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J. Mariano Galletero y Cols.

Monografías de Psiquiatría, Vol. I, No. 4 Etiología de la ansiedad

res está correlacionada con los efec-

Etiología de la tos conductuales y la acción clínica


(fig. 1) (Petersen, 1986).
El receptor podría estar consti-

ansiedad
tuido por una proteína de 50.000
daltons (fig. 2). Por otra parte, sólo
es precisa una ocupación del 20-30
% de los receptores, tal y como se-
nala Paul, para que aparezcan las ac-
ciones de las benzodiacepinas. Estos
José Mariano Galletero ∗, José Guimón∗∗, receptores son bastante específicos
para las benzodiacepinas, ya que
Enrique Echeburúa∗∗∗, Luis Yllá ∗∗∗∗y José otros productos ensayados no han
Luis González de Rivera∗∗∗∗∗ resultado activos sobre el receptor
(barbitúricos. etanol, meprobamato,
anticonvulsivantes). Tampoco agen-
tes afines al GABA eran activos so-
BASES BIOLOGICAS DE LA plejo receptor GABA/BZ que me- bre el receptor benzodíacepínico,
ANSIEDAD diatiza la acción de multitud de sus- por lo que se pensó que el lugar de
tancias ansioliticas y sedantes, por el reconocimiento sería diferente para
La investigación bioquímica y far- hallazgo de los antagonistas. agonis- estas sustancias. Otros neurotrans-
macológica ha ido estableciendo la tas y agonistas parcíales y por el es- misores, como la noradrenalina, se-
evidencia de que algunos trastornos tudio de posibles ligandos endóge- rotonina, dopamina, acetilcolina o
de ansiedad pueden ser debidos a nos. sustancia P, son también inactivos
unos mecanismos bioquímicos parti- En todo caso, los mecanismos de (Braestrup, 1980).
culares, con una fisiopatología de- producción de la ansiedad no se en- Hoy día se acepta la existencia
terminada. cuentran del todo aclarados y las lí- de una interrelación entre el receptor
Los primeros estudios mostraron neas de estudio se amplían a otros GABA y el receptor BZ, formando
que diferentes estados de ansiedad sistemas de neurotransmisión. Desa- un completo GABA/BZR canales
respondían a terapias farmacológi- rrollaremos a continuación algunos ionóforos cloruro (Tallman, 1980),
cas distintas (trastorno de pánico, a de los puntos que creemos de interés cuya función última residiría en re-
la imipramina y trastorno de ansie- para una mejor comprensión de los gular el transporte y la permeabili-
dad generalizada, a benzodiacepi- aspectos bioquímicos de la ansie- dad de los iones CI- a través de la
nas), lo que hizo suponer que en am- dad. membrana neuronal.
bas entidades podrían estar implica- Cuando las benzodiacepinas se
dos mecanismos fisiopatogénicos Receptores benzodiacepínicos aplican de forma aislada tienen es-
diferentes (Greenblatt, 1974; Klein, caso efecto sobre los canales cloruro
En 1977 se produjo un salto cua-
1980). El conocimiento de los meca- y, sin embargo, en presencia de
litativo importante en el estudio de
nismos de la ansiedad se vio acele- GABA, potencian el estímulo gaba-
la ansiedad. Dos grupos de investi-
rado por el descubrimiento del com- érgico e incrementan la permeabili-
gadores (Braestrup y cots., 1977; O-
kada y cols., 1977), utilizando algu- dad al cloro.

Profesor titular interino de Psico- nas técnicas bioquímicas sencillas
logía Médica de la Facultad de Me- (como la afinidad del diacepam
dicina. Universidad del País Vasco. marcado radiactivamente con algu-
∗∗
Catedrático de Psiquiatría de la nos preparados de membranas neu-
Disminución de la
Facultad de Medicina. Universidad ronales –fracción P2– de determina- conciencia
del País Vasco. das regiones del SNC) pusieron en Ocupación del
Relajación muscular
∗∗∗ receptor
Profesor titular de la Facultad de evidencia la alta afinidad por deter- Amnesia
Benzodiacepínico
Psicología. Universidad del País minadas localizaciones cerebrales. Efecto hipnótico
(estímulo)
Vasco. La preferencia de las benzodiacepi- Efecto antiepiléptico
∗∗∗∗ Efecto ansiolftico
Profesor titular de Psicología nas de alta potencia por estos luga-
Médica y Psiquiatría de la Facultad res sugirió la hipótesis de que eran
de Medicina. Universidad del País ricos en determinados receptores.
Vasco. Investigadores como Williamson
∗∗∗∗∗
Catedrático de Psiquiatría. (1980) y, más recientemente, Peter- fig. 1. - Relación entre la ocupación
Facultad de Medicina de la Univer- sen (1986) han mostrado que la ca- del receptor y los efectos clínicos de
sidad de la laguna (Tenerife). pacidad para unirse a estos recepto- las benzodiacepinas (Petersen).

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Fig. 2

El receptor benzodiacepínico estar determinada genéticamente. nueva línea al respecto. Una teoría
(BZR) es parte integrante, por tanto, Los primeros estudios señalaban sugiere la presencia de ligandos en-
del receptor GABAa-cloruro en el una única clase de lugar de unión dógenos ansiogénicos que pueden
SNC; un complejo supramolecular para las benzodiacepinas. Sin em- actuar sobre el receptor. Así, algu-
consistente en dos tipos de subuni- bargo, posteriormente, se ha sugeri- nos investigadores han aislado las
dades glicoproteicas denominadas do la existencia de dos tipos de re- betacarbolinas, compuestos que pro-
alfa y beta. Las secuencias primarias ceptores que mediarían efectos far- ducen un bloqueo de la acción anti-
de estas subunidades se han deduci- macológicos distintos. Se establecie- convulsivante, anticonflicto e hipnó-
do recientemente del DNAc secuen- ron dos hipótesis sobre los diferen- ticosedantes de las benzodiacepinas.
cial y de los RNA mensajeros, que tes subtipos de receptores. La prime- Se vio que al administrar beta-CCE
codifican las subunidades en el cere- ra afirma que la heterogeneidad far- a monos, aparecían unos efectos que
bro bovino. La subunidad beta con- macológica podría ser debida a la podemos calificar como «estado de
tiene los lugares de acción del existencia de dos lugares de unión ansiedad» con aparición a dosis al-
GABA, mientras que la subunidad físicamente distintos; la segunda tas, incluso, de síndromes de agita-
alfa contiene los lugares de acción plantea la existencia de un receptor ción. Posteriormente, estos resulta-
de las benzodiacepinas (Haefely, único cuyas propiedades farmacoló- dos fueron confirmados en sujetos
1986). gicas se modificarían por cambios humanos. El hecho de que estos sín-
En estado de reposo (GABAa en los componentes de la membrana dromes pueden ser revertidos me-
receptor sin ligar), el canal cloruro adyacente. Tres laboratorios por se- diante benzodiacepinas planteó un
tiene una conformación cerrada y la parado han informado de la existen- modelo farmacológico de la ansie-
función del complejo es adquirir una cia de un lugar de unión de carácter dad (Inset, 1984).
conformación abierta en respuesta a proteico, mientras otros tres infor- Tras el descubrimiento de la alta
la señal GABA, estableciendo un man de un segundo y hasta de un afinidad de las benzodiacepinas por
flujo de aniones de acuerdo a su gra- tercer lugar en la corteza y en el hi- los receptores benzodiacepínicos,
diente de concentración. La apertura pocampo. Todos estos datos sugie- los investigadores se plantearon si
del canal es estimulada por la for- ren que la interacción entre las tales receptores lo eran sólo para
mación de un complejo reversible benzodiacepinas y los receptores sustancias exógenas o si pudieran
entre el receptor GABAa y el GABA I puede ser la responsable de existir sustancias endógenas que ac-
GABA. El receptor GABAa puede los efectos ansioliticos de estas sus- tuaran sobre ellos. Es importante se-
ser considerado como el receptor tancias. nalar que dichos ligandos endógenos
primario del complejo, mientras que no precisarían ser benzodiacepinas
el receptor benzodiacepínico podría Mecanismos de producción de la en el sentido químico del término,
funcionar como un receptor modula- ansiedad sino que podrían tratarse de familias
dor o receptor de segundo orden químicas diferentes. Da Costa y su
(fig. 2). Resulta todavía especulativa la grupo proponen que en algunos de
La mayor proporción de estos re- hipótesis que implica al receptor los enfermos afectados por estados
ceptores se encuentra en la corteza BZ/GABA-CI en la patogénesis de de ansiedad estaría implicada la pre-
cerebral, amígdala y médula espinal la ansiedad. Sin embargo, nuevos sencia de ligandos endógenos ansio-
y la intensidad de los mismos podría descubrimientos han abierto una génicos (Hippius, 1985). De todos

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los intentos efectuados para locali- También se ha señalado una dis- conductuales que apoyan la hipóte-
zar la posible existencia de ligandos minución del turnover de dopamina sis de que las neuronas noradrenér-
endógenos los estudios más serios a nivel telencefálico, así como de gicas centrales son neurosustratos
se centran en dos proteínas: el DBI noradrenalin a nivel cortical e hipo- esenciales para un sistema de alarma
(diazepam binding inhibitor) y la talámico con la administración de implicado en la ansiedad.
endozepina. No está todavía claro si benzodiacepinas. Sin embargo, no De todas formas, los modelos
son idénticas o pertenecen a una se ha podido comprobar la relación experimentales inducidos por drogas
misma familia de proteínas (Alho, entre este hecho y los efectos ansio- no están totalmente claros y no sa-
1985). liticos. bemos si reproducen exactamente la
El DBI es una proteína de 104 Algunos autores sugieren que en experiencia de los sujetos ansiosos.
aminoácidos hallada en el cerebro, los sujetos con trastornos de pánico Así, la administración de drogas es-
en zonas corticales y del hipocampo, podría existir una disminución de la timulantes del simpático provoca
y que no existe en todas las neuro- eficacia de los autorreceptores alfa- una sintomatología somática similar
nas gabaérgicas: también se ha ha- 2-adrenérgicos de las neuronas nora- a la que experimentan las personas
llado en órganos periféricos, por lo drenérgicas del locus ceruleus y con ansiedad, pero no sucede lo
cual se piensa que pueda cumplir otras áreas cerebrales. Esto origina- mismo con los componentes psico-
una función importante que aún no ria una disminución de la influencia lógicos.
se ha precisado. inhibitoria presináptica de estos re- Más recientemente se han estu-
Por otra parte, algunos estudios ceptores (Charney, 1984). En esa lí- diado otros componentes bioquími-
sugieren la existencia de benzodia- nea, el locus ceruleus está recibien- cos cerebrales. Así, Watkins estudió
cepinas naturales y sobre las que do una atención cada vez mayor en pacientes ansiosos en tratamiento
(aunque abren un camino de investi- los estudios de ansiedad (Inset, psicofarmacológico, midiendo las
gación interesante) resulta precoz 1983). concentraciones asmáticas de trom-
extraer conclusiones, (Blas, 1986; Se ha postulado que las crisis de boxano B2 y 6-KetO-PFG-1 alfa
Vildman, 1987). Asimismo, hay es- angustia tendrían que ver tanto con (productos metabólicos estables fi-
tudios sobre los antagonistas benzo- el sistema alfa como con el betaa- nales del tromboxano A2 y de la
diacepínicos entre los que cabe des- drenérgico, señalándose una hiper- prostaciclina) con técnicas de radio-
tacar el R015-1788, un antagonista sensibilidad alfaadrenérgica y una inmunoensayo. Vio que el metabo-
relativamente selectivo (Skolnick y hiposensibilidad parasimpática peri- lismo del eicosanoido aparece alte-
Paul, 1982). El R015-1788 (fluma- férica. rado tanto en pacientes con crisis de
zenil) es un preparado de gran po- Gold encuentra que la inyección angustia como en otros enfermos
tencia, eficaz tanto por vía oral co- de «corticotrophin releasing factor» con cuadros más crónicos. Pensó
mo parenteral, de un comienzo de (factor liberador de corticotropina) que este fenómeno representaba una
acción rápido y que se ha mostrado produce una activación del locus ce- respuesta intrínseca al estrés, corre-
de gran valor para revertir la seda- ruleus con manifestaciones de ansie- lacionándose la evolución favorable
ción inducida por las benzodiacepi- dad que pueden ser antagonizadas con la normalización de ambos eico-
nas en anestesia o en casos de sobre- por las benzodiacepinas. Dicho au- sanoidos.
dosificación (Haefely, 1986; Thie- tor muestra que pacientes con tras-
bot, 1988). torno de pánico tienen un aumento
basal del cortisol, asociado a res- BASES PSICOLOGICAS DE LA
Otros sistemas de puestas atenuadas del ACTH a la es- ANSIEDAD
neurotransmislón timulación de CRF exógeno. Ello
indicaría que el aumento de cortisol
Trastornos de ansiedad y modelos
No solamente el sistema gabaér- refleja un déficit en el funciona-
de condicionamiento
gíco se halla en relación con la an- miento hipotalámico, ante la hiper-
siedad, sino que se ha implicado a secreción de CRF. La terapia de conducta se ha
otros sistemas de neurotransmisión. El antagonista alfa-2-adrenérgi- ocupado con frecuencia desde la
Los hallazgos más atractivos son los co yohimbina fue administrado a pa- perspectiva de los modelos de con-
que se refieren al sistema serotoni- cientes diagnosticados de trastorno dicionamiento de la etiología de los
nérgico. Algunos de los modernos de pánico, lo que produjo un incre- trastornos fóbicos, y mucho menos,
ansiolíticos, como la buspirona, ac- mento del nerviosismo y de las pal- sin embargo, de la de los trastornos
túan con gran intensidad sobre dicho pitaciones. Se observó una correla- de pánico y de ansiedad generaliza-
sistema. Se ha postulado que las ción positiva entre la frecuencia de da. En relación con estos últimos
benzodiacepinas producirían un crisis de angustia y el incremento de trastornos, que según se ha señalado
bloqueo de la transmisión serotoni- MHPG en plasma, lo que sugiere con frecuencia carecen de estímulos
nérgica, lo que podría explicar la que estos pacientes tienen una sensi- específicos que desencadenen el
disminución de su acción cuando se bilidad anormal al incremento de la cuadro clínico, se ha conseguido re-
administran conjuntamente antide- función noradrenérgica. cientemente identificar muchos estí-
presivos que actúan sobre dicho sis- Existen considerables evidencias mulos internos y externos que este
tema. farmacológicas, electrofisiológicas y tipo de pacientes tiende a evitar de

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Etiología de la ansiedad

forma sistemática (Gelder, 1988). gía, corno ocurría hasta entonces) a tualidad estos estímulos tengan un
Desde este punto de vista puede las fronteras biológicas y a las dife- carácter irrelevante para la supervi-
considerarse que los trastornos de rencias interespecíficas en el apren- vencia. Un solo ensayo de condicio-
ansiedad se desarrollan a través de dizaje y se hayan formulado los con- namiento puede ser suficiente para
procesos complejos de generaliza- ceptos de prepotencia (Marks, 1969) instaurar este tipo de fobias prepara-
ción de estímulos y respuestas y de referido a las fobias humanas o de das que, además, son muy resisten-
procesos de condicionamiento de or- preparación (Seligman, 1971) referi- tes a la extinción.
den superior, con arreglo a los mis- do al aprendizaje en general. Los re- La teoría resulta sugerente, pero
mos principios que los trastornos fó- sultados de numerosos estudios ilus- hay algunos hechos que no cuadran
bicos. Es por ello que aunque el te- tran la limitada preparación de los del todo con la misma:
ma de la presente monografía es el seres humanos para desarrollar fo- – No está demostrado que los
de los trastornos de ansiedad, hare- bias (u obsesiones o fetiches sexua- miedos preparados de poblaciones
mos en este capítulo constante alu- les) a la mayoría de los tipos de estí- clínicas sean realmente más resis-
sión a ta fobia. mulos existentes y hacen insosteni- tentes a la extinción que los no pre-
ble la teoría simple del condiciona- parados (De Silva, Rachman y Se-
Modelo de condicionamiento miento por contigüidad como expli- ligman, 1977).
clásico cación para el origen de estos tras- – Hay algunas fobias muy fre-
Una de las premisas subyacentes tornos de conducta (Marks. 1983). cuentes que, sin embargo, no pare-
al modelo conductual es que los Desde la perspectiva de las dife- cen ser preparadas, como es el caso
trastornos del comportamiento están rencias interespecificas, hay algunas del miedo a las relaciones sexuales,
provocados por algún tipo de condi- configuraciones sensoriales que son a pesar de que éstas resultan funda-
cionamiento o aprendizaje desadap- más fácilmente asociables que otras mentales para la conservación de la
tador, en forma de respuestas emo- en cada especie. Como el resto de especie.
cionales condicionadas (Wolpe, las emociones en general, el miedo – Hay algunos estímulos peli-
1958) y que la terapia de conducta y la ansiedad se desarrollan a lo lar- grosos para el ser humano (por
no hace sino desarrollar un progra- go de la interacción de tres influen- ejemplo, los enchufes eléctricos),
ma de intervención (descondiciona- cias: la genética, la evolutiva y la asociados con frecuencia a situacio-
miento, contracondicionamiento o del aprendizaje. nes traumáticas, que, sin embargo,
reaprendizaje) coherente con el co- Seligman (1971) sugiere, en con- no se relacionan con la adquisición
nocimiento de estas causas (cfr. Ey- creto, la existencia de una predispo- de reacciones tóbicas. Y, por otra
senk y Martin, 1987). sición biológica a responder selecti- parte, se da con más frecuencia el
Por lo que a los trastornos fóbi- vamente con reacciones de temor miedo a las serpientes que el miedo
cos y de ansiedad se refiere, se ha ante los estímulos ambientales que, al agua, a pesar de que han muerto
atribuido al modelo de condiciona- en un momento u otro de la evolu- más personas ahogadas que por
miento clásico la responsabilidad de ción, han puesto en peligro la super- mordedura de serpientes (Carrobles,
adquisición de los mismos. El expe- vivencia de la especie. Es más, la 1985).
rimento de Watson y Rayner (1920), pauta de respuestas que constituye Por lo que se refiere a la resis-
para inducir una respuesta emocio- la fobia está sujeta a esta misma ley. tencia a la extinción e incluso al au-
nal condicionada en un niño de once Así, por ejemplo, en las fobias a es- mento de intensidad de las conduc-
meses, se cita en apoyo de esta teo- tímulos visuales o auditivos, a través tas fóbicas sin contacto con las si-
ría, pero no siempre se tienen en de los cuales se percibe especial- tuaciones o estímulos fóbicos, Ey-
cuenta, sin embargo, otros experi- mente el peligro y que actúan por senk (1981) ha propuesto una refor-
mentos de replicación fallidos (por ello a larga distancia, el componente mulación de la ley de la extinción en
ejemplo, English, 1929 ; Bregman, autonómico de ansiedad desempena términos del condicionamiento clá-
1934) ni los problemas metodológi- un papel muy importante de alerta sico. La presentación del estímulo
cos que presenta este estudio (Sa- ante una situación amenazante. Por condicionado (EC) en ausencia del
melson, 1980). Un error grave a este el contrario. los estímulos aversivos estímulo incondicionado (EI) produ-
respecto, cometido por los modelos táctiles, gustativos u olfatorios que ce habitualmente extinción, pero en
de condicionamiento, es limitarse a entranan habitualmente un menor aquellos casos en que la respuesta
la descripción de las leyes universa- grado de peligrosidad y que actúan condicionada (RC) tiene propieda-
les del aprendizaje (del tipo de la por ello en el ser humano a corta des motivacionales (en el sentido de
«ley del efecto» de Thorndike) en distancia, suscitan una activación aumentar el nivel de activación del
animales inferiores, pero sin prestar visceral en forma de dentera, escalo- organismo), dicho EC suscita un au-
atención a las variaciones entre las fríos, náuseas, etc., pero no de ansie- mento de la RC (efecto de incuba-
diversas especies ni a las diferencias dad o miedo (Marks. 1983). ción). En los trastornos neuróticos
individuales intraespecíficas. De ahí que haya una mayor inci- se produce un condicionamiento clá-
De ahí que se haya comenzado a dencia de fobias con un fuerte com- sico del tipo B en el que la RC de
atender, ya en la década de los se- ponente de ansiedad, por ejemplo, a ansiedad tiene propiedades motiva-
tenta, desde el campo de la psicolo- los reptiles, insectos o a las alturas, cionales muy similares a las de la RI
gía (y no sólo desde el de la etiolo- independientemente de que en la ac- (respuesta incondicionada). La incu-

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bación (en lugar de la extinción) a la extinción (Eysenk, 1981) ni de expuesta por Bandura (1969, 1977 y
surge especialmente cuando hay la persistencia de la conducta de 1986). supone un intento de superar
ECs cortos, Els intensos y ciertas miedo cuando se ha extinguido la las insuficiencias de las teorías tra-
características de personalidad (neu- conducta de evitación o de la con- dicionales del condicionamiento y
roticismo e introversión especial- ducta de evitación cuando se ha ex- de ampliarlas con un modo de a-
mente). La incubación de la ansie- tinguido la conducta de miedo (Vila, prendizaje específicamente humano.
dad se mantiene realimentada por 1983). Se ha postulado que la rela- En relación específicamente con
las confrontaciones esporádicas y ción entre la activación autonómica la adquisición o el desarrollo de las
breves que la persona mantiene con y la conducta de evitación está mo- reacciones fóbicas o de ansiedad, el
los estímulos fóbicos en la vida coti- dulada por las expectativas de peli- modelo del aprendizaje social postu-
diana, a pesar de la puesta en mar- gro del sujeto (Bandura. 1986), pero la la existencia de tres posibles vías
cha del repertorio de conductas de no hay una evidencia empírica al o modos de adquisición de estas re-
escape y evitación y que dan lugar a respecto, ni de esta hipótesis se con- acciones:
un fenómeno de sensibilización. La cluyen tampoco unas perspectivas – La experiencia directa con a-
teoría de la incubación de la ansie- claras de intervención. contecimientos aversivos o traumá-
dad no cuenta todavía con un apoyo El paradigma del condiciona- ticos.
experimental adecuado (Franks y miento operante da una explicación – La observación de otra perso-
Rosenbaum, 1983; Wilson, 1982). sólo parcialmente satisfactoria del na viviendo la situación traumática
Por otra parte, la presencia en mantenimiento de las respuestas de o comportándose atemorizadamente
muchas personas de comportamien- evitación. No se explica, por ejem- (aprendizaje observacional).
tos fóbicos sin haber experimentado plo, por qué persiste la conducta fó- – La recepción de información
previamente acontecimientos trau- bica y no tiene lugar la extinción de (cuentos, leyendas, historias, etc.) en
máticos, la ausencia en otras de fo- la misma, cuando el sujeto no consi- tomo a situaciones de miedo.
bias pese a haber estado en contacto gue evitar en su medio natural las si- Cada uno de estos posibles mo-
con sucesos aversivos (como ocurre, tuaciones u objetos temidos y se ex- dos de adquisición de las reacciones
por ejemplo, en los accidentes de pone a ellos sin la experiencia de la fóbicas sugiere, por su parte, dis-
coche), la especificidad no aleatoria situación aversiva incondicionada tintas formas de intervención tera-
de los tipos de fobias, las fluctuacio- (Rachman, 1976). péutica para modificarlas (Carro-
nes frecuentes de las fobias una vez La explicación del modelo de los bles, 1985).
establecidas sin contactos de recon- dos factores es aún más insatisfacto- La teoría del aprendizaje obser-
dicionamiento con los estímulos ria por lo que se refiere a las res- vacional es atractiva, pero no se
condicionados aparentes (Marks, puestas mediacionales subjetivas y cuenta aún con una evidencia clínica
1981), la frecuencia de aparición de fisiológicas que, además, son varia- que respalde la adquisición de las
las mismas en determinados mo- bles de unos casos a otros. La mayor fobias según las predicciones de este
mentos de la vida de mayor vulnera- parte de los estímulos fóbicos pro- modelo. De hecho, sólo una sexta
bilidad (Vila, 1978), la selectividad vocan miedo, ansiedad y taquicar- parte de los adultos que experimen-
de aparición de las fobias a ciertas dia, pero hay casos de estímulos fó- tan fobias tienen parientes cercanos
edades, la resistencia a la extinción bicos (los relacionados con la sangre con un problema similar (Marks y
de muchas fobias en ausencia de los y las heridas) que tienden a provocar Herst, 1970).
estímulos aversivos (como ocurre una respuesta bifásica (inicialmente Desde la teoría del aprendizaje
frecuentemente en el caso de la ago- taquicardia y posteriormente náu- social se ha señalado la significa-
rafobia o de las fobias sociales), el seas y bradicardia, que pueden pro- ción de las cogniciones (por ejem-
aprendizaje de fobias por procedi- gresar hasta producir asistolia car- plo, la anticipación de las conse-
mientos vicarios o simbólicos, etc., díaca y síncope) (Connolly, Hallam cuencias negativas) en el ámbito de
son algunos de los aspectos que po- y Marks, 1976). la ansiedad humana. La investiga-
nen en evidencia las limitaciones del Estas variantes psicofisiológicas, ción con animales tiene poco que
modelo de condicionamiento clási- de relevancia clínica, no han sido decirnos sobre la ansiedad humana,
co, (Hallam y Rahman, 1976; explicadas adecuadamente desde el que existe interna y simbólicamente,
Marks, 198; O'Leary y Wilson, paradigma del condicionamiento, y frecuentemente sin concomitantes
1975; Vila, 1983). como tampoco lo ha sido la rela- motóricos o autonómicos observa-
Modelo de los dos factores ción entre la respuesta de paraliza- bles. Las respuestas cognitivas de
El modelo de los dos factores, ción o de evitación-escape durante evitación y escape pueden de hecho
propuesto por Mowrer (1947, 1960) el miedo. La pauta de respuestas de seguir reglas diferentes de las que
y según el cual la ansiedad es con- paralización o de evitación-escape gobiernan las respuestas manifiestas
dicionada clásicamente y la conduc- puede depender de la intensidad del y los antecedentes causales pueden
ta de escape o evitación es condicio- miedo, de la proximidad del estímu- únicamente inferirse a través de lo
nada operantemente, amplía la pers- lo aversivo y de la experiencia que los pacientes dicen o hacen.
pectiva del condicionamiento clási- previa (Marks, 1983). Una explicación cognitiva del
co, pero no puede dar cuenta de la Aprendizaje social fenómeno de la incubación (Bandu-
evidencia clínica sobre la resistencia La teoría del aprendizaje social, ra, 1986) consiste en atribuir la re-

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Etiología de la ansiedad

sistencia a la extinción de la ansie- de la adquisición o un fallo de la ex- síntomas, el médico puede actuar
dad a las expectativas aprendidas tinción. La mayor parte de las perso- como un experto neuroendocrinólo-
(de forma personal o vicaria) sobre nas padecen miedos en algunos mo- go, pero no como un psiquiatra
la posible ocurrencia de sucesos pe- mentos de su vida, pero son capaces competente.
ligrosos y que serían mantenidas por de superarlos sin repercusiones clí- La teoría y la práctica psicoana-
la aparición ocasional de los sucesos nicas. La cuestión es si los cuadros líticas han jugado un papel funda-
temidos, dando lugar a un fenómeno clínicos no son el resultado del fra- mental en la descripción y compren-
de sensibilización. La exposición no caso del mecanismo capaz de inhibir sión de la angustia. Sus aportaciones
traumática a los estímulos temidos el crecimiento de fobias (por analo- han sido ignoradas, desafortunada-
debe facilitar la extinción de la an- gía con lo que ocurre con respecto al mente, por una corriente psiquiátrica
siedad condicionada, pero no nece- cáncer). De ahí que pueda plantearse que se pretende biologista, pero que
sariamente la de las expectativas te- no el porqué las fobias han sido ad- olvida que los biólogos no pueden
midas, que son resultado de las dis- quiridas, sino más bien el porqué dejar de preguntarse por el origen, el
torsiones cognitivas y de la percep- una vez adquiridas no han sido ex- significado y la finalidad de los ac-
ción de autoeficacia del sujeto ante tinguidas y cuáles son los sistemas tos de conducta que observan. En el
dichas situaciones. inmunológicos y de defensa que han presente trabajo resumiremos los es-
La ventaja de este enfoque cog- tallado (Marks, 1981). tudios de Freud (genuino biólogo
nitivo de la resistencia a la extinción El lenguaje y la teoría del condi- además de psicólogo) y de sus se-
es que permite hacer frente a las in- cionamiento que se han desarrollado guidores sobre la angustia como sín-
suficiencias de los modelos tradicio- a partir de las experiencias animales toma y como síndrome. No entrare-
nales de condicionamiento, pero no en el laboratorio deben modificarse mos a describir en detalle los diver-
cuenta todavía a su favor con una cuando se analizan desde una pers- sos trastornos descritos por Freud y
evidencia experimental inequívoca. pectiva clínica. Se trata de precisar en los que la angustia juega un papel
Conclusiones el conjunto de estímulos evocadores nodal, por cuanto la presente mono-
En líneas generales, los modelos y de respuestas evocadas (que no grafía se ciñe exclusivamente al es-
de condicionamiento son muy preci- plantean suposiciones sobre las con- tudio de lo que él llamó «neurosis
sos para describir los acontecimien- diciones antecedentes relacionadas de angustia».
tos experimentales del laboratorio con la psicopatología) en lugar de la La angustia según Freud
animal, pero resultan, sin embargo, terminología habitual de los mode- Aunque la histeria, la hipocon-
inadecuados para explicar los fenó- los de condicionamiento (EC, RC, dría. la neurastenia, las fobias, las
menos clínicos o para simular en el El, RI) y de evolucionar, en último obsesiones y las compulsiones ha-
laboratorio el comienzo o la extin- término, del paradigma del condi- bían sido diferenciadas mucho tiem-
ción de las fobias. Ni los principios cionamiento al paradigma clínico. po antes, fue Freud quien primero
del condicionamiento clásico (ni si- El paradigma, estímulos evocado- distinguió una entidad diagnóstica
quiera el recurso un tanto especula- res-respuestas evocadas, posibilita, sui generis con el término de neuro-
tivo al condicionamiento de orden en primer lugar, una descripción sis de ansiedad. Desde que Robert
superior) ni el modelo operante (por más precisa y observable y facilita, Burton (1694), al principio del siglo
medio, por ejemplo, de una incon- en segundo lugar el diseno de una XVII, describiera los trastornos ori-
creta historia de reforzamiento) pue- estrategia terapéutica (la exposición ginados por lo que él llamó «te-
en explicar satisfactoriamente, al a la configuración estimular ansió- mor», se sucedieron numerosos in-
menos por el momento, la génesis gena) sin apelar a las más que dudo- tentos descriptivos (Da Costa, 1871;
de la psicopatologia. Es difícil rela- sas condiciones etiológicas de los Janet, 1898) que, tras eclipsarse con
cionar el lenguaje del condiciona- modelos de condicionamiento el auge del psicoanálisis, han rever-
miento con las situaciones clínicas y (Marks 1981, 1982). decido en los últimos años. Fue, sin
no resulta posible decir cuáles son embargo, el creador del psicoanáli-
los fenómenos clínicos que constitu- Papel del psicoanálisis en la sis quien mejor diferenció este cua-
yen el EC, el El, la RC o la RI, diferenciación de los trastornos dro de otros parecidos y quien pri-
debido fundamentalmente a que no de ansiedad mero distinguió entre ataques agu-
hay, en general, una historia de co- dos de ansiedad (a los que frecuen-
mienzo traumático de las fobias. De Las recientes clasificaciones des- temente se refirió con el término pá-
hecho, una gran variedad de situa- criptivas de los trastornos por ansíe- nico, hoy de moda) y la ansiedad
ciones es capaz de provocar el ma- dad han supuesto un indudable a- crónica.
lestar clínico del paciente sin refe- vance de cara a su delimitación fia- En forma resumida, puede decir-
rencia a una situación traumática ble. La comprensión del paciente se que Freud consideró a la angustia
originaria, por lo que es más apro- con ansíedad se ve, sin embargo, como una respuesta a peligros exter-
piado hablar de fobias adquiridas empobrecida cuando se utilizan en nos («realista u objetiva») o internos
que de fobias condicionadas (Marks, exclusiva esos criterios diagnósti- («neurótica»). Según una primera
1981). cos, por cuanto se priva al síntoma o explicación, tales peligros sobrena-
No está claro si los cuadros clí- al síndrome ansioso de su significa- darían al individuo produciendo una
nicos fóbicos suponen un aumento do. Sin abordar el significado de los descarga en forma de angustia auto-

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mática (o «primaria»). Según una señal. Consideró la ansiedad como posesión libidinosa oral del pene se
segunda interpretación, los peligros, una respuesta a impulsos incons- originaría en un intento de neutrali-
al ser percibidos, harían que el yo cientes del Ello (sexuales y agresi- zar la angustia sádico-anal. E. Jones
produjera una ansiedad «señal», co- vos), como una señal anticipatoria pensaba que la fase fálica seria una
mo alerta. que pondría en marcha de un suceso peligroso futuro que consecuencia de la angustia de cas-
los mecanismos de defensa. permitiría poner en marcha los me- tración, etc. Glover consideraba que
En relación con la primera hipó- canismos de defensa. Así, la ansie- existen angustias primitivas (orales
tesis, Freud (1894), cuando mante- dad sería la causa más que el resul- y anales) de carácter más psicótico
nía el llamado modelo económico tado de la represión. Sin embargo, que la angustia de castración y que
del psiquismo, consideró que la neu- tan tarde como en 1926 (Inhibición, comprometen el «sentido de reali-
rosis de angustia sería causada por síntoma y angustia) afirmó que la dad».
una insatisfacción de la libido que, neurosis de angustia podría depen- Para Otto Fenichel (1957), la
al no encauzarse naturalmente en el der de la transformación de la libido descarga de angustia iría ligada a
acto sexual (por abstinencia o coitus no utilizada. una pérdida de control del yo por
interruptus), derivaría hacia la for- Apartándose de la clasificación debilitamiento del mismo. El yo se
mación de angustia. Hacía así una de las neurosis de Pierre Janet, que defendería de la angustia bloqueán-
descripción etiológica de la angus- distinguía principalmente dos cate- dola, acelerando o retardando su sa-
tia, recogiendo, de alguna manera, gorías (la histeria y la psicastenia), lida mediante mecanismos, como
las concepciones de la llamada «teo- las clasificó en neurosis actuales y transformación del afecto, desplaza-
ría espinal de la neurosis», que su- en psiconeurosis. Una neurosis ac- miento, negación, aislamiento y pro-
ponía la existencia de trastornos tual (Aktuel neurose) se originaría a yección. El yo sano se diferenciaría
funcionales en la médula espinal. El partir de los factores antes mencio- del enfermo por su capacidad de
proceso sería, pues, biológico, pero nados (continencia o eyaculación prevenirse ante un avasallamiento a-
las consecuencias, psicológicas. En precoz), presentes en la existencia fectivo en las señales de angustia,
este sentido, fue un precursor de las contemporánea del paciente. Distin- utilizando los afectos de una forma
modernas concepciones sobre las guió, entre ellas, la neurosis de an- racional.
bases bioquímicas de la angustia. siedad y la hipocondría. En las que
Posteriormente, cuando defendió su llamó psiconeurosis, en cambio, ju- La angustia según los primeros
segundo modelo del aparato psíqui- garían un papel central los fenóme- cismáticos freudianos
co, Freud aceptó, sin embargo, que nos psicológicos de memorias y Los primeros psicoanalistas disi-
el mencionado bloqueo de la descar- emociones provinientes de situacio- dentes de Freud desdibujaron el pa-
ga libidinal podría ocurrir por cau- nes pasadas. Describio, entre ellas, pel jugado por la percepción de las
sas no físicas, sino psíquicas, a con- la neurosis histérica, la neurosis ob- pulsiones libidinosas en la génesis
secuencia de la represión de pulsio- sesivocompulsiva y la que denomi- de la angustia.
nes libidinales inaceptables. nó histeria de angustia, posterior- Así, para Adler (1928-1937), la
Por otra parte, Freud, en su Pro- mente llamada neurosis fóbica. Las angustia de castración no seria sino
yecto (1895), aceptó que además de neurosis actuales no serian suscepti- la angustia ante la inferioridad que
la mala descarga de la sexualidad, el bles de ser psicoanalizadas y, en ésta representa. El niño se da pronto
hambre y la dificultad de respirar cambio, si las psiconeurosis. cuenta del efecto que su angustia
(presente en el acto de nacer) po- Algunos seguidores de Freud de- produce en su madre y en el am-
drían ser estímulos que sobrepasaran sarrollaron sus concepciones, aun- biente en general y aprende a utili-
la capacidad de elaboración del niño que sin aportar datos realmente ori- zarla para dominar.
y le produjeran angustia. Siendo el ginales. Para Jung (1916), la angustia
niño dependiente de la madre, se Wilheim Reich (1942), en la lí- provendría de la tendencia del hom-
produciría una ansiedad ante la se- nea de las primeras explicaciones de bre occidental a sobrevalorar los as-
paración de ella que explicaría, por Freud sobre las neurosis actuales, pectos racionales en detrimento de
ejemplo, como dice en los Tres en- consideró la angustia como conse- los irracionales, lo que llevaría a una
sayos (1905), su miedo a la oscuri- cuencia de un trastorno del orgasmo pérdida de contacto con lo animico.
dad. Fue luego describiendo otras que provocaría un acúmulo de situa- Otto Rank (1923) vinculó la an-
causas de ansiedad además de la se- ciones nerviosas, y supuso que po- gustia a la sensación de ahogo res-
paración o pérdida de la madre: la dría captarse esa energía (orgón) piratorio que acompana al acto del
pérdida del pene, la pérdida de la- con propósitos terapéuticos. Sus nacimiento. lo que habla sido ya co-
mor del objeto y la pérdida del amor concepciones persisten hoy en ten- mentado por Freud. Todo niño expe-
del superyo. Se tratarían de traumas, dencias psicoterápicas discutibles, rimenta angustia en determinadas si-
peligros, que amenazarían la integri- como la bioenergética. tuaciones, como la oscuridad que re-
dad del yo. Algunos autores se interesaron presenta la situación intrauterina. La
Posteriormente, basándose en su por relacionar la angustia con las ansiedad del niño ante los animales
modelo estructural de 1923 (el Yo y distintas fases del desarrollo libidi- grandes se relacionaría con el temor
el Ello), Freud sustituyó la hipótesis nal descritas por Freud. Bergler y a ser devorado, volviendo así al in-
antedicha por la de la angustia como Eidelberg (1933) opinaron que la terior del cuerpo de la madre: la an-

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Etiología de la ansiedad

gustia ante los animales pequeños se Para Sandor Rado, que intenta la existencia. La ansiedad se recrea
relacionaría. dada la tendencia de compatibilizar el psicoanálisis con cuando se nace de nuevo, si por na-
estos animales a llevar una vida sub- el conductismo, la angustia es, como cer entendemos aquí pasar a realizar
terránea, con los espermatozoides para Freud, una señal de alarma de alguna posibilidad nueva que antes
que entran en el seno materno. En el que algo no va bien, aunque también no existía. Por eso, dicen los analis-
curso del desarrollo la angustia se cree que la angustia es una inunda- tas existenciales, la ansiedad es la
concentraría en los genitales que se ción del yo por el masoquismo, lo realidad de la libertad en estado de
relacionan con el nacimiento, por su que provoca una paralización del su- potencialidad anteriormente a mate-
importante función en la procrea- jeto. Intenta comprender la angustia rializar esa libertad. Sin libertad on-
ción, y especialmente en los genita- como una función de emergencia en tológica no hay ansiedad. Por otra
les de la mujer, tan estrechamente el sentido de los estudios fisiológi- parte, la ansiedad, para la escuela
ligados al trauma del nacimiento. cos de Cannon y de Seyle y ve las existencial, va íntimamente unida a
neurosis como la consecuencia de la culpabilidad. Esta sobreviene en
La angustia según los analistas funciones del yo desviadas por to- las personas que reniegan de esas
culturalistas mar falsas medidas en la función de potencialidades y renuncian a reali-
Los llamados psicoanalistas cul- emergencia. «La angustia seria un zarlas; también se trata de una cul-
turalistas desvalorizaron la impor- re-siduo permanente de la función pabilidad real y no de un sentimien-
tancia de los instintos y subrayaron de emergencia».. to de culpa. Lo mismo que la ansie-
la influencia de los factores socio- La función desagradable del do- dad normal ontológica, si no se
culturales en la génesis de la angus- lor, que todos los animales evitan, es quiere hacerle frente, puede conver-
tia. prototipo de los trastornos compor- tirse en ansiedad neurótica; la culpa-
Para Karen Horney (1942), la tamentales (neurosis). Ese dolor pre- bilidad, si no es aceptada, también
angustia normal se diferenciaría de conscientemente es la angustia y se convertirá en culpabilidad neuró-
la neurótica en que en esta última el conscientemente, el temor. tica.
peligro (ataque hostil del ambiente) Los analistas existenciales die-
que teme el individuo es oculto y ron sus versiones particulares sobre La angustia según Melanie Klein
subjetivo. Nuestra cultura ofrecería el fenómeno ansioso. Binswanger Entre los discípulos de Freud es,
cuatro vías de escapar a la angustia: (1922-1945), como él mismo dijo, sin duda, Melanie Klein quien pro-
racionalizarla. negarla, narcotizarla debió mucho a Freud en la conside- pone teorías más originales respecto
(como hacen los adictos) y evitarla ración de la angustia existencial y, de la ansiedad. Para ella, el yo inma-
(lo que produciría la inhibición a de hecho, siempre estuvo unido al duro del bebé está expuesto a la an-
sentir o hacer determinadas cosas). viejo maestro. aunque difiriera de él siedad provocada por la polaridad
Para Erich Fromm (1941), la an- en la reducción cientificonatural que innata de los instintos (de vida y de
gustía provendría de experiencias de hacía Freud y que en Binswanger muerte). Cuando se ve enfrentado
abandono que recuerdan la primera era una reduccin fenomenológica y con la ansiedad del instinto de muer-
separación de la madre. Cuando la ontológica. Kierkegaard, en El con- te, el yó lo deflexiona y lo proyecta
angustia provoca la regresión a la cepto de la angustia (1844), expone parcialmente sobre el objeto, que es
dependencia se produciría la neuro- cómo la ansiedad potencial surge vivido luego por el bebé con ansie-
sis. siempre que hay libertad; esta ansie- dad persecutoria.
La ansiedad sería para Sullivan dad es normal y surge ante la rea- Distingue esta autora (según H.
(1942-1946) lo opuesto a la euforia lización de posibilidades («la verdad Segal) tres tipos de ansiedad:
y provendría de la imposibilidad de sólo tiene lugar cuando se pasa a la – Ansiedad paranoide: como re-
lograr seguridad y del temor a la de- acción», dice). Como el sentimiento sultado del juego de proyecciones e
saprobación. de «sí-mismo» sólo se adquiere a- introyecciones que el bebé vive ya
vanzando (creando. yendo hacía lo desde su nacimiento; la angustia por
La angustia según otros nuevo y rompiendo con lo viejo), el instinto tanático se siente como
psicoanalistas heterodoxos cuando no se avanza viene la ansie- una amenaza proveniente del exte-
Para Harald Schutz-Hencke dad neurótica. rior, como la persecución con un ob-
(1940), la angustia es el constante a- Para Binswanger y el análisis jeto altamente peligroso. La ansie-
compañante de la inhibición. La an- existencíal, la ansiedad es la expre- dad se refiere en esa situación, lla-
gustia se originaría al bloquear e in- sión de la amenaza inminente de no mada posición esquizoparanoide, a
hibir lo expansivo de cualesquiera ser. Comienza cuando el individuo que ese objeto perseguidor pueda a-
de las etapas de desarrollo, lo que se da cuenta de que puede hundirse niquilar al yo y al objeto ideal.
daría a la angustia aspectos diferen- y convertirse en nada. La ansiedad – Ansiedad depresiva: en la po-
tes desde el punto de vista clínico, es ontológica, pero el miedo no. sición depresiva, cuando el bebé
así como a las defensas consiguien- Siempre que hay ansiedad hay un percibe el objeto como total y viven-
tes. Hencke se ocupó de cómo la an- conflicto interior, justamente el que cia su propia ambivalencia, se pro-
gustia puede somatizarse y dedicó señalaba Kierkegaard del enfrenta- duce ansiedad motivada por la posi-
parte de su vida a estudiar los que miento con la aparición de alguna bilidad de que la propia agresión ha-
llamó «correlatos de simultaneidad». potencialidad o posibilidad de llenar ya aniquilado el objeto bueno.

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– Ansiedad de castración: se o- ud, con el de ansiedad psicótica in- ante peligros externos.
rigina como consecuencia de la pro- troducido por Klein. Este último tér- – Ansiedad «neurótica», la que
yección que realiza el niño de su a- mino hace referencia a lo inapropia- surge ante peligros internos, pero
gresión sobre el objeto. Es principal- do de la ansiedad en relación con la que algunos autores utilizan para de-
mente paranoide, pero puede tener realidad externa, y se refiere a las signar todas las anteriores, exclu-
elementos depresivos, como el te- ansiedades experimentadas por el yendo la «primaria». y la «paranoi-
mor a perder el pene como órgano niño en los primeros meses de vida de» y. a veces, la «depresiva».
de reparación. en las posiciones esquizoparanoides – Ansiedad «psicótica», con la
y depresivas. El concepto hace sólo que los autores se refieren general-
Origen, significado y función de la una referencia modélica a la psico- mente a la ansiedad «primaria», la
angustia en S. Freud y en M. Klein patología del adulto, en el sentido «paranoide» y a veces la «depresi-
De Bianchedi y cols. (1988), en que si un adulto tuviera sentimientos va» y en ocasiones aquella que pro-
una reciente investigación sobre las persecutorios, mecanismos de de- duce amenazas a la identidad propia.
teorías de la ansiedad en S. Freud y fensa esquizoides o la convicción de Los conceptos de ansiedad «ge-
M. Klein, subrayan que Freud atri- que el objeto amado ha desapareci- neralizada» o «libre flotante» y el de
buye a la angustia un doble origen, do para siempre sólo porque está ansiedad «aguda». o «crisis de páni-
biológico («económico»: descarga fuera de su visión, podría, sin duda, co» se refieren en psicoanálisis a
de displacer) e histórico (en relación ser etiquetado de psicótico. formas de presentación de ansiedad
con una huella mnésica), mientras «señal».
que para M. Klein el origen de la Formas de ansiedad actualmente
ansiedad subyace en el conflicto en- distinguidas por la literatura
tre los instintos de vida y de muerte. psicoanalítica ESTRES Y ANSIEDAD
Según los autores citados, la an- Si. tras la consideración de la Diferencias terminológicas
gustia automática desarrollada en evolución histórica de los conceptos
una situación traumática no tiene sobre ansiedad, intentamos sintetizar La relación entre estrés y ansie-
significado psicológico y es, sólo en los distintos adjetivos con que en la dad parece ser tan evidente que en
la transición de la angustia automá- actualidad se pretende designar sus ocasiones ambos términos se utili-
tica a la angustia señal, cuando se diversos tipos, tendríamos, siguien- zan prácticamente como sinónimos.
desplaza hacia las condiciones que do básicamente a Rycroft (1986). las Hay, sin embargo, diferencias que
la determinan (pérdida de objeto, siguientes variedades, que provienen conviene resaltar antes de ahondar
pérdida del amor del objeto, castra- de los distintos autores antes cita- en los puntos comunes.
ción, etc.). adquiriendo entonces un dos: Estrés es un término multiuso,
significado psicológico. Por su par- – Ansiedad «automática» o que se aplica indistinta y simultá-
te, en la obra de Klein no encuentran «primaria» (respuesta del yo ante el neamente a una situación o circuns-
estos autores un concepto semejante acúmulo de estímulos) que es la e- tancia externa, y a la respuesta del
al de la ansiedad automática de Fre- moción que acompana a la disolu- organismo frente a ella. Los oríge-
ud, teniendo la ansiedad. incluso en ción del yo y que aparece en las pe- nes de esta confusión son históricos
el niño recién nacido, un significado sadillas. y se relacionan con las distintas de-
que le hace equiparable a la ansie- – Ansiedad «señal», mecanismo finiciones de estrés propuestas por
dad señal de Freud. de alerta del yo frente amenazas de Cannon y Selye. En 1911, cuando
Bianchedi y cols. consideran que su desequilibrio que pudieran provo- Cannon descubre la estimulación
para Freud las funciones primordia- car ansiedad «primaria». emocional de la secreción meduloa-
les de la ansiedad son el favorecer la – Ansiedad de «castración» pro- drenal y delimita la reacción de lu-
autopreservación, la adaptación psi- vocadas por amenazas reales o ima- cha o huida, denominó «stress» a los
cológica e incluso la estructuración ginarias a la función sexual y que estímulos capaces de desencadenar
del aparato psíquico (al facilitar, en muchos psicoanalistas, por influen- dicha reacción. Más tarde, al descri-
la renuncia edípica, la formación del cia de los culturalistas, amplían a los bir el concepto de homeostasis, si-
super-yo). En cambio, para M. Klein temores a daños corporales o a la guió utilizando el término stress pa-
la ansiedad es un «motor del desa- pérdida de status. ra designar aquellas influencias del
rrollo», una base necesaria para la – Ansiedad de «separación», medio que exigen un esfuerzo inha-
formación de símbolos y para la fan- por temor a la separación de los ob- bitual de los mecanismos homeostá-
tasía. Para Freud, la aspiración a la jetos que se consideran esenciales ticos encargados de mantener la
normalidad pasa por la reducción al para la supervivencia. constancia del medio interno y defi-
mínimo de la angustia, mientras que – Ansiedad «depresiva», provo- nió el «critical stress», o el estrés
en la teoría kleiniana lo que importa cada por temor a la hostilidad propia crítico, como el máximo nivel de es-
es su transformación cualitativa. hacía los objetos buenos. trés que el organismo puede neutra-
Finalmente comparan el término – Ansiedad «paranoide» o «per- lizar, a partir del cual aparecen ya
de ansiedad «hipocondríaca» (por la secutoria», provocada por el temor a manifestaciones patológicas postes-
acumulación de la libido narcisistica ser atacado por los objetos malos. trés.
en las parafrenias), creado por Fre- – Ansiedad «real» u «objetiva» La otra visión del estrés se inicia

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Etiología de la ansiedad

en 1936, con Hans Selye y sus tra- sus estudios sobre la angustia Pero si la situación experimental-
bajos sobre el «síndrome general de (1986), llega a la conclusión de que mente creada es otra, tal como de
adaptación». Selye defnió estrés co- «el concepto de angustia en psico- enfrentamiento o entusiasmo, las re-
mo «la respuesta inespecífica del or- patología es equívalente al de estrés acciones emocionales más probables
ganismo ante toda demanda hecha en fisiopatología». De hecho, Engel no serán de angustia, sino, respecti-
sobre él» y dedicó buen número de (1962) define «estrés psicológico» vamente, de agresividad o de eufo-
investigaciones a demostrar la clási- como «todo proceso, originado tanto ria. De manera similar, en nuestros
ca tríada fisiológica (ulceraciones en el ambiente exterior como en el estudios sobre pautas de reactividad
gástricas, atrofia del timo y ganglios interior de la persona, que implica al estrés en más de mil sujetos, sólo
linfáticos e hipertrofia corticosupra- un apremio o exigencia sobre el or- el 35 % describen la experiencia psi-
rrenal) ante los más diversos tipos ganismo y cuya resolución o manejo cológica de ansiedad como una de
de injuria. requiere el esfuerzo de los mecanis- sus reacciones características, aun-
Algunos años más tarde, Mason mos psicológicos de defensa antes que bien es verdad que la inmensa
puso en duda la famosa «inespecifi- de que sea activado cualquier otro mayoría presenta alguna de las ma-
cidad» de Selye, demostrando de sistema». Desde Freud sabemos que nifestaciones vegetativas que se han
manera bastante convincente que la la función esencial de los mecanis- considerado como concomitantes de
actividad endocrina característica mos psicológicos de defensá es la angustia (González de Rivera,
del estrés es secundaria a la reacción prevenir la experiencia de angustia, 1989a).
emocional ante la injuria o demanda impidiendo el acceso a la conciencia
excesiva, o sea, es en cierta manera de representaciones mentales con- Estrés y trauma psíquico
específica a estímulos emocionales, flictivas. El estrés psicológico es.
lo mismo que la reacción de lucha o por tanto, simplemente toda circuns- Intimamente relacionado con el
huida. La situación se complica tancia que reactiva conflictos inter- estrés psicológico es el concepto de
cuando otros investigadores poste- nos, incrementando la predisposi- trauma psíquico, que ya desde Freud
riores demuestran que la ausencia de ción a experimentar angustia. La re- (1916) se conoce como «una expe-
estimulación también puede desen- lación entre las variantes psicológica riencia que, en un corto lapso de
cadenar una reacción de estrés. Si- y fisiológica del estrés es muy im- tiempo, produce una sobrecarga de
guiendo esta línea de razonamiento, portante desde el punto de vista de excitación neuronal. que no puede
he formulado en otro lugar la «ley la medicina psicosomática, donde ser disipada de la manera habitual,
general del estrés» que puede enun- existe bastante evidencia de que la dando como resultado alteraciones
ciarse así: «Cuando el grado de esti- respuesta fisiológica es tanto más permanentes en la distribución de la
mulación ambiental supera o no lle- patológica cuanto menor sea la par- energía psíquica». Aunque los efec-
ga a los niveles en que el organismo ticipación psíquica en la adaptación tos del trauma psíquico y sus secue-
responde con eficacia idónea, el in- ante el estrés. De ahí la clásica ob- las pueden traducirse en la más va-
dividuo percibe la situación como servación de Silverman (1970), se- riada psicopatología, se reconoce
nociva. peligrosa o desagradable, gún la cual cuando un sujeto deja de actualmente una categoría nosológi-
desencadenando una reacción le lu- experimentar angustia u otra emo- ca específica, el «síndrome de estrés
cha-huida y/o una reacción de es- ción fuerte ante situaciones de es- postraumátíco», que se corresponde
trés, con hipersecreción de catecola- trés, es probable que surja una pato- a lo que antiguamente se denomina-
minas y cortisol» (González de Ri- logía somática. ban «neurosis de guerra» o «neuro-
vera, 1980). Implícito a esta ley es Sin embargo, hay que ser cautos sis traumáticas». El DSM-III inclu-
el concepto de que el organismo está a la hora de identificar estrés y an- ye este cuadro dentro de la clasifica-
naturalmente adaptado para respon- siedad como fenómenos unívocos. ción de trastornos de ansiedad y
der a un cierto grado de exigencias Aunque la ansiedad es uno de los considera que los elementos esen-
ambientales. Tanto si dichas exigen- acompanantes característicos de las ciales del síndrome son: la tendencia
cias son excesivas como si son insu- alteraciones endocrinas de la res- a revivir la experiencia del trauma,
ficientes, el funcionamiento adecua- puesta al estrés, no es la única ni es el desinterés y extrañamiento del
do de los procesos fisiológicos sólo exclusiva. Siguiendo, independien- mundo externo y una multitud de
puede mantenerse mediante un es- temente, un camino inverso al de síntomas de tipo disfórico y vegeta-
fuerzo extra de los mecanismos ho- Cannon, Maranón y Sachter estudia- tivo. La ansiedad se presenta con
meostáticos reguladores. ron el efecto emocional de la admi- frecuencia ante las repetitivas intru-
nistración de adrenalina, llegando siones obsesivas referentes al suceso
Componentes biológicos y ambos a la conclusión de que el tipo traumático o ante la exposición a si-
psicológicos de respuesta depende del marco tuaciones u objetos que por asocia-
Aunque el enfoque general de cognitivo en que se encuentre el su- ción lo recuerdan.
los estudios sobre el estrés se man- jeto. Si experimentalmente se crea Otros síntomas característicos
tiene generalmente en el plano bio- una situación de expectativa ante lo del síndrome, como la tendencia al
lógico, las similitudes y relaciones desconocido tras la administración sobresalto con su acompanamiento
con la esfera psicológica son tan e- de adrenalina, la ansiedad será la vegetativo, se encuentran también
videntes que López Ibor, en uno de respuesta emocional más probable. con frecuencia en otros síndromes

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J. Mariano Galletero y Cols.

de angustia. dores en distintos tipos de patología, rés en esta línea son los trabajos de
A diferencia del estudio de los consiste en la observación de que Faravelli (1985), que, a diferencia
efectos patógenos del estrés, consi- sujetos enfermos presentan un ma- de lo habitual en estudios sobre a-
derado como un trauma intenso y yor acúmulo de acontecimientos y contecimientos vitales, referidos por
único, la línea de investigación so- cambios vitales en los meses ante- lo general al año previo al inicio del
bre sucesos vitales, iniciada por riores al inicio de la enfermedad, cuadro clínico, investiga la influ-
Holmes y Rahe, otorga potenciali- comparativamente con la población encia de cambios vitales acaecidos
dad patógena relativa a los más mí- general. Aunque ha sido particular- muchos años antes, durante la infan-
nimos cambios o acontecimientos en mente estudiado en relación con pa- cia dei sujeto. En uno de sus prime-
la vida del sujeto, los cuales, de ma- tología orgánica y con la depresión, ros trabajos en esta línea, Faravelli
nera aditiva, van sobrecargando los el efecto sucesos vitales también pa- demuestra la presencia en adultos
mecanismos homeostáticos y de de- rece darse en los síndromes clínicos agorafóbicos con ataques de pánico
fensa, incrementando la susceptibili- de ansiedad. Así, Roy-Byrne (1986) de mayor acúmulo de acontecimien-
dad a enfermar. Esta línea de traba- ha demostrado que pacientes con tos vitales traumáticos en la infancia
jo, una de las más prometedoras pa- síndrome de pánico presentan un que sujetos normales, especialmente
ra la investigación de la influencia mayor acúmulo de sucesos vitales separación de la madre y divorcio de
de los factores psicosociales de es- en los doce meses previos al inicio los padres, siendo los sucesos ocu-
trés en la predisposición a enfermar, del cuadro, en comparación con rridos en edad anterior a los cuatro
se revisa en una publicación reciente controles sanos, mientras que Blazer años más frecuentes en los enfermos
(González de Rivera, 1989b). El (1987) describe hallazgos similares que en los controles sanos.
«efecto sucesos vitales», puesto de en pacientes con trastorno de ansie-
manifiesto por numerosos investiga- dad generalizada. De particular inte-

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