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ete. swe’ El conde: 33: ohi\e ~ Letras dordi Sierra i Fabra ec eS pete BO s El conde Letras Jordi Sierra i Fabra llustraciones de Lina Rada PROGRESO: EDITORIAL & PRO EDITO ESO RIAL & CAPITULO I De los origenes del conde No se sabe a ciencia cierta donde nacié o de donde era el famoso conde Letras. Lo que sf se sabe, es que fue el mas singular de los nobles y el mas curioso de los personajes habidos y por haber. Una leyenda que ha legado hasta nuestros dias. Vean si no su imagen. Sus cejas eran dos paréntesis: los ojos y la boca puntos; la nariz una J: los bigotes dos comas unidas por la parte superior, como si se reflejaran en un espe- jo. lo mismo que el pelo a ambos lados de la cabeza, formado por las letras T y G: el monéculo era una O sujeta por una L invertida: y por tiltimo su vestido esta~ ba decorado exchusivamente por las letras de su nom- bre, ni una mas, ni una menos: EL CONDE LETRAS. jAh!, se sabe que era un conde por su corona de 18 puntas. 2¥ por que se flamaba asi? conde Letras 229 Muy sencillo: porque era un devorador de letras. Se las comia todas. {Oh, cudnto le gusta- ban...! La A, que entraban — suavemente en su gar- \ ganta por la punta q = superior: la B, tan “ “* \ redondita y mullida x {as = como un 8; laQ, igual y que una galletita: la S, sinuosa y larga... Incluso las letras me- nos digeribles, como ) ta X, que se te atra~ * gantaba a veces. o la M llena de puntas. o la atistada K. Todas se las comia con un apetito vo- raz. Para el conde Letras no existian los peces a la plancha o la carne asada. las papas o la verdura Lo suyo era comer. devorar letras, como mucho con un poco de pan, para acompafiar. Nuestro personaje no visitaba mercados. ;visitaba librerias! Como fe encantaba encontrar letras, nuevas 0 vie- jas, abecedarios remotos o recién creados! El conde Letras era muy afable y bonachén. Nunca estaba enfadado. tenfa una visién positiva y optimis- ta de la vida. Decia que, puesto que comia letras, y las letras son lo mas hermoso de la creacién, pues de ellas surgfan las palabras y las historias, era imposible que estuviera triste por nada. Ni siquiera cuando tenia mucha, mucha hambre. Y es que también era el mas glotén de los glotones. Siempre le quedaba un hueco en el estémago para una H rebozadita o para una V bien dorada. jHummm...! 2Y qué decir de la Go la Q, tan parecidas a ia O? Claro que no todo era perfecto. Nadie es perfecto Junto a sus mejores dotes humanas y otros deta- 's. como st amor por la aventura y los viajes, los mis- terios y aprender cuantas mas cosas posibles, el conde Letras era vanidoso. Estaba seguro de ser inteligente, guapo. Lo primero nadie lo discutfa. Lo segundo.. Hay gustos para todo. gno? A nuestro personaje, viajar le arecia lo mejor del mundo. Siempre tenia | @ maleta a punto para irse por abi, en busca de letras 0 paises, Entonces dejaba su corona, Se ponia un sombrero, cogia fa maleta y la camara fotografica. . éQue en la época de los condes no habia cémaras? Eso lo iran us istedes. N e <0 tan ustedes. tenia cémara y no se hable mas, nde Y viajaba en avién, Asi son las leyendas, no? Bueno, se dicen tantas y tantas cosas de él Vivia en un cast © precioso. situado en lo alto de una colina. al pie de la cual Serpenteaba un rio de pares Pus ¥ cristalinas. Sus sabditos le querian por- Honan 2¥ Porque en su condado habia muchas be biiotecas, mas que tabernas 6 bancos, act que los libros alguno le faltaban dos Lo malo era cuando se comia la ti entera, y entonces nadie sabi historia, En cuanto a los origenes del conde Letras, najes con objeto de entender lego sus reacciones, sus motivaciones, el por qué de sus habilidades,.. En su castillo tenia una galeria de antepasados. Habia exploradores gantes, aviadores, artistas, lo habia heredado éi, por mercaderes, nave Y un algo de todos ellos supuesto, ya que le gustaba Aunque por lo visto, al primero fuese... pirata Un temible bucanero siete mares y. nobiliario, que hizo su fortuna en los muy probablemente, ganase asf su titulo El pareciddo con el conde Letras ya resultaba asom- broso, aunque nuestro pirata tuviese una pata de palo y le faltase un ojo, el izquierdo. El loro. en lugar de ievario sobre ef hombro, fo tlevaba encima del som- brero, Es evidente que al animalito, cosquilloso él, le molestaban la Ty la G que constitufan los pelos de la cabeza de su dueito. Bueno. pues una vez hechas las presentaciones, es el momento de dar inicio a nuestra his Todo comenzé un dia. CAPITULO II La gran noticia de Noticias Aquel dia Noticias lleg6 excitada y febril al salén del palacio donde el conde Letras recibia a sus stibditos. —jSefior, sefior, traigo noticias! -anuncié la singu- Jar nifia. —Bueno, por eso te llamas asi, Noticias ~objet6 su amo-. Si te llamaras Tris:ezas te pasarfas el dia lloran- do. y si te llamaras Viento silbarias por todas partes. A veces el conde Letras era muy peculia Noticias era una nifia extraordinaria, y también ori ginal, por no decir rara. Tenfa diez afios y cada dia amanecia con el cabello de un color distinto. El de esa jornada era verde. Llevaba siempre una trompetilla para hacer que su voz sonase alta y limpia y. sobre todo. para que llegara a cualquier parte. Daba las noticias bai- Jando, bailando sin parar, igual que si sus pies tuvieran 15 “alas. Y era incansable. Sus * coreografias resultaban muy hermosas, dependiendo de patillas de ballet, vestia una falda circular que daba vuel- . y Su ropa siempre era de color violeta, como sus ojos. El conde Letras esperé a que su bai- le menguara la intensidad, pero aquella mafana a Noticias se «la vefa excitadisima. Sus pa- 7 5 5 sos eran répidos. las vueltas de su falda incesantes, su cabello se desparramaba como un matorral envolviéndole la cabeza. Nunca habia irrum- pido en el sal6n con tanta intensidad, asf que todos los presente se quedaron tan impresionados como expec- tantes. —Noticias. que no tengo todo el dia —intenté te- prenderla el conde Letras. La nifia dio un salto, cruzé y descruzé las piernas en el aire, cay6 dando weltas sobre si misma y luego se llevé la trompetila a fos labios. iExiste una nueva letra. mi sefior! ~anuncié. Se hizo el silencio en el salon. —zCémo que existe una nueva letra? —jLo que oye! {No es fascinante? -bail6 de nuevo la nifia poniéndose de puntitas mientras elevaba los brazos por encima de su cabeza —iNo hay nuevas letras, todas estan inventadas! -alz6 una de sus cejas, la izquierda, el conde Letras. —cA qué es la mas grande noticia que jamés haya oido? —canté la voz de la danzante a través de la trom- petilla, esparciendo sus agudos ecos por doquier, mien- tras daba vueltas sin parer alrededor del trono. Su sefior perdié la paciencia. — Quieres estarte quieta! Noticias no le hizo el menor caso. —Es que si no bailo... no me salen las palabras. lo sabe ~se excusd. —jMe va a dar torticolis! -gimi6 el duefio del casti- llo incapaz de retorcer mas su cuello. De pronto la nifia se detuvo frente a él. Parecié flo- tar, El cabello volaba libre y también su mano derecha. Con la izquierda sostenia la trompetilla, que apunté directamente hacia el conde. —Me han dicho que ms alla de nuestras fronteras, en los inexplorados y misteriosos valles ocultos de las montafias de la Luna. ha aparecido una letra llamada... I! —iLa ¥ ya existe! ~protesté el conde Letras, —No, esa Y no, otra, (Una I larga y tesa como un palo. liviana y elegante! —

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