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República Bolivariana de Venezuela


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
“Rómulo Gallegos”
Área de Postgrado
Maestría en Gerencia Administrativa
Aula territorial: San Juan de los Morros

Análisis / Unidad II
Globalización y Competitividad

Docente: Maestrante:
Pic Tenay. Alcalá Greixy C.I.: 22.883.628

24 Julio 2021
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Determinar la competitividad y estrategias del mercado

Toda empresa debe tener una estrategia y determinar la competitividad del


mercado, que le permita estar orientado a largo plazo, esto le ayudará a explotar sus
fortalezas, desarrollar nuevas capacidades y aprovechar oportunidades para obtener
una posición de ventaja en el mercado.
Las estrategias del mercado se basan en desarrollar una ventaja competitiva
sostenible. Una serie de características que la diferencien de la competencia y que le
permitan conseguir una posición ventajosa en el mercado y obtener mayor
rentabilidad. Así, la empresa será capaz de dejar atrás a los rivales de la industria y de
sentar las bases para un futuro empresarial próspero donde la atracción y retención de
clientes no sean un problema.
Michael Porter. Entre sus muchas aportaciones a la gestión empresarial, como el
diamante de Porter o su teoría de la cadena de valor, también se encuentra una
clasificación de las estrategias de competitividad que incluye ejemplos de estrategias
genéricas, ya que se pueden aplicar a productos o servicios en todas las industrias y a
organizaciones de todos los tamaños. La prueba es que fueron expuestos por primera
vez por el autor, en 1985 en su libro "Ventaja competitiva: crear y mantener un
rendimiento superior" y aún se siguen empleando.
Las estrategias competitivas definidas por Porter son tres, según la ventaja
competitiva que generan: Liderazgo en costes, diferenciación y enfoque.
Al determinar la competitividad, debemos buscar ese elemento que nos
diferencie de las demás empresas del sector bien unos precios más bajos, o la
producción de un producto o servicio incomparable a ningún otro, o bien un producto
o servicio 100% adaptado a un consumidor muy específico.
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Perspectiva de la competitividad

El desarrollo económico es un proceso evolutivo cuyas expresiones y resultados


dependen de la interacción de un conjunto de factores con las capacidades
productivas del territorio, lo cual determina el grado de competitividad en un entorno
caracterizado por una creciente interdependencia global. Si bien el proceso de
globalización ha intensificado el flujo de factores de la producción y construido
patrones de producción industrial y distribución comercial cada vez más globales, los
sistemas económicos y sociales en el ámbito local-regional tienen la posibilidad de
definir su papel con respecto a la dinámica del desarrollo, haciendo frente a los retos
del proceso antes mencionado (Woo, 2004).
Para ser competitivo en un contexto de crecientes interdependencias se requiere
contar con ciertos elementos. La productividad, el conocimiento, las habilidades, la
inteligencia económica y de mercadeo, la calidad de producto /servicio, la producción
para nichos especializados del mercado, las capacidades gerenciales y
organizacionales, la flexibilidad en la producción, el desarrollo tecnológico, la
infraestructura física y social, la solidez institucional, entre otros, los cuales
determinan la capacidad de competencia de un sistema económico social (Woo,
2004).
Sin embargo, debo señalar que el núcleo de la competitividad se inicia en la
empresa, la cual dirige sus objetivos hacia la generación de riqueza en términos de
beneficios, reducción de costos, la innovación y la diferenciación.
Por otra parte, desde la perspectiva de competitividad, la cual se caracteriza y
distingue por reconocer que para alcanzar un desarrollo industrial exitoso se requiere
no solo una función de producción en el nivel micro, o de condiciones económicas
estables en el nivel macro, sino también por la existencia de medidas del gobierno y
organizaciones privadas de desarrollo orientadas a fortalecer la competitividad de las
empresas.
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Condiciones necesarias para la competitividad en Latinoamérica

América Latina se caracterizó durante muchos años por sus bajos e inestables
niveles de crecimiento económico. En la actualidad, dicha región se distingue por su
constante desarrollo y estabilidad macroeconómica con cambios en la producción,
comercio, infraestructura, servicios financieros, educación, instituciones, etc. En los
últimos años, esta región ha experimentado un crecimiento significativamente
superior a la media económica a pesar de la crisis financiera mundial, gracias a la
respuesta oportuna de las políticas económicas de estos países frente a la crisis, junto
a los precios altos de materias primas.
Todo esto ha contribuido a una posición positiva y alentadora respecto al futuro
económico y social de la región. Sin embargo, a pesar de las noticias positivas, al ver
un significativo crecimiento económico en América Latina, no debemos olvidar que
la región se enfrenta a un gran desafío en lo referente a competitividad, sobre todo al
considerar la relevancia e impacto de la globalización y la tecnología en la economía
mundial.
Sin embargo, para incrementar la competitividad en países de América Latina se
necesita trabajar en áreas importantes, como sectores de crecimiento esenciales en las
economías desarrolladas; la infraestructura, logística, seguridad, eliminación de las
barreras al comercio y la reducción de la asimetría entre la industria, es necesario
aprovechar las nuevas oportunidades globales, apoyar las relaciones de negocios de
inversión con nuevos socios internacionales.
Esto podría jugar un papel importante en la creación de empleos de calidad,
junto con las políticas sociales que podrían mejorar el acceso a los servicios
educativos y sociales, mismo que daría lugar a la reducción de las brechas sociales
(en ingresos y el empleo de las mujeres) y, por lo tanto, a la promoción de la cohesión
social y los derechos humanos unidos al crecimiento de los países latinoamericanos.
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Decisiones estratégicas de las empresas en Venezuela y sus riesgos

Venezuela ha sido uno de los mercados más turbulentos de América Latina. Las
empresas han debido enfrentar, casi de forma permanente, inestabilidad política,
inseguridad jurídica, barreras administrativas de toda índole, vaivenes en la política
económica y los más variados controles y regulaciones estatales. En mercados con
estas características son muchas las empresas que desaparecen y sólo algunas
sobreviven. En tal sentido se han aplicado estrategias claramente agresivas, como:
adquisiciones totales y parciales, estrategias subrepticias, quiebra ficticia y agresión
publicitaria.
En 2001, el grupo Polar (bebidas y alimentos) inició una oferta pública de
adquisición (OPA) del 100% de las acciones de MAVESA, la empresa entonces
hegemónica en el ramo de grasas. Polar forzó un acuerdo con los accionistas
mayoritarios de MAVESA, propietarios de casi el 40% del capital, lo cual abrió paso
a la adquisición total de la compañía, considerada como la segunda opción más
rentable para el capital internacional. Para ello contó con la asesoría de la banca de
inversión JP Morgan Chase; e igualmente con el financiamiento del Citibank y
la Corporación Andina de Fomento (Revista Dinero, 2002).
Con la compra de MAVESA, Polar pasa a ser el grupo más poderoso del sector
alimenticio, posición hegemónica que utilizará un año después en el paro patronal que
pretendió derrocar al Presidente Chávez. Ahora bien, Polar es mucho más que
alimentos. Lorenzo Alejandro Mendoza Giménez al mando de Polar (Prensa
Económica, 2006), profundizó la diversificación e internacionalización de
actividades: invirtió en hipermercados, bancos, petróleo y petroquímica, desde 1982.
En 1996 Polar lideró la conquista de otros países, logrando presencia continental.
Han sido decisiones de alto riesgo pero estratégicas para tener éxito dentro de
Venezuela.
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Prácticas globales de las empresas

El tiempo tiene dos vertientes muy importantes en la administración global. Los


dos casos implican paciencia y sentido de la historia. En primer lugar, los gerentes no
pueden transformar sus organizaciones, sin más, en participantes globales de un día
para otro. Para establecer una posición global, se requiere tiempo y una deliberación
cuidadosa. La globalización de los negocios ha llevado a relaciones entre gerentes
cuyas tradiciones culturales no sólo difieren, sino que han evolucionado por caminos
diferentes a lo largo de cientos de años. En un esfuerzo por superar las diferencias
culturales inherentes a la economía global, Gillette Corporation ha desarrollado un
programa de capacitación de calidad para asegurar la oferta de especialistas globales
por medio de su Programa para diplomados en relaciones internacionales. Año con
año, Gillette detecta y entrevista a los mejores alumnos que se gradúan de
universidades famosas, por ejemplo de Colombia, Japón, México y otros países
donde opera Gillette.
Pocas organizaciones empiezan siendo multinacionales. Es más común que la
organización pase por varias etapas para su internacionalización, y cada etapa
representa una manera de realizar negocios, con mayor proximidad y contacto con los
clientes de otros países. En la primera etapa de la internacionalización, las empresas
sólo tratan en forma pasiva con las personas y las organizaciones del extranjero.
Los contratos internacionales probablemente son manejados por un
departamento existente. En la segunda etapa, las compañías tienen trato directo con
sus intereses en el exterior, aunque quizá sigan usando a terceros para hacerlo. A
estas alturas, la mayor parte de las compañías no envían empleados al extranjero, pero
los empleados nacionales viajan con regularidad al exterior para hacer negocios.

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