisch, ob. cit. (nota 1); asi como Z ippe-
lius, Einfühnmg in die juristische Methodenlehre, 3a ed., 1980, p. 100.
8 B ernd S chünemann
19 B aumann, ob. cit. (nota 18), p. 377; B lei, ob. cit. (nota 9), pp. 176
y 177; D rehen/T rOndle, ob. cit. (nota 4), n° marginal 30 previo al § 1;
J escheck, ob. cit. (nota 9), p. 328; L enckner, en Schónke/Schróder, ob.
cit. (nota 4), n° marginal 18 previo al § 13 y ss.; M aurach/Z ipf, ob. cit.
(nota 9), p. 392; R udolphi, en Systematischer Kommentar zurrí Strafge-
setzbuch (SK), t. 1, Allgemeiner Teil, 4a ed., 1982 y ss., n" marginal 1
previo al § 19.
20 Sobre la cuestión de la nueva determinación del concepto de
culpabilidad en detalle, cfr. los trabajos de Achenbach y Schünemann,
infra\ sobre las diversas soluciones del problema del error en el § 258,
párrafo 6, StGB, cfr. D reher/T róndle, ob. cit. (nota 5), § 258, n° margi
nal 16, y Lackner, ob. cit. (nota 5), § 258, nota 8, que se refieren única
mente a la situación objetiva; además, Samson, en SK (nota 4), § 258,
n° marginal 55, y Stree, en Schónke/Schróder (nota 4), § 258, n° mar
ginal 39, que estiman determinante únicamente la representación del
autor; finalmente, M aurach/S chroeder, Strafrecht Besonderer Teil, t. 2,
6a ed., 1981, p. 326, y P reisendanz, Strafgesetzbuch Lehrkommentar,
30a ed., 1978, § 258, nota VIII.3, que inquieren sobre la evitabilidad
del error de modo conforme al § 35, párrafo 2, StGB.
16 B ernd S chünemann
22 BVerfGE 20, 323 (331); 36, 193 (200); 45, 187 (228).
23 Así, von B ubnoff, en LK, cit. (nota 11), § 113, n° marginal 23;
D reher ,NJW, 1970, 1153, 11Í8; en Ged f. Schroder, 1978, pp. 359,
376 y ss.; D rehen /T rOndle (nota 5), § 113, n° marginal 10; N iemeyer , JZ,
1976, pp. 314 y 315; P aeffgen , JZ, 1979, pp. 516, 521.
24 Cfr. W elzel, ZStW, 67 (1955), pp. 208 y ss.; Das deutsche Straf-
recht, 11a ed, 1969, pp. 164 y ss.; H irsch , Die Lehre von den negati-
ven Tatbestandsmerkmalen, 1960, pp. 314 y ss.; K aufmann , Armin, JZ,
1955, p. 37; N iese , DRiZ, 1953, p. 20; además el intento de Hirsch de
interpretar el 113.IV completamente en el sentido de la teoría estricta
de la culpabilidad (en el F S f Klug, 1983, pp. 215 y ss.).
18 B ernd S chünemann
1. El naturalismo
a) La ciencia penal del naturalismo, como producto del
positivismo, que dominó el pensamiento científico de fina
les del siglo XIX y rechazaba toda especulación trascenden
tal-27, emprendió el intento de reproducir en el sistema del
Derecho penal los elementos “naturales” del delito. Así, la
determinación de la producción de un delito era idéntica al
juicio existencial relativo a la concurrencia de estos o aque
llos hechos perceptibles por los sentidos y describibles en
un sistema de conceptos físicos o biológicos. El delito fue
definido como acción (= comportamiento dominado por la
voluntad) típica, antijurídica y culpable28, mostrándose el
contenido naturalístico del sistema de Beling y von Liszt úni
camente en la subdefinición de tales elementos (que aún hoy
constituyen las bases del Derecho penal). En efecto, en el
sistema de Beling y von Liszt, a la “tipicidad” de una acción
pertenecía exclusivamente el suceso externo (describible fí
sicamente) relatado por el legislador en los concretos tipos
delictivos de la Parte Especial, que se concebían descripti
vamente (y que, por ello, no requerían ninguna valoración
más) 29. Este aspecto objetivo del hecho, comprendido en el
tipo, se completaba con el aspecto subjetivo caracterizado
como “culpabilidad”, que consistía en la relación psíquica
del autor con su hecho y aparecía en las dos formas de cul-
30 Cfr. B eling , ob. cit. (nota 28), p. 180, etc.; von L iszt , Lehrbuch, I a
ed., 1881, pp. 105 y 106 (mientras que, a partir de la 14/15° ed., 1905,
von Liszt interpreta esto como “culpabilidad en sentido material”, a la
que opone, como “culpabilidad formal”, la responsabilidad por la ac
ción antijurídica cometida-ob. cit., p. 157-, todo ello bajo la influencia
del concepto normativo de culpabilidad, que comenzaba a surgir).
31 Cfr. B eling , ob. cit. (nota 28), pp. 9 y ss.; von L iszt, Lehrbuch,
14/15° ed., p. 122.
32 Sobre el positivismo legal, cfr., desde la perspectiva actual, las expo
siciones de L arenz, ob. cit. (nota 1), pp. 36 y ss.; H enkel, Binfuhrung in die
Rechtsphilosophie, 2a ed., 1977, pp. 486 y ss.; R yffel, Grundprobleme der
Rechts- und Slaatsphüosophie, 1969, pp. 216 y ss.; Ott, Der Rechtsposiíi-
vismus, 1976; W ieacker, Privatrechtsgeschichte der Neuzeit, 2a ed., 1967,
pp. 430 y ss., todos con ulteriores referencias.
33 Así todavía von L iszt, expresamente en la 14/15° ed. de su Tratado
(cit. -nota 28- p. 140), a pesar de que en ese momento ya había adopta
do -al igual que en el caso del concepto de culpabilidad- el concepto de
antijuridicidad material, procedente del pensamiento penal neokantia-
no, que se conformó con el cambio de siglo; cfr. ob. cit, p. 139.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 23
34 Cfr. B elinc., ob. cit. (nota 28), pp. 163 y 164; Grundzüge des Straf-
rechts, lug. cit. (nota 29), p. 14.
35 Básico y de gran trascendencia, von B u r i , Über Causalitát und de-
ren Verantwortung, 1873, pp. 2 y 3 y passim; cfr. además, Abhandlungen
aus dem Strafrecht, 1878, pp. 92 y ss.; ya antes, en relación con Kóstlin,
Berner y Hálschner, en Zur Lehre von der Teilnahme an dem Verbrechen
und der Begünstigung, 1860, pp. 1 y ss., 15 y passim; además, en re
lación con la punibilidad de las omisiones, en GS, 21 (1869), pp. 199 y
200; 27 (1875), pp. 25 y ss.; 56 (1904), pp. 445 y ss.; ZStW, 1 (1881),
pp. 400 y ss. La consecuencia normativa que se sigue de ello, esto es,
que todas las condiciones del resultado son equivalentes, constituyó en
la época posterior el enunciado básico del naturalismo jurídico, hallán
dose también en von Liszt (Lehrbuch, 14/15“ ed., p. 126), que asimismo
estableció la línea directa de vinculación con la filosofía positivista (en p.
130, nota 8, remitiéndose al concepto de causa de Mili).
24 B ernd S chünemann
ed., 1926, pp. 24, 50, 107 y ss.; Die Grenzen der natunvissenschafLlicheri
Begriffsbildung, 2a ed., 1913, pp. 318 y ss., 325 y ss.) fue trasladada por
Lask a la filosofía del Derecho (en Gesammelle Schrifien, t. 1, 1923, pp.
290 y ss., 307 y ss.) y halló a comienzos de siglo una rápida acogida en
la ciencia del Derecho penal, en la que el influjo de Rickert vino a unirse
a otras corrientes paralelas, que en parte se remontaban al filósofo del
Derecho Stammler, próximo al neokantismo de la escuela de Marburgo,
y en parte -como “ciencia teleológica del Derecho”- procedían de Rudolf
von Ihering (cfr. M ayer, M. E., Rechtsnormen und Kultumormen, 1903,
p. 2, nota 1, y passim; G raf Zu D ohna, Die Rechtswidrigkeit, 1905, pp.
46 y ss.; Radbruch, Grundzüge der Rechisphilosophie, I a ed., 1914, pp.
1 y ss., 190 y ss.; H egler, ZStW, 36 -1915-, pp. 20 y ss.; M ayer, M. E.,
Allgemeiner Teil des deutschen Slrafrechts, 1915, pp. 38 y ss.; G rünhut,
Begriffsbildung und Rechtsanwendung im Strafrecht, 1926, pp. 15 y
ss.; W olf, E., Strafrechtliche Schuldlehre, I a parte, 1928, pp. 73 y ss.;
Schwinge, Teleologische Begriffsbildung im strafrecht, 1930, pp. 4 y ss.;
Radbruch, Festgabe f Frank, 1, pp. 158 y'ss.; H egler, Festgabe f. Frank,
1, pp. 270 y ss.; todos con ulteriores referencias).
47 Esto se muestra, por ejemplo, en el hecho de que von Liszt
conociera perfectamente un pensamiento teleológico y que lo favore
ciera asimismo en el ámbito de la política criminal (Lehrbuch, 14/ 15a
ed., pp. 64 y ss.), creyéndolo sin embargo limitado por la ley penal
como Magna Carta del delincuente (ob. cit., p. 79, asi como ya en
ZStW, 13 -1983-, p. 325 = Strafrechtliche Aufsütze und Vortráge, t.
2, 1905, p. 25).
R azonamiento sistemático en D erecho penal 29
64 Cfr., por ejemplo, M ayer , M. E., Der Allgemeine Teil des Deutschen
Strafrechts, 2“ ed., 1923, pp. 9 y ss., 13, 238;" von L iszt/S chmidt, ob. cit.
(nota 54), pp. 143 y ss.
63 Cfr. H egler, ZStW, 36 (1915), pp. 31 y ss.; Festgabe f. Frank, 1,
1930, pp. 251 y ss.; M ezger, GS, 89 (1924), pp. 207 y ss.
66También con este punto de vista, básico, Hegler (ZStW, 36 -1915-,
p. 34; Festgabe der juristischen Fakultáten ju r das Reichsgericht, 1929,
t. V, p. 314; Festgabef. Frank, 1, pp. 253 y ss.); cfr., además, T hierfelder,
Objektiv gefasste Schuldmerkmale, 1932, pp. 44 y ss.
36 B ernd S chünemann
3. La perspectiva totalizadora
Hasta 1930 la ciencia penal neokantiana había sido capaz
de imponerse frente a sus críticos, ciertamente no escasos,
6' Cfr. las referencias supra, en nota 64, así como F r a n k , Das Straf-
gesetzbuch fu r das deutsche Reich, 17° ed., 1926, pp. 132 y 133, con
más pruebas.
68 Contra la opinión de J escheck , ob. cit. (nota 9), p. 165, el des
cubrimiento de los “elementos normativos del tipo”, en los cuales la
subsunción presupone un acto de valoración del juez (cfr. M ayer, M.
E., Der AUgemeine Teil des deutschen Strafrechts, 1915, pp. 182 y ss.;
G rünhut , Begriffsbildung und Rechtsanwendung im Strafrecht, 1926,
passim; H egler , en Festgabe f. Frank, I, 1930, pp. 274 y 275, con ulte
riores referencias), careció de consecuencias para el concepto de deli
to, dado que no se halló ningún valor de referencia que fuera idéntico
para todos los elementos típicos, esto es, específico del tipo. El valor
de referencia de la dañosidad social se asoció únicamente a la antiju
ridicidad material (cfr., p. ej., H egler , Festgabe f. Frank, 1, 1930, pp.
270 y 271), por lo cual Hegler, por ejemplo, rechazó consecuentemente
la parificación de tipicidad y antijuridicidad practicada por Beling, en
tendiendo que el tipo era un mero instrumento para la caracterización
de la dañosidad social (ZStW, 36 -1915-, 35). Mucho menos puede
hablarse de que en el marco del concepto de acción tuviera lugar un
desarrollo ulterior del sistema del naturalismo (en contra, J escheck,
ob. cit, p. 164). Dicho concepto, en parte, se estimó perfectamente
prescindible (cfr. R adbruch , Festgabe f. Frank, I, 1930, p. 162), y, en
parte, fue vaciado de sentido, en términos totalmente opuestos al na
turalismo (así H egler , ZStW, 36-1915-, pp. 23 y 24, que prescindió de
la exigencia de la voluntariedad, requiriendo simplemente una “acción
externa” o un “comportamiento externo”).
Razonamiento sistemático en D erecho penal 37
4. El finalismo
Tras el derrumbamiento de la dominación nacionalsocia
lista, la discusión sistemática jurídico-penal se mantuvo a
lo largo de dos decenios bajo el signo del sistema finalista
concebido por Welzel, que caracteriza de modo esencial a la
estructura del delito dominante en la actualidad, aceptada
también por no finalistas.
73 Cfr., sim plem ente, M arxen, ob. cit. (nota 72), pp. 203 y ss., 214 y
ss., con otras num erosas referencias.
74 Cfr. W elzel, Abhandlungen, lug. cit. (nota 27), pp. 103 y ss., 283
y ss., 348 y ss.; Naturrecht und materielle Gerechttigkeit, 4a ed., 1962,
pp. 244 y 245.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 39
77Así, la teoría del dolo, sostenida en los años cincuenta por los ad
versarios del finalismo. Cfr. M ezger, Strafrecht, 3a ed., 1949, pp. 330
y ss.; S chOnke /S chrOder , Strafgesetzbuch, 7a ed., 1954, § 59, nota IV;
S chróder, ZStW, 55 (1953), pp. 178, 200 y ss.; L ang-H inrichsen , JR,
1952, pp. 182, 184 y ss.; Sauer , Allgemeine Strafrechtslehre, 3a ed.,
1955, p. 150; más referencias en W elzel, DasneueBild, lug. cit. (nota
75), pp. 52 y ss.; de la jurisprudencia, por ejemplo, OLG Kiel DRZ,
1946, p. 126; KG DRZ, 1947, p. 198; OLG Frankfurt SJZ, 1947, p. 626.
78 Básico, W elzel, SJZ, 1948, pp. 368 y ss. = Abhandlungen, lug. cit.
(nota 27), pp. 250 y ss.; 255 y 256, así como p. 285.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 41
81 Cfr., simplemente, J escheck, ob. czf. (nota 9), pp. 263 y 264, con
ulteriores referencias; además, sobre el “concepto de injusto personal”,
en general, H irsch, ZStW, 93 (1981), pp. 833 y ss., con numerosas re
ferencias en nota 13.
82 BGHSt 2, 194 y ss., 208 y ss.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 43
96 Das neue Bild, lug. ¿it. (nota 75), pp. 70 y 71, con ulteriores re
ferencias.
97 Strafrecht Allgemeiner Teil, 2a ed., 1975, pp. 139 y ss. y passinv,
cfr. al respecto la critica de R oxin en ZStW, 83 (1971), pp. 359 y ss.
Schmidháuser formuló el programa de un sistema del Derecho pe
nal orientado a los fines muy claramente ya en el Cedachtnisschrift f
Radbruch (1968, p. 276): “Tenemos que preguntar a los elementos del
delito, desde el principio, por la pena, como consecuencia jurídica”.
Cfr., además, en PS f. Würtenberger, 1977, pp. 91 y ss., así cómo la
52 B ernd S chünemann
103 Cfr. R oxin, ob. cit. (nota 98), pp. 33 y 34, así como en FS f. Schaff-
stein, 1975, pp. 117 y 118. _
104 Cfr. al respecto las referencias en nota 19.
. 105 Cfr., al respecto, E ngisch, Die Lehre von der Wülensfreiheit in
der strafrechtsphilosophischen Doktrin der Gegenwart, 2a ed., 1965,
passim; L enckner, “Strafe, Schuld und Schuldfáhigkeit”, en Góppinger-
Witter (comp.), Handbuch der forensischen Psychiatrie, t. 1, Parte A,
1972, pp. 39 y 40; R oxin, FS f. Henkel, 1974; así como los trabajos de
Achenbach y Schünemann recogidos en esta obra.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 55
108 Cfr. S chOneborn, ZStW, 88 (1976), pp. 349 y ss.; B urkhardt, GA,
1976, pp. 321 y ss.; Stratenwerth, Die Zukunft des strafrechtlichen
Schuldprinzips, 1977, pp. 30 y 31.
109 j- Bockelmann, 1979, pp. 300 y 301, 305 y 306.
110 En Schuld und Právention, 1976, passim.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 57
124 Así F risch, ob. cit. (nota 120), pp. 118 y ss., 162 y ss.
125 Así F risch, ob. cit. (nota 120), p. 109 y passim.
126 Donde la idoneidad objetiva debe ser enjuiciada desde la pers
pectiva del autor: cfr. F risch, ob. cit. (nota 120), pp. 93, 124, 127.
127 Así, F risch, ob. cit. (nota 120), pp. 352 y ss.
128 Cfr. F risch, ob. cit. (nota 120), p. 361, así como, del mismo modo,
para las causas de justificación en p. 448.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 61
135 Ob. cit. (nota 131), p. 133. Tampoco la idea de Roxin de fun-
cionalizar el tipo a partir del principio de nulla poena y de concebir la
antijuridicidad como el plano de la solución jurídica de los conflictos
(en Kriminalpolitik und Strafrechtssystem, pp. 16, 24 y passim) puede
fundamentar la autonomía sistemática del plano básico. En efecto, el
principio de nulla poena del articulo 103.11 de la Ley Fundamental no
constituye el principio rector de la concreción del injusto penal espe
cífico, sino un limite constitucional a la creación del Derecho por el
legislador y el juez; por ello, sus efectos sobre el sistema del Derecho
penal son meramente reflejos. Por lo que hace a la “solución de con
flictos”, ésta no expresa tampoco un valor rector, sino sólo un ámbito
problemático; de manera que no aporta nada a la construcción del
sistema (cfr. críticamente también el trabajo de Amelung, infra). La
diferencia entre el tipo y las causas de justificación radica más bien
(simplemente) en que en el tipo se expresa la dañosidad social, mien
tras que en las causas de justificación se tipifica la utilidad social.
66 B ernd Schünemann
136 Cfr. por todos S chünemann, FS f. Klug, I, 1983, pp. 169 y ss., con
numerosas referencias ulteriores.
137 Cfr., al respecto, el trabajo de S chünemann, infra.
68 B ernd S chünemann
143 Cfr. al respecto J escheck, ob. cit. (nota 9), pp. 188 y 189, con
numerosas referencias ulteriores.
144 Cfr. simplemente Z ielinski, Handlungs- und Erfolgsunwert im Un-
rechtsbegriff, 1973, pp. 143 y 144.
R azonamiento sistemático en D erecho penal 71
I. P lanteam iento d el pr o b le m a
3 Cfr. sobre esto y lo que sigue, sobre todo, R oxin , J u S, 1966, pp.
377 y ss.
4 Cfr., sobre esto, R udolphi, SK (nota 2), n° marginales 12 y ss. pre
vios al § 1, con más amplias referencias.
El fin del D erecho penal del E stado ... 83
Según ella, en estos casos concurre, si, culpabilidad (no son, pues,
caTísas de exclusión de la culpabilidad); sin embargo, se produce una
disminución de lo injusto (porque el autor pretende salvar un bien ju
rídico) y de la imputabilidad (porque el autor se halla en una situación
de “coacción psicológica”). La culpabilidad -culpabilidad por el hecho
antijurídico- se ve doblemente disminuida por el menor contenido de
injusto del hecho y la menor imputabilidad. En esas condiciones, el le
gislador estima oportuno prescindir de la pena, que sería innecesaria
en términos preventivo-generales y preventivo-especiales. (N. del T.).
' Cfr., sobre ello, R o x in , Kriminalpolihk und Strafrechtssystem (nota
86 H ans-J oachim R udolphi
6), p. 36; R udolphi, SK (nota 2), n° marginal 12 previo al § 19, con más
amplias referencias.
8 Así, ante todo, J akobs, Schuld und Pravention, 1976.
9 Cfr. al respecto, en especial, Stratenwerth , Die Zukunft des
Schuldprinzips, 1977; R udolphi, SK (nota 2), n° marginales 1 y ss. pre
vios al 19; Das virtuelle Unrechtsbewusstsein ais Strafbarkeitsvoraus-
setzung im Widerstreit zwischen Schuld und Pravention, cuaderno n°
7 de la Schriftenreihe des Instituís fü r Konfliktforschung, 1981 |de la
primera de las obras citadas existe traducción española bajo el título
de El futuro del principio jurídico-penal de culpabilidad, trad. Baciga-
lupo/Zulgaldía, Madrid, 1980. (N. del T.)].
El fin del D erecho penal del E stado ... 87
5. La necesidad de pena
Finalmente, debe mencionarse también el requisito de la
necesidad de pena, al que deben su existencia, entre otras,
las llamadas condiciones objetivas de punibilidad. Dicho re
quisito no puede derivar de los fines del ius puniendi del Es
tado, sino que halla su justificación en una fijación de fines
o ponderación de intereses trascendente al mismo22.
VI. R esum en
La finalidad de estos breves apuntes ha sido mostrar cómo
resulta posible derivar los diversos niveles de la imputación
"Versión reelaborada del trabajo publicado en JZ, 1982, pp. 617 y ss.
1 Kriminalpolitik und Strafrechtssystem, I a ed., 1970; 2a ed., am
pliada con un epílogo, 1973. (La traducción española, debida a Muñoz
Conde, se publicó en Barcelona en 1972. (N. del T.)).
2 Resumiendo, R adbruch , “Zur Systematik der Verbrechenslehre”,
Festgabe f. Frank, 1, 1930, pp. 158 y ss.; más referencias en M ittasch ,
Der Einfluss des wertbeziehenden Dertkens in der Strafrechtssystema-
tik, 1939, pp. 8 y ss., 18 y ss., 80 y ss.
3 Cfr., no o b sta n te, d e todos m od os, Z immerl , Aufbau des Strafre-
chtssystems, 1930.
100 K nut A melung
33 Sobre el punto de vista de G ünther, cfr. nota 30, pp. 285 y ss.
34 G ünther (nota 30), pp. 259, 323.
35 De otra opinión, al parecer, R oxin (nota 1), 2a ed., pp. 46 y 47.
Con todo, sus argumentos no se ven libres de objeciones. Así, a la ob
servación de que la determinación del alcance de la legítima defensa
decide sobre la protección de la vida y de la integridad, hay que oponer
que ésta no es una finalidad específicamente político-criminal, sino
de naturaleza político-social, perseguida de modo general -como, por
ejemplo, también en el Derecho de protección del trabajo-; ello con
independencia de que la legitima defensa no contribuye sólo a la pro
tección de la vida y la integridad. Por su parte, al argumento de que la
determinación de los límites de la legítima defensa tiene que ver con
el “sí” de la sanción penal, hay que oponer que la negación de una
justificación sobre la base del § 32 StGB no implica decisión alguna
sobre una exculpación que tenga en cuenta la situación de defensa,
como muestra en especial el § 33 StGB. Cfr., al respecto, Lenckner, en
Schónke/Schróder, S t r a f g e s e t z b u c h K o m m e n t a r , 21a ed., 1982, § 33,
n° marginal 9, con más referencias.
110 K nut A melung
40 Cfr., al respecto, T empel, N J W , 1980, pp. 609 y ss., con más re
ferencias.
41 Cfr., al respecto, los derechos de entrada de los delegados de la
autoridad en materia de construcción que confiere el § 151, párrafo 1,
enunciado 1, de la Ley de la Construcción (BBauG), que en sí tienden
únicamente a la creación de un deber de tolerancia en los propietarios
de inmuebles, pero, en determinados casos, pueden tener significado
como causas de justificación en el marco del § 123 StGB.
42 Véase s u p r a , en nota 33.
C ontribución a la critica del sistema jurIdico-penal... 113
52R oxin (nota 1), pp. 15, 33; (nota 48), pp. 181 y 182; (nota 49), p. 284.
53R oxin (nota 48), pp. 182 y ss.
C ontribución a la critica del sistema jurIdico- penal. .. 117
5d R oxin (nota 48), p. 183; (nota 49), p. 283; una panorámica crítica
sobre determinaciones de fines discrepantes se halla en A chf.nbach, J R ,
1975, pp. 492 y ss., 494.
118 K nut A melung
13R udolphi, Ged.f. Schróder, 1978, pp. y 80 ss.; W olter (nota 1), pp.
38 y ss., 136 y ss., 165 y ss.; cfr. también K üper, Der “verschuldete”
rechtfertigende Notstand, 1983, pp. 45, 116.
I m p u t a c ió n o b j e t iv a y p e r s o n a l ... 129
2SR oxin, FS f. Würtenberger, 1977, pp. 119, 125 y 126; W olter (nota
1), pp. 120 y 121, con un ejemplo de ausencia de equivalencia; cfr., tam
bién, BGHSt 7, 329; R udolphi, SK (nota 1), § 16, n° marginal 31; todos
con referencias. En contra de lo que se apunta en el reproche de Jakobs
(Strafrecht, AT, 1983, p. 241, nota 139) aquí no se practica una mera
equiparación de la tentativa acabada (con “idoneidad de resultado”) do
losa más el resultado (objetivamente imputable) con la consumación
dolosa. Además, debe concurrir en todo caso la equivalencia objetiva
-concepto ciertamente necesitado de precisión (cfr. también infra, X.3-
5)- entre el riesgo creado dolosamente y el riesgo objetivamente produ
cido (la llamada “adecuación al dolo”). Y esta tesis parece mucho menos
distante de la nueva propuesta de Jakobs (pp. 241 y ss., 184 y ss.) de lo
que una primera impresión pudiera revelar: según Jakobs, “se da una
causación dolosa del resultado cuando el riesgo creado dolosamente
por el autor (sólo o junto con otro riesgo) explica el desenlace dañoso”;
en otras palabras, el resultado “no se produce simplemente con ocasión
de ese riesgo”. En efecto, es precisamente esto lo que se pretende poner
de relieve con el requisito de “adecuación objetiva al dolo” o con el cri
terio de Roxin de la “realización del plan” [FS f. Würtenberger, 1977, pp.
119, 123), en suma, pues, con la “imputación objetiva al hecho doloso”
(R udolphi, SK, nota 1, § 16, n° marginal 31; en contra, J akobs, ob. cit., p.
241, nota 139). Ciertamente, en el caso de que Jakobs, con su punto de
partida normativo absolutamente precisado y, desde luego, merecedor
de ser examinado, llegara en mayor número de casos a la exclusión de la
consumación, debería plantearse la cuestión de la fuerza de convicción
politico-criminal de su tesis. Cfr., además, nota 58.
136 JÜ RG EN W O LTE R
31 R u d o l p h i , SK (nota 27), § 136, n" marginal 30; S ax, JZ, 1976, pp.
15 y 16 y nota 42; W o l t e r (nota 1), p. 162.
32 Lebendiges und Totes in Bindings Normentheorie, 1954, pp. 96 y
ss., 158 y 159.
32aDado que no se encuentran circunstancias correspondientes que ex
cluyan el injusto, derivan de aquí objeciones contra la doctrina del “tipo to
tal de injusto” (al respecto, W o l t e r , nota 1, pp. 133 y ss., 143 y ss., 360).
140 JÜRGEN W O LTE R
qQa ^ , . . . . . . . .
uesae un punto ae vista sistemático, se anade, a las cuestiones
de la tipicidad objetiva y subjetiva, el problema objetivo anejo de la
equivalencia entre el riesgo real objetivamente típico (y el resultado) y
el riesgo del plan, dolosamente realizado; cfr., asimismo, S a m s o n , Straf-
recht, 1, 5a ed., 1983, caso 17, pp. 94 y 95.
’ La solución de Wolter no es, desde luego, la única posible a partir
del rechazo de las tesis tradicionales. Por mi parte, he seguido una
línea diferente en mi trabajo “Aberratio idus e imputación objetiva”,
ADPCP, 1984, pp. 347-386, pp. 372 y ss. (también ZStW, 101 -1989-,
pp. 374 y ss.), donde sostengo que éste es un problema de congruencia
entre dolo y riesgo y, por tanto, subjetivo. (N. del T.).
I m p u t a c ió n o b j e t iv a y p e r s o n a l ... 145
54 Así, S c h r o e d e r , LK (nota 3), § 16, n" marginal 29; GA, 1979, pp.
321, 328; en contra, W o l t e r , FS f. Leferenz, 1983, p. 551.
55 Cfr. también H e r z b e r g , JA, 1981, p. 472, nota 37; S c h ro ed er, LK
(nota 3), § 16, n" marginal 9.
I mputación objetiva y personal... 151
56 Cfr., sin embargo, también H erzberg, JA, 1981, p. 474; P uppe, GA,
1981, p. 4: P rittwitz, GA, 1983, p. 134.
°7 Cfr. también B ackm ann , Ju S, 1971, p. 119; J a k o b s (nota 25), p.
248, con e! argumento de la individualización complementaria, típica
mente irrelevante; R o x in , FS f. Würtenberger, 1977, p. 123 y nota 53;.
en contra, P upee, GA, 1981, p. 17.
152 JüRG EN W O LTER
58 Sobre esta distinción entre “en ejecución” y “con ocasión” del he
cho, cfr. B u r g s t a l l e r , Das Fahrlássigkeitsdelikt im Strafrecht, 1974, p.
110, y W o l t e r (nota 1), p. 343 (sobre el fin de protección de la norma);
W o l t e r , JuS, 1981, p. 175, con referencias (sobre el delito cualificado
por el resultado); J a k o b s (nota 25), pp. 241 y ss. (sobre la desviación
causal; al respecto, supra, IX).
I mputación objetiva y personal ... 153
XI. I m p u t a c ió n o b j e t iv a en la t e n t a t iv a in id ó n e a y en la d e t e r
m in a c ió n A L T E R N A T IV A
XII. P erspectivas
Los resultados y las consecuencias de este estudio se ilus
tran de la mejor manera si se tienen presentes las ventajas
que proporcionan las consideraciones contenidas en él. Así,
es de esperar que la desconcentración de la imputación ob
jetiva y la imputación personal que se propone contribuya a
la claridad sistemática en el nivel del injusto. Por este motivo
se trató de personalizar en parte la imputación objetiva (IV
y VIII. 1) y, viceversa, de objetivizar en parte la imputación
personal tradicional (VIII.2 y XI).
Con las consideraciones de teoría de las normas -que
parten también de la amenaza y puesta en peligro sufridas
por el titular del bien jurídico- se obtiene una visión inten
sificada de la importancia de la víctima para el injusto (II).
Por otro lado, al vincularse ciertas condiciones objetivas de
punibilidad (así, la muerte en el § 227) a la concurrencia
del requisito mínimo de causación imprudente (del riesgo de
muerte), se reconcilia la conminación penal de este precepto
con el principio de culpabilidad (VII.3). En fin, con la distin
ción de desvalores de la conducta, de la peligrosidad y del
resultado en la fundamentación del injusto, y de valores de
la conducta, de la posibilidad de salvación y del resultado en
las causas de justificación, avanzamos algunos pasos en la
línea de una medición racional de la pena (II y III). Asimis
mo, se hace posible explicar numerosas decisiones del legis
lador (los diversos presupuestos del desistimiento en el § 24;
la atenuación -facultativa- en la tentativa; o la impunidad
de la imprudencia no seguida de consecuencias).
El principio normológico en virtud del cual las normas
prohibitivas se conciben como prohibiciones de poner en peli
gro (II) no sólo confirma el cambio de tendencia producido en
la nueva legislación penal, en dirección a los delitos impro-
se admite una sanción por la ley que imponga la pena menos grave,
con una fundamentación alternativa de los hechos. Es, pues, una ex
cepción político-criminal a la aplicación del principio in dubio pro reo.
Sobre la imposibilidad de admitirla en Derecho español, cfr. M u ñ o z
C o n d e , Adiciones al Tratado de Jescheck, 1981, p. 203. (N. del T.).
158 J Ü R C .E N W O L T E R
I. O b s e r v a c io n e s t e r m in o l ó g ic a s p r e l im in a r e s
II. E l p l a n t e a m ie n t o d e la c u e s t ió n
III. La p r e v e n c ió n d e in t e g r a c ió n c o m o f u n d a m e n t o d e la
IM P U T A C IÓ N IN D I V ID U A L
17 E n e s p e c ia l, n o e s p o s ib le a fr o n t a r lo s p r in c ip io s d e u n a d ife r e n
c ia c ió n s e g ú n lo s d iv e r s o s n iv e le s d e r e a l i z a c i ó n d e l d e lit o (R oxin , J u S,
166 H ans A chenbach
IV . R e s p o n s a b il id a d y po d e r a c t u a r d e o t r o m o d o
V. C o n c l u s ió n
I. P l a n t e a m ie n t o d e l pr o b le m a
8 Cfr. las referencias en nota 4, así como J escheck, ob. cit. (nota 5), '
pp. 59 y ss., con numerosas referencias.
9 Cfr., sobre el concepto de defensa del ordenamiento jurídico, en
especial BGHSt 24, 40; M aiwald, GA, 1983, pp. 49 y ss.; N aucke y otros,
Verteidigung der Rechtsordnung, 1971; S tree , en Schonke/Schroder,
Strafgesetzbuch, 21a ed., 1982, observaciones previas a los §§ 38 y ss.,
n" marginal 19 y ss., con ulteriores referencias. Una recaída atávica
en la ideología del Proyecto de 1962 se encuentra, por contra, en el
§ 57.a, párrafo 1, n° 2, StGB, y en BVerfGE, 64, 261-271 y ss.
L a f u n c ió n d e l p r i n c i p i o d e c u l p a b i l i d a d ... 185
II. La c u l p a b il id a d , ¿ u n a f ic c ió n en fav o r d e l a u t o r ?
III. ¿ S u s t it u c ió n d e la c a t e g o r ía d e la c u l p a b il id a d po r la
P R E V E N C IO N G E N E R A L ?
197; Z ipf, ZStW, 89 (1977), pp. 710 y ss.; M uñoz C onde, GA, 1978, pp. 70 y
71; Schóneborn, ZStW, 88 (1976), pp. 349 y ss.; B urkhardt, GA, 1976, pp.
336 y ss. Cfr. por lo demás, sobre la discusión generada por el principio
de Roxin, las referencias en R udolphi, SK (nota 14), n° marginal l.b previo
al § 19; Z ipf, Kriminalpolitik (nota 18), p. 62; R oxin, Kriminalpolitik und
Strafrechtssystern, 2“ ed., 1973, pp. 45 y ss.
32 Kriminalpolitik und Strafrechtssystern (nota 31), pp. 33 y 34, etc.
198 B ernd S chünemann
que esta expresión fue ya elegida por von Liszt para la caracterización
de la culpabilidad (cfr. Lehrbuch des deutschen Strafrechts, 14/15a ed.,
p. 157). Aunque, naturalmente, sólo tiene un significado terminológico
el que a esta categoría sistemática se la denomine “responsabilidad” o
“reprochabilidad” o, no obstante, “culpabilidad”, en sentido amplio.
34 Por primera vez en Schuld und Právention, 1976. Desarrollada
después en Strafrecht Allgemeiner Teil, 1983, pp. 392 y ss. De modo
análogo, H affke, MschrKrim, 1975, pp. 53-55; GA, 1978, p. 45; en
H assemer/L üderssen (comps.), Sozialwissenschaften im Studium des
Rechts, 111, 1978, pp. 166 y ss.; Streng, ZStW, 92 (1980), pp. 637 y ss.;
JZ, 1984, p. 114; D ornseifer, Rechtstheorie und Strafrechtsdogmatik '
Adolf Merkels, 1979, pp. 108 y ss.; criticamente, B urkhardt, GA, 1976,'
pp. 335 y ss.; S chOneborn, ZStW, 92 (1980), pp. 682 y ss.; Stratenwerth T
ZStW, 91 (1979), pp. 915 y ss.; ob. cit. (nota 18), pp. 29 y ss.; S eelmann,
Jura, 1980, pp. 508 y ss. El que Jakobs continúe manteniendo en su
sistema el término “culpabilidad” (cfr. Strafrecht AT, p. 384 y passim)
naturalmente no modifica el juicio de que, de hecho, ha abandonado
por completo el concepto tradicional de culpabilidad.
35 Cfr., en especial, sus observaciones en esta línea en el FS f.
Henkel, 1974, pp. 181 y 182, 186.
36 Sobre la distinción, efectuada en el texto, entre lo funcional y
200 B ernd S chünemann
44 Cfr. J akobs, Schuld und Právention, 1976, pp. 9 y ss.; ob. cit. (nota
34), pp. 395 y ss.; R oxin , FS f. Bockelmann, 1979, p. 300; de modo
análogo, ya N oll, FS f. H. Mayer, 1964, p. 225; G imbernat O rdeig, FS f.
Henkel, 1974, pp. 161 y ss.
40 Cfr. al respecto, más detalladamente, S chünemann, ob. cit. (nota
39), pp. 44 y ss.
46 Cfr. ya S tratenwerth , Zukunft des Schuldprinzips, 1977, pp. 30
y 31; B urkhardt , CA, 1976, pp. 336 y ss.; en B aumgartner -E ser , ob. cit.
208 B ernd S chünemann
(nota 43), pp. 51, 71 y ss.; S chOneborn, ZStW, 88 (1976), p. 351; ZStW,
92 (1980), pp. 687 y 688. En ello se sustenta también la strict liability
(responsabilidad sin culpabilidad) del Derecho penal norteamerica
no, que fue estimada admisible por la Supreme Court de los Estados
Unidos en la famosa sentencia “US v. Balint”, del año 1922, en la fun-
damentación, aplicada desde entonces por una jurisprudencia cons
tante, de que el legislador es libre de asumir la posible injusticia de
someter a pena a un acusado inculpable, antes que abandonar la pro
tección de los bienes jurídicos renunciando a la strict liability obligada
por razones probatorias (cfr. las referencias en S chünemann, ob. cit.
-nota 3 9 -, pp. 191 y 192). En la crítica de B aumann, ob. cit. (nota 39),
pp. 252 y ss., se ignora, en cambio, la problemática de la prueba.
47 En el mercado de la inviolabilidad'constitucional del principio de
culpabilidad está excluida la posibilidad de justificar medidas repre
sivas independientes de la culpabilidad mediante otros principios de
legitimación (p. ej., el estado de necesidad de los bienes jurídicos), de
modo que una pena sin culpabilidad no podría tener existencia -a los
ojos de la Constitución- contra individuos, sino sólo contra agrupa
ciones de personas como “multa anónima a la agrupación” (al respec
to, mi propuesta de reforma, ob. cit. -nota 3 9 -, pp. 236 y ss.).
48Así, R o x in , FSf. Bockelmann, 1979, p. 299.
L a f u n c ió n d e l p r in c ip io d e c u l p a b i l i d a d ... 209
IV. La f u n c ió n d e la c u l p a b il id a d e n la m e d ic ió n d e la pe n a
V. R e s u m e n
I. P l a n t e a m ie n t o d e l pr o b le m a a la lu z d e la t e o r ía d e la c ie n c ia
II. La f u n c ió n d o g m á t ic a d e la “ f ó r m u la d e la a d v e r t e n c ia ”
41 Nota 9, p. 117.
42 Nota 9, p. 105 (subrayado en el original).
R e in c i d e n c i a y m e d ic ió n d e l a p e n a 243
t e n te s e n t r e j u r i s t a s e in v e s t ig a d o r e s d e la s c ie n c ia s s o c ia le s .
Si no se comprende este juego lingüístico, esto es, si el investi
gador de las ciencias sociales cae, por así decirlo, en el sentido
superficial de los conceptos jurídicos y le toma la palabra al
jurista, entonces la confusión de lenguas es inevitable y com
pleta. En efecto, el jurista no pretende que se lo entienda tan
literalmente: su interlocutor, el sociólogo, no ha advertido el
guiño oculto tras la fachada de seriedad y profundo rigor, no
ha percibido la señal borrosa más allá del mensaje explícito.
El acuerdo sólo puede tener lugar si el jurista hace claro su
mensaje desde cualquier perspectiva, o bien si el sociólogo
se apercibe de aquel acto de equilibrio, descifra el mensaje
secreto y, sin embargo, simula que se tomará en serio y cum
plirá rigurosamente el encargo de emitir un dictamen.
§ 24 StGB. Desistimiento.
(1) No es sancionado por tentativa el que desiste volun
tariamente de la prosecución del hecho o impide su consu
mación. Si el hecho, sin la intervención del que desistía, no
llega a consumarse, éste queda impune si se esforzó seria y
voluntariamente por impedir la consumación.
(2) En el caso de que hayan intervenido varios en el he
cho, no es sancionado por tentativa el que impide volunta
riamente la consumación. Sin embargo, es suficiente para
su impunidad el esforzarse sena y voluntariamente por im
pedir la consumación del hecho, si este no se consumó con
independencia de su intervención o se cometió con indepen
dencia de su anterior contribución.
§ 25 StGB. Autoría.
(1) Se castiga como autor al que comete el hecho punible
por sí mismo o por medio de otro.
(2) En el caso de que varios realicen en común el hecho pu
nible, se castigará a cada uno de ellos como autor (coautor).
A nexo 257
§ 26 StGB. Inducción.
El que determinare a otro a la comisión dolosa de un he
cho antijurídico será castigado, como inductor, con la mis
ma pena que el autor.
§ 27 StGB. Complicidad.
(1) Será castigado como cómplice el que ayudare a otro
dolosamente a la comisión dolosa de un hecho antijurídico.
(2) La pena del cómplice depende de la comninación penal
establecida para el autor. Debe atenuarse en los términos
del § 49, párrafo 1.