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Con el presente escrito, previas consideraciones fácticas, así como del análisis
de fundamentos de Derecho Internacional sobre crímenes de lesa humanidad,
especialmente sobre los delitos de tortura y desaparición forzada de personas y de los
problemas que puedan surgir frente a la tipicidad de los mismos en la legislación
Peruana; se solicita al Señor Juez de conocimiento, se sirva disponer nueva
adecuación de las normas penales a las conductas imputadas a las personas aquí
investigadas. En igual forma, se tenga en cuenta la imprescriptibilidad de los delitos
por los cuales se procede.
I Antecedentes
a Los hechos
1
eran conducidas a las instalaciones del Cuartel BIM Los Cabitos N° 51 y a la llamada
“casa rosada”, donde eran sometidos a interrogatorios por personal de inteligencia del
Ejército y en ocasiones por personal policial, con aplicación de métodos de tortura. 3
La finalidad del interrogatorio bajo tortura fue obligarlos a confesar vínculos con el
grupo subversivo Sendero Luminoso, para que suministraran los nombres de
presuntos senderistas o reconocer como tales a las personas con las cuales se les
confrontaba.4
2
su control político-militar. En apoyo de tal conclusión, el Informe cita la declaraciones
de los Generales Noel Moral y Huamán Centeno, quienes indicaron que las
operaciones militares y de policía que se realizaban en esta región fueron producto de
un planeamiento centralizado y ejecutado de manera descentralizada, en conformidad
con la Doctrina de Guerra de las Fuerzas Armadas y conocida por el alto mando
militar. Que en el Cuartel del Ejército BIM 51, Los Cabitos, existía una estructura
jerarquizada y rígida que obedecía a una línea de mandos.8
b Trámite de la investigación
A pesar de alguna actividad del Ministerio Público en los años siguientes con la
apertura en Huamanga de una Oficina General de Derechos Humanos del Ministerio
Público para denuncias interpuestas en Lima y de la ampliación de la competencia, las
investigaciones no aportaron mayores datos por el carácter cuasi administrativo y
8
Cfr.Id. Página 85
9
Citado por Tamayo, Ana María, “ANFASEP y la lucha por la memoria de sus desaparecidos (1983-2000)”, en
Degregori, Carlos Iván (ed.), Jamás tan cerca arremetió lo lejos. Memoria y violencia política en el Perú , Instituto de
Estudios Peruanos-Social Science Research Council, Lima, 2003, p.101. Cita de documento interno Aprodeh sobre los
hechos de este caso en elaboración.
3
escritural de las averiguaciones, que generalmente se dirigían a solicitar información
escrita a las autoridades militares y de policía sobre el paradero de los detenidos y
desaparecidos, contestando estas últimas que no tenían reportes de dichas
detenciones. En el año de 1997, la Defensoría del Pueblo, asumió la función de
atender la problemática de la desaparición forzada de personas tomando contacto con
los familiares y elaborando un primer informe al respecto.10
11
El Decreto señala además que debía: b) contribuir al esclarecimiento por los órganos jurisdiccionales
respectivos, cuando corresponda, de los crímenes y violaciones de los derechos humanos por obra de las
organizaciones terroristas o de algunos agentes del Estado, procurando determinar el paradero y situación de las
víctimas, e identificando, en la medida de lo posible, las presuntas responsabilidades;
4
Para el juez de conocimiento, en el auto de apertura de instrucción, el
fundamento para iniciar la actuación como prueba “preconstituida”, es el Informe de la
Comisión de la Verdad y Reconciliación, que en este caso en particular, dispuso la
reparación a las víctimas con la iniciación del proceso penal a efectos de evitar la
impunidad de la violación a los derechos humanos por los hechos de 1983 en la Base
Militar de Cabitos.12
A partir del contenido del informe Final de la Comisión de la Verdad sobre los
hechos ocurridos en el Cuartel de Cabitos, el auto judicial individualiza algunos de
estos hechos como prácticas de tortura. En el caso de Alcira Pérez Melgar, señaló que
fue detenida en el mes de abril de 1983, primero en la Plaza Mayor de Ayacucho y
luego en su residencia. Posteriormente, fue trasladada al cuartel de Cabitos, donde
fue recluida en una celda aislada y luego se le sometió a torturas y vejámenes para ser
dejada libre en días posteriores.13 Edgar Timoteo Noriega, detenido en julio de 1983 en
su residencia y conducido al cuartel de los Cabitos, fue víctima de torturas para que
confesara su afiliación a Sendero Luminoso. Su esposa, Olga Gutiérrez Quispe, fue
detenida días después y llevada al mismo lugar, donde también fue víctima de
torturas, siendo obligada a suscribir un acta de reconocimiento de imputación por
delitos de terrorismo. No obstante el tiempo transcurrido, el dictamen médico forense
estableció secuelas físicas en la integridad del esposo por las torturas recibidas. 14
Armando Prado Gutiérrez, detenido en el mes de octubre de 1983 por un grupo
aproximado de veinte personas que ingresaron ilegalmente a su domicilio, fue
conducido a un lugar bajo control de sus captores en el que permaneció tres días. Una
vez allí, recibió malos tratos, golpes y amenazas, para luego ser dejado en libertad. Al
abandonar el lugar, se percató que había estado privado de la libertad en el Cuartel de
Los Cabitos.15 Sergio Cabezas Javier, fue detenido a comienzos del mes de noviembre
de 1983, cuando se desplazaba en cercanías al lugar en que explotó un camión.
Sergio fue llevado inicialmente a las instalaciones de la Policía donde permaneció por
dos días para luego ser trasladado al cuartel de Los Cabitos, donde estuvo por quince
días más y luego fue puesto a disposición de los juzgados de menores por tener 15
años al momento de los hechos. Durante ese lapso fue víctima de torturas como los
sumergimientos en cilindros de agua, colgamiento de los brazos, puntapiés y golpes
en su humanidad.16 Luisa Catalina Cárdenas López, estudiante universitaria, fue
detenida en el mes de diciembre de 1983, llevada a cuartel de los Cabitos donde sufrió
diferentes vejámenes y torturas para que confesara sus vínculos con Sendero
Luminoso. Luego fue puesta en libertad a cambio de que su padre trabajara como
informante para el ejército, aprovechando su condición de Secretario General del
Frente por la Defensa de Ayacucho. Alfredo Cárdenas López, hermano de Luisa
Catalina, también fue detenido el mismo día que su hermana y llevado al cuartel Los
Cabitos donde estuvo privado de la libertad hasta el siguiente día en que fue dejado
libre luego de haberle aplicado torturas y maltratos.17
12
Auto de Apertura de Instrucción. Expediente Nro. 2004-10218-0-0501-JR-PE-02. Procesado Roberto
Clemente Noel Moral y otros. Delito: Contra la humanidad, tortura y otros. Agraviado: Arquímedes Ascarza Mendoza y
otros. Ayacucho, 21 de enero de 2005. Segundo Juzgado Penal de Huamanga. Considerando primero. Folio 1537 y
1555
13
Id. Fl 1546
14
Id. Fl. 1548
15
Id. Fl. 1549
16
Id. Fl. 1550
17
Id. Fls. 1551 y 1552.
5
Sobre las desapariciones forzadas, el auto del juzgado señala que estas se
presentaron entre los meses de mayo y diciembre de 1983. Las víctimas fueron
detenidas en sus hogares o en vía pública, por grupos o comandos de individuos, que
en la mayoría de las veces no se identificaban, con el rostro cubierto, portando armas
de fuego de corto y largo alcance, con uniformes de fatiga, sin orden judicial y
ocultando a los familiares información sobre el lugar al que llevaban al detenido. Las
víctimas eran conducidas a la fuerza, con el rostro cubierto, introducidas en vehículos
sin identificación que los aguardaban en las afueras de los lugares y eran trasladadas
a veces al comando de la Policía y luego al Cuartel Los Cabitos, o directamente a
éste. En estos lugares, por las versiones de otras víctimas que fueron liberadas
posteriormente, aquellas personas que permanecían varios días, fueron interrogadas
bajo tortura, malos tratos y vejámenes, para averiguar la participación en hechos de
terrorismo, la pertenencia o el apoyo a Sendero Luminoso. Pasados los días, no se
volvió a tener noticias de su situación o paradero, simplemente se respondía por los
agentes del Estado que los habían dejado libres, que se habían marchado de la
provincia o se habían unido al grupo subversivo.
6
En lo que respecta a las detenciones ilegales, los confinamientos y la
desaparición forzada, la providencia establece que la detención arbitraria de que
fueron objeto las víctimas y luego la privación prolongada de la libertad, cumple con
los requerimientos normativos del delito de secuestro, vigente entonces en la
legislación penal. Por el transcurso del tiempo, ese crimen ha devenido en delito
permanente para tipificarse como desaparición forzada, que es un delito de lesa
humanidad por las características y elementos estructurales que surgen de dicha
conducta.
Para el juzgado, estas conductas, por ser delitos de lesa humanidad, son delitos
imprescriptibles y no constituyen delitos de función, por lo tanto deben ser juzgados en
el fuero común. Asimismo señala, que de acuerdo al Derecho internacional
Humanitario, es de aplicación automática el artículo 3º común a los Convenios de
Ginebra, en caso de conflicto interno armado, sin que ello signifique el reconocimiento
de beligerante o combatiente a los grupos armados irregulares; y que la aplicación de
esta normativa se debe hacer al interior del Estado por los jueces para dar mayor
protección a los derechos de las personas.21
Sobre la imputación subjetiva de las conductas, señala que para la época de los
hechos de acuerdo al ordenamiento constitucional, el Presidente de la República, el
Ministro de Guerra y el Presidente del Comando Conjunto Militar eran las tres
personas responsables del diseño de la política de defensa del país. En igual forma,
que el Decreto 22653 había estructurado el Sistema de Defensa Nacional en ochenta
y tres regiones compuestas de cuarteles y bases militares; que en el departamento de
Ayacucho el cuartel de Los Cabitos estaba dirigido por el jefe político militar de la
zona, general Roberto Clemente Noel Moral; que al General Noel Mora junto con los
generales Oscar Brush Noel, Carlos Briceño Cevallos, los coroneles Julio Carvajal
D’Angelo, Carlos Millones D’Estefano, Saldaña Vásquez Romero, Carlos Torres
Rodríguez, Pedro Edgar Páez Avendaño y Humberto Bari Orbegozo, así como el
oficial Arturo Moreno Alcántara (todos ellos del Ejército Peruano) se les vinculaba a la
apertura de la investigación como presuntos coautores de delitos contra la libertad
individual, en la modalidad de secuestro; por el delito contra la humanidad en la
modalidad desaparición forzada; y del delito contra la humanidad de tortura. Como
consecuencia de la decisión, el juzgado les impuso mandato de detención.22
7
por altos mandos alemán y japonés durante la segunda guerra mundial. La Sentencia
de Nuremberg señaló que el Estatuto de Nuremberg aplicado para el juzgamiento, fue
decisivo e imperativo para el Tribunal y que “es la expresión del derecho
internacional existente en el momento de su creación, y en esa medida es en sí misma
un aporte al derecho internacional”.
24
Documento A/CN.4/22, del 18 de abril de 1950, pg. 195.
25
Artículo 2 Los siguientes actos son delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad: (11) Actos
inhumanos tales como asesinato, exterminación, esclavitud, deportación o persecuciones, contra cualquier población
civil por sus convicciones sociales, políticos, raciales, religiosos o culturales por autoridades de un Estado o por los
individuos particulares que actúen con la instigación o bajo la tolerancia de tales autoridades.
8
original a todos los hechos de esta clase, independientemente del contexto en que
fueran cometidos.26
26
Ambos, Kai. Nuevo Derecho Penal Internacional. Instituto Nacional de Ciencias Penales, México 2002,
Página 97.
27
Art. 5.
28
Art. 3.
29
Art. 18 Crímenes contra humanidad. Los siguientes actos son crímenes contra la humanidad, cuando están
realizados en forma sistemática o de manera generalizada e instigados o dirigidos por un gobierno o por cualquier
organización o grupo: (a) Asesinato; (b) Exterminio; (c) Tortura; (d) Esclavitud, (e) Persecución por causas políticas,
raciales, religiosas o étnicas; (f) Discriminación establecida por causas raciales , étnicas o religiosos que implican la
violación de derechos humanos, a las libertades fundamentales y que tengan por resultado causar daño seriamente a
una parte de población; (g) Deportación arbitraria o transferencia masiva de la población; (h) Encarcelamiento
arbitrario; (i) Desaparición forzada de personas; (j) Violación, prostitución y otras formas de abuso sexual; (k) Otros
actos inhumanos que causen daño seriamente a la integridad, a salud física o mental o a la dignidad del ser humano,
tal como mutilación y daño corporal severo.
30
Artículo 7. Crímenes de lesa humanidad. 1. A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por "crimen de
lesa humanidad" cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o
sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque: a) Asesinato; b) Exterminio; c) Esclavitud; d)
Deportación o traslado forzoso de población; e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación
de normas fundamentales de derecho internacional; f) Tortura; g) Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada,
embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable; h) Persecución de un
grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales,
religiosos, de género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con
arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo o con cualquier
crimen de la competencia de la Corte; i) Desaparición forzada de personas; j) El crimen de apartheid; k) Otros actos
inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la
integridad física o la salud mental o física. 2. A los efectos del párrafo 1: a) Por "ataque contra una población civil" se
entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una
población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer esos actos o para
promover esa política; b) El "exterminio" comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida, la privación del
acceso a alimentos o medicinas entre otras, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población; c) Por
"esclavitud" se entenderá el ejercicio de los atributos del derecho de propiedad sobre una persona, o de algunos de
ellos, incluido el ejercicio de esos atributos en el tráfico de personas, en particular mujeres y niños; d) Por "deportación
o traslado forzoso de población" se entenderá el desplazamiento de las personas afectadas, por expulsión u otros
actos coactivos, de la zona en que estén legítimamente presentes, sin motivos autorizados por el derecho
internacional; e) Por "tortura" se entenderá causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves, ya sean físicos o
mentales, a una persona que el acusado tenga bajo su custodia o control; sin embargo, no se entenderá por tortura el
dolor o los sufrimientos que se deriven únicamente de sanciones lícitas o que sean consecuencia normal o fortuita de
ellas; f) Por "embarazo forzado" se entenderá el confinamiento ilícito de una mujer a la que se ha dejado embarazada
por la fuerza, con la intención de modificar la composición étnica de una población o de cometer otras violaciones
graves del derecho internacional. En modo alguno se entenderá que esta definición afecta a las normas de derecho
interno relativas al embarazo; g) Por "persecución" se entenderá la privación intencional y grave de derechos
fundamentales en contravención del derecho internacional en razón de la identidad del grupo o de la colectividad; h)
Por "el crimen de apartheid" se entenderán los actos inhumanos de carácter similar a los mencionados en el párrafo 1
cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial
sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen; i) Por "desaparición forzada de
personas" se entenderá la aprehensión, la detención o el secuestro de personas por un Estado o una organización
política, o con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la privación de libertad o
dar información sobre la suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley
por un período prolongado. 3. A los efectos del presente Estatuto se entenderá que el término "género" se refiere a los
dos sexos, masculino y femenino, en el contexto de la sociedad. El término "género" no tendrá más acepción que la
que antecede.
31
Estatuto Corte Internacional de Justicia. Artículo 38.1C
9
del Derecho Internacional,32 principios que generalmente tienen origen en los
ordenamientos internos de los Estados como en las decisiones de organismos
internacionales creados por tratados internacionales.33 Estos Principios objeto de
estudio por la Comisión de Derechos Internacional, fueron ampliados y debatidos a
nivel de los organismos de Naciones Unidas y se consolidaron finalmente tras una
evolución de más de cincuenta años, como el Estatuto de la justicia penal internacional
adoptado junto con el reconocimiento de la Corte Penal Internacional y su jurisdicción,
en el Tratado de Roma de 1998.
32
Las fuentes clásicas del derecho internacional son los tratados, el derecho consuetudinario y los principios
generales del derecho. Herdeguen Matthias. Derecho Internacional Público. Fundación Konrad Adenauer y Universidad
Autónoma Nacional de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Primera Edición México 2005. Página 114.
33
Díez de Velasco Manuel. Instituciones de Derecho Internacional Público. Editorial Tecnos. Undécima Edición
1997. Página 107
34
La Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya , es uno de los seis órganos principales de las
Naciones Unidas. La Corte, creada en 1946, sirve como sucesora de la Corte Permanente de Justicia Internacional
establecida por la Sociedad de Naciones. Su mandato deriva de un Estatuto que forma parte integral de la Carta de las
Naciones Unidas. La Corte tiene dos funciones básicas: rendir fallos sobre disputas presentadas a ésta por los Estados
y proveer opiniones consultivas sobre cuestiones referidas a ésta por órganos autorizados
35
La Cláusula Martens había sido integrada al preámbulo de la II Convención de la Haya de 1907 relativa a las
leyes y costumbres de la guerra terrestre. En esta cláusula se señalan como fuentes para la protección de los
derechos de los beligerantes y de la población civil, las costumbres establecidas por las naciones civilizadas o usos
establecidos; las leyes de la humanidad o Principios de Humanidad y las exigencias de la conciencia pública o dictados
de la conciencia pública. Loayza, Carolina, Limitaciones al empleo de medios y métodos de combate: armas
convencionales y no convencionales, Página 386 En Derecho Internacional Humanitario, Compilación, coordinador
Fabían Novak. Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto de Estudios Internacionales. Fondo Editorial 2003.
36
“El derecho internacional humanitario convencional que fuera de toda duda ha pasado a formar parte del
derecho internacional consuetudinario es el derecho aplicable en los conflictos armados consagrado en los siguientes
instrumentos: Convenios de Ginebra, de 12 de agosto de 1949, para la protección de las víctimas de la guerra; Cuarta
Convención de La Haya relativa a las leyes y usos de la guerra terrestre y Reglamento conexo, de 18 de octubre de
1907; Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 9 de diciembre de 1948, y Estatuto del
Tribunal Militar Internacional, de 8 de agosto de 1945 ” (Informe presentado por el Secretario General de Naciones
Unidas de conformidad con el párrafo 2 de la Resolución 808 (1993) del Consejo de Seguridad - Doc. S/25704, de 3 de
mayo de 1993, No. 35).
10
De acuerdo a lo aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
Resolución 3074 (XXVIII) de 3 de diciembre de 1973, que proclamó la necesidad de
una cooperación internacional en lo que respecta a la deteción, arresto, extradición y
castigo de los individuos culpables de crímenes de guerra y de crímenes contra la
humanidad, se podría considerar que los Principios de Nuremberg, han ganado
terreno en el campo del Derecho Internacional Consuetudinario.
Para el profesor Cherif Bassiouni, “el jus cogens se refiere a la condición jurídica
que adquieren ciertos crímenes internacionales ….la obligación erga omnes se deriva
de los efectos jurídicos que tiene la caracterización de determinado crimen como
sujeto al jus cogens…”.39
37
Artículo 53. Tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general
("jus cogens"). Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración esté en oposición con una norma imperativa
de derecho internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de derecho
internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto
como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho
internacional general que tenga el mismo carácter.
38
Tribunal Internacional de Justicia. Caso de la Barcelona Traction. Sentencia febrero 5 de 1970, Párrafo 33 y
ss.
39
Bassiouni, M. Cherif. “International Crimes: Jus Cogens and Obligatio Erga Omnes”, in Law and
Contemporary Problems, vol. 59, núm. 4, Durham, North Carolina, otoño de1996, p. 68 y siguientes
40
Proclamación de Teherán. Proclamada por la Conferencia Internacional de Derechos Humanos en Teherán
el 13 de mayo de 1968. Declaración segunda.
41
Conferencia Mundial de Derechos Humanos. Viena, 14 a 25 de junio de 1993. Declaración y Programa de
Acción de Viena, aprobados por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos el 25 de junio de 1993. Parte
considerativa y declaración primera.
11
etc..) y consuetudinaria (práctica interna y opinio iuris de los Estados). La interacción
de dos clases de normas tiene importantes efectos en materia de legalidad penal.42
Si bien los crímenes o delitos de lesa humanidad, para la época de los hechos
que ocupa esta investigación, año de 1983, no se encontraban tipificados como tales
42
Audiencia Nacional de España. Sumario 19/1997, contra Adolfo Francisco Scilingo Manzorro. Sentencia Nº
16.2005 de 19 de abril 2005.
43
Barberis, Julio, Casos extractados de los Juicios por Crímenes de Guerra después del Tribunal Militar de
Nuremberg, en Los Sujetos de Derecho Internacional actual. Madrid, editorial Tecnos 1984, Volumen VI, páginas 1191
y 1192, citado por Hinestroza Vélez Juan Pablo. Introducción a la Responsabilidad internacional de los particulares en
las violaciones a los derechos humanos. .Tesis de grado Nº 31. Universidad Externado de Colombia. Facultad de
Derecho. 2005, página 99.
44
Cfr. Cita 42, Audiencia Nacional..
45
Corte IDH. Caso Goiburú y otros Vs. Paraguay. Sentencia sobre Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 22 de septiembre de 2006. Serie C No. 153. Párrafo 82 y Cfr. Caso Gómez Palomino, párr. 92; Caso de las
Hermanas Serrano Cruz. Excepciones preliminares. Sentencia de 23 de noviembre de 2004. Serie C No. 118, párr. 100
a 106; Caso Molina Theissen. Reparaciones (art. 63.1 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Sentencia
de 3 de julio de 2004, Serie C No. 108, párr. 41, y Caso 19 Comerciantes. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No.
109, párr. 142.
46
Cfr. Párrafo 84
12
en la legislación interna de Perú, habían sido reconocidos como Principios del Derecho
Internacional aceptados por las naciones civilizadas, hacían parte del derecho
consuetudinario y tenían un carácter internacional imperativo o de ius cogens. Con
fundamento en este derecho internacional en construcción, se han adelantado causas
y se han producido sentencias por delitos de lesa humanidad en tribunales nacionales.
c El delito de tortura
13
artículo 147 del Cuarto Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las
personas civiles en tiempo de guerra incluye entre las infracciones graves del
Convenio la tortura o los tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos y el
hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente
contra la integridad física o la salud. Asimismo, en los Protocolos Adicionales de los
Convenios de Ginebra (aprobados en 1977), en el artículo 3 común de los cuatro
Convenios de Ginebra, se prohíben los tratos crueles y la tortura en cualquier
circunstancia, así como los atentados contra la dignidad personal, especialmente los
tratos humillantes y degradantes.49
52
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Art. 5. Suscrita en San José de Costa Rica el 22 de
noviembre de 1969. Ratificada por Perú el 28 julio 1978.
53
La Convención contra la Tortura de Naciones Unidas, aprobada el 10 de diciembre de 1984 Naciones
Unidas, la Convención sobre Derechos del Niño y la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de
todos los trabajadores migratorios y sus familias; estas dos últimas convenciones, consignan normas de prohibición
específica de dicha conducta. La Organización de los Estados Americanos aprobó el 9 de diciembre de 1985, la
Convención Interamericana para prevenir y sancionar la Tortura, que entró en vigencia el 28 de febrero de 1987, que a
nivel regional regula sobre esta práctica. La Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la
Violencia contra la Mujer, introdujo norma especial para prohibir la tortura.
54
Carta Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos. Art. 5.
55
Carta Africana de los Derechos y el Bienestar del Niño. Art. 16.
56
Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Art. 3.
57
Aprobada el 30 de noviembre de 1973; entró en vigor el 18 de julio de 1976.
58
El Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión, Principio 6. El Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, Artículo 5.
14
Declaración de las Naciones Unidas sobre la Protección de Todas las Personas contra
la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (Declaración
contra la Tortura, aprobada en 1975).59
Las Reglas de Naciones Unidas para la protección de los menores privados de libertad, Regla 87 (a). La Declaración
sobre los derechos humanos de los individuos que no son nacionales del país en que viven, Artículo 6. Las Reglas
mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores Reglas de Beijing), Regla 17. Las
Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo
Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977; El
Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión,
adoptado por la Asamblea General en su resolución 43/173, de 9 de diciembre de 1988; Los Principios de ética médica
aplicables a la función del personal de salud, especialmente, los médicos, en la protección de personas presas y
detenidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, adoptados por la Asamblea
General en su resolución 37/194, de 18 de diciembre de 1982; Los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y
de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, adoptados por el Octavo Congreso de
las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) del 27
de agosto al 7 de septiembre de 1990 y La Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de
emergencia o de conflicto armado, Artículo 4. Incluso, en la Declaración y programa de acción de Viena, junio de 1993,
párrafo 56 de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos.
59
El artículo 7 de la Declaración establece que los Estados deben garantizar que todos los actos de tortura, ya
sean cometidos en tiempos de paz o de conflicto armado, sean actos aislados o formen parte de una práctica
sistemática o generalizada, constituyen delitos conforme a la legislación penal.
60
Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, Sala de Primera Instancia, Sentencia de 10 de diciembre
de 1998, Caso Prosecutor v. Furundzija, Expediente N° IT-95-17/1-T 10, párrafo 155. Citado en Andreu-Guzmán
Federido. La Prohibición de la tortura y el Derecho Internacional. En Instrumentos Internacionales para prevenir,
investigar y sancionar la tortura. Programa de Cooperación sobre Derechos Humanos. México-Comisión Europea.
Memoria del Seminario Internacional México 2005. Páginas 40.
61
Corte I.D.H., Caso Tibi. Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114. párrafo 143.
62
Informe sobre la Situación de Derechos Humanos de los Solicitantes de Asilo en el Marco del Sistema
Canadiense de Determinación de la Condición de Refugiado, OEA/Ser.L/V/II.106, Doc. 40 rev., 28 de febrero de 2000,
párrafo 154
63
Comité de Derechos Humanos, Comité de Derechos Humanos. Observación general N° 29 (2001) relativa al
Art. 4 del PIDCP: suspensión de obligaciones durante un estado de excepción. Vid. doc. HRI/GEN/1/Rev. 6, de 12 de
mayo de 2003, p. 218, párrs. 11-13a.
64
Ver Rodley, Nigel. The Treatment of Prisoners under International Law, Clarendon Press-Oxford, 1999,
Second Edition, pp. 46 y siguientes; Steven R. Ratner y Jason S. Abrams. Accountability for Human Rights Atrocities in
International Law: Beyond the Nuremberg Legacy, Clarendon Press-Oxford, 1997, p. 110; Meron, Theodor.
“Internacional Criminalization of Internal Atrocities”, in American Journal on International Law, 89, 1995, pp. 554 y 558;
Seiderman, Ian D. Hierarchy in International Law-The Human Rights Dimension, Ed. Intersentia-Hart, 2001, pp. 92-23.
15
a la vez forma parte del ius cogens.65 Los Estados, han considerado que la prohibición
de la tortura y malos tratos está protegida por una norma general de Derecho
internacional, que es de obligado cumplimiento para todos los Estados miembros de la
comunidad internacional y que no admite acuerdo en contrario por ser norma de ius
cogens.66
Cherif Bassiouni Bassiouni, M. Cherif. “International Crimes: Jus Cogens and Obligatio Erga Omnes”, in Law and
Contemporary Problems, vol. 59, núm. 4, Durham, North Carolina, otoño de 1996, p. 63. Id. Cita 62. Citados en Andreu-
Guzmán Federico …
65
Amicus Curae presentado por Amnistía Internacional, ante la Cámara de los Lores. Londres, octubre de
1998. Caso del General Pinochet: La jurisdicción universal y la ausencia de inmunidad para los crímenes de lesa
humanidad. II. La jurisdicción universal sobre crímenes de lesa humanidad
66
Fernández De Casadevante Romaní, C. “Régimen jurídico internacional de la lucha contra la tortura (I)”, en
Fernández De Casadevante Romaní, C. (coord.). Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Madrid, Dilex,
2003, 2a. edición, pp. 265-272.
67
Convención contra la tortura Arts. 1 y 16.1 y Convención Interamericana Art. 6 .
68
Id. Convención contra la Tortura Arts. 13 y 16.1 y Convención Interamericana Art. 8.
69
Id. Convención contra la Tortura Arts. 12 y 16.1 y Convención Interamericana Art. 8.
70
Citado en Bollo Arogena Maria Dolores, Derecho Internacional Penal. Estudio de los crímenes
internacionales y técnicas para su represión. Servicio editorial de la Universidad del País Vasco. Bilbao 2004, página
335.
16
Nuremberg,71 la conducta había sido considerada durante estos juicios, a través de las
imputaciones que hizo el tribunal de delitos contra la libertad personal, la vida, la
integridad personal, el debido proceso y el recurso judicial,72 por tratarse de una
conducta que engloba estos delitos y que ha sido definida como delito complejo.73
76
Art. 18 Crímenes contra humanidad. Los siguientes actos son crímenes contra la humanidad, cuando están
realizados en forma sistemática o de manera generalizada e instigados o dirigidos por un gobierno o por cualquier
organización o grupo: (i) Desaparición forzada de personas.
77
Cfr. Cita. 30
17
tradicionales comunes y a las declaraciones y acuerdos firmados por los Estados
Americanos, y apoyar la recomendación de la Comisión relativa al pronto
esclarecimiento de la situación de las personas desaparecidas.” Ante la
generalización y la sistemática de la desaparición forzada en la región, la Asamblea
General, se pronunció 1983, en la Resolución 666 (XIII-0/83), calificando la conducta
como crimen de lesa humanidad:
78
Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 44.
79
Cfr. Cita 139
80
Convención Interamericana sobre desaparición forzada de personas. Artículo II
81
CIDH, Informe Anual 1986-1987. Conceptos o temas a incluir en el Proyecto de Convención de
Desaparición Forzada de Personas, en la segunda proposición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Página 299
18
prolongada en el tiempo, con unidad de acción y manteniendo sus efectos hasta la
realización del último acto, que agota el iter criminis. Los hechos ejecutados se hacen
sobre el mismo tipo básico y bien jurídico protegido, aunque puedan diferenciarse
entre sí por la ocurrencia de alguna circunstancia agravante o atenuante.82
En el caso de la desaparición forzada de personas, la conducta se inicia con la
privación de la libertad de la víctima y se agota cuando ésta es dejada libre, se
establece su destino o se reconoce la aprehensión. Los delitos permanente y delitos
de estado son delitos de resultado cuya efectividad se prolonga en el tiempo. En los
delitos de ejecución permanente, la antijuridicidad de la conducta se mantiene y
depende de la voluntad del autor, en tal forma que el hecho se renueva
constantemente.83
Asimismo, otro elemento particular de la conducta, es la falta de información
acerca de la persona desaparecida que impide a la víctima y a sus familiares el
ejercicio de las garantías judiciales necesarias para la protección de sus derechos y
para el esclarecimiento de la verdad.84
82
Bacigalupo Enrique. Principios de derecho penal. Parte General. Cuarta edición. Editorial Akal/iure Madrid
1997, página 430
83
Tratado de Derecho Penal. Parte General. H. H. Jescheck
84
Corte Constitucional Colombiana. Sentencia LAT 218. De 31 de julio de 2002.
85
Art. 18 Crímenes contra humanidad. Los siguientes actos son crímenes contra la humanidad, cuando están
realizados en forma sistemática o de manera generalizada e instigados o dirigidos por un gobierno o por cualquier
organización o grupo: (i) Desaparición forzada de personas.
19
inequívoca, cuáles comportamientos son sancionados y así brindar seguridad jurídica
no puede ser utilizado para sustraer a los individuos que violan derechos básicos y
elementales con crímenes de les humanidad.
20
carácter delictivo de sus acciones por el transcurso del tiempo. En consecuencia, no
existe barrera temporal para la persecución penal, por lo que no son aplicables los
plazos de prescripción que las legislaciones internas de los Estados prevén para los
delitos ordinarios.
21
crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad claramente afirmó que tales
ilícitos internacionales “son imprescriptibles, cualquiera que sea la fecha en que se
hayan cometido”96.
96
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Sentencia sobre Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006 Serie C No. 154. Párrafo 152.
97
Cfr. 153
98
Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-580 de 2002. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
99
Fallos: 326:2805 ("Videla, Jorge Rafael"), voto del juez Petracchi; 326:4797 ("Astiz, Alfredo Ignacio"), voto de
los jueces Petracchi y Zaffaroni) y, en especial, en la causa A.533.XXXVIII. "Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/
homicidio calificado y asociación ilícita y otros —causa n° 259—", resuelta el 24 de agosto de 2004, voto del juez
Petracchi, en el que se admitió la aplicación retroactiva de la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad,
ingresada al ordenamiento jurídico argentino ex post facto. Corte Suprema de Justicia de la Nación. Caso Simón, Julio
Héctor y otros. Sentencia de 14 de junio de 2005, Declaración de inconstitucionalidad de las leyes de obediencia
debida y punto final. Párrafo 29.
100
Id. Voto del señor Ministro Doctor Don Antonio Boggiano. Párrafo 44.
22
personas por hechos reputados como "criminales según los principios generales del
derecho reconocidos por la comunidad de las naciones".101
101
Cfr. Cita 42
102
Carta de Naciones Unidas. Artículos 55C y 56. Firmada en San Francisco el 26 de junio 1945, entrada en
vigor: 24 de octubre de 1945
103
“Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del
hombre.”
104
“La Declaración [Universal de Derechos Humanos] enuncia una concepción común a todos los pueblos de
los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana y la declara obligatoria para la
comunidad internacional.” Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos. Teherán 1968. Acta Final. Párrafo 2.
105
Capítulo I. Enumeración de Deberes. Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos. 1. Los Estados
partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su
libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.
106
Bernales Ballesteros Enrique. La Constitución de 1993. Análisis comparado. Editora Rao. Lima, Quinta
edición Julio de 1999. 41. Relaciones entre la Norma Internacional y la Constitucional. Página 865 y 866.b
23
Derechos Civiles y Políticos y orientó la jurisprudencia con base en decisiones de la
Corte y Comisión Interamericanas de Derechos Humanos.107
107
Tribunal Constitucional, Sentencia de 3 de enero de 2003. Expediente N.º 010-2002-AI/TC. Lima Marcelino
Tineo Silva y más de cinco mil ciudadanos. Ver entre otros, párrafos 87, 88, 91, 98 a 105
108
Corte I.D.H., Caso Velásquez Rodríguez. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4. Párrafo 174
109
Corte I.D.H., Caso Baldeón García, Sentencia de 6 de abril de 2006. Serie C No. 147. Párrafo 80
110
Id. Párrafos 93 y 94.
111
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Sentencia sobre Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006 Serie C No. 154. Párrafo 106.
24
libertades hayan sido violadas, la posibilidad de interponer un recurso efectivo, aunque
los presuntos responsables hayan actuado en ejercicio de funciones oficiales.112
112
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículos 2.1, 2.2, 2.3 y 5 d
113
Resoluciones 2583 (XXIV) de 15 de diciembre de 1969, 2712 (XXV) de 15 de diciembre de 1970, 2840
(XXVI) de 18 de diciembre de 1971 y 3020 (XXVII) de 18 de diciembre de 1972.
114
Aprobados el 10 de noviembre de 2005 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Asamblea
General, A/C.3/60/L.24
115
Id, Párrafo 1.
116
Id.
117
Corte I.D.H., Caso Gutiérrez Soler. Sentencia de 12 de septiembre de 2005. Serie C No. 132. párrafo 54.
118
Cfr. Cita 45. Corte I.D.H., Caso Baldeón García,…… Párrafo 120
25
como responsables de tales conductas119. Al no realizar una investigación seria,
completa y efectiva de los hechos a partir del momento en que estos ocurrieron y que
las autoridades estatales tuvieron conocimiento de los mismos, se habrían violado
además los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, junto con los artículos 1, 6 y
8 de la Convención Interamericana contra la Tortura, en lo que atañe a la obligación de
investigar y sancionar la tortura en el ámbito interno a partir del 28 de abril de 1991,
fecha en que este instrumento entró en vigencia para el Estado peruano.120
De acuerdo con el desarrollo del DIH, supra página 10, a la sentencia del
Tribunal Internacional de Nuremberg, las decisiones de la Corte Internacional de
Justicia122 y de los Tribunales Penales Internacionales para la antigua Yugoslavia y
Ruanda,123 los crímenes de guerra o infracciones graves al DIH, así como a las
disposiciones del artículo 3 común, están sancionados también como normas
imperativas de ius cogens, de obligatorio cumplimiento para los Estados y los
individuos.124
26
La CVR, concluyó entre otras cosas, que Perú había padecido un conflicto
interno:
131
La Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969, ratificada por la Constitución Política del Perú
de 1979. La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, Convención
de Belem do Para, por Resolución Legislativa 26583 de fecha 22 de marzo de 1996. La Convención Interamericana
para prevenir y sancionar la tortura de 1985, aprobada por Resolución Legislativa 25 286 de fecha 12 de diciembre de
1990 y publicada en el Diario Oficial El Peruano 14 de diciembre de 1990 y la Convención Interamericana sobre
desaparición forzada de personas de 1994, aprobada por Resolución Legislativa 27 622 de fecha 5 de enero de 2000.
27
humanidad en Perú, tensión que debe ser solucionada por los operadores de derecho
en casos particulares sin aguardar a que se realicen modificaciones legales.
Para que una conducta sea considerada delito de lesa humanidad, debe ser
cometida “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población
civil y con conocimiento de dicho ataque” 135. Generalizado, porque son actos dirigidos
a múltiples víctimas o población civil en todo o en parte; y sistemático, porque obedece
a un plan, escala o política deliberada del cual podría resultar la comisión repetida o
continua de actos inhumanos.136
132
Villavicencio Felipe. Marco Jurídico Nacional para la judicialización en el Perú. En la judicialización de las
violaciones a los derechos humanos en el Perú 1980-2000. Seminario Internacional 23-25 de julio de 2002. Lima Perú
organizado por Aprodeh y FIDH. Edición 2003. Página 74.
133
Gutiérrez Hugo. Las experiencias internacionales. Chile. Id. En la judicialización…página 47.
134
Guembe María José. Las experiencias internacionales. Argentina. Id. Página 57.
135
Estatuto de la Corte Penal internacional. Artículo 7 Crímenes de lesa humanidad. Artículo 1A
136
Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, sentencia Tadic, 7 de mayo de 1997, párr. 648. También,
Comisión de Derecho Internacional, Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la seguridad de la Humanidad,
1996, párr. 94 y 95. Citado en el informe de la CVR Tomo I. Primera Parte. El proceso, los hechos, las víctimas.
Sección primera. Capítulo 4: La dimensión jurídica de los hechos. Página 210 y 211.
137
Vega Luna Eduardo. La responsabilidad penal de los agentes del Estado, publicado en: El Legado de la
Verdad. La justicia penal en la transición peruana. Lisa Magarell y Leonardo Filippini, editores. International Center for
Transitional Justice, Primera Edición abril 2006, páginas 107 a 109.
28
En desarrollo de su mandato,138 la CVR recogió testimonios –16.985- y otras
evidencias para documentar casos de violaciones a los derechos humanos,
adoptando categorías y clasificaciones, agrupando crímenes y violaciones de acuerdo
a ciertos patrones de ejecución –categorías descriptivas normativas-, en la medida de
la sistematicidad en que se presentaban en una región y un tiempo determinado.
Como guía orientadora en este proceso, tomó ejemplos de diversos Informes de
decisiones adoptados por los organismos de protección de los derechos humanos,
Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, así como la definición que sobre crímenes de lesa humanidad,
como parte de un ataque sistemático o generalizado a la población civil, definió el
Estatuto de la Corte Penal Internacional.139
Estas violaciones a los derechos humanos, fueron ejecutadas por los agentes del
Estado, como parte de todo un plan sistemático deliberado y concebido desde la
misma jefatura del Estado, que ante la arremetida de Sendero Luminoso con acciones
violentas contra el Estado y la población civil, quiso el gobierno del entonces
presidente Fernando Belaúnde Terry, enfrenar al mismo nivel del grupo guerrillero con
terrorismo oficial, bajo un plan que tuvo como característica la abdicación del poder
civil a favor de la fuerzas militares, institución que obró con poder político y militar sin
ningún control.141
29
derechos humanos en el Perú en del año de 1993, el Estado peruano reconoció que
existían cinco mil denuncias por desapariciones forzadas ocurridas entre los años de
1983 a 1991.143
Caso 9508 Informe 13/88. Caso 9507 Informe 14/08. Caso 9433 Informe 15/88. Caso 9506 Informe 16/88. Caso 9503
Informe 17/88. Caso 9505 Informe 18/88 y Caso 9511Informe 19/88
143
CIDH Informe sobre la situación de Derechos Humanos en Perú. OEA/Ser.L/V/II.83. Doc. 31. 12 de marzo
1993. Información oficial del Gobierno del Perú. Directiva Presidencial sobre Derechos Humanos de 9 de septiembre de
1991. Párrafo 17
144
Cfr. Cita 10 Informe defensoría….Páginas 130 y 131.
145
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en sus Informes anuales correspondientes a los años
de 1987 y 1988, declaró admisibles veinte denuncias contra del Estado peruano por casos de detenciones ilegales,
tortura, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, ocurridas entre los años de 1983 a 1985 en diferentes
regiones del país, pero especialmente en la ciudad de Huamanga y el Departamento de Ayacucho. En el Informe sobre
situación de los derechos humanos en el Perú en del año de 1993, el Estado peruano reconoció que existían cinco mil
denuncias por desapariciones forzadas ocurridas entre los años de 1983 a 1991.
30
Estos Informes de la CIDH y de la Defensoría del pueblo, además de lo
señalado por el Informe Final de la CVR, permiten concluir que para el año de 1983
existía en Perú un cuadro sistemático y generalizado de violaciones a los derechos
humanos, generados dentro de la dinámica del conflicto interno y los regímenes
autoritarios, que se dieron en el país desde 1980 hasta el año 2000.
De acuerdo al principio de Legalidad, null von crimen nulla poena sine lege,
establecido en el artículo 2.24d. de la Constitución Política de Perú: “Nadie será
procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté
previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley.”
31
De acuerdo a lo establecido en los tratados internacionales de que es parte
Perú,146 a la jurisprudencia de la Corte Interamericana citada, a los Principios de
Derechos Internacional y al Derecho Internacional Consuetudinario; los hechos a los
que se circunscribe la investigación penal, detenciones ilegales, torturas y
desapariciones forzadas de personas, son delitos de lesa humanidad en el Derecho
Internacional. Estos delitos deben ser perseguidos judicialmente, sin que el Estado
pueda alegar razones de derecho interno para abstenerse de cumplir dicha
obligación.147 Asimismo, para la época de los hechos, las conductas imputadas a los
aquí procesados, ya estaban definidas como delitos de lesa humanidad en el orden
internacional. Los tribunales internacionales y nacionales, habían emitido sentencias
por estos delitos y la prohibición a los mismos, con la consideración, que hacían parte
del ius cogens, norma imperativa de derecho internacional general y con la exigibilidad
para todos los Estados por tratase de obligaciones erga omnes. Supra capítulo III.
El Caso Batallón 51 Cabitos, hace parte los 47 casos trasladados por la CVR a la
Fiscalía de la Nación para la judicialización, en desarrollo del mandato legal de dicha
Comisión. En tal sentido, el funcionario judicial está llamado a aplicar la constitución y
la ley peruana, con los parámetros y estándares del Derecho Penal Internacional, del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del DIH, en virtud de la previsión
constitucional, del artículo 55 y de la Cuarta Disposición General y Transitoria de la
Constitución Política. Asimismo, por lo dispuesto en el Código Procesal Constitucional,
Ley Nº 28237 artículo 4.
32
violaciones a derecho humanos, durante la actuación de agentes del Estado. En igual
forma, la tortura estaba sancionada para la época de los hechos en el derecho
internacional y prohibida con grado de norma imperativa de derecho. Los hechos de
tortura por su gravedad, no podían ser desconocidos por la conciencia de los
infractores como de naturaleza ilícita.
Solicitud:
150
Cfr. Cita 123 Vega Luna Eduardo. La responsabilidad…. Página 129
151
Tercer Juzgado Penal Especial. Caso Operativo Chavin de Huantar y ejecución extrajudicial e miembros del
MRTA, resolución del 11 de junio de 2002. Citado por Vega Luna Eduardo. La responsabilidad penal de los agentes
del Estado, publicado en: El Legado de la Verdad. La justicia penal en la transición peruana. Lisa Magarell y Leonardo
Filippini, editores. International Center for Transitional Justice, Primera Edición abril 2006, página 129
152
Primera Sala de la Cámara federal de Buenos Aires. Causa 33714, caso Videla, Jorge Rafael (Plan Cóndor),
sentencia de 23 de mayo de 2002. Citado por Id. Página 129.
153
Bollo Arogena Maria Dolores, derechos Internacional Penal. Estudio de los crímenes internacionales y
técnicas para su represión. Servicio editorial de la Universidad del País Vasco. Bilbao 2004, página 333. Al analizar la
autora el caso Nikola Jorgic en la Higher Regional Court de Dusseldorf, de septiembre 26 de 1997, jurisprudencia
reiterada en el caso Djajic en la Higher Regional Court de Bavarian, , mayo 23 de 1977. En igual forma ver Caso
Simón, Julio Héctor y otros, Corte Suprema de Justicia de la Nación, Sentencia de 14 de junio de 2005. Ver Voto
razonado Ministro Juan Carlos Maqueda, numeral 83.
154
Corte IDH. Caso Goiburú y otros Vs. Paraguay. Sentencia sobre Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 22 de septiembre de 2006. Serie C No. 153. Párrafos 91 a 93.
33
En atención a los fundamentos de hechos y de derecho expuesto, solicitamos al
Señor Juez, se sirva continuar con la investigación y en su momento, sean llamados a
juicio los aquí implicados, por la comisión de los delitos de lesiones graves y
secuestro, conductas de lesa humanidad, cuya prohibición tiene carácter de normas
inderogables de derecho internacional o jus cogen.
34