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LA SOBREINGENIERÍA Y SUS CONSECUENCIAS

JOHNNY QUISPE FLORES


Estudiante de Ingeniería de Sistemas
mascodigo.net@hotmail.com
“MEJOR QUE SOBRE A QUE FALTE”, es un refrán que denota precaución, el cual plantea que es
preferible contar con abundancia a padecer por la escasez.

En la Ingeniería ocurre algo similar a lo cual yo llamo “La sobre-ingeniería”, esta sobre ingeniería podría
definirse como la consecuencia de desarrollar intentando dar solución a funcionalidades futuras que en el
presente no son necesarias.

¿Pero qué nos dice la Experiencia?


La sabia experiencia nos dice que los requisitos de un proyecto suelen cambiar (casi siempre) y esa es
una realidad que hemos de asumir desde el inicio del desarrollo. Los cambios realizados durante la fase
de desarrollo implicaran modificar, adaptar o incluso desechar partes del código implementado (de
seguro los programadores se rasgarán las vestiduras o creerán que esto es un sacrilegio). Por lo
tanto, desarrollar teniendo en cuenta tanto el espacio como el tiempo no parece una buena idea.

Imaginemos por un momento que estamos desarrollando un componente o librería para


nuestro framework personal. En estos casos, solemos implementar funcionalidad extra porque creemos
que nos será útil más adelante (situación real en el mundo del software).
El resultado final es la acumulación de fragmentos de código que nunca van a ser usados. ¿Entonces?
Pues estamos "engordando el número de líneas y dificultando la legibilidad". Esto es nefasto a nivel
individual y mucho más a nivel de equipo.

¿Por qué sucede esto? A menudo los clientes se emocionan por diferentes factores y no siempre tienen
las mismas motivaciones. Así es que, ¿Qué alternativas existen para protegernos de los cambios?
Existen principios y buenas prácticas que nos ayudarán a desarrollar un código más “a prueba de
cambios”. Como el método MoSCoW, DRY, KISS, YAGNI, entre otros. Todo esto puede sonar trivial
pero aplicarlos en el día a día no es tan sencillo como parece. Las fechas de entrega juegan siempre en
nuestra contra y él cliente tiene la última palabra (casi siempre).

En conclusión
Cuando las soluciones existentes no satisfagan nuestras necesidades debemos apoyarnos en principios
y buenas prácticas. Ya que se trata de aplicarlas de la manera correcta. En ese aspecto, no estamos
reinventando la rueda solo la estamos haciendo más redonda.
A

“Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos lo mismo” - Albert Einstein

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