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[2]
gente perdida
no porque fueran “vagamund[os],
haragan[os]”,
“de mal vivir”,
o “no se aplica[ran] a nada”,
o les faltase “honra”,
o “vergüenza”1,
no,
es que ahora estaban en el mundo y luego
luego
ya
no
1
Diccionario de autoridades.
[3]
a éstos
no
voy
a otros, a éstos
no,
que ya he dicho sus dudosísimos finales en otros libros que he
armado con sus cuentos,
don Artús
y el Cristo,
digo,
tres damas
médicas
transportaron al señor de los britanos hasta la isla de Avalón,
curan
todavía
sus heridas
mortales,
que no lo acabarán,
el sepulcro vaciado, Jesús
en el jardín, rabbuní,
rabbuní,
nometoques,
su ascensión con aparato, la promesa
de su parusía,
lo del Credo
[4]
en el Libro Viejo
Henoc
el malo (y el feo)
“Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a
Henoc. Estaba construyendo una ciudad, y la llamó Henoc,
como el nombre de su hijo.”
[5]
el hijoperra
Jacob, para ganar su nombre
nuevo
de Israel,
había ido a Betel, a levantarle una estela a suseñor,
y su hijo primero,
Rubén,
sacando ventaja de la ausencia de su padre,
montó a Bilhá, su concubina,
por eso don Israel,
en la ronquera de sus últimas,
le quitó el mayorazgo, y, con él,
la principalía de las doce tribus,
que dio a Judá2
dicen,
el primero,
entre los hijos que aquel Rubén tan desconsiderado,
a otro Henoc, el único
echado al mundo después de las lluvias,
y lo engendraría,
¿no?,
en Bilhá, la barragana de papá3
2
Génesis, XXXV, 22, y XLIX, 4.
3
Éxodo, VI, 14.
[6]
el bueno
este Henoc, el del quinto (tiraron tabiques, ocupa
varios apartamentos),
en este otro abolorio, sale
el séptimo,
contando a Adán,
por el costado
mejor,
el de Set,
vivió trescientos sesenta y cinco años (no, rodeó
una vez
el sol),
“anduvo con Dios,
y desapareció,
porque Dios se lo llevó”4
sólo Henoc,
¿ves?,
entre los patriarcas antediluvianos,
no se acabó,
y tiene habitaciones,
y oficina,
en el cielo
4
Génesis, V, 21 – 24.
[7]
y seguirlo
luego)
mareó a los misticones,
que escribieron libros que no toleran las iglesias, y figura
en ellos
Henoc
de secretario del Señor,
ha visitado todos los mundos,
todas las horas,
y en sus cuadernos corrige nuestros principios
y apunta nuestras suertes
escondidas
éste
decía
[8]
Elías
Elías fue la mosca
cojonera
del rey
peor
de Israel,
aquel Ajab que casó con Jezabel (¡ramera!) y era beato
de Balaal,
y Yahvéh le mandó que ungiese a Eliseo, por que fuera su
profeta
después de él,
en su lugar
[9]
me han asegurado que Elías (es correo
de Malaquías,
con sello
divino)
volverá antes del Día
terrible
de Yahvéh,
y que Juan
Silvestre
lo repetía5
5
2 Reyes, II; Malaquías, III, 23; Mateo, XI, 7 - 14; XVII, 1 – 13; Marcos, IX, 2 – 13.
[10]
pero Juan
(pero según Juan, el favorito de Jesús, era cuento
de vieja
lo de Elías,
lo de Enoc,
sólo el Hijo-del-hombre, que bajó del cielo,
ha podido subir a él,
y tiene allí su habitación de muchacho
segunda vez)6
6
Juan, III, 13.
[11]
herculinas
Hilo, mi hijo
mayor,
y de ley,
llévame con todas mis armas hasta la cima del monte Eta,
haz leña de la encina
y del olivo,
arma una pira
y dame luego
al fuego,
que esta camisa encantada, fábrica
de los celos,
me acaba
demasiado despacio,
y cásate con Yole, mi última cautiva,
mi barragana,
para remediarla
algo.
[12]
Hércules se tendió sobre la pira
armado,
apoyando la cabeza en su maza tremenda,
indiferente y,
puede ser,
feliz.
No.
Vulcano Múlciber le arrancó
suavemente
su parte terrenal,
y quedó su porción maravillosa,
la que le tocaba como Hijo
de Dios.
Su Padre lo subió a su carro
tirado por cuatro caballos alados
y lo transportó entre nubes
y lo volvió
en lucero.8
7
Plutarco, Rómulo, XXVIII.
8
Ovidio, Metamorfosis, IX, 98 – 272.
[13]
No estaban los restos
mortales
sobre la pira,
se cumplía
el oráculo de Delfos,
Hércules faltaba
aquí,
se halla
en compañía
de su papá.
Diodoro el Siciliano
dice
su apoteosis,
y cómo
lo ahijó
Hera
con mucho teatro,
fingiendo las labores del parto,
y lo casó con su hija Hebe (tenía
finísimos los tobillos).
Hércules guarda
la portería
del Cielo,
y recibe a Artemisa
cuando regresa de la caza.10
9
Diodoro Sículo, Biblioteca histórica, IV, 38 – 39.
10
Calímaco, Himno a Artemisa, 145 ss.
[14]
Pero Odiseo vio su sombra
espantosa
en el Infierno
(armaba el arco,
lucía un tahalí
de oro
labrado con industria
y gracia),
aunque supo
que su mitad
mejor
se banquetea
en el Olimpo,
y goza de Hebe, hija
de mucho.11
11
Homero, Odisea, XI, 601 – 627.
[15]
Astipaleo Cleomedes
Astipaleo Cleomedes era gigantesco
y forzudo,
y muy burro,
y fue su animalada más sonada que,
entrando en una escuela,
lo sacaron de quicio la lista de los reyes godos y un triángulo
isósceles,
y sacudió el pilar maestro que sostenía su techumbre,
de forma que se vino abajo el edificio,
muriendo, entre los escombros,
muchos párvulos.
Fueron detrás de él los ciudadanos,
amenazándolo con palos
y cuchillos,
y pudo encerrarse en un arcón grande.
Intentaban abrirlo y no podían,
pues él tiraba de la tapa hacia adentro.
Lo rompieron, entonces, a hachazos, y vieron
que no estaba.
[16]
Aristeida
Heródoto, peregrino de su curiosidad,
lo oyó en la isla del Proconeso,
y en Cízico,
y entre los metapontinos de Italia.
Plutarco comparará su suerte
con la de Rómulo.
Aristeas,
poeta
y príncipe,
natural del Proconeso,
no se podía
acabar.
Aristeas se murió
(pero no,
no)
en la oficina del batanero. Éste
dejó al muerto encerrado en el taller
y fue a avisar a su familia.
[17]
Y nos hemos saludado.
Iba en camisa,
con la cítara en una mano
y la silla de clavazón de plata en la otra.
Y algo desmejorado.
Se lo llevó Apolo,
el patrón de la milonga,
muy al norte,
al país de los isedones.
Aristeas volvió a su patria siete años después con un poema que
narraba historias
boreales,
y que titulaba Los arimaspos.
Sólo lo recitó una vez,
en tres tiradas,
tres noches sucesivas.
Pero la gente no prestó atención a los versos
y los olvidaron.
Recordarían,
eso sí,
la palidez del bardo,
su ronquera,
los dedos gastados pellizcando las cuerdas de la cítara.
Con la última aurora,
con el rasgueo que anunciaba el final de la canción,
Aristeas graznó
y se fue volando,
dejando tres plumas negras a los pies de la silla de clavazón de
plata.
[18]
Aristeas se apareció en una segunda ocasión
famosa,
pasados trescientos cuarenta años,
entre los metapontinos de Italia,
en forma de cuervo. Fue
por vanidad,
y beato.
Sólo a ellos,
dijo,
entre todos los italianos,
había querido visitarlos Apolo,
su señor.
Levantadle a Él un altar en la plaza y,
a su lado,
una estatua que me represente. Hacedlo
para buscar su favor.
Y agradecidos.
Aristeas graznó,
y se largó.
Consultaron con la pitia de Delfos.
Valía,
y plantaron allí, siguiendo sus instrucciones, su figulina.
[19]
ediposas
oficio
(en pelotas)
de difuntos
Homero rima que honraron, en Tebas,
la muerte de su rey, Edipo,
con deportes
funerales,
y dice su campeón,
Mecisteo Talayónida.12
12
Homero, Ilíada, XXIII, 679 – 680.
[20]
dos curiosidades
paradójicas
que recoge Pausanias
Pausanias, andarín
anticuario,
entró en la iglesia de las Furias (son
diosas
terribles,
pero usamos para contarlas nombres
suaves,
fingidos),
cerca de la colina de Aureópago,
en la Acrópolis de Atenas,
y visitó el sepulcro de Edipo.
Esto,
sin embargo,
dice,
no confirma las historias
fantásticas
que paseó Sófocles por los teatros, y yo
prefiero acogerme a la autoridad de Homero,
y creo
más bien,
con otros,
que hubo aquellas misas con lloronas
cadmeas, de cuerpo
presente,
y que trajeron los restos
acabables
de Edipo
desde Tebas.13
13
Pausanias, I, 28, 6 - 7.
[21]
(pero Pausanias, un poco más adelante, en su romería
sabihonda, supo
Colono
Caballar,
la ciudad primera que pisó Edipo
en el Ática,
y encontró en ella,
entre otros heroones, uno
que lo celebraba14)
14
Pausanias, I, 30, 4.
[22]
según la mala sombra de mamá
En este otro Infierno la fantasma de Epicasta confesó
a Odiseo
sus pecados (pero fueron
sin querer), y dijo, ah,
pero cansaron mucho a mi hijo Edipo
las furias
que le mandé
detrás.15
15
Homero, Odisea, XI, 271 – 280.
[23]
Trágico
Sin conocerlos (antes
de conocerlos),
Edipo hizo lo que hizo a su padre, hizo
lo que hizo con su madre.
Yocasta lo supo
(tarde),
y cuando su hijo primero y segundo
marido
intentaba averiguar quién era, y cúyo
era,
ella mecía sus ansias,
cuando encuentres tu suerte no se te dé nada,
ni te espantes,
que son infinitos los hombres que,
en sus sueños más blandos,
han dormido
(no han dormido)
con sus madres.
Luego,
cuando vio que Edipo estaba a punto de descubrirse,
se encerró en la cámara nupcial
y se ahorcó.
Edipo, enterado de su pecado,
rompió las puertas
y,
al ver a su madre columpiándose de una viga del techo,
echó a un lado la lanza con que iba a atravesarla,
la descolgó,
arrancó los dos alfileres de oro que abrochaban su vestido y,
con ellos,
juez severísimo de sus cosas,
se sacó los ojos,
para no tener que ver los de sus padres en el infierno.
[24]
Ya no podía ser alcalde de Tebas.
Lo echó Creonte,
su tío,
el nuevo rey,
o se quiso ir él,
roto por la perplejidad.
Antes
le rogó que casase bien, y con sus manos,
a sus dos hijas,
Antígona e Ismena.
Lo seguiría
virgen
o,
más bien,
lo guiaría
y acompañaría, y cuidaría
de él.
[25]
Estropeado
por las estrellas,
la ceguera,
la vejez,
el cansancio
y el horror,
Edipo andaba limosneando,
cogido de la mano de su hija Antígona,
que fue su bordón de peregrino,
y su lazarillo.
Así,
peones errantes,
llegaron a Colono, en el Ática.
Allí acudió también,
puntual,
Ismena,
su pequeña,
cargada de avisos y profecías.
En el umbral del huerto sagrado de las diosas
tremendas
(sus nombres
verdaderos,
si los pronunciaras,
te terminarían)
Antígona e Ismena lavaron a su padre,
lo ungieron,
lo amortajaron.
Luego
tronó tres veces, tembló
la tierra
y,
advertido por esas epifanías,
Edipo entró en el bosquecillo
[26]
(guiaba él,
paradójicamente,
a Teseo,
el alcalde de Atenas)
a acabarse misteriosamente.
Su cadáver es
mágico,
profiláctico,
y bendice a la ciudad que lo ha acogido.
Es
lo mejor
no haber nacido
(lo dijo
el teatral Corro
mucho antes que Sigmund Freud),
y,
como te hayan dado
al mundo,
es
lo mejor
volver a la nada.
En la Pasión de Edipo
el rey
perdido
pide a Teseo que vele sus vísperas
y se ocupe
luego
(están
a pie de su cruz)
de sus hijas,
y lo entierre,
y calla
mi sepultura. Están
las señales maravillosas y el secreto
de su final,
[27]
y las dos maris
(sus hijas)
que lo atienden durante su tránsito.
Y a éste, a Polinices,
que había traicionado a la patria,
el rey Creonte prohibió que lo enterrasen,
para que se lo comiesen los perros,
los lobos
y los pájaros inmundos.
Fue Antígona
escondida
y le dio sepultura simbólica,
derramando sobre su cadáver
un puñado de tierra.
Su tío castigó su acción emparedándola en una cueva. Allí
se colgó de una cuerda.
16
Sófocles, Edipo en Colono; Eurípides, Las fenicias; Apolodoro, Biblioteca, III, 5, 9.
[28]
Fabulosa
(pero Higino, en su colección
ordenada
de fábulas,
ignora a Edipo
en Colono,
y lo cita
entre los suicidas
macho, dice
que “se quitó la vida arrancándose los ojos”
por lo que tuvo con su madre, Yocasta)17
17
Higino, Fábulas, CCXLII, 5.
[29]
Aristeo
Apolo hizo en Cirene
un niño
y lo entregó,
después que naciera,
a las ninfas,
para que lo criasen.
Las ninfas dieron a su ahijado
tres nombres,
y los dos primeros valen sus rústicos, selváticos oficios,
y son
Nomio, “el Pastor”,
y Agreo, “el Cazador”,
y el tercero,
que es Aristeo, “el Mejor”,
junta todas sus gracias.
Supo
(y enseñó luego a los hombres sus industrias)
la cuajada,
y las abejas,
y la aceituna,
y fue además médico
prodigioso.
Aristeo visitó,
mejorándolas,
Ceos,
Cerdeña,
Sicilia,
y otras regiones,
y fue iniciado,
en Tracia,
por Dioniso,
en sus misterios,
[30]
y desapareció en las faldas del Monte Hemos,
y lo honran,
así sus últimos
bárbaros
vecinos
como los griegos
como a divino.
Es
Aristeo,
el Buen Pastor,
el Pez que vale la primera iglesia
y la cruz,
nuestroseñor,
el hijodediós.
[31]
reyes de los romanos
Latino
hidequé
*****
que a Latino lo concibió Circe,
la bruja,
de Ulises18,
durante el recreo de su novela,
o bien de Telémaco, el huérfano
nuevo
del viejo señor de Ítaca19: son
especies
que armaron los postizos que continúan La Odisea
*****
pero Justino Mártir da
(¿con asco?)
noticia
de que Hércules (¿otro trabajo
aún?)
cruzaba Italia arreando la boyada de Gerión,
y conoció a la hija de Fauno, tan despacio
que hizo
en ella
a Latino20
18
Hesíodo, Teogonía, 1009 ss. pasaje interpolado.
19
Higinio, Fábulas, 127.
20
Justino Mártir, Lib. XLIII.
[32]
*****
como no fuera (es opinión de Dionisio de Halicarnaso)
nada más hijo
putativo
de Fauno,
que cuentan que Hércules traía
robada,
desde el País de los Hiperbóreos,
a una muchacha,
y la montó,
y la preñó,
y la casó
luego
con el rey de los Aborígenes,
para disimular su aventura
tuna21
*****
Virgilio trae hasta Italia a Eneas para que empiece
segunda
Troya
el poeta
patriotero
copia
ahora
21
Dionisio de Halicarnaso, I, 43.
[33]
este otro cuadernillo-
de-
los-
engendramientos,
con la lista de los reyes del suelo (pero vienen,
todos,
del cielo)
de lo que iba a ser Roma: los apunta
remontando
la baba:
Latino es el hijo de Fauno
y de la ninfa laurentina Marica; Fauno,
de Pico; Pico,
de Saturno,
“último [quiere decir,
el primero]
autor”
de su sangre22
22
Virgilio, Eneida, VII, 45 - 49.
[34]
dos o tres finales de Latino
*****
establecieron que gobernase
ahora
Alcínoo
la isla de Esqueria,
y que Locro, su hermano,
cargado con su hacienda
mueble,
buscase asiento
nuevo
en otra región,
y lo halló en los palacios del rey Latino,
que lo recibió muy bien, tanto
que lo casó con su hija Laurina
23
Cronón, Narraciones, III.
[35]
*****
fue asunto
de celos:
porque diera el rey Latino a su hija Lavinia
a un forastero,
aquel Eneas,
movió guerra Turno, ¿o Tirreno?, señor de los rútulos,
contra troyanos
y aborígenes
Tito Livio24,
y Dionisio de Halicarnaso, en sus Antigüedades romanas25,
defienden que Latino murió en la batalla
última; Festo26
no:
Festo (pero
¿no confunde,
en esta suerte,
a Latino
con Eneas?)
prefiere que Latino desapareciese mientras combatía a
Mezencio, capitán
de los etruscos de Ceres,
y se transformase en Júpiter Latiaris: a este dios
natural
le hacen ferias todos los años en el Monte Alba
24
Tito Livio, Ab Urbe Condita, I, 1 – 3.
25
Dionisio de Halicarnaso, Antigüedades romanas, I, 43.
26
Festo, Oscillum.
[36]
Eneas
*****
Eneas, rey-
capitán
de la nación
nueva
de los latinos,
hija de aborígenes y troyanos,
salió a combatir a Turno, su rival
despechado,
extramuros
*****
en sus Antigüedades Romanas Dionisio de Halicarnaso afirma
que, después de la batalla,
no encontraron el cuerpo de Eneas,
que dijeron,
unos,
que había muerto en el río, otros,
que fuera trasladado a los alcázares de los dioses:
27
Tito Livio, Ab Urbe Condita, I, 2.
[37]
los latinos escogieron esta segunda opinión,
y levantaron un túmulo
vacío
junto al río Numicio dedicado al “padre
y dios
de este lugar”28
*****
en la dudable historia que titula el héroe
Júpiter, en conversación
apartada
con Venus,
le dice,
sabes
bien
que el Hado ha subido a las estrellas a Eneas (pagábamos,
con eso,
una deuda),
y gana
allí
el título
de [dios] Indígena29
*****
pero a Eneas, dice sanagustín, lo hicieron los latinos
dios
porque,
después de muerto,
se despareció30
28
Dionisio de Halicarnaso, Antigüedades Romanas, I, 64.
29
Virgilio, Eneida, XII, 794.
30
“Sed Aeneam, quoniam mortuus est, non comparuit, deum sibi fecerunt Latini.” San
Agustín, La ciudad de Dios, XVIII, 19.
[38]
de Rómulo
los gemelos famosos nacieron de Rea Silvia,
monja
por obligación,
y de Marte,
y son hijos de leche
de una loba
[39]
los senadores que lo rodeaban afirmaron que lo envolviera una
nube
y lo había aupado
al cielo
pero algunos,
porque los senadores odiaban a Rómulo,
que había repartido el botín y las tierras ganadas a los de Veyos
entre los trescientos caballeros de su mesnada,
defendían que asesinaron a su señor
durante la tempestad de cuento,
lo trocearon,
y ocultaron,
cada uno,
un pedazo
debajo de la túnica,
y fingieron después,
para disimular su crimen
abominable,
aquella patraña,
lo de su ascensión
[40]
me ha salido
(rompía
la mañana)
Rómulo,
armado
y con luces,
decía,
consuela a mis sujetos
y que se regocijen,
pues soy
desde ahora
dios
cabal,
su genio
tutelar,
don Quirino,
que vale,
casi,
el-nombre-del-padre,
y podrá
Roma
mucho,
mucho
dicen también
a ese día,
que es de fiesta,
el de la Huida del Pueblo,
porque se largaron todos,
con el ruido de la tormenta y las repentinas tinieblas,
despavoridos,
en follón,
y lo celebran junto al pantano de la Cabra,
llamándose
a voces,
[41]
¿Marco?,
¿Lucio?,
¿Virginia?,
¿Lucrecia?,
¿Cayo?
[42]
Numa Pompilio
después de la muerte
vacilona
de Rómulo
eligieron (los dioses
también)
entre los sabinos,
para Rey
segundo
de Roma,
a Numa Pompilio
[43]
uno,
cerrado,
guardaba los cuadernos; el otro, des-
tapado,
estaba vacío
[44]
don Rodrigo
“…e dallí adelante nunqua sopieron más
qué se fizo…”31
el conde don Julián guardó
mal
adrede
el estrecho,
que,
por vengar la fuerza que le hiciera el rey don Rodrigo
a su hija (la apellidarán,
con asco,
“la Cava”)
en sus palacios de Toledo,
dio paso
franco
a los moros
el señor
peor
de los godos
salió a combatirlos,
y en la batalla de Guadalete (otros dicen,
en la de la Sigonera)
se perdió, y quedaba con ello muy incierto
su final,
dicen éste,
éste,
éste,
éste,
éste,
éste,
éste,
éste:
31
Alfonso el Sabio, Primera Crónica General de España. Hacia 1275.
[45]
“...no se supo de su rey Rodrigo noticia alguna, ni aparecieron
sus trazas…”32
“...non sabe omne qué fue de fecho del rey Rodrigo en este
medio (...) e dallí adelante nunqua sopieron más qué se fizo…”34
32
Ibn Al Kardabús, Historia de al-Andalus (finales del siglo XII).
33
Crónica de Alfonso III el Magno (hacia 880).
34
Alfonso el Sabio, Primera Crónica General de España. Hacia 1275.
35
El conde don Pedro de barcelos, hijo natural del rey Dionís, Livro das linhagens, antes de
1325
36
Crónica de 1344.
37
Romance: Ya se sale de la priesa...
38
Romance: Cuán triste queda Castilla...
39
Romance: Triste estaba don Rodrigo...
[46]
investigación de sus suertes últimas
“...¡queda Rodrigo solo!, / y su postrera fortuna, / envuelta en
misterioso manto, / el cielo quiso que ignorada fuera. / ¿Quién
podrá descubrirla? / No osa tanto mortal ninguno…”40
40
El Duque de Rivas, Florinda, 1824 - 26.
[47]
en lo de Guadalete
lo afirman los testimonios
más antiguos,
la Crónica mozárabe del 754
y el egipcio del siglo IX Abderramán ben Abdelhákem,
lo repite la Chronica gotorum Pseudo Isidoriana,
de la primera mitad del siglo XI,
que en la carnicería de Guadalete murió don Rodrigo,
seguro
[48]
épica
algunos le conceden una muerte
de soldado
41
Alfonso el Sabio, Primera Crónica General de España. Hacia 1275.
[49]
arrea contra él, se saludan
las espadas,
y queda,
de aquellas reverencias, el río
“turbio”42
42
Nicolás Fernández de Moratín, Hormesinda, 1770.
43
Pedro Montagón, en El Rodrigo (1793).
[50]
de barro
no, el rey don Rodrigo padeció muertes húmedas,
fangosas,
y fueron por accidente
o adrede
aquí
el Lete (otro río
del olvido)
rinde
al rey,
exige,
como ofrenda,
su cuerpo,
44
Ibn Al-Kardabús, Historia de al-Andalus.
45
María Rosa Gálvez, Florinda, 1804.
[51]
y cede
nada más
a las corrientes
el manto46
aquí busca
don Rodrigo
aposta,
guiado desde el sueño por una dama,
extraviar su cuerpo en el río, que no lo afeasen
“los africanos”47
46
Leandro Fernández de Moratín, Rodrigo.
47
Antonio Gil y Zárate, Rodrigo, 1825.
[52]
su campeona de cabecera
No. Don Rodrigo tuvo ángel
hembra,
horrorosa
Afrodita. La fantasma
de la niña violada,
compadecida,
lo sacó del follón de carros,
caballerías,
lanzas
y lodo.48
48
Duque de Rivas, Florida (1824 – 1826).
[53]
bienteveo, lamentaciones y execración
si el rey don Rodrigo salva el pellejo (el alma
no puede ser)
se le han empantanado el calzado
y la carroza
que traía
y,
apeado
o encima de su caballo Orelia (lleva su altísima carga
rendido de cansancio
y descaminado),
alcanza el cerro
vecino
y atalaya desde él su yo
arruinado,
y la pérdida (será
famosa)
de España,
maldice “la saña del traidor Julián”, abandona
sus armas abolladas, ensangrentadas,
todos los trastos que señalaban su poderío
viejo,
se va49
49
Pedro de Corral, Crónica sarracina, ha. 1430; Romance: Las huestes de don Rodrigo; Romance:
Después que el rey don Rodrigo; Romance: Ya se sale de la priesa; Romance: Las armas y venas rotas;
Romance: Huyendo va el rey Rodrigo; Romance: Llorando mira Rodrigo; Romance: ¡Volved los ojos,
Rodrigo!; Alfonso el Sabio, Primera Crónica General de España. Hacia 1275.
[54]
relicario
extraviado,
anegado
o huido,
Rodrigo deja un reguero
de reliquias
en los tremedales del Guadalete,
su caballo Orelia, una pantufla
desparejada,
“recamada de perlas y de jacintos, aún
con los cordones,
que se le había escurrido del pie”,
el carro de marfil
muy estropeado,
o su litera entoldada
derribada, los índices
de su cargo, el manto,
el bastón,
la corona,
sale
en pelota,
cojeando,
o troca su traje con algún pastor50
50
Ibn Al-Kardabús, Historia de al-Andalus (finales del siglo XII).; Alfonso el Sabio, Primera
Crónica General de España. Hacia 1275; Pedro de Corral, Crónica Sarracina, hacia 1430;
Romance: Triste estaba don Rodrigo...; Romance: De las batallas cansado...; Romance: Cuando las
pintadas aves...
[55]
inconcretos futuros
la Crónica de 1344 apunta la mala pata del rey,
según quien la diga, “que moriera
en el mar”,
“que fuyera a las montañas
e que lo comieran las bestias fieras”
[56]
fado
las Crónicas (la de Alfonso III el Magno, la Primera
(…) General de España, del Rey Sabio,
la de 1344, con su Refundición),
y el Livro das linhagens, del conde don Pedro de Barcelos, hijo
borde
del rey Dionís,
y la Historia de España de Fray García de Eugui, obispo
de Bayona,
y el Romancero,
y Lope, en su Jerusalén conquistada,
cuentan el descubrimiento del sepulcro de Rodrigo,
en la villa portuguesa de Viseo,
y su final
más documentado
y católico,
que se puso de mozo de un hortelano,
y se confesó,
y sufrió hacer la penitencia que el párroco ordenaba,
que se encerrase en una huesa,
o cueva,
o cuba,
o lucillo,
con una culebra de dos cabezas, y se dejase comer, con una,
“de la natura”,
y,
con la segunda,
el corazón,
los órganos que lo perdieron,
y se acabó
con auto
de milagros
que prologaban el cielo que se abría para el penúltimo
rey
de los godos
[57]
capitán
escondido
de don Pelayo
hay otro Rodrigo
aún,
fugitivo
pero peleón,
rabioso,
campeón, ahí
es nada,
de Covadonga,
restaurador de la patria
51
Juan Hernanz Dávila, Rodrigo, scena trágica, con intermisiones músicas. 1789.
[58]
el Romanticismo transportará a don Rodrigo
hasta Asturias
52
Robert Southey, Roderick the last of the Goths, 1814.
[59]
Barbarroja
este Federico, el primero, apellidado
por sus barbas rufas,
se empezó de Duque de Suabia, y se hizo
después
Rey de Alemania y Sacro
Emperador
de Romanos
entró,
cruzado,
en la Armenia Ciliciana,
y el 10 de junio de 1190 murió ahogado en el río Saleph
[60]
cuando los cuervos dejen de rodear su sueño despertará,
para restaurar la gloria a su patria, por eso
de vez en cuando
manda a un pajecillo, que se asomase,
a ver
[61]
don Sebastián, rey
Escondido
en la batalla de Alcazarquivir se terminaron (no
exactamente)
tres reyes, dos
eran moros,
y uno
no
Sebastián, señor
misticón
de Portugal,
se soñó capitán
de Cristo,
su cruzado
último,
y fue en socorro de Almutaguaquil, rey
quitado
de Marruecos, para combatir
a su tío Abdalmaliq, que se sentaba en las almohadas
de sultán
[62]
títulos
nuevos,
“O Desejado”,
“O Encoberto”,
“O Adormecido”,
y un cuento,
que regresará para empezar,
otra vez,
la patria
y el mundo
[63]
y yace,
en ella,
“remoto”, “desterrado”
“entre sombras
y decires”,
encantado,
esperando
qué
(sólo “Dios guarda el cuerpo
y la forma
del futuro”)
[64]
índice
gente perdida
1. a éstos no…3
2. en el Libro Viejo…5
3. herculinas…12
4. Astipaleo Cleomedes…16
5. Aristeida…17
6. ediposas: oficio (en pelotas) de difuntos…20
7. Aristeo…30
8. reyes de los romanos…32
9. don Rodrigo…45
10. Barbarroja…60
11. don Sebastián, rey Escondido…62
[65]