CODIGO DEONTOLOGICO DE MEDICINA

Actualmente, la crisis económica existente en Venezuela ha afectado

significativamente en el campo de la salud, donde se evidencia por deterioro
de la infraestructuras, mengua de los profesionales de salud, escasez de
insumos, vacunas y medicamentos, entre otros elementos que afectan
menormente en el ejercicio profesional del médico.
Debido a esta situación, los médicos que laboran en el servicio público se
les dificultan la labor en los hospitales venezolanos. Aunado, a salarios muy
bajos y el incumplimiento de la contratación colectiva. Todo ello, conlleva a
los profesionales de salud, problemas, dificultades, mala atención al
paciente, trayendo como consecuencia que afectan principalmente a las
personas que acuden a un centro hospitalario para ser atendidas.
Por otra parte, para un estudiante de medicina es primordial durante su
formación académica conocer y comprender de qué trata la Deontología
Médica. Dicho concepto, es una rama de la ética y que se refiere a un
conjunto de normas, deberes y valores que deben regir el ejercicio de los
profesionales; es decir, obligan a todos los médicos utilizarlo como guía en el
ejercicio de su profesión, cualquiera que sea la modalidad en que la
practiquen. En tal sentido, deben respetarlas y cumplirlas en su cabalidad, de
lo contrario su incumplimiento o faltas acarrea sanciones. En otras palabras,
constituye la garantía a la sociedad del buen cumplimiento del médico en su
ejercicio como un profesional con ética.
Al respecto, es necesario resaltar también que el primer Código de Ética y
Deontología Médica se promulgó en 1978, este ha sido actualizado en cuatro
ocasiones, 1990, 1999, 2011 y esta última, en 2018, atendiendo al
compromiso de la profesión médica con la sociedad a la que presta servicio y
a la evolución de los conocimientos científico‐técnicos y de los derechos y
responsabilidades de médicos y pacientes.
 Por consiguiente, se analizara algunos artículos del respectivo código a
continuación:

Artículo 1. La Deontología Médica es el conjunto de

principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la
conducta profesional del médico.

A este respecto, expone al profesional de la salud como debe ser

especialista que se dedica a proporcionar un servicio médico competente,
con compasión y respeto por la dignidad humana. El médico además de
adoptar conocimientos, habilidades y destrezas para diagnosticar y tratar
enfermedades; cumpliendo con un adecuado trabajo y tratar con respeto a
las persona. Desarrollando un papel importante en la estabilidad y salud del
país.
Estos últimos años, los retos a los que se enfrenta la medicina actual son
innumerables, donde se presentan innumerables circunstancia que dificultan
práctica médica cotidiana, a veces de modo reiterado, ocasionando un
debate en su modo o proceder ético. En especial, aquellos que laborar en
centros de salud públicos, donde trabajan infatigablemente durante
larguísimas jornadas y cada día llegan a sus casas con sensación de
agotamiento, irritación e impotencia. Provocando el algunos casos, maltratos
verbales en la relación médico – paciente, evitando un eficiente trabajo a
favor de los pacientes.
Por ello, es ideal que los estudiantes del área de salud sean formados
como profesionales, así aprenderán a desempeñarse en tareas en los
servicios de atención médica con formación general integral y bajo un
enfoque social, en beneficio de la colectividad y el individuo.
Seguidamente, se hará un breve análisis del artículo 100 del respectivo
código:
1. El médico residente y el estudiante tienen el deber de
formarse en Ética y en Deontología Médica a lo largo de
sus estudios de grado y de su formación especializada.
 2. La actividad profesional del médico residente debe
estar adaptada a los programas formativos de
adquisición progresiva de competencias bajo la
supervisión de su médico tutor.
3. El médico tutor debe ejercer su función docente de
acuerdo con las normas contenidas en este Código.
4. El médico docente debe inculcar a los estudiantes de
Medicina los valores éticos y el conocimiento de este
Código. Debe ser consciente del valor formativo que
implica su ejemplaridad y de que todo acto médico tiene
un componente ético.
5. El médico docente debe velar por que los procesos
de enseñanza y aprendizaje se desarrollen minimizando
las molestias que pudieran suponer para los pacientes.

Mientras que, el código invita al médico a llevar una conducta por encima
del mínimo legal exigido, y le persuade a que haga buen uso de las
prerrogativas que se le conceden para hacer más fácil y competente a
aceptar o rechazar un tratamiento.
Por su parte, la universidad no prepara a los estudiantes a este escenario,
para estar preparados y saber manejar antes dichas dificultades. Donde se
deberían capacitar y dar las herramientas o estrategias esenciales. Es
oportuno mencionar, que las facultades de medicina deberían aprovechar la
situación creada por la pandemia, no solo para integrar la formación a
distancia como una herramienta más en la enseñanza de la medicina, sino
para transmitir a los futuros médicos las enseñanzas que estamos
extrayendo de esta crisis. Donde todos aprenderemos algo, pero la huella
que esta crisis dejará en los profesionales sanitarios será imborrable.