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N° 3837

Año LXXXIII
HOJA
DOMINICAL
Ciclo B
LH: SSal IV
Dominical.

domingo cuarto de cuaresma


14 de marzo del 2021

La razón de la venida de Jesús es el amor


odemos dar a miren y mirándole se

P este domingo
un título: «DIOS
SALVA». La misión de
salven.
Cruzando el desier-
to, los hebreos morían
evangelizando
83 AÑOS

Cristo en el mundo y picados por las ser-


en la historia es salvar, pientes; Moisés hizo
no condenar. Jesús construir una serpiente
ofrece al intelectual de bronce, la levantó,
Nicodemo la salvación y cuantos la miraban
(Jn 3, 14-21). Nicode- quedaban milagrosa-
mo es sincero y tímido; mente curados. Esta
es un hombre que ha serpiente levantada en
observado los signos el desierto fue un signo
de Jesús; sabe que el de salvación, pero la
milagro es prueba de virtud curativa le venía
la presencia de Dios y de Dios. Así Jesús será
como Jesús obra mi- elevado para que cuan-
lagros concluye que tos le miren se salven.
Dios está en Él. Cris- La causa de la «ele-
to aprovecha de estos vación» de Cristo es el
conocimientos y tras hablarle de la necesidad amor del Padre. Contra los que objetan »¿qué
de una vida, de un nuevo nacimiento, escalona ha hecho Dios por mí?», Jesús responde de
sus enseñanzas en la afirmación de un hecho, manera contundente: «Tanto amó Dios al
la explicación de su causa y la enumeración mundo que le dio su Hijo único, para que
de las consecuencias. El hecho es su muerte todo el que crea en Él no se pierda, sino que
redentora; la causa es el amor del Padre y las tenga vida eterna» (Jn 3, 16). La voluntad de
consecuencias son el juicio que cada uno hace Dios es salvar, no condenar.
de sí mismo según la respuesta dada al amor La consecuencia es la propia responsa-
generosamente ofrecido a voluntades libres. bilidad de cada hombre frente a la respues-
El hecho de la salvación ofrecida por Dios ta libremente dada al amor generosamente
se afirma en términos de elevación. Cristo de- ofrecido por Dios. El hombre libre es árbitro de
berá ser elevado en la Cruz para que todos le su destino.
Reflexión sobre el dolor de los pecados del crucificado.
¿Qué crimen tan brutal ha cometido este hombre, ¿Has pensado alguna vez que el pecado supone
que ha tenido que pagarlo con una muerte tan volver a crucificar al Señor? El Señor espera, una
horrorosa?, preguntó un mahometano a un s vez que nos ha redimido, que le amemos con obras.
acerdote refiriéndose a un crucifijo que tenía en la Y amar a Dios supone también decirle muchas
desde 1938
83 AÑOS

mesa. veces: ¡lo siento! Procura, cuando vayas a preparar


- Él no cometió ningún crimen tu confesión, pedir mucho perdón a Jesús por los
-respondió éste-; era completamente inocente. pecados, y también pídele que te dé dolor por ellos,
- Pues, ¿Quién lo clavó en este madero? dolor de amor.
- Fuimos nosotros los hombres quienes lo Si tienes a mano un crucifijo ahora, puedes
hicimos con nuestros pecados -exclamó con triste- hablar con Jesús en la Cruz comentando esto;
za el sacerdote. Jesús, que no me acostumbre a verte crucificado;
- Ahora comprendo –añadió lleno de compasión cada vez que vea un crucifijo trataré de acordarme
el mahometano– por qué tienes siempre la imagen de decirte: ¡Te amo!
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Reunidos de nuevo para celebrar la
M Eucaristía, debemos ser concientes
del misterio de amor que vamos a vivir. Por amor nos llamó Dios
a la vida, por amor nos envió a su Hijo y por amor nos sigue
ofreciendo su amistad, que es para nosotros fuente de vida y de
todo bien a pesar de nuestros continuos y reiterados abandonos,
desalientos y traiciones.
1. Canto de entrada Lectura del segundo libro de las Crónicas
De rodillas, Señor, de rodillas, (2 Crón 36, 14-16. 19-23)
odos los jefes de Judá, los sacerdotes y

T
y en polvo inclinado la frente,
hoy venimos a Ti, Dios clemente, el pueblo multiplicaron sus infidelidades,
con amable y fiel corazón. imitando todas las abominaciones de
Aquí estamos, Señor, aquí estamos los paganos, y contaminaron el Templo que
anegados en llanto los ojos, el Señor se había consagrado en Jerusalén. El
que se acaben, Señor, tus enojos, Señor, el Dios de sus padres, les llamó la
pues que somos tus hijos, al fin. atención constantemente por medio de sus
Que si un tiempo el ingrato olvidara mensajeros, porque tenía compasión de su
por el mundo tu amor y tu gloria; pueblo y de su Morada. Pero ellos escarnecían
lamentando tan triste memoria, a los mensajeros de Dios, despreciaban sus
hoy humilde te pido perdón. palabras y ponían en ridículo a sus profetas,
hasta que la ira del Señor contra su pueblo
2. En el nombre del Padre, y del Hijo, subió a tal punto, que ya no hubo más remedio.
y del Espíritu Santo. Amén. Los caldeos quemaron la Casa de Dios,
demolieron las murallas de Jerusalén, prendie-
3. Acto penitencial ron fuego a todos sus palacios y destruyeron
El Señor nos invita a confiar en su misericordia; todos sus objetos preciosos. Nabucodonosor
pidamos perdón a Dios por las faltas cometi- deportó a Babilonia a los que habían escapado
das contra Él, contra nuestra familia y nuestro
de la espada y estos se convirtieron en esclavos
prójimo: (Pausa)
del rey y de sus hijos hasta el advenimiento del
9 Tú, que levantado en la cruz proclamas reino persa. Así se cumplió la palabra del Señor,
el amor infinito del Padre: pronunciada por Jeremías: «La tierra descansó
Señor, ten piedad. durante todo el tiempo de la desolación, hasta


9 Tú, que con las manos extendidas en
la cruz abrazas a todos los hombres:
pagar la deuda de todos sus sábados, hasta que
se cumplieron setenta años».
Cristo, ten piedad. En el primer año del reinado de Ciro, rey de
Persia, para que se cumpliera la palabra del

9 Tú, que has entregado tu vida y has derramado
tu sangre por el perdón de los pecados:
Señor pronunciada por Jeremías, el Señor
Señor, ten piedad.
despertó el espíritu de Ciro, el rey de Persia, y
este mandó proclamar de viva voz y por escrito
4. Oración Colecta en todo su reino: «Así habla Ciro, rey de Persia:
El Señor, el Dios del cielo, me ha dado todos los
Dios nuestro, que reconcilias maravillosamente
reinos de la tierra y Él me ha encargado que
al género humano por tu Palabra hecha carne; te le edifique una Casa en Jerusalén, de Judá. Si
pedimos que el pueblo cristiano se disponga a alguno de ustedes pertenece a ese pueblo, ¡que
celebrar las próximas fiestas pascuales con una fe el Señor, su Dios, lo acompañe y que suba!»
viva y una entrega generosa. Por nuestro Señor Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.

5. M Primera Lectura
La primera lectura nos interpela sobre nuestro
testimonio como Pueblo de Dios: ¿Somos fieles
al Señor, o por lo contrario, necesitamos un exilio
a «Babilonia» para purificar nuestra fe, para reco-
nocer a Cristo como centro de nuestra vida?
6. M Salmo responsorial Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a
(Sal 136, 1-6) los cristianos de Éfeso
Los israelitas desterrados en Babilonia no pueden (Ef 2, 4-10)
ermanos: Dios, que es rico en miseri-

H
olvidar su patria, sus casas, su tierra.
R. ¡Que no me olvide de ti, ciudad de Dios! cordia, por el gran amor con que nos
amó, precisamente cuando estábamos
Junto a los ríos de Babilonia,
nos sentábamos a llorar, acordándonos de Sión.
muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo
En los sauces de las orillas revivir con Cristo –¡ustedes han sido salvados
teníamos colgadas nuestras cítaras. R. gratuitamente!– y con Cristo Jesús nos resucitó
Allí nuestros carceleros y nos hizo reinar con Él en el cielo.
nos pedían cantos, Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos
y nuestros opresores, alegría:
«¡Canten para nosotros un canto de Sión!» R.
futuros la inmensa riqueza de su gracia por el
amor que nos tiene en Cristo Jesús.
¿Cómo podríamos cantar un canto del Señor
en tierra extranjera? Porque ustedes han sido salvados por su
Si me olvidara de ti, Jerusalén, gracia, mediante la fe. Esto no proviene de
que se paralice mi mano derecha. R. ustedes, sino que es un don de Dios; y no es el
Que la lengua se me pegue al paladar resultado de las obras, para que nadie se gloríe.
si no me acordara de ti,
si no pusiera a Jerusalén Nosotros somos creación suya: fuimos
por encima de todas mis alegrías. R. creados en Cristo Jesús, a fin de realizar
7. M Segunda Lectura aquellas buenas obras, que Dios preparó de
San Pablo recuerda a los cristianos de Éfeso la antemano para que las practicáramos.
misericordia de Dios que nos salva llevándonos a Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
la práctica de las buenas obras.
8. M Evangelio
eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que en-
Cristo vino al mundo, no para condenar, sino tregó a su Hijo único para que todo el que
para salvar a todos. Sin embargo son muchos cree en Él no muera, sino que tenga Vida eter-
los que voluntariamente desprecian la salvación na. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar
prefiriendo las tinieblas a la luz esplendorosa.
al mundo, sino para que el mundo se salve
Versículo antes del Evangelio
por Él. El que cree en Él, no es condenado; el
Jn 3, 16
que no cree, ya está condenado, porque no
Gloria, honor a ti, Señor Jesús.
ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
Dios amó tanto al mundo, que entregó a
su Hijo único, para que todo el que crea En esto consiste el juicio: la luz vino al
en Él tenga Vida eterna. mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas
Gloria, honor a ti, Señor Jesús. a la luz, porque sus obras eran malas. Todo
c Evangelio de nuestro Señor Jesucristo el que obra mal odia la luz y no se acerca a
según san Juan ella, por temor de que sus obras sean descu-
biertas.
(Jn 3, 14-21)
ijo Jesús: De la misma manera que En cambio, el que obra conforme a la

D Moisés levantó en alto la serpiente en


el desierto, también es necesario que
el Hijo del hombre sea levantado en alto, para
verdad se acerca a la luz, para que se ponga
de manifiesto que sus obras han sido hechas
en Dios.
que todos los que creen en Él tengan Vida Palabra del Señor. Gloria a Tí, Señor, Jesús.

Se dice Credo. Para que los que viven en aislamiento, particular-


9. Oración de los Fieles mente los huérfanos y abandonados, se consuelen
Sabiendo que Dios, nuestro Padre, desea que le pensando que Dios les acompaña y protege a lo
pidamos, y nos promete concedernos cuanto le largo de su vida. Roguemos al Señor.
pedimos, recurramos a El con confianza. A cada
Por las personas enfermas y por aquellos que
petición diremos: Padre, escúchanos.
están sufriendo como consecuencia de los efectos
Para que el Señor guarde siempre a su Iglesia ilu- de la pandemia de coronavirus, que se recuperen
minándola con la lámpara de la fe, manteniéndola pronto y Dios nos dé a todos salud de cuerpo y
con el ancla de la esperanza y estrechándola con
alma. Roguemos al Señor.
la unión de la caridad. Roguemos al Señor.
Para que haya paz y bienestar en todos los Oh Dios rico en misericordia y fiel a tus promesas,
pueblos de la tierra, particularmente en aquellos al mismo tiempo que te damos gracias por tus
que están turbados por la lucha interna y externa. incesantes bondades, danos el corresponder a ellas
Roguemos al Señor. con generosidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
13. Oración de Acción de Gracias
Repitamos: Gracias Señor.
Porque Jesús quiere que tengamos vida y alegría.
10. Canto de Ofertorio Porque la Iglesia fortalece nuestra fe en Cristo
Al ofrecer el vino, al ofrecer el pan, y nos alimenta por medio de la Eucaristía.
pensamos en aquellos que tienen hambre y sed. Por habernos perdonado por la muerte de
A compartir el pan, enséñanos, Señor, Cristo en la cruz.
condúcenos, Padre, al amor fraternal. 14. Oración después de la Comunión
Tu presencia elevó las bodas de Caná, Padre, que iluminas a todo hombre que viene a
el agua de amistad en vino se tornó; este mundo, te pedimos que alumbres nuestros
para la eternidad el cristiano ha de ser corazones con el esplendor de tu gracia, para
vino de hermandad. que nuestros pensamientos sean dignos de ti y
11. Oración sobre las Ofrendas aprendamos a amarte de todo corazón. Por Jesu-
Te presentamos con alegría, Señor, estos dones cristo, nuestro Señor. Amén.
para la salvación eterna; ayúdanos a celebrarlos 15. M Rito de Conclusión
con fidelidad y a ofrecerlos dignamente por la Padre, protege, a quienes te suplican, sostén a los
redención del mundo. Por Jesucristo, nuestro
débiles y vivifica siempre con tu luz a quienes cami-
nan en las sombras de la muerte; con tu clemencia,
Señor. Amén. apártalos de todo mal y hazlos llegar a la plenitud de
12. Canto de Comunión tus bienes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor ¿a quién iremos? 16. Canto final
Tú tienes palabras de vida, Dolorosa, de pie junto a la Cruz,
nosotros hemos creído Tú conoces nuestras penas,
que Tú eres el Hijo de Dios. penas de un pueblo que sufre. (2-2)
Soy el Pan que os da la vida eterna, Dolor de los cuerpos que sufren enfermos
el que viene a Mí no tendrá hambre, el hambre de gente que no tiene pan;
el que viene a Mí no tendrá sed; silencio de aquellos que callan por miedo,
así ha hablado Jesús. la pena del triste que está en soledad.

Lecturas Bíblicas
y Santoral del día Jueves, 18 de marzo
Ex 32, 7-14; Sal 105, 19-23;
Lunes, 15 de marzo Jn 5, 31-47
Is 65, 17-21; Sal 29, 2. 4-6. 11- Santos: Cirilo, Anselmo, Narciso.
12a. 13b; Jn 4, 43-54 Viernes, 19 de marzo
Santos: Raimundo, Luisa, María. Solemnidad, san José
Martes, 16 de marzo 2Sm 7, 4-5a. 12-14a. 16; Sal 88, 2-3.

21 de marzo
4-5. 27. 29; Rm 4, 13. 16-18. 22,
Ez 47, 1-9. 12; Sal 45, 2-3. 5-6.
Mt 1, 16. 18-21. 24a; o Lc 2, 41-51a
Domingo Quinto
8-9; Jn 5, 1-3a. 5-18 Santos: Juan, Marcos, Apolino,
Santos: Hilario, Heriberto, Abraham.
de Cuaresma
Leoncio.
Miércoles, 17 de marzo Sábado, 20 de marzo
Is 49, 8-15; Sal 144, 8-9. 13cd- Jr 11, 18-20; Sal 7, 2-3. 9-12; Jr 31, 31-34; Sal 50, 3-4. 12-15; Hb
14. 17-18; Jn 5, 17-30 Jn 7, 40-53 5, 7-9; Jn 12, 20-33
Santos: Patricio, Teodoro, Santos: Eugenio, Alejandra, Santos: Felimón, Nicolás,
Pablo, Alejandro. Martín. Francisca.

19 de marzo de Nazaret con el traba-


l próximo sábado, fiesta jo de tus manos. Protege
E de San José, celebramos
el día del padre. Por su-
puesto es un día de oración por
bondadosamente a las que
recurren confiadamente
a ti. Tú conoces sus aspi-
el papá, por su salud, por su raciones y sus esperanzas.
larga vida o, si lo hemos per- Se dirigen a ti porque sa-
dido, por su descanso eterno. ben que tú los comprendes
Día de abrazar, día de recordar, y proteges. Tu tam-
día de regalos para hacer sen- bién conociste prue-
tir, a aquel que nos transmitió bas, cansancio y trabajos.
la vida, que lo queremos y apreciamos sus sacrificios. Pero, aun dentro de las preocupaciones ma-
teriales de la vida, tu alma estaba llena de
Invocación a San José, esposo de la Virgen María profunda paz y cantó llena de verdadera alegría
San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, por el íntimo trato que goza con el Hijo de Dios,
tú empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimien- el cual te fue confiado a ti a la vez que a María,
to de tu deber, tú mantuviste a la Sagrada Familia su tierna Madre. Amén
Edición y Revisión: Kevin Bludssat y Fr. Paco Fernández • Distribución: Martha Argota

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