Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2010.
Para el 2010 podemos observar que África Subsahariana se encuentra en buenas
condiciones para beneficiarse con la recuperación mundial. Para la crisis del 2009 hubo
una rápida implementación de políticas anticíclicas, beneficiadas por el superávit fiscal.
También hubo un importante afluente de capital extranjero (los flujos oficiales, la IED y
las remesas). En cuanto se produjo un precio estable del petróleo, las economías de
África subsahariana pudieron reestablecerse. Por ejemplo, en Nigeria, el crecimiento
sostenido del sector no petrolero se apoyó en la producción estable del petróleo.
En Sudáfrica, la mayor economía de la región se recuperó luego de la crisis por la
fuerte demanda de materias primas por parte de los países emergentes de Asia. Aquellas
economías de África que tienen un bajo o mediano ingreso no fueron tan afectadas por
la crisis por no estar tan ligadas al comercio internacional y a los flujos financieros.
En conclusión, el único riesgo para la región es que empiece a decrecer la
recuperación mundial. Sin embargo, si esto sucediera, cada economía tendría una
consecuencia distinta. Las economías petroleras se vería la consecuencia en la
inestabilidad del precio del petróleo. En cambio, la exposición de las economías de
mediano y bajo ingreso, al ser una zona muy débil económicamente, la consecuencia se
vería en la reducción de los flujos de ayuda y de financiamiento privado hacia la región.
Fue un gran proceso el que dieron las políticas fiscales, centrándose en proyectos
a mediano plazo, como, por ejemplo, recuperando el espacio fiscal y reorientando su
aplicación, como en educación, salud, etc.
2011.
En 2011 se pudo ver un aumento en la actividad real en la región, debido al
consumo privado y público. Sin embargo, el aumento de precios en las materias primas
provocó un aumento de la inflación. Con esta preocupación, la región está lista para
seguir creciendo económicamente, mientras que la inestabilidad económica se mantenga
regulada en las economías avanzadas.
Este crecimiento sin embargo se diferenció según la zona económica de la región.
Los países de bajo ingreso, que estuvieron protegidos por su poca integración al
mercado mundial, pudieron volver a las cifras de crecimiento antes de la crisis, sin
embargo, fue preocupante la creciente inflación registrada en sus mercados. En aquellos
países exportadores de petróleo hubo una aceleración del crecimiento real en conjunto
con la caída de los precios del petróleo. En los países de ingreso mediano, mas
vulnerables a la crisis, no pudieron recomponerse ya que existe un aumento del
desempleo, un gran endeudamiento y alta inflación. Sudáfrica vio una lenta y tímida
recuperación, esperando que sea el consumo privado y las inversiones las que respalden
este proceso.
En toda la región de África subsahariana se pudo notar un alza en la inflación, que
también estuvo supeditado al entorno económico mundial. En este sentido la
recuperación de las economías avanzadas podría significar la caída de las exportaciones,
las remesas, la ayuda oficial y los flujos de capitales privados. Por otra parte, un
aumento de los precios del petróleo o de materias primas plantearía un desajuste en toda
la economía africana.
En este panorama, en los países de bajos ingresos fue fundamental darles
prioridad a las políticas fiscales, reorientadas hacia la inversión a largo plazo, en
conjunto con la reducción de la pobreza. Para los países exportadores de petróleo y de
materias primas, se aumentaron los ingresos fiscales para mitigar la inflación.