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SERIE DE COMPENDIOS SCHAUM TEORIA Y PROBLEMAS DE GEOMETRIA PROYECTIVA POR FRANK AYRES, JR., Ph.D. Profesor y Jefe del Departamento de Mateméticas Dickinson College ‘Traduecién y adaptacién AMAURY LLAMAS JIMENO Y CAMPO ELIAS VELOZA CANTOR Profesores de Matemética de la Universidad Nacional de Colombia y Pontificia Universidad Javeriana, Bogoté LIBROS McGRAW-HILL MEXICO PANAMA NEW YORK LONDRES TORONTO SIDNEY JOHANNESBURG DUSSELDORF SINGAPUR RIO DE JANEIRO Registrado © por Libros McGraw-Hill de México, S.A. de C.V. Derecho de propiedad Registrado.en 1971 © por McGraw-Hill, Inc. ‘Todos los Derechos Reservados. Impreso en Colomt Queda terminantemente prohibido reproducir este libro total o parcialmente sin permiso expreso de os editores. 91527 ‘Traducido de la primeta ediciéa del original publicedo en inglés Copyright© 1970 por McGRAW-HILL BOOK COMPANY, INC. USA. 1234567890- Cy C -1971 0987654321 IMPRESO EN COLOMBIA PRINTED In COLOMBIA min Prélogo El propésito de este libro es el de proporcionar un primer curso de geometria proyectiva para estudiantes no graduados en mateméticas y para los futuros profesores de geometria en la escuela secundaria. Para los primeros, el libro da una introduceién del importante concep- to de espacios proyectivos; para los dltimos, se introduce una geometria més general en la que, por especializacién propia, se obtiene la geometria métrica familiar. Ya que aqui se con- sideran solamente las geometrias reales de una y dos dimensiones, todo teorema se puede ilus- trar por un diagrama para el que se necesita tnicamente una regla para su construecién. E| capitulo 1 empieza con un breve tratado de la geometria de Euclides y sus geometrias asociadas. La parte de esta geometria que trata tinicamente con la incidencia de puntos y It- neas es llamada proyectiva. La proyectiva plana se obtiene por modificaciones convenientes del plano fundamental de la geometria euclidiana, En los capitulos 1-6 y 8-12, el lector encon- trard las proposiciones bésicas de la geometria proyectiva plana desarrolladas en su totalidad por métodos sintéticos. En el capitulo 7 se da una aproximacién axiomética. En el momento de dar modelos pa- ra los axiomas, se introducen ciertas geometries proyectivas finitas. Ya que esto conduce even- tualmente a la geometria de puntos definidos por una tripla de nimeros reales tratada en el capitulo 15, la lectura de este capitulo se puede posponer hasta dicho momento. En el capitulo 13 el procedimiento se invierte. Tomando el plano proyectivo como fun- damental, se hacen modificaciones para obtener el plano afin en el que reaparecen las lineas paralelas. En el capitulo 14 se hacen modificaciones adicionales para definir lineas perpendi- culares y de este modo se puede regresar al plano métrico. Un hecho de interés, observado qui- 24 desde el primer momento por el lector, es que la mayoria de las geometrias con las cuales 41 esté familiarizado dependen més del paralelismo que de la perpendicularidad. Se debe no- tar ademés la gran variedad de teoremas métricos que a menudo se deducen de un solo teo- rema proyectivo. En Los capitulos 15-17 se introduce al lector en los métodos analiticos en geometria proyec- a. En estos capitulos se supone un conocimiento del algebra de matrices. Para quienes de seen un breve repaso, el apéndice seré de gran ayuda. Los capitulos finales 13-14 son paralelos. Empezando con el conjunto de todas las trasfor- maciones proyectivas del plano en s{ mismo, el lector es Hevado por pasos sucesivos a los mo- vimientos rigidos familiares de la geometria analitica plana, El autor desea aprovechar esta oportunidad para expresar su gratitud hacia el cuerpo de la compafifa de publicaciones Schaum por su espléndida cooperacién, FRANK AYRES, JR, Capitulo 1 TABLA DE MATERIAB Pagina INTRODUCCION Geometria evclidiana. Geometria proyectiva, Expacio proyectivo, Principio de dua- lided. La linea proyectiva. Haces perspectivos en un plano. Haces proyectivos en un plano, Teoremas sobre proyectividades. Capitulo 2 RELACION DOBLE DE CUATRO ELEMENTOS. . Relacién simple de tres elementos. Razén doble en el plano euclidiano. La invariancia de la raz6n doble. Las veinticuatro relaciones dobles. Relacin dable como propiedad royectiva, 19 Capitulo B TEOREMA DE LOS DOS TRIANGULOS DE DESARGUES Configuraciones planas. Configuraciones en ol espacio. Configuracién de Desargue: ‘Teorema de los dos triingulos de Desargues. Perspectividades sucesivas. Cuadringu- los perspectives. Conjuntos cuadrangulares 30 Capitulo 4 CONJUNTOS ARMONICOS................. Conjuntos arménicos de puntos y lines. Propiedades arménicas de un cuadrdngulo completo. Red arménica sobre una lines proyectiva. Red arménica sobre une linea extendida, 45 Capitulo 5 PROYECTIVIDADES ............-..-. Provectivdadesy configuracin de Pappus. Proyectvidad entre haces superpuestos Proyectividades hiperbélieas y parabélicas. Conjuntos cusdrangulares. 55 Capitulo 6 INVOLUCIONES . Definicidn, Blementos dobles. Pares de involuciones. 65 Capitulo 7 AXIOMAS PARA LA GEOMETRIA PROYECTIVA PLANA . - Introduccién. Axiomas iniiales. Bl principio de dualidad. El némero de puntos sobre tuna lina, Consistencia de los axiomas. Axiomas adicionales, 72 Capitulo 8 CONICAS PUNTUALES Y CONICAS TANGENCIALES Introduecién. Le eSnica pantual. La e6nica por lines, B3 Capitulo 9 POLOS Y LINEAS POLARES .. . . Ls lines polar. Relaciones entre edni puntual y nica tangencal, Contrucién Ge polos y ineas polares. Puntos y lines conjugados. Tridgulos auto-polares. 90 Capitulo 10 TEOREMAS DE PASCAL Y BRIANCHON . . . ‘Teorema de Pascal. Teorema de Brianchon. Casos especiales del terema de Pascal Casos especiales del Leorema de Brianchon. Los teoremas reciprocos. n-puntos y li. = 102 Capitulo 11 ‘TABLA DE MATERIAS. TEOREMA DE LA INVOLUCION DE DESARGUES Introduccién. Involuciones determinadas por una cénica, Teorema de De 08 especiales del teorema de Desargues. Haces eu de los nueve-puntos. Capitulo 12 HACES DE PUNTOS Y LINEAS SOBRE UNA CONICA .. . 118 Definiciones. Dos haces proyectivos sobre una c6nica. Construccién de Steiner. Invo- luciones sobre una eénice. Conjuntos arménicos sobre una cénica, Capituto 13 GEOMETRIA AFIN PLANA oe ve 128 Iniroducci, Lines paella. Segmenton congrentes, Punto medio de un segmen- to. Longitud. Cénices. Centro y didmetros. Construcciones. Didmetros conjugados. Hipérbolas. Capitulo 14 GEOMETRIA EUCLIDIANA PLANA . . . . 442 Introduccién, Lineas perpendiculaes. Citculos. Segmentos congruentes. Angulo. Bi- sectores de éngulos. Bjes de una eénica. Focos y directrices de una eénica, Capitulo 15 GEOMETRIA ANALITICA PROYECTIVA . . . 2. 155 Introduccién, Definiciones. Puntos colineales y Kineas coneurrentes, Haces de puntos 1 lineas, Demostraciones analiticas. Razén doble. Proyectividades. Seperacién, Capitulo 16 SISTEMAS COORDENADOS Y TRASFORMACIONES PROYECTIVAS Introduecién. Coordenadas proyectivas proyectivas en una dimensién, Proyectividades sobre una linea, Coordenadas no ho- ‘mogéneas. Involuciones sobre una linea, Provectividades sobre una lines. Coord das homogéneas. Coordenadas homogénees de un punto en el plano. Relacién entre las eoordenadas absolutas y relativas, Coordenadas relatives a dos sistemas coorde rnados. Trasformaciones proyectivas en el plano. Forma canénica de una colineacién, Homologias planas y elaciones, Correlaciones. . 168 Capitulo 17 LA CONICA . : ‘ {La e6nicn puntuel. Cénices puntuales y sus lines tangentes La cénicatangencial Lineas'polarée y polos. Cénieas puntuales, Polos y lineas polarea, Cénicas tangencia- les. Eeuaciones de una eénica. Cénicas degeneradas. Pares de cbnicas, Haz cuadran- ‘gular de cénicas. Haces de cénicas =. 198 Capitulo 18 GEOMETRIA PROYECTIVA, AFIN Y EUCLIDIANA . . . 219 BI grupo preyectivo. Subgrupos del grupo proyective. Geometra afin. Sistema de coordenadas. Las trasformaciones afines. Geometria plans euclidiana, Longitudes Angulos. Medida de un éngulo. Resumen. APENDICE ALGEBRA MATRICIAL .- 0.2.2... 229 Definiciones, Suma de matrices. Multplicacin de matrices, Agunos tos de mtr ces, Determinante de una matriz cusdrada, Teasformaciones elementales sobre una atria. Sistema de ecuaciones lincules. Matrices euadradas singulares y no singula- res. Inversa de una matriz cuadreda. La traspuesta de una matriz, Rango de una matria. Adjunto de una matriz cuadrada. Eeuaciones y raices caracteristicas. Ma- trices simétzicas. Matrices INDICE... Rad Capitulo 1 Introduccién GEOMETRIA EUCLIDIANA Hasta el afo 600 a. de C., la geometria consistié principalmente de una coleccién de reglas para hallar éreas y volimenes. Estas reglas, junto con ciertos hechos relativos a tridngulos, cfreulos,..., tan desarrollados por babilonios y egipcios, estén basados solamente en experien- cias y observaciones. El periodo del aio 600 ai 300 a. de C., cubre de un modo general el origen y decadencia de la cultura griega clésica. Esta cultura, con su énfasis sobre razonamientos deductivos y conocimiento de su propia causa, cambié completamente la naturaleza de la ‘matemética y, en particular, el papel de la geometria. Ante todo, la matemética era abstracta. Por ejemplo, mientras que para los egipcios una linea era una cuerda tensa, para los griegos las palabras punto, linea, tridngulo, efrculo,...., venian a ser conceptos mentales representados por objetos fisicos apropiados. En segundo lugar, los griegos interpretaban en términos de geo- metria a la aritmética y el dlgebra. Un nimero, por ejemplo, era una longitud; el producto de dos miimeros era el érea de un recténgulo; el producto de tres niimeros era un volumen (ain hoy hablamos de 9 como el cuadrado de 3, y de 8 como el cubo de 2); y las construcciones geo- métricas eran utilizadas para resolver ecuaciones. La deuda que la actual civilizacién tiene con los griegos por haber creado la matemética abstracta es inmensa. Debe sefialarse, sin em- bargo, que la conversién a la geometria de la aritmética y el dlgebra fue desafortunada. Ahora regresamos a Egipto donde Euclides, un profesor de matemética en la Universidad de Alejandria, después de seleccionar diez. axiomas (también hace uso de otras suposiciones no planteadas explicitamente), pudo en sus Elements deducir todos los resultados importantes del periodo clisico griego. Mucho del material incluido por Euclides nos es muy familiar ya que, con sélo unas pequefias modificaciones, constituye la geometria plana y del espacio co- rrespondiente a nuestro nivel de estudios secundarios. Tenemos solamente que recordar al- gunos teoremas para hacer ver que lo esencial de la geometria es la nocién de medida —la longitud de un segmento de linea, la medida de un dngulo,..... Fue entonces una geometria de toque, como ser evidente brevemente, no siempre de perspectiva. La grandeza de la obra hecha por Buclides vino a ser aparente al ponerse de presente que los teoremas por él incluidos fueron el producto de varias escuelas —la escuela jénica por Ta- les, la escuela pitagérica en Italia Meridional y la escuela establecida por Platén en Atenas— Io mismo que de individualidades, cada una usando axiomas de su propio agrado. El primer trabajo era entonces seleccionar un conjunto adecuado de axiomas que fueran universalmente aceptables. Se anota que Euclides no planteé explicitamente todas sus suposiciones. Entre las no planteadas estan: Una linea que contiene el vértice A y un punto interior P de un tridngulo ABC tam- bién contiene un punto D del segmento de linea BC. En el plano determinado por un punto Py una linea p, existe por lo menos una linea que pasa por Py es paralela a p. La exclusién de la primera de estas suposiciones fue probablemente por considerarla de- masiado obvia para ser digna de nota, La omisién de la segunda no puede ser explicada tan simplemente y es, en verdad, indicativa de una caracteristica del griego a través de los tiem- pos porque, aunque Euclides supuso en este segundo axioma la extensién de un segmento de 1 2 INTRODUCCION (CaP. 1 linea en ambas direcciones y en la medida que uno escoja, usé el axioma cautelosamente en el sentido en que extendié un segmento de linea tanto como fue necesario para el problema en mano. Asi, de conformidad con la filosofia griega, la cual evita el infinito, Euclides centra su atencién sobre segmentos de linea y evita consideraciones de una linea en su totalidad. Co- mo un resultado est4 su quinto axioma, Si una linea p interseca dos lineas r y s de tal manera que la suma de los éngulos in- teriores sobre el mismo lado de p es menor que dos dngulos rectos, entonces las lineas r y « se intersecan sobre ese mismo lado de p. el cual, junto con los otros axiomas y tacitas suposiciones implica el conocido ‘Axioma de paralelismo: a través de todo punto P que no esta sobre una linea dada p, existe en el plano determinado por Py p una y solamente una linea paralela a p. axioma que plagé de geémetras los dos mil aiios siguientes. Durante este periodo fueron hechas inumerables pruebas, ya sea para obtener el axioma como una consecuencia de los otros, 0 remplazarlo por uno mds simple. Hasta mitad del siglo XVII, los mateméticos empezaron a sospechar que podian existir geometrias en las cuales el axioma de paralelismo no se cum- plia. Este hecho fue finalmente establecido a principios del iiltimo siglo cuando Bolyai y Lo- batchevski, independientemente, crean una geometria consistente por si misma, en la cual esencialmente “una y s6lo una linea” en el axioma de paralelismo, se remplaza por “més de ‘una linea” y, pocos afios més tarde, Riemann crea otra en la cual “una y sélo una linea” se remplazé por “ninguna linea”, Estas son las, asi llamadas, geometrias métricas no eucli- dianas, Hoy se reconoce que existen muchas geometrias; en particular, existe una geometria no métrica en la cual el paralelismo no desempefia ningin papel. Un teorema tipico de esta geo- metria, (Fig. 1-1) Si Ai, A, Asson puntos distintos sobre una recta r y si Bi, Br, Bs son puntos distintos sobre otra linea s, que interseca a r en el punto O, entonces los puntos de inter- seccién C, de AyBy y AsBz, Cz de A\By y AsB,, Cy de A:By y AxBy son co- lineales (es decir, estén sobre una misma linea). fue dado por Pappus en el siglo tercero después de Cristo. Siendo probado por medio de méto- dos euclidianos, el teorema fue simplemente agregado a las proposiciones de la geometria de Enclides. Bs claro, sin embargo, que este teorema, constituido sélo por uniones de puntos e in- tersecciones de lineas, es de un carécter muy diferente del teorema tipico de la geometria pla- na. Sin embargo, sélo en el siglo XVI fueron establecidos los principales teoremas de esta geometria, y no antes de la mitad del siglo XIX la geometria fue completamente libre de las, nociones métricas. Ay ey a . Fig. 11 GEOMETRIA PROYECTIVA Anteriormente se hizo observar que la geometria de Euclides no es siempre la geometria de la perspectiva; por ejemplo, nunca vemos Iineas paralelas. Si uno se sitia en medio de los rieles de una via férrea en linea recta, parece que los rieles se encontrasen en un punto en él CaP. 1] INTRODUCCION 3 horizonte, Ademés, si se usa una cémara fotogréfica, la fotografia resultante mostrard el mis- ‘mo fenémeno. Nuestro interés, de ahora en adelante, estard centrado en la geometria de esa fotografia, Hamada geometria proyectiva. ‘Al tomar una fotografia, la cémara (en efecto), une cada punto A dentro de su radio de accién a un punto P en el lente por medio de una linea recta, es decir, prayecta cada punto A desde P y entonces corta las lineas resultantes por un plano x, la pelicula. A cada punto A en su radio de accién le corresponde un tinico punto A’, la interseccién de la linea APy x, en el corte. También, a cualquier linea q que contiene al punto A pero no a P, le corresponde en el corte una linea q' que contiene a A’. Esto sigue del hecho de que el punto P forma con la linea qun plano, el cual a su vez, intersecta ax en la linea q’. Supongamos ahora que la imagen de nuestra fotografia consiste de un par de segmentos de linea que se intersectan y un circulo dibu- jado sobre una pared. Por motivos précticos, el tamafio de cualquier imagen aparece dismi- nuido en la fotografia. El punto importante es, sin embargo, que las longitudes de los segmen- tos de linea en la fotografia pueden ser variadas simplemente al cambiar la distancia entre la lente y la pared. Existen, ademés, otras deformaciones. Aunque la fotografia muestra un par de segmentos de linea que se intersectan, sus dngulos de interseccién generalmente serdn dife- rentes de los que aparecen en la imagen; también, el circulo en general apareceré como una elipse. En la geometria euclidiana, estudiamos longitudes de segmentos de linea y medida de Angulos ya que son invariantes (inalterados), bajo movimientos rigidos. Es claro ahora que estas nociones familiares no desempefiardn ningtin papel en nuestra nueva geometria. Debemos tener cuidado, por supuesto, en no dotar a la geometria proyectiva con algunas de las limitaciones de la cdmara. Por ejemplo, supondremos que todo punto del espacio, ex- ceptuando solamente el centro de proyeccién P, puede ser proyectado desde Py que el plano de corte puede ser cualquier plano x que no contenga a P. Generalmente tendremos la situacién que a cada punto A # P del espacio le corresponderé un tinico punto A’ en x. Hay excepeiones tales como, por ejemplo, cuando AP es paralela a x, no se puede obtener un A’ en x corres- pondiente a A, debido a ciertas caracteristicas del plano euclidiano. Recordemos que una Ii- nea p, que no esté en el plano x, ¢s paralela o intersecta a x en un punto. Supongamos que A es un punto que no tiene correspondiente en x. Sea x’ un plano que pasa por Ay no contiene a P, y sean r y s dos lineas cualesquiera distintas en x’ que se inter- sectan en A. Denotemos por r’ y s’ respectivamente, las correspondientes Iineas en x der y s cuando las proyectamos desde P. Ahora r’ y s” deben ser paralelas, ya que de otra manera su punto de interseccién seria el correspondiente de A. Ademés si intercambiamos los papeles de y=", encontramos que a las lineas paralelas r’ y s" en x les corresponden en +" las Iineas que intersectan ry s. Es claro ahora por qué las propiedades que se refieren a puntos o lineas que se intersee- tan, son invariantes bajo proyeccién y corte. Igualmente es claro que esta situacién se debe solamente a la existencia en el plano euclidiano de lineas y planos paralelos. Bxisten dos vias de escape de nuestra posicién: (1) Seguir el modelo establecido por Euclides al suponer un espacio que tiene precisamente las propiedades deseadas, (2) Empezar con el espacio euclidiano y de algin modo trasformarlo en otro, en el cual las nociones de paralelismo y métrica no estén completamente ausentes. Demoraremos el primer procedimiento, la aproximacién axiomética, hasta que tenga- ‘mos una mejor idea de lo que es la geometria proyectiva, es decir, de lo que son los invariantes de la geometria proyectiva. Siguiendo el segundo procedimiento, la importancia de nociones métricas puede ser de fécil euidado —simplemente ignoraremos todo de ellas— mientras que la cuestién de paralelismo seré eliminada at demostrar “intersecciones” entre lineas paralelas, planos paralelos, ete., del espacio euclidiano. : 4 INTRODUCCION (CAP. 1 ESPACIO PROYECTIVO ‘De la geometria de Euclides extraeremos las siguientes proposiciones: (a) Dos puntos distintos determinan una y s6lo una linea. (b) Tres puntos distintos no colineales, de la misma manera que una linea y un punto que no esté sobre la linea, determinan uno y sélo un plano. (c) Dos lineas coplanares distintas, es decir, dos Iineas distintas en un mismo plano se inter- sectan en un punto 0 son paralelas. (d) Una linea que no esté en un plano dado intersecta al plano en un punto o es paralela al plano. (e) Dos planos distintos se intersectan en una Iinea 0 son paralelos. Notese que estas proposiciones son completamente independientes de nociones métricas y s6- lo se refieren a la unién de puntos y a la interseccién de lineas y planos. Para la construccién de un espacio en la geometria proyectiva, nos proponemos adjuntar ciertos objetos al espacio euclidiano. Estos objetos no serdn definidos pero, con el objeto de dis- tinguirlos entre sf, los Hamaremos —punto ideal, linea ideal y plano ideal. Ademés, para que no haya posibilidad de confusién con los puntos, lineas y planos del espacio euclidiano, éstos serdn Ilamados, puntos ordinarios, lineas ordinarias y planos ordinarios del espacio ordinario. Los elementos ideales no tienen propiedades inherentes; para empezar, los dotaremos con propiedades tales que en el nuevo espacio, esto es, en el espacio proyectivo, podamos asegurar que las siguientes proposiciones permanecen para todas las combinaciones posibles de elemen- tos ideales y ordinari (a’) Dos puntos distintos determinan una linea y sélo una linea. (b’) Tres puntos distintos no colineales, igualmente que una linea y un punto que no esté so- bre la linea, determinardn uno y sélo un plano. (c') Dos lineas coplanares distintas, se intersectan en un anico punto, (d’) Toda Tinea que no esté en un plano dado intersecta al plano en un tinieo punto. (e') Dos planos distintos se intersectan en una y sélo una linea. Empecemos considerando un plano ordinario y sus lineas ordinarias. A cada una de estas Iineas ordinarias adjuntamos un punto ideal (también llamado punto en el infinito), de tal manera que dos lineas ordinarias distintas que se intersectan tendrén puntos ideales distin- tos, mientras que dos lineas ordinarias paralelas tendrén el mismo punto ideal. Una linea or- dinaria junto con su punto ideal seré llamada una linea extendida. Con el objeto de dar una completa claridad, sean ry s dos lineas ordinarias distintas en el plano x, sean Rey Su sus respectivos puntos ideales, y consideremos las lineas extendidas (r, Re) ¥ (8, Sa). Cuandory 8 se intersectan (en un punto ordinario), Rey Se son distintos; cuando y s son paralelas, Rs y Sa son el mismo y R., es entonces el punto de interseccién de las Iineas extendidas. Asi, (c’) se cumple para (7, R.) y (6, S») y por tanto, para dos Iineas extendidas suponiendo que las Ii- neas ordinarias son coplanares. Definimos ahora un plano extendido, como un plano ordinario junto con Ja totalidad de los puntos ideales adjuntos a sus lineas ordinarias. Es claro que (a’) se cumple en un plano ex- tendido cuando uno de los puntos es un punto ordinario y el otro es un punto ideal, como también cuando ambos puntos son ordinarios. Falta considerar cuando ambos puntos son ideales. Si estos puntos ideales determinan una y sélo una linea, ésta no puede ser una linea extendida. (;Por qué?) Adjuntemos entonces el plano extendido que contiene a (r, Rx) y (s, S=) una linea ideal p., que contiene Re y Sw, y en tal forma que pueda decirse que es la linea de- CAP. 1] terminada por estos puntos. Sea (t, T'z) cualquiera otra linea extendida del plano extendido donde t es distinta de ry s, Cuandor yt son paralelas, T= Ru, y entonces (r, Re) y (t, Ta) se intersectan en R.sobre py. Similarmente, cuando s y ¢ son paralelas, (s, Su) y (t, T.) se in- tersectan en Sq sobre px. Supongamos ahora que R., Sp, T. Son distintos. Si en este caso (c’) se cumple, es decir, si (t, Ts) y pa tienen un tinico punto en comin, es necesario que T.esté s0- bre px. Concluimos entonces que la totalidad de los puntos ideales aiiadidos a las lineas or- dinarias del plano ordinario x, constituyen la linea ideal p.. El plano extendido resultante lo denotaremos por (r, P=). Supongamos que una linea ideal ha sido aiiadida a cada plano ordinario del espacio or- dinario. Dejaremos al lector mostrar que (d') se cumple para todo plano extendido y toda linea extendida que no esté en el plano. Consideremos en seguida dos planos extendidos (p, r=) y , 82) donde p y « son dos planos ordinarios distintos. Evidentemente, (e') se cumple cuando p yo Se intersectan en una linea ordinaria, Supongamos entonces que p y © son paralelos. En p tomamos cualquier linea ordinaria p y en o otra linea ordinaria cualquiera q paralela ap. Ahora el punto ideal comin P., afiadido a p y q debe caer sobre ry sq. También si b es cualquier linea ordinaria de p, que no es paralela a p, y d es cualquier linea ordinaria de « paralela a 6, el punto comin Bade by d estd sobre ra y Sa. Asira ¥ Sq deben coincidir y (e') se cumple para dos planos cualesquiera extendidos y distintos. Aunque no damos los detalles, no seria sorprendente encontrar que si (b') se satisface para tres puntos ideales no colineales, es necesario aftadir al espacio ordinario un plano ideal que contiene a estos tres puntos (exactamente como cuando una linea ideal que contenia los pun- tos ideales R.y Sz, fue afiadida al plano ordinario x). También, si (¢’) se satisface cuando los dos planos son este plano ideal y un plano cualquiera extendido, es necesario que el plano ideal contenga todos los puntos ideales que han sido afiadidos a todas las Ifneas ordinarias del espacio ordinario (exactamente como cuando fue necesario que la Iinea ideal que contenta a Ray Sz, contenga todos los puntos ideales que se han afiadido a todas las lineas ordinarias del plano ordinario +). El espacio ordinario junto con el plano ideal lo llamaremos espacio extendido. Como paso final, damos todas las distinciones entre punto ordinario y punto ideal, entre linea extendida y linea ideal, y entre plano extendido y plano ideal. De una vez lamaremos cualquier punto, ordinario o ideal, un punto proyectivo; cualquier linea extendida o ideal, una linea proyectiva; y cualquier plano, extendido o ideal un plano prayectivo. Sin embargo, cuando no exista posibilidad de confusién, hablaremos simplemente de puntos, lineas y pla- nos del espacio proyectivo, PRINCIPIO DE DUALIDAD En la seccién anterior se obtuvo el espacio proyectivo afiadiendo elementos adicionales al espacio euclidiano. Nétese que mientras ciertas palabras bésicas —punto, linea, plano— han sido conservadas, el significado de cada una de ellas ha sido modificado. El resultado més obvio de esto puede ser visto al comparar las proposiciones (a)—(e) de la geometria euclidia- na con las correspondientes (a’)—(e') de la geometria proyectiva. En ambos casos hay provecho en simplicidad (las proposiciones (a’)—(e’) son breves), y en generalidad (se hace mucho énfa- sis en la palabra “para todo”). Mucho mds importante es el principio de dualidad, por el cual a cada proposicién se le hace corresponder otra, al intercambiar ciertas palabras claves y otros cambios en notacién y Tenguaje que son necesarios para que tenga sentido la proposicién, vélida en la geometria pro- yectiva pero no en la euclidiana. Hay un principio de dualidad para el plano proyectivo y otro para el espacio proyectivo. Considere primero, un plano proyectivo para cuyos puntos y Iineas (e’) y (c’) aseguran Todo par de puntos distintos determinan una y sdlo una linea. ‘Todo par de ineas distintas determinan uno y s6lo un punto. 6 INTRODUCCION (CAP. 1 Una de las proposiciones es obtenida de la otra por el simple cambio de las palabras “punto” y “linea”. (Obsérvese que la palabra “plano” ya sea en forma técita o en forma explicitamen- te establecida, no es cambiada.) Ademés de teoremas duales en el plano proyectivo (véase el ejemplo 1.1), hay también figuras duales. Por ejemplo, (1) el dual de la figura que consiste de un punto Py dos lineas sobre él (Fig. 1-2(a)), es la figura que consiste de una linea p y dos puntos sobre ella (Fig. 1-2(6)); (2) la figura que consiste de una linea y un punto sobre ella, (también, de una linea y un punto que no est gobre ella), es su auto-dual, esto es, el dual de cualquier figura es otra del mismo tipo. O Fig. 1-2 o Anticipandonos al ejemplo 1.1 introdueimos una cierta notacién, que serd usada a través de todo el libro. Si 4, B, C, D son puntos distintos, la notacién AB significard la linea deter- minada por los puntos Ay B. Convenimos ahora en que si a, 6, ¢, d son lineas distintas y si ay b son coplanares, la notacién a+b significard el punto de interseccién de ay 6. También suponiendo que todos los puntos y lineas estan en el mismo plano, convenimos en que la no- tacién AB. CD significard el punto de interseccién de las lineas AB y CD; por AB-a enten- deremos el punto de interseccién de las Iineas AB y a, y por (a+b) (c-d) la linea determi nada por los puntos a+b y ced. Bjemplo 1.1. El teorema de Pappus (pégina 2) se enuncia como sigue’ En un plano proyectivo, sean Ay, Az, As puntos distintos sobre una linea ry By, Bs, By puntos distintos sobre otra linea s; entonces los puntos C; = AzBy-AsBs, Co = AiBy~AyB,, Cy = A\Bs+AzBy son colineales BI dual del teorema es En un plano proyectivo, sean aj, a3, a, lineas distintas sobre un punto R y by, ba, bs lineas distintas sobre ‘otro punto $; entonces las Hineas c= (az-by)(oa~b2)y ey = (01~Ba)(as-bi)s €5 = (a1-bx)(o2+b,) 80m concurrentes, ces decir, tienen un punto comiin de interseccién (Fig. 1-8). Fig.13 Hay un prineipio de dualidad para el espacio proyectivo, aunque pronto restringiremos nuestra atencién al plano proyectivo, hallaremos poco uso para él. Por ejemplo, (a’) y (e") son proposiciones duales ya que cada una de ellas se obtiene de la otra por el intercambio de las palabras “punto” y “plano”. (Obsérvese que aqui la palabra linea no es cambiada.) También, en el espacio el dual de la proposicién CAP. 1] INTRODUCCION 7 ‘Tres planos distintos que no estén sobre una misma linea, determinan uno y sola- mente un punto. es la proposicién (b") Tees puntos distintos que no estén sobre una misma linea determinan un plano y solamente uno. En realidad, nuestra proposicién (b’) es un postulado. En el espacio, su dual es un teorema que, cuando admitimos el principio de dualidad, autométicamente es vélido, por esto no es necesario demostrarlo, Recordemos que en la geometria euclidiana hubo que demostrarlo, Es costumbre decir: el punto P esté sobre la linea q, la linea p pasa a través de P, la linea cae en el plano x, el plano pasa a través de, o contiene el punto P y la linea p, las lineas PY q se intersectan en el punto 0, ete. La tarea de escribir el dual de una definicidn dada, de un teorema dado, o demostracién de un teorema dado se simplifica mucho al adoptar la pa- labra “sobre”. Proponemos adoptar esto y asi escribiremos: el punto P esté sobre la linea p, la linea p estA sobre el punto P, y la linea p est sobre el plano x, el plano-x esté sobre el punto Py la linea p, las lineas py q estan sobre el punto 0, etc. LA LINEA PROYECTIVA pr En un plano ordinario x, témese cualquier ya linea q y cualquier punto 0 que no est sobre ¢ Y (ig. 1-4). Por O pasese una linea p que inter- secte a q en P. Si suponemos que p rota en sen- tido contrario al movimiento de las agujas de un reloj alrededor de 0, entonces P se moverd a lo largo de q en la direccién indicada por la flecha. Cuando p toma la posicién OA, esto es, = cuando p es paralela a q, no existe el punto de interseccién P, Sin embargo, una vez que p abandona la posicién OA el punto P aparece nuevamente (pero sobre el otro extremo de q) y, moviéndose en la direccién indicada por la flecha recorre el resto de q. Asi, aunque el mo- vimiento de p alrededor de O es continuo, es decir, sin saltos, el movimiento de P a lo largo de q no lo es. Ahora, si hubiéramos empezado con un plano proyectivo, cada posicién de p determinaria un punto sobre q. Asi, cuando p gira alrededor de O, 1a linea proyectiva q es trazada por el movimiento continuo de P y debemos concluir Una linea proyectiva se comporta como si fuera cerrada. El lector no intentaré formar mentalmente un dibujo de una linea recta cerrada, Sin embargo, con el propésito de indicar otras distinciones entre Iineas proyectivas y ordinarias, considera- remos un citculo o una elipse como modelo de linea proyectiva (Fig. 1-5 (2)), y la misma cur- va quitandole uno de sus puntos como modelo de linea ordinaria (Fig. 1-5 (b)). Usando la figura 1-5(6) es eviden- te que cualquier punto A sobre una (F) linea ordinaria la divide en dos seg- ¢ mentos, y otro punto B sobre uno de Jos segmentos es suficiente para dis- tinguirlo del otro segmento. Usando Ja figura 1-5(a), se ve que para sepa- ar a la linea proyectiva en dos seg- 4 ao eB B mentos son necesarios dés puntos Ay ar B; y otro punto C sobre uno de los segmentos, es entonces suficiente pa- ra distinguir este segmento de otro. Fig. 15 @) ® 8 INTRODUCCION (CAP. 1 Una segunda forma para describir esta diferencia entre le iinea ordinaria y la linea proyecti- vva es como sigue: sobre una linea ordinaria hay exactamente un camino partiendo de uno de sus puntos A a otro de sus puntos B; sobre una linea proyectiva, uno puede seguir uno de los dos caminos AB o AB moviéndose desde un punto A a otro B. Consideremos ahora una linea proyectiva y sobre ella marquemos cuatro de sus puntos (se suponen diferentes) , B, C, D. Considerando la posicién del par C, D con respecto al par A, B, existen dos casos: (1) el par C,D cae sobre uno de los segmentos en los cuales el par A, B separa la linea (Fig. 1-6(@)); (2) los puntos C,D eaen por separado sobre uno de los segmentos en los cuales el par A,B separa la linea (Fig. 1-6(b)). En el ultimo caso decimos que el par de puntos A,Bes separado por el par C,D. De este modo, si A, B, C, D son puntos distintos sobre una linea proyectiva, el par A,B es separado por el par C,D, siempre que el punto C esté en uno de los segmentos AB 0 AB y el punto D esté sobre el otro segmento. Otra forma de expresar esto es diciendo: Si A,B, C, D son puntos distintos sobre una linea proyectiva, el par A, Bes separado por C, D, siempre que no sea posible moverse a lo largo de la linea de A a B, sin encontrarse al guno de los puntos del par C,D. Se sigue inmediatamente que si el par C, D separa al par A,B entonces el par A, B separa el par C, D. EI dual en el plano de una linea proyectiva q, con cuatro puntos distintos A, B, C, D mar- cados sobre ella, es un punto Q con cuatro lineas coplanares distintas a, 6, c, d trazadas a tra- vés del punto. Consideremos en la figura 1-7 el par a, b y simbolicemos por ab y ab las dos par- tes en que ellas separan el plano. Sin ulterior dificultad establecemos: Si a, 6, ¢, d son lineas coplanares distintas sobre un punto @, decimos que el par a,b es separado por el par c,d siem- pre que la linea c caiga en una de las partes y la linea d en la otra. HACES PERSPECTIVOS EN UN PLANO Por una figura en un espacio proyectivo, entenderemos toda coleccién de puntos, ineas y planos del espacio. Por una figura en un plano proyectivo entenderemos toda coleccién de pun- tos y lineas del plano. En esta seccién, restringiremos nuestra atencién a dos tipos de figuras en un plano proyectivo: (a) La totalidad de puntos sobre una de las Iineas del plano, la lamaremos un haz de puntos (extensién de puntos o fila de puntos). Bl haz de puntos sobre la linea p de la figura 1-8 (a) sera denotado por p(4, B, C, D,...) donde 4, B, C, D,..., son puntos distintos sobre p. Los puntos A, B, C, D,..., los Hamaremos elementos y la linea p la lamaremos la base del haz. Y el dual en el plano (b) La totalidad de lineas sobre uno de los puntos del plano, la lamaremos un haz de Iineas (haz en un plano). El haz de lineas sobre el punto P de la figura 1-8(b) serd denotado por Pia, b, ¢, d,...) donde a, 6, ¢, d,... son lineas distintas sobre P. Las Iineas a, b, ¢, d, las Hamaremos elementos y el punto P es lamado el centro del haz. CAP. 1} INTRODUCCION 9 > AB ¢ Pe» a8 toa () ® Fig. 1-8 Se dice que entre los elementos de dos haces hay una correspondencia uno-a-uno, si existe vuna regla que asocia a cada elemento de un haz (el primero), un inico elemento del otro (el segundo), y reciprocamente, asocia cada elemento del segundo un nico elemento del primero. En una correspondencia de este tipo entre dos haces (entre dos figuras de cualquier clase), @ cada elemento y su asociado se les llama elementos correspondientes (homélogos). Un ejemplo tun poco trivial es la correspondencia que asocia cada elemento de una figura dada, con él mis- mo, la que lamaremos idéntica, Consideremos en la figura 1-9(a) el haz de lineas P(a,b, ¢, d,...) cortada por cualquier Ii- nea p que no esté sobre P. Una correspondencia uno a uno entre el haz de lineas y el haz de puntos resultante (sobre p), se establece automaticamente por las relaciones “sobre”. En efecto, a cada elemento del haz de lineas sobre P, se le asocia un dnico punto, o sea, el punto del haz de puntos sobre P, que esté sobre la linea. Ademés, esta asociacién entre punto y linea es re- versible, es decir, a cada elemento del haz de puntos sobre p se le asocia una tinica linea, esto es, el elemento del haz de lineas sobre P que estd sobre el punto. Observe que esta correspon- dencia se indica mejor si se usa la misma letra (mindscula y maydscula) para denotar cual- quier linea y el punto asociado a ella, 1A, B,C,D,...) = P(A',BYCD,...) PKa’,b 0a © Fig. 19 P(a,b,0,d,.. 10 INTRODUCCION (OAP.1 La correspondencia uno-a-uno descrita anteriormente la lamaremos una perspectividad y la indicaremos escribiendo Pa,b,¢,d,...) = p(A,B,C,D,...) Decimos que el haz de line D,...) y observamos que Pla, b, c, d,...) es perspectivo con el haz de puntos p(4, B, C, P(a,b,¢,d,...) = 2(A,B,C,D, ...) P(a,b, ¢,d,...) también implica (4,B,C,D,. Para distinguir este tipo de perspectividad de otros, atin no introducidos, la llamaremos una perspectividad elemental, Considéremos en la figura 1-9(b) el haz de Iineas P(a, b, ¢, d,...) cortado por dos lineas distintas p y p' de las cuales ninguna esta sobre P. De las anteriores discusiones se sigue que dos perspectividades elementales P(a,b,¢,d, = P(A,B,C,D,...) y P(a,b,¢,d,...) = D(A’,BYC,DY,...) quedan establecidas. Por ser reversibles estas perspectividades, las podemos combinar como signe: WA,B,C,D,...) = Pla,d,¢,d, PIA,B,C,D,...) Es claro ahora que hemos establecido una correspondencia uno-a-uno entre los haces de pun- tos sobre p yp’ (Ay A’, By B’, Cy C,,...) en la cual cada punto del haz sobre p y su asociado p' determinan una sola Iinea del haz sobre P. Sustituimos ahora la sucesién anterior de pers- pectividades elementales por W(A,B,C,D,... ahs wae (ase: el haz de puntos p(A, B, C, D,....) es perspectivo por medio del punto P con el haz de puntos p’(4’, B', C’, D’,...), o los haces de puntos p(A, B, C, D,...) y p'(A’, B, C’, D’,...) son perspectivos desde el punto P). El punto P es lamado el centro de perspectividad. De este modo, definimos Dos haces de puntos sobre lineas distintas p y p' son perspectivos desde un punto P si existe una correspondencia uno-a-uno entre los puntos de los haces y si las uniones de puntos correspondientes estén sobre P. En la anterior perspectividad, el punto comin a p y p' desempefia un papel inico. Deno- taremos este punto por J, como un punto sobre p y por I’ como un punto sobre p’. Entonces el correspondiente de es I’ = I'y a Ilo llamaremos un punto invariante 0 auto-correspondiente de la perspectividad. Tenemos Teorema 1.1. En toda perspectividad entre dos haces de puntos sobre Iineas distintas yp’, el punto J = p.p' es punto invariante. Cuando dos puntos (como B y C) sobre p y sus correspondientes (B' y C’) sobre p' son co- nocidos, las uniones BB' y CC’ de pares correspondientes determinan P de manera ‘nica. De este modo, Teorema 1.2. Cualquier perspectividad entre dos haces de puntos sobre Iineas distintas p y p’, esté determinada de manera tinica cuando dos puntos cualesquiera so- bre p, cada uno distinto de p-p' y sus correspondientes sobre p' son conocidos.

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