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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

INGRID VANESSA PORTILLA PEÑALOZA


SINTAXIS
PROFESORA MARIA EMILIA MONTES

Verbo ‘haber’ existencial en español

El español latinoamericano ha desarrollado muchas variables diatópicas ricas en cambios


gramaticales y léxicos, muchos de los cuales se califican como erróneos por salirse de los
parámetros gramaticales prestablecidos para el buen uso del idioma, esto se debe a normas
de prestigio que nos enseñan cómo usar la lengua de manera “correcta”, ignorando que la
lengua va cambiando y va adquiriendo nuevas formas de acuerdo a la comunidad de habla.
Muchos de estos cambios se dan, por ejemplo, en este caso, en la forma en que son
conjugados los verbos, y uno de ellos es el existencial HABER.

Al ser un verbo tan particular en el español, presenta inestabilidad en la norma de uso, y ha


venido alterando su comportamiento, lo que se vuelve un fenómeno interesante
sociolingüísticamente, ya que lo empezamos a usar como los demás verbos, utilizándolo
como un verbo personal con sujeto y concordancia de número y de persona (a excepción del
tiempo presente), siendo esto contrario a la norma antigua, la de prestigio, la cual dice que
el verbo no tiene sujeto si no que lo acompaña el objeto directo, es decir, es un verbo sin
sujeto explícito. Estableciéndose así, dos usos del verbo; el uso existencial, como en ‘hay
clase’ y la forma de conjugación y flexión normal como en ‘habrán muchos temas por
abordar’, la cual se ve como la forma errada que contradice la norma gramatical.

Es por esto que resulta interesante estudiar como ha venido siendo modificado para la
comodidad de los hablantes ya que la manera “incorrecta” se oye más en zonas rurales o
comunidades sin escolaridad puesto que estas comunidades se comunican en un contexto
completamente informal, de manera que se les atribuye el buen uso a personas de altos
recursos y con un nivel de estudio, ya que se comunican en un contexto mucho más formal.
Siendo esto una manera negativa de ver el uso de la lengua, porque conlleva a la
discriminación lingüística y creación de estereotipos de habla, ignorando el hecho de que los
cambios en la lengua son inevitables, y que la forma culta o de prestigio no es la manera
“correcta”, la norma gramatical va a ser correcta dependiendo de cómo la use la comunidad
de habla, ya que la frecuencia de un uso conlleva a la norma, además la manera “incorrecta”
también se puede describir en términos gramaticales.

Ahora bien, una de las razones por las que el verbo ha presentado cambios y se use “mal” en
muchas ocasiones es porque puede ser confuso conjugar el verbo, de esta manera el hablante
lo va a usar de la forma más cómoda que le parezca, y aunque no esté bien la norma
gramaticalmente, en el acto de habla la comunicación va a ser asertiva porque la conjugación
del verbo se va a entender ya que modificar una palabra o un uso es una acción lingüística
colectiva. Entonces, al presentar estos cambios, la norma de uso correcta se vuelve confusa
y empezamos a utilizarla ‘mal’ de manera inconsciente y automática, además de que muchas
personas crecen en contextos donde no se es consciente de la manera correcta de usar el
verbo, como es mi caso, llegué a la universidad sin saber diferenciar el uso de ‘han’ y ‘ha’, o
mejor dicho, no lo tenía presente a la hora de usar el verbo, lo cual fue algo muy chocante
para mí, y hasta vergonzoso, me vi en la situación de que en mi cuarto semestre el profesor
corrija errores donde yo uso mal el verbo:

Esto fue un despertar para mí, y me sentí mal, pero poniendo especial atención en las
conversaciones familiares cotidianas, me di cuenta que uso “mal” el verbo porque crecí en
un ambiente campesino con personas sin si quiera la primaria, escuchando a mis abuelos y a
conocidos mayores usando por ejemplo el ‘haiga’ como primera y tercera persona singular
conjugado con el presente subjuntivo, (lo que evidencia que la falta académica tiene mucho
que ver), aunque fui consciente de este mal uso desde hace mucho, y lo dejé de decir cuando
llegué a Bogotá, veo que cuando estoy en el pueblo muchas veces lo uso de manera
automática y ni cuenta me doy de que lo digo, y no solo pasa con este verbo, hay muchos
usos, palabras y formas que vuelvo a adquirir cuando estoy aquí, incluyendo el acento. En
fin, este uso es muy raro en personas por ejemplo de Bogotá, nunca le he odio decir ‘haiga’
a ningún compañero de la Universidad, sin embargo, en jóvenes de mi pueblo lo oigo muy
seguido, sobre todo si viven con sus papás y abuelos. Y no solo el uso del haiga, busqué en
mi chat las formas del verbo haber y encontré algunos contactos que lo han usado de manera
“errónea” y que en el momento no fui consciente:
 Según la RAE la forma 'han habido' no debe usarse en el español, ya que cuando el
verbo haber se usa para definir la existencia de personas o cosas, debe funcionar como
impersonal, por lo que siempre debe utilizarse en la tercera persona del singular

 Se supone que está mal usar el verbo en plural cuando el sintagma nominal se refiere
a varias cosas, y también supongo que estos hablantes no son conscientes de que están
usando mal el verbo, sin embargo, se logra entender lo que se quiere decir, es por esto
que los hablantes no les prestan atención a las normas de uso.

 En cuanto a 'hubieron' es incorrecto al ser usado para referir la existencia de cosas o


personas, ya que el verbo es impersonal y se utilizaría solo en tercera persona del
singular, la manera correcta sería: hubo. Sin embargo, veo que casi no se presenta,
quizá por el hecho de que se escucha 'feo' y que al ser más larga la palabra, se necesita
más esfuerzo articulatorio para pronunciar 'hubieron', no obstante, no deja de
presentarse situaciones en las que se use.

Es así como me doy cuenta que ya no se trata de una cuestión de si está mal o no las formas
de conjugación del verbo, se trata de que vamos a usar el verbo conforme a como crezcamos
escuchándolo, o como lo usen en nuestro entorno, muchas veces no nos damos cuenta que
usamos ‘mal’ las palabras o las acomodamos a nuestro gusto, lo que da paso a una alteración
en la lengua y a cambios en su estructura que poco a poco se van convirtiendo en regla, ya
que como lo dije antes, la frecuencia hace a la regla, y para nada se debe ver como algo
negativo. Este cambio de la forma de usar el verbo HABER surge a través de un uso
esporádico alternativo reforzado por factores sociales y culturales y aunque conserva
residuos de la sintaxis transitiva del latín que ha mantenido, no está absuelto de tener cambios
en su comportamiento gramatical por los distintos usos que empiezan a darle los hablantes
del español y otras lenguas, lo que lleva a concluir que por más instituciones prescriptivistas
que nos digan cómo usar el idioma, la lengua no va a parar de cambiar y más si es un verbo
tan usado en nuestra cotidianidad.

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