Contenido

Llegar a ser. .. una esposa conforme

al corazón de Dios .. ... ... 9

Agradecimientos 1. Crecer en el Señor . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 13

2. Trabaja r en equipo ... . ... .... . . . . . . . 29

Como sie mpre , gracias a ti mi amado esposo. A Jim

3. Apre nder a comun icarse . . .. .. .. ... .. . 47

Geo rge, maestro en divinidad y doctor en ministerio,

por tu apoyo acertado, tu guía, tus sugerencias y por 4. Dele itarse en la intimidad .. .. . ........ 65

alen tarme con amor en la realización de este proyecto. 5. Administrar tu dinero .. ... . ...... . ... 83

6. Cuidar el hogar 101

7. Criar a los hij os ........ . . . ... . . 121

8. Amar a la familia. 139

9. Trabajar en tu profesión 159

10. Divertirse juntos . . . .... ....... . .. . 177

11 . Servir al Señor .. . . .... . . . 195

12. Testificar a otros 2 15

Notas 235

 Llegar a ser...

una esposa conforme

al corazón de Dios

/0) / na esposa conforme al corazón de Dios. ¿Qué

(t- esposa no desearía serlo? Y ¿qué esposa no anhe­
laría tener un matrimonio feliz que le brinde satisfacción y
dicha? Si eres como la mayoría de mujeres (¡y como yo!),
podrás contar con un poco de ayuda, motivación y sabidu­
ría para mejorar y renovar tu relación matrimonial. Con el
objetivo de contribuir al cumplimiento de tus anhelos, he
escrito este libro práctico y sencillo por medio del cual
comparto mi experiencia de 38 años de matrimonio y lo
que he apre ndido acerca de cómo edificar un mejor matri­
monio, ¡un matrimonio conforme al corazón de Dios! Este
libro instructivo y alentador. .

. . .a barca doce aspectos de tu vida como esposa. Lo

que la Biblia dice ace rca de los aspectos relevan­
tes para la salud y vitalidad de tu matrimonio.

...incluye una lista de "detalles" que transformarán

9
 Llegar a ser . .. una esposa conforme al corazón de Dios 11
10 UNA ESPOSA CON FO~'18 AL CO lv\Z6N DE D IOS

... leerlo en un estudio bíblico para mujeres o parej as

tu matrirrwnio al final de cada capítulo. Estos "de­ ~ -.t.-.
,?..~ c.).J-c, "­
talles" es tán diseñados para animarte y guiarte a ... leerlo en tu clase de escuela C10minical para muje­
desarrollar las múltiples tareas pequeñas que com­ res
'prende tu rol como esposa . . ~~~ .~k\
.. .leerlo en tu clase de escuela dominical pa ra parejas
Acompáñame en este viaje hacia la comprensión y el
cumplimie nto del plan de Dios para nosotras com o espo­ ¡Que Dios te bendiga ricamente en tu continuo creci­
sas . Con el propósito de experimentar un viaje aún más m iento en Él, en tu fe y en tu comprensión de su plan para
grato, invita a tu esposo a leer el libro acompañante escri­ ti como esposa conforme a su corazón!
to por ljm George y titulado Un esposo conforme al cora­
Zón de Dios.
Querida amiga , no importa cuál sea tu edad, la si tua­
ción presente de tu matrimonio o la etapa matrimonial
que a travieses j unto con tu esposo. Una esposa conforme
al corazón de Dios es para ti . Presenta los principios e ter­
nos de Dios para ti como esposa. Y después de leer el li­
bro, y cada uno de los doce aspectos del matrimonio,
¡comprobarás que la Palabra de Dios funcional
Así que ¡lee! Examinemos juntas lo que Dios, el Crea ­
dor del matrimonio, puede enseñarte en cuanto a tu rela­
ción matrimonial. Y cuéntale a otras lo que aprendas en
este viaje. fVgunas opciones que te ofrece es te libro son:
... leerlo antes de casarte

... leerlo a solas para mejorar tu matrimonio

... Ieerlo con tu esposo

... leerlo con una amiga o con un pequei'io grupo de lec­

tura

'­
 1

~ecer en el Beñor
Mas buscad primem,m ente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas .cosas OS serán añadidas.
lvLm;o 6:33

CL:'>'ada vez que ref1exiono en mis primeros treinta

{(' a110s de vida, pienso de inmediato: i En ese enton­
ces todo lo hice mal!

¿Por qué?
Mi que rida amiga lectora , la razón es que durante esos
años mi vida era un caos. No contaba con directrices para
mi vida, o instrucciones para saber cómo vivirla. En ese
tiempo yo hacía lo que me placía y como lo quería. En po­
cas palabras , no tenía entonces una relación con Dios ... y
es la razón que constituye la base de nuestro libro: Dios
como el único camino para transformar tu vida y tu ma­
trimonio.
¿Qué anhelaba yo durante esas tres escabrosas déca­

13
 Crecer en el Señor 15
14 UNA ESPOSA CON fORME AL- CORAZÓN 08 DIOS

transformó todo! Desde entonces nada ha sido igual. An­

das? Anhelaba muchas cosas, y en su mayoría coincidían
tes de ser cristianos, parecíamos una pareja que tiene un
con lo que muchos desean. Mi lista personal de "deseos"
lindo auto ... pero que no tiene la llave. Éramos incapaces
incluía la felicidad, la plenitud, una vida con sentido y
de encender el auto. No podíamos hacerlo funcionar. Ni
trascendencia. No recuerdo haber anhelado fama o rique­
usarlo. Y tampoco ir a alguna parte.
zas, ni ansiado la eminencia o el poder que corresponde a
Amiga, la r~ªPLónQQ!LDj.Q~es la llave. E~la llave para
otros. En realidad deseaba lo que tú también desearías:
t~d <u< n Et vida, incluso tu matri l11 qnio. De eso se trata este
Una vida que valga la pena vivi.rse. Soñaba con una vida
capítulo, de crecer en el Señor. Yeso significa aprender lo
de alegría y virtud. Y por supuesto, mis sueños abrazaban
que Dios, el Creador de todas las cosas y del matrimonio ,
un matrimonio feliz que me brindara satisfacción y dicha.
tiene para enseñarnos. Como puedes ver, Dios y solo Dios
1ife casé a la edad de veinte años cuando empezaba mi
posee el libro de instrucciones para tu matrimonio, y lo ha
último año de universidad. Jim tenía veintidós y estaba
puesto a tu disposición. Él sabe lo que hará que funcione.
empezando su quinto año en la facultad de química. Jun­
y sus instrucciones divinas están escritas en la Biblia. Es­
tos experimentamos la agitación, la conmoción y el furor
tudiaremos lo que Dios nos enseña acerca de nuestro rol
emotivos que suelen acompañar cualquier relación amoro­
como esposas en los capítulos siguientes, pero por el mo­
sa que apenas t1orece. No cabe duda de que lo nuestro fue
mento veamos por qué es vital para ti como esposa crecer
amor a primera vista después que nos cruzamos y sonreí­
en el Señor.
mos cada vez que entrábamos y salíamos de clases . Enton­
ces tuvo lugar la "cita a ciegas" en noviembre ... una
propuesta de matrimonio en el día de San Valentín ... y la
Primero lo primero
boda el primero de junio. ¡Qué torbellino de pasión! Escogí como versículo lema para este capítulo, el pre­
Las cosas funcionaron bien durante un tiempo. Y lue­ dilecto de muchos cristianos. Se trata de las palabras, ¡y
go . .. bueno, tanto Jim como yo podríamos decir que tras del corazón mismo de Jesús! En esa ocasión las dirigió a
ocho años el panorama se tornó horriblemente vacío y sus discípulos y a sus seguidores, y comprenden los asun­
todo parecía tam balearse, a pesar de que dos hij as habían tos de la vida diaria. Después de decirles que no se afana­
adornado el hogar de los George. ran, Jesús les ordenó más bien: "buscad
, ~-
primeramente el
Entonces ocurrió "el milagro" , al convertirnos en una reino de Dios y su justicia, y todas esta~ cosaR OlLS.f:Lªn
familia cristiana. Por la gracia de Dios nues tros corazones añadidas" (Mt. 6:33).
se disp usieron a recibir la verdad de Cristo, y también por Aho ra, ¿qué tiene que ver esta enseñanza de Jesús con
su gracia respondimos a esa verdad. Amada amiga, ¡eso lo
16 U NA ESPOSA CONfOR,\18 AL CORAZ6N DE OJOS
nuestra vida como esposas? Bueno , todo cristiano casado
o soltero debe poner primero lo primero. Todo cristiano
debe buscar al Señor primero y por encima de todo. Dios
espera que todo cristiano crezca. Por ejemplo .. .
'Pf' El apóstol Pedro escribió: "creced en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesu­
cristo" (2 P. 3: 18).
1J' Asimismo, nos exhortó con estas palabras: "desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por e lla crezcáis para salva­
ción" (1 P. 2:2, cursivas ai'iadidas).
'lf Y el autor de Hebreos, en el capítulo 5, amonestó a
sus lectores con este severo reproche: "Porque de­
biendo ser ya maestros, después de tanto tiempo ,
tené is necesidad de que se os vuelva a enseñar
cuáles son los primeros rudimentos de las palabras
de Dios; y habé is llegado a ser tales que tené is ne­
cesidad de leche , y no de alimento sólido. Y todo
aq uel que participa de la leche .. . es niño" (vv. 12­
13). En otras palabras, es tos creyentes no habían
crecido.
¿1;ómo crecemos pues en el Señor? La r_es p~esta es:
Poniendo
,
a Dios prime7" o. Así se produce el crecimiento
--.---"'"""
es piritual. Y la manera más conocida de poner a Dios pri­
me ro es leer su Palabra, la Biblia, y obedecerla. Me agrada
pensar en el crecimiento espiritual como un proceso en
tres pasos . Al leerlos, ten en cuenta que todos son indis-
Crecer en el Señor 17
pensables para c recer en el Señor. No existe n atajos para
el crecimiento espiritual.
Paso #l-Descubre por..!!lc0io r!e~~ura~e la Bi­
~ lo que Dios dice de tI! Y.!9..? y la manel~!!1 0 .
Él desea que vi~S. ¿Cómo lograrlo? Escuchando
el corazón de Dios que se expresa en su Palabra,
leyendo y meditando en las enseñanzas de la Bi­
blia. Asimismo, aprendiendo más acerca de Él y de
sus normas para la santidad.
Paso #2-Discierne al estudiar la Biblia el significado
y. las implicaciones de lo qlll;l l ee~ En este punto
oras y buscas comprender lo que Dios dice en su
Palabra.
Paso #3-Pr..actica k'Vl ""_U"~
dis­
cernis~e. En este paso pones en práctica lo que ya
sabes que es la voluntad de Dios para tu vida. Aquí
pones tu conocimiento en acción .
¿Cómo está tu corazón?
Ahora déjame hace rte una pregunta: ¿Cómo está tu co­
razón? ¿Es fuerte en la fe ... o débil ? ¿Es un corazón apa­
sionado ... o quizás ha perdido su fuego? Una mujer, y una
esposa conforme al corazón de Dios es a lguien que le busca
con fuerzas y le sigue de cerca (ver Sal. 63:8). En conse­
•
cuencia, orar y reconocer áreas débiles o pecaminosas en
tu andar con Dios puede conducirte a un mayor crecimien­
18 U NA ¡;;S POS A CONFORME AL CO R;\Z()N D8 DIOS Crecer en el Señor 19
f·· ·.,
. - - - - - G, too D!os quiere que desarrolle­ diaria, incluso de mi crecimien­
Dios quiel-e que mos músculos espi.ri tuales a fin La decisión más
to espiritual . Yo decido si mi re­
desarrollemos de fortalecernos lo suficiente
importante que
lación con el Señor es realmente debes tomal­
músculos para enfrentar los poderes de importante para mí o no. Yo de­
espirituales afin cada día como
este mundo y resistir sus pre­ cido si me esfuerzo por crecer, o
de logmr la esposa es darle
siones. Dios nos manda: "No os 110. Yo decido si planeo el tiem­
fortaleza al Señor el
conforméis a este siglo, sino po para crecer, encontrarme
necesaria pat-a primer lugat-.
transformaos por medio de la con Dios a diario, detenerme,
ser el tipo de renovación de vuestro entendi­ meditar, y escucharle a través
esposa que Él miento" (Ro. 12:2). de la lectura de mi Biblia, o no .
desea. Tengo otra pregunta para Como puedes ver, que rida, nosotras mismas resu lta­
.,'" " _ _ _ _-1
ti: ¿Estás satisfecha con tu si­ mos ser las mejores aliadas , o las peores enemigas en
tuación actual, tu madurez espiritual y tu ritmo de creci­ nuestra propia vida, en virtud de las decisiones que tome­
miento? Si es así, no crecerás más. Por el contrario, si hay mos en cuanto a nuestro crecimiento espiritual. Recue¡'
en ti un anhelo santo de c recer en el Señor, de conocerlo do que en una ocasión, algun os meses después de mi
de manera más profunda e íntim a, de ser una mujer con­ conversión, le escribí una carta mu y entusiasta a Dios
fo rme a su corazón, de esforzarte por agradarle, de vivir acerca de mi vida en ese entonces . Era una especie de
conforme a sus designios, de semejarte más a Cristo e pacto con Él para proponerme crecer, un compromiso
identificar, enfrentar y vencer hábitos o conductas peca­ para crecer en Él. Allí expresaba mis deseos de madurar
minosas .. . entonces tu corazón es tá dispuesto y sensible en mi vida cristiana, así como de honrarle y servirle. Tam­
para crecer en el Señor. bién anoté los puntos de mi vida como esposa y madre que
sin duda necesitaban mejorar. y por último, los hábitos
Disponerse para crecer que podían catalogarse como "pecam inosos", con el áni­
No dudo que tengas tantas ocupaciones como yo. Para mo de acabar con ellos . Escribí mi oración a Dios pidién­
ser sincera, cada mañana que me levanto me pregunto si dole que por su inmensa gracia me ayudara y me
podré cumplir con todo lo que me he propuesto y si tendré sostuviera en mi deseo profundo de crecer.
todo el tiempo y las fuerzas que exigen mis responsabilida­ Guardé la libreta en la que escribí mi "carta de com ­
des en el hogar y la comunidad . Hasta que por fin descubro promiso" a Dios hace tantos años. Ya ha envejecido (i casi
que soy yo quien está al mando de gran parte de mi agenda treinta años!), ¡y le doy gracias a Dios por haberla escrito

20 UNA ESPOSA CONFORMI, AL CORAz6N DE DIOS
con tinta y no con lápiz I Ahora quisiera pedirte dos cosas.
En prime r lugar, ten presente que es ta es la sección de
compromiso de este capítulo. Dicha sección se repite en
cada capítulo y nos invita a toma r la decisión de crece r,
eambiar, ac tua r, quitar y poner hábitos y ac titudes según
la dirección de Dios, de paga r el precio de seguir a Dios,
ponerle en el prime r lugar sin importar cuánto cueste ni
cuánto exij a de tu parte. Mi corazó n late en este prec iso
instante en que escribo ace rca de la decisión más impor­
tante que tú y yo debemos tomar a diario, que es pone r
prim e ro lo primero y elegir lo que nos permita crece r en
el Señor.
Segund o, quiero que ano tes tu compromiso pe rsonal
c on Dios e n tu propio estilo, e n rus propias palabras y lo
que nazca de tu corazón. Asume e l compromiso y la deci­
sión de convertirte en la muj e r y en la esposa que anhelas
ser, una muj er conforme al corazó n de Dios, que cumpla
con su voluntad en todo (Bch. 13:22). ¡Al hacerlo te sen­
tirás dichosa! Y dicho sea de paso , guárd alo en un lugar
espec ial y léelo con frecuencia.
Procurar el crecimiento
El precioso e invaluable crecimien to espiritual requie­
re el mismo cuidado y esmero que c ualquier habilid ad o
talento. ¿En qué consiste ese cuidado?
El crecimiento espiritual requiere disciplina.
Ganar una carrera exige determinación y disci­
plina. Pablo usa este eje mplo pa ra explica r que
Crecer en el Señor 21
liI~~.!llim.@ uJlJ!i'!:~ajo ard uo,. la _ J
negación de sí mism o y una .J?r~r~i~n
e~~lli.n1~. Com o c ristian os, estamos e n una
carrera cu ya m eta es la reco mpensa celestial.
' La; disciplinas básicas que son la oracióll , el e;.
tudio de la Biblia y la adoración nos entren an
{ -para correr con vigo r y resistencia No te confor­
mes con observar desde la tribuna. No te limites
a correr un par de vueltas cada mañana. Entré­
nate con diligencia sabie ndo que tu progreso es­
piritual depende de ello.
El crecimiento espiritual requiere la n egación
de sí mismo. A veces debemos renunciar a algo
que nos agrada para hacer la voluntad de Dios.
El tipo de disciplina y de negación de sí que
debe asu mir cada persona depende de sus debe­
res específicos. Sin una meta, la disciplina no es
más que un castigo. Con la me ta de agradar a
Dios, negarnos a nosotras mismas resulta insig­
nificante si lo comparamos con la recompensa
e terna e impe recede ra que reci biremos.'
Querida amiga, no cabe duda de que tus "deberes es­
peciales" como esposa requieren disciplina y la negación de
ti misma. Por otro lado, ¿cuál será tu recompensa por bus­
car con diligencia el crecimiento? ¿Qué tal un espíritu afa­
ble y apacible, que es de grande estima delante de Dios (1
.--­
P. 3:4)'J ¿Qué tal honrar a Dios al obedecer su Palabra y su
voluntad para la mujer casada (ver Tu . 2:5) ?_
22 U NA ESPOSA CO NfO~IE AL CORAZÓN 08 DIOS
Cosechar h lS b endiciones de Dios
¡Ay 1 Me adelanté a lo que iba a tra ta r. Esta es la sec­
ción que habla de las ben diciones, y s in emba rgo ya men­
cioné dos ve rdades del c recimi en to espiritual. Sigamos
adelante y consideremos otras bendi ciones que cosecha­
rás al crecer en el Señor. Si procuras c recer verás que ...
Tu comportamiento cambiará. ¿Cómo? Será m ás se­
mejante al carác ter de Cristo. Serás más como Él a m edi­
da que la Palabra de Dios y tu anda r en obediencia se
comb in en para conforma rse a su image n (Ro. 8 :2 9). En
pocas palab ras, tu vida se rá t ransformada.
Tu relación con tu esposo cam biará. (Y, di cho sea de
paso, ¡lo mismo sucederá con todas las de más personas').
Al tiempo que tu comporta mien to cambia (pa ra bien, por
s upuesto), que consolidas bue nos hábi tos, que atiendes
cada vez más a los manda tos di vinos y creces en el Se ñor,
serás una mejor esposa. Podrás exp resar en mayor m~.b
•
di!. el amo r, la paci e nc ia , la bo nd ad_)'.l..~ ad de
D~. ~/~~ r a r á s un espíritu de ma nsedum b.ro-"y-oondad ,
s i ~e n c i o n a r un mayo r autocontrol (Gá. 5:22-23) . Por
todo esto, ¿sería lógico pensa r q ue estos cambios espiri­
tuales trans formen y be ndiga n tu vida y la de o tros, y ante
todo la re lació n más íntim a que compa.rtes con tu espo­
so? Así es ... ¡y así será l
Pie nso en la manera como afectarán dichos cambios la
vida de tu amado esposo. Él se sentirá más tranquilo, en vez
de e~pe!ar la próxima explo~I:Pf6.Xilllo___ue.
Crecer en el Señor 23
Se sentirá más a gusto contigo, sabiendo que los dos pue­
den comunicarse en un ambiente de paz. Te ap reciará más
como esposa a.l percibir tu interés genuino y el apoyo a sus
iniciativas. Más aú n , qui zá se muestre dispuesto a hablar
contigo y aborde temas de mayor profundidad (como asun­
tos y retos en su trabajo), en vis ta de que hay alguien sa­
bio, tie rn o, sensible y compre nsivo que lo escuc ha y con
Recibes bendición . Es indiscutible que el crecimie nto
trae recompensas. Vas a experime ntar gra tifi cacjo nes i!l­
1~sc ri ptihles al ve r cU~9~~z e~" de maneja r los retos y
las dificultades de la vida, al mara villarte por la paz men­
tal que disfrutarás , al ver que tú (¡maravilla de maravi­
llas!) escuchas tus propias palabras de sabiduría y
manifestando ánimo y consuelo a tu amado esposo. Oh ,
¡sin duda serás bendecida ! Y cuando goces de ta n tas re­
compensas y bendiciones solo hay un a respuesta posible
y un a pe rsona a quié n agradecer. ¡Vuélvete entonces a J
Dios ~gratitud y recon0c.imie nto por su gracia in fin ita 1
r:)(;~N(( (i (('IW',( · ,(
Durante una velada especial, Jim y yo tuvimos el pri­
vilegio de cenar con el fun dador de publicaciones Harves t
House. Es te admirable ho mbre respondió con gran since­
ridad nues tros in te rroga ntes e hi zo un a afirmación q ue
 Crecer en el Señor 2S
24 UNA ESPOSA CONI'ORME AL CO I~\Z()N DE DIOS

nunca olvidaré. Dijo: "S~~,n_tres palabras para ve n.~ ~etalles que trai1sforman
der un li bro: Eácil,PJlJ.Qt..v hogar" .
-- ~
Mi amada lectora, mi intención no es vender algo, pero
l. Lec tu Biblia a diario.
déjame decirte lo que pienso después de releer este pri­
Recuerda que cualquier cosa es mejor que nada,
mer capítulo. ¡C?recer en el Señor esJácifJ Nada tiene de
de modo que procura leer tu Biblia por lo menos
nuevo ni revelador. Sí es transformador, pero quizás tú ya
cinco minutos di arios . Es lo que por lo general se
conoces estas pautas básicas y fáciles (¡ de nuevo esa pa­
requiere para leer un capítulo bíblico. Debido al
labra l ) para el crecimiento espiri tual. Esto me hace pen­
tema que trata este libro y en especial al del próxi­
sar en los libros de cocina que me regalaron en mi boda,
mo capítulo, sugiero esta agenda de lectura para
cuyas recetas eran básicas y fáciles, así como los prime­
tus primeros cinco días:
ros pasos e instrucciones culina rias. Tan fácil como fu e ra
posible. ¿No te parece grandioso que Dios nos haya hecho Día 1 Génesis 1
fácil el camino para alcanzar algo tan misterioso y profun­ Día 2 Génesis 2
do como el crecimiento espiritual? S.2l2. necesitamos c<t Día3 Gé nesis 3
nacer la-f-e.c.e ta básica de llios para llegar a ser una mujer Día 4 EfesiOS 5
#' ~ . , .' -- .' ­

y una esposa conforme a su co ~n ... y seguirla al pie de Día 5 Colosenses 3

la letra. De esa forma se perfecciona toda "obra maestra".
Luego , lee el capítulo 4 Y termina el libro de Géne­
¡Mi oración es que tú y yo lleguemos a serlo s iguiendo con
sis leye ndo un día a la vez, un capítulo a la vez.
fidelidad estos pocos y sencillos pasos para crecer en el
Señor! 2. Ora por tu esposo tres veces al día.
Ora antes que él se despierte, al mediodía , y justo
,,:_/( ., antes que él regrese a casa. Parece un ejercicio fá­
cil de practicar a diario durante una semana. ¡Sin
duda desearás ha.ce rlo toda la vida!

3. Planea ir a la iglesia esta semana.

No importa si has sido inconstante en tu asisten­
cia a la iglesi.a, o que no hayas vuelto, o que no se­
pas dónde ir. El hecho de planear tu asistencia a la
 26 UNA ESl'OS¡1 CONFOR,IIE ;I L CO RlIZ6N DE: DIOS
iglesia es ta semana te pondrá de nuevo so bre la
ruta. Ano ta esta importa nte "fecha" en tu agenda.
En seguida , llama a algunas iglesias locales o ami­
gos para conocer el luga r, la hora exacta de los cul­
tos semanales y cualquier información relac ionad a
con programas para parejas o para tus niños. Lue­
go, en la víspe ra, alista tu Bibli a, planea un desa­
yuno rápido y acuésta te más temprano.
Es importante que hables con tu esposo acerca
de tu deseo de asistir a la iglesia. Pregúntale si le
,gustaría acompañ arte e intentarlo. Dile cuánto
aprecias su opinión. También cuéntale lo que has
ave riguado y pregúntale lo que piensa. Si no quie­
re ir a la iglesia contigo , está bien. Tu mi sión es
mostrarte deseosa, contenta y decidida en cuan to
a tu propia decisión de asistir a la igles ia . El traba­
jo de Dios consiste en obrar en el corazón de tu es­
poso. Y, por supu cs to, i también orarás por éll
4. Inscnbete a un curso o una clase d e estudio bíblico.
Sé que es tás mu y oc upada, pero nunca deberás
estarl o demasiado para cuidar tu crecimiento es­
piritual. Este "pequeño" ejercicio podría d eman­
dar algunas ll amadas telefónicas, pero hab rá valido
la pena tras experimentar el gozo desbordan te de
crecer en el Seilor. ¡Esa es la esencia de la trans­
formación de tu vida y de tu matrimonio l
Crecer en el Seño?' 27
5. Adquiere o p ide prestado cua lquier libro cristiano.
Pídele a tus amigas y a otros cristianos que te
recomi e nden algun os de sus libros predilectos. Es
imposible comprar todos los libros, pero pu edes
hacer una lis ta que te permita reco rdar cuáles
comprarás en e l futuro. Recuerda hacer uso de la
biblioteca de tu iglesia . Se sabe que "lee r 15 minu­
tos al día hace pOSible leer 25 libros al año".' ¿ Po­
drás "rasguñ ar" 15 minutos hoy ... y cada día? A
medida que ap re nd as de los escritores, los maes­
tros y los eruditos qu e comparten su conocimi en­
to y su pasión por Dios y su Hijo ¡tú conocimi ento
ta mbién crecerá!
6. Redacta uoa carta de compromiso con Dios.
En un a hoja, esc ribe tu anhelo de crecer es piritual­
mente. Solo te tomará unos cinco minutos .. . ¡pero
ese ins tante podría significar poner en marcha tu
propio destino!
 ."')
¡.;..

@rabajar en equipo

Mejores son dos que uno;

porque tienen m ej01- paga de su u-abaja

ECLl~SI¡\ST(;S 4:9

v :) omo lo afirm é en el capítulo ante ri or, mi expe r­

«( ienc ia consis tió e n sobrevivir, más que vivir, trein ­
ta años sin principios _Luego, siendo una recién conve rti­
da y habiendo fracasado tristeme'n te como es posa duran te
ocho añ os, anhe laba saber con exactitud lo que Dios h a­
bía planeado revelarm e para conocer, obrar y ser. Ya era
un a nueva cri atura e n Cristo y quer ía descu brir la " nue­
va" forma, prescri ta po r Dios , para ser es posa_ As í es que
ahondé en mi Biblia ( ¡que tambié n era nueva! ) pa ra escu­
drii'íar sus enseñan zas ace rca de mi pa pel como esposa .
En res ume n, esto es lo que descubrí con res pecto a los
roles del esposo y de la esposa, que juntos for man la CQID­
12Lnación perfecta. A medida que ava n zas en tu lectura
notarás que el plan de Dios es muy senc illo.

29

JO UNA ESPOSA CONfORM8 AL CORA ZÓN DE DIOS
La combinación perfecta de Dios
Con el propósito de aprender los principios bíblicos, te
exhorto a invitar a Dios a que abra tu corazón a sus ins­
trucciones y a su plan para ti como ésposa. Además, per­
severa en ello con todas tus fuerzas. Me refiero a las leyes
sobre las cuales se fund amen ta el matrimonio, que nunca
han cambiado ... y nunca cambiarán. iAq uÍ vamos!
E~ está llamado a dirigir en su ma~i~
s1!;./arr~Mia.
En los términos más sencillos, c uando Dios
creó al primer equipo de esposos, el hombre y la muj er re­
cibie ron como pareja es te mandato: "Fructificad y multi­
plicaos; llenad la tierra, y sojl.! zgadla " (Gn . 1:28). Sin
e mbargo, tras la caída por el pecado , las cosas cambiaron.
Dios le dijo entonces a la mujer en Génesis 3 :16: "tu de­
seo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti " (o "será
tu amo" / "te dominará", NVI) .
Más adelante, en el Nuevo Testamento, Dios reitera este
principio: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor; porque el ma rido es cabeza de la mujer. ..
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo esté n a sus maridos en todo" (Ef. 5:22-24). Tam­
bién dice: "Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como
con viene en el Señor" (Col. 3:18). Esto significa que así
como nos sometemos al Señor, debemos esta r dispuestas a
aceptar el liderazgo de nuestro esposo.
(Una observación: ¿No te parece interesante nota¡­
que Dios no les ordenó a los esposos lide rar? Él se di rigió
Trabajar en equipo 31
a las esposas y nos hi zo sabe r que debíamos segui r el
liderazgo de nuestro esposo).
~l esposo debe trabajar y suplir las necesidades de su
elP.~' Todo empezó bien en el huerto de Edén, dond~
ho mbre y la mujer habitaban en un ambiente perfecto.
Con todo , ino debemos olvidar que el final no fu e dicho­
so ! Después que la primera pareja desobedeció, Dios le
dijo al hombre: "con dolor comerás de ella [la ti e rra ) to­
dos los días de tu vida... Con el sudor de tu rostro come­
rás el pan (G n . 3 :17 ,19). Desde que Dios maldijo la tierra
por causa de la rebelión de Adán y Eva, los hombres han
luchado para sacar de ella su suste nto. En otras palabras,
los hombres han trabajado toda su vida y han "sud ado"
para que sus famili as puedan comer y subsistir.
El esposo deb~amar a su esposa. Este principio se
evidencia en d iferentes pasajes de las Escri turas. "Mari­
dos, amad a vues tras mujeres, así como Cristo amó a la
igles ia, y se entregó a sí mismo por ella" (EL 5:25). "Así
también los maridos deben amar a sus muj eres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mi smo se
ama" (v. 28) . "Marid os, amad a vuestras muj eres , y no
seáis ásperos con ellas" (Col. 3: 19). "Vosotros, maridos ...
vivid con ellas sab iamente, dando honor a la mujer como
a vaso más frágil" (1 P. 3:7).
Estas enseñanzas muestran que un esposo cristiano
debe tener el mi smo tipo de amor hacia s u esposa que
Cristo manifestó hacia la iglesia al morir por ella. Un es­
poso tambié n está llamado a tratar a su esposa con un cui ­
32 UN,\ E:;ros.~ CON fORMll Al, CORAZÓN DE DI OS
dado tierno y amoroso, que se evidencie hasta en los más
pequeños detalles, así como cuida su propio cuerpo. Ade­
más, un esposo debe ser amable con su esposa, conside­
rado y sensible a sus necesidades siendo ella "el sexo
débil", y desechar toda amargura y hostilidad.
La esposa está llamada a ayudar a su ~o. De he­
cho, podríamos afirmar que esa es la razón por la ·cual Dios
creó a una mujer para Adán, el primer hombre. Cuando
Dios contempló toda la admirable obra de sus manos en el
día sexto de la creación, algo hacía falta. La Biblia relata:
"Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a
todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda
idónea para él" (Gn. 2:20). "Y dijo Jehová Dios: No es bue­
no que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él"
(v. 18). En otras palabras , el hombre necesitaba a alguien
"que compartiera sus responsabilidades, se identificara con
él y fuera empática y amorosa, que le colaborara de todo
corazón en el cumplimiento del plan de Dios".' El resulta­
do fue Eva, la primera mujer y la primera esposa. Ella fue
la ayuda que Dios creó para Adán. El1a fue la solución a la
necesidad que tenía el hombre de compañía y ayuda. Jun­
tos formarían una unidad completa.
L.f!-Ji§.TLO->'i1J._esJ.f.i.1lE:!nada a sometel-se a su eSPo~o.;.-Esto
tiene mucho sentido después de aprender que el esposo
está llamado a dirigir el matrimonio. Si alguien está llama­
do a dirigir (tarea que Dios designó al esposo), entonces
alguien debe seguirle (para lo cual Dios designó a la espo­
sa). Podríamos repetir un poco lo que Dios ordena: "Casa-
Trabajar en equipo 33
das , estad sujetas a vuestros maridos ... como al Señor. ..
como conviene en el Señor ... estén sujetas a sus propios
maridos".2 Esto significa que las esposas deben amoldarse
allideraz20
~"pe1:a.r.a...su.es:¡:lOso_DioS enseña: "y
la mujer respete a su marido" (Ef. 5:33). Una esposa cris­
tiana .debe "reverenciar" y respetar, alabar y honrar a su
esposo. Y por último .. .
La espo sa debe ama¡- a su esposo. ¡Aquí es donde em­
pieza la diversi ón! Las mujeres casadas deben "amar a sus
maridos" (Tit. 2:4). En otras palabras , debe mos ser afec­
tuosas y tratar a nues tro esposo con amor, gozar de su
compañía y estimarlo ¡como al mejor amigo!
¡Qué combinación más perfecta! El esposo dirige,
ama, y trabaja duro para proveer, mientras la esposa le si­
gue, ama , ayuda y valora sus esfuerzos .
Seguir el plan de Dios
¿Sabes cómo algunas mujeres pretenden seguir el plan
de Dios ? Supervisando a sus esposos. Ellas conocen los
de beres que Dios le ha encomendado a su esposo y cómo
debería portarse. Saben bien el trato que deberían recibir
por parte de él. Y en vez de velar por su propia fid elidad a
la tarea que Dios les ha encomendado como esposas , pre­
te ~en actuar como el "Espíritu Santo" en la vida de.su
esposo, señalwdo.$l_~.Jaltas y defectos. Estas esposas aún
pueden adoptar una actitud de "si haces esto ... entonces" .
 34 UNA ESPOSA CONrOR>\oIE AL CORAz6N UE DIOS Trabajar en equipo 35

En sus corazones (y qui zá de manera audible), dicen: "Si Llena de amor la vida de tu esposo.

él hace esto o aquello , entonces yo haré esto o aquello". Con tu ayuda engrandece su vida.

Supeditan la obediencia a sus debe res como esposas a lo Sigue su liderazgo con un corazón dispuesto.

que·hacen sus esposos. Valora a tu esposo con Slltllo-.resp.etD-­

Existen dos razones por las cuales expuse los deberes
de ambos esposos en este capítulo. La primera es que tú y Pero ¿ q ué si. .. ?
yo debemos conocer lo que la Biblia eIlRe~erca del
En este punto debo hacer una pausa para mencionar
matrimonio. Y la segunda es que si~~ SO U19s conscientes del
dos situaciones que enfrentan muchas esposas (¿tal vez
papel y de los de ue corresponden ª-E..lIestro espC?­
tú, querida?). Casi puedo escucharte preguntar. ..
s~comprenderemos la inmensa carga que reposa sobre
"Pero ¿ qué pasa si mi esposo no es cristiano?" . En re­
sus hombros y podemos llegar a ser una mejor "ayuda".
sumen, la Palabra de Dios y tus deberes se cumplen tam­
De ninguna manera sugiero aquí que debas supervisar o
bién en tu caso. 'fu misión de parte de Dios no consiste en
calificar el desempeño de tu esposo . (Eso no resultaría
cambiar a tu esposo ni salvarlo. Ambos milagros ocurren
muy "respetuoso", ¿no es ase)) Tampoco sugiero en nin­
por una obra sobrenatural y divina que solo Dios puede
gún caso que una mujer posponga su obediencia al claro-,
obrar en su corazón. La tarea que Dios te e ncomienda es
mandato de Dios para ella como esposa mientras espera \
amar, seguir, ayudar y servir a tu esposo inconverso testi­
Jque su esposo cambie, madure , tome la iniciativa o se con- (
ficando con un estilo de vida semejante al de Cristo. Por
G ierta en candidato al premio del "esposo del año". No../
otro lado, no puedes esperar que un esposo inconverso se
Dios es claro con respecto a lo que pide de nosotras.
comporte como uno cristiano. Por último , recuerda que
Así pues, debemos examinar otra vez nuestro corazón.
Dios puede ayudarte a hacer cualquier cosa ... incluso
En vez de juzgar a nuestros esposos, evaluemos nuestro
amar a un inconverso.
propio puntaje como esposas. ¿Qué tal te va en relación
"Pero ¿qué pasa si estoy casada con un cristiano pasi­
con el plan de Dios para la mujer casada? ¿ Hay tropiezos
vo? En este caso se trata de un esposo cristiano que no ejer­
en tu matrimonio por no querer obrar como Dios ordena?
ce su liderazgo. Lo que sucede es que sin importar cuál sea
¿Hay a lgún contlicto por no ceñirte a la receta divina para
tu pregunta, lo que él responde es: "Tú decides", "lo que tú
un matrimonio feliz cuyos ingredientes básicos son: ~
quieras", o "no es mi asunto". Una vez más, tus deberes si­
c!.ª,.sumis~eto v amor?
guen vigentes en este tipo de matrimonio. Estás llam ada a
A fin de aplicar con facilidad la enseñanza di vina, he
ayudar, seguir, respetar y amar a tu pareja. Es indiscutible
resumido estos cuatro e lementos bíblicos en frases cortas:
 36 U NA ¡;;SPOSA CONFORM E AL CORAZ6N DE D IO S Trabaja¡" en equipo 37

que desearás aprender cómo ped ir dirección y comentar los se en la lis ta de "mejoras". Admito que en mi propia vida
asuntos matrimoniales y familiares. También desearás guar­ los cuatro pun tos clave parecieran gira r en círc ulos . Justo
. dar tu corazó n libre de amargu­ cuando tengo uno bajo control, aparece una bande ra roja
e, ," --... ra y frustración, y tu boca de que me alerta respecto a o tro. Y entonces tengo que de te­
La tarea
c ríticas , desaires y enoj o. Dos nerm e, ~~ev i sa r el programa de acción diYÜ19S reno­
que Dios te ha
cosas negativas no harán una v,! r mi comRLQmiso de c um plir mi parte. ¡Vue lvo al
en com endado no
es cambiar a tu pOSitiva. La falta de liderazgo fundamento '
esposo, sino Acabo de darme cuen ta de algo. Mientras escribía es te
am arle, seguirle, cusa para pecarJ capítulo Jim y yo c umplimos 38 años de ma trimon io.
ayudarle y Sie n to mucho q ue el espa­ Descubrí q ue, a l igual que otras esferas de mi vida, n ues­
cio sea tan limitado en este li­ t ro matrimonio ha pasado por varias "etapas". Por ejem­
bro para tratar este aspecto tan plo, pasa mos por la etapa de criar a los hij os y todas sus
esenc ial del m a trim onio. De múltiples exige ncias y faenas para noso tros como pareja.
hecho, libros enteros se han escrito ace rca de los deberes A veces yo no estaba de ac uerdo con la discipli na que
de las esposas dentro de una gra n di ve rsidad de situacio­ emplea ba Jim con nuestras hijas . En otras ocas iones pen­
nes ma ritales. Sin em bargo, un consejo pa ra cualquie r saba que é l debía pasar más tiempo con ellas . Thm bién te­
ma trimonio de una esposa cristiana se basa en estos prin­ níamos que decidir cómo, cuándo y dónde to maríamos
c ipi os básicos y senc illos. Así que examina de nue vo tu vacaciones (¡sin mencionar cómo pagarlas!). En cada e t,a ­
caso: En tu papel de esposa ¿cómo califi cas en los c uatro pa a lo largo del camino, tu vimos que pasar por los a ñps
puntos clave (ayudar, seguir, respe ta r y ama r)? Una espo­ preescolares , la p rimari a, la secundaria , y hacer muchos
sa conforme al cora zó n de Dios desea seguir el plan per­ ajus tes, así como detenern os a evaluar nues tra vida. Como
fec to de Dios ... con tod o su corazón . p uedes ve r, aunque yo a travesaba todas esas etapas como
madre, también lo hacía como esposa. Jim y yo, como pa­
Volve r al fundmnento reja , las a travesamos juntos. Tuvimos que trabaja r como
Si te pareces a mí, no im porta cuá nto ti empo lleves un equipo para enfrentar Jos retos y salir triunfantes.
casada ni cuán maravilloso sea tu esposo, sabrás que es En tonces llegó la época en que nuestras hijas fu eron a
pOSible señalar un o o dos puntos débiles en tu matrimo­ estudiar a la un ive rsidad, .un tie mpo en el que iban y ve­
nio. Después de todo, ninguna esposa es pe rfecta, siempre nían. Un día nos quedábamos solos .. . y al día siguiente
ha brá luga r para ser mejor, y aspectos que puedan incluir- ellas llegaban con una tropa de amigos. En aquellos días
tambié n empezaron a aparecer h ombres jóvenes que se
38 UNA ESPOS.\ CON FORM8 AL CORAZÓN DE DIOS Trabajar en equipo 39

integraron al conjunto y cuya presencia significó nuevos respetar y amar a mi esposo al entrar en esta etapa del ma­
re tos para nuestro m atrimonio y famil ia. De nuevo , Jim y trimonio que sorpresivamente resultó fabul osa.
yo vivimos esos años como pad res, pero también como Jim y yo he mos atravesado ¡y disfrutado ! otras e tapas
pareja. Eso se tradujo en cons tantes ajustes a nuestros también, como la muerte de nuestros padres y la llegada
papeles básicos de líder y seguido r. (Por esta razón el ca­ de los nietos a la fa milia. Y sé que hay más (¡Dios median­
pítulo siguiente que trata I R.2.2.municac~ tan impor­ te!) que nos espe ran como matrimonio . 1am..b~é-9g~.
tante. ¡Gran rarte del trabaj ~ n equipo se logra m ediante las no rmas, l()syrin cipiQs y 10s_precgJ2tos ..d~ DiQS.pru:a mL
I ~ c~unicación!) como esposaJrunás cambiarán. Son ellos los que confor­
Luego, en el tiempo establecido por Dios, nos conver­ man su plan inalterable pa ra mí como esposa, y para ti
timos en padres de recién casados, una etapa novedosa, también.
ex traordinaria y diferente en la que debíamos adaptarnos
al nuevo rol de nuestras hij as y acoge r a dos maravillosos Gnmdcs transformaciones
ye rn os en el seno famili a r. Tuvimos que hacer nuevos Ahora te invito a hace r una pausa, orar y revisar el
ajustes ... juntos. programa de acción de Dios. Renueva tu compromiso de
Entonces la vida dio un giro seguir fielmente su plan respecto a tu papel en el matri­
después que Jim dejó de traba­ monio. Y recuerda que la me ta es trabajar juntos como un
Tu compromiso
jar tiempo completo como pro­ equ ipo, hoy y todos los días de la vida y a lo largo de las
de seguir el
fesor de teología para quedarse
plan de Dios diferentes etapas que la acompañan .
transformará la en casa como escritor. ¿Qué Tu compromiso de seguir el. plan de O iO"§"RfIra .lJllª- e.s­
atmósfera de tu hace una esposa al ver que ya no posa producirá un cambio sorprendente. "Cómo? 'frans­
hoga¡- y m ejorará despedirá más a su esposo que formará la -; t~era d~lh-;g~r,
.. ' ¡;; ~mu~i;a~ión-como
- _ ..
.. -­
el clima de tu salió a trabajar los últimos 35 pareja , tu propio corazón que rebosará de amor por tu es­
matrimonio. años sino que empieza a traba­ poso, y en tu trato más respetuoso. También mej~E!":~
' - - - - - _ ,.">'. ., - -- - - "
jar con él en casa todo el día? clim a de tu matrimonio, lo cual preparará el camino para
(¡Te sorprendería la cantidad de una 'convivencia armó nica. ¿Y qué pasará con los hijos?
mujeres que me han solicitado escribir un libro sobre esta ¡Ellos gozarán la bendición de vivir en un dulce hogar lle­
"etapa"!) . ¿ Qué hice? Una vez más me volví al programa ini­
no de pa z y armonía!
cial, ¡el programa de Dios! y, bueno, como era de esperarse , Querida esposa y amiga, si somos fieles en seguir el
este no había cambiado. Mi deber consistía en ayudar; seguir,
40 UNA ESPOSA CONroRME Al, CORiIZÓN DE DJOS
plan de Dios para nosotras, las posibilidades que tenemos
por delante son grandiosas. La Biblia hace referencia a los
siguientes cambios que opera su grac ia en la vida de tu
esposo, de tu familia yen ti como esposa al seguir fielmen­
te el plan de Dios:
r? Santificación del inconverso: El cónyuge
inconverso y los hijos de un matrimonio mixto (un
creyente y un inconve rso) son "santificados". En
otras palabras, "el cónyuge cristiano trae gracia
que se derrama sobre el o tro".' ~ significa que
tu esposo y tus hijos gozan del privilegio de pm¡:'
cipar de -la pro tecciÓn de Dios y de tu compá~
cercana como creyente y miembro de la fami~
Dios (1 Co. 7:14).
1f' Salvación para el inconverso: Lo expues to en el
punto anterior (participar de las bendiciones de
Dios gracias a la esposa creyente) puede abrir el
camino a la conversión para el cónyuge y para los
hijos inconve rsos.' Tu esposo que aún no es salvo
puede llegar a la salvación (i por la gracia de Dios!)
al participar de las bendiciones de Dios en tu vida
y observar tu conduc ta que testifica de la llenura
del Espíritu Santo (1 Co. 7:14, 16).
r? Vida espiritual: Un esposo inconverso podría (¡y
solo por la gracia de Dios!) ser "ga nado" para Cris­
to, o un esposo creyente pero sin vida (como el
esposo pasivo que ya mencionam os) p~rí~_
Trabajar en equipo 41
" _..
, ---- -
marse a crecer espiritualmente como resultado de
-- - --- - --,- ­
tu conducta piadosa (1 P. 3:1-2).
Quisiera reitera r que las pOSibilidades son grandio­
sas ... ¡y las bendic iones e ternas e infinitas! ¿Qué razó n
tendríamos para no disponernos hoya ser esposas confor­
me al corazó n de Dios?
"Mejores son dos que uno"
Mi confianza y mi oración son que ya empieces a gus­
tar y comprender la magnitud y la belleza de ser un a es­
posa conforme al corazón de Dios. ¡Qué bendiciones
gloriosas 1 Me fasc in a el versícuhque cité al principio de
este capítulo acerca del trabajo en equipo. De hecho, hay
dos versículos que van juntos :
Mejores son dos que uno;
porque tienen m ejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero;
pero ¡ay del solo! que cuando cayere,
no habrá segundo que lo levante.
E CLESIASTItS 4:9-10
Estos versículos ilustran algunas bendiciones del ma­
trimonio. Es evidente que un "equipo" de dos que hacen
bien su trabajo en unidad logrará mucho más. Asimismo,
el trabajo se reali za con mayor rapidez y eficiencia. Ade­
más, la calidad del trabajo en equipo puede ser superi or a
los esfuerzos de uno solo. En una pareja se cuenta con al­
guien que ayuda en los ti empos de dificultad y alguien con
42 U NA ESPOSA CON fOIU\I E AL CO RAZÓN DE D IOS
qui én compartir la dicha . No hay nada comparable a la
ayuda , la empatía , el compañerismo, el cuidado y la forta­
leza que goza una pa reja cuando trabaja como un equipo .
1. Agradece a tu esposo el hecho d e cumplir su papel.
En ve rdad , dos (tu esposo y tú) ¡son mejor que uno!
r' 1(;;;'la. r/('( J/,a,','¿n
Si eres como la m ayoría de las muj eres, imagino que
te gus ta tomar fotografías para conservar tus preciosos re­
cuerdos y luego ponerlos en un álbum ... para verl os una y
o tra vez . Nunca salgo sin llevar mi cámara fotográfica en
el bolso . ¡No quiero perderme una sola oportunidad
irrepetible'
Bueno, mi amiga, tu vimos el privilegio de asomarnos
al á lbum fotográfico de Dios donde encontramos las imá­
genes de la pareja ganadora. De hecho, la combinación
perfec ta permanece para siem pre como un m odelo para
ap render e imita r. El esposo dirige, ama y trabaja para
2. Pregún tale a tu esposo cómo puedes ayud arle.
proveer, mientras la es posa sigue , ama, ayuda y valora su
esfue rzo. ¿Por qué no proponerte seguir el plan de Dios
con todo tu corazón, alm a, mente y fue rza (¡p ues así lo
exige ' ) para llegar a ser una esposa conforme al corazón
de Dios?
í.. <:~,1_ "''''
3. Manifiesta mayor respeto por tu esposo.
Trabajar en equipo 43
-,
~étalles-qu~ tran~f~rman
Resalta alguna decisión en especial que tu esposo
haya tomad o y que involucra el porvenir de am­
bos. Dale gracias por su trabajo es forzado. En vez
de quejarte porque llega ta rde a casa, porque tra­
baja horas adicionales o hace mayores esfuerzos
en su trabajo , alaba su diligencia, su deseo de ha­
cer todo con excelencia, y su esfuer zo por suplir
tus n ecesidades y las de la familia. Hazle saber
también que aprecias las muchas maneras en que
él te ay uda como a "vaso más frágil ". Dale gracias
por cada intento que reali za para expresarte su
amor. Y no te afanes si no lo hace. S,Q,lCUJlrul.tén tus .
jos . tU §...9ido~u..QQ.¡;a.'tón~-a tefl.~~
;~e...éLe~u..a¡;noc.-):.c.oJ2!J;
ces.,..j W.l bal U$::\:I S.U \1 f t! B
Cada día le hago dos preguntas a mi esposo: ¿Qué
puedo hacer por ti hoy?, y ¿qué puedo hacer para
que aproveches mejor el tiempo hoy? Alístate con
papel y lápiz en mano para anotar, una oración de
corazón y la disposición para ayudar a tu esposo
como él conside ra que podrías hacerlo mejor.
Dios quiere que respetes a tu esposo. Entonces
piensa en algun a forma en que puedas hacerlo. Y
44 UN A ESPOSA CONFORME AL CORAZÓN DE D IOS Trabajar en equipo 4S

luego procede. Que tu ad miración po r tu esposo delante de Él y toma la determinación de seguir el

brille tanto que todos se den cuenta, ¡sobre todo plan de Dios en cada aspecto. Entonces busca la
él' ¿Lo miras cada vez que te habla? ¿ Te abstienes manera de ponerlo en práctica a lo largo del día a
de interrumpirlo? ¿Le pides que haga las cosas en fin de obedecerle . Y para permanecer en esa bús­
vez de darle órdenes :> ¿Tu conversación es cariño­ queda, ¡ora cada día para ser una esposa conforme
sa:> ¿Consideras necesario dejar de desairarlo en al corazón de Dios'
público:> Pienso que no sobra mantener una lista
6. Busca a otra mujer que te ayude como consejera.
de las muchas formas en que puedes manifestar
respeto, solo para recordarlo .. en caso de omi­ Busca a una mujer que cumpla bien con su papel
sión. ¡A veces pasa! como esposa cristiana, una mujer que pueda ayu­
darte a llegar a ser una mejor compañera para tu
4. Piensa en alguna actividad en que puedan cUvertirse esposo. Llámala y pídele una cita. Luego asiste con
juntos esta semana. tus preguntas listas. La sabiduría, el consejo y el
Más adelante trataremos en un capítulo entero apoyo que una mujer más madura espiritu almente
es te aspecto del entretenimiento que es tan esen­ puede ofrece rte en el proceso de conve rti.rte e n la
cial para un matrimonio feliz (ver capítulo 10). No esposa que Dios quiere no tienen precio.
obstante , por ahora recordemos que tu matrimo­
nio se basó en la amistad, y que ese amor de ami­
gos debe cuidarse, como lo dice TIto 2:4. ¡Sé
creativa' Divertirse juntos no tiene que resultar
cos toso, solo invertir tiempo para pensar en algo,
organizarlo y ejecutarlo. ¡Que empiece la di ver­
sión '

5. Ora a fin de seguir el plan d e Dios para una esposa.

Medita en los cuatro principios divinos para ti
como esposa (ver Gn. 2:18 , Ef. 5:22,33, y TIt. 2:4)
y ora al respecto. Consagra tiempo para abrir tu
corazón delante de Dios. Declara tu compromiso
 J

Aprender a comunicarse

La dulzura de labios aunúmta el saber.

El corazón del sabio hace prudente su boca,

y aiiade gracia a sus labios.

PRovEIÚllOS 16:21,23

Q ":'asi toda mujer recién casada regresa a casa de su

{e luna de miel con un brillo en los ojos y sueños en
el corazón a la espera de un interminable camino román­
tico en compañía de su amado. A mí me sucedió. Nuestra
luna de miel fue corta. Solo duró dos días porque debía­
mos trabajar el martes siguiente al fin de semana en que
se realizó nuestra boda. Yo pensé i no importa , tenemos
toda una vida por delante para estar juntos l En verdad
parecía como si estuviéramos en el umbral de toda una
vida de dicha, amor, emoción y pasión.
No obstante, el primer día en que Jim volvió a trabajar
y yo continué mi trabajo en la universidad la vida real co­
menzó. Yo iba a pie hasta mi trabajo con un horario de
nueve a cinco, mientras Jim conducía durante una hora

47
48 U NA ~:~ POSA CONFORME: AL CORAZON DE DIOS
con muchos embotellamie ntos has ta la ciudad d e
Okl ahoma para trabajar en una farm acia ubicada en un
inme nso depósito. Él trabaj aba has ta las nue ve de la no­
che y llegaba a casa tras una hora más en el auto. Después
de verlo entrar tambaleante y exhaus to aque lla primera
noche, de todas form as pe nsé que disfnltarfamos nuestra
prim era cena y noche amorosa en nuestra primera "casa"
(aunque vivíam os en un apartamento de una sola habita­
ción). La escena se repitió a lo largo de toda nuestra pri­
me ra sema na que se suponía arrobadora, hasta que llegó
el sábado.. y Jim salió tambaleante por la puerta a las
cuatro de la mañana pa ra viajar a la reunión me nsual de
la reserva del ejército durante el fin de semana. Al regre­
sar a casa ya ta rde el sábado e n la noche, s'e acostó para
poder levantarse temprano al día s iguiente y retomar su
viaje al trabajo por una sema na m ás. Entonces nos dimos
cuenta de la necesidad de hace r algunos ajus tes .
Toda pareja atraviesa momentos en que se estrella con
la realidad y hace ajustes. Y toda pareja debe aprender a
comuni carse pa ra que dichos cam bios se realicen con cal­
ma. Toda pareja necesita hace r ajustes en la comunica­
ción una .. . y otra ... y otra vez, a medida que los asuntos
en cuestión y los retos de la vida cambian no solo al pasar
los días, sin o en el transcurso de un solo día.
Gracias a Di os que su Palabra nos ofrece principios no
solo pa ra nuestro matrimonio sino en el tema de la comu­
nicación . La Biblia nos enseña como pareja la mejo r ma­
nera de hablar y de escuc ha r en nues tra búsqueda d e
solucio nes al sinnúme ro de retos por dela nte, en medio de
A prender a com unicarse 49
emociones diversas, decepciones y malentendidos . ¡Es tá
a ten tal La sección que presento a continuación es un sal­
vavidas ... ¡y salva matrimonios !
"Como manzana d e oro ..."
En lenguaje poé tico el escritor de Prove rbi os 25:11
describe esta im agen de la buen a comunicación :
Manzan a de oro configuras de plata
es la palabra dicha como con viene.
Que rida es posa, deberías aspirar a semejante belleza
en toda tu comunicación , y muy en especial con la pe rso­
na más importante y cercana a ti, que es tu es poso . A con­
tinuación presento algunas claves que Dios nos e nseña
para una comunicación grata. Tus palabras deben ser .. .
suaves . " La bl anda res puesta quita la ira; mas la palabra
áspera hace subir el furor" (Pr. 15: 1). Las palabras que ele­
gimos afectan a q uien las escucha. Un hablar duroy mor­
da z aca rrea peleas y disputas, en tanto que las palabras
suaves y amables trae n paz. Esta es otra realidad: "i la len­
gua blanda que branta los huesos!" (Pr. 25: 15).
. ..dulces. "La dul zura de labios aumenta el saber" o la
ca pacidad de int1uir (Pr. 16: 21 ). ¿Quieres que pres ten
a tención a tus palabras? Entonces comprende que "los
labios convincentes promueven el sabe r" y el conocimien­
to (16:21 NVI).
... apropiadas. "Panal de miel son los dichos suaves; suavi­
dad al alma y medicina para los huesos" (Pr. 16:24).
 50 UN . \ 8s rOSA CONfOI,,\JE AL- CO RAZ ÓN DE DIOS
Las palabras amables y dulces tienen un efecto medi­
cinal tanto en el cuerpo como en el alma.
....~ . "En las muchas palabras no falta pecado;
mas el que refrena sus labios es prudente" (Pr.
10:19). Entre más hables imás te a~g~~e­
_sar! O tra traducción bíb li ca resulta mu y realista
y gráfica: "~afl.to.....Qierra la boca. i~ ­
mítelo v para el torrente !'" Alguien lo puso e n
estos tér mi nos: "A veces el mejor uso de la len ­
gua es dejarla quieta ".'
.. ~as. "sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo
para airarse" (S tg. 1:19). En una frase más cona,
que tu objetivo sea "esg!!é..ar mucho, hablil.LQQQQ
y no enojarte". ¿Por qué? 'Y~~~_
bre no obra la justicia de Dios" (v. 20) . Nada bue­
no se desprende de la ira pecaminosa.
¿Q,~ que tu conversación se asemeje a maJl~
de oro con figuras de plata? ;,A una fruta de,.2I9 .~ ~­
lates en una canastilla..d.e-Rlata fina ? ¿1..Qvaluable,jndes­
criptible , admi rab le~~t~ des~e?_ EIJ.l..~_s
~rende a hablar con sabiduría ~§jn~to al cQ!!!l,lI1ic~
con tu e~ . Que tus P;¡;b; a; sean suav~s, dulces, apro­
piadas, y por todos los medios, pocas.
"Como un a gotera continua"
¿ Qué ocurre si nuestra comunicación no se ajus ta al
mandato de Dios ? ¿Qué sucede si no prestamos a tención
rlprender a comunicarse 51
al consejo sabio de Dios respecto a nues tra conversación?
Proverbios nos ofrece sus acostum bradas ilustraciones
detalladas en los versículos siguientes:
"~ continua las con tiendas -de la mujer"
(Pr.19:13).
"Mejor es vivir en un rincón del terrado que con
mujer rencillosa en casa espaciosa" (Pr. 21 :9).
"Gotera continua en tiempo de lluvia y la mu­
Je r rencillosa , son semejantes" (Pr. 27:15) .
¡No dudo que ya lo captaste! El!!lensaje es que L1na es­
posa quejumbrosa, m~_
ra-da , regafíona , camorrista y
Que tu objetivo
ag;ia fastidia a su esposo del
sea emp lear las
mismo modo que una gotera
dulces palabras
cOJ1sta nre desespera r "en lo­
propias de una
CJ.~_ce:'. D~ , según lo de­
esposa coriforme
~laran esos Droyerbi~lo
al corazón de
pueden f~ esposo sino
~~. Con el propósito de
huir al imparable goteo de las
palabras agrias y negativas de su esposa, un esposo prefe­
ri rá vivir en el ático , en el patio, en la azo tea, o por qué 11 0
en el desierto. ~star~ i sp.lle~<;to a afrontar la inte~.Lie.,
yr.!.:'.arse de la seguridau la comodidad de su casa, y aun
arriesgarse a ~nfre.nt.ªr la amena za de anima les salvajes
que permanecer un se undo más en presencia de una es­
posa contenciosa .
 S2 UN,\ ESPOSA CONFO RM E AL CORAZÓN DE DIOS
Por esto te exhort~ ~xaminar tus hábitos
comunicalli'.os. ffdele a D.iQs que te muestre si has caí~
dentro d e la categot:ía "CQntenciQsa".. o si practicas la
.."..
dulce conversación que caracteriza a una esposa confor­
me al corazón de Dios . ¿Te preocupas por ti o por tu espo­
so, por ayudarle, seguirle, respetarle y amarle? ¿Sabes
escuchar o te la pasas gimoteando? ¿Tus palabras pro­
mueven una atmósfera de tranquilidad, o parecen UD to­
rrente de destrucción ?
Efectuar una operación radical
Si te disgustan los res ultados del examen de tus
hábitos y temas de comunicación o el fruto que se
.-­
desprende de los mismos (y ¡créem e que toda esposa falla
en este aspecto!), entonces algo debe cambiar. Debes
realizar una ope ración raQk~u corazón y en tu
~ua. N; dud o qu~~nhelo es exp resa rte como es
propio de ' una esposa conforme al corazó n de Dios,
pronunciando palabras agradables a Dios y que te
c.ru:acteric en como una-.-e.s.¡2osa sabia y empáti<:.a. No dudo
que anh eles que tu 'conversación a~~
~·ee.¡.fiqu e tu relación ma trimonial.
Así pues, para lograrlo sugi ero que:
Te pr!:.sentes delante de Dios en oración . H~_e
tus luchas , decepC iOn ~ejas, J!Jl1ar~ra, te~xl!:.a­
c~ . Eso fue lo que hi zo nl1.estr.a--quer.ida-Ana. Ella e ra
una mujer y una es posa conforme a l corazón de Dios. Es
un hecho que tenía un ma trimonio muy conthctivo y una
Aprender a comunicarse 53
situación familiar difícil. Para empeza r la li sta de desgra­
cias, estaba casada con un hombre que tenía dos esposas.
y para completar, Ana no tenía hij os (1 S. 1:2). En cam­
bio, la otra esposa sí. Con todo, las desgracias de Ana no
terminaban allí. A la afren ta se sumaron las ofensas, pues
la otra esposa "la irritaba, enojándola y entris tecié ndola,
porque Jehová no le había concedido tene r hij os" (v. 6).
¿ Cuál fue la solución de Ana? Al analizar la respuesta
a esta pregunta, debemos nota r que Ana es una de las po­
cas mujeres de la Biblia de quien no se menciona algo ne­
gativo. Según concluimos a partir del tex to bíblico, i~~
ata~ esposo ni a la otra mujer. En vez de eso ¿g ué
. hi zo? Ana "con ama rgura de a lma oró a J ehová" (v. 10).
1 - ~
( En su presencia derramó lágrimas de angustia y en silen­
cio oró ante Di os, implorándole y haciéndole promesas '
~specto a su desdi chada vida familiar (vv. 10-13) . .
¿Tal vez enfre ntas una si tuación intolerable y sin sali­
da aparen te en tu hogar? ¿Una que pone a prueba tu re­
sistencia') IdentiÍÍcala por su nombre y preséntala al
Señor en oración. En su presencia puedes expresa r todos
tus sentimien tos y temores. Puedes confesar la amargura
de tu alma. Querida lectora, demos gracias a Dios "Porq ue
no tenemos un sumo sacerd ote que no pueda compade­
cerse de nues tras debilidades , sino uno que fu e tentado en
todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Ace rqué­
monos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para al­
canzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro" (He. 4:15-16), ~,,!~ presenta rl e nuestros
­
.
problemas al Señor en oración .
 Aprender a comunicarse SS
54 UNA ESPOSA CONWR,\IE AL CORAZÓN DE DIOS

Toma la determinación de "arrancar de raíz" lo malo, Si quieres ser sabia, re-

al tiempo que derramas tu corazón delante de Dios y con­ r cuerda entonces que "En las
expresar lo que
fiesas tus faltas en lo que respecta a tus hábitos muchas palabras no falta peca­
quieres decir
comunicativos. En seguida, pídEOle a Dios que te ayude a do; mas el que refrena sus la­

---­
radica en un
reali za r una '~9peración cadic:.a1" en tu forma de habla¡: bios es prudente" (Pr. 10: 19). tablar sabio .Y
\
Pídele ayuda para aml11car de raíz los hábitos, -'~ - ...Un camino seguro para alcan­
zar sabiduría, y acabar con los
malos hábitos, es refrenar tus 1\ '\J2 ersuaswn. .,
labios. ~I o c~ lla . Inté ntalo du­ -
Este principio de emprender una acción drástica se rante un día. Será difícil , pero
basa en una enseñanza de Jesús según la cual el l.r~rá el me~r día cÍ~ tu vida).' jy también de tu espo­ .
SOl Será un día marcado por la sabid uría. y uno de victo­
transgresor de I~.l§.y' de Dios debía c9r.tarse la mano o
sacarse el ojo que lo hicieran pecar (Mt. 5:29-30). Como ria gloriosa , de paz y autocontrol, al punto que desearás
puedes ver, ¡Jesús ordenaUa..1..llliLQperación radical! ( marcarlo en tu calendario. Vivirás ese día como una espo­

Amada, como mujeres conforme al corazón de Dios sa conforme al corazón de Dios.

cuyo anhelo es ser espos~s c9nfo rme a ~u corazón, ~
n~atar de manera drástica nuestros hábi ~~..E.ecamil1Q­
sos al hablar. Son impropios,. infructl;1osos y dañinos. No.
sin·en a l~ntad ni a Jos RI.Qpós itos de Dio? (Stg. 1 :20).
P~r lo tanto , debemos despojarnos de ellos . En resumen ,
¡hay que "cortarlos"!
Te ruego pues que te sometas a Dios. Pídele ayuda para
pone rle freno a una lengua destructiva, desenfrenada,
agresiva y vil. También otro proverbio dice: '~~"­
cuyas palabras son como golpes de espada; mas la le ngua
de los sahios es medicina" (Pr. 12:18). ~c.aü<? n
con tu esposo (¡y con todas las personas') mejorará en un
t.l
Entrar en aCCión~-¡
En un capítulo anterior aprendimos que e l compañe­
rismo es uno de los privilegios y bendiciones del matrimo­
nio. Salomón lo expresó con las palabras: "Mejores son
dos que uno". Es indiscutible que como esposas podemos
expresar nuestras inquie tudes a nuestro esposo. Sin em­
bargo, un hablar sabio semejante a una "manzana de oro
con figuras de plata" y una gran capacidad de pe rsua~ ión
son todo lo que necesitamos para decirlo como correspon­
de. Si fallamos en aplicar estos principios de la comunica­
ción agradable entonces debemos ...

-----­
cien por cien cuando dejes de esgrimir la espada con pa­ i
labras ásperas y ponzoñosas. __- - - - - - ­
 56 U NA ESPOSA Ca NFOR"",; AL CO I\A ZÓN DE D IOS
11"0 hacer un alto (quedarnos calladas),
11", hacer una pausa (de nuestros antiguos e infructuo­
sos hábitos comunicativos),
11", dar un giro (orar y examinar nues tro corazón),
11", renovar la mente (tomar la determinación de obrar
conforme al plan de Dios), y luego
1/"", ac tu ar.
Eso es lo que he te nido que hace r un a y otra vez . Lo
recuerdo mu y bi en. Durante la época en que nuestras hi­
jas eran preescolares, mi amado esposo tenía cuatro (¡ sí,
cua tro') em pleos. Jim había renunciado a su trabajo de
ventas farmac éuticas para responder a su "llamado" al
ministeri o y volver al estudio e n teología. Lo positivo es
que este hombre precioso n o quiso que yo volvie ra al tra­
bajo y dejara a dos niñas pequeñas en casa. En ese tiempo
no solo deseaba que Ji m pudiera pasar más ti empo con
nuestras hij as, ¡sino también conmigo !
~
. Al principio reaccioné ante la nueva si tuación de mane­
ra eq uivocada. Me que~é. Al ver que eso no funcionó , lloré.
En vista de que eso no funcionó, grité. Y ya que eso tampoco
fun cionó, me enfurecí y resentí, sirviéndome de toda clase
de desaires. ¡Me comporté como una niña malcriada!
J-j Dios tiene un plan mejor
Entonces empecé a crecer en mi conocimiento de la
Biblia. Pronto comprendí mejor el papel de Jim como es-
Aprender a comunicarse 57
llOSa cristiano (por ejemplo, que uno de sus d e.he~
proveer para su fami.llit) . También comprendí más acerca
de m~ deberes como esp~~a (uno de ellos era
ay udar a Jim) . Y además descubrí los métodos de comu­
nicación divinos que resultan n o solo los mejores sino los
más excelentes, y de los cuales hemos hablado en este ca­
pítulo. Sabía que el Espíritu redargü ía mi corazón para
efectuar un cambio. Quisiera darte a conocer lo que hice
en mi esfuerzo por aprende r a comun icarme como Dios
quería. Aprendí a ..
.~ Al primer indicio de frustrac ión o de
autocompasión, oraba.
.. ~. Siempre que mis emociones llegaban a un lí­
mite riesgoso , oraba de nuevo, y e n seguida hacía
lo necesari o para detenerlas quedándome callada.
~. Sabía que Jim es taba cansado y casi en el
límite de su resistencia (¡y yo también! ) Por la gra­
cia de Dios aprendí a esperar el momento oportu­
no para hablar. En nues tro caso opta mos por
acordar una cita semanal en un resta ura nte de co­
midas rápidas cercano y con un refresco e n la
mano, mientras una preciosa vecina cuidaba a
Caterine y a Courtn ey.
... anotar. En mis tiempos de espera, oraba fielmente
...,.--­
mientras anotaba todo lo que desde mi perspecti­
va necesitábamos h ablar Jim y yo. Es ta lista in­
cluía asuntos como e l tipo de disciplina que
r, · n .

58 U NA ESPO SA CON I'ORMI, AL C0R1\ Z6N DE DI OS
debíamos e mplear con nuestras hijas, decisiones
pendientes, asuntos financieros. (¡El capítulo
acerca de las finanzas ya se ace rca!)
. '¡$prdar una cita. Si nuestra cita en aquel restauran­
te no funcionaba , me acercaba a Jim para progra­
mar otro momento en el cual pudiéramos hablar
de as untos apremiantes. Al hace rlo, Jim podía ele­
gir el momento más conveniente para él. A partir
de ese momento ambos aguardábamos la hora
exacta de nuestro encuentro.
.. .escribir en de talle. En muchas ocasiones de intensa
oración escribía las palabras exactas que quería
decir, cómo deseaba "p resentar mi caso" y cual­
quier opción o solución posibles. Aprendí esto de
P!zyerbios 15:28: "El corazón del justo piensa
para responder; mas la boca de los impíos derra­
ma ma.la.s cosas" .
.asumir la culea. Esta es mi forma de comunicarme con
...::::=::=
respec to a asuntos serios en un "espíritu afable y
apacible" (1 P. 3:4). El principio que extraje de este
consejo para las mujeres fue (y lo es aún) , que la
mansedumbre asume la culpa. Pe¡míteme explicar­
lo. Con este lema en mente, le diría a mi esposo: "No
comprendo muy bien esto" ... o "no entiendo cómo
aquello podría funcion ar" .. o "me cuesta trabajo
aceptar ese cam bio, ¿podrías ayudarme ... o explicar­
me por favor?". Si no pensara así, diría sin tino algo
Aprender a comunicarse 59
que sonaría adverso y acusador, como: "¿Por qué
siempre ... 7", "tu idea es tonta", o "¿cómo es posible
que tú no ... ?". ¿Notaste la diferencia? Podemos ini­
ciar las frases con el pronombre "yo" o "tú". Es nues­
tra elección . y he descubierto que empezar con el
pronombre "yo" (por ejemplo, "yo tengo un proble­
ma para comprender esto" en vez de "tu idea es ton­
ta"), permite que nuesu'a comunicación como pareja
sea mucho más plácida.
Ahora, ¿qué te pare ce "aprender" a comunicarte? So­
bra decir que estos siete principios (aunque hay muchos
más) , encaminaron mi vida y mi matrimonio hacia una
mejor comunicación y me permitieron gozar de más ben­
diciones. ¡Lo mismo sucederá contigo!
(--{/1;;¡'!r¡ (' ( 't;' )'fD~/11
Me fascina la música, las orquestas y los concie rtos,
Quizá por esto toqué el violín en la orquesta de la escuela
secundaria. Me agrada pensar que hice mi parte y mi apor­
te positivo al conjunto y a la audiencia.
Sin embargo, ¿qué pensarías si el primer día en que
tuviera un violín en mis manos 10 tomara, corriera al es­
cenario , me sentara en una silla y empezara a tocar con
los demás miembros de la orquesta? ¡Qué bullicio hubie­
ras escuchado l ¡Habrías tenido que sopo rtar chirridos,
chasquidos, Y zumbidos !
 j Aprender a comunicarse 61
60 UNA ESPOSA CONFORME AL CORAZ6N DE DIOS
Es obvio que aquello no s ucedi6 . Sabemos muy bie n
lo que demanda participar de forma a rmoniosa en un con­
junto, ya sea una orquesta, un coro, una compañía de tea­
tro, un equipo deportivo ... o un matrimonio. ~~e
ap render la técnica correspoudienl&....LY...wla-práctica c9.n.­
Si pudiera decirte una sola fr ase después de leer este
importante capítulo sobre las habilidades esenciales de la
comunicaci6n con tu pa reja, diría esto: No corras a hablar
con tu esposo , llegando de improviso con cualquier ocu­
rrencia ap resurada a pronunciar palabras duras o impru­
dentes. Más bien , t6mate el tiempo necesario para
preparar tu corazón y tus palabras. l~ídele a Dios QlJ.§..l.e
ayude a disc~nar_ tu meE.!e y las ~b ras que s ~~ de
'- tu boca (ver Sal. 19:14). Que tu aspiración sea comunicar­
-te con tu esposo, bendecirlo, y fomen tar la armonía. Pro­
cura hace r un excelente trabajo al expresar lo que hay e n
tu cora zón de forma constructiva y con sabiduría de lo
alto. Esfué rzate de todas las form as posibles para consa­
gra r tiempo al aprendizaje y la aplicación de las normas
divi nas para la comunicación. Te sentirás complacida de
haberlo hecho. ¡Y te garan ti zo que tu esposo también!
~. ," ,;~f:. .~ ?
'WetaUes que u-ansforman
l. Sigue los principios de Dios para la buena
comunicación.
¿ Tus palab ras son suaves, dulces, apropiadas, po­
cas y lentas? Empieza cada día trayendo a tu me­
moria la necesidad de "desechar" los hábitos
comunicativos que no se conforman a las normas
divinas, y establecer e n su lugar estos c inco eie­
mentoS para una comunicación íntegra. ~
~¡fle teY,uíe cada v~ql.Le te comunicas con tu
~oso.
2. Identifica cualquier hábito comunicativo que deba
desecharse.
Lee el mensaje de Jesús acerca de una "operación
radical" escrito en Mateo 5:29-30 Al meditar en tu
forma de hablar, ide ntifica lo que de be desecharse
y cuándo, ¡sin importar lo que cueste! (recuerda
que la obediencia tardía es desobediencia). Al to­
mar la decisión de "co rtarlo ", ora fi elmen te, anó­
talo en un par de papeles que pongas en tu casa
para tenerlo presente, y depende de la poderosa
gracia de Dios para lograrlo.
Aún recue rdo haber practicado este ejercicio
( ¡y exorcismo') con respecto a mLh<Í;hit.o de grit.ar
... s sie ndo pequeñas es ués que el Señor
me dio la convicci6n. Sabía que era perjudicial y
 Aprender a comunicarse 63
62 UN:\ ESPOSA CONFORME AL CORAZÓN DE DTOS

11 Una palabra gozosa puede iluminar el

destructivo . Y sin embargo lo hacía ... has ta que
día.
me convencí de la necesidad de una ope ració n ra­
,,"Una palabra oportuna puede aminorar la
dical. Claro que hubo altibajos, ¡y que to mó mu­
carga:
cho tiempo! No obstante, progresé día a día,
~ Una palabra amorosa puede bendecir y sanar.
decisión tras decis ión , palabra por palabra. Dios
me permitió c rece r y cambia r has ta el punto de 4 . No tardes en p edir perdón.
mejorar nuestra vida hoga reña y bendecir a mi fa­ ¡Guan~s_p-e.rdQ!L.p~­
milia. De nuevo te pregunto, ¿ qué debes desechar ~J.llHL.¡:~~~tie.n.te..LQ.
y c uándo ? ¡No importa lo que cueste! ªº~.QillllÍ.D.Q.sas.,JIl.e.i.Ql:L Esta es.]a.-Ill.ej.OL.Y
más eficaz fÓrmula para sortear una situación que
3. Que tu objetivo sea auimar a tu esposo.
.~eru:a.r...Q...g~e.raU\J.gÚJ;¡...confLic to....enJ.!.l
¿Alguna vez has sufrido las "pun zadas" de la len­
...rclac.i.ó¡:¡.-.mat~, y de ese modo triunfa r en
gua afilada de alguien (ver Pro 12: 18)? Y aún peor,
una vida agradable a Digs.
¿alguna vez has causado daños a otra persona con
He descubie rto algunos pormenores ace rca de
tus palabras (como hi ce yo al gritar a mis hijas)?
este "de talle" . Uno de ellos es que un desacuerdo
Tu objetivo como esposa conforme al corazón de
o discusión entre Jim y yo, siempre estanca todo
Dios es ay udar , sanar, y servi r a tu esposo con tus
lo de más hasta que el asunto se arregla. ¡Nada
palabras, no azotarlo ni destrozarlo . O bien tus
ava nza ... y no hay energía disponible para avan­
~~!.i!.s RQ.d rían S~1D~arse a la estocada
zar l En vista de lo anterior, ambos hemos aprendi­
.~da, o irradia r alie nto que sane, edifi­
do a pedir pe rdón sin tardar. También he
que, anime y dispense grac ia a tu esposo (Ef. 4:29).
aprendido que si de manera siste mática confieso

~~
'f Una palabra impertinente puede avivar
mi pecado a Dios, es más fácil pedi rle perdón a mi
esposO porque ya h e cultivado con Él el hábito de
la contienda . decir "lo siento".
"'Una pala bra desp iadada puede arruinar
5. "Di lo que quieres decir, ¡pero dilo con bondad!"
una vida.
Me gusta este consejo que leí en un libro que com­
~ Un a palab ra a troz puede aba tir y matar .
pré en un aero pue rto.' ¡Punto!
,. Una palabra benigna puede allanar el ca­
mino.
64 UNA ESPOSA CONFORME M., COR;\ Z6 N OE: Dlo~

6. Busca agradar a Dios con tus pala bras.

El rey David del Antiguo Testamento oró: "Sean
gratos los dichos de mi boca ... delante de ti , oh
4
Jehová" (Sal. 19:14). Dios es la primera persona a
quien debes agradar con tus palabras. Y ese es el
anhelo de toda muj er conforme al corazón de Dios.

~eleitarse en la intinlidad
PO'" tanto, dejará el hoinbl·e a su padre

y a su madre, y se unirá a su muje1;

y serán una sola carne.

GI~ :\ESIS 2:24

)1/ á que has empezado a crecer en el Señor, a tra­

r./ bajar en eq uipo con tu esposo y a mejorar tu co­
mun icación , hemos llegado por fin al tema cande nte de la
intimidad en el matrimonio. Y créeme, para tener éxi to en
el aspecto sexual y afectivo más vale que seamos fu ertes
en el Señor, que estemos comprome tidas en nuestro ma­
trimonio y que seamos capaces de comunicarnos, ¡pues
todo es to será indispensable!

Crea d os para la in timidad

Ya sé que hemos estudiado el relato en que Dios creó
a la human idad, pero veámoslo de nuevo. Dios creó en ese
momento a la primera pa reja, Adán y Eva. En aq ue l en­

6S
 66 U NA ~SPO SA C ON FORM~ AL CO [V\ZÓN D8 DIOS
tonces todo era perfecto. Todo funcionaba bien . En el
principio, Adán y Eva gozaban de perfecta intimidad por­
que el pecado aún no había entrado en la creación magis­
tral de Dios .
¿Cómo era ese matrimonio perfecto? ¿Qué completa­
ba aquella unión sin mancha? En primer lugar, el ambien­
te que le rod eaba era perfecto (Gn . 1:31). Era el hue rto de
Edén. Por otro lado, tanto el hombre como la mujer eran
perfectos. Dios mismo había formado al hombre d el polvo
de la tierra y soplado en él alie nto de vida (Gn . 2:7). En ­
tonces Dios le trajo una compañera, una pareja , una ayu­
da, una esposa al hombre, a quien sacó de su propia
costilla. ~mujer fue Cr.ea.d~~!.!lOmbce~n-
~" (1 Ca. 11:8- 9).
¡Qué dicha l Cuando Adán vio a Eva por primera vez,
exclamó: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de
mi carne; és ta será llamada Varona, porque del varón fu e
tomada " (Gn. 2:23). Otra traducció n, en un lenguaje e n­
cantador y cotidiano, relata que Adán exclamó emociona­
do: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi
carne " l ¡Imagina su dicha'
En el ambiente perfecto, esta pareja perfec ta gozaba
de una existencia perfecta .. y de una intimidad perfecta.
"Ellos hallaron la dicha absoluta al gozarse en su unión y
en su servicio a Dios" .' La Biblia lo relata de este modo:
"Y es taban ambos desnudos , Adán y su mujer, y 110 se
avergonzaban" (Gn. 2:25).
En el relato de la fundación del primer matrimonio, la
Palabra de Dios establece un principio para toda parej a
Deleitarse en la intimidad 67
casada: "Por tanto , dej ará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su muj er, y serán una sola carne" (v.
24). En otras palabras , el hombre debía "pegarse" y"ad­
herirse" a su es posa .' La pareja entablaría una nueva uni­
dad independi ente basada en la intimidad.
Entonces... ¿qué sucedió?
Sin embargo, algo perturbó el lugar perfecto, a las per­
sonas perfectas, a su matrimonio perfecto y a su perfecta
relación con Dios . En una palabra , pecaron . La serpiente
tc ntó a Eva, qui en prefiriÓ escuchar a és ta antes que a
Dios (Gn 3: 1-6). Eva, por su parte, tentó a Adán, quien
prefiriÓ escucha rla antes que a Dios (Gn. 3:6) ... yenton­
ces toda esa p erfección se desintegró.
¿ Cuáles fueron las consecuencias? Son innum erables,
amiga mía . Y sus ramificaciones persisten en todo el mun­
do hasta hoy . Para nombrar unas pocas:
1'?~ el
pecado irrumpió en el ambiente perfecto de
Dios,
'lf' () la pareja dichosa que es taba desnuda y no se aver­
gonzaba (Gn. 2:25) de repente se turb ó al perca­
tarse de que "estaban desnudos" (Gn. 3:7),
11' obpor primera vez emplearon ropa, pues "cosieron
hojas de higuera, y se hicieron delantales" (v. 7) ,
7f' Q.tanto el hombre como su esposa fueron castigados
por Dios con severidad (vv. 16-19), y

68 UNA ESPOSA CON rOIl1 IE ,\1, CORAZÓN DE DIOS
1P" Adán y Eva perdie ron su hogar al ser expuls ados
por Dios y enviados lejos del huerto de Edé n (vv.
23-24) .
Amada mía, nunca ha habido una separac ión semejan­
te. La entrada del pecado frac turó la intimidad matrim o­
n ial de Adán y Eva, y lo mism o ocurre e n nues tra vida. La
intim idad h a sido una lucha pa ra las pa rej as desd e el día
en q ue Adá n y Eva prefiri e ron escuchar a o tros antes qu e
a Dios, y solo a Él.
Reavivar ]a intimidad
A pesar de lo expuesto, la verdad conte nida en una
declaración previa n os da esperanza. Al principio de es te
ca pítulo me ncioné que la Biblia contiene los principios
e te rn os para cada aspecto de la vida, incluso e l matrimo­
nio. En s u Pala bra a prendemos cómo reavi var, reedificar
y redeseubrir la intimidad . Dios nos en seña có mo vencer
el pecado y la tensión que ahora existe en toda relac ión
huma na como resultad o de "la caída", incluso en un a pa­
reja casada.
(,Cuáles son las ins tru cciones es pecíficas de Dios para
un a es posa que desea buscar y disfrutar de la intim idad
con su esposo? Mi respues ta se basa en el discurso de ce­
remonia matrimonial que tantas veces escuché en mi an­
tigua iglesi a, a cargo del pastor del ministerio para
solte ros. Él solía leerle a cada pareja de novios los pasaj es
bíblicos relacionados con el ma trim on io. Puedo recorda r­
los todos sin necesidad d e revisar mis a puntes. Y lo m ejo r
b
Deleitarse en la incirnidad 69
es qu e es tán en la Biblia, lo c ual garantiza que func ionan.
Ahora, presta a te nci<Ín al por qué y al cómo de la intimi­
dad sexual para e l matrimonio.
En p~~ar, ~por Dios. Él declaró
que tú y tu esposo de ben dejar a sus padres y unirse como
"u na sola ca rn e" (GI1. 2:24-25). El plan de Dios es que
ustedes dos se~·i.D~ intimidad sex ual,
a fin de llegar a se r un o solo, u~mpleto en el otro.
~egundo . la e.rocreac~ Dios desea que la unidad for­
m ada en tre un esposo y SLl esposa mediante la intimidad
sexu al produzca otra gen eración, una descendenc ia que
perpetú e el d esignio divino de multiplicarse JI llenar la tie­
rra (Gn . 1:27-28).
~~~~~~~~ng·~~~d~a~d~s~e~x~ · lI~awalnblé nfue ~
~.¡:....J).i.!lS--CQ!Jl..Q fl\ e nte de ~ paw 10Ul.S.PQgl_s
(Pr. 5: 15-19 ). Dicho place r se disfruta en la medida en que
cada cónyuge decide servir, y no negarse al ot ro (1 Ca.
75 ).
Cuarto~pureza. E.Lsexo dentro del m atrimoni o es
puro (He. 13:4) y proporciona res iste nc ia contra la tenta­
ción sexual. De ese modo , promueve la p ureza de am bos
cónyuges (1 Co. 7:2) .
~. Cada cónyuge reci be de
Dios el m anda to de suplir las n ecesidades físic as del otro
y de velar tamb ié n por la sa tisfacción de las suyas (1 Co.
7:3-4).
.sex to, la prote~. El sexo en el matrimonio cons ti­
tu ye una defe nsa contra la lujuria, la tentació n y las arti­
mañas sed uc to ras y profanas de Satanás (1 Ca . 7:5).
 70 UNA ESPOSA CO N FO~\I E AL CORAZÓN DE DIos. Deleitarse en la intimidad 71

Querida esposa y lectora, i Dios ha hablado! Este es su
plan para la intimidad sexual con tu esposo. Ahora, tu pa­
pel como esposa conforme a su corazón es pensar y ver el
sexo desde su perspectiva divina, y poner en práctica su
Palabra y su designio.
Entrégate por completo
mayor progreso y victoria s~~~y
p~r acerca de l sexo como Dios lo hace. (Recuerda que
en ese preciso punto Adán y Eva se desviaron, dejando de
escuchar a Dios y prefi riendo atender a otros.)
1f Qesecha la timide;.: y la yergüen ;.:a cn lo concer­
niente al sexo con tu esposo. En vez de centrarte

r!- ----~--~------~=-­
Como pucdes ver, e l placer sexual en e l matrimonio es 7
en ti misma (cómo luce o no tu cuerpo, cómo te
gustaría que se vie ra o cómo piensas que debería
é la voluntad de Dios, es su plan , y su don para la pareja. P00 verse), piensa más bien en el plan perfecto de
consiguiente, debes tomar la
Dios: "estaban ambos desnudos .. . y no se ave rgon­
El mayor progreso determinación de entrega rte
zaban", y los dos llegaron a ser "una sola carne"
y victoria en la en la intimidad sin reservas.
(Gn. 2:24-25). Asimism o, piensa en tu esposo y en
intimidad se No será tarea fácil, pues lo que
el deleite que experime nta él contemplándolo (ver
logran en la fluía con naturalidad y armo­
medida en que tú nía en la c reación ahora de­
el~ias ver, manda esfuerzo. Sin embargo,
Ora.. . ¡y lánzate l ¡Entrégate por completo! Entre­
considerar y hay bendiciones en abun dan­
ga tu ser, tu amor, y tu cuerpo a tu esposo según el
pensar acerca de cia para quien anda en pos de
y aprobado por Dios.
la sexualidad un corazón como el de Dios,
desde la que acude a Él y se esfuerza. A 1f Recuerda que la Palabra de Dios dice: "Honroso
perspectiva de continuación , presento algu­ sea en todos e l~m atr imoniQ, YJ;1 Jecho si,Q maHei­
Dios. nas de mis recomendaciones jli: (He. 13:4) . En otras palabras, el sexo ~
para lograr deleitarse en la in­ ~atril1lonio es p~ El sexo no es suci2 f:I~
timidad. Se basan en la Palabra .ml si lo disfrutas con tu esposo. Y de nuevo ¡ora !
de Dios, en mi propia experiencia de "darlo todo", y en la Pídele a Dios que disipe cualquier pensamiento
práctica a través de las diversas etapas de mi matrimonio contrario a sus enseñanzas con respecto al dere­
con Jim. P)J2l1!o notarás que tres de la5..J?uatro recom ~n­ cho, el privilegio y el deleite que Él ordenó para el
~s tie.J.leru:¡ue ver con la megJe. Alcanzaremos un sexo entre tú y tu esposo.
 Deleitctrse en la intimidad 73
72 U NA 8SPOS A CON FO [ ~[ ¡;; A[, CO RAZ ÓN DE DlOS

vuestra incon tine ncia" (1 Co . 7:3-5). En términos

1f ~~e....e.n dar \' recibiLQI&~ r_du..(~nte
escuetos, tanto el esposo co mo la esposa deben
la rclaci ón se~al. Deleitarse en la intimidad no
cumplir con su deber conyugal para satisfacer las
solo es tá bien, sino que es la voluntad de Dios. &,
necesidades sexuales del otro, que son propias y
~~~¡al hacen parte del r.!!'!!:U2er­
naturales. A am\lQs se les ordena no negarse al
f~cto de QiQ,~ra el vínculo ma trimonial. El espo­
ot~e..-a..m.enQS_que...sea
so descrito en Proverbios 5:15-19 se sentía
~ .........
saciado, colmado, satisfecho, y casi intoxicado y ... de común ac uerdo,
ebrio por la felicidad sexual y el afec to q ue le brin­ .. por un tiempo, '"
daba su esposa . Vemos también que Isaac y con un propósito , y ~
Rebeca disfrutaban de algún grado de exci tación .con miras a reu nirse pronto. .
sexual como pareja cuando Abimelec, que era un ---------------------------'
rey pagano, "mirando por una ventana, vio a Isaac
Ilacia el cambio
que aca riciaba a Rebeca su mujer. Y ll amó
A estas alturas espero que hayas comprendido a partir
Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto
de las Escrituras la gran estima y dignidad que Dios le ha
tu mujer" (On . 26 :8-9). En otras palabras, el rey
otorgado a la intim idad sexual en el matrimonio . ¡vIi ora­
observó caricias que son propias de la intimidad
ción es que los versículos que estudiamos hayan tocado tu
conyugal.

'If No te niegues a tu esposo. La Biblia lo dice e n es­

tos términos: "El marido cumpla con la mujer el
vida, tu corazón Y tu matrimo­
!liO.ºO~
l1am~rega rt e por com­
-4t En el aspecto *
se.-'XJual de tu
deber conyugal, y asimismo la mujer con el mari­ ple to en el a~ecto sexual de t~ matrimonio debes
do . La mujer no tiene potestad [o derecho absol u­ ¡patrimonio. y debes hacerlo entTegaTte pOT
to] sobre su propio cuerp o, sino el m arido; ni 'on libertad , con gozo, con sin­ completo ... de
tampoco tiene el marido potestad [o derecho ab­ ceridad, de manera frecuente V mane1-a libTe,
soluto] sobre su propio cuerpo, sino la muj er..1'1!o J~1 vergüe~/Asimismo, de-] sinceTa, gozosa,

~
os n e,~ilis el uno al otro, a no ser por algún ti em­ bes proponerte no negarle este ¡recuente Y
po de mutuo consen tim ien to , para ocuparos don precioso iY es te derecho! despTo'Vista de
'Vergüenza. ¡I!J
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros I~--
en uno, para q ue no os tiente Satanás a causa de ¿Necesitas un cambio en
 74 U NA ESPOS¡\ CONFORME; AL CORAZ6N DI; DIOS
tu ac titud y en la disposición de tu corazón ? Si es aSÍ,
Yflj ¿cómo puedes empezar a supe rar cualquier problema?
í):, Cómo puedes cambiar tu manera de pensar y tu actitud,
' e nriquecer tu vida sexual, )' mejorar tu matrimonio? Al
fin al del capítulo presentaré diversos "detalles" que pue­
des practicar. Por ahora, concéntrate en estos dos "asun­
tos grandes".
1- . 1. ~ro, por supuesto, ~ la ora.ción. Habla con Dios
acerca de este aspecto vi tal )' fund amental de tu matrimo­
nio. Él nos ha revelado su plan, y nuestro deber como es­
posas es darle gracias por ello . Ya que procede del corazón
)' de la mente de Dios, podemos afirmar que es bueno, per­
..-- --
fecto y agradable. En oración, ponte de acuerdo con Di~~
en ~lle e l sexQcon tu esposo es bueno, que tiene su sello
~­
de ap robación, que constituye uno de los derechos de tu
esposo y un privilegio del matrimonio, y que se conforma
a la voluntad divina. Además, en oración, c~)fifiesa cual­
q;:!.er timidez o ~oísfll0-.kl~ava en ti. Con todos los de­
más hombres debes comportarte de manera reservada )'
distante, pero no con tu esposo. Por último, ora declaran­
do un compromiso a creer lo que la Biblia dice, a afe rrar­
te a ella, recordarla y seguirla. Si somos esposas conforme
al corazón de Dios no vamos a escuchar lo que ~l!l!!!190
dice. De ningÚn modo. V?l~OS a escuchar a D19s.
éi: ~ El segundo "asunto grande", consiste en.!~~lar con tu
espo~ acerca de su vida sexual conyugal. Ora antes de
hablar. Ora para expresarte de manera apropiada (¡acué r- ,
date de las normas divinas para la buena comunicación 1).
Ora con el fin de elegir el momento más oportuno para
Deleitarse en la intimidad 75
conversa r. También o ra porque tu esposo esté dispuesto a
escuchar. 1.1.1 ob jetivo es eXPLesarle a tu preciado esposo
que deseas convertirte e.ILJ.l.!11LlIlejor c~pañera s~ , )'.
que estás dispuesta a esforzarte para que todo mejore. (No
olvides que Dios te ayudará a escoger tus palabras). Si tu
esposo es cristiano, p~e por ti y cou.ti.gQ, que te
anime y que hable con franqueza. Si tu esposo no es cris­
tiano, sigue adelante y pídele que te anime y que se co­
munique con sinceridad.
Confiar en Dios
Querida esposa , solo Dios sabe cómo y de cuántas
maneras te bendecirá por tu obediencia sincera en este
aspec to crucial y fundamental de tu matrimonio. Tendrás
que confiar en Él. Sin embargo, puedes estar segura de
que recibi rás bendición. ¡Cuenta con ello' A medida q ue
te dispongas a cambiar en respuesta a la Palabra de Dios ,
confiarás más en Él. Para muchas mujeres (¿ quizá para
ti ?) este es un paso de fe gigantesco. No obstante , Dios
pide la obediencia de sus hijos, y se complace en ella. Qui­
siera reiterar que ¡serás bendecida' ¿No crees que una
bendición para ti sería saber que hay bendición para tu
esposo ? Ambos son coherederos "de la gracia de la vida"
(1 P. 3: 7). ~sta asociaci.ÓIl.E9co tie ne~ ue ver co~s­
~ianismo, pero mucho con el matrimon io, dado que el
matrimonio es "la mejor relació n que la vida te rrenal pue­
de oirecer" .'
 If
76 UN:\ ESPOSA CO NFO n . IE AL CO R,\Z (lN 08 D iOS Deleiwrse en la 'incimidad n

lidad de continuo, tie nes a tu disposición la Palabra de

Cuánto desearía poder verte y habla r contigo en per­
sona. Cuánto me gustaría saber en qué aspec to necesitas
ánimo. En vista de que no es posible, dejaré que mi cora­
zó n hable con base en las cartas que recibo y en las p re­
oc upaciones que muchas mujeres me han manifes tado .
~,C u á l es fu eron sus motivos de consul ta 'J Las últimas tres
mujeres q ue buscaban ay uda y consejo tenían la fortuna
Dios como guía. Si tienes dudas ¡revísala! Puedes pregun­
tarte: "¿Qué desea e nse ñarme Dios sobre la intimidad
sex ual, y cómo puedo avanzar en la aplicación de sl,:is1?ªJ.l...::_
t;;;ara mi m~i!llilli~ Reci!?irás ayudaYhendición
cada vez que prac ticas su v~dad ~--C'S'-SllS instruccio­
~~mé, ¡funcionan !
"' • • ' ("- .• 1 ~

de contar con esposos que hablaban con sinceridad ace¡C

ca de tentaciones sexuales, molestias, irritabilidad y fru s­
tración sexual. En todos los casos, el deseo de sus esposos
e ra compartir la intimidad sex ua l con mayor frecuencia.
A medida que las escuchaba y comprendía, que oraba y
buscaba palabras de aliento, exh ortación y ánim o para
estas amadas he rma nas e n Cris to, los pasajes bíblicos que
estudiamos en este capítulo vini eron a mi mente y luego a
mis labios .
Soy co nsciente de q ue ha y situacio nes distintas y a
veces complejas e n la vida conyugal de cada mujer. Tam­
bién admito que exis ten problemas , y que hay esposos
proble máticos. Le doy grac ias a Dios porque existen pas­
tores, consej eros y mujeres mayores q ue con sabiduría
pueden ay udarn os a aplicar los principios de Dios en
nu estra si tu ación específica . Quizá tú seas una esposa que
necesi te exponer su situación a alguna de estas personas
sabias. Si es así, te animo a hacerlo. Por otro lado, existen
mu chos libros que tra tan situacio nes muy diversas. Te
aco nsejo leerlos. Sin embargo, a l mis mo tiempo, y e n re a-
78 U NA ESPOSA CON FO~ I E AL CORA ZÓN D8 D IOS
1 Deleitarse en la intimidad 79
PbetaUes qu~ ~ranSforman
1. ¡Toma tu agenda y programa los encuen tros sexuales!
¿Cómo te suena mi propuesta? ¿ Fría? ¿Sosa?
¿Aburrida? ¿Poco romántica? Lo cierto es que ha­
blar abiertamente con tu esposo y trazar un plan
jun tos podría cambiar por com pleto su vida sexual.
La intimidad no sucede por accidente , y lo sabes.
Por lo tanto, debes planearlo para asegurarte que
puedan disfrut arla con tu esposo. El hecho de ha­
blar con tu esposo sirviéndote de una agenda, tam­
bién le da a él la oportunidad de manifestar la
frecuencia con que desearía compartir la intimidad
conyugal. Cabe agregar que según los hechos regis­
trados por un consejero matrimonial, todos los es­
posos respondieron que la necesidad número uno
era la :'satisfacción sexual",' después de pedirles
que e numeraran las "cinco primeras necesidades
básicas". Por otra parte , considera que frente a la
misma información solicitad a, ¡las esposas ni si­
quiera mencionaron el sexo en su lista!
2. Habla acerca d el sexo con tu esposo.
Acabamos de consagrar un capítulo al te ma de la
comunicación , y es te es un aspecto primordial en
el cual puedes pone r por obra todos esos princi­
pi os, ¡y empezar a habla r ! Si am bos p ueden con ­
versar de manera agradab le, seria, amorosa, tiern a
y precisa, entonces podrán moverse juntos hacia
un mayor delei te en la intimidad . Después de todo,
¡desearán disfru tarla por m ucho tie mpo l Dos con­
sejeros refiri eron los siguientes hallazgos alen tado­
res: "En nuestra última encuesta nacional
enfocada a los matrimonios duraderos , hemos des­
cubierto que la satisfacción sexual en vez de dis­
.~ ~------~- -
~~~~ ~n las pare jas que
han estado casadas por más de trein ta años"."
. 4
3. Dedica tiempo a los p repa rativos para el encuen t ro
íntimo .
Al igual que una buena comida requiere tiempo
para su preparación , el tiem po de intimidad juntos
también . Piénsalo ... disfrutar de una comida ple­
na precisa planear un menú , buscar las recetas
adecuad as, hacer la lista de ingredientes, ir a la
tienda para comprar lo necesario , pagarlo, inverti r
tiempo cocinando, arreglando la mesa y cada de­
talle en la casa, y luego tiempo para servir, compar­
ti r y saborear. Lo mi smo es cier to respec to al
tiempo romántico con tu esposo ..E..~"p~cesa rio pla­
near un tiempo para pensar re ar todo ,
~ comprar vestuario esp ec i.~.,_l:U~ -
poner el ~ rio y eLá~o , deleita rse sin I2 risa .
¡Vaya' ¡Qué "fi esta" se~ tan afortu­
nado ! ¡Qué afo rtunada tú'
4. P rocuren acostarse a In misma hora.
¡Cuán impor tante es este "detalle" en el aspec to
sexual' Claro, hay ocasiones y profesiones que le
 Deleitarse en la intimidad 81
80 UN,I ESPOS:I CON FORME AL CORJIZ6N DE D IOS

exigen al esposo acostarse antes que su esposa, pero
e n muchos ma trimonios no es el caso. La esposa
simplemente decide acostarse más tarde. Al respec­
to, te hago esta pregunta: ¿,Cómo puedes disfrutar
de caricias , estar libre para un encuentro sexual , sin
mencionar una buena noche de descanso para ti si
un buen baño, arreglar te , ves tirte y maquillarte un
----­
poco? iTaq;iliién un poco de ~~
villas I Una cam in ata de 20 minut~~.íau..
----­
la semana , tonificará tu cuervo v te ~""rl o~-l
~6 kilos en Un aÍlQ si n hacer un solo cambio ~n
~a. Además, perder un poco de peso no cae

no te acuestas al tiempo con tu esposo?
S. ReuulIcia a la excusa d e "je~asia do cansada!".
¿Qué mujer no lo está? (iNo puedo evitar reírme
al hablar de cansanciol) . Con todo , tú eres una
mujer inteligente. Sabes cómo manejar el hogar,
7. Planeen un corto viaje juntos.
criar a los hijos, tal vez educarlos en casa, o desta­
carte en tu tra baj o. Enton ces resulta fácil para ti
identificar lo que puede posponerse o desca rtars e
en tu age nda para evitar el cansancio excesivo e n
un aspec to tan esencial como tu vida sexual. Tu
labor consiste en identificar a los factores que ro­
ban tu descanso y hacer los ajus tes necesarios para
que no te sientas demasiado cansada a la hora de
disfrutar la intimidad sexual con tu esposo, iade­
más de mejorar tu salud y tu bienestar l (PD.- No
sería mala idea contar aquí con la opinión de tu
esposito).
nada mal en el aspecto sexual. Toda mujer aumen­
ta algu nos kilos mie ntras se hace cargo de la coci­
na, la c ri an za de los hijos y centra su vida en e l
hogar. Si este es tu caso, bajar Oe peso te (lará ener­
gía y renovará el aspec to sex ual en tu vida.
Una buena escapada, como solfa hacerse en el pa­
sado, puede renovar tu matrimonio y darles ti em­
po para disfrutar de una mayor intimidad,
conversar, soñar, planear iY divertirse! ~
~ una bend ición, pero una ve7, que empiezan a
- .
llegar, el tiempo a solas juntos debePlanearse. Co-n
planeación , oración y preparación, pueden esca­
p~ por 24 horas sin gastar mucho dinero. '-­

6. Cuid a d e ti misma.
Hay muchos secretos senci llos para lucir más
atractiva para tu esposo. Un buen arreglo personal
solo requiere pocos minutos. ¿Por qué no tomar
 5

C2Y1dlninistrar tu dinero

Mujer 'Virtuosa, ¿ quién la hallará?

Porque su estima sob,"cpasa largamente a la de las

piedras precios'as. El c() m,~ón de su marielo está en

ella confiado, Y no carecerá ele ganancias.

PROVERBlOS ,H :l0...,1l

Hace poco mi esposo Jim me come ntó acerca de unas es­

tadís ticas asombrosas que ponían en evidencia la impor­
tancia del buen manejo del dinero en el m atrimonio.
Dicho estudio afi rmaba que casi el 90 por ciento de todas
las disputas matrimoniales tenían que ve r con la econo­
mía.
Poco después que Jim me contara eso, vi un anuncio
publicitario en la televisión que a ludía a lo mismo de ma­
nera jocosa. El escenario era la sala de partos de un hos­
pital , donde una mujer experimentaba dolores para dar a
luz. A medida que el trabajo de parto avanzaba para la fu­
tura madre, más se le aplicaban medicinas y procedimien­
tos para facilitar el naci mien to. El ansioso esposo estaba

83
 Adminiso-ar tu dinero 8S
84 UN A ESPOSA CONfOI\M E ,\L CO I~\Z6N DE DIOS

el cual vivir y que los hij os lleguen al seno famili ar, la pa­
cerca retorciéndose las manos. Entonces le dijo al médico
reja debe afrontar el tema económico. Aun a ntes de la
algo así como: " ¿Me permite ayudarle'e ¿En realidad ne­
boda, el dinero constituye una preocupació n importante,
cesita todas esas enfermeras?" . Al anestesiólogo le pre­
pues la pareja lucha con inte rrogantes como: "¿Podremos
guntó: "¿ Está seguro de que necesita una epidural? " Y a
salir adelante e n lo económico?" y "¿cómo pagare mos la
su 'esposa le dijo: "Querida, ya han pasado 36 horas . ¿Po­
boda?".
drías apres urarte por fa vor? "
El dinero no solo es importante para una pareja que
En ese momento se escuchó el mensaje com erc ial y
pronto va a casarse, para un matrimonio o para un a familia
descuhrí que era la propaga nda de un seguro médico, cuyo
madura (en la juhilación ye n el ocaso de la Vida), sino tam­
te ma ce ntral era el dine ro. Como puedes ve r, el dinero
bién para Dios. Veamos paso a paso lo que nos enseña e n
afec ta en gran medida a cada pareja en las distintas e ta­
su Palabra acerca de este aspecto de la vida matrimonial.
pas, i has ta el punto de resu ltar fun esto en medio de la di­
En primer luga r, debemos
cha que trae acoger a un bebé en el seno familiar!
~ Hacerlo de­
manda un trabajo esforzado.
El dinero es importante para Dios ¿Recuerdas las funciones que
Al inic iar este capítulo tan importante quisi era resal­ Dios le asignó al esposo en Gé­
tar e l orden particular en que he tratado los asuntos de la nesis 3:17-19? Dios le dijo a
vida m a trimonial. ~e ro , vimos que para una es posa Adán que debía comer y traba­
co nforme al cora zó n de Dios, cada
.
faceta de su yida---..
e m­ jar "con dolor" y "con e l su­
a . , v un com r miso con Dios. dor. [del) rostro" . Sé que en
Luego estudiamos cómo conocer y practicar las funciones muchos matrimonios la esposa
que la Palabra de Dios nos ha señalado como esposas pa ra también apo rta al ingreso familiar. Sin embargo, aquí hago
hacer nues tra parte en el equipo conyugal. En seguida ha­ referencia al hecho de que ese dinero debe ganarse con
blé de la comunicación porque en la vida de parej a todo empeño mediante un trabajo intenso y recio, y no por
debe hablarse a fin de tomar decisiones y establecer prin­ medio del robo, el e ngaño , la mentira, la mendicidad o el
cipios. Por último, tratamos el tema de la intimidad como fr aude .
una llave para un matrimonio feliz. O bserva la ética labo ral que señala la Biblia en los si­
Ahora, considero indispe nsable tra tar el tema econó­ guientes pasaj es. Con respecto al dine ro ohtenido por
mico . ¿ Por qué? Porque aun antes de te ne r un techo bajo medios ilícitos, Proverbios 10 :2 declara: "Los tesoros de
86 U N/\ r:;SPOSA CONFORME AL CORilZÓN DE D IOS
, A dmini.strar tu dinero 87
m aldad no serán de provecho". Al referirse a la pereza, la
mendi cidad y la sinvergüe ncería , Proverbios 10 :4 enseña:
"La m ano negligente empobrece; mas la mano de los dili­
gentes enriquece" . Proverbios 13: 11 recopila en ci e rta for­
ma los principios ya citados: "Las riquezas de vanidad
disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las
aumenta". Por último, Proverbios 28: 19 añade: "El que la­
bra su tie rra se saciará de pa n ; m as el que sigue a los ocio­
sos se llenará de pobreza".
§!1 seg"nd oJ.~..g~an~
Una vez que alguien gana dine ro, el siguiente principio
divino de be aplicarse de inmediato. Tu dinero viene d e
Dios (Dt. 8: 18) y debe usarse para Él, para sus propósitos ,
y por el bi en de su pueblo. Por lo tanto, los cristianos de­
ben tener por costumbre dar pa rte de su dinero con un
propósito, con gene rosidad y gozo, y como un sacrificio .'
Es un hecho que otros aprovechal'án tus dádi vas, que pue­
des alige ra r sus cargas, y a poyar minis te ri os. Te animo
entonces a imitar la conducta fiel y sabia del ama de casa
descrita en Proverbios 31 , quien "Alarga su mano al po­
bre, y extiende sus ma nos al menesteroso" (v. 20) .
¡También considera otra ventaja ! No solo las dem ás
personas saca n provecho , sino tú también. El Señor Jesús
nos enseñó que en vez de hace r " tesoros en la tierra" , de­
bes ac umular " tesoros en el cielo", porque "donde esté
vuestro tesoro, allí esta rá también vuestro corazón " (Mt.
6 :19-21). Una muje r, y una esposa confo rme al corazó n de
Dios guarda su corazón compartiendo con otros .
En te rcer luga r, debem os a~ni s trar y ahorrar el <4­
. ~. El siguiente paso consis te en manejar el dine ro que
le pertenece a Dios. Se precisa carácter y formación para
aprender a vivir de manera fru gal, diligente, c uid adosa y
autocontrolada , así como para cultivar el hábito de aho­
rra r y de estirar el dinero, hacer cu entas Y tomar decisio­
nes sabias. Con una s upe rvisión minuciosa de las
finanzas , tu hoga r ( ¡y tu matrimonio! ) pueden gozar de
pa z y ple nitud . Proverbios hace una promesa al respecto:
"Con sabiduría se edifi cará la casa , y con prudenc ia se
afirm ará; y con c ie nc ia se lle narán las cám aras de todo
bien preciado y agrad able" (Pr. 24 :3-4) . ae.cibirás bendi­
fam ilia. tu_carácte r y para los QI'oyectos Que
emor des a tu llamado como esposa v ama
de casa, de adm inistrar v ahorrar el dinero con solicitud y
-
prudencia, por el bien de tu amada famili a.
Por último, debemos guardarnos de codiciar el dinero.
Como c ristianos, debemos guardarnos de la avaricia y del
amor al dinero. Debemos ser "ricos en bue nas obras, dadi­
vosos , generosos" (1 Ti . 6: 18). Así lo expresa Proverbios:
":Mejor es lo poco con justicia que la muchedumbre de fru-j
ftos sin derecho", y "mejor es lo poco con el temor de
Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación" (Pr. 16:8
y 15 :16). Por su parte, el apóstol Pablo nos exhortó a no
codiciar, ni buscar enriquecernos , o a mar y perseguir el di­
nero, sino más bien " [huir] de estas cosas , y [seguir] la jus­
ticia, la piedad , la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre
(1 Ti. 6: 11). Querida , un d ía tus riquezas se acabarán (v. 7).
Por cons iguiente, entiende que "g~s-I.a-''Piedad
~ñada de contentamie~" (v. 6) .
 Administrar cu dinero 89
88 U NA T>SPOSA CON I'O R,\IE AL CO RA ZÓN DE DIO S

El dinero es importante en el matrimonio

Ya aprendimos más ace rca de lo que Dios e nseña acer­
ca de l dinero, y sabemos que en realidad le pertenece a Él.
Además , que como esposas lo administramos en nues tra
el . . __. k ..... ~'" rt" tll t:>c n o'-i.() V o llc-s.eilS u·. . . ,
esfera de acción, y que ya es hora de tomar algunas deter­
~ o ne eI~rec ha para defe nde r la economía fa,­
minaciones. ¿Estamos dispuestas a seguir el plan perfecto
,;pil.i:n y "",lifíear Sil G~" (ver Pro14 :1). Aspi ro a que seas
de Dios, o no? ¿Atenderemos a su voluntad y a sus ins­
tln~L!IU1je r qlle abunde en toda virtud y fruto de! Espíritu
trucciones, o no? ¿Cómo admini straremos con fid elidad
~ (Gá. 5:22-23) . Tu cu idado solícito de las ganancias
el dinero que Él nos ha confiado ? ¿Qué deseamos hacer
familiares Y del lugar donde vives te permitirá lograr esto
exactamen te con él?
y mucho más, si miras a nuestro precioso Señor para qu e
He subrayado la forma como administra el dinero la
~l en su gracia te conceda el poder para hacerlo.
esposa ideal que Dios describe en Proverbios ~ l: 1 0~L
Todavía recuerdo el gra n cambio que operó en mi cora­
zón , en mi hogar, yen mi ma trimonio, el estudio de la fOI~ El dinero debería ser importante para ti
ma ta n increíble como es ta mujer ga naba y ad ministraba Apenas convengas con Dios en la importancia de esfor­
el dinero para ella y para su familia. A lo largo de los 22 zarte por admi nistrar tu parte de la economía familiar, y de
versíc ul os que describen su vida, está presente el tema del comprometerte con Él para hacerlo mejor con su ayuda, el
dinero y ~s ta adminis tracLón. Las c ualidades de su ca­ dinero y su manejo sabio cobrarán mayor importancia para
rácter brillan a medida que "se ciñe" para trabajar (v. 17) , ti. Por consiguiente, te propondrás no dejar de..
usa su mente para planear y aumentar la riqueza familiar,
'!f' SIal:' porque administrar el dinero de Dios no es
y fabrica bienes para cambiar y ve nder con el fin de
Ssolo un asunto espiritual que requiere disciplinas
incremen tar las utilidades para su amada familia. Como l;spirituales y carácter, sino cuestión de obediencia.
resultado , glorificó a Dios (v. 30), sirvió al pobre (v. 20),
engra ndeció a su esposo (v. 23) Y fu e reconocida por to­ '!f' .Q.¡y:, porque Dios pide que lo hagas.
dos como una "mujer virtuosa" (v. 10). "Su estima", a los
rrf' l~ porque hace rlo dará bienes tar a· tu fami­
ojos de su esposo, de sus hijos y de la comunidad "sobre­

t
ia. Ahorra para la educación de tuS hijos y de tus
pasa largame nte a la de las piedras preciosas" (v. 10).
nietos. Además, para tener una casa o mue bles .
¡Amiga mía' Es un sueño que tú puedas alcan zar ese
Aho rra para la jubilación. O para un viaje especial,
ideal (y yo tambié n) . ~Ji anh elo es que seas una ~

90 UNA BSPOS,I CONFORME AL CORAZÓN DE: O JOS
unas vacaci ones , o un viaje misionero. También,
par,a apoyar el m inisterio de otros.
1t? §.ealizar un presu puesto, porque eso te permi tirá
trazar el curso de tu estilo de vida.
'~ Priva rte de lo que no es indis pensa ble , porque un
sinnúmero de d isciplinas espiri tuales surgen y se
fortalecen gracias a e llo.
'lf ~star alerta an te cualquie r signo de avar i c.i..~, cod i­
cia, amargura y envidia .
'i? Crecer en el conten tamie nto,
Maneja!' tu dinero
Ahora que entiendes mejor los prin cipios de Dios y el
plan para tu dinero , ¿có mo puedes ponerlos por obra e n
tu ma trimonio? ¿Cómo puedes empezar a ma neja r tu di­
nero ... y tu corazón ? A continuación presen to una lista
introductori a de "ideas prácticas ":
'Pi' ~ t réga!>.aniQs las primicias de la totalidad de t~
Lngres~s. Eso nos aconseja la Palabra en Prove r­
bios 3:9-10: "Honra a Jehová con tus bienes, y con
las primicias de todos tus frutos ; y serán llenos tus
graneros con abundanc ia, y tus laga res ,rebosarán
de mosto". Devolverle a Dios parte de lo que Él nos
ha dado prepa ra el camino para una mayo r bendi­
c ión . Te ruego, am iga, que no le des a Dios las so­
bras . Dale lo primero , y lo mejor.
Administrar tu dinero 9 1
rt( i ~ ticª las habilidades c omltn i,.. ..,tivas,,' Habla co.n
9:!. esposo sobre elteroa. Enséñ.ale este libro y ex­
plícale lo que estás ap rendiendo sobre la adm inis­
tración del din ero. Hazle saber qu e te gustaría
conversar en algún momen to . Y por todos los me­
d ios, muéstrate amable, pacie nte, y sabia. En vez
de predicarle y sermonea rle, pídele su opinión .
~ ULa te algunas me tas..pefSOnp1e s }' Clí mple lo§, Ya
sea que tu esposo convenga en habla r del 'tema
económico, cambiar o ac tua r juntos o no, tú pue­
des toma r algunas de terminaciones person ales.
Por ejemplo, controlar tus compras, gastar menos,
trabajar con un corazó n contento, c ultiva r destre­
zas como ama de casa, lleva r una vida más senci­
ll a, o ra r más y ser más c reativa en tu fo rma de
ate nde r las necesidades de tu fam ilia.
'lf .6.Qqui ere un li bro sobre el mane jo fi na ncie ro de l
hogar. Ap rende cómo ser "a uste ra" (en el b uen
sentido), es decir, cómo a horrar, disminuir los gas­
tos, y maneja r la parte que te corresponde del pre­
su puesto familiar. Esto es un apo rte a la economía
familiar y de ningún modo usurpa el liderazgo que
tu esposo está llam ado a eje rcer sobre la familia.
Cumplir con tu parte
Mi an helo y mi oració n son que los versículos citados
en este capítulo te hayan ayudado a ab rir los ojos ¡y el co­
razó n! Hay por lo menos dos mane ras en que como esposa
92 UNA ESPOSA CONFOlu\IE AL CO I~\Z(¡N DE DIo::;
.' - - - ­ conforme al corazón de Dios
i""'Vna aporte puedes aplicar estos principios
n otable a w bíblicos en tu matrimonio y
matrimonio es tu contribuir a till a economía
manejo diligente, exitosa . En primer lugar, ofre­
:,;abio y a ustero, ces una ayuda notable a tu es­
y la supervisión poso con e l manejo diligente,
el presupuesto sabio y austero, y con tu super­
'--_ _'ctmiliar,.---J I
visión del presupuesto familiar.
En segundo lugar, respaldar el
esfuerzo y el tiempo que tu es­
poso invierte a fin de proveer para la s necesidades familia­
res (en vez de sermonea r, re.g añar y quejarte porque
s iempre está trabajando o porquc las exigencias laborales
lo dejan exhausto).
Quisiera. ilustrar esta actitud en el matrImonio co n
una experiencia de mi hija Court ney. En una ocasión en
que Jim y yo la visitamos, Pablo (s u esposo) estudiaba e n
la academia de suhmarin os de l e jército desde las 6 a .m .
(a ntes que los niños se des pertaran) hasta las 10 p.m.
(después q ue ya estaban acostados) casi todos los días
durante un afío. No obstante, contaba con una hora de
descanso para almorzar. Si n contar el ti empo para despla­
zarse a casa y regresar a la academia , Pablo, Courtney y
sus dos bebés tenían 40 prec iosos e invalu ables minutos
para compa rtir ju otos cada día a la ho ra de l almuerzo.
Veamos cómo manejó Courtney es ta situación. Lo pri­
mero y más importante, es que no hubo regaños, sermo­
nes ni quejas. Antes bien , Co urtney dedicab a cada
Administra¡- tu dinero 93
maña na a preparar una de liciosa comida, disponía y de­
coraba la mesa con esm ero, se aseguraba de tener a los
niños descansados, vestidos , y tan encantadores como
fuera posible , horneaba gall e tas y alistaba un te rmo con
café caliente ce rca de la puerta. A las 12:10 se escucha­
ban las vocecitas ansiosas en la puerta para dar la bi enve­
nida a "papá". En un instante los niños estaban instalados
en sus sillas, se elevaba un a oración a Dios, y todos dis­
frut aba n de una de liciosa comida en una mesa adornada.
1\ 1 finalizar los 40 minutos , todos se alineaban de nuevo
en la puerta para besar a papá y despedirlo, mientras
Courtney le pasaba a Pab lo el termo y una bolsa con ga­
lletas frescas que le ayúdarían a pasar la jornada has ta las
10 de la noche.
Que rida esposa, ese es un buen ejemplo (iq ue debe­
ría mos seguir! ) Nues tro l.l a mado cons iste en apoya r a
n uestro esposo al igual que é l nos asis te . .Nosotras alla¡;¡ a­
'P-0s el camino, por así dec irlo simplificando SI' vida con
[Luestra alegría, nuestro apoYo, á ni n.;t0 ' em peño , v nuestra
creatividad y s<lbiduría al plane.ar. Esa es la tarea que Dios
nos ha e ncomendado. Al igual que la esposa sabia de Pro­
ve rbios 31:12 , debemos darle a nuestro esposo "bie n y no
mal todos los días de [nuesLra) vida". Entonces, a su tiem­
po, cosecharemos reco mpensas sin fin. Ya menc io né an ­
tes que en un período de nuestro matrimonio co n Jim él
trabajó casi todo el día y toda la noche en c ua tro empleos
cliferentes a fin de proveer para nuestra fa milia. De hecho,
adem ás de su trabajo en la reserva del ejé rcito duran te
más de treinta años, tuvO dos empleos (y a veces más).
 Administrar tu. dinero 95
94 UNA ESPOSA CONFOR;\IE J\ L CORAZÓN 08 DIOS

y aquí hay otra verdad : TÚ, como esposa sabia, ivale~

Nuestra familia cosechó los beneficios del arduo trabajo
lnás Rara tu esposo que toda:¡ las rjQlIezasJ "La casa y las
de Jim en ese entonces, así como en el presente al ver que
riquezas son herencia de los padres; mas de Jehová la mu­
la hipoteca de nuestra casa ya se canceló, que contamos
jer prudente" (Pr. 19:14). De hecho, segú n la Biblia, tú
con los mejores servicios de salud y con un ingreso men­
como esposa piadosa, eJ:,C:¡ la mayor riqueza que él posc~~
sual gracias a sus tres décadas de esfuerzo en múltiples

~
a Biblia declara que gracias al carácter piadoso de una es­
trabajos. Pienso que si mi esposo ha de proveer, mi res­
osa como,tú, a tu humildad, a tu sabiduría y tu fidelidad a
ponsabilidad consiste en simplificar su vida tanto como
él, tu esposo "no carecerá de ganancias" (Pr. 31: 11). ¿Por
me sea pos ible.
qué? Porque la estima de una "mujer virtuosa" como tú
¿No te parece?
" 'obrepasa largamen te a la de las piedras preciosas" (v. 10).

~ i... .:';~_:' 1'\

,~:I(;/¡,,~I,. ('¡(·( · nl.~·c)(

¿Me permites agregar un último principio en esta sec­

ción ? Querida esposa conforme al corazón de Dios, debe­
mos reconocer que en la economía de Dios hay valores
que superan en importancia al dinero.
Entre las cualidades que son mucho más importantes
y valiosas que el dinero y las riquezas, están: Tu carác~:
"Abomi nación son a Jehová los perversos de corazón; mas
los perfectos de camino le son agradables" (Pr. 11 :20),.5:U
J.;putaciQE.: "De más estim a es el buen nombre que las
muchas riquezas" (PI'. 22:1), W abidu!Él "Las riquezas de
los sabios son su corona" (Pr. 14:24) y "mejor es adquirir
sabiduría que oro preciado; y adq uirir i~g~ vale
más que la plata" (PI'. 16:16) , y h¡JJ.llmjlda d ·, "IS!9.t&~
honra y vida son la remuneración de la humildad y del te­
mor de Jehová" (Pr. 22:4).
96 U NA E~PO ~'\ CONI'OR1m AL COR,\zÚN De D IO S
f?TX.. , .
~.Jetalles que .transforman
l. Honra el estilo de liderazgo familiar de tu esposo.
Cada esposo administra las finanzas a su manera.
Tu tarea consiste en disce rnir su disposición res­
pecto al manejo del dinero. ¿,Prefiere que hagas las
compras en efectivo, con chequ e , con una tarj eta
débito, o de crédito? Descúbrelo y entonces dale
gusto. También cul tiva el hábito de consultarle an­
tes de hacer compras o reparaciones. 'fWi c.CJ m p ras..
lps gastos v los arreglos de la casa no deberían s~r
~1O secIPto Dan1 él , ni na rece r una operac ió n encu..;
l?ierta D to marle por sorpres'l. Pregúntale y comu­
nícale tus planes. Ponte de acuerdo con él respecto
a regalos de cumpleaños y a otros gastos por ade­
la ntado. Examina bien las m ejoras o arreglos que
te parecen necesarios. ~~l1ancra ~ revisa r todos los días e l saldo bancario.
SQ.llocer sus deseos, y de h on rarJos.
2. Es tablece un presupuesto.
Es indiscutible que lo más recom endab le es reali­
zar el presupuesto juntos. No obstante, si él no pa­
rece interesado o está demasiado ocupado para
pensar en ello, trabaja en un o de los puntos de la
economía familiar que te competen (alimentación,
mobiliario, vestuario, regalos). Sigue es tos tres pa­
sos con el fin de realizar un presupuesto y llegar a
ser una experta en el manejo económico de la par­
te q ue te corresponde e n e l que hacer diario:
Administrar tu dinero 97
'1'f'w Fija una cantidad razonable pa ra cada
categoría
1i~ . Registra tus gas tos
'lf' _ Espera a que h aya recursos disponibles
J. Ayuda en el manejo financiero.
Busca las múltiples formas en que puedes ayudar
a pagar facturas , hacer cuentas, archivar y organi­
zar recibos. Pregúntale a tu esposo có mo puedes
ayudarle o alige ra r su carga en la econ omía fami­
liar. ¿Tal vez tene r sie mpre estampillas disp oni­
bles ? ¿O lleva r las facturas a la oficin a de correos?
¿O aprender a usa r un programa de computadora
para registra r los gastos? Hay por lo men os d os
actividades que serán de ayud a. Una es mantener
al día el talonario de cheques , y la otra consiste en
¿ Deseas que mejore la administrac ión de l dine­
r o en tu h ogar ? Entonces con sagra un luga r espe­
cífico a la organi zación de todas las funciones
económicas. No se requiere un espacio grande ni
especial. Una pequeña mesa en una esq uina será
suficiente. Solo asegúra te de tene r allí todo lo ne­
cesa rio: bolígrafos, láp ices, una buen a lámpa ra ,
e ngrapado ra, estampillas de correos, libretas, car­
peta para a rchi var las facturas y los reci bos, y un a
copia del presupuesto familiar. Si en reali dad ti e­
 Administrar tu dinero 99
98 U NA 8SPOSA CO NFORM8 ..I L CORIIZ6 N D8 DIOS

nes muy poco espacio, puedes guardarlo todo e n .¡. Establece plan d e ahorro.
Wl

una caja portátil con manija, que puedas llevar a
todas partes.
S. Ofr enda para hl obra de Dios.
En un prominente artículo escrito para parejas ti.
tulado "¿Qué nos acerca a Dios?", se decía que el
die zmo y las ofr endas a los pobres y necesitados
constituían dos actos que no solo estrechaban la
relación de pareja , sino que también los ace rcaba
a Dios.' Tú y tu esposo pueden decidir juntos la
ofrenda que están dispuestos a dar. Tu ¡g.les\!;.sin
duda , deberá ocupar e l.J2.!:.i.ru-~ Y aparte de
eso ¿qué más ? Ten en cuenta que ofrendar en tu
iglesia y dar a otros forja en ti muchas cualidades
maravillosas, así como en tu esposo y tu famili a,
además de bendecir a muchos.
Aquí también lo ideal es que tú y tu esposo traba­
jen juntos. Con todo, si no es posible, busca alter­
nativas para contribuir al ahorro familiar. El
simplc hecho de tener un plan de ahorro te moti­
vará a cortar gas tos innecesarios, aprovechar pro­
mociones, o cualquie r otra medida que te pe rmita
reservar dinero para emergencias o para el entre­
tenimie nto fa milia r. A propósito de dive rsión , con­
sidera la opción de te ne r una alcancía e n la que tú
y tu esposo depositen cada día las monedas resta n­
tes con el propósito de comprar algo o realizar un
viaje. Te sorprenderás al ver con cuánta rapidez
acumul arán ahorros (¡y cuánto se divertirán!)

6. Anota en una lista lo que d eseas o necesitas.

Cada vez que surge una necesidad o un deseo , an6­
talo en una lista ac tua lizada . Luego , examina todas
las listas y establece prioridades de acuerdo con el
deseo o la urgen cia . Asimismo, anota el costo
aproximado o el precio de cada artículo. Según el
primer numeral de los "detalles que transforman",
sería bueno hablar con tu esposo acerca de tu lis­
ta. Por último, ú sala como una "lista de deseos"
para orar.
 6

~idar el hogar
Con sabiduría se edilU'ará la casa,

y con pnldcllcia se qfil:mará;

y con ciencia se llenarún las cámaras

de todo bien preciado y agl-adable

PROVEliBl()~ 24:3-4

'Q:;'~ e:,¡,tu dllke boga-r? ¿~ba~

(. {(i .lli techo ? TÚ y yo sabemos que cuidar la casa
puede convertirs~n una fuente de conflicto para tu ma­
trimonio.
Una joven amiga me llamó para pedirme consejo. Me
explicó que ella y su esposo acababan de estrenar su pri­
mera casa, su primer césped.. y un nuevo problema. Me
preguntó: "Señora George, ¿qué puedo hacer? ¡vii esposo
trabaja muy duro, y cuando llega a casa no tiene más fuel~
zas ni ganas de cortar el césped. El fin de semana lo Único
que quiere es descansar. Entretanto, nuestro césped no
pare de crecer. Le pregunté si podía cortarlo en su lugar, y
me dijo que no, arguyendo que esa tarea le correspondía a

101
 Cuidar el hogar 103
102 UNA ES POSA CONFORME AL CORAZÓN DE D10S

él. Le pregunté si podía contratar a un jardinero o a un jo­
ven del vecindario para cortarlo, y volvió a contestar que
no, que él lo haría. ¿Y sabe qué? Todavía no lo ha hecho.
Quiero someterme a mi esposo, pero ~,qué puedo hacer?" .
Sentí un profundo respeto por esta querida esposa. Y
fll nda convicción que a travesó mi corazón de ama de casa.
i.l2 debía ordenar mi casa , Y yeJa( por )OS aSJJntos de w,i
-
Il ogar.
¿Sabías que tu casa no solo es importante para ti , para
ItI esposo e hijos, sino también para Dios? De hecho, Dios

mi corazón es tá a su lado. Ella anhelaba honrar a su espo­ (iene mucho qu e dec ir acerca de tu hogar, del cuidado y
so, concederle sus deseos, ayudarle y amarle. Con todo, "dministración de la casa.
un asunto relacionado con la casa se estaba convirtiendo Estás llamada a "edificar" tu casa. La esposa sabia lo
en un verdadero proble ma. ¿ Qué puede hacer una esposa IJilce. Dios dice en su Palabra : "La muj er sabia edifica su
conforme al corazón de Dios para cuidar la casa donde ella casa" (Pr. 14:1) . Un libro de consulta señala que la combi­
y su esposo vi ven? ll <l ción única de las palabras " mujer" y "casa", así como
1<1 referencia a la "sabiduría"
en este versículo, lo ubica den­
-La perspectiva divina del hoga r
~
Durante años he estudiado mi Biblia y buscado pasa­
(ro de otros cuatro que tradu­
cirían "la casa de m amá", un
jes relac ionados con diversos temas concernientes a mi
término para hace referencia
papel como mujer cristiana , esposa, madre y ama de casa.
al hogar. Dicho té rmin o "refle­
Dos de esos temas son el "mllne,ig, del tie mP2 " y "~ ­
ja la perspectiva de un a mujer,
~ . Un día me ga né el premio mayor, ¡un versículo que
y denota la actividad femenina
incluía a los dos l Es un versículo inquietante que habla del
enfocada en la administración
rey Ezequías , el decimoquinto rey de Judá. Mientras este
de una casa agraria en el antiguo Israel" . Los eruditos afir­
hombre yacía enfermo y ago niza nte, Dios envió al profeta
lsaías con estas ins trucc iones: "O¡.dena tu casa, porque
~ rirás , y novjvi rás " (2 R. 20:1). Conforme a la época de
d ~onunciamiento en la historia de Israel, es proba­
\'loa ram1l1ar, propIOs oe una m1lJe r OlSLlII!Wijo'C!" 1 En ]lQ.­
ble que Dios le mandara al rey Ezequías no solo ate nder a
los asuntos domésticos y privados, sino también al estado
de su re ino.
Por mi parte, esta adverten cia produjo en mí una pro- ,--- .
su vida. Además, administra su casa, sus posesiones y su
hogar con sabiduría, pericia e inteligencia.
­

104 UNA ESPOSA CONL·'ORME AL.. CORAZ6N nI> DLos
1'\.. , Ahora bie n , permíteme anali za r la segunda parte de
Proverbi os 14:1. En tanto que la muj er sabia se ocupa de
i edificar su casa, "la necia con sus man os la derriba". Esto
significa que mientras la esposa sabia vie rte toda su ener­
gía para edificar su c asa con esme ro y aume ntar su rique­
za, la esposa necia mina su valor debido a su mala
administración .'
Que rida ama de casa, ¿estás edifica ndo tu casa, o de­
rri bándola?
Tu de ber es velar por tu casa . La esposa ideal que aca­
bamos de mencionar nos dio ejemplo. "Cons ide ra los cami­
nos de su casa, y no come el pan de balde" (Pr. 3 1:2 7). Así
pues , si somos esposas confo Lme al corazón de Dios, debe­
mos seguir con entusias mo sus pisadas. Después de todo,
su perfil es el de la esposa ideal que Dios nos enseña. Es un
am a de casa diligente, cuidadosa, vigorosa, y consagrada
que no pierde de vista la marcha de su casa, e n lo que se
refi e re al lugar y a las personas . Qui zá nos preguntemos
cómo pudo lograrlo. Y Dios nos da la respuesta. Ella "no
come el pan de balde" . En otras palabras, ella "no se con­
tenta con pasar la vida comiendo y durmiendo . .. y nunca
es perezosa".' En su vida no caben las actividades
infructíferas y triviales. ¿Por qué? ¡Porque la tarea que Di ~s
le asignó es velar por los asuntos de su casa !
Q
¿Fijas tus ojos en tu hoga ..?
y ¿cómo evalúas tus esfue rzos? ¿Se centran en el lu­
ga r que habitas?
Cuida,r el hogar 105
(,Qué tan vigorosa eres? ¿Qué tal puntúas e n el examen
de los hábitos dc comida y sueño , y la diligencia? ¿ Das lo
mejor de ti cada instante para edificar tu dulce hogar?
Es tu deber admini strar la casa. Esta face ta adminis­
trativa de tu labor como ama de casa posee ciertos ante­
cede ntes históricos. Co mo sabrás, el apóstol Pablo no
quería que las viudas jóvenes de la iglesia primitiva fu e­
ran "ociosas, a nda ndo de casa en casa ; y no solamente
ociosas , sino también chismosas y entreme tidas, hablan­
do lo que no de bieran ". En vez de eso, la voluntad expre­
sa de Pablo es que ellas "se case n , críen hijos, gobiernen
su casa" (1 Ti . 5: 13-14). De este pasaje pode mos extrae r
convier.!E.J!O nO hO!?,!\,r.
Es tu deber cuidar la casa. Este principio, basado en
Tito 2: 5, es útil pa ra todas las mujeres casadas que desean
obedecer a Dios. El pasaje señala el fund amento del ho­
gar, y les indica a las ancianas de la iglesia que deben in­
vertir su tiempo enseñando a las muj eres jóvenes a ser
amas de casa, entre otras ocupaciones. El mensaje para
nosotras hoy, como lo fue para las mujeres de la época de
Tito, es que debem os inve rtir nuestro tiempo en el hoga r
como "guardas de nuestra casa".' ¿ Cómo podemos lograr­
lo? Los manuscritos más antiguos nos dan la respuesta:
 106 U~·. I l~SPOSA CONfOR.,IIE ,I L CO RA Z6N DI': Oros
vierte un a casa e n un hogar.
Para facilitar nues tra co mpre nsión, tres pasajes bíbli­
cos adi cionales enseñan el mismo principio. Conocemos
bie n dos de ellos. y presta atención, pues ense ñan desde
una perspectiva negativa aLa:.fe.rí rse a la muje r que ~:
cui da.s.u...c.'\,5a.
'lf' Prove rbi os 7:11-12 . Antes que nada,
vers íc ulos desc riben a la mujer ad últera . Su con­
ducta es op uesta a la del ama de casa sabia que
atiende a su hogar y a sus labo res. Esta muje r es tá
"afue ra", caminando en las calles, en vez de es ta r
en casa. "Sus pies n o pueden es ta r en casa; un as
veces está en la calle , o tras veces en las plazas,
acech a ndo por todas las esq uinas".
Proverbios 14 :1 . Un e rudito traduce este ve rsículo
ta n conocido e n es tos términos: "La sa biduría edi­
fica la casa de la vi da . La frivolidad la de rriba" 6
Por despe rdi ciar su preciado tiempo e n frivolida­
des, la casa de la muje r i~sensata no solo deja de
"edifi ca rse" , sino que e n realidad se des tru ye.
'ir' 1 Timoteo 5:13-14. Este versíc ul o también nos ex­
horta a c uestiona r lo que hacemos y dó nde in ver­
timos nu es tro ti empo y e ne rgía cada vez que
es tam os fuera de casa y desc uidamos nuestras la­
bores y deberes co rrespo ndie ntes.
Cuida?' el h aguT 107
'" No sé lo que tú pi e nses, pero a mí me e ncant a conocer
lo q ue Dios di ce y pide de mÍ. Saberlo me permite enten­
der su importancia y e ntonces dispon e rme de todo co ra­
hó n a reali za rlo co n mi s ojos pues tos en el Señor, quien
me da la fu e rza. Co n toda seguridad es tos pocos principios
del cuidado del hogar para esposas y amas de casa co nfo r-
I ~e al corazón de Dios, nos perm itirán comprender mejor
~ u e stro papel e n es te aspec to esenci al del matrimonio.
es tos
Problemas y soluciones
A pesar de mi loable inte nción de cumplir co n e l plan
, de Dios, descubrí algu nos tropiezos en el camino. Tan
pronto tom é la de te rmin ac ión de h ace rlo , enfre nté algu­
nos probl emas. ¿Quizá te h a sucedido lo mismo ':> ¿ l e has
sentido abrumada por algu nos de ellos? Algunos proble­
mas pueden escon de rse tras afi rmaciones como:
" i Estoy ta n ca nsada ' " (¿ Acaso alguna mujer n o lo
está?) El cansancio es u na realidad inevitable de la vida.
Po r es te motivo, co ns idero que cada día y toda mi vida es
una búsqueda de ene rgía. Procuro con tenacidad descu ­
brir fo rmas de ob tener, re tener, asegurar e incrementa r la
e ne rgía . Además, examino mis niveles de e ne rgía, an ali zo
el efecto qu e produ ce la comida so bre mi c ue rp o y mi
mente. Llevo un registro d e los mome ntos e n los c uales
experime nt o e l máximo de e ne rgía y los que n o .
Hay otra lecció n que he ap rendid o. Cuando más me
s ie nt o cansada, más necesito moverme. ¡Vii ye rno es p ro­
fesor de física, y me explicó la s igu ie nte ley física: Un cuer-
 Cuidar el hogar 109
108 UNA ESPOSA CO NFO RME Al, CORAZ(lN DE Dros

po e n reposo ti ende a permanece r en reposo, y un cuerpo de cafeína ? ¿Acos tar a los niños más temp ra no?
en movimiento tiende a permanecer en movimiento.
Algunas soluciones pa ra este problem a son: Intenta
detectar y registrar tus niveles de energía. Al hacerlo, tra­
ta de señalar las circ unstancias que elevan o minan tus
conozco a muchas mujeres que tienen entre seis y diez
fuerzas . Además, elige una ac tividad que te agrad aría rea­
hijos. Y puedo asegurarte que cualquie r núme ro de hijos
li zar cada vez qu e sientes que ya no puedes más. Por lo
acarrea nuevas exigenc ias para cualquier mujer o pareja.
general, e n esos momentos yo me dispongo a observa r los
Permíteme proponer algunas soluc iones. Otro princ i­
titulares del noticie ro , fregar la loza, ca rga r o descarga r la
pio q ue orienta m i vida e n cada aspec to y cada día, es mi
lavadora de platos, o limpi ar la mesa. A veces me dedi co a
ve rsión person al de una ley de econom ía, que dice :
pelar zanahorias o papas , o a pre parar arroz. Me esfuer zo
en de dicarme a ta reas que no precisen tra bajo me ntal.
Res ulta sorprendente ver cómo un ejercicio tan sencillo
un bebé al hogar, algo tiene que ceder, eliminarse, o
renueva mi s fu erzas, o me m anti ene en movimiento. Uno
desecharse. En pocas palabras, tiene que bajar. Luego, con
de los lemas para mi vida dice: : 'Algo es,.s.i~ me jor 9.1;!e
la llegad a de un segundo hijo , más y más deberá
~ a" , sin importar cuán pequeño sea.
desecharse. (, Por qué? Porque una prioridad mayo r (pa ra
O tra gran idea es hacer tod o lo que esté a tu alcance
ti y para Dios . Ve r Gn . 1:28 y Sal. 12 7:3-5) , representada
pa ra descansar. Sé que parece una tarea imposible, pero
en los hijos , ha ve nido a ocupar el luga r de prácticas se­
debes esfor zarte para lograrlo. En mi caso, tra to de ir a mi
cundarias, e incluso tri viales. En mi experienc ia , tuve dos
habitación a las sie te d e la noche . No me acuesto a esa
hijas con trece meses de dife rencia de ed ad, y decidí can­
hora , pero puedo empezar a alis tarme para dormir, echar­
celar mi s clases nocturnas. Ade más, mis "escapad as" se
le un vis tazo a mi age nda, revisar el correo, hoj ear revis­
reduj eron a una sola mañana por semana. De repente, el
tas, entre un sinnúmero de labores pequeñas. ¡Y todo lo
ti empo que pasaba hablando por telé fon o se reduj o, pues
hago desde mi suave ca ma ! Gracias a esta costumbre he
parecía como si la lavadora me "llamara", ya que trabaja­
podido acosta rme una o dos horas antes, e n vez de dar
ba horas adicionales por las montañas de ropa infantil que
vueltas por ahí en banalidades, lo cual se traduce en una
o dos ho ras más d e sueño cada noche . ¿Qué puedes hace r debía doblar y arreglar.
Este proceso de sacar de tu vida acti vidades para dar
tú para acos tarte más tempra no y descansar más ? ¿Can­
el lugar correspondiente a los hijos que Dios te ha dado,
celar algún programa de tele visión ? ¿Reducir el cons umo
 110 U NJI ES POSJl CONFO RW~ ,IL CORJlZÓN DE DIOS
es una tarea que deben decidir juntos como pareja. Es
importante que logren un acuerdo con el fin de obrar so­
bre' una base sólida y los mismos principios. Cabe recor­
dar que debes preparar tus habilidades comunicativas y
ponerlas en práctica en este proceso en el que ambos se
disponen a buscar la voluntad de Dios y Jo más Convenien­
te para ustedes como familia .
"¡NO sé qué hacer!" Esta afirmación podría traducirse7
"No sé cómo organizarme". Tal vez en tu corazón excla- \.
mas: "Sí, yo quiero hacerlo. Quiero cuidar mi casa". ND
obstante , al mismo tiempo te preguntas: "¿Cómo voy a
poder manejar mi tiempo y mis ocupaciones? ¿Qué hago
primero, cómo puedo trazar un plan y evitar que se eC[I
a perder?"
Quisiera sugerirte una solución. ¡Tengo buenas noti­
cias para ti' Todos podemos aprender habilidades
organizativas. Yo misma soy un testimonio vivo de esta
verdad. Si quieres, puedes . Por ejemplo, tomar cursos . O
leer libros. O usar buenas herramientas de planeación y
agendas. Con todo, debo advertirte que tomará tiempo, un
poco cada día durante toda la vida. Hace treinta años des­
-­
cubrí que este refrán era cierto: "I,-ª vida es lo que te Su­
cede sin haberlo planeado". Un día me desperté con un
esposo alIado y dos bcl;és , sin saber qué hacer: Los acon­
tecimientos de la vida tan solo sucedieron.
En ese momen to empecé a pedir ayuda, a tomar cursos,
a leer libros, a usar una agenda. Todo esto, en mi afán por
aprender a administrar mi tiempo y realizar los proyectos
que me babía trazado con mi hogar. Lejos de pensar que ya
Cuidar el hogar 111
lo sé todo, sigo aprendiendo. He crecido mucho , pero sigo
aprendiendo de personas que gozan de una alta productivi­
dad , a fin de lograr más. Sigo leyendo (aunque ya tengo es­
tantes llenos de libros sobre administración del tiempo en
mi biblioteca). Aún escucho seminarios, y grabaciones de
audio o en disco compacto. Sigo en la búsqueda de mejores
herramientas para planear y organizar. Espero que hagas lo
mismo.
' ''¡No estoy segura l " Si ya has organizado tus proye~
c
tos y redactado tus planes, si sabes por dónde comenzar y
qu é hacer, tu siguiente inquietud es cómo hacerlo. Esto
indica con claridad que hace falta desarrollar habilidades
en el manejo del hogar.
Veamos la solución. ¡Otra vez tengo buenas noticias
para ti! Volverse experta en el cuidado del hogar también
es algo que puede aprenderse. Y puedo reiterar que soy un
testimonio vivo de esta realidad. En este punto necesita­
mos la ayuda de mujeres piadosas y mayores. Según 'fite
2:3-5, estas mujeres debían estar dispuestas a enseñar
todo lo relacionado con ser una esposa conforme al cora­
zón de Dios , a sus hermanas en la fe que e ran más jóve­
nes . El currículo comprendía las destrezas para el manejo
del hogar (v. S). ¡Te animo a buscar a una de estas precio­
sas santas, y a no soltarla! Ora, pídele ayuda y en seguida
procura aplicar lo que te enseña.
En esta ocasión también debo resaltar que lograrlo re­
querirá tiempo . Por ejemplo, tiempo para reunirte con
esta mujer sabia, tiempo cada día para arreglar tu casa, y
toda tu vida mientras adquieres, perfeccionas , mejoras y
112 U NA ESPO SA CONFORME AL COR:\ Z6N DE OJOS Cuidar el hoga?' 113

usas esas habilidades. Con todo ¡cuánto habrá valido la
pena! ¿ Hay acaso un mejor lugar dónde invertir el precia­
do tiempo que Dios te da, aparte de tu propia casa para
hacer su voluntad, bendecir a tu esposo ya tu familia con
tu trabajo?
"¡No me importa'''. ¡Oh, querida mía! Espero que este
no sea tu caso, porque constituye el peor de todos los
"problemas" ... y el único que no tiene solución , aparte de
un cambio en el corazón en quien persiste en semejante
actitud. Entre todas las posibilidades es la más alarmante
porque se trata de un problema espiritual. Como bien lo
sabes, nosotras podemos saber con claridad que es nues­
tra responsabilidad cuidar el hogar. Asimismo , podemos
tener la certeza de que nuestros esposos lo apreciarían y
anhelarían ese tipo de ayuda. Aun podríamos estar segu­
ras de que Dios desea que lo hagamos . Con todo , podría­
mos persistir en la indiferencia .
guir las instrucciones de Dios para que de ningún modo
nuestra conducta deshonre, difame, desacredite, calum­
nie, sea tropiezo o cause daño a la Palabra de Dios y al
evangelio de Jesucristo.
Como puedes ver, no existe una actitud más grave que
desafiar la voluntad y la Palabra de Dios. Me encanta una
frase poética que dice : "~ueño, examina ese tu cora­
~ " 8 En este momento t~ pido que lo hagas , que exami­
nes tu corazón y ores como David: "ve si hay en mí
cam ino de perve rsidad" (Sal. 139:24). Si en ti lo hay, te
imploro que lo confieses, lo abandones , y con la ayuda de
Dios cambies tu mente respec to al hogy. El Señor
"iTengo trabajo!".
vez más muj eres ingresan al
mercado laboral cada año. Si
' • " .,1. '

Estamos
llamadas a
La solución a este "problema" cae dentro de una cate­ eres el tipo de mujer que debe Tenunciar al
goría completamente distinta de las demás. No se trata de
un problema de ignorancia, exceso de ocupaciones o can­
sancio físico. No. Una actitud de "no me importa" revela un
atender a su trabajo por enci­
ma de su casa , será útil para ti
seguir algunas pautas que te
6"yo" y a trabajar
,para edificar un
. hogar donde
problema de pecado. Evidencia un espíritu rebelde. Asimis~ orienten . He consagrado el ca­ reine el amor y
mo, la decisión de pensar, decir y obrar con una actitud in­
diferente e indolente, fmto de un corazón impasible.
pítulo 9 para tratar este tema,
y abunda en soluciones respec­
I prevalezca el
arde
"
Alguien escribió que "la honra de la Palabra de Dios to a este asunto de la vida real. L-_ _ _ _ c • .
~

radica en la aprobación final de la conducta justa".' Des­ Sin embargo, por ahora obser­
pués que Tito 2:5 nos exhorta a ser "c uidadosas" de nues­ va los títulos de cada capítulo en la página de contenido
tra casa, es nuestro deber hacerlo para que "la Palabra de del libro. Dichos títulos representan lo que "en realidad
Dios no sea blasfemada". En otras palabras , debemos se- importa en tu matrimonio". Cada una de estas facetas de
 Ol.Lida¡- el hogar 115
114 UN A ESPOSA CO NfORM E ,IL, CORAZ6N DE DIOS

la vida de una esposa deben ser alimentadas.
rep resenta un aspec to de la mayordomía diseñado por el
cora zón y la me nte misma de Dios. Cada una se conforma
a la voluntad y la sabiduría divinas. Esta lista comprende
los deberes y las respo nsabilidades que Dios nos ha enco­
mendado . Y la Biblia misma afirm a: "se requiere de l
adm inistradores, que cada uno sea hallado fiel " (1 Ca.
4:2).
conclus ión después de esto es que tener un h ogar feliz es
una bendición incomparable. Mi querida ama d e casa ,
:lbora te invito a meditar co n seri edad en las siguientes
palabras que nos retan. Mi deseo es que a medida que con­
uentras tus esfu erzos e n el cuidado del hogar, tu casa sea
un lugar feli z que goce de la bendición de Dios.
Existen seis requisitos para fundar un "hogar feli z".
I La integridad debe ¡;er el arqui tecta , '*

rJir; IJa (/(·0 ro ·.ri11, y ser ilum inado co n

~ La dilige ncia lo ve ntila, r~ill.¡:¡tm6sfe ra y trae
Mi entras hago una pausa pa ra evaluar los últimos ai~~o [vitalidad] día tras día. PO~O-,-Y~l:.~es
treinta años en mi búsqueda por ser una esposa conforme que todo, como una bóveda protectora Yglorio_sa, solo
al plan de Dios, ¡c uánto le agradezco su voluntad de ha­ '( la hendición de Dios bas ta."
cer de mí un ama de casa! Y cuán agradeci da es toy por
~ .:[;. "'.l
haber obrado en mí con su gracia para que yo pudiera lo­
gra rl o, dándome las destrezas, el carácter, la confianza de
conocer y hacer su voluntad , y de hacerlo bien con espe­
ranza y oración. Siendo yo nada, me gozo en saber que
cllidar mi casa es una mane ra de honrar a Dios y de glori­
ficarle. También le alabo porque a través de pequeñeces
he c recido en mi semej an za de Cristo al aprende r a servir
n mi esposo y a los hij os, a renunciar al "yo" y a cumplir
con el trabajo (si bien es un trabajo de amo r) de edificar
un hogar donde reine el amor y prevalezca el orden. No
puedo negar que hemos experimentado fracasos, contlic­
tos, desaciertos y metidas de pata. Sin embargo, la única
 116 U NA 8SPOSA CONFOR.\.JE AL CORAZÓN DE DIOS
W-ethlle~.qu~ trªuSf0rman
1. TIende las camas todos los días.
¡Esto sí que es un detalle! Después de todo, ¿cuán­
to tiempo necesitas para tender una cama, dos mi­
nutos quizás? Aunque haya un poco de desorden
en la habitación , una cama bien tendida le dará la
apariencia de orden y sosiego . Claro que tendrás
que ocuparte del desorden un día de estos. Toma
en todo caso la determinación de cultivar el hábi­
to diario de tender la cama. Si ti enes hijos, ensé­
¡'jales a hacer lo mismo.
2 . Haz una lista diaria de tareas pendientes.
Empieza el cuidado de tu hogar con esta idea sen­
cilla y probada por el uso. Haz una lista de tareas
pendientes. Anota todo lo que esperas o necesitas
realizar cada día, y lo que embellecerá tu casa y tu
vida familiar. Además de eso, señala lo más impor­
tante. Luego, por supuesto, ¡cúmplelo! A medida
que domines esta sencilla técnica, desea rás empe­
zar un plan maestro para cuidar tu casa que com­
prenda
... un plan semanal , ... un plan semestral,
... un plan mensual, ... un plan anual. JO
". un plan trimestral.
Cuidar el hogar 11 7
:l. PL'mea un menú semanal .
La vida hogareña flu ye con calma, cuando planea­
mos un menú que asegure la correcta alimentación
de cada miembro de la familia ( ... y, como dice el
antiguo refrán: ¡el camino al corazón del homb¡e
~r...s!! estÓma~!) Empieza planeando el
menú de cada semana . Esto te permitirá preparar
comidas especiales, comidas rápidas y comidas
preparadas con los sobrantes. Planear un menú
tambié n te permitirá hacer un solo viaje ~e manal
al supermercado. Permíteme dar otro pequeño
consejo. A prime ra hora de la mañ ana , prepara
una comida abundante para la cena. Por alguna
razón nuestros días pasan volando ¿no te parece?
y cuando eso suceda, tendrás una co mida lista
para servir en tu mesa ... gracias a que lo preparas­
te temprano.
4. R ealiza alguna tarea que has aplazado.
¿ Cuál tarea has es tado posponiendo en casa, y
cuya reali zación te daría un gran alivio y alegría?
¿Tal vez organizar el armario de la habitación prin­
cipal? ¿ O limpiar la nevera? ¿O lavar las venta­
nas? ¿ O arreglar el desorden del garaje? Aunque
trabajes solo lS minutos al día para lograrlo, itu
satisfacción será inmensa!
 Guúlar d hogar 119
118 U NA ESPOSA CONFORME Al; CORA ZÓN DE D IOS

S. Conserva la misma fnulja de tiempo cada d ía pa ra tus

lahores d omésticas . Después que has empezado a cuidar tu casa, goza­
rás de tan tas bendiciones al ve r los resultados de
Es to es muy sencillo . Durante va rios días anota el
tu trabajo, que empezarás a sentirte orgullosa del
tiempo aproximado que invie rtes e n cualquier trn­
lugar donde vives con tu esposo. Entonces desea­
bajo doméstico. La franja de tiempo que escojas nn
rás aprender nu evas destrezas, nuevos métodos de
tiene que ser exac ta ni rígida. Lo que en realidad
organización y nuevos princ ipios para administrar
im po rt a es que tu registro te permita tene r unfl
tu tiempo. Cuando eso suceda, ¡no dejes de leer!
idea clara de cuánto ti empo en realidad consagras
Pídele a tus amigas q ue son organizadas que te
al cu idado de tu preciosa casa. ¡Yr" una imagen vale

-- -
tiempo es escaso, entonces puedes planear una
.
""­

más que mil pa!.l!.bras l Si el registro revela que e l

recom ienden sus libros preferidos en el te ma del
cuidado del h ogar. Busca la manera de perfeccio­
nar de continuo tu trabajo. Te alegrarás de habe rlo
mayor inversión de tie mpo y de esfuerzo al día.
hecho .. . ¡y tu esposo también'
6 . T.-abaja en tu actitud.
Mucho an tes de q ue los siete e nanos de
BJancanieves silbaran mie ntras hacían sus labores,
Dios señaló la importancia de tener una buena ac­
titud fr ente al trabajo. ¿ Cómo debemos trabajar '~
La Biblia dice: " ~d l o de corazón,.92mo par~ J
~s" (Col. 3:23) y "con
voluntad" (Pr. 3 1:13). Por consiguiente, una espo­
sa conforme al corazón de Dios da lo mejor de sí
en sus labores hogareñas . Trabaja con una actitud
pos itiva. Hace todo para la gloria de Dios (¡Martín
Lutero dijo que una lech era podía ordeñar vacas
para la gloria de Dios!) Ella trabaja pa ra engrande­
cer la vida de los suyos. ¡Y trabaja de todo cora­

--
zón ! ¿ Cómo es tu ac titud?
 7

C(?riar a los hijos

y estas palabras que yo te mando hoy, estarán so br e

tu c01'azón ;y las r efJctiní s a tus h~ios.
l)WTI';IWXOMIO 6:6-7

(.(')n numerosas ocasiones me han solicitado es cribir

(O un libro acerca de la cri anza de los hijos. De h echo,
incluso me han pedido escribirlo con mis dos hij as , quie­
nes ahora crían a sus hijos . Sin embargo, debo confesar
que de ninguna mane ra me considero una experta en el
tema. Al mirar atrás el a rduo cam ino recorrido, m e estre­
mezco . Tantos errores . Tantas faltas. Y, alabado sea el Se­
ñor, ¡tambi én abundó su inm ensa e incontenible gracia l
SegÚn mi opinión y conocimiento, nl.nguna exp e r~ n­
ci ~quiere hum ill arse tanto como ser Dl.ªQre. Al pe nsar
en el matrimonio viene a mi mente la imagen de dos adul­
tos. Con tu esposo , a l menos puedes esforza rte en mejo­
rar las habilidades comunicativas , aprender y hace r
ajustes para ente nderse mejor. En cambio, ¿qué ocurre en

121
 Criar a los hijos 123
122 U NA ESPOSA CONFORME AL CORAZ6N DE DJOS

el caso de los niños? Bueno, todo es diferente. Estás fr en­
te a un bebé, que se con vie rte e n niño, en adolescente, en
joven , y e n adulto. Y las no rm as de convivencia y de co­
municación con los hijos en sus diferentes edades y e ta­
pas son . . como lo dije ra .. diferentes. Allí radica el gran
reto.
le dio al prim er m atrimonio fue: "Fructificad Y multipli­
eaos", y "llenad la tierra". Su Palabra también declara :
"herencia de Jeh ová son los hijos" y "cosa de estima el
fruto del vientre". Allí Dios concluye: "Bienave nturado el
hombre que llenó su alj aba de ellos" (Sal. 127:3 , 5).
Según el rel ato del Antiguo Testamento, Ana deseaba
con todo su corazón tener hijos. Sara también anhelaba

Paternidad b ásica
Igno ro en cuál e tapa de la paternidad te encuentras.
Tal vez todavía no tengas hijos, o tal vez tienes un puña­
do. Tal vez tie nes niños pequeños que gatean por el piso ,
dan voces, y halan tu ropa todos a la vez. Quizá tu s hij os
estén en el colegio, o en la escuela secundaria. O tal vez,
como es mi caso, Dios te ha ya permitido proseguir a la
segunda ronda con tus nietos. Cualquiera que sea tu situa­
a

ción o ra ngo de edad, Dios te h a enco mendado una tarea

~ al seno familiar.

si n igual. Si bien las prácticas relacionadas con la c rian za

2. Orar para tenerlos. Ana deseaba tanto un hijo, que
va n y vienen , y cambian, existen c ie rtos valores y proce­
oró para tener uno. De hecho, su deseo era tan ve hemen­
dimientos fundamentales que pe rmanecen . A medida que
te , que además de orar, le hizo una promesa a Dios (1 S.
avanzamos en las pautas que he denominado "pate rnidad
1:10-11). Al pa recer, la madre piadosa descrita en Prover­
básica", observa cómo las presento e n una progresión na­
bios 31, tambié n oró y tal vez hizo un voto . Al referirse a
tura l desde la situac ión sin hij os has ta la que ya goza de
su hijo, declaró que no solo e ra el hijo de su vientre, sino
los nie tos. Tú debes:
el "hijo de mis deseos" (v. 2).
1. Desearlos. Resulta útil para cualquier esposa saber En vista de lo anterior, querida amiga, ¿qué lugar
y cr~s días de su vida fam iliar, que los hij os son
ocupan los niños en tu lista de oración? Tengas o no hij oS ,
una bendición. Esta enseñanza acerca del valor de los hi­
ellos deben ocupa r un lugar prominente e n tu vida de
jos y el lugar que ocupa n en el plan perfecto de Dios para
oración.
la pa reja se basa en Génesis 1 :28. La ordenanza que Dios
 124 UNA ESPOSA CONfOnMIl AL CORJ\Z6N DE DIOS
Hasta la fecha , en mi lista de oración las hijas 'y los nie­
tos ocupan el tercer lugar, después de mi andar con Dios
y de mi relación con Jim. ¡Ocupan un lugar sobresaliente
en mi corazón y en mis oraciones!
3. Acogerlos con beneplriciw. Ante la llegada de un
nuevo bebé, recuerda que no es el fin de tu vida. ¡De nin­
guna manera l ¡Es el comienzo de ella! De hecho, en ellos
que son la nueva generación, se deposita la vida misma.
Me encanta la actitud de Sara. Al enterarse de la posibili­
dad de ser madre por primera vez (¡a los 90 añosl), excla­
mó con admiración: "Después que he envejecido tendré
deleite ... ?" (Gn. 18:12). En otras palabras, ¡Sara estaba
muy emocionada con la idea de tener un hijo! Luego, al
tener a su pequeño Isaac, casi cantaba en total asombro:
"Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se rei-.
rá conmigo" (Gn. 21:6).
4.~los a la igle.si(l. Tan pronto como hayas toma­
do a tu bebé recién nacido entre los brazos, empieza a ins­
truirlo en los caminos del Señor. Desde el primer día de
su vida empieza a dirigir su vida hacia Él. y apenas asis­
tan como familia a la iglesia,
Ilévenlo con ustedes. Si existe
alguna ceremonia de presenta­
ción de bebés en la iglesia, ce­
lébrenla de corazón. María
llevó al bebé Jesús al templo a
los ocho días de nacido a fin de
cumplir con la ceremonia con­
sagrada por Dios en la ley del
Criar a los hüos 125
Antiguo Testamento (Lc. 2:21), y más adelante a los 40
días (v. 22). Querida madre, sigue su ejemplo. Empieza
desde muy temprano a grabar en tu corazón y en e l de tu
hijo la importancia del Señor y de consagrar su día . Por
ninguna razón tus pequeños deben desconocer a Dios ni a
su Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Amada y esforzada
madre, nunca es demasiado pronto para orientar las vidas
de tus hijos hacia lo celestial .. por el contrario, con faci­
lidad se hace demasiado tarde. Te imploro: ¡No tardes en
hacerlo!
~A marlos. No dudo que ames a tu familia. Sin embar­
go, también puedes orar a diario para tener un corazón lle­
no de amor. ¿Por qué? Porque las madres nos fatigamos.
Yen ocasiones llegamos a fatigarnos tanto que llegamos al
-
límite de nuestras fuerzas. Y entre más hijos tenemos, más
nos fatigamos. Puedes contar con eso. ¿Alguna madre no
anheill,w,
vez de resentirnos contra...ellos
impacientes con ellos, o desear estar lejos de ello~.
Además de eso, debemos preocuparnos por expresar
ese mismo amor a Dios, a nues tros hijos y al prójimo.
Debo confesarte que lloré cuando mi hija Caterine me
contó con lágrimas que se sentía destrozada al separarse
por primera vez de s u primogénita, Taylor Jane, para asis­
tir a un retiro de muj eres . (i Y la niña ya tenía 18 meses l ) .
Lloré porque aprecio profundamente el corazón amoroso
que rebosaba en sus lágrim as. Y también lloré porque he
participado en muchas conferencias como esa, donde
 C riar a los htios 127
126 U NA ESPOS,\ CO NFOl\;\ IE AL COIV\Z6N DE D IOS

Estas instrucciones que nacen del corazón de Dios nos

muchas madres qu e asistían expresaban sin temor cuán­
Illuestran que debem os enseñarles a nuestroS hijos sin
to anhelaban estar lejos de sus hij os . En realidad, a los hi­
importar su edad. Debemos enseñarles la Palabra de Dios
jos que Dios les había dado los llamaban "mocosos",
dc manera seria y con un propósito. Debemos enseñarles
"pillos" y "los pequeños monstruos" . Deseaban tener un
:Icerca de Dios en el quehacer cotidiano hablándoles de Él
poco de tiempo para "eUas", un poco de "calma", y de es­
;t lo largo del día, en cada oportunidad que se presente,
pacio .
desde que el niño se levanta has ta que se acuesta. Debe­
Entiéndeme bien, por favo r. Yo comprendo la tensión,
I\\OS imparti r e nse ñanza bíblica, y enseñanza práctica
el cansancio, el desgaste, y el precio que paga una madre
acerca de Di os por medio de las experiencias vívidas de
por la crianza de los hijos . Después de todo, ya pasé por
ahí. Sin embargo, también creo que nuestra conducta, y eada día.
Tambié n es cierto que enseñar a tus hijos exige de tu
nues tra boca, traicionan nuestro corazón más de lo que
parte amar a Dios y su Palabra, y amar a tus hij os. Asimis­
imaginamos. Ahora te pregunto, ¿qué tan elevado está tu
mo, de~.d ía , y toda la vieja.
nivel de amor? ¿Cuál es la actitud de tu corazón hacia tu
7. Instruirlos. Tú y tu esposo (que en el caso ideal par­
papel como madre y hacia tus hijos ? Ora para amarlos,
ticipa de manera activa), son los primeros a quienes Dios
desear es tar con ellos, y amar tu papel de madre. Thda la
delega la instrucción de los hijos. Es cierto que la iglesia
enseñanza y el llamado de la Biblia para las esposas y las
ayuda. Tambi én es probable que una guardería o colegio
madres se resum en en este mandato: ~ a r a sus hi jos"
cristiano apoyen tu labor. Lo mismo podría suceder con
(Ti t. 2:4).
los abuelos y otros parientes. No obstante, Dios es claro al
6. fj;JJ.seíjarles. Ahora revisa los versículos anotados al
encomendarles a los padres la instrucción de sus hijos .
principio del capítulo. Fueron escritos en la ley de Dios,
P ~overbios 1:8 declóira de manera específica: "Oye, hijo
en De ute ronomio 6:6-7, y te ordenan , como madre con­
mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la direc­
forme al corazón de Dios, que cada día de tu vida debes:
ción de tu madre". Tu trabajo, querida madre conforme al
... euseñ.arles a tus hijos cora zón de Dios, consiste en enseñarles a tus hijos a c.tU.:.
ti\' n ca rácter piadoso y cost tas o La misión
... enseñarles la Palabra de Dios
que tu Padre ce estial te ha confiado es enseñar e instrUi )
... enseñarles con diligencia a tuS hijos e hijas a respetar a otros, a compartir, a ser
amables, a manejar bie n el dinero, a trabajar, a se r honra­

-­
... enseñarles de cQ11tinuo dos, a permanecer en pureza (ver las instrucciones par

128 UNA ESPOS.~ CONFORME AL CO RAZ6N DE DIOS
Qp pa~.",S e n Proverbios...S..y 7), entre otras. Claro, a me'
di~_~.i 9S @r.ooeR, Las el1 ~eüauzas..qlle dehen n¡,ei­
bi son más exigerues. Co:;! todo, cada paso a lo largo d,d
camino es esencial. No pases por alto, ni eludas, ni rehu ­
yas, ni res tes importancia o valor a cualquier enseñanzll
que pueda afectar el destino de tus hijos.
Que nues tro objetivo sea imitar el ejemplo fiel y dedi­
cado de la madre descrita en Proverbios 3 1:1-9, a quien
Dios honró. El hijo de esta muj e r, un hombre sabio y ya
mayor, escribió: "Palab ras del rey Lemuel; la profecía con
que le e nseñó su madre " (v. 1). Como puedes notar, que­
rid a m am á, ¡este hombre atesoró el consejo sabio de su
madre! Y dime, ¿en qué se centró la enseñanza materna
referida en los versículos 1-9? En prime r lugar, su madre
le advirtió a su hijo acerca de una vida disoluta que codi­
cia los placeres sensuales. En segundo lugar, ella le implo­
ró que se abs tuvie ra de beber vino en exceso y de las
be bidas alcohólicas. Es un buen consejo ¿no te parece? ¡Y
resulta tan prác tico I En el proceso de alistar, preparar, y
lanza r a su hijo para la vida adulta, es ta madre dedicada
habló desde lo profundo de su corazón. Ella manifestó
todo su amor a través de una e nseñanza vehemente en su
esfuerzo po r librar a su amado hijo de dificultades, perjui­
cios y ruina en el futuro.
Al respecto, .tengo en mente dos lecciones prácticas.
La
toda esta enseñanza. ¡¡ara lo cual debes estar ahí, en casa.
yTa segunda , que debes esta r atenta al de~ada
~o de tus hijos como indivi2!:0, a sus in clinaciones, de-
Criar a los hüos 129
fectos , fo rtalezas, sin olvid ar en qué gasta su tiempo, e in­
eluso con qu ién. "Aun el muchacho es conocido por sus
hechos, si su conducta fu ere limpia y recta" (Pr. 20:11).
.'.Cómo evalúas tu desempeño frente a estas dos respon­
sabilidades?
-­ .
8. Brindarles orientaC'iÓn. A pesar de que tus hijoS
sca n mayo res Y más "independie ntes" (por ejemplo, al
ingresar a la universidad, o estar fuera de casa, o trabajar
lejoS durante el verano), todavía puedes o~ientarlos
manteniendo una buena relación Y hablando acerca de
sus vidas , sus intereses , Y las decisiones que deben tomar.
Sansón habló con sus padres acerca de su deseo de
easarse (Jue. 14:1-4). Por otro lado, podríamos pensar
que el rey Lemuel , que era un hijo sabio y copió e l consejo
de su madre en Proverbios 31:1-9, tambié n la obedeció en
el momento de elegir a su esposa (31:10-31), Como madre
piadosa, tú eres en el presente, y lo serás e n el futuro, un
precioso tesoro de Dios para tus hijos , sin importar su
edad, Así pues , no temas brindarles tu sabiduría y tu
co nsejo.
9, QJi:ecerles tu amista.d. Tan pron to tuS peque ños
haya n atravesado las e tapas necesa rias para llega r a la
vida adulta, te sentirás motivada a procede r con rapidez
y naturalidad hacia el establecimiento de una amistad,
Claro que aún e reS para ellos la más competente m aes­
tra, entrenadora, an imadora , confidente, conseje ra y
orien tadora, Sin embargo, aho ra tienes el privilegio Y el
gozo supremo de convertirte en su amiga, ¿ Qu é hacemos
las mujeres para cuidar nues tras amistades ? Pe rmanece­

130 UNA ESPOSA CONFORME AL CORAZÓN DE D IOS
mas en contac to. También ll amamos, hablamos, envia­
mos tarj etas, cartas, mensajes , y regalos a nuestros ami­
gos. Las puertas de nuestra casa es tán siempre abiertas
para ellos. También di sponemos nues tros corazon es (con
cuid ado amoroso), nues tros hombros (p ara llorar o des­
cansar ), y nues tros brazos (para sos tener). Si eres madre
de hij os ad ultos, te ins to a no perder es ta bendición . Ha­
zles sa ber de todas las formas posibles cuán valiosos son
p ara ti. I~ m~s
~. Recuerdo muy bien una ocasión en la que llamé
a mis pad res siendo estudiante unive rsitaria para contar­
les que es taba enferm a y que desea ría recibir su visita el
fin de semana. ¿Puedes im aginar la decepción que sentí
cu ando arguye ron que no era un a buena idea porque ese
fin de se mana habían programado un juego de naipes con
sus amigos? Yo entend í el mensaje, claro y fuerte, de que
para ellos era más im portante juga r cartas con otra fa mi­
lia, que yo. ¿ Qué mensaje les transmites a tus hij os ad ul­
tos? ¿ Uno que anhela cultiva r la mejor y más valiosa de
las amis tades?
10. A~ a la persona con quien tu hijo elige casqr­
se. En el próximo capítulo trataremos el tema de la fami­
lia extendida . Por el momento , digamos que es esencial
que tú recibas con beneplá.cito a la pa reja de tu hij o o de
tu hija cuando se casan . Deben unirse y form ar una uni­
dad, pues cons tatarás que un a vez casados ¡son fa milia I
En el caso de nuestras dos hij as, Jim y yo hicimos frente a
la etapa de cortejo y compromiso con una ac titud reser­
vada y dis tante, pues éramos conscientes de que muchos
Grial" a los hijos 131
tropiezos pueden presentarse para un a pareja jus to antes
de llegar al altar, e incluso en el momento de pronunciar
los votos matrim oniales. Sin embargo, puedo asegurarte
que tan pronto Caterin e y Courtney se d ieron vuelta y sa ­
lieron por fin por el pasillo de la iglesia de la ma no con sus
esposos, ellos entraron para siempre en mi co razón. En
ese instante, ambos "Pablos" (¡ sí, cada una de mis hijas
se casaron con un "Pablo") llegaron a ser para mí no solo
mis ye rnos, sino mis hijos. Don los hijos que nunca tuve ...
y que Dios me dio gracias a la unión ma trimonial. Daría
mi vida gustosa por cualquiera de ellos dos.
¿Qué sucede desp ués del trajín y la agitación de la ce­
re monia de bodas? Tus hijos adultoS y recién casados de­
ben deja r a sus pad res y la casa de s u infancia (Gn . 2:24),
~~~~~~~~~~~,~~~~~~
En una ocasión , Jim y yo decidimos expresar este tipo
de apoyo de un modo particular. Una noche invitamos a
cenar a una de nues traS hij as recié n casada, junto co n su
esposo. Durante la conve rsación, mi hija nos dijo de ma­
nera des prevenida: " ¡Nunca me iría a vivir lejos de us te­
des l " Ahora bien ¿cómo podríamos anim arla? Desde
nuestra pers pectiva egoís ta como padres, eso era música
para nuestros oídos. Sin embargo, al instante hablamos
con ella en privado y le reco rd amos el principio pa ra el
matrim onio de dejar su casa y unirse a su esposo, y que
su misión consistía en seguir a su esposo, mient ras que él
proveía para sus necesidades. Ji m y yo desea mos lo mejor
132 U NA ESPOSA CONI'ORJIE AL CORu6N DR DI OS Criar a los húos 133

para nuestras hijas y para sus esposos , y el plan perfecto cia, de adolescencia , en la escuela secundaria, al ingresar
de Dios exige de nuestra parte liberar a la nue va pareja :1 la un iversidad, al iniciar su vida laboral, Y seguirás ha­

con el fin de que pueda vivirlo sin tropiezos. Por otra par­ ci0ndolo ahora ... y siemp¡:e. Semejante vida de oración y
te , es indispensable brinda rles nu es tro amor y nuestras de esfu erzo consagrado a la inte rcesión por nuestros pre­
oraciones, así como visitarlos tanto como sea posible .. " I:le10S hijos es "la obra más sublime que puede reali zar
11. ¿ 1;:.qHé de los nietos? ¡,También debes acogerlo§.. Ilues tra mente".'
E:l ciclo de la vida familiar se repite un a y otra vez. Hay
rea lidades que nunca cambian, y una de ellas es el cora·
zó n de una madre. Quisiera confesarte algo. Soy abuela de ro.· . (,{ ('('¡'(f:,
ci nco pequeños nietos , cuyas edades no sobrepasa n los
cuatro años, y estoy impaci e nte por verlos casarse y tener
En relación con la ensel1anza bíblica para ser madres
sus prop ios bebés para te ne rlos a su vez entre mis brazos.
sabias y piadosas, debo decirte primero que he derrama­
E:stoy ansiosa por acoge r la te rcera generación y reiniciar
do mi corazón al tra tar este tema en casi todos mis libros.
el ciclo de o rar, amar, enseñar, instruir, y ofrecer mi amis­
~yo r q ué? Porq ue toda muj er cris tia na que tiene hijos,
tad, con la ay uda del Señor. ¡Qué dicha tendré! ¡Qué Sil­
hijas tros , o nietos, as ume una seria res ponsabilidad ante
tisfacción! ¡Qué respuesta tan ma ravillosa a una vida
Dios por esas vidas que Él le ha confiado. En otro libro ,
entera de oración! ¡Alabado sea el Seño r l ¡Y qué respon­
~Idemás , trato con toda humildad el tema de la paternidad
sabilidad!
" n Dios y de la asomb rosa misión de ser madre otra vez. Y
12 . Oral- por ~ niet0JL. ¡Aquí se reinicia el cic lo l
debo admitir que mi corazón late con fuer za, ya que la
¿Qué es una madre? Una mujer que ora por sus hijos, por
ve rdad de las Esc rituras me recuerda lo agobiante, prolo n -
¡ ~ , _~. los cónyuges de sus hijos, y por
.~ada y exigente que resulta la tarea de criar a los hijos,
sus ni etos. Q~~ iSiÓ !!.
pa ra u na muj er confo rme al corazón de Dios. Vuelvo a
primordial ~r sublime en la vida
~ 2!:'-eo
caer de rodillas, a sentirme incapaz (¡lo cual es cie rto a
s~a r. Ella es quien no cesa
menos que cuente con la ay uda de Dios!). He tenido que
sea esa su misión de orar, y sus h ijos lo saben.
volver a bu scar a nuestro Dios que es todopoderoso,
primordial y más Oraste por ellos antes y en el
om niscien te y amoroso, Y para quien " todo es posible"
sub lime en la . momento de su concepción, en
(ve r Mt. 19:26), incluso la increíble tarea de ser padre.
su nacimiento, e n su edad pre­
"
---' escolar, en sus años de infan-
Te aconsejo en tonces que al igual que yo ..
134 UNA ESPOSA CONI' ORME AL CORA Z6 N D8 DIOS
~ Criar a los hüos 135

Aceptes el papel que Dios te ha asignado.

rgo~ta11es: que tr ansforman
Renueves tu comprom iso de cumplirlo, por medio de

su gracia .

l . Programa tu agenda.
Te esfu erces en perseverar.
¿Notaste que no sugie ro seguir un horario ? Es casi
imposible para una mamá cumplirlo debido a tan­
Ores con más fervor, fid elidad, j y sin cesar!

tos quehaceres en el hogar. Sin embargo, al mismo

tiempo, ~ re sabia tiene un horario y si&"ue
~: ." una rutina di ar~. Si quieres tener un día más or­
denado, e.rnpieza con un plan en me pte. Programa
las comidas, las siestas , el juego , el descanso, el
baño y el momento de acostar a los niños. En

<1!d. Asimismo, planea tus quehaceres domésticos.

y umi pausa para tu descanso. Sin duda se presen­
tará algún día excepcional por fu era de casa (por
ejemplo, para ir a u'n estudio bíblico o hace r dili­
gencias), pero tus hijos seguirán gustosos la rutin a
diaria establecida para sus días. Aunque trabajes,
es posible programar y crear rutinas en la mañana
y en la noche que le brinden a tu familia la sensa­
ción de orden, de ·normalidad , y de es ta r en casa.

2. Levántate antes que tus hijos.

A propós ito de horarios, esta recomendación es
para ti, querida mamá.. j Debes ganarles a tus hijosl
 136 UNA ESPOSA CONFOI1MIl M, COM%6N DI, OJOS
Con esto quiero de cir que debes levantarte antes
que el resto de la familia. De lo contrario, habrá
una gran pérdida y desgas te. Significaría empe%ar
tu día retrasada ¿y sabes qué? ¡Nunca alcanzas a
ponerte al día l En cambio ¿q ué Ocurre si te levan­
tas un poco más temprano? Podrás levantarte con
tranquilidad, sentarte a solas, leer tu Biblia, ano­
tar el plan del día, orar por él y por tu amada fam i­
lia . Ese simple de talle te P~li1a mejo!
.IJlillllá.
3, Orglutiza la actividad lúdica en un solo lugar.
Si tus hijos tienen un lugar diver tido)' acogedor
para jugar o para expresar su crea tividad, van a
es tar a gusto en casa. Además, se puede 90,mb.a.t.i.r
el ab urrimien to ya que ha y m uchas ac ti vidades
.inte"resantes )7 un lugar especia l para realizarlas.
Es te es un "detalle" que produce niños más fe li ces
y activos. Además, otra ve ntaja es que ~a
tarea familiar de ordena r (la cual has programado
tres veces al día, a saber: Antes del alm uerzo, an­
tes de la llegada de papá, y antes de acostarse,
¿cierto?) eL: a habitación o en un solo
.!J¿g,1lf. Puedes usar estantes, arma ri os , cajas O ca­
nastas para que cada niño organ ice allí sus jugue­
tes. También pu edes fijar un solo lugar (po r
ejemplo, un estante, un annario, una caja, un a ca­
nasta o un a repisa) para guardar utensilios de arte,
materi ales para manualidades , instrumentos musi-
Criar a los h~jos 1.37
cales, equipos de video, de audio, o computadoras.
¡Eso me suena a un lugar lleno de diversión!
.1, Apart..'\. un tiempo para In enseñanza.
Al realiza r un horario y un programa diario para tu
familia, consagra un tiempo para enseñarles a tus
hijos. Será un tiempo en el cual cada niño que per­
manece en casa du ran te el día puede sentarse en
una mesa para reali za r alguna ac ti vidad bajo la di­
rección de mamá. Por eje mplo, pueden hacer un
trabajo manual. Puedes enseñarle alguna lección
con ayuda de un li bro de trabajo, o un li bro de cal­
comanías diseñado para aprender el a lfabeto, las
figuras geométricas y los números. Puedes usar
tarje tas de información. También pueden dramati­
za r juntos un a historia o una lección grabada en
un casete según la edad de los niños. Solo asegúra­
te de que cada niño se siente en orden y que haya
un trabajo planeado y acorde con su edad. Es re­
comendable que la actividad tenga un toque de for­
malidad, mu cha dive rsión, y q ue ores antes de
~a r! ------
realizarla. ¡Todas neces itamos ayuda a la hora de
5. Organi za un tiempo diario de "enseñanza bíblica con
.
mamá",
Al programar un a agenda y crear una ru tina para
tu familia, planea un tiempo para aprender de la
Biblia todos los días. No se trata de un ticmpo de
138 UN,\ ESPOSA CONI'ORME Al" CORAZÓN DE OJOS

enseñanza formal , sino de un tiempo ameno, como

debe serlo siempre la lectura de la ·Biblia. En e:;l'
mome nto pueden tomar un descanso, sentarse s
e
junto a mamá, y compartir un refrigerio de galle
tas con leche mientras ell a (o un niño mayor) lel'
la Biblia o un libro de historias o rimas bíblicas.
Ese ti empo debe ser divertido, cálido y agradable, ~ar a la familia
un momento especial que comparten juntos. Al fi ··
nal , dirige una oración en la que todos participen
con una frase alusiva a la historia bíblica. Luego, Si es pOSible, en cuanto dependa de 'Vosotros,
es tad en paz·con ¡¡¡d08 los hombres.
cuando papá llegue a casa, pídeles que le cuenten
RO~iA"10S 12:18
lo que leyeron ese día e n la Biblia. Et!Jjli.ez.~­
do las grandiosas historias de J.e¡;ÚS , de Jos Mro$,s
~ la fe del Antiguo Testamento, y las historias
aventuras del apóstol Pablo. AsegÚrate de gu ~
i, O ·;a condena por cometer bigamia es tener dos sue
B~ haga parte de la vida cotidiana de tus h¡~
¡8i2, importar la edad!
,-2/ gras". .
"La esposa no siempre es la que manda e n el hogar. A
veces es su madre".
"Para la mayoría de esposos 'el gran acon tecimiento'
tiene lugar cuando su suegra se regresa a su casa".
"Un 'lío doble' es una suegra que tiene un a hermana
gemela".
Es tos refranes hacen mofa de las suegras. No obstan­
te, la buena noticia es que este sarcasmo no describe la
realidad de todos. Por otro lado, querida lectora, tu rela­
ción con tu suegra o con tu familia extendida no debe ser
así, dado que eres una mujer cristiana conforme al co ra­
zó n de Dios.

139

140 UN A ESPOSA CON·FORME AL COR,\ ZÓN DE DI OS
Después de h abe rnos comprometid o, para Jim ~'
para mí al final fue un a dicha casarnos. Después dcl
enamoramiento, de trazar planes, de prepararnos y casar­
n os, salimos para nuestra luna de miel con el brillo de la::;
es tre llas en nues tros ojos y el co razó n lleno de amor y fe­
lic idad .
No obstante, después de la boda empezó la vida real.
Entonces Jim y yo descubrimos que como pareja formá­
bamos una unidad nueva, y que cada u no traía consigo
una fam ilia entera . Ahora teníamos que resolver nuevo::;
dilemas. Po r ejemplo, ¿a cuáles de nuestros padres íbamos
a visitar primero? ¿Con qué frec ue nc ia deberíamos ver­
los? ¿Tenía mos que gas tar el dinero que ganábamos con
tanto sudo r (¡y que nunca bastaba!) pa ra empre nder la r­
gos viajes y visitar a nuestros padres o a la familia políti­
ca? ¿Qué pasaría con nuestros hermanos y hermanas q ue
habían s ido nu estros mejores amigos desde la infa n cia''¡
¿ Cómo debíamos afrontar la tensión q ue tantas veces se
percibía en esas relac iones ?
El pl:U1 perfecto de D ios
Gracias al Señor que para cada problema Él tiene una
soluc ión, una solución divina. Y en lo concerni ente a los
problemas familiares, D,jDs.Qfte.ce..su.cQnsejO a cada pa ~ a.
Ya estu di amos el plan de Dios q ue ordena a los recién casa­
dos "dejar" a sus padres y "unirse" a su cónyuge (Gn. 2:24).
Tan pronto los hijos maduran y se casan, el plan de Dios
para e llos y para sus nuevas famili as es que form en una
Amar a lafamilia 141
llueva unidad separada y aparte de sus padres. Dios tam­
hién ha dictaminado que el matrimonio sea indisoluble, Y
que los esposOs estén completamente unidos ("adh eridos"
~cría la traducción literal de la palabra "unirse"), hasta que
la muerte los separe,
El pla n perfecto de Dios que dictamina dejar a los pa­
dres y unirse al cónyuge, delega a los miembros de ambas·
familias una doble responsabilidad. Por u n lado, los padres
dc ambos cónyuges debe n es tar dispuestos a salir de la
" ida de su hijo ad ul to , y soltarl o por completo. Deben ben­
decir la unión matrimonial de la nueva pareja, así como
apoya rlos, animarlos Y ante todo orar por e llos. Hay sufi­
cientes tropiezos por ve ncer en los primeros años de ma­
trimonio, para añad ir la tensión d e los problemas
relacionados con la familia política. Por otro lado, la nue­
va pareja tien e la responsabilidad de mantenerse separa­
da y fuera del círculo y de la casa familiar. Como puedes
ver, es necesario que cada familia se divida antes de po­
der multiplicarse.
Podría comparar esta situación con una coreografía
armónica. La joven pareja ti e ne que salir, y las familias
~ene una pareja, un espíritu afín con quien
c$.!!Wa(!e una unidad total y una amist~. Esas dos
personas que se vue lven una, regresan a s us familias de
orige n para fortalecerlas Y e nriquecerlas e n el sentido de
 Amar a lafarnilia 143
142 UNA ~sPOS.-\ CONFORME AL CORlIZ6N De D IOS

q ue dic ha unidad familiar se extiende, se multiplica y se vaya bie n , y seas de larga vida sobre la tierra" (Ef. 6:2-3).
proyecta e n una nueva generación . Al fin al, Dios transfo r­ I<:'n o tras palabras, Dios nos pide obedienc ia al man dato de
m a una famili a en dos, dos unidades amigas que se ayu­ honrar a los pad res , y nos promete una vida de bendición
dan mutua mente, se ama n y se ap rec ian , y que ocupa n un espiritu al que culmin ará en la suprema bendic ión de la
luga r especial en cada corazón . vida e terna.
Ade más, Dios ha trazado o tros planes para las parejas
que se un e n confo rme a su voluntad. ¡Sigue leyendo y lo Amor práctico
sabrás I Rut y Noemí personifican una relación e ntre nuera Y
suegra, que reneja el m andamie nto de Dios de honrar Y
El ptimer mandamiento con promesa bendecir, Y la vivencia del amor prácticO. Estas dos espo­
A todos nos agradan las pro mesas , especialmen te si sas confo rme al corazó n de Dios simboliza n en las Escri­
ofrece n mejoras en nues tra cali dad de vida. Dios tiene una turas la relación con la famílía política que glorifica a Dios .
promesa para nosotras si obedecemos el ma ndato q ue la ¿Qué las unió? Un matrimonio. Rut se casó con el hijO
precede. Me re fie ro a uno de de Noemí, y las dos mujeres llegaron a ser familia. Los es­
~'~ -... los diez mandamientos consa­ posos de ambas fallecieron . Eran dos viudas solas , y no te­
• Dios pide ,
grados en la ley de Dios. El nían pe rsona alguna en quién buscar apoyo o sostén .
( obedien cia a su '" Veamos lo que puedes aprender como esposa a partir de la
quinto manda miento declara:
• m andato de \ historia de estas dos mujeres, Y la lección práctica para tu
honrar a los "Hon ra a tu pad re y a tu ma­
dre, para que tus días se alar­ relación con tu familia política. A medida que avances en
padres, y promete
( gue n e n la tie rra que Jehová tu la lectu ra, recuerda que los mismos principios son válidos
una v ida d e ()
Dios te da" (Éx. 20 :12 ). Toda para tu relación con tus padres. Así pues, busca la manera
~ bendición
de ponerlos en práctica, tanto en el lazo que te une a tus
espiritual para \
persona adulta tiene la obliga­
padres, como el que te une a tus suegros . Por medio de esta
quien lo obedece. )
c ión de honrar a sus padres
j ,..; como honra a Dios, y de hacer­ historia, Dios te enseña a honrarlos por igual.
se cargo de ellos . Rut respetaba a su suegra. Las palabras narradas en el
El Nuevo Testamento rei tera este mandamiento. En la vo to de fidelid ad que con tanta veh emencia expresó Rut,
carta a los efesios leemos: "Honra a tu padre y a tu madre, evidencian el am or sin límite que le prodigaba a su sue­
que es el primer mandam ien to con promesa; para que te gra , y un profund o respe to:
 144 UNA ESPOSA CONFORME AL CORAZ6N DE D IOS
"No me ruegues qu e te deje , y m e aparte de ti ;
po rque a dondequi era qu e tú fu eres, iré yo, y
dond equiera qu e vivieres, viviré . Tu pue blo será
mi pue blo, y tu Dios mi Dios .Donde tú murieres,
moriré yo, y allí seré sepultada " (Rt. 1:16-17) .
De hech o, Rut estimaba tan to a Noem í, que renunció
a s u tierra n a tal )' decidi ó vO lunta riam enté ir a Judá y
empezar una vida completam ente nueva jun to a su sue­
gra . Rut ta mbién admiraba , respe ta ba y anhela ba goza r
del m is mo vín culo que Noem í tenía co n el Dios de Is rael.
¿En qué m edida respetas a tu suegra? tln buen ee
ci
cio podría ser anO L.1r-cQ 110 c Jl ademo.Jas~s
que aprecio de...m i SJ1~ra" (o de mi ma dre, o padre, o sue­
gro). Créem e, al centrarte en las c ualidades de tu suegra,
puedes darle gracias a Di os pOr todo lo bueno que posee,
y tam bién decírselo a ella, y a tu esposo. ¡Eso suaviza rá tu
amis tad co n ambosl
Rut fue leal a su s uegra. Noemí y Rut eran familiares
en virtud de la relac ión q ue compartieron con un mismo
h om br e, a la vez h ijo y esposo.
La declaración vehemente de
ama?; valorar, ~ Rut revela s u decisión de sepa­
honra1; y respetar J rarse de su patria paga na y de
a los miembTQs de.; unirse a Su suegra. Además de
tujamil' - eso, le prome ti ó amor perpe­
L
tu o. Por último, como sello de
,. s u fid elidad , Rut pron unció un
juramen to: "así me haga J ehová, y aun me añada, que s610
la muerte hará separación entre nosotras dos" (Rt. 1:17).
.Amar a lafamilia 14S
¿Có~emo s tra r ti! lealtad a ty suegr.{~ Yo
oi ría que lo primero es no h ablar mal de ella. Tom a la de­
cisión de J~. Es fácil ceder a la ten­
tación de hablar con otras muje res cuando empiezan a
Porque tú eres un a muje r, un a es posa y un a hija confor­
me al cora zón d e Dios . TI.! misión es orarl valorar , honrar
" respetar a los m iem bros de tu familia. Dios te h a orde­
nado esa tarea , ¡y ese m anda miento!
Cada vez que t~ient as tentada a
- m ~é rd e te la lengya, ora en tu corazó
pod rías abrir tu boca y recitar las diez cualidades que más
aprecias de tu suegra, y dar testimonio de toda la bendición
que recibes de ella. Sin im po rtar lo que pase, te ruego que
n~~blllduría&-6<ilire suegr<:ts . 1".0.0. ¡envene!.!!!...
W corazóll, va en contra del plan perfecto de Dios para tu
vida, empaña su rep utación y no es provechoso.
Permíte me s uge rir otro ejerc icio que puedes perfec­
.
cionar. Nunca de nigres de tu suegra ante t.u esposo . Hay
~
temas much o más interesantes, constructivos y dign os de
una con versación en pareja, q~R aabladurias
~ e desprestigian a los familiares. Más bien ,graba en tu
"Ninguna palabra co rrompida salga de vuestra boca, sino
la qu e sea bue na para la necesari a edificación, a fin de da r
grac ia a los oye ntes ... quítense de vosotros tod a .. . male­
di ce ncia, y toda malicia" (Ef. 4: 29,3 1), "a nadie difamen"
(Tit. 3:2) . Eso inclu ye a tu familia política .
Rut deseaba perm an ecer junto a su s uegra. Noem í

146 UNA 8SI'OS,\ CONfORME AL COR,\ZON DE DIOS
pensó primero en el bienestar de sus nueras al animarlas
a quedarse en su tierra natal. A ambas les suplicó: "Andad,
volveos cada una a la casa de su madre. Volveos, hijas
mías, e idos " (Rt. 1:8,12). Con todo, la fiel Rut siguió a
Noemí en su largo camin o de regreso a Belén. Es fácil ha­
blar, pero las accio nes dicen más que las palabras. Y así
procedió Rut, pues además de prometer fidelidad , actuó
en conformidad con sus palabras. Salió para Belén y ca­
minó junto a su suegra. Rut ser conve rtiría e n un a mujer
extranjera que vive e n una tierra extraña, pero su deseo
era acompaña r a Noemí.
No sé cuántos años tengas, pero si tu matrimonio es
joven, te propongo expresarles a tu madre y a tu suegra tu
deseo de es tar con ellas invitándolas a una cena familiar
en tu casa, o a un almuerzo para las dos. Y si trabaj as, llá­
malas y lánzales la propuesta: "Mamá (o q uerida suegra),
¿ te gus taría que nos viéramos a la hora del almuerzo?
Conozco un restaurante mu y bonito que te agradaría. Me
encantaría a tenderte". También puedes proponerle:
"Mamá , vaya salir de compras, ¿ te gustaría acompaña r­
me? ¿,Nos encontramos? ¡Pensé que podríamos pasar un
buen rato!".
Si eres una mujer mayor, eso significa que tu madre y
tu suegra también son un poco mayores. Aunque eso im­
plica c ienos cambios, no hay razón para que la intención
de tu corazón cambie. l'v[anifiesta tu deseo de pasar tiem­
po juntas, buscándola y llevándola a hacer compras o a
almo rza r (o a toina r un café, todo en función de su edad).
Puedes compartir tiempo con ella acompañándola a un a
Amar a lafamilia 147
cita médica o a la peluquería, mientras espera su turno.
~i es viuda, tal vez puedas llevarla a la iglesia o a una re­
un ión familiar. O tal vez puedas envia rle un pasaje de
avión para que viaje a visitar a tu bulliciosa familia. Inclu­
so podrías arreglar una habitación para ella, para que se
quede todo el tiempo q ue desee.
y ¿qué de los úl timos años que compartirás con tus
padres? En mi caso, pasé temporadas enteras durante casi
ocho años de mi vida en hospitales Y hogares de ancianos
porque deseaba acompañar a mis padres y a mis suegros
en el proceso n ormal de deterioro físico y mental. Estar
con ellos sign ifi CÓ pagar pasajes de avión, alejarme de mi
casa y de mi fam ili a durante varios días, y cuidar sus ca­
sas mien tras recibían atención médica.
En mi memoria conservo una escena inolvidable.
Mientras recorría el pasillo del hogar de ancianos donde
vivía mi madre, pasé por la habitación de otra señora. (En
ese momento ya las conocía a todas) . Allí es taban senta­
das cuatrO mujeres: La abuela que estaba e n sus ochenta,
la hij a en sus cincue nta , Y dos nietas adolescentes. A de­
cir verdad, iparecía una fiesta de pijamas l ladas reían y
bromeaban juntas frente al televisor, manifestando su
amor mutuO con las manos en trelazadas. Las dos genera­
ciones más jóven es querían pasar tiempo con su
matriarca. Es indudable que una hija en plena vida ac ti­
va, y dos jovencitas con toda la vida por delante y todo un
mundo por descubrir, tuvieron que sacrificar algo para
poder estar en la lúgubre habitación de su ab uela Y ma­
dre , que tanto necesitaba su alegría. Con todo, ellas lo hi­
148 U N,\ ESPOSA CONFORME :\1.- COn,\Z6 N DE DIOS
Amar a lafamilia 149

cieron. Y me alegra que así h aya sido, y creo que a ellas mis pies temblorosos. Mi amor no ha cambiado.
también, porque la siguiente ocasión en la que pasé por Quédate conmigo , confía e n mí. No haré reproches.
aquella habitación, ya estaba vacía. Aquella madre y abue­ Por ti llegué hasta aq uí, y ahora el tiempo lo invierte
la amada (que también era una suegra para el esposo de todo.
su hija), había fallecido. Quédate conmigo en casa un poco más , y hazme bien .'
¿Podrías sacrificar algo a fin de pasar más tiempo con
Querida mía, el propósito de nuestra vida ~s.servir a4
tus padres o tus suegros , antes de que sea demasiado
todos s in ~c i ÓQ . En eso consiste la labo r de una mu­
tarde?
jer conforme al corazón de Dios. Y una esposa conforme
Rut sirvió a su suegra. ¿De qué manera";l Con su ayu­
al corazón de Dios sirve primero a su esposo, y luego ex­
da, su provisión, su sostén , y su trabajo esforzado. La vida
tiende ese círculo de amor que incluye a sus padres y a su
era difícil para las dos muje res en el esca rpado y desértico
fam ilia política (i Y a los demás también!)
paisaje de Judá. Rut se ofreció para salir a buscar alimen­
Rut atendió al consejo de su suegra. El relato de su
tos para Noe mí, y le preguntó: "Te ru ego que me dejes ir
vida nos pe rmite ver a una nuera muy humilde y dispues­
al campo, y recogeré espigas" (Rt. 2:2). Entonces salió a
ta a aprender. En una situación poco frecuente , la suegra
recoger su pan diario (en sentido literal), y el grano que
de Rut le dio un consejo según las costumbres de la época
segaba es taba en espigas, lo cual demandaba mucho más
en su nueva tierra (Rt. 3). ¿Cómo recibió Rut la instruc­
trabajo por parte de la amorosa y servicial Rut, antes de
ción de su suegra? Ella siguió ple namen te su consejo, Y
poder come rlo.
¿ y qué de ti? ¿Cómo puedes servir a los padres de Dios obró para el bien de las dos.
1'1i hija Caterine posee un corazón sem ejante. Ella per­
ambas familias? Los papeles en la vida se invierten como
tenece a una organización denominada "madres de prees­
una balanza. No importa cuál sea la e dad de tus padres,
colares" , Y su suegra, que vive a casi 5.000 kilómetros de
su es tado de salud, o el vigor del prese nte. Un día tú te
dis tancia, es tutora de un grupo de esa orga nización en el
encontrarás en la misma situación. Así lo describe el s i­
ámbito local. Me fascina escuchar a Caterine cuando 'me
guiente poema:
comenta los sabios consejos que su suegra le da en lo con­
Alguna vez acariciaste mis cabellos grises y delgados. cerniente a la ma te rnidad ya la e nseñanza de sus dos pe­
Ahora yo aca ricio los tu yos en el ocaso. queños. Caterine, que e n el prese nte vive en el aje treo de
Observo tu mente ta mhalearse. Ya pasó su tiempo. la crianza, es como una espo nja. Ella no solo es una mu­
Algu na vez con tem plaste cuidadoso , je r , si no una m adre con forme al corazón de Dios. Ella

ISO U NA ESPOSA CONFOl,M8 Al- CORA ZO N DE D! OS
aprecia cualquier consejo, por pequeño que sea, y esc u­
c ha con atenció n lo que ap rende, incluso de su suegra.
Como ya lo dije, me encanta esa cualid ad de Caterine, y
mi oración es que tú también , sin importar la etapa de la
vida e n que te encuentres, escuches y sigas todo buen
consejo que tus mayo res te ensefían. Un proverbio dice:
"El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que
obedece al consejo es sabio" (Pr. 12:15).
Rut bendijo a su suegra. ¡Qué vida tan dura y sombría
soportaron es tas dos mujeres fieles y valerosas! Ya la vez,
¡qué dicha! Rut se casó con un pariente , y más ta rde tuvo
un hijo. ¿Qué hi zo entonces Rut? Lo puso e n brazos de
Noemí. Rut compartió su felicidad y su nueva vida fami­
liar con la anciana a quien tanto respetaba, amaba , escu­
chaba y seguía. Además de eso, Rut hi zo algo más para
bendecir a Noe mí.
Rut permitió que su suegra le ayuda ra. La Biblia rela­
ta es ta escena que inspira ternura: "Y tomando Noe mí el
hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya" (Rt. 4:16). ¡Me
pregunto si Rut y Booz lograron tomar al bebé de los bra­
zos a Noemí en algún momento! Es una escena conmove­
dora. Un bebé representa un a nueva vida, y también
comunica nueva vida. Nuestra que rida Noe mí gozó de esa
bendición gracias a una nue ra generosa, amo rosa y anJa­
ble que le permitió ayuda r. Rut le confió su más grande
tesoro a su suegra. ¡Qué nue ra tan admirable!
Amiga mía, i hay un montón de lecciones que podemos
apre nd er! ¿No te parece ? ¿ Compartes la preciosa vida de
tus hijitos con los abuelos de ambas familias ? ¿Procuras
Amar a lafami.ha 151
que tus hijoS fortalezcan lazos con sus ab uelos? ¿ Recibes
con beneplácito la ay uda de ellos, sin importar cuán an ti­
cuado parezca?
Ahora pasemos al otro lado de la historia. Si tú eres la
ab uela, ¿estás dispuesta a ayudar? ¿Manifiestas tu deseo
de cuida r a los niños y de ayuda rle a las madres jóvenes
de tu familia, siempre tan atareadas? ¿Sigues el ejemplo
de Noemí al servir y suavizar el camino de la muj er joven'?
Me entristezco cada vez que una joven mamá se me acer- .
ca en una conferencia y me comenta: "Admiro mucho la
mane ra como usted se involucra en las vidas de s us hijas
y su deseo de ay uda rlas con los niños. ¿Cómo puedo alen­
tar a mis padres y a mis suegros para que se interesen por
nuestra familia?"
Querida lectora, tu familia necesita tu ayuda como
muj er mayor, Y según c reo también es el plan de Dios.
Ad mito que la distancia puede ser un obstáculo. Sin em­
bargo, también creO que las abuelas debemos pagar el pre­
cio, sacrificarnos Y hacer esfuerzos adicionales para
reco rre r distancias, inve rtir tiempo y colaborar. Hay mu­
chas formas de manifestar nuestro amor e inte rés. En mi
caso, les recuerdo a mis hijas mi deseo de ser la prim e ra
opción a la hora de buscar alguien que cuide a los niños.
Trato de ay ud arles cua ndo tienen una cita médica u
odontológica, o deben ir a la peluquería, o salir de com­
pras, o salir en la noche con sus esposoS. Además, quiero
compartir tiempo e influir en los corazones Y en las vidas
de los pequefíitoS que conforman la siguiente gene rac ión.
 Amar a lafamilia 153
152 U NA ESPOSA CONFORME AL CORJ\Z6N DE DIOS

hermanos Y los de tu esposo, Y sus cónyuges. Bueno, ¡la

¿Cómo puedes culti"ar lffi corazón amoroso?
l isLasigue l
"Amor práctico". Hay dos motivos por los cuales le:
Sin emb argo, me dispongo a presentar el reto final
puse es te título a la sección. El primero, que Rut y Noem(
I':lra nuestra vida. Si tú, tu madre, tu suegra, tu hij a o tu
conformaban una "pareja inusual", y sin embargo, el amo r
Iluera no han gozado de una buena relación hasta ahora,
pudo vencer todo obstáculo, por extraño que parezca.
es hora de hacer los ajustes necesarios, al menoS en cuan­
Cada una se esforzó, se sacrificó, sirvió, honró, respetó y
lo dependa de ti. Por ahora, tú como mujer cristiana , ca­
deseó lo mejor para la otra. El lazo que las unió se pe rpe­
K:lua y adulta, así como mujer y esposa conforme al
tuó y fortaleció hasta el grado que nada podía romperlo.
corazón de Dios, debes desech ar las pequeñeces que se
Cada mujer puso por obra esta in s trucción divina: "Si es
derivan de malas relaciones con tu familia. De hecho, tie­
posible, en c uanto dependa de voso tros, estad en paz con
lIes a tu disposic ión todos los recursos de un Dios podero­
todos los hombres " (Ro. 12:18).
so . Puedes usar el arma de la oración , las verdades de las
El segundo motivo para titul ar esta sección "amor
¡';scrituras, sin mencionar la dulce fortaleza que te confie­
práctico" es que esta noble pareja compartió el paso por
re el fruto divino del Espíritu Santo (Gá. 5:22-23) . Esto
la cima de la dicha, al igual que el sombrío y hondo valle
~ignifica que tú y yo, querida amiga mía, no tenemos ex­
del sufrimiento, y al final vencieron juntas. ¿Cómo pudi e­
cusa para conformarnos al estado actual de nuestras rela­
ro n lograrlo? Cada una contó con alguien que le ayudó y
ciones famili ares.
de corazón la cuidó, ¡aunque e ran paríentes políticas ! Es­
Sigamos el ejemplo del apóstol que declaró: "dejé lo
tas mujeres desmintieron con su proceder las innumera­
que era de niño" , y "crezcamos en todo en aquel que es la
bles mofas respecto a la familia política, pues su amor
cabeza, esto es, Cristo" (1 Ca. 13:11; Ef. 4:15). Así debe
práctiCO forjó el más fuerte de todos los lazos , que es e l
obrar una esposa conforme al corazón de Dios. Ahora
lazo familiar. bien, la pregunta es: ¿Tú lo harás? ¡Puedo asegura rte que
eso transformará tu matrimonio! ..
:.1;;;;,;;( C/('O/'(I', (' ¡
lo. l. ".v, ,..,

Admi to que me gustaría amplia r es te tema del amor a

nucstra familia extendida. Dcspués dc todo, ni siquiera
mencioné la relación e ntre hermanos; es decir, tus
154 U KA ESPOSA CONFORME IIL CORA Z6N DE DIOS
'e talle§. que transforman
1. Accede ttlnto como p uedas.
Si se trata de un a reunión familiar, de cuidar a l.,
niños, de transportar a alguien , de cuidar una C<l sn
o de ayudar a tus familiares , accede a hac\,!lI ..
sie mpre que puedas. ¡No olvides que son fam ill .,'
Por consiguiente, también deben trabajar en e(1I1I
po. Cada buena obra es un eslabón más en la \'!'I
dena que los acercará mutuame nte hasta lognll 1\1
unidad de sus corazones.
2. Fija un p resupuesto para las actividad es fa miliares.
Supongo que has notado que algunos parientc:> ¡a
excusan para no asistir a las reuniones famili a,'"
arguye ndo falta de dinero, y sin embargo conil'"
fuera de casa, en restaurantes de comidas rápid'I",
compran televisores gigantescos, se suscribe ,l "
servicios de la red informática o progra mas p" ,
cable, y muchos más gastos innecesarios. Si vah ,
ramos algo, s iem pre hallaremos la manera de d:1I
le cabida en nuestra vida. La familia debería N<"
(~
importante, lo suficiente para que hagamos sa<.: ,1
ficios de tiempo y de dinero. Por esta razón, fija 1111
presupuesto (ver el capítulo 5) de tal modo qll '
puedas "comprar" tiempo con tu familia. Una kl'
de las buenas relaciones dic e: "Entre m~1I
Amar a la familia 155
l. Visita a tus pud res.
Ya sabemos que en el momento de casarnos es ne­
cesario dejar a nuestros padres y unirnos a nuestro
esposo (ver el capítulo 2). No obstante, también de­
bes honrar a tus padres. Una buena práctica que te
permitirá expresarles amor y aprecio es visitarlos o
invitarlos a tu casa. Claro que eso requiere planifi­
cación , trabajo, tiempo, y gastos d e tu parte. Sin
embargo , ganarás e n el sentido de construir una re­
lación cada vez más sólida. As í pues, toma una
agenda, lla ma e invita a tus padres y a tus suegros .
¿Cuál es el momento más conveniente para que
ellos te visiten? ¿O para que tú los visites? ¿Qué
fechas son favorables para todos? Persevera hasta
que logres tene r un plan concreto. Y no descartes
hacer una salida familiar durante un fin de semana.
Da lo mejor sj!lj mporta r lo que requiera en tie!Jlilo
Y, en dinero. ¡Te alegrará habe rl o hecho a medida
que los años pasen y atesores buenos recuerdos
l
I \ 'l'Il1anece en contacto.
Ya eres una experta en lo que atañe a tu casa, tu
esposo y tuS hijos . Ahora, pon a trabajar tu cabeza
para idear todas las maneras en que puedes man­
tener el contacto con ambos lados de la fam ilia,
con h ermanos , sobrinas y sobri nos . Después de
todo, son tu yos, Dios te los dio. Por tanto, Él les ha
delegado una responsabilidad m utua de cuidarse.
Así que usa tu teléfono portátil que tiene tantos
 l Imar a laJamilia lS í
156 UNA I, SrOS,\ CONFOIU'¡¡, AL CO I\}\Z ÓN m; D Ios

sarios , las comidas preferidas, los pasatie mpos Y

mi nutos disponibles, y llama a tu familia con fn:
cuencia. Pon a trabajar tu conex ión de la red ill
forniática para enviarles correos e lectrónico ~
Envía fotogra fías, noticias, y cartas familiaru~
También comparte anécdotas, resultados de COIII
pe tencias deportivas, pe ticion es de oración, lo qlw
sea para permanecer en con tac to .
las colecciones que cada u no realiza. Las grandes
e mpresas buscan por todos los medios obtener la
información de sus cli e ntes , Y la actualiza n Y ar­
chivan. i Seguro que puedes hacer lo mismo por la
familia!

5. Toma muchas fotografías.

Lo siento mucho , pero no puedo evitar dar eS I, ·
consejo. Parece tan obvio , y sin embargo muchClN
mome ntos en familia pasan sin siquiera grabarlo11
como un recuerdo. Para evita rlo, lleva contigo UJln
cámara fotográfica, en especial cuando sabes qu\'
se presentará una ocasió n en familia . Pídele a UII
extraño que tome una fotografía con tus familiare~
Toma una fotografía de tus padres abrazados y son
riendo. Y otra con tus herma nos. ¡Organiza a tll~
sobrinos y dispara! No permitas que un solo mo­
me nto en familia pase sin dejar huella.

6. Ora por tu familia .

Es imposible olvidar u odiar a una persona pOI
quien se ora. Como esposa conforme al corazón dI '
Dios, debes propone rte en tu corazón la meta d('
orar con fidelidad por los miembros de tu familia.
¡y de tu familia política I En un cuadern o, consa­
gra una página a las pe ticiones dc cada persona .
Luego, anota las fechas de cumpleaños, los anivel~
 C)

Gifrabajar en tu profesión

Las mujeres asimisl11oscan.:. fieles en toda

1 TIWHEO 3: ] 1

'~;) óm o es un a mujer conforme al corazón de

1(' Dios? Es una mujer que busca co n todas s us
fuerzas hacer la volun tad de Dios (Hc h . 13:22), al igual
que el rey David ya anc ian o. Y eso, mi que ri da amiga y
compañera que andas en pos del corazón de Dios, es la
meta de este libro que señala nuestra "profesión" de es­
posas conforme al corazón de Dios. Eso sign ifica conoce r
1;1 volu ntad de Dios con el propósito de cumplirla. Al res-

IHayor tesoro del h

- -
privilegio de la vida".'

IJacer la voluntad de Dios

Antes de abordar el tema del trabajo, quisiera recor­
darte que a lo largo de este libro hemos 'procurado descu­

159
 Trabajar en tu profesi6n 161
160 UN II I,SPOS,I CONFOR,I·18 lI t CO lvlZ6N DIO DIOS

1-/ ~mar a su s hijoS. En su calidad de madre, y como a l­

brir la voluntad de Dios para un a muje r y para una espo
sa. Hasta el momento h emos co ncluid o que las p rioric~1
¡::lIien que desea hacer la voluntad di vina, la
... mujer de Dios .
procederá a dedicar el tiempo n ecesario para m ltrir la re­
des establecidils por Él para nuestra vida son:
lación con sus hijos. sin importar sus edade~ (lit. 2:4). Su
'/ 4 mar a Dios. Una esposa conforme al corazón de Dir" ,
vida cs un compromiso de por vida a ser una madre amo­
es ante todo una mujer cuyo corazó n le pertenece a Dio:-l
losa y dedicada, que participa en la vida de sus hijos y está
Él no solo es su prioridad, sino su ~t. 1
siempre presente. Es un a madre que educa a sus hijoS y
c ~ tr ode toda su d~ ión. Co mo cristiana, c.2!lsagl¡/1
en ellos invierte lo mejor de sí. Esa es su misión , y otra de
tiempo para nutri): su..r. ción con Dios. Su amor por Diw;
sus pasiones. Cóm o no hace rlo ... ¡es una madre confor­
y por su Hijo Jesucristo no 1 paralelo en su v ida. ~I '

deleita en guardar el prime r y más gra nde mandamiento lil e al corazón de Dios!
de Dios: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
3J Amar su casa. Para una es posa conforme al cora zón de
I)ios, s~· es lo qu e sigue e n la \.i2ta de..jJrimidadeti
co n tod a tu alma, y con tod a tu m ente" (Mt. 22:37-38) .
(Tit. 2:5). Ella enfoca sus energías en edificar, cuidar y es­
Esta relación de amor y con sagración total al Señor, 1"
tablecer un lugar dond e sea posible alimentar su matrimo­
permite te ner una provisión rica y profunda de la que pue­
IlÍO y su familia. Ella ama su casa (¡y su familia!), ~e a\egr,¡J.
de ech ar mano para atender a las demás responsabilida­
c,g,ando allÍ, la embellec~uJ.ahoÚQ..~a.d, ¡y es "~
des y relaciones que Dios le ha confi ado.
rein a de la fiesta" en lo que se refiere a su dulce h ogar!
Amar a su esposo. Como esposa , un a mujer casada
guarda las prioridadcs de Dios amando a su esposo (11t.
--( :on cariño mi~7 a todosJ.o.s...q.ue..eu...ella..se....e.n:,
~

2:4). Después de Dios, ella entrega su ser al compañero de <¡¡,¡.e.ntrap.

En relación con la muje r que se centra en cumplir es­
su vida . Dedica tiempo a c ultiva r la mejor relación de ami­
tas cuatro prioridades asignadas por Dios, alguien comen­
gos con su esposo. Además del tiempo que pasa con Dio~
tÓ: "T~e [¡¡oda v sostiene un hogar. y bajo Cll~
en primer lugar, invierte lo mejor de su tiempo, sus fu er­
manos los hijos crecen )ara convertirse en 1 r mu ­
zas , su amor y su devoción a edificar un matrimonio cada
.isrs:s de bien, es una creadora a quien solo Dios su pe.!]".'
vez m ejor. Enfoca sus esfuerzos en su matrimonio y en su
Amar y servir al pueblo de Dios. Una mujer que su eña
esposo, lo cual comprende mejora r su vida, servirle, y pro­
eon ostentar el título de «~Qnforme al COPJ¡:ón de
curar vivir en armonía. Ella busca, con la ayuda de Dios,
• D Dios", y poseer dicho corazón, goza de una relación per­
cumplir con las funci ones qu e Él le ha encomendado
como esposa que son ~1f, seguJJ.. respe tar y amar a su
---- . ~ ~
" .....
so nal con Jesucristo . Esa relación le concede el privilegio
de pertenecer a la familia de Dios, al Cuerpo de C risto,
eSDOSO.

162 UNA ES PO SA CONFO R.\I I> AL CORAZÓN DE DI OS
que es la Iglesia. Como cristiana, e ~
~p.:u'af)rQl, €gJ;¡ o" (1 Co. 12:7) , es decir, para bendec ir
a~ ia unjyen¡.e,.I, y en particula r, a la i~l es i a
cl!ill. asi s t~. Este servi c io a Dios y a su pueblo es un debcl
y un a responsabilidad que tiene todo cristiano , y tambiéll
un privilegio ineludible. Dicho seIYicio PO es un a opción.
¡No debemos olvidar las maravillosas bendicion es que
recibe una mujer obedi e nte al plan de Dios en su servicio
al prójimo' Se precisaría un capítulo entero para hablar dc
ellas, pero por el momento atiende a lo siguiente:
s ~icjQ al pueblo de Dios a ~ e 1 1Ligles i u.§.~ a
iDlP~ E~ lln ª tarea Q.lliU2j oLn~~ha .. ncomen~()
. por consiguiente precede a...Q.lll!lquier~j.9_,. c_aJJ~()
Ya que tenemos presentes las prioridades que Dios nos
ha asignado, podemos formularnos algunos interrogantes
y proponer algunas respuestas.
Preguntas y respuestas
Sé muy bien que muchas muje res trabajan. De hecho,
'r creo qu e según las más recientes estadísticas, más del SO
por ciento de las mujeres casadas trabajan. Soy u na mu­
je r realista, y permanezco en con tacto permanente CON
miles de mujeres. Recibo una gran cantidad de cartas y de
correos e lectrónicos , hablo en persona co n mujeres que
trabajan y que viven muy ocupadas, y con frecuencia paJ'
ticipo en sesiones de preguntas y respuestas. Gracias a mi
experiencia personal he podido conocer e l corazón y la
TTabajaT en tu pTofesi6n 163
"¡da de las mujeres de Dios, y quis iera darte algunas ideas
p:lra m editar, sugerencias para examinar tu corazón, Y por
local ~I
,'' 'timo, algunos motivos de oración.
Hay dos cartas que de manera especial tocaron mi co­
';t;r,ón en relación con este tema. En una de ellas, una pre­
ciosa mujer preguntaba: "¿gQm o es posible que una m\li~r
'IlLc u'ahaja todo el día m ante nga en orden sus priori9!­
d ~ " . Otra hermana en Cristo escribió: "¿ Q'lé le aconse­
¡a (J liPa mu jer que debe trabajar y luego llegar a casa pa; a
I¡.mfliar, QQcj nar, d isci plinar a los hijO~ ... ?".
ry~
Es evidente que no se trata de preguntas fáciles, y que
;ada mujer fo rmuló la suya desde un escenario difere nte,
describiendo con esmero los detalles para dar una idea
clara de sus cond ic iones de vida. ¿Cómo respondí esas
cartas?, y ¿cómo puedes aplicar esas verdad es a tu situa­
c ión personal? Te pido que dediques un momento a res­
ponder las preguntas que siguen. Hacerlo te ayud ará a
entender y evaluar tu propia situación .
1. ¿P.9 f qu é traba ja? Hacerteflsta prfOJl un ta es com~i
tse);am in aras frente al espelo. Hay mujeres que trabajan
Jlorque sus espoSOs así lo desean, y hay otras que lo hacen
Jlor su propia voluntad. Incluso he hablado con mujeres
cuyos espoSOs no desean que ellas tr abajen, pero ellas in ­
sisten en hacerlo. Tu respuesta a es ta pregunta te ayu dará
:\ tener más claridad en cuanto a tus motivoS y razones
para tener un empleo.
2. ¿LS he e~ªdQ a m i esposO mis deseos e inqui e­
t~ Si en tu caso trabajas porque tu espoSO así lo dis­
Jlone o insiste e n que lo hagas, debes orar con dilige ncia y
 Trabajcir en tu JYrofesión 165
164 U NA ESPOSA CONFORME ..\ L CORAZÓN DE DIOS

Illlljer en Proverbios 31:' Dicho libro estudia a fondo e l

pedirle sabiduría a Dios pa ra ha bl ar con tu esposo (ve l
contexto de la vida de la ad mirable mujer desc rita en Pro-
#9). Debes presentarle tu caso con mucha delicade za ...
inteligencia (mas no domin ada por tus emociones), yex ­
poner las razones justas para quedarte en casa. Es nece­
1;IS nrlnrirt a d es
sario que hagas uso de todas las buenas habilidade~
[l:lse en su vida diaria, me propuse ofrecer consejos bíbli­
comunicativas (ver el capítulo 3). Sírvete de ellas en el
cos y prácticos para mujeres como tú, ya sea que prefie­
momento de hablar acerca de las prioridades. Yasegúrat<:
I'as estar en casa o que trabajes fuera del hogar. Te
de seguir e l ejemplo de Ester (ver Est. S): ¡Elige el momen­
rccomiendo sin reservaS este libro para que tengas una
to oportuno para prese ntar tu caso!
idea más clara de este ejemplo insuperable para cada mu­
3. ¿~oté mis opciones? (,Hay alguna que me pe r­
.¡c r y esposa co nforme al corazó n de Dios .
uedarme ~asa y seguir ;¡;;-ran do al iu~~a­
4. ¿Me he propuesto metas que me permitan dejar mi
? ¿ Podría contempla r ot ra po sibilid'!.d ._~ :
empleo? Me refiero a metas como cancelar deudas , pasar
i)dminjstrar un negocio desde mi casa, veude.r alg!'I.!:UU:!t.
:1 un trabajo de medio tiempo, vender elementos innece­
culo, iniciar un pequeño negocio en la red inform.1 ti ~o
0:lrios, establecer un presupuesto estricto (¡O más es tric­
~~ s? (conozco por lo menos a doc<.l
1( 1), disminuir los gastos, e tc. En vez de descart ar la idea
mujeres que reparten el diario temprano en la mañana al
de quedarte en casa, tú y tu esposo podrían proponerse
ti empo que escuchan enseñan zas bíblicas, memori za n
como me ta que tú dejes tu e mpleo por fuera. Tan pronto
ve rsículos y oran por sus fam ilias). ¿O tal vez puedas pro­
csto se convierta en un objeti vo, pueden avanzar juntos
ponerle a tu jefe que te permita trabajar desde tu casa?
paso a paso a fin de que un día
. (¡Muc has de mis lectoras han recibido una sorprendente
el sueño se haga realidad.
respuesta afirmativa a su propuesta!) . eres una mujer

~
5. ¿ ~ (o debo)
¿Qué tal te suena aho rrar más y gastar menos? trabajadora debes
d~ha¡; de mi vida? Si tu es­
¿C uánto dinero podrías ahorrar si cocinas en vez de co­ 0star convencida
poso insiste en que trabajes , es
mer fu era? ¿Puedes unirte a un a cooperativa para ahorrar de que cada
indispensable organizar tu
dinero? ¿ En realidad necesitas re novar tu vestuario? inuW es, oro, y
vida. Deberás controlar tuS sa­
¿Hay que comprarles a los niños los juguetes de moda?
/ vivirlo de esa
lidas, tus compromisos, tu par­
¿Puedes arreglártelas con las herramientas que ya tienes? , manera ¡pues es
ticipación e n otras actividades,
\ __~verdad!
Escribí más en de talle acerca de las alternati vas para
un trabajo de tiempo completo en mi libro acerca de la
y tus obligaciones (incluso las --- -----
' -_ _ _ _ , /.1 - - - - - '
 166 UNA ES POSA CONf OJU I8 AL CORAz6N DE Dros
qu e persiguen un a causa jus ta) qu e pueden estorb ar el
manej o de tu vida hogareña y las relaciones que allí debc/<
alim entar.
6. ¿Cómo puedo mane jar ¡:¡:¡9,jor m i .t.i!mulo') Esta CH
una pregun ta que toda mujer de bería formularse a diario.
Sin embargo, para la muj er que trabaj a, ¡esto es una obli
~~~~ .~~~~ --
a buena calidad de vida que~trans­
curra sin tr op i eZ o ~&.CO n y ertirt e en IIo a e~ell
-
ad ministraciÓn del tiempo. Lee cuanto puedas ace rca du l
~
tema. Toma todos los atajos posibles. Aprende los trucOH
que prome ten lograr más en me nor tie mpo, y trabajar más
con sagacidad que C OIl esfuer zo. Puesto que eres una mu­
jer trabaj adora, debes esta r co nvencida de que cada mi ­
nuto es oro , y vivirlo de esa manera, ¡pues es verd ad!
7. ¿ESLOV de.:l2:t idando mi relaci~co~~e ñQ!? De­
bes recordar que si tra bajas , tu tiempo con Dios es lo que
te da rá las fu erzas pa ra c umplir con tus obligac iones . Por
lo tan to, asegúra te de pasar un buen tiempo con Dios en
oración y estudi o bíblico. Eso hará de ti una m ujer más
du lce y paciente, y avivará el amor por tu familia , a quien
es tás llamada a servir cada día a l regresa r a casa.
8. 'Mi
deberías considerar trr1:! mp ·.m plemente como "una ac­
tividad más". No es tu vida. Es evidente que ocupa gra n par­
te de tu tiempo, pero no es tu prioridad ni tu misión en ht
vida. La verdadera misión que Dios te ha encomendado te
espera en casa. La verdadera plenitud proviene de las fuer­
tes y perdurables relaciones que constm yes justo debajo de
tu techo. L!,fa milia dura toda la vida. Un ellm!.~.Q~.
Trabajar en tu prof esión 167
9. ¿§ n realidad oro con diligencia v fervor a Dios. para
I ~Qbre e n el corazÓn de mi esposQ ? Amiga mía, ¿c rees
que Dios en verdad escu6ha y contes ta la ora.ciÓn? Pídele
l¡ tl C toque el corazón de tu esposo. Asimi smo , que te reve­
le ideas y soluciones para quedarte en casa. Por último,
Ilra para que te conceda su gracia para cumplir con tus
111 últi pIes responsabilidades.
10. ¿M§ esfuerzo 120r se r fjel a las prioridades de D,!.os
I':¡ra mi vid~? Toda mujer Y esposa conform e al cora zón
de Dios debe admitir que ningún trabajo o circunstan cia.
pueden contradecir la Palabra de Dios respecto a noso tras
como muj eres casadas, la cual nos ordena amarle a Él, a
Iluestro esposo, a nuestros hij os , nuestro hogar, y amar y
., crvir a su pueblo. F~ un im pera tivo q]! e sigamos los m jn­
<, ipios di vinos en es tos aspec tos esenciales .
l fo tes timonio
Yo crecí en una familia maravillosa donde había mu­
cho movimiento y agitación, y e n el que todos los hij os
cmpezaron a trabaj ar desde mu y jóvenes. En mi caso,
cmpecé a trabajar en mi "profesión" cuidando las casas de
los vecinos ya sus masco tas dura nte sus vacaciones. Lue·
go trabajé como ni ñera en el barri o. A los 16 años conse­
guí mi primer e mpleo (des pués del horario escolar) en un a
fe rre tería local ayudando en la contabilidad a archivar los
recibos de las ve ntas. En Navidad siempre trabajaba em­
pacando regalos. Durante los ve ranos siempre trabajaba
mucho para ahorrar junto con mis padres para el pago de
 168 UN A ESPOSA CO N FO I~\I I> AL CORAZÓN DI, DI OS
Tra bajco' en ClL profesión 169

mis estudios uni versitarios, Una y otra vez de bía usar mi ,Ii m, y terminé como secretaria ejecutiva de un ed ucador
pequeña hoj a de vida que inc luía múltiples trabajos oca­ que dirigía un centro de retiro intelectual.
sionales y de medio tiempo. Y c uando por fin entré a la Sin e mbargo, h ay algo que debo decirte , A pesar de
uni versidad , trabajaba después de las cl ases , dura nte los llIis es tudios universita rios, los múltiples e mpleos p¿ r do­
fin es de sema na y en el ve rano. quier, y los tras lados y mudan zas , yo sabía que el día en
Entonces conocí a Jim . ¿Y sabes qué? Él había vivido que nu estro prim er be bé nacie ra, se acabaría el trabajo
una experiencia semejante. J im había inic iado su larga lis­ fuera para mí. Y así fu e . El día en que llegó Ca te rin e, se
ta de empleos a los 14 a ños, desca rga nd o sandías de un 'I<.!a bó mi vida "profesional". y trece meses más tarde lle­
cam ión en una tienda local. Así fu e como los dos, siendo !~() su herm ana Courtney.
mu y trabajadores, nos casamos y seguimos el mismo rit­ ¿ Trabajé algun a vez desde entonces? Mi respuesta es
mo hasta que culminamos n ues tros es tudios uni ve rsita­ sí. Para ser exacta, trabaj é dos
ri os. ¡Y lo logramos! Nos graduamos de la uni vers idad el veces . La primera fu e cua ndo
mismo día. Quisiera que vieras [a única fo tografía que to­
mamos aquel día, Estamos ambos de pie, con los diplomas
e n la ma no , un par de ojeras negras, la aparien cia dema­
mis dos hij as estaban e n el co­
kgio. Enseñé e n el preescolar,
dos m añanas a la semana du­
TtL hogar: tanto el
lugar como las
personas que lo
I
c rada y la sonrisa más gra nde qu e puedas imaginar. ¡ Sí, lo mn te nue ve meses, a cambio habitan , es tu
logramos ! de la mitad de los derechos de prioridad frente a
Para ento nces , J im y yo ya habíamos estado casados ma trícula para mis hij as. Y la ~alqUier otra

durante un año . ¡ Qué Mío tan tremendo I Posteriormente segunda ocasión se presentó profesión.
~

nos movimos doquiera que la carrera de J im como ve nde­ ;lños despu és cuando ya es ta- . '.

dor químico-farm acéutico nos llevara. En todo lugar al
que nos trasladamos, yo seguí trabajando. Durante un os
meses trabajé regis trando la produ cción de un pozo para
una com pa ñía petrole ra, Lu ego e nsel'i.é en una escuela ru­
ra l duran te nueve meses. En esa época Jim y yo pudimos
in ve rtir nues tras gan ancias y ahorros para comprar nues­
tra primera casa pequeña . Entonces vino otro traslado, y
yo trabajé en una empresa de seguros controlando los pa­
gos de grupos aseguradores. Y luego trasladaron otra vez a
han en el bachille rato, usaban
frenill os, ya conducía n auto ... bue no , ya imaginarás la es­
<.!e na i y los gas tos~ Trabajé una corta temporada llevando
la contabilidad , dos noches a la semana en mi casa. Des­
pués qu e las niñ as se acos taban , yo me sentaba en una
mesa, sacaba la caja de papeles d esparramados , ponía
música , trabajaba durante unas horas, y luego dejaba la
<.!aja lis ta junto a la puerta para qu e la recogieran al día s i­
guie nte.

170 UNA ESPOSA CONFOR.\IE AL CORAZÓN DE DIOS
De modo que sí trabajé en dos ocasiones, pe ro siel1l
pre cuidando y respetando n u e~ tro plan fa milia r. COII
todo , el objetivo siempre fu e que nadie (esposo, hijos, ho
ga r o ministerio) resultaran perj udicados y que ( ¡ojalá l )
todos obtuvieran algún be neficio.
Debo reconocer q ue soy una muj er hogareña. ¿PUl
qué') Porque mi casa es el lugar donde está mi esposo, y
do nde mis hijas vivieron en su momento. Es donde esul
m i hogar, y el luga r do nde duran te tantos años se ha ll
gestado los preparativos necesarios para enseñar la Pab ­
bra de Dios a las muj eres de mi igles ia (que hace parte de
mi servic io al pueblo de Dios). Porque allí es tu vo, allí est.ll
y allí estará mi cora zó n. Por consiguie nte, procuro hacer
todo en mi casa y desde mi casa. En este momen to , pOI'
eje mplo, escri bo e n mi casa. Y si viajo para dictar un a con­
ferencia, Jim y yo vamos jun tos. Y si es él qu ie n viaja, yo
lo acompaño siempre que puedo.
Yo no escribo a expe nsas de m i matrimonio, de mi fa­
milia o de mi hogar. No. Busco a diario al imenta r mi rela­
ción con Dios, con Jim , con mis hijas casadas y mis nietos,
así como am ar, cuidar y embellecer m i casa, y serv ir al
Cuerp o de Cris to a través de mi minis terio como auto ra y
conferenc ista. Lavo la ropa, cocino, arreglo la casa, hago
dilige ncias, y luego escribo. Mis ojos están puestos en mi
hogar, mi cora zón también , y mi a nhelo más profundo es
cu mplir con las prioridades que Dios me ha ordenado
como muj er casada (lo cual significa que mi mayor temor
es fracasa r en ello).
Así pues, te pregunto, a l igual que yo misma me cues-
Trabajar en tu profesión 171
I iono co n fr ecuencia: ¿ O,ónd e está tu cora7,Ón? ¿ En m
hogar ? ¿En tu dulcc bogar') Toda muje r, Y en especial
;l<l uella que trabaja en una profesión, debe pregun tar y
rcs ponder estos inte rrogantes a diario. C,Q!110 puedes ver,
,
s~ " pa m"jer y 1lJ12,..~" conforme al corazón de Di~s
­
\"~ en todo ~do_l.l¡¡..a·sunto de! corazÓn, de tu corazón .
.- '
-/(;;tla. ('/ r(,,(/,,/}I
Sé que la situación de cada mujer es diferente. Muchas
(rabajan fue ra de casa, Y muchas no. Sin e mbargo, toda
muje r casada es tá llamada a respetar sus prioridades, que
cn el caso de una mujer conforme al corazó n de Dios , se
t rata de las prioridades divinas. Por lo tanto, siempre de­
hemos reco rda r lo siguie nte: Hace r la voluntad de Dios no
llcne precio. Jamás el pago, ni el salario, ni los beneficios
derivados de un empleo podrán reemplazar una vida con­
forme a la volun tad de Dios . El trabajo que Dios te ha e n­
comendado es ay udar a tu esposO, alimentar tu relación
con él, amar Y cuidar a tus hijos, y encarga rte de la labor
de edifi car tu casa . Quizá tengas un empleo, pero tu h o­
gar (tanto el lugar como las personas que lo habitan), será
siem pre la prioridad Y esta rá por enc ima de cualquier otra
profesión.
Amada mía , hemos estudiad o las prio ri dades de un a
tlluje r en este capítulo )' a Jo largo del libro. Hemos busca­
do el consejo de Dios para noso tras co mo esposas. Las

172 U NA ~S POSA CONFORME AJ, COR,\ ZÓN DE OJ O S
p rioridades que hemos estudi ado h asta e l momento fu e
ron reveladas en la Biblia y son inmutables . Proceden d¡ ·
"la palab ra del Se ñor [que 1 perma nece para siem pre" ( I
P. 1:23), y así la ente ndemos . IJJ-lli~
Ib~f)~~necer á para si empre; los pensami er!.tos
~~ s " (Sal. 33:11).
Eso s ignifica que no importa lo que que ram os, ni lo que la
soc iedad nos imponga, ni lo que otros deseen para 110S0·
tras, pues en nuestra calidad de mujeres conforme al co­
razó n de Dios debemos desea r lo que Él desea. Podemos
ejerce r una profesión , pero a nte todo debemos a nhelar
cumplir con la voluntad de Dios e n lo concerniente a las
prioridades qu e Él en su sabiduría y sobera nía h a dictado
para nues tra vida.
¿ Dónde está tu corazón ?
(Una observación antes de responder: Si tienes dificul­
tades para acepta r, desea r y aprop iarte de la voluntad de
Dios para tu vida como muj er casada, entonces " ¡pídele a
Dios que te conceda el deseo para es tar dispuesta !")'
Trabajar en tu profesión 173
tQOetalles. que trgmsforman
l . Eval úa tus prioridad es a diario.
Como c ris tiana, todo cuanto haces debe hace rse
con excele ncia, yeso incluye tu trabaj o. En parte,
eso significa que debes ve rificar continu amente
tus prioridades. Hace r dicho exame n a primera
hora de cada ma ña na te perm itirá mante ne r en
..... 04
cmt en t ijI11atri mOll io , tu familia, t~ y tu tr~­
~ . Te ayudará a record ar que según la gran pers­
pectiva de Dios , tu matrimonio, tu famili a Y tu
hogar son más im portantes que tu trabajo. Te ayu­
dará a recordar que como esposa cristiana, el tie m.;
e29 ue pasas con tu es~sa antes y desQ].~
d~trabfl~r, ¡es el mayo r Y más imoortante t rahajo
d~4úi!
~ Clljc~o de llegar a ~orat; ¡pás tu e mpleo
que tus labores en casfl , c uyo propósito es cons­
~ir relaciones duraderas Y crear un hogar de ben­
dic ión para ti y para tu familia. El trabajo que
haces por fu era y que ellos nun ca ven , jamás cam­
bia rá sus vidas . En cambio, guardarán para sie m­
pre en su corazón el recuerdo d e un a madre
amorosa y atenta, ¡Y la seguridad de haber ocupa­
do el primer lugar en su vida!
2 . Procura organizar el tiempo matinal.
Si el tiempo que compartes en casa con tu esposo

174 U NA ESPO SA CONFORM8 J\ L CORAz 6N 0 8 D lOS
constituye una prioridad, entonces procura o rga
niza r la ma ñana de tal modo que puedan co nvel~
sar, nutrir la relación, co mpa rtir un desay uno, y
orar juntos. Si alcanzas a limpiar la cocina, te sen
tirás ¡nucho mejor después. Si tienes que llevar ti
los niños al colegio , entonces ellos tambié n necc
sitarán tiempo para conversa r, recibir consejo, de­
sayunar , y ora r. Emplea e n casa las mismas
destrezas que desarrollas en tu trabajo. Por ejem
plo, establece una' organi zación a pequeña escaló'
y elabo ra un plan detallado.
¿ Qué tareas debes realiza r la víspera pa ra evitar
conflictos a la mañana siguiente, fruto de la deses­
pe ración de llegar tarde o de 110 encontrar lo que
se busca? ¿ Tal vez disponer la mesa para el desa­
yuno? ¿Al istar el cereal, las vitaminas o el az úcar'~
i y no olvides tener a la mano una B.i blia y e l libro
devocional' O rganiza los libros del colegio, los
maletines y po~tafolios junto a la puerta. Pon a la
vis ta las llaves del auto, el teléfono portátil, el bol­
so y la cartera. Si debes ali star el almuerzo para
alguien, prepara lo que puedas y déjalo sobre el
contador. Pon a funcion a r el lavapla tos , saca la ba­
sura , y por supuesto du erme bien. ¡Eso es bastan­
te' ¡Pero rec uerda que)-odo lo que prepares enl a
v!We¡;a represento 1I ~~~ n a n cia.J.lmaña;
~!
Trabajar en (U profesión 17 S
.\. Emplea con sabiduría tu hora de almuerzo .
Si trabajas en una jornada de ocho ho ras, debes
saber que esas horas le pertenecen a tu patrono.
Sin embargo, la hora de almuerzo te pertenece a
ti. Y si tú invie rtes ese tiempo con sabiduría, se
puede convertir e n tu mejor oportunidad para es­
tar al día en todos los asuntos, e incluso llegar m ás
tem prano a casa.
¿ Qué puedes hacer en una hora de almuerzo?
Puedes pagar facturas , h ace r diligencias o com­
pras, recoger tu ropa de la lavandería, hacer algu­
nas llamadas importantes de índole pe rsonal ,
cortarte el cabello, adelantar un c urso de ed uca­
ción continua, escribir cartas, hace r tu tarea de
estudio bíblico, asistir a una cita odontológica. Al­
gunas mujeres incluso aprovechan para hace r ejel~
cicio. Piensa e n todo lo que pu edes hacer en esas
c inco horas de almue rzo semanales que son tu yas,
de tal fo rma que tus noches y tus fin es de semana
puedan consagrarse a los momentos inolvidables
que pasas en familia.
4. Cuando estás en casa, invierte ~illí todo tu ser.
¡Ay, hogar dulce hogar! Por fin se acabó tu jorna­
da laboraL Ahora tu "trabajo" consiste en asegu­
rarte que así sea. ¡Deja el trabajo en la oficina!
Deja allá todas las discusiones, las emociones, la
confusión , o cualquier otro sentimiento adverso o
decepción que hayas vivido en el trabajo. 'lb espo­
176 U NA I, SPO SA CO NfORM E AL CORA ZÓN DE D IOS

SO

~~ ~1 ás -
merece toda tu atención al llegar a casa . Él es la
im portante e n tu vida. Merece que
alguie n lo escuche, que le sirva una deliciosa co­ 10
mida, y le brinde una noche gra ta .
Por consiguiente, procura dar lo mejor de ti al
llegar a casa . Ora en tu camino de regreso a casa .
¡Dale graci as a Dios porque tu día de trabajo ter­ ~ivertirse juntos
minó ! Evita repe tir el mismo te ma o el último chis­
me de la oficina. Ante todo eres esposa (y también
Levántate, oh amiga m ía; hermosa mía, y 'Ven
madre y ama de casa), yen segundo lugar empl ea­
C ANT;\R!lE LOS CANTARES 2: 13
da . Recuerda entonces que al llegar a casa ¡debes
inve rtir allí todo tu ser! En trega lo mejor de ti. Dis­
fruta al máximo de tu familia. Saborea cada instan­
.
It de gozo .Que te brindan ~h ogar y~~ Ct;' n e l capítulo anterior mencioné que Jim y yo somos
¡Ay l ¡Hogar dulce hogar' (r.' muy trabajadores. ¡Eso está bien I Quiere decir que
nos esforzamos por ser meticulosos, constantes y discipli­
nados. Sin embargo, esto ta mbién encierra una desventa­
ja. ¡Adi vina c uál! Bueno, permíteme res ponder. El
inconve nien te es que nos resulta difíc il parar Y dedicar
tiempo para di ver tirnos e n pareja. Si Jim y yo no somoS
cuidadosos ¡nos dedicamos de lleno al tra bajo y aplaza­
mos toda diversión ! Por esa razó n , así como apre ndimos
a perseverar en nuestro trabajo y en el cuidado de l hogar,
hemos aprendido a te ner presente la necesidad de divel~
tirnos ( ¡y seguimos en ese proceso !)

¿Cómo empezó todo?

Cuando conocí a mi a mado Jim , el apodo que le ha­
bían puesto sus amigos de la universidad era "el sonrien te
177

178 UNA 8SPOSA CON PORM 1> Al- r:O""Z6N 08 DIOS
Jim George" . Reía con facilidad, tenía una mirada radian­
te, una gran sonrisa , y una ac titud despreocupada y audaz
frente a la vida. ¡Nos dive rtíamos mucho juntos! Claro,
gran parte de nues tro tiempo lo pasábamos en .l a bibliote­
ca y escribiendo nuestros informes y ensayos. No obstan­
te , también disfrutamos espectác ulos en vivo en la
unive rsidad de Oklahoma (n ues tra alma máter) los sába­
dos en la noche, pasamos tie mpos con nues tros amigos,
participamos en juegos de bolos, salimos a come r, y ade­
m ás hablábamos durante ho ras por teléfono. Nunca nos
ab urríamos, y la diversión caracteriz aba nuestras activi­
dades. Todo estaba impregnado de diversión, incluso el
estudio y el trabajo responsable.
Después que "sonriente Jim" y yo nos casamos, au­
me ntó la diversión. Ya casad os, podíamos salir de paseo
duran te un fin de semana, salir a esquiar, jugar en el par­
que de diversiones , pasar la noc he en Oklahoma cada vez
que Jim asistía a sus reuniones de la reserva del ejé rc ito.
Juntos esquiamos, na vegamos, y jugamos tenis. Además,
tomamos clases nocturnas en la universidad local donde
a prendimos fotografía básica y ajed rez. Aprendimos a des­
armar y renovar muebles viejos para amoblar nuestro pe­
queño apa rtamento, e incluso termin amos un proyecto
para di señar y construir armarios, e ntre muchas otras ac­
tividades. Nunca nos aburrimos.
Ese fu e el comienzo de nuestra maravillosa amis tad y
de nuestro matrimonio. Hacer memoria de aquellas ave n­
turas "d ivertidas", y de los buenos tiempos que comparti­
mos me reanima . Aho ra, te sugiero que hagas lo mismo.
Divertirse juntos 179
Concén trate por un momento en recordar (¡ de verdad! )
los comienzos de la relación con tu esposo. (le aseguro
que evocar esos momentos placenteros y divertidos en­
cenderá como una chispa la diversión en el presente l Es
probable que tu relación matrim onial haya tenido un co­
mien zo similar al nuestro , con el entusiasmo y la diver­
sión caracterís ti cos de dos enamorados sin remedio.
Qui zá ustedes dos también sostenían prolongadas conver­
saciones, y deliraban de fe licidad.
Entonces... ¿qué pasó con la diversión?
Si tu experiencia coincide con la de muchas parejas,
la vida real empezó demasiado rápido para ustedes. Des­
pués de la luna de mi el, la realidad empezó" a disipar la di­
versión que tanto los ca racterizaba. De re pente la
emoción sucumbió ante realidades como la presión labo­
ral , el ingreso mensual , e l pago de facturas, el apremio de
lograr comunicarse (¡ lo cual condujo a algunas discor­
di asl), las relaciones familiares , y en fin ... tú sabes a q ué
me refiero. Tal vez puedas iden tificarte con algunas de es­
tas realidades que irrumpie ron en nuestro ma trimon io, a
saber:
La responsabilidad. Es induda ble que los rigo res de la
vida pueden coarta r la dive rsión en pareja. Es un h echo
que con la edad , la vida se torna más seria. Asimismo, es
un hecho que debe mos "crecer", mad urar, dejar atrás lo
pueril (1 Co. 13: 11), y asumir responsabilidades cada vez
mayores. Como cristia nos, tenemos un propósito para

180 U NA ESPOSA CONFO R,\Il, AL CO RAZÓN DE D IOS
nues tra vida y un servicio pa ra Cristo que nos obliga (2 TI .
1:9). Por otro lado, estam os llam ados a ser diligentes y fie­
les en todo (1 Ti. 3: 11 ). Con el fi n de honrar y dar testi­
mo nio de Cristo, de bem os desechar toda indole ncia ,
dilación , y negligencia en lo que hace mos (TIt. 2:5 ). Tam ­
bién debemos hace r todo "de corazón , como para e l Se­
ño r" (Col. 3:23), "porque a Cris to el Seii or [servimos ]", en
todo (v. 24). Es in discutible que dichas obligaciones rea­
les de la vida diaria son mu y se rias, y tambi én constitu­
ye n un re to .
Los asuntos económicos. Toda pareja no solo necesita
obtener ingresos, sino vivi r de ellos. Al cuidado de tu rela­
ción con Dios y CO I1 tu es poso, y a tu labor domés tica, se
sum a la presión de los asuntos económicos. ¡Casi el cien
por c ie n de las pa rejas recién casadas tienen m ás días que
di nero e n el mes! ¡Yeso aca rrea presiones ! La te ns ión
económica acarrea tensión matrimonia l, y esto afec ta el
esparcimiento familiar. Con toda seguridad no tardamos
en pregunta rnos: ¿Qué pasó con la d iversión ? ¿Eso es
todo lo que ofrece el matrimonio')
Los hij os. Ningtm padre cuestionaría la verdad bíblica
que considera a los hij os com o una be ndición . La Biblia
dice: "He aquí, he rencia de Je hová son los hij os" , y "Bie n­
aventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos" (Sal.
127:3,5). ¡Cla ro que sí! ¡Son una bendición I Sin embar­
go, 1 ~i,g:;. p[1J e b a n cUímite de resis tencia de..S,HS ¡:¡a~ .
Su llegada incluye una larga lista de responsabilidades adi­
cionales que en cierra la tarea de cuid ar a un ser hum ano
comple ta me nte indefe nso, y q ue les exige a los padres un
Divertirse juntos 181 '
mayo r crecimien to Y mad ure z. Todo esto produce ...
Ago ta miento. Supongo que al igual que Jim y yo , te le­
vantas temprano Y te acuestas tarde. Procuras resolve r
asuntoS di ve rsos y cumplir con las obligaciones de la vida ,
¡sin hablar de los hij os que se aiiaden a tu ma trimonio l En
consecuencia, ambos terminan ago tados (término que sig­
nifica estar "gastado, consumido, ago tado de provisiones,
ingenio y paciencia, cansado en extre mo") .. . ¡yeso no es
dive rtido!
O tro hecho inelud ible es e l siguiente: Cualquiera sea
tu edad o el tiempo que lleves casada , sabemos que u,lUl
~ m.2~yamade~a!~~·
¡está siempre muy ocupadjl! ~ decir verdad , no ~'lilUo
que mi lista de obligaciones dismi~a..eu .númer~J:!l
inte nsidad con el paso de los a ño~. Me parece más bien
que ocurre lo contrari o. Tan pronto culminaron m is años
de c rianza y que nuestras hijas se casa ron , Jim y yo afron­
ta mos el decaimiento y m uerte de n uestros padres. Aun­
que nuestras responsabilidades menguaron en e l aspec to
de la pate rn idad , en seguida aumentaron , prorrumpieron
y se mul tiplicaron ¡con la llegada de dos yernos y cinco
nuevos bebés a la fa milia! O h, no. ¡Nuestra vida no se ha
aq uie tado ! Por eso, no nos sorprende a veces pregun tar­
nos: ¿Qué pasó con la fabulosa d iversión que solíamos te­
ner juntos?
~sánimo . Cada d ía trae,g,g~o (Sa l. 118:24). Y~
am anecer,...!:!,na nueva esperanza (Sal. 30:5). No obsta n te,
cada día también t rae s us pruebas (Stg. 1:2). Si sum as las
responsabilidades, los h ijos , el ago tamien to , y a eso aña­
 Divertirse juntos 183
182 U NA E:SrOSA CONFORME AL CO!V\ZÓN DE DIOS

Recuperar la diversión
des algunos fracasos en cualquiera de esos aspectos, es fá­
¿Cómo podemos impedir que estas realidades nos
cil desanimarse. Sl una mujer y esposa no maneja con Cl.:!­
roben el gozo? ¿Cómo podemos recuperar la diversión en
dado el desán imo , podría llegar a delllimirse. Cada vez
nuestro matrimonia? ¿ Cómo puedes sembrar la risa y la
que h ablo acerca de mi libro titulado "Amar a Dios con
jovialidad, Y encender la chispa en tu hogar y en tu
toda tu mente'" (en el cual comento mi lucha con la de­
presión y las verdades bíblicas que siguen dándome la vic­ corazón?
En primer lugar, debes comprender que el gozo empie­
toria hasta el presente), menciono las siguiente ~
estadís ticas: za en tu corazón. La Biblia 10

11'. Algú n tipo de depresión afecta a más de 17.5 mi­

explica así: "~l corazón~
.hermosea el rostJ2" (Pr. 15:13).
~ t~ Si Vid: : : ~
pertenece a Dios
llones de americanos cada año. En otras palabras , tuS pensa­ por medio de su
mientos y actitudes, mas no tus Hijo Jesucristo,
'!f':taLa edad máxima promedio de quie nes la padecen
circunstancias, lo determinan eres dueña del
es tá entre los 25 y los 44 años.
todo. El interrogante clave es: gozo más puro,
.~.. La depresión puede afectar a cualquier persona, ¿ Cuáles son tus pensamientos? insondable Y
sin distinción de antecedentes. No obstante, afec­ ¿,Estás alimentando recuerdos abundante que
ta a las mujeres dos veces más que a los hombres.' pasados que forman un pozo de cualquier persona
amargura o decepción ? ¿Estás 6 podría p oseer. ..
¿, Cuáles son los factores de riesgo que pueden conducir
avivando un espíritu c rítico, o
a la depresión'!' Según las investigaciones, "las personas que
triste'!' Un e rudito hizo el si­
tienen un matrimonio infeliz son las más vulnerables" a la
guiente comentario relacionado
depresión. Aparte de eso, "la pérdida de un empleo y los con el versículo citado: "~ pensamientgs tristes oprimen
reveses económicos de consideración" también conducen al espírit1l" .' En vista de lo anterior, tú y yo debemos culti­
muchas veces a la depresión. (¿Has notado que muchos de var un espíritu alegre ... y eso empieza con una mente llena
los temas que hemos tratado en este libro apuntan a la ne­ de pensamientos alegres Y un corazón rebosante de actitu­
cesidad de alimentar un matrim onio conforme al corazón des alegres. El mismo escritor que mencioné escribió: "Co­
de Dios?) Por otro lado, toda mujer sabe que la melancolía
razón feli z, cara feliz".
y la tristeza,·' pueden terminar fácilmente e n estados depre­ En segundo término, ¡reconoce que la fuen~e última
sivos que minan no solo la diversión sino el gozo de Dios de todo gozo es el Señor l La Palabra de Dios dice: "el gozo
en su vida y en su matrimonio.
184 UNA ESPOSA CONFOR~ I E AL CORAZ6N DE DIOS
Divertirse juniOs 185

de Jehová es vues tra fuerza" (Ne h . 8:10). Todo aquel qu~ nos y cánticos espi rituales" te llevarán a cantar y
confía en el Señor y se refugi a en Él, puede y debe regoci­ alabar al Señor en tu corazón (EL 5:19).
jarse (Sal. 5:11), ¡y tú también I Dice además la Palabra:
',~? Sonríe. Vamos , ¡hazlo! y luego comparte tu sonri­

- ...

"Mas el fruto del Espíritu es ... gozo" (Gá. 5:22). Querida

sa. ¡Regala una sonrisa!
esposa, si tu vida le pertenece a Dios por medio de su Hijo
Que el gozo de tu co ra ~
Jesucristo, eres dueña del gozo más puro, insondable, y Que el gozo ele tu
zón contagie a otros ..
abund ante que cualquier persona podría poseer. Por lo corazón contagie
ante todo a la persona
tanto: a otros ... yen
más cercana a ti y que
primer lugar a la a
1'1 Regocíjate cada día. El sa lmista exclamó: "Este es más lo apreciará: Tu
persona más

el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegrare­ preciado esposo. La Bi­
cercana a ti: ¡Tu

mos en él" (Sal. 118:24). Antes de tocar el piso con blia enseña que "El co­
• preciado esposo! •

tus pies cada mañana (y antes de hablarle a tu es­
poso), trae a tu corazón y a tu mente esta verd ad.
Procede de igual forma cada vez que enfrentas al­
gún percance en el día que Dios te regala. Toma la
determinación de regocijarte.
'ff Canta y toca música. Yo escucho música todos los
días . Después de años de luchar contra el desáni­
mo y la depresión, aprendí a disfrutar de la músi­
ca desde el amanecer ... ¡porque así inunda mi
corazón! El rey David, a quien llamaban "El dulce
cantor de Israel" (2 S. 23: 1), organizó la música
como parte de la adoración en el templo (1 Cr. 25),
demostrando así su convicción de que la música
eleva el alma y encamina los pensamientos y las
emociones h acia Dios. L, música greserva tu es­
~ed io de este mundo tan desalentad~ y
lo impulsa a elevarse y a cantar: "Salmo s .. . hi n';'­
razón alegre hermosea
el rostro", y que "La luz
de los ojos alegra el co­
razón" (Pr. 15:13, 30). Tu semblan te alegre y tu
sonrisa harán que se respire felicidad en tu presen­
cia. ¡Es contagioso! Alegra el corazón de todos los
que se cru zan en tu camino. ¡Qué regalo tan mara­
villoso l
O tro paso decisivo es comprender que tu creatividad es
la clave para abrirte paso al mundo de la diversión. Muchas
esposas aguardan a que sus esposos tomen la iniciativa. Tal
vez una esposa imagine que su esposo se lo pasa "ideando"
salidas y planes románticos (como si no tuviera suficientes
ocupaciones con su trabajo, con la economía familiar, con
el mantenimiento de la casa y del auto, con su buena labor
como padre al llegar a casa, etcétera). Me percaté de este
error cuando estudiaba en el seminario y esperaba sentada
 Divertirse juntos 187
186 UN,\ ESPOSA CONFORME A L CORAZON DI;; D IOS

~.J~ar jun.!2,s. Esto suena muy trillado, y tal vez figure

que mi pobre Jim, estudiante de tiempo completo con cua
,'11 la li.sta de actividades lúdicas de todo el mundo, pero
tro empleos parciales, "ideara" un poco de diversi6n para
,'11 realidad pocas parejas están dispuestas a apagar e l te­
los dos. Un conferencista invitado nos exhort6 a las esp"
kviso r para jugar. Recuerdo a u na pareja que se hospeda­
sas a tomar la iniciativa de planear la diversi6n en e l matri
1>" e n un hotel en Hawa¡ donde Jim y yo participábamos
monio. Él dijo: "Tú planeas el día de campo o lo que sea. Y
vil una conferencia. Todo el tiempo los veíamos reírse sen­
te garanti~o qu~ tu--:s~oso accederá y lo slli?fr~ta.m. iPer"
I:ldos en su balc6n, jugando ajedrez y naipes, entre otros
~peres a qu(;él lo planee l ". ¡Si,,.r:eati)(¿t! Ahora bien,
.illegoS. Le habían vuelto la espalda por completo al televi­
¿c6mo vas a empezar '~
.')
sor, para dedicarse al juego y dive rtirse juntos. Tanto Jim
como yo hablamos de ellos y de lo mucho que se dive rtían .
¿Dónde empezar?
También nos preguntamos: "¿Por qué tan pocas parejas lo
j'l'lás adelante vaya propon er diversos "detalles que Il ace n? ¿Por qué gastar dinero en salidas costosas si algo
t¡;ansforman" en el asp'ecto de la diversión matrimoniaL
1:111 divertido también es gratis?"
Por ahora, presentaré algunas ideas que promueven la di· I.L a un ml1 seo juntQ,s. Una gran pareja de amigos ha
versión en pareja . I en ido por costumbre visitar una exposición de museo al
-1,1' C ~~ .M i hij a Caterine y su esposo Pablo se Illes durante los últimos 20 años . Juntos buscan en el dia­
divierten escogiendo un plato que les gustaría probar. rio los avisos de nuevas exposiciones que se realizan en
Siempre es algo novedoso y diferente. Luego buscan una los museos cercanoS. Luego anotan en sus agendas y se­
receta en la red informática, la imprimen, hacen la lista t1alan una "cita". Esperan ansiosOS su salida como dos chi­
de ingredientes, hacen las compras juntos, se dividen el quillos. Por fin llega e l gran día ... ¡y e mpieza la diversión!
trabajo (de lavar, picar, medir, mezclar, revolve r) , entran Planean divertirse, apartan tiempo para hacerlo, se diviel~
juntos a la cocina ¡y listo' ¡Un divertido y ape titoso re­ te n, y atesoran un mont6n de recuerdos emocionantes.
cuerdo! No solo se divierten, como podrás imaginar, sino ~,Te imaginas lo mucho que nos divertimos Jim y yo escu­
que perfeccionan sus habilidades comunicativas al traba­ chando a lo largo de tantoS años lo que han visto y apren­
jar co mo un equipo en un proyecto común. Además de dido en sus hazañas? Te cuento que incluso nos invitaron
eso, Pablo y Caterine comparten su regalo con otros. Cada ;t acompañarles a sus salidas de museO. Nos divertimos
vez que vienen a visitarnos, traen o buscan una receta, muchísimo ... ¡y casi sin gastar dinero!
va n de compras a una tienda cercana, se hace n cargo de Iba! centro de la Ci l1da ¡;!.. Mi pastor Ysu esposa saben
la cocina, ¡y nos convidan a su comida divertida! cómo divertirse en su día libre. Atraviesan en transborda­
 Divertirse juntos 189
188 U N:I ":;POSA CONFORMI> ,IL cO lvlz6N DE DIo:;
.- I¡j,
"/ (al fa ,'1 ( ·' (}j'(C:(JII
dar desde una península hasta llegar al centro de la ciu ­
dad, donde pasan gran parte de l día. A todas partes van a
Durante años he tomado mi agenda cada mañana con
pie, incluso bajo la lluvia . ¡Nada los detiene' Conocen to'
tres objetivos en mente: La familia, la buena salud, y la
dos los cafés, restaurantes, mercados campesinos, atrac­
culminación de tareas pendientes (por ejemplo mis libros,
ciones turísticas, rutas de tranvía, calles y callejones del
mis conferencias, mis proyectos, o cualquier otra tarea
sector. A fuerza de recorrer las empinadas colinas y calles
l¡Ue deba culminar a diario). Las tres representan aspec­
de la ciudad permanecen en buena forma física. No hay
tos esenciales de mi vida que debo atender a diario, ade­
duda de que esa actividad "es lo suyo" , su módica aventu­
más de las que son incontestables , es decir, mi vida
ra que tanto disfrutan. Yo creo que la esperan ansiosos y
que después de llevarla a cabo, la saborean durante el res ­ espiritual y mi relación con Jim.
Una mañana mi querido Jim tomó un estilógrafo, se
to de la semana. En tu caso, ¿ cuál es "el centro" adonde
aproximó y escribió en mi agenda un cuarto objetivo para
puedes ir? , o ¿hace cuánto no lo visitas?
que yo lo incluyera en mis planes: iDiversión' No había
~ Permíteme dar otro ejemplo del
notado que los enem igos de la diversión habían hecho
matrimonio de Pablo y Caterine. Pablo nunca sale sin una
mella en este aspecto esencial que marcÓ el inicio de
pelota y un disco volador. Incluso los lleva a su oficina en
nuestra relación con Jim. En el presente, y después de 38
la avenida Madison de la ciudad de Nueva York. Caterinc
años de matrimonio, soy más cu idadosa con la necesidad
acostumbra reunirse con Pablo durante su hora de al­
muerzo o después del horario laboral, para lo cual arropa de divertirnos.
Empecé este capítulo co n uno de mis versíc ulos prefe­
bien a los niños y se desplaza a pie, en tren o en taxi. De
ridos que aluden a una re lación de "pareja" . Las palabras
allí sale n juntos al parque central, para con ve rsar mien­
evocan los recuerdos de una novia, en este caso la
tras pasean a los niños que corren y juegan, y aprovechan
sunamita. Le habla en prosa la "voz" (Cnl. 2 :8) de su des­
pa ra lanza rse el disco volador o la pelota. A veces, incluso
posado, su "amado" . En su sueño o en su meditación, su
se quedan hasta tarde y atrapan luciérnagas. Todos los
amado exclama diciéndole: "Levántate, oh amiga mía,
parques de la ciudad ofrecen algo especial... ¡y el paseo
es gratis ' ¿Cuándo piensas ir con tu amado? hermosa mía, y ven" (v. 13).
Querida esposa ¿será posible que necesites relajarte
un poco, divertirte, o ser más alegre? ¿Quizá también sa­
lir y disfrutar de una activ idad diferente con tu esposo') La
pareja de esposOs que describe Canta r de los Cantares es­
190 U N;\ ESPOSA CONFORME AL CORAZÓN DE D IOS
taba locamente enamora.da y vivía apasionada. Esta esp"
sa se refirió a la. persona con quien caminaba, jugaba, SI
paseaba y divertía (su esposo), en estos términos: "Tall'"
mi amado, tal es mi amigo" (Cnt. 5:16).
l. P lanea un a actividad lúdica semanal,
¿En qué condiciones está la amistad Con tu amado .
¿Apartas tiempo para la diversión con una actitud dis
puesta, decidida y clara?
::. :,.:j..:-;.... "
2. Revivan una actividad divertida del pasado,
Divertirse .iuntos 191
~etaI1e; que transrotman
Alguien debe encargarse del esparcimiento, ¡y tal
vez seas tú! Empieza tu labor como organizadora
de la diversión en pareja planeando una actividad
semanal. No tiene que ser costosa, o podría ser gra­
tuita. Lo único que necesitas es creatividad.
¿ Quizá deseen preparar una comida juntos y
cocinar mientras comen? ¿O qué te parece salir
en bicicleta y llevar en una maleta algo para co­
mer? ¿O leva ntarse muy temprano para caminar
en la playa y recoger co nchas mientras contem ­
plan el ama necer? ¿Qué piensas de saborear una
comida "al revés", o sea empezar por el postre y
terminar con la ensalada? ¿O numerar cada parte
de una comid a con tu esposo y luego comerla en
el ord en q ue él dicta?
Hay muchas actividades lúdicas que cuestan poco
o nada. Anota siempre tus nuevas ideas para no per­
derlas. Y por supuesto, de vez en cuando diviértanse
en un a actividad para la cual han ahorrado. ¡Ateso­
rarás un sinnúmero de recuerdos maravillosos !
Piensa en algo que us tedes solían disfrutar juntos
en el pasado y repítanla. Por ejemplo, ir a un par­
tido de fútbol un ive rsitario, o visitar un restauran­

192 U NA ESPOS¡\ CONFORM 8 ¡\ L CO H¡\ZÚN DE DI OS
te que les gustaba, sin importar que se trate de 1111
restaurame fino o común . Lo importante es que 111
actividad elegida haga parte de su historia CO nlí,
pareja. Iméntalo y revive tus recuerdos. ¿Jugaball
a los bolos? ¿ O al golf? ¿ O patinaban? ¿ O acarll
paban? Repitan la experienc ia en el present (.'
¡Que vuelvan los viejos tiempos'
3. Recreen su luna de miel.
Si bien algunas veces es posible lograrlo, otras no .
Muchas parejas lo hacen. Si no es posible, pueden
sentarse a ver las fotografías o el vídeo de la bodil.
En ese caso pueden adem ás comprar un pequeño
pastel, preparar una delic iosa bebida, y acompa ­
ñarla con un puñado de nueces o de dulces. ¡Lo
importante es dive rtirse!
4. Dale un toque original a cada aniversario.
Cada aniversari o es un aco ntecimiento único. Es
un año más que comparten juntos, ¡y que puede~
ce lebra r con tu amado! No esperes que tu esposo,
en medio de tamas ocupacio nes, se ace rque con
un plan especial pa ra ese día. Planea un día es pe­
cial y divertido. Prepara la cena de los niños y
acuéstalos tempra no. En seguida, disfrucen de una
cena especial solo para los dos. Y lu ego planea un
mome nto inolvidable de intimidad.
Por otro lado, consi dera que muy pocas parejas
puede n en realidad celebrar su anive rsario en la
Divertirse juntos ) 93
fecha exacta. No te afanes por eso. La fecha no es
lo que importa , si no la celebració n de un año más
de matrimonio. Cumple con todos tus compromi­
sos, deberes Y obligaciones famili ares. Solo asegú­
rate de celebrarlo de alguna manera.
S. IWge un pasatiempo para compartir en pareja.
Estoy segura de que puedes idear muchos pasa­
tiempos posibles. Por eje mplo, jugar al golf o al te­
nis, montar en bicicleta, acampar, remar en ca noa ,
jugar ajedrez, remodelar muebles, tomar fotogra­
fías. ¡Tú e liges! Tu tarea consiste en exp erimentar
y escoger lo que te gustaría compartir en pareja.
Elige un pasatiempo en que ambos partic ipen Y
disfruten con un mínimo de entrenamie nto. Re­
cue rd a que algunos pasatiempos se disfrutan me­
jor con mayores destrezas o después de habe rse
entrenado juntos. Sin embargo , estos no son más
que "detalles" que propo ngo . Busca lo que resulte
más sencillo para ustedes. y luego recuerda in­
cluirlo en la agenda matrimonial.
(,. Anota las actividades q ue siem pre han soñado
r ealizar.
¿Hay algún deseo que podrían cumplir juntos? Eli­
ge uno. ¿Fue idea tuya? Entonces encárgate de
hacerla realidad. Visiten esa vieja librería que
siempre te ha in trigado . y luego degusten un café
o un chocola te calie nte en una cafetería ccrcan a.
19 4 U NA ESPOSA CON FOIUIE AL CORAZÓN DE O JOS

Disfruten de un día de ca mpo en un parqu e de 1II

ciudad. (Me pregunto ¿por qué no han ido antes'~l
Se tra ta de ac ti vid ades sencillas, c uya lista poclrfl l 11
extende rse mucho más. Por otro lado, también p"
drían emprender gra ndes ave nturas , como tom;11
se una fotografía en la torre Eiffel, viajar a 1sr<l<... I,
camin ar a lo la rgo de la gran muralla china, ir d,' dlrvir al dlñor
safa ri al África. Se van a divert ir muchísimo ano
tando sus deseos en la lista, una lista que le da 111
a oristo el Se1ior sen Jís.
vue lta al mundo y une sus corazones, ¡sin impO I
ObLOSEN~I;S 3:24
tar que tal vez nunca lleguen a cumplirse todos !

/ 1/ :) ay aco ntec imi entos que cambian la vida.

r f I Cuando ocurren ignoramos su alca nce, pero
en lo venidero producen cambios definitivoS. Esto es pre­
cisamente lo que me s ucedió una tranquila tarde domini ­
cal. Nuestras dos niñas en edad preescola r dormía n la
siesta . El culto matinal en la iglesia había tocado nuestro
corazón . Jim y yo nos senta mos con el fin de realizar un
eje rc iciO jun tos, que resultó ser un detonan te en n uestra
vida c ristiana , Y el c riterio para defi nir el rumbo que he­
mos seguido durante los últimos 30 años. Ambos nos hici­
mos la siguie nte pregunta : "¿Cuáles son las me tas en
nues tra vida?", Y ano tamos la respuesta.
¿Cuáles fue ron mis ano taciones? Bueno, ¡créeme que
todavía conservo los apuntes originales ! Con un corazón
lle no de amor por Dios y de gratitud por mi Salvado r, tra­
cé como obje tivos estoS tres anhelos de mi corazón:

1 95

196 UNA ESPOSA CONI'ORM15 ..\L CORAz 6 N DI> DIo:;
1. Ser una mujer de Dios en continuo crecimiento ,
2. Ser una esposa y madre que apoya y anima .
3. En señar la Biblia para ver transformadas las vidlll,
de las mujeres.
En nuestro li bro ace rca de la esposa conforme al CMj l
zón de Dios, hemos subrayado hasta el momento la impo l
tancia de crecer en el Señor y de ser una esposa y mad i l '
que apoya y anima. Ya es hora de tratar el tema de nUCN
tra responsabilidad y deber cristiano como mujeres (J¡,
servir al Señor.
El se rvicio clistiano
Todo cristiano, casado o so ltero, está llamado a servi l
al Señor y a su iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. El viejo
adagio lo reafirm a: "Estamos llamados a servir, no a se r
servidos". Diversos factores contribuyen a que nuestra
vida se enfoque e~ e rvicio, a sabe, ..:
~. Hay una realidad acer­
ca de cada creyente: Antes de ser cristianos éram os egoís­
tas y nos servíamos a nosotros mismos. Era el único estilo
de vida que conocíamos. Eso era cierto en mi propia vida
antes de conocer a Cristo, tal como lo expresé al princi­
pio del libro. Solo buscaba lo que quería. Hacía lo que me
placía. Pensaba en un a sola persona: ¡En mí l Y servía a
una sola persona: A mÍ.
Sin emba rgo, desde el día en que me hice cristiana por
medio de la fe en Jesucristo, me abruma e l hecho de que
Servir al Se'ñor 197
.k:sús murió por mí. Su muerte lavó mis pecados y me dio
\'ida nueva, ¡vida eterna l , y un nuevo com ienzo . Había
" nacido de nuevo" (Jn. 3:3), y era una "nueva criatura" (2
(: 0. 5: 17) , con una vida nueva Y un nuevo corazón. La gra­
l:ia transformado ra y e l poder de Dios obraba n en mÍ. De
illmediato comprendí que tenía una deuda, y que era in­
L::lpaz de pagarla . No obs tante, como muestra de mi grati­
tud, podía servir a mi Señor hasta el último aliento de mi
vida. ¡Cuánto anhelaba hacerlo l ¡La gratitud es en verdad
l
\a mayor motivación para servir al Señor
s~s.a Jes('s, .quien es nuestr~jemRlo a segui r.
Nuestro Salvador, el Señor Jesucristo, es e l modelo perfec­
to de una vida de servicio. ¿Cómo vivió Jesús? Él lo ex­
presa en sus propias palabras: "no busco mi voluntad, sino
\a voluntad del que me env ió, la del Padre" (J n. 5:30), y
"lvfi comida es que haga la voluntad del que me envió, y
que acabe su obra" (4:34) . Aquella voluntad )' "obra", que­
rida lectora, e ra obtener nues tra salvación del pecado, que
es la obra de su muerte en la cruz. Jesús explicó su obra y
su misión con estas palabras: "el Hijo del Hombre no vin o
para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos" (Mt. 20:28). Además, la Palabra de
Dios dice que "Jesús de Nazaret .. .anduvo haciendo bie­
nes" (Hch. 10:38). Como cristianos estamos llamados a
seguir "sus pisadas" (1 P. 2:21). Por lo tanto ...
Anda, trabaja , gasta tus fuerzas.
Gózate en cumplir la voluntad del Padre;
Así obró el Maestro;
¿Acaso el siervo ·no seguirá su camino?'

 SenJ i'I' a l Señor 199

198 UNA 8S POSA CONFORME IIL CO I"{,.IZÓN DE D IOS

sco en estos términos , es que yo misma aprovech é el ser­

---------------
Servimos como un manda to. La Biblia es muy clara al
decir que todo cristi ano debe se r v ir al Señor. De hecho,
h em os recibido "dones es pirituales" para servir, y se es­
vicio de otras muje res a través de sus dones de enseñ an­
za, y como resul tado m i vida fue tra nsfor mada. Yo
ignoraba por comple to lo que era la vida c~o­
pera de nosotros que los usemos a favor de otros. Se nos
lle~esPi~tual§.Y enseñar la Bibl~a.(A pesar de mi ~ondi- f
exhorta con estas palabras: "a cada un o le es dada la ma
;iOI1, sabIa con certeza qu e de alguna maner a el esfuerzo
nifes tación del Espíritu pa ra provech o" ( 1 Co. 12: 7). "POI
lle estas mujeres po r comunica r a o tras su con oci miento,
amor" debemos ser vi rnos "los unos a los otros" (Gá. 5: 13 ).
babía afectado de maner a poderosa Y pos itiva mi vida (
Po r consiguiente , servim os por obed ienci a. i Es un a orden!
co mo mujer, esposa y m adre cuando era rec ién conve rti­
¿ Qué recibim os a cambio de nu estra obedi encia? Ln
da . Asimismo , pensé y oré al Señor así: D.eseo tanto pOder )
bendición de sa ber que servimos a Dios, y de ser más se­
Ilacer lo mismo por otra mujer, poder comunicarle lo que
mejantes a Cristo. Ade más, la bendición de vivi r en el gnl <
Ile aprendido, cam biar un a vida del mism o m odo que
do más sublime de lide razgo, que es el servic io humilde , y
'lquellas mujeres cam biaron la mía .. . ¡e nton ces habrá va-o
de da r tes timonio de C risto al m undo, pues "el mundo no
lido la penal
sie mpre entiende nuestra profesión de fe, pero compren­ ~
¡Y Dios respondió mi oración! Hablarem os de ello más
de el lenguaje del servi cio".'
¡J fo ndo. Por el m ome nto, considera el h~ch o de que tu
S;yimQs como un ministerio a los dem.t>. La Biblia
c:ervicio fiel y el ejercicio de los dones espirituales bendi­
di ce que los dones espiritu ales impa rtidos a un cri stiano
cc a otros más de lo que puedas im agin a r. ¡Así lo dispuso
son "para provech o" (1 Ca. 12: 7). Un cristian o obtiene
p rovech o del se rvicio que o tros le prestan . Si bien todos Dios l
los cris tianos reciben di versidad de dones espirituales (v.
Serv imos a n uestro Maes­ o.----. 'O . ~
tro. Siem pre me res ulta útil re­ \ A quien serv'i mos
4 ), cada un o sirve a los mie mbros de la iglesi a , que es el
cord ar la ' m otivación que O es al Señor. Esta 'O
Cuerpo de Cris to. Si logras descubri r, desarrollar y usar
impulsa mis acciones, Y es lo 'Verdad le confierí
tus don es es pirituales , otros serán edificados, enseñados ,
animados, fortalec idos, consolados, ay udados, y podrán
que acabamos de tratar en lo I dignidad a
concerni ente a nues tro servi­ 'O nuestro servicio,
mad urar en la vida cri stiana. U
por insigníjicante
Las muje res pueden servi r en la iglesia de mUChas~
c io al Cuerpo d e Cristo. Por

a
mane ras, ta ntas como dones posean ..Mi obj eti vo pe rsonal
otro lado, me inte resa saber a Loo humilde que/
quién vaya servir. Y en lo que v%re::::· o
consis te en "e nseñ ar la Biblia para ve r transformad as las
idas de las muj eres". La razó n por la cual ex presé mi de-
respecta al mi n isteri o espiri­ , ­
 Seruir al Seii01· 201
200 ÚNA r,;SPOSi\ CONFO'(,\JI, AL COH AZ6N m: D,os

receta! Yen seguida desapareció para alistar la carne que

tual, la Biblia dice a Quién servimos: "a Cristo el SCII'"
servís" (Col. 3:24). Esta verdad le confie re una gran digll'
dad a nues tro se rvic io, por ins ignificante o humilde qll l
parezca.
El servicio en pareja
El subtítulo de este libro hace alusión a 12 aspecl(l/;
importantes en tu matrimonio, los cuales elegí para trat:1I
el tema de la esposa conforme al corazón de Dios. Uno ti< ·
ell os es el sHviCilio a Dios ~ . Según tu situaci(,1l
matrimo nial esto será o no pos ible. Sin embargo, estudi~,
remos el caso de dos matrimonios con forme al corazón dc
Dios , que sirvieron en pareja.
Abraham y Sara. Ellos conforman una de las parejas
más dinámicas en su fe. Cada uno tenía un corazón pam
Dios. Amaban al Señor. Le seguían. Confiaban en Él. Y
ambos recibieron de Dios la honra por su fe en Él a lo lal:
go de diversas pruebas , años y décadas (He. 11:8-19).
¿ Cómo sirvieron j untos al Señor?
Sara y Abraham trabajaron como un equipo. Un día.
mientras Abraham descansaba en la puerta de su tiend ..
I,abía de ofreccr a sus invitados. Hicieron todo juntos, Y
,; tl ministerio de hospitalidad instauró un lugar de reposO
)' protección para los visitantes, en medio de un clima
110stil (Gn. 18:1-8).
Un comentario fin al: Resulta que los tres "hombres"
que se detuvieron en la ti enda de Abraham Y Sara para
tina corta visita eran "el Señor" Y "dos ángeles" '> Estos vi­
sitanteS celestiales vini e ron para realiza r una doble mi­
sión. Venían a anunciarles a Abra ham ya Sara que tras 25
años de espera, al fin tendrían un hijo (Gn. 18:9-15) . Por
ot ro lado, venían a rescatar al sobrino de Abra ham de la
perversa cultura de Sodoma y Gomarra que sería destrui­
da por los ángeles (Gn. 19: 1-29).
La bondad de Sara y de Ab raham al a tende r a los tres
viaj eros del desierto constituye un gran ejemplo del minis­
terio hospitalario. Al respecto, la Biblia nos e nseña: "No
os olvidé is de la hospitalidad, porque por ella algunos, si n
saberlo, hospedaron ángeles" (J-Ie. 13:2). ¡Nunca sabes la
trasce nde nc ia que te ndrá tu
servicio ! .,.---n·
~"Lo que importa
e

--- ()

Priscila y Aq uila . Esta es

en el desierto, observó que se acercaban tres hombres. Sc
una pareja aso mbrosa que si r­ no es poseer J
levantó rápidame nte, corrió a su encuentro, se postró ante dones (
vió al Señor. A lo largo del Nue­
ellos, los invitó a entrar, y les ofreció agua y descanso extraordinarios, O
vo Testamento e ncontramos
sino consagrar l00
~
mientras les preparaba una comida ..
indicios admirables de su mi­
... ¡yen ese momento entra Sara en la escena !
nisterio como pareja. En pri­ que tenemos para ,
Abrah am corrió a su tie nd a, se ap resuró a darle órdenes a
mer lugar, Priscila y Aquila seT'lJir a Di~
S".
D ----.-J C>
Sara: "¡Rápido! ¡Prepara unos panes l " ¡Incluso le dio la L- ",­
acogieron al após to l Pablo y le
202 UN,\ ESPOSA CONfORME AL CORAZ6N DI, DIOS
hosped aron en su casa (Hch . 18:1-3). iVluchos erudi tos
creen que Pablo se quedó con esta amable pareja durank
el afio y medio de su misión en Corin to. Priscila y AquiJst
también tomaron apa rte al maestro judío Apo1.os y "le ex­
pusieron más exactamen tc el camino de Dios", y en segui.
da lo animaro n a emprender un ministerio mayor, en e l
que "con gran vehemencia refutaba públicamente a los
judíos , demostrando por las Escrituras que Jesús era el
Cristo" (Hch. 18:24-28).
Además de sus diversos ministerios, Pablo escribió
más adelante que Priscila y AquiJa habían sido sus "cola­
boradores en Cristo Jesús,que expus ie ron su vida" por é l
(Ro . 16:3-4). Pablo también envía su saludo a la iglesia de
Corin to de parte de Aquila y Priscila, y de "la iglesia que
está en su casa" (1 Co. 16:19) . Y después que mejoraron
las condiciones políticas y religiosas, Priscila y Aq uila re­
gresaron a su patria en Roma , donde fundaron otra "igle­
sia de su casa" (Ro. 16:5). Doquiera que iba esta
admirable parej a, servía al Sefior.
Ambos trabajaban fabricando tiendas, conocían y en­
señaban la Palabra de Dios , abrieron las puertas de Sil
casa, y arriesgaron sus vid as por causa de la persecución.
¡Qué magnífica pareja! Todo el tiempo es taban ac tivos. Al
mismo tiempo, sus oídos, sus ojos y su corazón estaban
atentos a las necesidades de otros. Estaban sie mpre listos
y dispuestos (¡al menos con lo poco que tenían! ) a servir
al Señor en cualquier lugar, momento , forma, y sin impor­
tar su costo . Jim y yo hemos tomado a Priscila y a Ag uila
como nuestro modelo de ma trimonio confo rme al corazón
SeT'lJir al Señor 203
de Dios, y de una pareja que sirvió al Señor con todas sus
iue rzas. Tal vez tú y tu esposo quie ran hace r lo mismo .
Abraham y Sara, Priscila y Aquila. Dos parejas confor­
me al corazón de Dios ... en dos períodos diferentes de la
historia ... en dos luga res diferentes ... sirviendo a dos cla­
ses de personas muy diferentes. Unos sirvieron a Dios mis­
mo y a sus ángeles, y los otros a la igles ia del Sefior y a sus
siervos Pablo y Apolos. No obstante, ambas parejas tenían
un corazón para Dios, un matrimonio que soportó los rigo­
res de las pnIebas y del tiempo, una "casa" con las puertas
ab iertas, así como un corazón dispuesto a servir a otros.
Tanto en su matrimonio como en su ministerio, estas pare­
jas funcionaban como un equipo eficaz que duplicaba el
amor, la fuerza y el servicio a los necesitados. Estas dos ilus­
tres parejas compartieron con alegría sus bienes y posesio­
nes en su ministerio a otros. Son un ejemplo claro de esta
ve rdad ace rca del servicio al Señor: "Los dones extraordi­
narios no producen un beneficio extraordi nario, sino la
consagración de lo que tenemos al servicio de Dios".'
Principios para el ministerio d e una esposa
Existen tantas posibilidades de servicio en el matrimo­
nio como parejas. Sin embargo, hay principios para el mi­
ni sterio de una esposa que resul tan útiles en cualquier
circunstanci a. Esta lista de principios te servirá en tu si­
tuación particular en pareja. En mi caso, Jim ha es tado en
el ministerio durante casi 30 años (i un a situación bastan­
te particular por cierto!) A estas alturas ya sabemos cómo
 204 UNA GSPOS,I CONFORMC AL CO lvlz6N OE D IOS
ser vir juntos al Señor. Sin e mbargo, i déjame decirte qUl'
no siempre fue así!
De ninguna manera. Recuerdo muy bien nuestro "co­
mienzo" como pareja cris tiana. En ese entonces procur:í
bamos abarcar los 12 aspectos que tra tamos en es te libro,
y servir al Señor era uno de ellos. En nuestro caso, Jiul
deseaba ser vi r al Señor, pe ro YO no ... o mejor dicho, igno.
raba cómo hacerlo. También recuerdo nuestras prime w...;
ex perie ncias en el ministe ri o juntos. Así aprendí a pone l
mi casa al servicio de otros, Y a prepararla, al igual que lld
corazón, para q ue Dios pudiera L1sarla. Recuerdo que COII
la ayuda de Dios resolví servir a otros siempre q ue Jim n1<'
llamaba para inform arme que alguien necesitaba ay ud :l,
dinero o un lugar para qu edarse.
¿ Cómo puede una esposa ayudarle a su esposo en l ',1
servicio al Señor ? ¿Cómo puede una esposa servir al SI..:
ñor si su esposo se q ueda atrás ? ¿ Cómo puede una espos:I
ser vir al ~eñ o r si su esposo no es cristiano? Veamos algll
110S principios pertine ntes:
1. B,irve prim~o a los tuyos en el hogar: En lo conce r
niente a m i servicio al prój im o Y a mi iglesia, he usad"
durante décad as un lema person al: "No deSA..?tros lo q!!lJ.
y,riJllero no has dado erL.u~'. Este dicho me permilv
recordar las prioridades que Dios ha establecido para 111 1
di ario vivir. Debo servir a mi esposo Y a mis hijos, yam :!1
a los que viven en mi casa primero ... Y luego ex te nder C St '
amor a o tros, Y no al contrario. Admi to que res ulta fád l
invertir e l orden, lo cual Ocurre con frec uenc ia en nuestr/l
vida. Por ejemplo:
Ser'mr al Sellar 205
Hace poco ha blé con una muje r que había re nunc iado
a su cargo de directora del m iniste rio femenino en su igle­
sia. Explicó que la razón de su retiro era que sus priorida­
des estaban inve rtid as. Me contó que le resultaba mucho
más fác il y gratifican te servi rles a las muje res en la iglesia
que ocuparse de sus dos pequeños y de su esposo en casa.
Otra mujer que servía como líde r de música y alaba n­
%a , y como solis ta e n una de mis confe renc ias , se marchó
conve ncida de que sus prioridades estaban inve rti das. (De
hecho, ¡se dispon ía a llamar a su esposo para pedirle per­
dón l ). Luego me contó que tras despedirse de su esposo
esa maña na a ntes de ir al sem inari o titulado "una mujer
conforme al corazón de Dios", tenía planeado no regresar
a casa. Le había dicho a su esposo que no volvería. Amada
mía, ¡ella regresó de la conferencia como una esposa con­
forme al corazón de Dios !
En ambos casos estas mujeres les prestaban a· otros el
servicio que de ningún modo daban e n su hoga r. Por mi
parte, felici to a estas mujeres por tener el valor de reco­
llOcer su problema con las prioridades, y ¡también alabo
al ~eñor, porque se dispusieron a corregirlo I En tu ca lidad
de esposa, ~v ir prime ro a tu eSPQso, a~
cualq ui er o!!·o. No importa lo que la ge nte de la igles ia
piense de ti, s ino lo que pie nsan de ti q ui e nes viven en tu
casa. No importa que las perso na~ de la iglesia se ben efi.:
Gien de tu servic io, si antes no son atendidos los tu yos. En
-- .. ' '1~
(cllo radica el debe, r de una esposa , la prio ridad de una es­
~a , ¡ y>l prj yi lel;li o de...yna esposa!
Querida esposa, desp ués qu~ y las pe rs onas

206 UNAESPOS¡\ C O N rO~\H, :\L CORAZÓN DE DIOS
que la habitan son atendidas, amadas , se rvidas , y conse ll
tidas , entonces prosigue con la iglesia y con la ayuda 11
otros . Así obra una esposa conforme al co razó n de Dios.
iJ•
2. .i1've con la bendición y el respaldo de tu esposl
Si deseas colaborar en un ministerio o ayudar como VII
luntaria en la iglesia, te imploro que primero le pregunt\':l.
a tu esposo. Los principios que rige n tu relac ión con él, 111
Servir al Señor 207
\,:sa razón , le pido a Jim su opini ón Y su aprobación e n
lodo, incluso en oportunidades ministeriales. No qui ero
O
enfre ntar la situación de trabajar en el ministerio (i cual­
ql1ier otro proyecto!) sin la aprobació n de mi espoSo. Solo
j••
sirvO con su bendición y. respaldo. Así puedo servir con li­
hertad. ¿Por qué? Porque cuento con Jim , y con sus ora­
ciones. En cualquier ministerio, renunciamos juntos a una
parte de mi tie mpO y de mi energía para consagrarlos al

sumisión a sus planes y a su liderazgo e n e l ma trimonio , ~'

se rvicio, lo cual significa que es un lDinisterio coniunt~.

tu servicio a é l, son: hace r todo "como al Señor" (El'.

Por supuesto que después evaluamos la experiencia, pero

5:22) , y "de co razón , como para el Señor y no para los

muchas veces salgo victoriosa de un compromiso minis­

homb res" (Col. 3:23).

terial solo porque e n mi corazón sabía que contaba con el

Yo misma acostumbro nunca asumir compromisos sin

a ntes pedirle a Jim su opinión, sus ideas y su aprobación. apoyO de Jim.
¿Qué debe hacer una espOSa si su espoSo no ap rueba
No lo h ago porqu e le tema ni porque lo considere como
sus intenciones? Créeme, ¡.Tim me ha dicho muchas ve­
una figura paterna. En absoluto. Lo hago porque )~O
ces que nol Si ese es tu caso , yo opino que deberías darle
l:~.§.s.t(a..rel~jón v amistad c.QJJJ..O-Pa~i? m ás que f!.1~...E.~ .
gracias a Dios. Tu esposo ejerce una labor clave en ayu­
~ . Después de todo, si el ministerio de­
darte a mantener tuS prioridades en orden porque su opi­
ma nda tie mpo, ta mbié n es el tie mpo de Jim. Si hay que
n ión podría aler tarte cada vez que h ay un desequilibrio.
invertir dinero, tam bié n es el dinero de J im. Si hay pre­
Su orientación también hace parte de la dirección de Dios
siones (com o las que expe rimen té la primera vez que
para tu vida. Cua ndo mi Jim dice no, yo le doy gracias a
acep té ense ñar e n una clase bíblica para mujeres) , tam­ .-- .
Dios por te ner un esOQf;O aJJe me liuía Y Que se comunica .
bié n lo afec ta rán a él.
Y lue o rechazo la pro uesta sin una z
Veámoslo de la siguiente manera: Q.]:!eremos seLvir al e n mi corazón . 1vli sumisión a la voluntad de Dios que im­
~eñor, peJ:Q.Ylmbién deseamos Q~
plica seguir el liderazgo de mi espoSo, guarda mi vida y mi
~o. Yo creo que una medida muy apropiada pa ra de­
servicio de desviarse de su propósito Ta nto la aprobación
termina r la be ndición de Dios es mi obediencia a su man­ como la desaprobación de mi esposo respecto a cualquier
dato de honrar y preferir a mi esposo (Ro. 12:10), de
opción de servicio, podrían señalar la voluntad Y la direc­
estima rlo como s uperior a mí misma (Fil. 2:3), y de éstar
ción divina para mi vida.
en paz con él en cuanto depend a de mí (Ro. 12:18). Por

208 UNA ESPOSA CONfoORME ,\L cORJ\Z6N DE DIOS
~studio bíblico y empezamos a enseñar en pequeñOS gru­
pos. y nucstra casa fue el centro de todos los ministerioS,
los cursos y los diferentes pasos hacia el crecimiento es­
piritual. Todo el mundo e ra bienvenido en nues tra casa,
blia y los dones espirituales. Con todo , nu estros coraZOllvn
agradecidos con nuestro Salvador, deseaban ayudar. ¡!In
cíamos todo lo que podíamos! Lava mos loza después di'
las reuniones sociales. Organizamos y guardamos sillas. ~.
las cambiábamos de lugar para las reuniones . Tambj~l'
orde na mos los himnarios y aspiramos el salón, lavamo/i
oll as y sartenes durante las confere ncias , saludamos a JaN
personas que entraban a l culto , abrimos las puertas J ~.'
nuestra casa para realiza r estudios bíblicos, llevamos ell
auto a personas ancianas a las reuniones, ayudamos en 1"
instalación del festival infantil, pintamos, arreglamos el
jardín, ayudamos a terminar el techo durante la
remodelación del edificio de la iglesia, entre otras activi­
dades. No se requería n habilidades especiales para llevar
a cabo es tos espléndidos ministerios. Solo precisaban un
corazón dispuesto a servir.
Más adela nte, y en la medida e n que nuestro conoci­
mi e nto de Dios aumentaba, nuestro ministe rio se desarro­
lló . Tomamos un curso de en trenamien to para aconsejar
y e mpezamos a servir en ello después del culto en el re­
cinto de oración. También nos preparamos para la
eva ngelización y participamos en el ministerio de
visita ció n . Hicimos un curso de escuela dominical y cola­
boramos con las clases para los niños. Nos entrenamos
para el discipulado y empeza mos a servir a otros a través
de un contacto más personal. Luego profundizamos en el
Servir aL Señ07- 209
¡sea que viniera de los alrededores o de cualquier parte del
mundo'
Sin embargo ¿qu é puedes hacer si tu esposo no te res­
palda? Piensa bien en lo que puedes hacer a pesa r de las
circunstancias . No te imagina s la cantidad de mujeres que
colaboran en la iglesia de dive rsas forma s desde su casa,
en labo res como hornea r galletas, planear una ce na para
otros, hacer llamadas para o rganizar algún ministerio o
contactar a los que no pueden salir de casa, escribir car­
tas para animar a otrOS, orar por las personas de la iglesia
o en otroS lugares del mundo. Las pOSibilidades de ayudar
y servir desde la casa son ilimitadas, ¡si tienes un corazón
dispuesto a servir al Señor!
Todo esto para d ecirte, querida amiga y lectora confor­
me al corazó n de Dios, ¡que puedes servir de cualquier
forma'
~s de ma ndas dellvlaestI;,O,
a quie nes le servimos aquí abajo,
y aguardamos la venida de su reino .
podemos orar, entregar o huir.
Mas Él las requiere todas: La mano generosa,
~.s..pi.e.s.. .~lispu~~.
. y el co; ;ón gue or.a--:--c.
Por últim~ue obren juntas, ~
y teja n una cuerda de tres hilos ~se rompi Y
----- ---~.

210 UNA ESPOSA CON FORME AL CORAZ6N DE DI OS
.~ .J,' I j,la
/1 , / '
(/(X J'f t:.:/JI
Hay un principio adicional que está en el centro di.:
todo:
Cultj"a.J.Jp corazón de sierva. Una mujer conforme al
corazón de Dios ( ¡y todo cristiano 1) puede y debe como
prender que cada día que Dios le concede, debe consagra l~
se al servicio glorioso. Debemos servir en nombre de Dios
a todos. Debemos estar dispuestos a servir a todo aque l
que Dios pone en nuestro cam ino, y el primero es nuestro
querido esposo. Debemos imitar al Salvadol; quien no
vino para ser servido sino para serv ir, y quien andu vo ha­
ciendo bienes.
¡Te pido entonces que ores! Ora todos los días a fin de
tener un corazón de sierva, y de preferencia a primera
hora de la mañana. La oración te permitirá recordar quién
eres, a quién perteneces, por qué vives , y cómo quiere
Dios que vivas. Por lo tanto, no te detengas a pensar en tu
situación matrimonial , sino pídele a Dios con valentía el
amor que necesitas para servir a tu esposo. Pídele que te
dé amor para servir a amigos y enemigos, conocidos (tu
esposo y tus hijos) y extraños. Pídele que te conceda un
corazón más compasivo, y oídos y ojos que descubran
oportunidades para servir. Pídele su misericordia, y un
corazón para servi rle a Él y a las personas que pone en tu
camino.
'" "- ,¿/: ? servicio, hasta el grado de descuidar su matrimo­
Servi:r al Señor 211
~etalles qué transforman
1. Procura realizar algún servicio modesto en tu iglesia.
Algunos ministerios pueden requerir cierta madu­
re z y preparación. Sin embargo, existe un sinnú­
mero de servic ios y ministerios de voluntariado
que puedes reali za r en tu iglesia y que bendice n a
multitudes. Puedes alistar la correspondencia,lim­
piar la guardería y los juguetes, aspirar el salón
principal, organizar objetos en las bancas , prepa­
rar una comida para alguien que no puede salir de
casa, saludar a los invitados que asisten a las re­
uniones, ayudar a la maestra de los preescolares,
entre muchas otras. Si no sabes por dónde comen­
zar, pregúntale a alguien en la ofic ina de adm inis­
tración de la iglesia. Con toda seguridad sabrá
informarte acerca de las necesidades en la iglesia.
Con mucha frecuencia , son "detalles" de gran
relevancia para tu iglesia, que la harán lucir más
cordial y eficiente.
2. ExallÚna tu corazón, Y revisa tu agenda.
Tal vez te parezca extraño que mencione tu agen­
da en lo concerniente al servicio al Señor y al pró­
jimo. Sin embargo, una mujer cristiana con gran
disposición puede excederse con facilidad en el
nio, su familia y su casa. Entonces hay que pregun­

212 U NA 8SPOS,\ CONPORMI> .\1.. COI1.:\ Z6N DE DI OS
ta rse: ¿ La fa mili a está sa tisfech a con tus cuid ado;,
y la a ten ción que le brindas ? ¿Tu es poso respaldn
por completo ( ¡y sin rese rvas l ) tu participación 1.: 11
la iglesia? No seas como la muj er qu e sali ó el sáhll
do en la m añana para dirigir la "adoración" en llll
semina ri o de la iglesia, di ciéndole a su esposo qUl!
n unca regresaría. Tampoco seas com o la esposa ':1
madre para qui en era much o más fác il y
gratifica n te organ izar y dirigir un min isterio fe m (~­
nin o en la iglesia que cuidar su casa , a su esposo y
a sus dos pequeñ os . ¡No ca be du da de que estas
m uj e res h abían invertido sus prio ridades y se ex­
cedieron en sus ministerios l Por lo tanto , cuida dI.!
cum plir con estos dos "de talles" : ~:I
y. ev ' con tu esposo tu participación en el mi­
nis teri o.
r­
3 . Po nte d e acuerdo con tu esposo para servir en pareja.
¡Pocas ac tividades resultan más gratificantes para
un a pareja cristiana como serv ir jun tos al Se ño r!
Ca da un o ofr ece su apor te inval uable al mi n isterio
como pareja. Y cada uno compensa las debilidades
y fortalezas del otro al trabajar en equipo en el mi­
ni s terio. Por ejemplo, tal vez tu esposo dirija o
lid ere un ministerio .. y tú puedas ayudarle con el
trabajo de secre taria. O qui zá él sea el encargado
de organiza r una reunión, y tú pu edas ofrece r tu
casa para realizarla. Si los dos son sociables , po­
d rían ofr ecerse como voluntarios pa ra saluda r a las
ServÍ?' al Se1iol' 213
personas antes del c ulto una vez al mes. ¿Les gus­
ta trabaja r con niños') Ento nces colabore n e n una
clase de niños ... juntos. ¿Cómo te suena ayuda r e n
"el ministe rio de mudanzas"? Mientras tu esposo
ayuda co n los muebles, tú podrías preparar una
co mida pa ra la familia que se muda de casa. Solo
cuídate de que ambos estén de acuerd o en la for­
ma de servir y en ·la fr ecuenc ia co n que lo hace n.
La lista de servicios que puede n presta r juntos es
inago table. ¡Es tan exte nsa como sus propioS co­
razones l
4. Sil-ve p o r 10 menoS de tres maneras.
Una pequeña instrucció n ace rca del servic io al
prójimo me pe rmitió comenza r mi experie ncia mi­
nisteri.al. En resumen, ap rendí que existen tres mi­
nis terios a los cuales es tá ll amada toda mujer
conforme al corazó n de Dios, y que no son una
opción sino un mandato. Estos son : S,e.ryjr da r y
d~
mostrar misericord ia. A co ntinuación explico
qué se tratan:
~ r.Y.,L!: (en algu nos casos ta m bién se le
deno mina ay uda o ministe rio): Es la h a- o
bilidad fundamental de ayudar a otros, y
no existe razó n algun a por la cual un
c ristiano carezca de este don o se prive
de usarlo.
Mostrar mjserjcordiaooSe parece al don
de serv icio, solo que implica socor@!. a
214 U NA 8SPOSA CON ro~1 8 ,\L CORAZÓN Oll DIOS

aque llos que está n enfermos o en aflic­

ción.
Q.¡¡¡: Es la ca pac idad de entregar con 12
sencillez el dinero que n os perten ece.
Esto significa que debe hace rse sin pen­
sar en ganancia ni retribución algun a
para sí. 6 @estificar a otros
En vista de lo an te ri or, ¿qué puedes hacer, y qu é
ha rás es ta seman a para se rvir, para mostrar mise­ y me seréis testigos en Jeru,salén,

en toda Judea, en Samaria,

ricordia, y para dar?

y hasta lo tí/timn de la tierra

5 . Ora por otros. HECHOS 1:8

¿Prefieres quedarte en casa? ¿Tien es niños peq ue­

ños? ¿Trabaj as en casa? ¿Tie nes una agenda que
te impide estar en la igles ia tanto como desearías ?
[:-/1 lo la rgo del libro he compartido mi experienc ia
Bueno, siem pre es posible o rar. Solicita e n tu igle­
sia una lis ta de oración semana l. Además, lleva un
e v y. de conocer al Señor. Durante los primeros 28
años de mi vida no tuve un a relación con Dios a través de
cuaderno especial a la iglesia y anota las peticio­
su Hijo Jes uc risto. Era egoísta, estaba perdid a, y era igno­
nes de oración que otros comentan . Luego ora por
ran te en cuanto a mi papel comO esposa, ma.d re y ama de
las pe rsonas de tu iglesia y de otros luga res del
casa. i En mi corazón no había amor, ni gozo, ni paz , ni
mundo. Recu erda: La oració n eficaz ~o pu~ ­
paciencia! Por el con trario, ipadecía de úlcera sangrante,
c e mu'lho (Stg. 516).
colitis crónica, y de un eczema arriba de las cej as ! En tér­
minos generales era infeliz, y creo que Jim y mis dos hijas
también.
Sin emba rgo, algo m arav illoso ocurrió. En resumen,
alguien me comunicó la verdad del evangelio de Jesucris­
to. En su grac ia, Dios había pre p arado mi corazón, Y yo

215

216 UNA ESPOSA CON f ORME AL COI,,\Z(JN DE D IOS
recibí esa ve rd ad , nací de nu evo, y la graci a y el podc l
transfo rmador de Dios empeza ron a obrar en m i coraz611 ,
A pa rtir de ese mismo instante, Dios me encaminó en 01
proceso de convertirme en un a muj er conforme a su co­
razón . Esto tambié n cambió mi matrimonio con Jim , pues
empecé a tra nsformarme en una esposa conform e al cora­
zó n de Dios.
(,Cómo se ini ció dicha transformación? Mu y sencillü,
alguie n me dio tes timonio de la verdad. En efecto, Dios ~c
sirvió de va rias personas para comunicarme su mensaje.
Todas ellas, seguidoras de las palabras de Jesús , desde sus
apóstoles y seguidores, a quienes Jesús dij o: "y me seréis
testigos e n Jerusalé n, e n toda Judea, en Samaria, y has ta lo
último de la tierra" (Hch . 1:8). Y sus palab ras permanecen
has ta hoy para nosotros. ¡Solo los lugares han carr.biado !
Si e res cristiana, estoy segura de q ue puedes hace r
un a larga lista de pe rso nas q ue Dios usó como testigos
pa ra comunicarte su verd ad. De la m is ma manera, tú de­
searás seguir la 'c adena d e testigos que Dios podr ía usa r
para llevar a otros al Salvador. A medida que avanzamos
e n el te ma de este capítulo, recue rda que vamos en una
progresión desde Je rusalén (las personas en tu hoga r),
pasa ndo por Judea y Sama ria (tus vecinos y tu familia), ¡y
h as ta lo último de la tierra (el mundo)!
Testificar a tu esposo
La person a más cerca na a un a esposa es su propio es­
poso. Muchas mujeres c ris ti anas es tá n casadas con un
Testificar a otr os 217
incon verso. ¿Qué consejo les
ofrece Dios a estas es posas'~
Si ese es tu caso, es t a~ pa­
labras co ntie ne n la sabid uría
pura de Di os: "Asimismo voso­
tras , muj e res , estad sujetas a
vuestros maridos; para que
tambié n los que no c reen a la
palab ra, sea n ga nados sin pala­
bra por la conducta de sus es­
posas, considerando vuestra
co nducta casta y respetuosa" (1 P. 3:1-2) . En este pasajc
el após tol Pedro les aconseja a todas las esposas casadas a
"es tar sujetas a sus es posos".
Asimi smo , Pedro se d irige a las esposas cuyos esposos
" no creen a la palabra". Se refi e re a los espoSOS que no
conocen a Cristo . ¿Cómo p uedes testificar a un espoSO
incon verso? Dios lo explica con clarid ad: Debes dar testi­
monio de tu c ristianismo "s in palabra", solo "por la con­
ducta". Es to no significa que jan~ledas ha~~,Q);We
no debe~ce r es predica r sermonear acosar, atorm~
~i ta.r a tu esl22:i..0' !vlás bien, Dios qu iere que tu vida
comunique un mensaje divi no contu ndente a su corazón .
Es Dios quien decide (¡y el único que puede l ) transmitir­
le el mensaje a través de tu conducta sumisa y respetu o­
sa. iUn testim onio de amor comuni ca un mensaje mucho
más persuasivo y a mable que cualq uie r préd iCa!
Quisiera añadi r un comentario personal. En los prime­
ros días de mi ma trimo nio con J im, éramos un "yugo des­
 Testificar a otroS 219
218 U N,\ ESPOSA CONF01U I8 Al, CORA Z6 N DE DIOS

igual", solo q ue en nuestro caso .Tim era el creye nte y ~' " to de Dios , como puedes ve r en los siguientes pasajes:

e ra inco nve rsa. Me resulta fácil imagin ar la c uerda Hu.!"
so bre la cua l camina una muj er en yugo desigual, pOr<'¡ll>'
Jim tuvo que soportar todo tipo de hos tilidades, desaireN,
y d esdén po r causa de su fe en J es ucristo. Yo e ra un ejcnl
plo vivo de esta verdad bíblica : "Pero el hombre natur:d
y estas palab ras que yo te mando hoy, estarán sobre
tu corazón; Y las repetirás a tus hijos (De 6:6-7 ).
Instruye al niño en su camino (Pr. 22:6).
cri adlos en disc iplina y amonestació n del Se ñor (Ef.
6:4).

Querida m adre y amiga, con todas nuestras fu e rzas de­

no perCibe las cosas que son del Es píritu de Dios , porqlll '
bemos obedecer a di a rio este ma ndato, y cu mplir con

para él son loc ura, y no las puede entende r, porque se h:1I1

nues tra pa rte en la ta rea de guia r a nuest ros peq ueñoS (¡y

de disce rnir espiritualmente" (1 Co. 2:14). A pesar d"

gra ndes!) al conocimien to de Dios y de su Hijo J esucris to.

todo, J im se mos tró muy paciente, a mable , perdonador ~' . ecialla de

amoroso . ¡Es difícil resistirse a semej ante conducta qll t:
los mi§. ce rcan oS y m ás ama~ , in,ue"tros hi~1 Como
imita a C risto ! Jim fu e un eslabón importa nte dentro ti"
m adre , descubrí que necesitaba renovar a diario m i com­
la caden a que Dios fraguó para trae rme h asta Él. ¡Mi ora
promiso con Dios como un recordatorio personal de la
ción es que tú seas ese eslabón e n la vida de tu esposo!
importancia de testifica r a mis hijas, en cualquie r edad. Si
Ad emás de una conduc ta piadosa, tú puedes (¡y de­
n o lo tenía presente, me inclinaba a descuidar este deber,
bes !) ora r. "La oración eficaz de l justo [de la esposa justa I
a despreocuparme, a ser mediocre, Y a pe rder de vista mi
puede muc ho " (Stg. 5:1 6). ¿Quién sa be de qué man era tu
misión como madre cristiana. Si deseas se r una madre
co nducta piadosa y tu oración consta n te puede n, por la
cris tia na dedicada , no solo debes velar por la disc iplin a Y
gracia de Dios, tocar el corazó n de tu es poso?
enseña nza de tus hijos, sino tam bi én ...

Testificar a tus hijos .. . leerles la Biblia co n regularidad ,

A tu am ado esposo le siguen tus preciosos hijos, si los ... estudiar con ellos la vida de los grandes h éroes de la
tien es. La tarea que Dios te h a encom endado es tes tificar­
fe,
les del mensaje salvador de Jesu cristo . Es tos regalos del
cielo que son tus hijos , Dios te los ha confiado como mu­ ... h acer dev ocio nes diariOS con ellos,
jer y esposa co nform e a su coraz6n , pa ra que les enseñes ,
..ayuda rles a atesorar la Palabra de Dios en sus cora­
instru)'as, y prepares para Él y para s us propósitos. Dicha
i ones,
misión no es opcional. De ninguna ma nera. Es un manda-

220 UN:\ 8SI'OS!\ CONFO I\,\IE AL COIV\ZÓN DE DIOS
.. .lleva rlos a la iglesia, a la escuela dominical y a
actividades ecJesiales,
... hablarles todo el tiempo de l Señor,
relacionar los acontecimientos de sus vidas con
verdad bíblica,
... ora r por ellos y con ellos antes de ir a dormir,
.. . enseñarles acerca de Jesús, y
... comu nicar con libertad y pers istencia el plan de sa l­
vación de Dios.
Además, es evidente qu e como mad re consagrada, de­
bes orar por ellos. ¿Recuerdas San tiago 5:16? Dice: "UI
oración eficaz del jus to [de la madre jus ta l puede mucho".
Un corazón lleno 1)
¿ Quién sabe lo que obrarán en el co razón de tus hijos tu
ensei'i anza consagrada y tus oraciones, en cua lquie r edad';
Testificar ~I tus vecinos
Ahora seguimos con tus vecinos. Tal vez no sean tan
cercanos a ti como tus familiares, pero vives cerca de ellos
día tras día. Eso significa que probablemente los ves con
más frecuen cia que a tu propia familia ex ten did a. Al res­
pecto, un sabio proverbio nos recuerda lo siguiente: " ~
jor e el veci no cerc a ue el h ermano lejos" (Pr. 27:10).
En o tras palabras , cuando enfrentas una emergencia o
necesi tas ay ud a, puedes acudir primero a tus vecinos,
¡pero no a tus parientes!
Testifica?' a otros 221
Jesús nos dejó una enseñanza acerca de los vecinos .
J;J~¡
Con base en la ley de Moisés consignada en el Antiguo Tes­
tamen to, es ta es su ensei'íanza para ti como mujer confor­
me al corazón de Dios: "Amarás al Sei'íor tu Dios con todo
tu corazón, Y co n toda tu alma, y con toda tu mente", Y "a
1;1
tu prójimo como a ti [misma]" (M t. 22:37, 39) .
Por lo tan to, si eres una mujer sabia que desea testifi ­
car a sus vecinos, debes tener ante todo un corazón lleno
de amor por ellos. Yo he aprendido una Y otra vez que la
oració n es un m edio extraordinario para cultivar d icho
corazón y ese tipo de amor. Es así como Jim y yo nos acer­
camos a nuestros vecinos. Señalamos un día a la semana
para orar por ellos. Anotamos el nom b re de cada familia
(;11 una página apa rte, jun to
con los nombres de sus hijos.
Luego , cada vez que estábamos
del amor de Dios
en el patio o que nos disponía­
mos a entrar o sal ir del auto , allanará el
siempre tomábamos un minu­ camino para
ro (¡olvidando nuestras ocupa­ b
testificar a otros,
ciones o nuestro afán l ) para I , .. , -----'
saludar a nuestros vecinos por
su nombre, ser cordiales , y conocerl os mejor. Luego ano­
tábamos e n e l cuaderno los nuevos detalles que ap ren­
díamos de sus vidas. Fue sorprende nte ver que a medida
que orábamos por ellos, empezaron a ocupar un lugar es­
pecial en nues tro corazón .. ¡yen nuestra vida! La ora­
ción nos u ni ó. Asi mi smo, ¡convirtió a los ex traños en
seres queridos !
 222 U N,I ESPOSA CONFORME ,IL CORJIZ6N DC DIOS
Ora }' pídele a Dl(lS sah iduría para idear form as ~
dar
, a tus vecinos,
........
invitarlos a tu casa O a cenar. En la me
dida en que demuestres tu cristian ismo con un testimoni()
visible, puedes estar segura de que tarde o temprano po
drán abordar el tema esp iritual. Si tus vecinos notan quv
cada semana sales para la iglesia, ¡seguro e l interés surgi
rá! Y recuerda q ue no importa si e llos com prenden o n()
tu fe. Solo muéstrate amigable. Mantén abierta la puert:l
de tu casa, y de tu corazón. Persevera en servir, amar, ayu­
dar y ofrecer tu amistad. Asimismo, procura invitarlos :1
la iglesia, a un concierto de música c ristiana , a un día dI..:
campo de la iglesia, al estudio bíblico para mujeres, o a un
grupo cristiano que practica ejercic ios o manualidades.
Pregúntales si les gusta ría que sus h,ijos asistieran al mi ­
niste rio infantil.
Las amistades se constmye n de esta forma, ¡y de mu­
chas más l Luego, como bien lo sabes, con un amigo puedc~
ha blar ace rca de cualquier tema .. ¡incluso de Jes ucristo!
Testificar a tu familia
Dar testimonio del mensaje del evangelio de Jesucris­
to a los miembros de la familia extendida puede se r un
as unto delicado . No obsta nte, las buenas noticias son quc
Dios puede ayudarte a manejar c ualquie r asunto con gra­
cia y de un modo que sea digno de Cristo . Un corazón lle­
no del amor de Dios allana rá el camino para testificar a la
familia, ja tus parientes y tamb ién a los de tu esposo! (T('
pido que revises el capítulo 8, titulado "Amar a la fami-
Testificar a otros 223
lia"). Es muy probable que ya hayas empezado a c ulti var
el amo r por los familiares que Dios te ha dado, así como
una actitud de aceptación y de responsabilidad hacia
ellos .
Sin embargo , nuestra meta con la fa mili a siempre
debe ser, como lo declara el versículo lem a del capítulo 8:
"Si es posible, en cuanto dependa de voso tros, estad en
paz con todos los h ombres" (Ro. 12:18). Como eres cris­
tiana, Cristo vive en ti para ayudarte a cumplir con la par­
te que te corresponde (Col. 1:27). El fruto del Espíri tu
obra en ti por med io de su amo r, su gozo, su paz, su pa­
c iencia, y su dominio propio para asis tirte (Gá. 5:22-23).
Por consiguiente, en cuanto depende de ti, puedes mante­
ner buenas relaciones, amar, ay uda r, servir y entender a
tus parientes. Lo que resta preguntarse es lo m ás difícil:
¿Tú quieres h ace rlo?
Admito que algunos familiares son un ve rd adero reto.
Quizá incluso no quieren saber d e ti. Si ese es el caso ( ¡O
c ualquie r otro!) , ¡tú puedes orar ! Dios es un experto en
suav iza r los corazo nes endurecidos al tiempo que tú oras
con sincerid ad por su bienestar. Mi lema para la oración
también se cumple res pecto los parientes difíciles de tra­
tar: Es imposible odiar y olvida r a una persona por quien
se ora. jlnténralo! Descubrirás por ti misma que es cierto.
La oración no solo transfor!Jlª a tus familiares ~ue
~
t~
----
Piensa en los parientes que Dios te h a dado. Escribe en
tu cuaderno de oración una lista de nombres. Luego anota
las fec has de cumpleaños , y envía cu alquier de talle cada

224 UNA ES POS,\ CONFORME AL CO I\,\ZÓN DE DIOS
año. Anota las direcciones electrón icas y e nvía cualqu¡\'\
notida o comentario reciente. Testifica, permanece en COI1
tacto, busca sanar relaciones rotas y embellecer las quc ~'"
conservas. Los miembros de tu familia pueden convertir~\'
en tus mejores amigos, y repi to que con un amigo pueclc"
hablar de cualquier tema. ¡incluso de Jesucristo'
TestifiCllf al mundo
Ya hemos mencionado e l conjunto de personas qU\ '
integran tu vida dia ria: 111 esp.o so, tus hijos, tu familia, ~'
tus vecinos. (¡ El espacio no nos alcanza para hablar de las
fabulosas personas con quienes trabajas ' ). ¿Quién falta':'
Bueno, ¡falta el resto del mundo' Pero, ¡anímate' Tú pUl'
des participar en la misión de alca nzar al mundo con 1;1
verdad de Cristo y con su amor por la hUInanidad, y puc
des empezar en tu propia iglesia.
Antes comenté que mi amado J im sirvió duran te 2::1
años como pastor y maestro de la Biblia. De hecho, JilTl
fue pastor de evangelización e n nuestra antigua iglesia.
Eso significa que servimos durante muchos años en el mi­
nisterio evangelístico de n uestra iglesia . ¿Qué clase de.:
obra realizamos? Ambos colaboramos en el aposento de.:
orac ión acogiendo a las personas que buscaban ayuda,
orientación, y una relación con Dios. También consagra­
mos parte de nuestro tiempo para informar a los visitan­
tes que se acercaban a la recepción de la iglesia, y para
orientarlos hacia los salones ... ¡y hacia Dios' Y muchas
otras actividades . Jim y yo participamos en el ministerio
de visitación. También fuimos a las prisiones, colabo ra-
Testificar a otros 225
mos en las misiones para los desamparados, Y e n asilos y
hogares de paso. Además, "dirigim os" la línea de a te nción
de urgencias de la iglesia, y participamos en min isterios
universitarios Y callejeros. Fuimos juntos a viajes misio­
neros de corta duración, e incluso servimos como misio­
neros en Singapur.
Testifica ... ¡con cuidado!
Las oportunidades que acabo de mencionar para tes­
tificar a otros también se presentan en tu iglesia . Sin em­
bargo ¡ten cuidado! Como esposa conforme al corazón de
Dios, debes tener siempre en mente los "principios para
el ministerio de una esposa", que estudiamos en el capí­
tulo anterior. Estos son:
#1. Sirve primero a los tuyos.
#2. Sirve con la bendición Yel respaldo de tu esposo.
#3. Sirve de todas las formas posibles.
Si tu esposO no desea participar, si no quiere que par­
ticipes tanto, o si se opone a tus planes , debes proceder
con calma, cuidado y mucha sabiduría. En lo concernien­
te a tu ministerio espiritu al Y a la obra de tes tificar a otros
por medio de tu iglesia, es conveniente servir con la ben­
dición y el respaldo de tu esposo (#2). Tambi én debes re­
cordar que tu hogar no es la iglesia. Tu hogar es una casa
donde vive un esposo a qu ie n debes servir (#1) , amar, cui­
dar, consentir, mimar, y testificar si no es cristiano.
Claro que lo ideal sería que pudieras servir en un mi­

226 UNA ES POSA CONFORW, I\L COfV\Z6 N DE DIOS
nisterio evangelístico junto con tu esposo. Sin embargo, 1"
cierto es que pocas mujeres gozan de este privilegio. Si (;;Il
es tu caso , y si quieres agradar a tu esposo (1 Co. 7:34 ),
en to nces c ré eme que aún quedan pOSibilid ades inC0111 11
bies pa ra q ue tú tes tifiques a otros . Así que, en ver, d.,
ama rga rte, confía en Dios y d ale gracias porque Él contro
la todas las circuns tancias de tu ma trimonio. Luego ora, >'
disponte a buscar todas las fo rmas pOSibles en que puede:!
testi ficar desde tu casa (#3) ... al tie mpo que respe tas In
voluntad de tu es poso. Si lo haces, Dios te bendecirá y prl'
mia rá, ¡porq ue una es posa confo rme al corazó n de Dills
respe ta y honra a su es poso l (Ef. 5:22,33).
(-Y((/;;41 (.¡ ('C,(f ','(/",
Has ta aquí, querida amiga y esposa consagrada a tu
amado esposo, hemos reco rrido ju n tas el camino de es te
libro ace rca de la esposa conforme a la voluntad de Dios.
y ahora ¡soy yo quien desea testificarte l Aca bo de adve r­
tir qu e ignoro los detall es de tu re lación con Dios. He es­
crito sobre la base de va ri os su pues tos ace rca de tu vida
por el simple hecho de que optas te por leer este libro cuyo
título resulta tan esperanzador y e minente . He dado por
sentado qu e qui zá ...
.escogis te el libro porqu e buscabas ayuda para tu re­
lación ma trimonial, o a lgunas ideas para mejorarla . Si es
así ¡te fe licito ! Mi anhe lo y mi oración son que las verd a-
Tes tificar a o t1"OS 227
des bíblicas aq uí expuestas, juntO con mi s re nexiones y
los "detalles quc transforman" ¡en realidad hayan opera­
do u na gran transformación!
... una amiga te invitó a un es tudio bíblico para muje­
res , y este es el li bro que ell as eligieron . Entonces ¡felici­
taciones l Por participar en e l es tudio, ¡y por leer el libro
hasta el fin al!
.. ,tu clase de escue la dominical pa ra parejas usa es te
libro (j unto con el que escri bió mi esposo para hombres Y
titulado "Un esposO conforme al corazó n de Di os"'), y tú
y tu esposo se unieron al grupO. ¡Pues déjame decirte que
eres afortunada ! i Qué bendición es aprende r juntos todos
estos aspectos del matrimoni o! ¡Cuánto o ro porque tu
matrimonio prospere!
Es indi scutible que este es un libro práctico. Sin em­
bargo, estoy segura de que también aprendiste mucho
ace rca del tem a pri ncipal de l libro , de cómo ser una mu­
jer y una esposa confor m e al corazón de Dios. Como pue­
des ve r, tambié n es un li bro espiritual. Para fi nalizar
nuest ro recorrido y antes de separú nos, quisiera comu­
nicarte la ve rdad . Es probable que tu vida corresponda a
algun a de las siguientes categorías de mujer Yde esposa:
- Eres una mujer confo rme al corazón de Dios y has
aceptado el señorío de Cristo en tu vida. Si es así, espero
que la lectura de las ve rd ades expuestas e n este libro te
h ayan impulsado a crecer en tu fe cristia na, que haya n
hecho mella en tu obediencia a las normas di vinas, y afir­
mado tu compromiso a ser una es posa confo rme a la vo­
luntad de Dios. A ti te digo ¡adelante ! ¡Sigue en
 Testificar a otroS 229
228 UN:\ ESPOS:\ CONI'OIt\H: AL COR,\Z()N DE D IOS

Sllcitaste venciendo el pode r del pecado Y de la muerte.

obedi encia al pl an de Di os pa ra ti como esposa l y por 11, l
¡Te doy gracias de todo corazón por lo que hiciste por mí
dos los me dios ¡sigue crec iendo en e l Señor!
-Deseas ser un a mujer conforme al corazón de Diu/. Amén .
Ahora, mi querid a amiga, quiero deja rte un
pe ro no estás segura de tener una relació n con Dios a tr !.
in terrogante. ¿Aceptas te a Cristo, quien murió en la c ruZ,
vés de Jesucri sto. Te agrada lo que has leído, y deseas ~t'
como tu Salvador? Si 1.1 0 es as í, seguiré ora ndo por ti para
guir al Seño r con todo tu corazón, pero dud as s i eres hi.IH
que lo hagas . Llegar a ser hija de Dios es lo que e n reali­
de Dios. A ti te digo: ¡Ve n a la c ru z ! A ti dedi co estas irll
liad tran sform a por co mpleto tu vida ... ¡incluso tu matri­
ses que resumen las ve rdades de la mu erte de Jesucristo
mo ni o I Si ya e res hija de Dios, ¡anda y tes tifica a otros de l
Cons tituye un a declaración de qu ién es Jesucris to y pOI
mensaje de la c ru z en tu recorrido por la vida como muje r
qué su mue rte e n la C¡-lJ Z consumó el plan de Dios . As im is l

'l­
y esposa conforme al co razón de D ios
mo, presen to un modelo de o raci ón que puede a yudarte H
expresar con exactitud lo que hay e n tu interiO\; a fin de "
,. ,
recibir por la fe a Jesucristo en tu co razó n y en tu vida .

Cristo, Dios encarnado, entregó su vida (Fil. 2:8),

Como resca te, el pago, por nuestro pecado (iVIt. 20:28) ,

Ofrendó su vida en sac rifi cio s in mancha (He. 10:14),

Sufrió h as ta la mue rte (He. 12:2),

Pa ra darnos salvació n del pecado y la mue rte (Col.

2:13-14).2

Una orac ión del fo ndo de mi corazón

Jesús , quiero re cibirte como mi Salvador pe rsonal. Te
pido que ve ngas a mi vida y me ayudes a obedecerte de
aquí e n adela nte . Reconozco que soy pecadora, pero quie­
ro arrepe ntirme de mis pecados , abandonarlos y seguirte .
Creo que tú mo riste en la cru z por mis pecados y que re-

230 U N" ¡:;SPOSA CON FORME AL CO R.·\ Z()N DE DIOS
~~talles que ttctnsforman
L Invita a tus amigos y vecinos a un estudio bíblico.
¿No sabes cómo testificar a o tras personas? ¿Te iJl ­
comoda ha bla r con otros ace rca de tu fe'? Cuando
se trata de tus vecinos o amigos, siempre resulta
sencillo presenta rles la vida cris tiana con una in­
vitación a un estud io bíblico . El es tudio para mil
je res o parejas al cual asis tes es una ocasión
pe rfecta para invitar a tus vecinas o a pa rejas del
vecinda rio . ¡Tan solo contác talas e invítalas' Cad"
vez que empieza un nuevo estudio, toma volantes
adicionales pa ra re pa rtir e ntre tus colegas, veci·
nos, amigos, y o tras mamás en e l colegio de tus hi·
jos, junto con una pequeña no ta personal de
invitación . Tu cordialidad , y tu entusiasmo fre nte
al estudio bíblico podría anim ar a otros a ve nir y
ve r por sí mismos. Luego . .. ¡quién sabe lo que pue­
da pasar!
2. P articipa en ac tividades con tus amigos y vecinos.
Si se trata de tes tificar a otros , es conveniente que
acos tumbres aceptar las invitacion'e s de los veci­
nos (con la aprobación de tu esposo ¡por supues­
to!). Procu ra integrarte a reuniones de venta de
todo tipo de produc tos para amas de casa, donde
personas inconversas como tus vecinas, colegas o
conocidas del colegio son an fitrionas. Si estas pe r-
Testificar a otros 23 1
sonas ma ravillosas te invitan a una parrillada ¡no
lo dudes ! Si el hijo de alguna de ellas celebra su
cumplea ños , mueve c ielo y tierra pa ra estar ahí. Si
se tra ta del matrim onio de una hij a, haz todo lo'
que esté a tu alcance para asistir a la boda, Si el
esposo de tu vecina va a jugar un partido decisivo,
ponte una sudadera Y asiste con tu esposo , 'frata
de acompañar a tuS vecinos y colegas e n sus di ver­
sas acti vidades especiales tan to como sea posible ,
Ellos necesitan saber si e n realidad te interesas por
sus vidas. No te encierres en tu iglesia has ta el gra­
d o de parece r frí a y distante , como una persona a
quien no le importan las vidas (y las almas) de sus
amigos y vecinos.
3. Abre las puertas de tu casa.
¡Nunca su bestimes el poder de un hogar c ristiano !
Como c reyente, tú e res "la luz del mundo". Por
consiguiente, tu hoga r es como "una ciudad asen­
tada sobre un mon te" (ML 5: 14). Está lleno de luz,
y b rilla con la gloria de Dios que opera en ti y en
tu hoga r. Abre de pa r en par las pue rtas de tu
es plendorosa casa . Sigue el ejemplo de la mujer de
Proverbi os 9 , quien lla mó a los que necesitaba n
conoce r la verd ad dic iéndoles: "Venid , com'ed mi
pan" (vv. 4-5). Si una vecina está atravesando una
dificultad, invítala a tomar un café . Si se muda una
nueva fa milia, invítalos a una cena informal. Con­
te mpla la pOSibilidad de a brir tu casa un a vez al
 TestifiCa?' a otros 233
232 UN A I>SPOS.\ CONFOIU\II> AL CORAZÓN D8 DIOS

compasivo hacia los am igos y vecinos inconversos.

año para tu esposo y sus colegas de trabajo. Invita
1\1 orac ión constante por su necesidad de conocer
a tu casa a las mamás de l colegio de tus hij os para
a Dios , hace que tu corazó n se comprometa. El
comer un pastel de café y charlar. La hospitalidad
grado de interés por otros aumenta a med ida que
es un don maravilloso que puedes ofrecer a otros,
invie rtes tu ti empo y tu energía espiritual para
y un a manera grandiosa de hace r amigos . Y con un
orar por ellos . Co nserva una lista de oración.
amigo puedes hablar de c ualquier terna ... incluso
Cuéntales a otros que es tás orando por ellos. Ac­
de Jesucristo.
tuali za con regularidad la información detallada de
4. R egala un libro o un folleto bíblico. sus vidas.
Tal vez te sientas insegura o incómoda al tratar de
tes tifica r a o tros . De todos modos, siempre podrás
hacerlo con la ayuda de un libro o de un folleto.
Entregas el regalo, y luego aguardas para ve r cómo
Dios lo usa para tocar la vida del otro. Si hay un
libro en especial que te ha ayudado mucho para
mejorar tu matrim onio, icompártelo! Préstale el
libro a otras madres. ¿ Qué te parece el terna del
cuid ado del hogar? Tal vez un libro escrito por un
ama de casa cristiana te enseñó mucho sobre mé­
todos y fórmulas rápidas para cuidar tu casa . En­
tonces ¡compárte lo ! Préstaselo a amas de casa que
enfrentan luchas en su labor. Cul tiva un corazón
generoso y atento. Cuéntale a otras muj eres acer­
ca de lo que te ha ayudado en tu vida personaL Y
luego, i regálales un libro o foll eto a quienes tanto
necesitan la ayuda de la Biblia y del Salvador l

S. Ora por tus amigos y conocidos que son inconversos.

La m'ejor manera de "amar al próji mo" es oral:
También es la mejor forma de culti va r un corazón
 aAbtas

Capítulo 1: Crecer en el Señor

1. Neil S. Wilson, ed. , Tite I-Iandbook ofLife App/.ication{Manual de
lecciones prácticas] (Whea ton, 11.: 1l' ndale House Publishers ,
1992), pp. 270-71.
2. Mark Porter, The Time ol lbu.r Life [Su mejor momentO]
(Wheaton, IL: \r.ctor Books, 1983), p. 114.
Capítulo 2: Trabajar en equipo
1. Charles F. Pfeiffer )' Everett E Harrison, eds., The 11/yclif)e Bible
Comméntary [Comentario bíblico Moody] (Grand Rapids : Edito­
rial Portavoz, 1993), p. 5.
2. Efesios 5:22; Colosenses 3:18; )' 1 Pedro 3:1.
3. Para estudiar a fondo este)' otros problemas matrimoniales, ver
Elyse Fitzpatricl, y Carol Cornish, gen. eds., lVom en Help·i ng
lVom en [Mujeres que ayudan a muj eres ] (Eugene, ORo Harvest
House Publis hers, 1997) .
4. John MacArtllllJ; Til e MacArlhur Scudy Bible [Biblia de estudio
MacArthur] (Grand Rapids: Editorial Portavoz, 2004), p. 1738 e n
inglés.
5. Pfeiffer y Harrison, eds ., Wycl-ijfe Bible Commencary [Com e nta­
rio bíblico MoodyJ. p. S.
Capítulo 3: Aprender a comuni ca rse
1. Th e Living Bible [La Biblia al día].
2. Sid Buzzell, gen. ed., The Leadership Bible [La Biblia del líder]
(Grand Rapids, MI: Zondervan Publis hing House, 1998), p. 742.
3. Ellen Fein y Sherrie Schneide~ Tite Rulesfor lvlarriage (Las nOf
mas para el matrimonio) (Nueva lbrk: Warner Books, Inc .,
2001), pp. 83--85.

235

236 UN." 8SPOS¡\ CONI'Ol\M8 Al.. COI\AZ6N 08 DIOS
Capítulo 4: Dele itarse en la intimidad
1. The Living Bible [L" Biblia al día].
2. MacArthur, 1\t[acArtlmr St'Udy Bible [Biblia de estudio
MacArthurL p. 19 en inglés.
3. Pfeiffer)' llarrison, eds., Wyclit.!'e Bible Commentary [Com enta­
rio bíblico Moodl'], p. 6.
4. MacAnhur, JlilacArthur St'Udy Bible [Biblia de estudio
MacA rthur], p. 1944 en inglés.
5. Wi llard Harley en Alice Gra)', Lists (O Uve By, The First
Collection [Guías para vivi r], primera colección (Sisters, ORo
Multnomah Publishers, 1999) , p. 122.
6. Claudia)' David Arp en Alice Gra)~ Usts (O Uve By [Guías para
vivir!, p. 13 7.
Capitulo 5: Administr3l- tu din e ro
l. 1 Corintios 16:1-2; 2 Corintios 9:5-7.
2. Alice Gral', Lises 10 Live Byfor Eve1y Married Couple[Guías para
vivi r e n e l matrimonio] (Sisters, ORo Multnomah Publishers,
2001), pp. 30-3l.
Capítulo 6: Cuidar el hogar
l. Carol Me)'ers, Toni Craven, y Ross S. Kraeme, Women in
Scripture [Mujeres en las Esc rituras] (Grand Rapids, MI: William
B. Eerdmans Publishing Company, 2001), p. 306. Las otras cua­
tro refere nci"s corresponden a Génesis 24:28; Rut 1:8; Canear de
los Cantares 3:4; 8 :2 .
2. Robe n Jamieson, i\.R. Fausset, y David Brown,Commeneary on
the Whole Bible [Comentario bíblico] (Grand Rapids, MI:
Zondervan Publishing 1-Iouse, 1973), p. 466.
3. Cu rti s Vaughan, The Old Tescament Books 01 Poetry ]'rom 26
Translacions [26 traducciones de los li bros poéticos del Antiguo
Testamento], cita de versiones de Ronald Knox)' Ke llneth 11)'101'
(Grand Rapids, Ml: Zondervan Bible Publishers, 1973 l, p. 632.
4. Jamieson, Fausset, y Brown, Commentary on the Whole Bible
[Comentario bíblicot p. 1387.
5. Ibíd.
6. Vaughan, Old Testament Boohs ofPoetry [Los libros poéticos del
Antiguo Testamento), cita de una versión de James Moffatt, p.
530.
7. Pfei ffe r y Harrison, eds., Wycliffe Bible Comrnentary [Comenta­
rio bíblico MoodyL p. 1394.
8. "\Vhere Shalll \Vork Toda)''' [¿Dónde debo tra bajar hoy"] citado
Notas 237
en V. Ra)'lUond Edma n ,Disdplines ofLife [Disciplin as para vi­
vir] (M inneapolis: \Vorld \Vide publications, 1948), p. 209.
9. Franh S. Mead, 12 ,000 Religious Quotations[Doce mil citas reli­
giosas], cita de James Hamilton (Grand Rapids, MI: Baker Book
House, 2000), p. 230.
10. Recursos ad icionales para c rea r un plan maestro para el hogar en:
www.t1).lad)..net
Capítulo 7: Ctiar a los hijos
1. Mead, 12,000 Religious Quocations [Doce mil citas religiosas ¡
cita de Samuel 1aylor Coleridge, p. 338.
Capítulo 8: Amar a la familia
1. Citado en Edith L.Doan, The Speaher's Sourcebooh [Libro de
consulta del oradorL (Grand Rapids, Ml: Zondervan Publishing
House , 1977), p. 169. El autor del poema es anónimo.
Capítulo 9: Trabajar en tu profesión
1. Autor anónimo, ci tado en Edith L. Doan, Tite Spea"er's
Sourcebook [Libro de consu lta del oradod p. 282.
2. Mead, 12,000 Religious Quocations [Doce mil ci tas religiosast
cita de Helen Hunt Jacl,son, p. 230
3. George, EeautiJUl in Oads Eyes [Hermosa para Dios¡
4. Rol' B. Zuc\< cita a EB. Meyer e n The Speahing Quote Eook [El
libro de citasl (Grand Rapids, MI: IZregel publications, 1997), p.
409.
Capitulo 10: Divertirse juntos
l. Eli%abeth George ,Amaa Dios con toda tU mente, (Grand Rapids:
Ed itori al Ponavo%, 1996).
2. Ver: www.coloradohealthnet.orgldep ression , 3/11/99.
3.
4. ¡bid.
Derek Kidner, Tite Proverbs [Proverbios ] (Downers Grove, IL:
InterVarsity Press, 1973), p. 114.
Capítulo 11: Servil' al Señor
1. HoratiuS Bonar.
2. Mead, 12,000 Reli!JiouS Quocations [Doce mil ci tas religi osas ¡
cita de lan ~'lacLaren, p. 404.
3. Génesis 18:13-14 ,22; 19:1 .
4. Mead, 12,000 Religious Quocations [Doce mil citas religiosast
cita de Fredericl< Willaim RobertsO n , p. 404.
5. Au thor anónimo, citado e n Edith L. Doan, The Speaker;;
Sourcebook [El libro de consulta del orador!' p. 223.
238 UNA ESPOSA CONrOR,\J8 AL CORAZ6N DE DIOS

~
PORTAVOZ
Otros libros por Elizabeth
6. Charles Caldwell Ryrie , Balancing the ChriStian Lile [El equili­
brio en la vida cris tiana] (Chicago: Mood)' Press, 1969), pp. 96-.
97.

Capítulo 12: Testificar a otros

1. Jim Geo rge, Un esposo CO'1fonne al corazón de Dios (Grand
Rapids , MI: Editorial Portavoz, 2004).
2. Elizabeth George en Rob Holt, \.Vhae che Cross lvJeans Co Me [Lo
que significa la cruz p,¡ra mí] (Eugene, OR: Harvest Bo
Publishers, 2002) , p. 27. use

con toda
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