Chile como parte de un festival estudiantil, Parecido a la felicidad fue un cisma como pocas veces ha pasado en la historia teatral chilena. Por primera vez se pudo apreciar una obra realista, fresca y contingente, donde el trasfondo de la historia emergía tan claro y rotundo tras una dramaturgia íntima que sugería más que explicitaba. El enorme éxito del montaje le permitió presentarse en el Teatro Antonio Varas (del Instituto de Teatro de la U. de Chile) como la primera obra hecha por estudiantes que debutaba de manera profesional. Los estudiantes responsables de la obra eran Alejandro Sieveking en la dramaturgia y actuación, y Víctor Jara en la dirección, quienes con 25 y 27 años revolucionaron la escena con energía telúrica. V V V