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CRÍTICA DE LIBROS

JUDITH BUTLER, Lenguaje, poder e identidad, Síntesis, Madrid, 2004 (1997). 271
páginas.

Lenguaje, poder e identidad es el título en políticas (p. 36). Profundiza en la performa-


castellano del interesante trabajo, Excita- tividad lingüística y en la elaboración de
ble Speech. A politics of the Performative, nuevos contextos para el lenguaje ofensivo
de la profesora norteamericana Judith que posibiliten en el futuro una ciudadanía
Butler. Representante aventajada de la teo- más inclusiva y una democracia radical.
ría feminista, el conocimiento e interés por El libro reúne cuatro trabajos donde se
su obra está traspasando los circuitos de la aborda la cuestión del performativo desde
teoría feminista y los colectivos de perso- diversas situaciones políticas —el discur-
nas gays y lesbianas, quienes la consideran so de odio, la quema de cruces como ejem-
un referente de lucha y una de las princi- plo de lenguaje racista, la pornografía y la
pales inspiradoras de la teoría queer. autodeclaración gay en el ejército. A estos
El libro plantea desde la teoría perfor- trabajos se añade una introducción donde
mativa y con ejemplos concretos de dis- se explora y se da cuenta “De la vulnera-
curso potencialmente ofensivo —el len- bilidad lingüística” y se formula la hipóte-
guaje racista, la pornografía y la autode- sis principal del libro: “que el habla está
claración gay o lesbiana en el ejército— el siempre de algún modo fuera de control”
poder del lenguaje de odio. Judith Butler (p. 36). Judith Butler, apoyándose en las
vuelve a reflexionar cómo el pensamiento posturas performativas de John Langshaw
queer entiende que todo nombre y lengua- Austin y Jacques Derrida, va a cuestionar la
je injurioso tiene la posibilidad de trans- eficacia del performativo injurioso. El tér-
formarse en habla subversiva. “El habla mino insultante puede ser “devuelto” al
subversiva es la respuesta necesaria al len- hablante de una forma diferente, que
guaje injurioso, un peligro que se corre puede citarse contra sus propósitos origi-
como respuesta al hecho de estar en peli- nales y producir una inversión en sus efec-
gro, una repetición en el lenguaje que es tos (p. 35). Para que pueda producirse esta
capaz de producir cambios” (p. 261). La posibilidad debe defenderse el hiato entre
relación no es siempre necesaria entre el el decir injurioso y el acto hiriente, posi-
nombre o discurso injurioso y la herida cionándose en contra de algunas aproxi-
psíquica y física que provoca en la perso- maciones legales que presuponen el carác-
na a quien se destina. ter ilocucionario del lenguaje de odio (el
Al igual que sus trabajos precedentes lenguaje ejerce inmediata y necesariamen-
éste es un texto denso, abstracto y esotéri- te efectos hirientes) ya que así quedaría
co, y no porque así lo evalúe yo, sino por- descartada toda posibilidad de desactivar
que de tal forma considera la autora sus la fuerza de ese lenguaje por medio de un
escritos, sorprendiéndose, por tanto, del contra-lenguaje (p. 70).
interés que despiertan sus obras y de su En “Actos ardientes, lenguaje ofensi-
elevado número de lectores. vo” (capítulo 1) se analiza el diferente tra-
Las preocupaciones fundamentales del tamiento que los tribunales de la ciudad de
texto son para la autora tanto retóricas como St. Paul, el Estado de Minnesota y el Tri-

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bunal Supremo de Estados Unidos dan a tin, Louis Althusser, Pierre Bourdieu, Jac-
un ejemplo de discurso racista: la quema ques Derrida, Sigmund Freud y Michel
de una cruz delante de la casa de una fami- Foucault son sus compañeros de odisea.
lia negra. El más alto Tribunal de los Esta- Las dificultades en las que nos hará entrar
dos Unidos revocó la decisión del Tribunal sólo se vencen con una profunda reflexión;
de Minnesota que consideraba el hecho de ésta no es una obra de lectura rápida y
la cruz en llamas como un caso de “pala- apresurada, requiere del conocimiento de
bras que agreden”, afirmando que la cruz la performatividad lingüística, ya que uno
en llamas no constituía un caso de “pala- de los objetivos del libro será también
bras que agreden”, sino un “punto de esbozar una teoría más general de la per-
vista” en el “mercado libre de ideas” y que formatividad del lenguaje político (p. 71).
tales “puntos de vista” quedaban protegi- La teoría de los actos de habla (speech
dos de forma categórica por la Primera acts) de Austin, la noción de interpelación
Enmienda (libertad de expresión). Es de Althusser, la reformulación crítica del
importante apuntar cómo los tribunales de performativo en Bourdieu y Derrida, la
tendencia conservadora suelen cuestionar idea de poder de Foucault o un conoci-
la relación entre el lenguaje y la conducta miento del pensamiento y las principales
en el caso del lenguaje racista, mientras nociones del psicoanálisis freudiano son
que cuando se trata del lenguaje sexual — elementos presentes en el libro que el lec-
como Butler destaca— afirman una visión tor deberá incorporar si quiere entender
ilocucionaria. completamente las propuestas de Butler en
Si el principal interés de este trabajo es Lenguaje, poder e identidad.
demostrar la posibilidad de agencia del Con una introducción imprescindible
lenguaje —acto con consecuencias—, la sobre la controvertida regulación por parte
audaz manera de abordarlo en cada uno de del Estado del discurso de odio, en “Per-
sus capítulos hace que sus planteamientos formativos soberanos” (capítulo 2) se pasa
teóricos se multipliquen. Nos encontramos a examinar el performativo del “habla
ante un libro abierto que introduce dife- como conducta”. Cuando hablar es inme-
rentes elementos relacionados con el poder diatamente actuar (visión ilocucionaria).
de herir, silenciar, reaccionar y responder En el discurso de odio esto conlleva la
de las palabras hirientes. Una vez que se subordinación de la persona a quien se
vence la dificultad de su escritura —es dirige; el ejemplo aquí destacado será el de
denso y abstracto— las innumerables la pornografía. La degradación y subordi-
sugerencias que se entrecruzan y dibujan nación que sufren las mujeres representa-
en el texto son dignas de reflexión. A lo das por la pornografía es un claro ejemplo
largo del libro se despliega una propuesta de este tipo de acto de habla. Se muestra
de retórica y política abierta con el claro cómo las mujeres que representa el discur-
objetivo de avanzar hacia una futura so pornográfico pierden la voz y se ven
democracia radical. desposeídas del poder de hablar: “El habla
Desde las primeras páginas se señalan del destinatario ha sido privado de lo que
a los teóricos que caminan en la senda por Austin llamó su fuerza ilocucionaria”
la que la autora va a transitar: John L. Aus- (p. 141). La pérdida de este poder perfor-

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mativo supone la privación de la ciudada- xualidad en el ejército, por lo que si se


nía, ya que Butler va a sumarse a aquellos quiere pertenecer a él es necesario que
que ven el poder performativo como la gays y lesbianas auto-nieguen su sexuali-
condición lingüística de ésta. Recuérdese dad. El texto relaciona esta situación con
que teóricos de la política, desde Aristóte- el activismo del movimiento queer, para
les hasta Hannah Arendt, han afirmado quien la manifestación pública de la
que es en su calidad de seres lingüísticos homosexualidad forma parte del significa-
como los seres humanos se convierten en do cultural y político de lo que es ser
seres políticos (p. 262). homosexual.
La cohesión y coherencia del trabajo se El libro concluye con un capítulo gene-
perciben por la constancia en el desarrollo ral, “Censura implícita y agencia discursi-
de sus hipótesis a lo largo de todo el libro. va” (capítulo 4), donde se apuntan de
El cuestionamiento en este capítulo de los forma implícita algunas conclusiones. En
performativos soberanos es un avance todo momento nos encontramos con un tra-
hacia la posibilidad del habla subversiva bajo abierto donde el proceso de rearticula-
que sólo será posible si se rompe el hiato ción, resignificación y recontextualización
entre habla y conducta. del lenguaje ofensivo debe comenzarse
En “Palabra contagiosa. Paranoia y ahora pero que deberemos esperar para un
homosexualidad en el ejército” (capítulo futuro sus resultados democráticos.
3) vuelve a analizarse otro ejemplo de sus- No me gustaría finalizar este comenta-
pensión de la ciudadanía: la ciudadanía rio sin resaltar el acertado diagnóstico que
militar que en la realidad es ya una ciuda- la autora realiza de nuestra época, donde el
danía limitada, se restringe aún más si se trabajo de la vida intelectual y el trabajo de
es homosexual. En el ejército norteameri- la política se oponen. “Responder a algu-
cano se considera ilocucionaria la autoafir- nas preguntas se considera peligroso y esto
mación como gay o lesbiana; la autodecla- es porque vivimos en una época donde el
ración de homosexual se convierte en un trabajo intelectual es infravalorado en la
acto homosexual. Para Butler el Departa- vida pública, y donde el anti-intelectualis-
mento de Defensa realiza una regulación mo afecta a una parte sustancial del
paranoica de la autodeclaración homose- ambiente académico” (p. 259). Lo mejor
xual en el ejército: “la autodefinición que puede decirse de este trabajo es que
homosexual es explícitamente interpretada palia y alivia esa situación de mediocridad
como una conducta contagiosa y ofensiva” académica.
(p. 180). La normativa describe como per-
formativa la autodefinición de la homose- BENITA BENÉITEZ

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