Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dinastia Ming
Dinastia Ming
(1506-1795)
Temas de Historia Moderna
Coordinador: Enrique Martínez Ruiz
LA CHINA IMPERIAL
(1506-1795)
© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
Vallehermoso, 34. 28015 Madrid
Teléfono: 91 593 20 98
www.sintesis.com
ISBN: 978-84-9171-056-1
Depósito Legal: M-26.538-2017
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Nota de la autora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Parte I
El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644):
autocracia y tradición
2. Política y economía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.1. Gobierno, estructura y administración . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2.1.1. La corte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
7
La China imperial (1506-1795)
4. Creencias y cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.1. Creencia y pensamiento. Ciencia y literatura . . . . . . . . . . . 79
4.1.1. El culto estatal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.1.2. Neoconfucianismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
4.1.3. Taoísmo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
4.1.4. Budismo y otras religiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
4.1.5. Ciencia y tecnología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
4.1.6. Literatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
8
Índice
Parte II
El florecimiento de China bajo los primeros Qing
(1644-1795)
9
La China imperial (1506-1795)
10
Índice
Cronologías. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
Cronología de los emperadores de la dinastía Ming. . . . . . . . . . . 207
Cronología de los emperadores de la dinastía Qing . . . . . . . . . . . 207
Cronología de la expansión europea hacia China . . . . . . . . . . . . . 208
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
11
Política y economía
2
2.1. Gobierno, estructura y administración
2.1.1. La corte
39
Parte I. El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644)
40
Política y economía
También existía una nobleza titulada que no formaba parte del clan im-
perial, pero que era invitada a participar en distintos eventos en la Ciudad
Prohibida. Los títulos nobiliarios eran generalmente hereditarios (aunque
no siempre), se otorgaban como reconocimiento a determinados méritos o
virtudes, y el escalafón era similar al de Occidente: duque (gong), marqués
(hou) y conde (bo) (Hucker, 1961). Los miembros de la Academia Han-
lin también disfrutaban de un acceso privilegiado a la corte, igual que los
miembros de las embajadas extranjeras, que tuvieron un papel muy destaca-
do en el protocolo cortesano, acentuando la posición del emperador como
Hijo del Cielo y reforzando el estatus de la corte Ming en Asia.
A la cabeza de las embajadas figuraban desde jefes tribales, como los yur-
chen del nordeste de China o líderes de los grupos aborígenes del suroeste
como los yi, los zhuang o los luoluo, hasta reyes de la dinastía Choson de
Corea, shogunes de la dinastía Muromachi del Japón, prelados tibetanos o
emperadores vietnamitas. Para finalizar, las figuras religiosas budistas, taoís-
tas o musulmanas también formaban parte de la vida de la corte, donde
llevaban a cabo ritos de índole variada (ver capítulo 4).
41
Parte I. El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644)
42
Política y economía
43
Parte I. El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644)
Por último, una de las innovaciones de la dinastía Ming dentro del Ga-
binete de Censura fue la creación del Jiancha Yushi, una institución que
se encargó de supervisar los exámenes nacionales para acceder al funciona-
riado, además de controlar las cuentas de las distintas instituciones y de la
administración local.
Las Secretarías de Supervisión (la Oficina de Transmisión y las Seis Ofi-
cinas de Escrutinio) tenían la responsabilidad de controlar el flujo de la
correspondencia y la documentación de los distintos ministerios. Uno de los
documentos más importantes sobre la administración del gobierno durante
la dinastía Ming es el Daxue yanyibu o Suplemento del extenso saber de las
grandes enseñanzas, publicado por el viceministro de Ritos Qiu Jun en 1488,
durante el gobierno del emperador Hongzhi. Dividido en 12 secciones y
119 subsecciones, este documento proporciona una información valiosísima
sobre la corte a finales del siglo xv: desde el organigrama de la burocracia,
los asuntos fiscales, el programa de los rituales de Estado, la educación o la
administración de justicia, hasta los asuntos militares.
Beijing
Beijing
Río Amarillo
CING
Nankín
Río Yangtsé
MING
Macao
0 1.000
44
Política y economía
45
Parte I. El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644)
46
Política y economía
este soberano que, desde el inicio del reinado, se habían elevado hasta los seis
millones de onzas de plata. Aunque el régimen tributario se reformó con el
sistema conocido como de “látigo único”, que consistía en realizar pagos en
metálico (plata) sustituyendo parte de las prestaciones de trabajo (ver apar-
tado 2.3.3), el problema fundamental radicaba en que la mayor parte de la
tierra cultivada no aparecía en los censos y escapaba al control del fisco. Lo
mismo ocurrió con el comercio: aunque el intercambio de productos manu-
facturados fue muy importante en tiempos de Jiajing, los beneficios de estas
transacciones no llegaron jamás a las arcas imperiales (Geiss, 1988: 509).
Sin embargo, el rasgo más característico del reinado de este emperador
fue su completa devoción al culto taoísta y su entrega a la conquista de la
inmortalidad. En 1524 invitó a la corte a Shao Yuanqie, un monje taoísta de
la provincia de Jiangxi, y desde ese momento se convirtió en fiel seguidor
de todos sus augurios y profecías, invirtiendo enormes sumas de dinero en la
construcción de templos y mausoleos. De hecho, muchas de las decisiones
del emperador se basaron en las profecías de este monje y después en las de
su seguidor Dao Zhongwen. A este último se debió la utilización de todo
tipo de métodos y medicinas esotéricas (como pastillas de arsénico y plomo),
con el fin de buscar la inmortalidad, aunque paradójicamente fueron este
tipo pócimas las que con el transcurso del tiempo le acabaron envenenando.
Asimismo, tenemos noticias de la utilización en 1552 de ochocientas
niñas de entre ocho y catorce años para aprovechar sus primeros fluidos
menstruales con el fin de incrementar la parte yang de la energía vital del
emperador. En 1556 ordenó al Ministerio de Ritos la búsqueda de plantas
y hongos mágicos, y dos años después llegaron 1.860 variedades recogidas
por todo el Imperio a la corte. Jiajing intentó erradicar otras religiones tra-
dicionales como el budismo, cuyo templo más importante fue destruido en
1536, y prohibió el uso de imágenes en los templos confucianos.
Por último, en lo que a la política exterior se refiere, durante su reinado
se produjo la ocupación de Macao por los portugueses; en la década de 1540
los mongoles atacaron la zona de Datong (provincia de Shanxi) y estuvieron
a punto de conquistar Pekín, a cuyas puertas llegaron en 1550. En esa mis-
ma época, los piratas japoneses saquearon la costa de China ante la ausencia
de una flota que lo impidiera (ver apartado 3.1.5).
El emperador Jiajing tuvo tres esposas; la primera de ellas fue la empera-
triz Chen, que murió en 1528 a causa de un aborto desencadenado durante
47
Parte I. El Imperio chino durante los Ming tardíos (1506-1644)
China ha sido y sigue siendo el país más poblado del planeta. Durante las
dinastías Ming y Qing su población pasó de suponer, respectivamente, un
cuarto a un tercio de la población mundial. Hacia finales de la dinastía
Ming, a mediados del siglo xvii, se calcula que el número total de habitantes
era de unos 260 millones, que aumentaron en los últimos años del reinado
de Qianlong (1736-1795) hasta los 300 (Mote, 2003: 744-745).
China no sufrió guerras ni epidemias que afectaran al conjunto del es-
tado, sino solo a áreas concretas de su territorio, por lo que las migraciones
48
Política y economía
hacia otras zonas evitaron una excesiva mortandad. Durante este periodo, la
mayor parte de la población se concentró al este de la cuenca del río Yangtsé
y en las provincias sureñas de Anhui, Zhejiang y Jiangxi, aunque el traslado
de la capital a Pekín en 1420 contribuyó a la recuperación demográfica de
la llanura del norte.
En términos generales se podría decir que la sociedad Ming era relativa-
mente abierta: se dividía entre aquellos letrados que gozaban de un estatus
oficial y ejercían funciones administrativas (guan), y el resto de la población,
que era gobernada (min); de forma que existían ricos y pobres en ambas
categorías. Lógicamente, la gran mayoría pertenecía al segundo grupo, pero
como argumenta Mote, “aunque la sociedad china era una sociedad jerárqui-
ca, sin embargo, los logros individuales se promovían, honraban y recompen-
saban” (Mote, 2003: 754) y existía movilidad social (Heijdra, 1998: 553).
La organización social se basaba en el concepto confuciano de la familia,
el linaje o el clan, y era en este microcosmos donde se inspiraba el macro-
cosmos del Estado, donde todo estaba regularizado a través de derechos y
deberes, normas y protocolos. El primogénito era el jefe de la familia, y
la sucesión era patrilineal, mientras que la mujer desarrollaba su labor en
el interior del hogar. Aunque ellas estaban excluidas de las oposiciones al
funcionariado, porque “se las consideraba incapaces de comprender la natu-
raleza de los libros confucianos” (Wetzel, 2007: 214), durante el brevísimo
reinado de la emperatriz Wu Zetian de la dinastía Tang sí se permitió a las
mujeres acceder a cargos públicos oficiales.
El factor clave de la organización socioeconómica de China fue la exis-
tencia de una élite cultivada compuesta por un grupo de funcionarios le-
trados (xianshen, shenjin o shenshi, aquellos que estaban en posesión de un
grado) que hicieron posible no solo la administración del territorio, sino
también la continuidad y supervivencia del Imperio. El gobierno central
y provincial estaba formado por esta élite: un sector de la burocracia vi-
vía en Pekín, bien sirviendo al emperador, bien formando parte del Gran
Secretariado o de los Seis Consejos o ministerios. Otro estaba integrado
por burócratas que ocupaban puestos en las prefecturas y que se ordenaban
jerárquicamente desde los gobernadores provinciales a los prefectos en las
ciudades o los magistrados, aunque la élite incluía también a funcionarios
retirados. La característica común a todos ellos era haber superado con éxito
los exámenes de acceso al funcionariado.
49