- En cada área de la organización, el funcionario encargado de dirigirla es
responsable por el Control Interno ante su jefe inmediato de acuerdo con los niveles de autoridad establecidos; y en su cumplimiento participan todos los trabajadores de la entidad independientemente de su categoría ocupacional.
- Debe facilitar la consecución de objetivos en una o más de las áreas u
operaciones en la entidad.
- Debe propender al logro del autocontrol, liderazgo y fortalecimiento de la
autoridad y responsabilidad de los colectivos
EJEMPLOS:
1. Planificación sistemática y ordenada de acuerdo con las actividades,
tiempos, responsables y fundamentado en un análisis objetivo sobre actividades críticas y prioritarias de la organización, mediante:
Manuales propios de sus procesos y actuaciones.
Alistamiento de guías, cuestionarios, programas de auditoría y papeles de trabajo
como herramientas para no improvisar.
Detección de riesgos propios en relación con sus funciones y roles.
Compilación de normas y disposiciones propias y de la organización.
Asignación de tareas entre auditores y en relación con su función auditora de
manera cuidadosa e inteligente para no generar desgaste a la administración a través de solicitudes repetitivas.
2. Autoevaluación
Constante a través de supervisor con conocimiento, habilidad y liderazgo que le
permita establecer objetivos claros que elevan el estatus para ellos mismos y sus auditorías, donde la disciplina va más encaminada a dar una retroalimentación honesta de manera objetiva, que a destruir la confianza y autoestima.
La fuerza de carácter del supervisor, demuestra que es imparcial, honesto,
confiable y con un temperamento uniforme, el cual es un modelo a seguir para los empleados, y que tienen la importante cualidad de respetar la autoridad confiada a ellos y usarla con discreción.