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1. IDENTIFICACION
Y hacemos mal. Porque no es lo mismo leer una novela o un periódico que tener que leer
algo que debemos aprendernos. Al principio puede resultar un poco difícil hacerlo bien
porque tenemos interiorizado un modo de lectura desde nuestra infancia, pero con un
poco de práctica, la técnica de la lectura comprensiva será la más útil de nuestras
técnicas de estudio y la base para preparar eficientemente cualquier tipo de examen.
Concentración y aislamiento
Para una buena lectura comprensiva debemos olvidarnos de hacerla mientras vamos en
autobús o mientras nuestro compañero de piso juega al Fornite a todo volumen. Hay que
estar bien sentados, con buena iluminación y en silencio para que no perdamos nuestra
concentración. Pero, además, es recomendable leer en papel y no en pantalla porque
cansaremos menos la vista, podremos hacer anotaciones más fácilmente y sobre todo
porque un estudio de la Universidad de Valencia ha demostrado que se comprende mejor
lo que se lee si leemos en papel.
Lo primero que debemos hacer es no leer todo el texto de carrerilla. Tener una idea
general sobre de qué trata nuestra lectura es bueno, pero eso se sabe rápidamente con el
título y el resumen. Hay que dividir el temario en puntos asequibles e ir poco a poco,
porque si lo leemos todo de corrido, cuando lleguemos a la última página habremos
olvidado la mitad (o más). Así que el primer paso de la lectura comprensiva es hacer
separaciones con nuestro marcador de cada uno de los puntos que leeremos por
separado.
Hay textos que ya los tienen: es posible que nos encontremos ante varias definiciones o
capítulos cortos sobre una misma asignatura y que no nos haga falta dividir más, pero si
el texto es de corrido o los apartados incluyen varias páginas, entonces debemos dividir.
Normalmente, un punto y aparte nos va a dar una buena pista de por dónde cortar.
Comprender lo que se lee
Una vez que tenemos el texto dividido, empezamos a leer, pero no poniendo el modo
automático, sino entendiendo lo que leemos y parándonos en cada concepto que nos
resulte confuso. El diccionario está para algo, así que usémoslo. Cualquier nueva palabra
ampliará nuestro vocabulario y enriquecerá nuestros pensamientos y nuestra
comprensión lectora. Hay que tomarse la lectura comprensiva no como una lectura
normal, sino como si estuviéramos descifrando un código.
Hacer preguntas
Entendamos o no cada frase del texto, debemos pararnos y hacernos una serie de
preguntas. Se trata de interactuar con el texto que tenemos delante para poder
comprenderlo y aprenderlo.
Comentar el texto
Además de las preguntas, debemos comentar lo que vamos leyendo. Como siempre
recomendamos en eTítulo, el estudio debe realizarse en voz alta, y más aun la lectura
comprensiva, para que nuestra memoria auditiva haga más eficiente el trabajo. Haz
comentarios sobre el texto, di a qué te recuerda una frase (aunque sea a una tontería sin
relación), critica al escritor por pesado, argumenta por qué tal parte te ha parecido
interesante o lo contrario. Se trata de poner a trabajar el cerebro para que la información
se quede grabada y podamos recuperarla en el examen.
Y así sucesivamente. A primera vista nos puede parecer tedioso tener que hacer todo
esto con todo el temario de cada examen que nos pongan, pero realmente no tardaremos
más de dos minutos y, con la práctica, nos saldrá sin darnos cuenta.
Además, ir haciendo esto en cada punto del temario hará que el estudio nos resulte más
entretenido y, al final, veremos que hemos tardado menos tiempo en aprenderlo todo y
que nuestras notas serán mejores. ¿Qué prefieres, leer varias veces un mismo texto para
aprendértelo o leerlo una más despacio y quedarte con todo?
4. Taller
1. ¿Qué significa?
Para contestar a esta pregunta, debemos ir directamente a lo que no entendemos, a las
palabras o expresiones que no conozcamos o que nos hagan dudar, y contestarlas.
5. PROCESO DE EVALUACION