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Las obras de don Antonio poseen, a través del tiempo y en todas sus diversas
temáticas, particularidades que lo definen, y que las definen como hijas del
mismo artista. Las sensuales mujeres que acompañan al Indio Mara, en
Maracaibo; son hermanas en voluptuosidad, contextura y expresión de las
figuras femeninas que, en el Monumento de Carabobo, se abrazan
representando a América y España o que forman parte de los relieves
hermosísimos que decoran la Escuela Normal de Santiago de Veraguas en
Panamá. Simón Bolívar conserva sus mismos rasgos serenos, la misma línea
en su perfil y en sus mandíbulas, tanto en el busto expuesto en la sede
principal de las Naciones Unidas como en todos y cada uno de los que
salieron de las manos del Maestro Rodríguez del Villar, no importa que tan
serena fuese la expresión de El Libertador o que tan intensa y heroica al
1
guiar a sus combatientes. Políticos, escritores, guerreros, prelados, héroes,
vírgenes y hasta cristos, todos pertenecen a una misma raza, a una misma
especie, todos son pobladores del mismo planeta de personajes
tremendamente humanos, con la tensión de sus músculos a punto de estallar:
labios dispuestos a sonreír, a increpar o a pronunciar un discurso, en
cualquier momento. Manos que tememos tocar por pensar que
inesperadamente pueden cerrar sus dedos para estrechar las nuestras. Cristos
crucificados, en el instante previo a hace un sublime esfuerzo para levantar
su cabeza y poder mirarnos a los ojos. Muslos y pechos exuberantes de
mujeres magníficas que nos transmiten el calor de un cuerpo humano
atrapado bajo la frialdad del bronce. Mantos de vírgenes que, sedosos y
pesados, dan la sensación de que van a resbalarse hasta el suelo, en cualquier
momento, dejando las purísimas cabezas descubiertas. Caballos asustados,
descontrolados, hocicos abiertos y ojos desorbitados que se abren paso entre
el metal o la piedra de los relieves: la vida se petrificó en sus esculturas,
latente, como a la espera de un momento ideal en el que puedan desatarse,
desbordarse. Y, a pesar de todo esto -o, además de todo esto- ese toque
mágico de gracia y elegancia, esa exquisita dignidad que ejerce un poder
tiránico e irreductible sometiendo eternamente a estos seres.
2
Artes es una expedición maravillosa conocer los eventos que forman parte
de la vida de un creador.
Un acercamiento, una cronología que nos permita trazar, si no una extensa
biografía, ciertos momentos esenciales en los que podamos imaginarlo en
lugares y circunstancias específicos y definidos, relacionados con su obra.
3
A Álvaro, mi padre y el hijo del
artista
4
Agradecimientos
A Antonio Rodríguez del Villar, por ser tan buen narrador de sus propias
historias y a mi padre por confiar en que algún día me dedicaría a estudiar la
vida y obra de su padre.
5
“La escultura, considerada en
general,
realiza ese prodigio, que el espíritu
se encarne de súbito, en la materia
y la modele, de tal manera, que se
haga presente en ella y allí
reconozca
su perfecta imagen”
6
CAPÍTULO I
NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
(1880-1896)
SEVILLA
7
de su nacimiento, como dando a entender que, a pesar de ello, era
totalmente andaluz.
8
¿Cómo llegaba a Sevilla ese impetuoso fluir de ideas sociales y políticas,
ese mundo nuevo que se abría paso hacia el estallido de un nuevo siglo?
¿Cómo se derramaban por España las recientes corrientes artísticas que
parecían ir desencadenando al hombre de las ataduras de los
convencionalismos y las reglas? ¿Cómo era la Sevilla que podía ver
Antoñito a través de su mirada de artista? Pareciera que la vida se lo llevó
de la mano corriendo y ni siquiera le dio tiempo de disfrutar su infancia;
poco o nada se sabe de sus juegos infantiles o amigos de la niñez, pareciera
que se hizo hombre antes de tiempo. No se lamentaba de ello. Con valentía
y fortaleza poco usuales para un niño, para un adolescente, Antonio fue
capaz de enfrentarse a las situaciones adultas que se iban presentándose en
su vida temprana, de manera inesperada e insistente.
Allí [en Sevilla] se despertó la vocación irresistible del escultor precoz y en la primorosa
fachada del Palacio Municipal, calada como una mantilla y bordada como un mantón
andaluz en esa joya arquitectónica –un encaje de piedra que que tiene la finura estilizada
de
1
Era ésta una de las llamadas artes decorativas o artes industriales. Este tipo de artista o artesano realizaba
ornamentos que embellecían el diseño arquitectónico de palacios, iglesias y otras edificaciones. También es
denominado escultor entallador.
9
una fina labor de orfebrería- el cincel de Antonio R. del Villar ha dejado unos primorosos
relieves cuando todavía era un chavea (sic), como llaman allí a los chiquillos, empleando
la voz cañí.
10
trabajo que su maestro quien “preferentemente se dedicó al retrato y a los
monumentos conmemorativos” (http:www.arteespana.com/marianobenlliure.htm).
Desde ese día fue “protegido” del Cardenal, que veía por su bienestar y
particularmente porque siguiera sus estudios de arte.
11
la sabiduría natural y suficiente para discriminar y reconocer cuáles asuntos
ameritaban de una verdadera seriedad en la vida y cuáles no valen ni un
breve instante de preocupación, de indignación o de amargura..
Las picardías, travesuras y una inmensa facilidad para hacerse querer de
quien lo conocía, no dejan lugar a dudas de qué tan jovial y abierto fue
siempre el carácter de Antonio.
A partir de 1890, los años transcurren con una velocidad vertiginosa para el
escultor; en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla obtiene un preciado
galardón: la Medalla de las Academias, era ésta la primera de muchísimas y
variadas condecoraciones que recibiría Antonio a través de su vida.
12
Entonces llega el momento en que, por primera vez, sus hermanas tienen
que “crecer” para convertirse en madres sustitutas del joven artista. Tomaron
ellas una crucial decisión sobre el futuro de su hermano.
Alrededor del año 1892, el ya mencionado Cardenal Espínola, quien estaba
al tanto de las particulares dotes artísticas del niño y de sus admirables
progresos como escultor, decide que es conveniente para éste continuar su
carrera en Madrid donde, bajo la protección de una noble dama prominente y
amante de las artes, Antonio continuaría sus estudios.
MADRID
La España de ese momento histórico vivía una tensa calma política que se
había iniciado con La Restauración, establecida a través de la figura del Rey
Alfonso XII, a la cabeza de una Monarquía Parlamentaria que, a partir de
1885 recaía en los hombros de la reina María Cristina, regente desde la
muerte de su esposo. Sin embargo, fuertes alteraciones sociales perturbaban
el ambiente a causa de una creciente crisis económica que, en el año 86
desencadenó un paro obrero. Descontento y desconcierto desembocaban,
incluso, en preocupantes atentados anarquistas.
La capital se encuentra inquieta y animada por estudiantes que llenaban los
cafés con sus conversaciones sobre política y derechos sociales para distraer
el hambre y el letargo que se apoderaba de la ciudad a causa de las huelgas.
Madrid ventilaba su descontento a los cuatro viento;, Madrid en plena
ebullición y Antoñito llegando a la estación donde no encuentra ningún
rostro familiar; solo, y con dinerito en el bolsillo se siente libre para correr
una pequeña aventura y decide salir a caminar. Llega a un restaurante donde
confunde la ansiedad con hambre, entonces pide “vino, escabeche, una
tortilla y un formidable trozo de carne”, sin embargo, según sus propias
palabras:
No pude comer aquella tarde, tenía como un nudo en la garganta. Dejé todo aquello y me fui al
Teatro de la Zarzuela y cuando en el gran salón, en medio de centenares de espectadores que
13
reían y gozaban, me encontré solo, sin poder comunicarme con nadie, dos gruesas lágrimas
rodaron por mis mejillas.2
2
Este testimonio aparece, textualmente, en una entrevista que se encuentra en un periódico cuya fecha,
nombre y ciudad de publicación, son ilegibles.
3
Ídem nota anterior
14
cualquier cosa, cualquier ser, fuese carnal, puro espíritu o incluso exánime,
era incapaz de escaparse de las manos de Antonio.
En su primera fase, la escultura de Antonio es más rígida ya que es muy detallista y la busqueda
de la perfección es su constante obsesión. Interpretar la realidad de la manera más verosímil,
parece ser su motivo primordial. (Correo electrónico, A. Ureña, 22/05/2008)
En Madrid lo tenía todo: cariño, estimación, dinero, perspectivas cercanas de llegar, sin grandes
esfuerzos, sólo con dejarse conducir con cierta docilidad, a los cenáculos en los que la gloria
oficial se concertaba (El Mundo de San Juan, Antonio Rodríguez…,21/06/1933)
15
“…
No profane mi palacio
un fementido traidor
que contra su rey combate
y que a su patria vendió.
"Llevándole de ventaja,
que nunca jamás manchó
la traición mi noble sangre,
y haber nacido español.
…”
Romance I,(fragmento) , Duque de Rivas)
16
Cuando le dijo a la Duquesa que se marchaba a Roma, que quería ir a la Ciudad Eterna, donde
quería realizar su formación artística, la dama se limitó a advertirle con una mansa entereza que,
si la desobedecía, no esperase nada de ella en el futuro, ninguna merced…(El Mundo de San
Juan, Antonio Rodríguez…,21/06/1933)
Me asfixiaba en Madrid, quería volar, conocer otras tierras y otras gentes, beber la inspiración en
las mismas fuentes del Arte… ¡Cómo soñaba entonces con Roma, la ciudad de los césares y los
Papas, cuna de nuestra civilización (Periódico de Sevilla, 1940)
17
CAPÍTULO II
ITALIA
18
carente de la llamativa atracción con la que el color se impone sobre el
observador.
Una vez establecido, continuó sus estudios de arte de una manera más
integral: pintura, escultura y arquitectura, le proporcionaron las fuertes bases
sobre las que trabajaría Antonio el resto de su vida. Desconocemos quienes
fueron sus maestros y sus guías; sin embargo, es obvio que su acercamiento
al mundo clásico pareciera colmar la insaciable sed de ver y experimentar
las creaciones esenciales del arte clásico, al menos temporalmente, ya que
éste es apenas el principio del viaje que realizaría el artista, posteriormente,
más allá del continente europeo.
Fue en Roma, también, donde Antonio tuvo la oportunidad de sentirse
absolutamente libre, por primera vez. Datan de esa época anécdotas
juveniles que develan el carácter despreocupado de Antoñito y su, más que
obvio, sentido del humor. Así, en una ocasión decidió recorrer junto a un
amigo, las calles centrales de la ciudad en bicicleta a la mayor velocidad que
les permitían sus piernas. El asunto no sería digno de contarse si no fuera por
la particular ocurrencia de colocarse, ambos ciclistas improvisados, sendas
pieles de animales salvajes, incluidas las cabezas con las amenazadoras
fauces abiertas. La historia, relatada por Antonio, parecía nueva y fresca en
todas y cada una de las ocasiones en que, entre risas y aspavientos, imitaba
las expresiones de los peatones que pasaban del susto a la sorpresa para
finalizar en la risa.
No era muy formal Antoñito, el joven escultor, quien residiendo como
huésped en un encantador “palazzo” cuya tradición incluía un fantasma,
decidió asumir el papel del fallecido “Cura Piccolo”. Durante una cena
formal, decidió Villarín perturbó la paz del palacio, pintándose de blanco y
vistiendo una sábana; para preparar el ambiente, emitió chillidos
inquietantes antes de hacer su aparición ante los invitados: la reacción, según
sus propias palabras, fue apoteósica.
Platos y copas volaron por los aires, lanzados por los comensales hacia la
presencia, no tan etérea, del improvisado fantasma que, aporreado, golpeado
19
y absolutamente sorprendido por el éxito de su fugaz aparición, no se atrevió
a develar a sus anfitriones la identidad secreta del perturbador fantasma.
Mi humilde estudio en la Via Tassso, cerca de la Escala Santa de Santa María Mayor, fue visitado
por sus Eminencias los Cardenales del Sacro Colegio. Sus Eminencias (Vicente V…, Serafino
V…5) me facilitaron las vestiduras para que me sirvieran de modelo para hacer la estatua de Pío
IX. También tuve el honor de recibir a Monseñor B…6, comisionado por Su Santidad para ver el
monumento, como también el Padre Martín M…7, de los Padres Jesuitas, e infinidad de
personajes. Este monumento se pensaba colocar en una playa de Sinigaglia, ciudad donde naciera
S.S. Pío IX, para lo cual visitamos a S.S. Pío X con el objeto de que nos indicara el lugar donde
se colocaría el monumento y este Santo Varón nos dijo:
-Los santos están bien en la iglesia, y como S.S. Pío IX será quizás canonizado ¡Ponedlo en la
iglesia!
-Y ¿dónde, Beatísimo Padre? – le preguntó don José Sevilla
- ¡En la Catedral de Sinigaglia!
Y cogiéndome de los brazos me levantó y dijo:
-¡Álzate, buen español!
Y así terminó esa audiencia que recordaré toda la vida.
Este escrito fue realizado muchos años después del hecho, en 1954, cuando
a través de la prensa se notificaba la canonización de Pío X. Más adelante,
en el manuscrito, Antonio continúa:
4
Los denominados Zuavos Pontificios, constituyeron una de las fuerzas armadas que, junto a gendarmes,
artilleros y suizos, defendieron la capital del mundo cristiano de las tropas piamontesas, durante el papado
de S.S. Pío IX, en septiembre del año 1870 . (Ver: http://www.lozuavipontificio.net/armeria/gli-zuavi-
pontifici/)
5
Los apellidos en el original son ilegibles
6
Ídem
7
Ídem
20
…como es natural, me produjo una gran emoción [la noticia de la canonización] que me hizo
recordar aquellos momentos de mi juventud en que tuve la felicidad de comunicarme con un
Santo en aquella época llena de ilusiones y de belleza, rodeado de un grupo de artistas: escultores,
pintores, arquitectos y músicos que todos fueron célebres…
Italia como nación, contaba con algo más de 30 años, su estabilidad interna
estaba sometida a graves problemas sociales y la débil imagen política que
poseía el gobierno8; además, sufría los embates de una Europa
convulsionada donde las grandes potencias originaban una permanente
tensión debida a sus ansias de poder. Pese a todo, se firmaban constantes
acuerdos entre las naciones con la esperanza de mantener el respeto
necesario para conservar la paz.
De vez en cuando visita París para conocer las extravagancias, las audacias, las osadías del Arte
revolucionario y asimilar el alma francesa. 11
8
El 30 de julio de 1900, descontento ante una revuelta laboral, un anarquista asesina al Rey de Italia
Umberto I
9
En 1898 se firmó un Acuerdo Comercial Franco-Italiano
10
Traducción de la autora
11
Cita tomada de recorte de periódico con nombre y fecha ilegibles.
21
El Arte ha de llegar al alma de todas las mentes humanas y todo hombre ha de sentir la vibración
de lo bello ante la obra que contempla (…)
El Arte puede llamarse así cuando deja en el espíritu del que lo contempla, un recuerdo
imperecedero y que al evocarlo sienta la misma emoción. 12
12
Fragmento tomado de un manuscrito de Antonio Rodríguez del Villar donde expresa opiniones sobre el
arte moderno. SF
13
Los conceptos. “ideista” (representativo de una idea) y “sintético” (proporcionar a las formas una
significación general), aparecen entre los preceptos del Simbolismo, según Georges Albert Aurier,
publicados en el Mercure de France, 09/02/1981. Ver: Pijoan, Historia del Arte, T. IX, p. 17
14
Esta frase aparece en un breve escrito de la esposa del artista. S.F:
22
Sin embargo, París era, desde luego, mucho más que estudio; el espíritu de
Antonio, impulsivo y ansioso por vivir, por conocer y por saturar su
existencia de experiencias, no contaba con más censura y más medida que la
rectitud de sus propias convicciones y la moral que, amorosamente, le había
sido inculcada en su hogar. Libre y desprovisto de falsos prejuicios –como
lo fue durante toda su vida- la compleja sensibilidad de Antonio lo había
impulsado a acudir, místico y casi etéreo, a la Plaza de San Pedro ante la
primera bendición de Pió X; pero también había revuelto su curiosidad
masculina y juvenil para que disfrutara en el Moulin Rouge del escandaloso
baile del Can-Can. El principio de siglo en Europa, para un artista que
rondaba los veinte años, daba espacio para todo eso y más…Existe un
variado testimonio fotográfico que nos presenta, visualmente quién era aquel
Antonio: bromeando en una representación dramática junto a sus
compañeros; disfrutando en una reunión vestido de gala con un frac
impecable, al estilo Place Vendôme y una espléndida sonrisa de “bon
vivant”15 incorregible o en una plaza, delante de una fuente con una pose
algo estudiada, sosteniendo en el brazo su gabardina y vistiendo una sencilla
“americana” -denominación que, en aquel entonces, recibían las levitas
cortas y que Antonio utilizó siempre para referirse a cualquier tipo de
chaqueta.
ORIENTE
15
Termino usado en los siglos XVIII y XIX para designar al “amigo del buen vivir”. Persona bohemia o
dandy. Cultivar la ociosidad, la elegancia o la extravagancia en el vestir, gustar de la buena mesa y bebida,
pueden considerarse rasgos del bon vivant”. (http://es.wiktionary.org/wiki/bon_vivant)
16
Se conserva el original de esta carta, de puño y letra del maestro Benlliure, fechada el 19/10/ 1901.
23
Alrededor de 1904; Antonio toma una nueva decisión en Italia:
Aquello me abrió el camino. Pero yo no me conformaba con estudiar el arte en Roma. Yo quería
estudiar la escultura desde su origen y marché a Egipto; mis pasos recorrieron Luxor, las Ruinas
de Menfis, las Pirámides milenarias. De allí pasé a Grecia. ¡Oh Grecia! El ideal de todos los
artistas, la patria de Fidias y Praxísteles (Periódico de Sevilla,”Antonio Rodríguez del Villar…”,
1940)
Cuando viajé a Oriente con el fin de contemplar y adquirir conocimientos de las hermosas obras
griegas llegué a Atenas sin saber el idioma y sin encontrar a nadie que me sirviera de intérprete.
Entonces entré en una librería y por señas pedí las postales donde hubiese algo que me
interesase.. Entonces se las di al cochero dándole a entender que quería visitar todos aquellos
lugares. El buen hombre comprendió y, durante tres días no cesé de admirar aquellas maravillas.
Seguí visitando otras ciudades por el mismo procedimiento y, al cabo de un tiempo, ya había
encontrado la manera de comunicarme con los demás. 17
A pesar de que Antonio viajaba solo, nunca le faltaron –ni en este viaje ni
en ningún otro- relaciones, contactos valiosos, familias notables que lo
hospedaran o lo presentaran a personajes de importancia. Aunque no
perteneciera a una familia noble –a pesar de haber heredado un titulo de
Conde de Torrijos, de un tío suyo-, sus amistades aristócratas fueron durante
largo tiempo, fieles y constantes. El carácter dulce de Antonio y su
constancia sembraban simpatías y afectos incondicionales que propiciaron
el hecho de que su carrera de artista se convirtiera en su medio de vida;
encargos proyectos, trabajos particulares y oficiales facilitaron su
subsistencia en cualquier país donde se encontrara. Formalmente –tal como
aparece en sus pasaportes- su profesión era la de escultor y salvo algunas
temporadas de su vida en las que ejerció cargos diplomáticos, siempre vivió
del arte. Reuniones, cartas de presentación, cenas…la vida social de Antonio
formaba parte de su trabajo; difícil situación la de mezclar amigos con
negocios, sin embargo está muy claro que era generoso con su cariño,
además de afectuoso y expresivo: era un lujo que se permitía en su
17
Este texto pertenece a un par de hojas escritas a máquina por el escultor, donde relata, brevemente
algunas de sus anécdotas.
24
comportamiento con los más cercanos a su corazón con quienes no se sentía
a gusto siendo, simplemente, simpático y agradable.
Mucho más fácil sería para los artistas renacentistas o para los pintores
oficiales de alguna casa real; Antonio era un espíritu libre, lo fue hasta casi
llegar a ser un anciano: la libertad y la independencia fueron en él
características definitorias de su personalidad.
Sus estudios sobre anatomía y su búsqueda por ver y conocer de cerca todo
lo que le interesaba lo llevaron a Etiopía con el interés de trabajar en la
arcilla plasmando la belleza de los rasgos y las características anatómicas de
una raza diferente. Este realismo al reproducir el cuerpo humano se convirtió
en una huella personal a través de toda su obra, y si no contamos con los
trabajos realizados durante esta etapa, basta con observar detenidamente sus
indios cuyos cuerpos y rostros se apegan detalladamente a las características
propias de esa raza18.
Nunca pude satisfacer mis ansias de conocimientos artísticos con la sola contemplación de las
obras maravillosas a través de libros y fotografías. Era para mí una necesidad el ver con mis
propios ojos el Arte, herencia de la humanidad. Por eso sentía obsesión de ver las Pirámides y me
dirigí a El Cairo. (Periódico de Sevilla,”Antonio Rodríguez del Villar…”, 1940).
18
Más adelante analizaremos con más detenimiento esta obra: Monumento al Indio Mara, que se encuentra
en la ciudad de Maracaibo, Venezuela.
19
(Del fr. bédouin, y este del ár. clás. badawī). adj. Se dice de los árabes nómadas que habitan su país
originario o viven esparcidos por Siria y el África septentrional. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?
TIPO_BUS=3&LEMA=beduino
20
Texto perteneciente a las notas del escultor
25
lejos el aterrado guía se escondía de quién sabe que fantasmagóricas
presencias o amenazas absolutamente terrenales.
En aquel tiempo las Tumbas estaban cubiertas por las arenas del desierto, pero un beduino,
verdadero gigante de musculatura formidable, bello modelo para esculpir en mármol, me ofreció
llevarme al lugar.
Llegados allá, me mostró una especie de brocal de un (…) 21tapado con una puerta. Bajamos por
allí por unas escaleras talladas en la roca y pude ver la magnífica obra que es capaz de realizar la
imaginación del hombre.22
26
carta- su lenguaje es cálido amistoso y de mucha confianza con Antonio, lo
que nos dice mucho sobre el ambiente que rodeaba al jovencísimo maestro
del Villar en Italia. En el texto se hace mención a una carta anterior escrita
por Antonio desde Constantinopla, sin embargo, la información más
colorida y sugerente se cita, a continuación:
Al contestarle a ésta [la carta enviada desde Constantinopla] le ruego vaya al Hotel Victoria y
pregunte por la Princesa Aristardi, a primeros de enero tuve una postal de su hija Melek que me
daba esta dirección en Atenas. Como quería escribirle extensamente, no lo he hecho. Si están ahí,
véalas. Melek habla muy bien el español, como el italiano, el inglés, alemán, ruso, turco, griego y
no sé cuántas lenguas más. Han vivido en Roma muchos años y son amigas mías desde la otra
vez en que yo vine de Agregado a Roma. Cuénteles cosas mías y esto les valdrá más que una
carta(…)El marido de la Princesa fue, durante muchos años, el Gobernador de la Isla de Samos
(Carta, 17/03/1906)
27
CAPÍTULO III
28
MÉXICO
ESTADOS UNIDOS
23
Tomado de las notas breves de su esposa.
29
Según sus propias palabras, Antonio viaja a Nueva York para “realizar un
trabajo encargado por medio de unos amigos”, sin embargo su ingenio y las
circunstancias fueron propicias para que su llegada a la ciudad fuera motivo
de revuelo.
Tres días antes del aniversario de la muerte de Abraham Lincoln, Antonio
encontraba hospedaje en la casa de unos conocidos, eran días fríos y en
particular la última nevada había sido intensa; entonces surge, en él, la idea
de modelar, allí mismo, un busto del ex presidente. Así, mientras unas
jóvenes le ayudaban amasando bolas de nieve, Antonio iba modelando el
busto. Al verlo trabajar, las personas que pasaban corrieron la voz y al cabo
de un rato se formó una larga fila de curiosos que duró todo el día; tantos
fueron los admiradores de la obra que fue necesaria la policía para preservar
el orden. Tres días duró la obra perfecta, impecable ya que en ese tiempo no
llovió ni nevó pero la helada fue tan intensa que sirvió para conservar el
busto “con el aspecto y la contextura del alabastro”, según palabras del
propio Antonio. Durante esos tres días, el público fue constante, incluso se
habló en los periódicos sobre el acontecimiento, absolutamente insólito para
la época. Antonio había manejado sabiamente una fantástica estrategia
publicitaria: aquel suceso le valió una considerable cantidad de encargos.
30
no le fue realizado directamente sino a través de la firma de John Barber &
Company.
The Choir Stalls, rising in three tiers on each side of the Choir proper, were designed by Hems
and La Ferge from studies of the stalls in the Cathedral of San Domenico, Taormina, Sicilia.
They are of oak and were made by the John Barber Company, of Philadelphia. The finials of the
stalls are figures of great musicians and composers of church music, represented in the costumes
of their day.24
(Las Sillas del Coro, que ascienden en tres niveles a cada lado del Coro, propiamente dicho,
fueron diseñadas por Hems y La Ferge, a partir de estudios sobre las sillas del Coro en la catedral
de San Domenico, Taormina, Sicilia. Estan fabricadas en roble y fueron hechas por la Compañía
John Barber de Filadelfia. Los extremos de las Sillas están rematados por figuras de los grandes
músicos y compositores de música sacra, representados en los ropajes de su época) 25
Los músicos que componen esta decoración son: David, Asaph, Santa
Cecilia, Palestrina, Purcell, Haydn, Mendelsohn, San Gregorio el Grande,
Talus, Bach, Haendel y Bertniansky.
24
Este texto está copiado directamente de un correo electrónico (07/03/2006) enviado a la autora por
Wayne H. Kempton, Archivista Episcopal de la Diócesis de Nueva York, quien amablemente adjuntó,
también, un valioso material fotográfico de las esculturas.
25
Traducción de la autora
31
Comienza en Estados Unidos la producción de una serie de bustos
inolvidables para el escultor, entre ellos: busto del Presidente Taft, del
banquero Pierpont Morgan y un tercero del célebre héroe japonés de la
Batalla de Port-Arthur26, el Almirante Togo (1911), que sólo posó siete horas
para Antonio, al encontrarse de paso por Nueva York. Lamentablemente no
existe documentación o testimonios sobre la posible ubicación de estas
esculturas, lo que ameritaría un intenso trabajo de investigación que permita
su localización.
El giro lingüístico que tanto repercutió en la filosofía y en pensamiento a finales del siglo XIX
sirve de base y complemento ideal a todos los avances técnicos y sociales que dieron lugar a que
cubistas, surrealistas y dadaístas fragmentaran el lenguaje formal del arte y su aparato conceptual.
(Artelista.com Boletín número 116)
26
Conflicto que enfrentó a Rusia y al Japón por el dominio de Manchuria y Corea (febrero 1904 a
septiembre 1905).
27
Ubicación actual por confirmar
28
Ídem nota anterior
29
No existe información sobre la fecha
30
Periódico sin fecha ni lugar de publicación
32
Se encuentra en América cuando el centro del mundo comienza a
desplazarse y se aparta de Europa que a partir del inicio del siglo es más
“complementaria que concurrente”31 (Histoire Critique…, 1993,10). El nuevo
continente no aleja a Antonio de huelgas y desconcierto social que años
antes había propiciado, también, un magnicidio en Estados Unidos32. Incluso
rumores del fin del mundo, vivió Antonio en Nueva York
May 19: HALLEY’S COMET BRUSHES EARTH WITH ITS TAIL (banner headline of the
newspaper); 350 American astronomers keep vigil; Reactions of fear and prayer repeated; All
night services held in many churches; 1881 dire prophecies recalled by comet scare.
(http://spiderbites.nytimes.com/free_1910/index.html)
(Mayo, 19:EL COMETA HALLEY ROZA LA TIERRA CON SU COLA (titular del
periódico); 350 astrónomos americanos se mantienen vigilantes; reacciones de pánico y
oraciones se repiten; se mantienen servicios nocturnos durante toda la noche en muchas
iglesias; se recuerdan 1881 profecías graves sobre el pánico del cometa)33
33
de asistir a las sesiones de los más reputados “mediums” de Nueva York,
confesaba no haber salido nunca realmente convencido de la veracidad de
las comunicaciones metafísicas que observó; charlatanes y oportunistas
recibían grandes sumas de dinero por lo que terminaban siendo “efectos
especiales”, ayudantes escondidos y personajes encubiertos que investigaban
la vida de los incautos.
Sin embargo, durante toda su vida se sintió un hombre especialmente
sensible a los asuntos metafísicos; precisamente de su época en Nueva York
data una particular anécdota, referente al tema. Su larga estancia en esa
ciudad fue propicia para establecer, como era costumbre en él, lazos
amistosos profundos y trascendentales en especial con un joven hijo de una
prominente familia de banqueros judíos. Al viajar el joven a Europa, en unas
vacaciones, sufrió un grave accidente en el que murió instantáneamente.
Antonio relataba como, estando él en Norteamérica a cientos de kilómetros
de distancia, recibió claramente un mensaje de su amigo que al momento de
morir le pidió que fuera con sus padres para prepararlos y confortarlos para
el momento en que recibieran la noticia de su muerte. Así lo hizo Antonio,
sin dudar ni un momento de lo veraz del mensaje. Rodríguez del Villar lo
relataba así, naturalmente, y comentaba no haber necesitado más prueba para
realizar esa desagradable misión que la convicción de que aquélla era , sin
duda alguna, la voz de su amigo; incluso comentaba, después de un solemne
momento de seriedad que la pareja agradeció profundamente su compañía y
unos meses después ofrecieron “adoptarlo” ya que no tenían herederos de su
fortuna y el cariño los había ligado entrañablemente a Antonio, después de
ese comentario volvía dibujarse su sonrisa y terminaba por decir que no
podía aceptar ese tipo de regalos y menos cuando le faltaban tantas
experiencias por vivir y tantos lugares por recorrer.
34
Esta obra se analizará detalladamente, más adelante.
34
Un año más permanece en Estados Unidos donde realiza trabajos de menos
importancia: bustos, relieves, fuentes. Antonio cuenta ya con treinta y cinco
años; lamentablemente carecemos de información sobre sus aventuras
sentimentales durante estos años, sin embargo obviamente no ocurrió nada
trascendental hasta este momento; amistades y trabajo ocupaban su tiempo;
sin embargo la necesidad de realizar trabajos de fundición en Barcelona,
España, lo motivan, una vez allí, a hacer contacto con personalidades de la
ciudad, además, en el fondo de su corazón siempre había albergado la idea
de casarse con una catalana.
CAPÍTULO IV
EN BUSCA DE ESTABILIDAD
(1916-1927)
ESPAÑA
Cuestiones todas que, barajadas con grandes dosis de nerviosismo, provocación e intransigencia,
al empuje de una problemática nueva: la industrialización y el obrerismo, que se sentía más como
un alud invisible que como una presencia evidente, fraguarían una contienda bélica de unas
proporciones hasta entonces desconocidas y cuyas calamitosas circunstancias alumbrarían en el
35
hombre europeo una visión apocalíptica del mundo que inauguró, como se dice hoy, una
interrumpida sucesión, en cadena, de aniquilamientos...(Gil-Albert,1974,p.270)
35
Adj. Airoso, gallardo y bien dispuesto. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?
TIPO_BUS=3&LEMA=garboso
36
semanas después, profundamente enamorada, según sus propias palabras: “
aquel hombre de mundo famoso culto, elegante y encantador me
deslumbró”; tanto que Antonio apuró el compromiso, habló con los padres
de Elvira y tres meses después, un 25 de diciembre, la convirtió en su
esposa:
Antonio y yo nos casamos en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, hace justamente 55
años, y nuestra luna de miel, a pesar de las contingencias de la vida, no ha terminado todavía.
Hoy somos tan novios como entonces. (Valencia ciudad industrial, “Balcón del cronista de la
ciudad”, 21/09/1971)
Y cualquiera que los conoció esos cincuenta y cinco años después podía dar
testimonio de esas palabras al verlos sonreírse con complicidad durante sus
frecuentes partidas de ajedrez o de Scrabble, o cuando veían la televisión
tomados de la mano o cuando ella ponía la mesa formal y hermosa, siempre,
porque él disfrutaba de aquel ritual con servilletas de encaje y mantel
bordado y se sentaban uno frente al otro “porque los esposos no deberían
sentarse uno al lado del otro, frente a frente pueden mirarse a los ojos”.
Elvira era una joven maravillosamente educada, Antonio había tenido una
fantástica intuición al fijarse en ella. Mujer de una educación impecable,
sabía comportarse en cenas y reuniones con modales exquisitos, escribía
poesía y se encargaba del periódico de la escuela; por supuesto, hablaba un
francés delicioso y además contaba con una voz de soprano que había sido
educada por reconocidos profesores desde su infancia. Años después
Antonio organizó una hogareña e íntima orquesta en la que tres de sus hijos
se dedicaban al violín, el piano y el violoncelo, mientras que Elvira llevaba,
literalmente, la voz cantante. Era una mujer elegante y a pesar de su poca
edad sabía llevar la ropa formal y de gala, maravillosamente. Delgada –
aunque no en exceso porque, de haber sido así, jamás habría llamado la
atención de un hombre absolutamente enamorado de las formas femeninas-
y alta, excedía en estatura, por unos cuantos centímetros, a Antonio. Era, sí,
algo seca de carácter, y poco cariñosa – lo que Antonio aceptó como un reto;
él, excesivamente afectuoso y apasionado, a lo largo del tiempo, pudo
contagiarle algo de su expresivo carácter andaluz. Sus facciones delataba sus
antepasados sefardíes y sus ojos negros, maravillosamente expresivos eran el
principal adorno de su rostro, junto a su magnífica y sedosa melena oscura.
Antonio había encontrado a la esposa perfecta.
37
El recién casado trajo a sus hermanas de Sevilla para que ayudaran a Elvira
en los quehaceres de una maravillosa casa que decoró y arreglo, con todo el
amor para su esposa. Ellas le enseñaron a cocinar – arte que ella no
dominaba, dedicada, como había estado siempre, a sus estudios y a su
trabajo de maestra, sin embargo, como todo en lo que ponía un empeño
especial, Elvira llegó a dominar el arte culinario con la habilidad de un gran
chef. Era una joven adelantada para su época, estudiosa, preparada y
trabajando en la calle por puro gusto y distracción, había leído muchísimo y,
si no había viajado como Antonio –cosa un tanto difícil para cualquier
persona ordinaria de la época- era capaz de sentarse a hablar largas horas
con él y escucharlo, aconsejarlo y ser su mejor confidente. Una mujer
convencional jamás hubiese servido para compañera de Antonio.
COLOMBIA
38
Antonio Rodríguez del Villar era ya conocido en América lo que aprovechó
el artista para tomar la decisión de mudarse con toda su familia a Colombia;
la aventura, todavía, podía más que su promesa de estabilidad. Era inevitable
que aquella familia, bajo el signo de Antonio, estuviese condenada a estar
muy lejos de ser convencional. Elvira acepto, a gusto, las pautas de Antonio;
siempre seducida por la modernidad, el hogar y los hijos no conocían más
disciplina que el respeto y las buenas costumbres. La Psicología y las nuevas
tendencias de la Pedagogía eran las mejores guías para la joven madre
siempre estudiosa de las últimas teorías; Antonio, la mejor guía que encontró
para educar a sus hijos fue el amor y la felicidad de disfrutar de una gran
familia largamente deseada.
La elección de escultores españoles durante las décadas de 1920 y 1930 para realizar
monumentos conmemorativos y para enseñar en la Escuela responde a la resistencia del
medio artístico oficial a las vanguardias europeas. Rafael Tavera, profesor de la Escuela,
justifica esta elección: “Aquí en Colombia se impone una orientación hacia España en
cosas de arte, sobre todo al tratarse de una interpretación escultórica de nuestros hombres
y hechos. La psicología de la raza así lo pide, nuestras cosas son cosas de España,
nuestras afinidades son más grandes de lo que a primera vista aparecen, los artistas íberos
están en mejores capacidades de comprender nuestra idiosincrasia y llevar a forma
plástica nuestros genios y glorias”
(http://www.museonacional.gov.co/cuadernos/2/cayacucho.pdf)
39
La técnica de Antonio para trabajar el rostro humano se había
perfeccionado a través de la práctica durante años; desde su infancia y, sobre
todo, durante su permanencia en Estados Unidos, representando, incluso, su
medio de vida.
Son cientos los bustos que Antonio realizó y de los que no poseemos
fotografías, ni siquiera son nombrados por él en alguna de sus entrevistas
cuando menciona sus obras. Sin embargo, en todos y cada uno de ellos se
esmeraba por reproducir algo más que las facciones del personaje; citando
de nuevo a su esposa “buscaba el alma de lo que modelaba”.
36
Tomado de las notas breves de su esposa.
37
Traducción de la autora.
40
“Masacre de las Bananeras”.38 En esa época algo convulsionada, conoce
Antonio al poeta Guillermo Valencia, hombre y político respetado en
Colombia. Se establece una animada amistad entre ambos personajes que
compartían paseos, opiniones y gustos artísticos, el poeta incluso orientó y
brindó ideas a Antonio cuando preparaba el proyecto de un monumento al
poeta José Asunción Silva.
República de Colombia
Telégrafos Nacionales
N° 1636
Acaba llegar lápida. Sin palabras agradecerle ese gentil tributo. Nunca había sentido el arte tan
cerca de mi corazón. Su genio artístico hame devuelto a mi compañera resucitándola dormida.
Sólo un amigo artista como usted, ha podido plasmar impregnando el mármol de Melancolía. Lo
abraza de veras su admirador agradecido.
38
El ejército recibió la orden de disparar contra los trabajadores de la United Fruit Company que
manifestaban, reunidos en la Plaza de Ciénaga.
41
La escuela europea, de finales del siglo XIX a principios del XX, en la que
se forma Antonio se caracteriza por el desarrollo de una escultura
conmemorativa de origen francés que, como ya hemos expuesto, tuvo uno de
sus máximos exponentes en España, a través del trabajo del maestro
Mariano Benlliure, profesor de Antonio. Los países suramericanos van a
desarrollar el gusto por este tipo de monumento con una intensidad
particular en la época en que Antonio se establece en Bogotá.
42
En Colombia nacieron tres hijos más: Julio, Gonzalo y Manuel, que se
llevaban dos o tres años, cada quien con el anterior. La familia vivía en una
gran hacienda, donde “tiíta Mercedes” y “tiíta Nati”, que ya no podían
ejercer su labor de madres con Antonio, se encargaban de consentir a los
pequeños que iban llegando a la familia. Aprendieron a hacer conservas y
dulces con las frutas tropicales que, de ser una novedad, pasaron a
convertirse en los ingredientes de postres que los cuatro sobrinos nunca
olvidarían. Las tías eran las consentidoras y consoladoras de los niños,
cuando había una rodilla raspada o un dolor de barriga, y, muy
particularmente, en las noches de tormenta cuando Alvarito –“Coque” para
sus hermanos que oían a su padre llamarlo “Albaricoque”- corría al cuarto
de su “tiíta Nati” para que lo protegiera de los relámpagos; los chicos,
ninguno de ellos, se hubiese atrevido a perturbar el sueño de sus padres,
especialmente de Elvira. La imagen de la madre era algo así como una diosa
ideal y lejana para sus hijos que la veían acompañar a su padre para asistir a
sus reuniones sociales, siempre adornada con sus magníficos sombreros y
sus espectaculares abrigos junto a Antonio, que siempre tenía una broma, un
guiño o un beso de última hora para sus hijos, antes de salir a cualquier
compromiso. Elvira se fue convirtiendo, cada vez con más dedicación, en
“la señora del maestro Rodríguez del Villar”: hermosa, elegante e
inteligente, era el orgullo de su esposo en recepciones, cenas, tertulias y
veladas, donde se reunían poetas, escritores, pintores, escultores y hombres
connotados de la época que celebraban sus encuentros conversando en
francés. Contaba Álvaro que siempre recordaba la imagen de su madre un
día en particular, cuando fue a recogerlo al colegio; tendría él unos seis o
siete años; aquella tarde levantó la vista, de pronto, y vio a su madre
espectacular a la salida de clases; en aquel instante se sintió orgulloso y
pensó: “A ningún otro niño lo recoge una madre tan bella como la mía”…
Puedo imaginar su recorrido triunfal, en medio de los demás compañeros,
hasta tomar la mano de Elvira y subir al automóvil, elemento que se hizo
imprescindible en una familia tan aficionada a las novedades, los avances
tecnológicos y las comodidades que ofrecía la modernidad.
43
Tenía una altura de 18 m. y medio, una base de rocalla y algunas figuras chibchas en el
bajo relieve, las cuales rendían culto al héroe. Al frente iba un joven con el pecho
descubierto y protegiendo con aire resuelto la patria. Al pie de este grupo había dos
figuras femeninas que representaban la Historia y el Ideal. En el costado norte otras dos
figuras representaban la Gloria con el héroe muerto en sus brazos y la Patria con la
mejilla reclinada sobre el cuerpo del héroe. Debajo de este grupo aparecían el Sacrificio y
el Heroísmo simbolizados en dos hombres fuertes. Coronando el monumento en forma de
pirámide truncada iba una figura femenina símbolo de la Victoria, que sostenía en uno de
sus hombros al Cóndor Andino.
(http://www.lablaa.org/blaavirtual/todaslasartes/diccioart/diccioart21e.htm)
44
El arte debe elevarse mucho más y aspirar a producir en el espectador sentimientos e
ideas, representándolos por los medios que tiene a su alcance.
(R. del Villar,1924 en:http://www.museonacional.gov.co/cuadernos/2/cayacucho.pdf)
Estas palabras forman parte de un catalogo que recoge opiniones del autor,
publicadas con ocasión de la inauguración del mencionado Monumento a
Ricaurte.
Además de las ya citadas y descritas, brevemente, muchas son las obras que
realizó Rodríguez del Villar en Colombia. Algunas de ellas las nombra
Antonio en entrevistas o en los breves textos que, sobre él, escribió su
esposa, conocemos sobre la autoría de otras al revisar información y
referencias obtenidas a través de reciente investigación, es muy probable que
otras –quizás muchas- sin firma ni documentación que avale su autoría,
permanezcan fuera de la siguiente relación:
Bustos:
45
- Miguel de Cervantes - Se encuentra en la Academia de la Historia de
Bogotá; por este busto recibió Antonio Mención Honorífica de la Academia
de la Historia de Bogotá.
- General Pedro Nel Ospina (Presidente de Colombia del año 1922 al 1926).
Miguel Antonio Caro – Rufino José Cuervo – Padre José Dadey – García
Rovira – Arzobispo Lobo Guerrero – San Francisco Javier – Francisco
Antonio Zea – Antonio Ricaurte.
Monumentos:
Decoración:
46
En el año 1927, Antonio recibe una importante comunicación en la que el
Gobierno de Venezuela hace una convocatoria a concurso para los escultores
que deseen presentar su proyecto con el fin de realizar una obra majestuosa
que conmemore la batalla que selló la Independencia de ese país en el
Campo de Carabobo.
CAPÍTULO V
LA HISTORIA
47
En el año 1927, Andrés Eloy de La Rosa, Ministro Plenipotenciario de
Venezuela en Colombia y amigo de Antonio, le habla sobre una grandiosa
obra que el General Juan Vicente Gómez, Presidente de Venezuela desea
que se realice, para conmemorar la Victoria de la Batalla de Carabobo. Un
concurso – ¡de nuevo!- en el que participarían varios escultores, de
diferentes nacionalidades, con sus ideas y proyectos…Venezuela: la tierra de
Bolívar. Para un admirador de El Libertador, como lo era Antonio, la
proposición lucía seductora, fascinante. Aquél no sería un busto o
simplemente una escultura, era “El Monumento a Bolívar”, a su Gran
Victoria; ¿cómo podía Antonio resistirse a esa oportunidad que se le ofrecía?
Las ideas que surgieron allí, por poco me hicieron desistir. Hubo uno que sugirió, inclusive, que
debía pintarse un lienzo de proporciones heroicas para colocarlo en la sabana. Cuando me
retiraba, Rafael Requena, Secretario del general Gómez me llamó. Y al final, el encargo fue para
mí. (El Farol,1966, 14)
48
siendo una epidemia nacional. El Presidente, todopoderoso instalado
cómodamente en el poder ejercía su dominio, más acorde con el dueño de
una gran hacienda que con la imagen de primer mandatario que exigía el
desarrollo de Venezuela. Directo, nada sofisticado y poco avezado en artes,
pero sumamente inteligente era este General con el que se encontró
Antonio, en Venezuela: “la presencia de Gómez imponía, asustaba”,
recordaba Rodríguez del Villar, muchos años después.
Une statue de bronze, généralement creuse à l´intérieur est infiniment plus légère qu´un statue
de marbre ; elle permet donc plus d´audace dans les mouvements, elle autorise une gesticulation
plus véhémente que la massivité du marbre. Dans un groupe de bronze, l´artiste peut risquer des
creux, des vides, toute une aération de son motif que le marbre ne saurait pas permettre.
(Varenne, 1922, p.26)
(Una estatua de bronce, generalmente hueca en el interior es infinitamente más ligera que una
estatua de mármol, por lo tanto permita más audacia en los movimientos, autoriza una
gesticulación más vehemente que lo macizo del mármol. En un grupo de bronce el artista puede
arriesgar la oquedad, los vacíos, permite ser aireada de una forma que no sería posible en el
mármol.) 40
40
Traducción de la autora
49
Los volúmenes tenían ya una forma específica, la composición le satisfacía
en cuanto a la armonía de sus proporciones y a su equilibrio interno,
visualizó la organización de los volúmenes desde el momento en que, por
primera vez observó la vasta grandiosidad del Campo de Carabobo: sin
embargo, era ésa la mayor preocupación que rondaba la cabeza de Antonio:
el inmenso espacio sobre el que debía dominar el Monumento e imponerse
con una presencia heroica.
“Muchas fueron las noches que pasé en vela. Aquellas llanuras sin fin opacarían los bronces con
su enorme tamaño. Debía haber algo que llamara la atención, que venciera ese obstáculo que
tanto me preocupaba” Para ello, Rodríguez del Villar, aumentó el tamaño de las figuras y rodeó la
imagen de El Libertador de un grupo de alegorías, dramatizando, con ello, el espacio al desbordar
frontalmente, el pedestal del Monumento.(Calzadilla, Briceño, 1977, p.58)
Para asegurarse de que el espacio, realmente, iba a ser dominado por los tres
cuerpos del conjunto escultórico y que éste no iba a perderse en la
inmensidad, se le ocurrió a Antonio realizar una primera prueba que le
confirmara las proporciones que debía tener la obra.
Así pues, se dedico a caminar en el espacio donde se erigiría la obra, contaba
sus pasos, anotaba, calculaba…Aquello era una sabana que parecía
interminable, no había algún árbol o punto de referencia que pudiera darle
idea del espacio que necesitaba para desarrollar su obra. Entonces se le
ocurrió alquilar una gran cantidad de taxis, los chóferes, confusos seguían
sus instrucciones, absolutamente inusuales e incomprensibles para ellos;
Antonio les ordenó colocar los automóviles en lugares específicos y a
distancias convenientes, formando un inmenso círculo para calcular el
espacio del que debía disponer para el emplazamiento de los tres grupos
escultóricos, logrando que no se perdiesen en la inmensidad del paisaje sino
que se convirtieran en el centro majestuoso donde convergiera la vista de
quienes se encontraran ubicados en cualquier punto del Campo: el
Monumento debía convertirse en el protagonista de aquella inmensa sabana.
Viajó, entonces, Rodríguez del Villar a Caracas para cumplir con los
trámites legales del contrato con el Gobierno; la suma acordada fue de un
50
millón de bolívares, con ese dinero debía él buscar un taller de fundición,
costear los gastos de la elaboración de la totalidad del monumento y los
traslados de las esculturas a Venezuela. En América, para el momento, no
existía un taller que pudiera encargarse de una obra de tan heroicas
proporciones; así, partió Antonio a Europa con un adelanto de 30.000
bolívares. Pasó primero por Bogotá, donde se reunió con su esposa y sus
hijos para dirigirse a Francia, donde pensaba que podría encontrar
fundiciones expertas que le garantizaran el trabajo. El viaje sirvió,
únicamente como distracción a la familia porque no encontró allí un taller
donde se pudiera realizar semejante obra. Afortunadamente, un amigo
escultor le recomendó dirigirse a Italia y, en Florencia, la Fundición Vignal
se comprometió a realizar sólo parte de la obra, ya que el tiempo era un
factor esencial para la ejecución del Monumento; en Barcelona, España,
encontró el taller que realizaría el trabajo restante.
Una vez más, se mudaba el hogar, de regreso a España; para los chicos no
fue fácil acostumbrarse. Elvira veía poco a su esposo que pasaba los días y
en muchas ocasiones, las noches trabajando en el taller donde se entregó a
la realización del Monumento de Carabobo durante más de dos años y
medio.
En el año 1929 nació, en España, el menor de los hijos de Antonio; fueron,
entonces: Álvaro, Julio, Gonzalo, Manuel y Fernando.
51
al parecer, independientemente de su cuerpo, se decía que tenía unos
cincuenta años, y había quienes, incluso le calculaban mucha más edad:
“Una auténtica Dorian Grey femenina” comentaba Antonio con una pícara
sonrisa…”quién sabe donde tendría guardada la escultura que envejecía por
ella”, igual que sucede con el retrato del personaje de Oscar Wilde.
Dos grandes talleres europeos de fundición trabajaban a la vez, mientras, en
Venezuela, el General Gómez se impacientaba por ver la obra realizada.
Asediado por las fechas modelaba directamente sobre el barro y, apenas me sentía satisfecho de
lo hecho, ya la fundición comenzaba a trabajar. Los grupos laterales que representan a España y
Venezuela, con sus respectivos escudos de mosaicos venecianos, se hicieron en Barcelona. Hubo
que hacerlo porque la fundición [de Florencia] no daba abasto. El trabajo pesado se hizo en
Florencia. El fundidor que creyó haber descubierto una mina de oro, se ponía cada vez más
exigente a medida que el trabajo progresaba, aumentando los precios a voluntad. Y a eso se
agregaba la presencia de dos inefables inspectores, venidos desde Caracas, a fiscalizar la obra,
que no me desamparaban en ningún momento. (El Farol, 1966, 14).
Debió ser una época sumamente tensa para Antonio que, sin embargo tuvo
tiempo de seguir llevando a sus hijos y a su esposa, alguna que otra vez, de
vacaciones por Europa y de decorar hermosamente su nueva casa con
imponentes muebles que encargó por catálogo a los Estados Unidos, en el
mismo lugar donde los fabricaban para las películas de Hollywood. Aquella
casa: La Torre, sería inolvidable para los hijos que, siempre, a pesar del paso
del tiempo, la recordaban como su hogar en España, el punto de partida y de
llegada de viajes maravillosos en los que conocieron Francia e Italia.
Viviendo allí comprendieron que las raíces y el corazón podían estar, a la
vez en España y en América.
52
derrumbó, aplastando la débil estructura del andamio de madera donde,
momentos antes se encontraba el escultor y sus discípulos:
- ¿Cómo lo supo, maestro?- preguntó uno de ellos, todavía sobresaltado por
el estruendo.
Él, apenas mostró una sonrisa de alivio:
- No lo sé – le contestó – La imagen del caballo desmoronándose, vino a mí
mente, de pronto…
- ¿Qué hacemos ahora, maestro?
Una vez finalizada la obra, surgió una nueva eventualidad, el inmenso grupo
escultórico de Bolívar, sobre su caballo era demasiado grande para poder
pasar por la puerta del taller de fundición. Se hizo necesario llamar a
albañiles que rompieran la pared para ampliar la entrada:
Por fin terminé el encargo a tiempo de enviarlo a Caracas [sic] para los actos que se iban a
celebrar en Carabobo. Faltaba, sin embargo el accidentado transporte de las partes del
monumento hasta el barco que las llevaría a la Guaira. Los propietarios de la fundición tuvieron
que derribar la pared frontal del taller para que pasara la estatua ecuestre de El Libertador que
corona el Monumento. Y a lo largo del camino se hizo preciso rebajar puentes y realizar toda una
serie de complicadas maniobras hasta que al fin estuvo a bordo del barco que la trajo a Caracas
[sic]. Lamento no recordar el nombre de ese barco. (El Farol, 1966, 14).
53
colocadas en dos pedestales con dos altorrelieves: el de la derecha se
representaría al pueblo venezolano y en el de la izquierda las fuerzas de la
defensa del país. Fue una triste decepción de la que no se recuperó el artista,
el saber que el gobierno había decidido que no se enviaran las figuras a
Venezuela. Quedaron almacenadas en el taller de Florencia y Antonio jamás
supo qué sucedió, finalmente, con ellas.
Faltaban, también dos pebeteros que debían estar en las manos de las
estatuas que se encuentran en los dos cuerpos laterales, en ellos debía arder
permanentemente, la llama simbólica del espíritu de Bolívar iluminando por
siempre a las naciones que liberó:
“La colocación del monumento en el Campo de Carabobo hizo necesario un
despliegue de ingenio, a falta de equipo adecuado, pero al fin quedó en su
puesto” (El Farol, 1966, pp.12,14).. Al ver su obra dispuesta en el lugar para el
que había sido ideada, Antonio, confiesa haber llorado de emoción: “A
cuarenta años de distancia sigo sintiendo que el Monumento a Carabobo es
hijo de mis manos, hijo mío” (El Farol, 1966, p.14).
LA IDEA
54
Hace más de cuarenta años que entregué el Monumento a Carabobo. Todavía recuerdo con
claridad al General Gómez, con las manos en la espalda, caminando en torno a la obra, con una
expresión curiosa en los ojos, como si todo aquello hubiera salido de sus manos…En ese
momento tuve la sensación de que no entendía lo que yo quería decir con el Monumento, que mi
mensaje no llegaba a él…y desde entonces me ha quedado la convicción de que mi obra no se ha
entendido, que no se ha comprendido enteramente. (El Farol, 1966, 12).
Don Antonio Rodríguez del Villar no necesitó de asesoría de los historiadores para elaborar su
proyecto. Lo hizo por propia cuenta, no obstante ser español, era un ferviente admirador de
Bolívar, cuya figura le resultaba familiar para sus manos de artista. (Valencia, Ciudad Industrial,
21/09/ 2008).
55
Para mí Carabobo fue una guerra civil. Del choque de dos ramas de un mismo tronco –España
allá en el continente y España aquí, en el nuevo mundo- surgió airosa, una raza nueva. En el
centro del monumento se puede ver la figura alegórica de esa nueva raza abrazando las figuras
que representan esas dos ramas(…) Yo quise exaltar la unión, la confraternidad, el nacimiento de
una nueva nación glorificando la figura de Simón Bolívar a quien coloqué, tal como me lo pidió
el General Gómez, “recortado sobre el cielo” y conducido por el Genio y la Gloria. (El Farol,
1966, 12)
Estas palabras del autor son el punto de partida para comprender esta obra,
para “entender” lo que el artista “quería decir con el monumento”, para que
el “mensaje” implícito en esta obra, finalmente “llegue” tal como el artista la
concibió: no como la representación de un enfrentamiento doloroso sino
como el nacimiento glorioso de una nación plural en su esencia étnica pero
fusionada en armoniosa hermandad.
Soy español de Sevilla, y los años numerosos que llevo en América, no sólo han fortificado y
engrandecido el amor por mi patria sino que además me han hecho compenetrarme de tal manera
con la mentalidad y los sentimientos de este país colombiano y de los otros de Hispanoamérica
que, ambos sentimientos, el de amor a España y el que siento por estas tierras, se han fundido en
mí en uno solo, tan íntimamente que hoy no me es posible separarlos. Y este hecho que se repite
en el fondo del alma de varios miles de españoles que en América viven, hace de mí el campeón
más convencido del hispanoamericanismo que es para mí una necesidad espiritual por la
imposibilidad en que me hallo, de sentir las absurdas divisiones de las fronteras políticas,
totalmente impotentes para dividir lo indivisible: el alma única de nuestra raza. (…) ¡Ojala, pueda
llegar a ser mi obra el monumento a esa Hispania grande y fuerte que aspiramos a crear para el
56
futuro, a esa unión hispanoamericana que será el pedestal de nuestro engrandecimiento, pues esto
indicaría que he logrado dar forma a la idea que me agitaba al crearlo! 41
LAS ESCULTURAS
…un triunfador en el difícil arte de Rodin, mago del arte escultórico y dueño de una técnica
impecable, triunfa una vez más, en el grandioso monumento a Bolívar, en el campo de
Carabobo…
(La Opinión de Puerto Rico, Septiembre 1923)
El escultor español, Rodríguez del Villar, supo vengar al regimiento de Valencey (Pablo de la
Cruz, notable arquitecto colombiano, en su visita a Carabobo)
…Monumento ejecutado por el gran escultor español: “el escultor del mundo” (La Nación de
Panamá, Enero 1948)
57
Antonio sonrió: tenía intención de vivir muchos años más.
No puede ser completa una biografía sobre el autor sin detenerse a describir
brevemente el Monumento, acercándose a la intención del autor para
comprender la simbología que motivó la creación de los elementos
esenciales de este conjunto escultórico:
42
Son éstos personajes: Páez, Cedeño, Salom, Plaza, Urdaneta, Bermúdez, Briceño Méndez, Mariño,
Farriar, Rangel, Muñoz, Vásquez, Rondón, Ibarra, Manrique y Pedro Camejo (Negro Primero)
58
veneciano, que rematan en un cóndor de bronce con las alas desplegadas:
una de ellas representa a Venezuela y la otra a España.
CAPÍTULO VI
LA PREGUERRA ESPAÑOLA
En el año 1929 la familia Rodríguez del Villar estaba completa con cinco
hijos varones que crecían en Barcelona, los que tenían edad suficiente iban
al colegio de los jesuitas. Álvaro, el mayor ya tenía 11 años y acompañaba a
sus padres a los conciertos en el espectacular Teatro del Liceo de Barcelona,
estudiaba violín y destruía todos los radios que llegaban a su casa para
familiarizarse con su funcionamiento; su única contribución a las artes
plásticas consistía en tallar para su padre los palitos de modelar que utilizaba
cuando trabajaba el barro; de niño, Antonio había aprendido a tallarlos con
59
una navaja grande, después enseñó a su hijo que los hizo para él por mucho
tiempo. Fue en esa época cuando Antonio asistió al estreno del Bolero de
Maurice Ravel en España, relataba, recordando esa ocasión que un par de
señoras tuvieron que salir acaloradas y a punto de desmayarse; hasta allí
había llegado la connotación sexual del tema que, en Francia, la célebre
bailarina Ida Rubinstein ejecutaba imprimiéndole su legendaria sensualidad.
De esta época data su breve amistad con el famoso tenor Hipólito Lázaro, a
quien realiza una escultura ataviado como Radamés, personaje central de la
ópera Aída.
A ese Álvaro que escondía los libros porque, según su madre leía en exceso,
le seguía Julio que sí había heredado, como su hermano menor Gonzalo, la
inclinación por las artes, pero la debilidad de ambos era la pintura…y lo fue
durante todas sus vidas. Julio también estudiaba música y tenía una
inclinación particular a ver la realidad desde un punto de vista muy poco
tradicional…había absorbido la totalidad de la esencia bohemia de su padre.
Cuando viajaban todos o asistían a algún espectáculo o un restaurante,
llamaba la atención aquella hermosa familia, con sus hijos todos varones,
guapísimos en casi exacta diferencia de edad y los padres distinguidos y
orgullosos; me imagino que fue aquélla, la época más feliz en la vida de
Antonio que, como siempre, seguía trabajando, enseñando y viajando.
60
representativa de la nueva España. Sin embargo, en el año 33, Manuel
Azaña, Presidente de Gobierno provisional, es obligado a dimitir y en las
siguientes elecciones se forma un gobierno de derechas y la reforma anterior
es puesta al margen. Durante este controversial año. Antonio vuelve a viajar
a América, va Santo Domingo y Puerto Rico como lo atestiguan periódicos
de estos países los que aparecen entrevistas y resúmenes de la vida artística
de Antonio, ejemplo de ello lo encontramos en El Mundo, de Puerto Rico
(21/06/1933):
Nadie ha entonado un himno a la Raza que tenga resonancias tan cordiales y amplitudes tan
gigantescas como este animador de la Historia que nos muestra con el sencillo ademán de quien
enseña las fotografías de sus hijos, los retratos de ese poema en piedra y bronce que es el
monumento a Bolívar en el Campo de Carabobo.
Desde finales del año 35 a finales del 39 Antonio realiza varios proyectos
en ese país: el más llamativo fue la decoración de la fachada y el vestíbulo
de la Escuela Normal de Santiago de Veraguas Juan Demóstenes
Arosemena.
61
Se planeó una obra física gigantesca para demostrar toda la pujanza y esfuerzo que el gobierno
intentaba plasmar en esa región (…) El ingeniero constructor fue Luis Caselli, supervisado por
una junta de profesionales (…) El área total del terreno era de 42,500 metros cuadrados, de los
cuales 3921 se destinaron para dormitorios, 4123 para edificios de enseñanza, 870 para las casas
del director y subdirector, 518 dedicados a pasillos (…) La capacidad para alumnos era 1200.
62
necesario contemplar para asimilar y entender cómo, a pesar de su
heterogeneidad, forman todas ellas una equilibrada composición,
combinación armoniosa y absolutamente desprovista de excesos. Corona el
portal de la edificación una representación de los valores que deben reposar
en una institución educativa, presidiéndolos La Sabiduría, una hermosa
mujer que parece cobijar otras figuras humanas, en una composición
triangular; bajo los brazos de esta figura imponente, los escudos de la
Escuela de Señoritas y de Santiago de Veraguas. No es ésta la primera vez
que observamos una trilogía femenina en las composiciones de Antonio, con
el fin de personificar algún tipo de alegoría –al igual que se observa en el
monumento de Carabobo. Podría decirse que este tipo de representación
conforma un leit motiv utilizado por el Rodríguez del Villar en las obras
escultóricas que poseen una carga significativa, una temática; obras que son
tratadas como “texto” –como ya mencionamos en otra anteriormente- por el
autor que goza de plena libertad para representar sus ideas y para interpretar
el concepto que deba representar determinada obra escultórica.
En la decoración de la fachada observamos altorrelieves de figuras humanas
que parecen escaparse del muro para convertirse en esculturas de volumen
de exquisita perfección anatómica. Toda la inclinación neoclásica del artista
se desborda con libertad tanto en la fachada como en el interior de la
edificación donde las columnas están totalmente decoradas, así como los
paneles de la galería del segundo piso que se muestran hacia el vestíbulo
hermosamente trabajados, así como parte de las paredes, el marco del portón
hacia el auditorio y una elaborada decoración que sirve de marco al gran
reloj principal. Antonio realizó los moldes de todos estos diseños en España.
El material con el cual se hizo la decoración es una mezcla de arcillas o barro cocido, mezcla al
frío sacada de moldes (como en la escultura en metal, se hace el modelo, se saca el molde y se
rellena con la mezcla) (…) Esta técnica decorativa fue muy usada en la arquitectura plateresca del
sur d España…sobre todo en Sevilla y estuvo muy de moda en los edificios de inicios del 1900.
(…) En Italia también se usa esta técnica y los lugares que hacen esos moldes se llaman fornacce
y en los entornos de Valencia hay mucha tradición de arcilla cocida. Las fornacce son como los
talleres de fundición para el metal. (Ureña, Correo,20/06/2008)
63
familia; nunca más regresarán ellas a España. En los álbumes de familia hay
muchísimas fotos de fiestas, reuniones, varias jóvenes hermosamente
ataviadas con la “pollera”43 panameña y el cabello recogido con sus muy
delicados adornos y flores; los chicos en el club jugando tenis o haciendo
excursiones en el campo. Fotos de la cosmopolita zona del canal, los
barcos…el mar de Panamá; todo aquello era un contraste de lo que estaba
por vivir España: el 17 de Julio de 1936, se subleva Francisco Franco, estalla
la Guerra Civil.
I hope that the local power-that-be on both of the sides of the line, Panama and the Canal Zone,
will get in touch with Rodríguez del Villar and engage him to do some work here on the Isthmus.
43
Traje femenino típico de Panamá, de amplia falda, generalmente blanca.
44
Esta escultura, de color bronce oscuro, muestra a la poetisa sentada. Se encuentra de tras de la Catedral
de Santa Ana
64
The Lord only knows that we need some examples of proper sculpture in our midst as the effect of
great works of art have on humanity cannot be underrated(…) Antonio Rodríguez del Villar is a
Spaniard, of the old school; a gentleman in every sense of the word and an artist at heart.(…
Daily Morning Newspaper)45
(Espero que el poder local que se encuentra a ambos lados de la linea, Panmá y la Zona del
canal, se ponga en contacto con Rodríguez del Villar y le encargue algún trabajo en el Istmo.
Dios sabe que necesitamos algunos ejemplos de escultura apropiada en nuestro medio ya que el
efecto de grandes obras de arte sobre la humanidad no puede ser despreciado (…) Antonio
Rodríguez del Villar es un español de la vieja escuela, un caballero en todo el sentido de la
palabra y un artista de corazón.46
POSGUERRA EN ESPAÑA
En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus
últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Burgos, uno de abril de 1939. (Vizcaíno
Casas, 1975, p.11)
65
1975: 54). No todo era felicidad tras la victoria y, mientras “queda
terminantemente prohibida la asistencia de menores de 14 años a las
sesiones ordinarias de cine” otras medidas concentraban más la atención de
quienes debían “pelear” día a día en la “batalla” de la adquisición de
alimentos: carestía, acaparamiento, especulación, inflación y cartillas de
racionamiento eran dolorosas secuelas de la guerra civil.
47
Ejercito de voluntarios que envió España a Rusia para pelear contra el comunismo; aliada con el ejército
alemán, la División Azul significo un obstáculo en los primeros años posteriores a la Segunda Guerra
Mundial en las relaciones de España con los países aliados
66
CAPÍTULO VII
VENEZUELA
67
volver a América, Álvaro tarda un poco más, incluso se casa en España pero
Antonio no está tranquilo hasta tener de vuelta a toda su familia que va
aumentando su cantidad de miembros, para el año 50 todos se encuentran
juntos, de nuevo. Los Rodríguez del Villar han adquirido un aire más
conservador, aquéllas imágenes del bohemio, que posteriormente se vieron
sustituidas por fotografías familiares dignas de alguna escena de un film
cinematográfico de la época, con una Elvira tocada con exóticos sombreros
y envuelta en fantásticos abrigos, acompañada de sus hijos perfectamente
bellos y absolutamente elegantes a pesar de tener edad apenas para dar sus
primeros pasos, comienza a cambiar progresivamente. Antonio ha perdido el
cabello, y el poco que le queda se le ha vuelto blanco; en el estudio, junto a
sus obras aparece con aire cansado, sin sus acostumbradas poses erguidas y
elegantes de actor de cine mudo. Elvira lleva ahora pequeños sombreros
discretos y ha dejado de usar abrigos, aparece con trajes de chaqueta
prácticos en los que se ve que la comodidad ha vencido a la elegancia; ahora
se ha convertido en activista social y asiste a tes, reuniones y charlas donde
es ella, en muchas ocasiones, la conferencista, se ha convertido en periodista
colaboradora en “La Religión”, periódico cristiano. Con el tiempo, las fotos
familiares son más desenfadadas, naturales y espontáneas, aparece quizás
alguno de los nietos llorando o las nueras conversan en un cumpleaños
familiar y ni siquiera dan cuenta de que alguien las inmortalizó en una
fotografía…a colores; ¡qué diferencia de aquellas fotos posadas y
estudiadas, en blanco y negro donde estáticos, todos esperaban el relámpago
del flash para poder respirar con tranquilidad! Parecía que todo se realizaba
antes con arte en la familia Rodríguez del Villar: trabajar, vestir, vivir…La
influencia de la practicidad se come a grandes bocados todo aquel glamour y
sofisticación que con tanta sobriedad supo impregnar Antonio en toda su
vida familiar.
Pero, ¡nada de nostalgia! Los tiempos nuevos ameritan un ritmo de vida
nuevo y Antonio, amante de la tecnología se aviene de maravilla con el
televisor y los aviones que utiliza cuando tiene viajar por razones de trabajo;
se convierte en abuelo con la mayor comodidad del mundo: aumenta la
familia y eso, para él es uno de los más dulces placeres de la vida. Como
expresó en un artículo, de su autoría que publicó en La Estrella de Panamá,
en Julio del año 1936, que titula “Responsabilidad del hombre consciente”,
mantiene –y mantuvo siempre- su planteamiento vital de “ser idealista
dentro de la vida práctica”.
68
Alrededor del año 46 realiza un monumento a Monseñor Montes de Oca,
destinado a la ciudad de Valencia. Para la fecha, Salvador Montes de Oca
era un personaje que ya pertenecía a la historia, había sido el segundo
Obispo de Valencia y fue desterrado por el Presidente Gómez a causa de
problemas políticos el mismo año en que Antonio viajó a Italia para fundir
su obra destinada a convertirse en el Monumento de Carabobo. Ambos
personajes compartieron la travesía, se conocieron y compartieron mucho
tiempo y conversaciones; así, años después, Rodríguez del Villar contaba
con una maravillosa referencia, más allá de retratos y documentos históricos.
Al realizar la escultura fue mucho más fácil dotarla de personalidad e
“infundirle el alma” de la que tanto le preocupaba dotar a sus obras.
El caso de este monumento es el mismo que, lamentablemente, se le puede
atribuir varias obras de Rodríguez del Villar: en una página de Internet,
referente a la ciudad de Valencia, estado Carabobo, aparece la siguiente
información:
48
Negritas de la autora
49
Esta triste situación ameritaría una serie de viajes y presentación de pruebas que restableciera la autoría
de Antonio Rodríguez del Villar, en el caso de muchas de sus obras. Véase: Últimas Noticias,(09/09/1946)
“Antonio Rodríguez del Villar, el autor del Monumento de Carabobo, trabaja ahora en el Monumento a
monseñor salvador Montes de Oca”, p. 12.
50
No ha sido posible hallar documentación que respalde la fecha de estas obras y su presente ubicación.
69
la Santísima Trinidad para un templo, situado entre las calles de Neptuno y
Águila, en la ciudad de la Habana51
Antonio contaba ya con casi setenta años, sin embargo, emocionado ante el
proyecto se encontraba vital y lleno de energía, su hijo pintor le servía de
51
Ha sido imposible hallar una mayor descripción o fotografías de este templo
70
apoyo y se convirtió en el mejor de los ayudantes. Improvisó, como siempre
hacía Antonio, cuando trabajaba lejos del hogar, improvisó – como lo hizo
tantas veces- un estudio con suficiente amplitud, luz suficiente y
ventilación adecuada; como siempre había hecho con sus talleres pintó las
paredes de color verde para evitar que la vista se cansara al apreciar el
conjunto.
Al finalizar la maqueta, esta fue expuesta en un hotel de Maracaibo, ciudad
donde sería erigido el monumento para la conmemoración del
descubrimiento del Lago, que lleva el nombre de esa ciudad, en el año 1499.
La magnífica escultura del Indio tiene 3 metros de altura y es la figura
central que se alza en el centro de una fuente. Ocho grupos escultóricos en la
parte frontal representan la juventud, la familia, pasado y presente de la raza
indígena y los guerreros y escenas e la vida familiar; los bajorrelieves que se
encuentran en la parte posterior muestran escenas del descubrimiento y la
conquista.
Durante la realización de las esculturas en barro, el clima fue un fuerte
oponente contra la obra de Antonio:
71
LA VIRGEN DE GUANARE
Este grupo de figuras ha sido considerado como uno de los mejores trabajos, hasta ahora,
realizados en la maqueta del futuro Monumento. Sobresaliendo la figura del indio guía en quien
se aprecian gestos de méritos artísticos…Esta figura [de la Virgen] también ha sido comentada
como algo excepcional en la escultura que practica Del Villar en el Monumento.(Últimas
Noticias, 23/05/1952. p.12)
72
El perfeccionamiento del trabajo artístico que Rodríguez del Villar elabora en un rincón de la
Hospedería de Guanare viene siendo objeto de un gran cuidado(…) “Acaso –dijo- si mi destino
fuera morir al terminar esta obra, ceo que me sentiría orgulloso de haber cumplido con la
realización de ella”
UN VOLUNTARIO ANACORETA
A los setenta y cuatro años, Antonio tenía un caminar más lento, de pasos
más cortos, seguía riendo a carcajadas con facilidad, sus manos continuaban
dibujando, con firmeza, figuras en el aire cuando hablaba o cuando relataba
alguna historia y aún tuvo el ánimo de realizar un encargo que le llegó de
Curazao: una Virgen de ocho metros de altura cuya ejecución le llevó ocho
meses. El Monumento de la Inmaculada Concepción, realizado en granito y
bronce, fue inaugurado el 8 de Diciembre de 1954. Antonio viajó para la
ocasión a Curazao con su esposa: de nuevo entrevistas y alabanzas.
Ese mismo año finaliza “el monumento del gran músico venezolano Pedro
Elías Gutiérrez, fallecido recientemente y el cual será erigido en memoria
del mismo en la ciudad de Guanare”52
El escultor, aunque llevó a cabo la obra en un tiempo relámpago, reconoce que el busto tenía sus
dificultades. De bello sólo se conoce un retrato de frente
- En ella –decía el Padre Barnola, en la frescura matinal del taller con sus lentes al aire- se ve un
Bello viejo, casi senil. Rodríguez del Villar ha logrado un Bello maduro, en plena edad creadora.
Y cerca del busto, todavía con el barro húmedo, pero ya de firmes rasgos, explicaba:
52
Cita textual de recorte de periódico, sin nombre ni fecha.
73
-A un lado el roble, como símbolo de la fuerza, de entereza de carácter. Del otro, el laurel del
poeta. Abajo la llama del genio y un libro abierto con dos fechas: la de su nacimiento en Caracas
y la de su muerte en Chile.
Rodríguez de Villar no ocultaba el orgullo de su obra.
- Es la primera vez que hago a Bello. A Bolívar lo he plasmado tantas veces. Bello es un hombre
muy simpático, de una sencillez encantadora como puede verse en sus cartas a El Libertador” .
(El Nacional, 23/09/1955)
Rodríguez del Villar todavía tenía frente él otras batallas que enfrentar, así,
en el año 56 realiza una Virgen para la Iglesia del Pinar y la decoración para
el altar.
74
Bolívar. Siempre utilizaba en la solapa de su chaqueta el botón
correspondiente a esta condecoración , tan querida para él.
UN PROYECTO NO REALIZADO
En algo más de setenta años de vida artística, pocos fueron los proyectos que
no se llevaron a cabo, en Venezuela un grandioso Monumento destinado al
pico del Ávila, en Caracas:
En este boceto se ve al Libertador como si dominara desde la cumbre avileña. Aparece la figura
ecuestre sobre un pedestal en cuyos costados aparecen relieves representativos de los hechos
sobresalientes e inmortales de nuestra historia. (El Nacional, 26/07/sf)
75
Antonio comienza a trabajar en esta idea, en los años cincuenta y el
proyecto fue revisado varias veces por diferentes entidades y gobiernos que
no se sintieron atraídos por la obra que Antonio consideraba avanzada,
según sus propias palabras una “nueva concepción”: “Mi monumento a
Bolívar es más audaz, más moderno. Se concibe en términos antes
irrealizables. Y sale de las nubes” (El Nacional, 26/07/sf). El artista visualizaba la
obra concluida y colocada en las alturas: Bolívar ecuestre dominando
Caracas.
La altura total del Monumento sería entre 80 y 90 metros, la estructura
interna estaría constituida por acero y concreto armado; los materiales
empleados: piedra, bronce, mármol del país, aluminio dorado al fuego y
cristal de roca para la simulación de estrellas y puntos luminosos. Contaría
con iluminación interna y externa reflejada. Lo más llamativo del
monumento es que el interior contaría con ascensores para transportar a las
personas a las terrazas de la parte superior, la entrada al mismo se
encontraría en la parte posterior de la base del monumento, a la que se
accedería a través de unas escalinatas que se encontrarían en la plataforma
principal.55
76
como una necesidad esencial, es una marca indeleble: ya se trate de pintura,
de literatura, de música; sin embargo, el escultor fue únicamente él; y
siempre conservó sus aires de bohemio-aristocrático: en casa, desde que se
levantaba tempranito, siempre con su camisa blanca y su corbata, el escaso
cabello blanco alborotado y en las tardes cuando, sentado en su balcón, se
remangaba la camisa y trabajaba un poco con la arcilla; al atardecer, tapaba
aquella eterna escultura que nunca terminaba y que siempre modificaba, con
un pañito húmedo, se sentaba un rato a compartir algún juego de mesa con
Elvira y luego veían juntos televisión. Cuando salía con los hijos siempre
vestía formal, con sombrero, y hasta muy mayor no se resigno a usar el
bastón. Bienes materiales, se podría decir que no tenía absolutamente
ninguno, no le interesaban y nunca trabajo con el fin de atesorarlos, eso sí,
las ganancias monetarias que obtuvo durante su vida las disfruto junto a los
suyos.
58
Ver http://www.misionvenezuela.org/espanol/noticia/Bolivar_Fuerte.pdf
77
Un poco nervioso, sonreía, posaba con la familia para fotos destinadas a los
periódicos…pero no estaba feliz…un poco incómodo y con ganas de
terminar para llegar a la casa y compartir un rato con los hijos. Si aquellos
honores no lo habían motivado mucho de joven, en su vejez eran casi un
estorbo. Lo aceptó, porque sus hijos lo veían como un acto de justicia,
pienso que después de tantos años aquello no tuvo demasiado significado
para él; desde luego, mucho menos que reunirse con todos en la Nochebuena
o el Día de Navidad para intercambiar regalos y celebrar un año más el
Aniversario de su Matrimonio. Siempre siguió riendo mucho y nunca jamás
se le oyó levantar la voz o mostrar incomodidad o mal humor; siguió
detestando la comida china que asociaba con un vago recuerdo desagradable
durante su estadía en San Francisco y continuó deleitándose como un niño,
con los dulces orientales que le recordaban a los que preparaban sus
hermanas.
Se hizo un emocionado acto especial para sus exequias, a las que, por
acuerdo de nuestros padres, ninguno de los nietos menores asistió; en
cantidad de periódicos apareció su nombre, se hablo de su obra y algún
noticiero televisivo trasmitió la ceremonia del entierro, lo que frustró las
esperanzas de ahorrarnos a los nietos más pequeños la amargura del último
adiós y, aunque fuese en imágenes retransmitidas tuvimos la oportunidad de
llorar ante los últimos honores rendidos al abuelo.
REFLEXIÓN FINAL
En un breve escrito, que jamás llego a ser publicado Antonio Rodríguez del
Villar realiza una breve reflexión con respecto a las tendencias del arte, tal
como el lo veía en los años sesenta. Muchos de sus pensamientos parecen
acordes con las tendencias actuales; sin embargo, a través de sus ojos
podemos ver cómo un artista formado a partir del siglo XIX, sentía que la
ruptura con la escuela clásica era indicativo de una crisis que buscaba una
78
dirección, quizás a un reencuentro con conceptos más tradicionales acerca
de las motivaciones del artista y de su creación.
El mundo crea, con los trastornos de la humanidad una posición o reto emocional en que el
espíritu busca una escapatoria a la estrechez de vuelos imaginativos que vive, forzosamente; lo
que no proporciona el suficiente reposo y estabilidad, ni tranquilidad para que el alma vague sin
apresuramientos en busca de la belleza y la perfección.
El Arte tiene, en esta época, dos grandes enemigos: el afán de la popularidad y de la alabanza y
la necesaria subsistencia de la vida cotidiana..
Antaño, el artista trabajaba años y años en la consecución de una obra imperecedera, ponía en
ello todo el empeño e inspiración de que era capaz, imprimía en sus obras su propia personalidad
y trataba de superarse en cada una de ellas (…) los progresos eran más lentos y el hombre fiaba
sus éxitos a largo plazo(…) Sin embargo hay que admitir que el estado social de la humanidad no
brinda calma ni reposo y el tiempo es un factor importantísimo para el vivir.
En la Historia del Arte de la humanidad, se observan estos periodos de transición que han dado
origen a las “escuelas” de diversos estilos y tendencias y yo creo que estamos pasando por uno de
estos periodos cuyos resultados han de hablarnos de algo más fundamental, de algo más sólido e
imperecedero que culmine los deseos del hombre en cuanto a la elevación de sentimientos y esto,
solamente nos lo puede decir la Historia.
CONCLUSIONES
79
Aproximarse a la vida de Antonio Rodríguez del Villar representa un
primer acercamiento a su obra. Las particularidades del tiempo y el espacio
que sirvieron de marco a la vida del escultor hacen más comprensible su
visión del mundo y de la creación artística, ya que esa visión y su propia
personalidad son las claves que mejor nos explican su obra. Realizar un
acercamiento a sus trabajos o, más aún, establecer pautas para estudiarlos y
comprenderlos es imposible sin esos datos que hacen de él un hombre
contemporáneo enamorado del arte clásico. Su espíritu contradictorio
fortalecido a través de la armoniosa relación entre sus particulares
convicciones éticas y estéticas, se expresaba en cada una de sus creaciones al
establecer una conexión íntima entre sus obras y quienes las contemplen,
provocando en ellos la auténtica experiencia de la emoción estética.
El Arte ha de llegar al alma de todas las mentes humanas y todo hombre ha de sentir la vibración
de lo bello ante la obra que contempla (…)
El Arte puede llamarse así cuando deja en el espíritu del que lo contempla, un recuerdo
imperecedero y que al evocarlo sienta la misma emoción
80
la obra de arte, considerada simplemente como obra de arte es una experiencia, no una
afirmación o la respuesta a una pregunta(…) el conocimiento que adquirimos a través del arte es
experiencia de la forma o estilo de conocer algo, mejor que conocimiento de algo (como un hecho
o juicio moral) en sí mismo (Sontag, 2007, p.37)
81
de Rodríguez del Villar un traidor a su patria o un americanista exacerbado,
eso nos demuestra que Antonio era, en esencia, un Artista de convicción y
así vivió su existencia, así educó a sus hijos, así entendió sus relaciones
amistosas.
82
obra entrañable y de un contenido sentimental intenso que Antonio siempre
recordó, a pesar de parecer poco importante: es la única lápida que realizó en
toda su vida y en ella aparece, de perfil el rostro de doña Josefina, esposa
del poeta colombiano Guillermo Valencia – a la que se hace referencia en
páginas anteriores. En este caso, la curiosidad me había impulsado a
investigar sobre esta lápida: el esfuerzo dio su fruto. Quienes la mantenían y
conservaban como obra de arte, jamás supieron, hasta ahora, quien fue el
autor que, mediante pruebas enviadas por mí, ha sido un agradable
descubrimiento para ellos61. Así como deberá realizarse con el monumento a
Monseñor Montes de Oca, en Valencia, estado Carabobo que, en páginas de
Internet, aparece “sin autor”. Algo semejante sucedió hasta hace poco
tiempo, en Panamá, con la Escuela Normal de Santiago: el trabajo de
establecer formalmente la autoría de Antonio en muchas de sus obras está
por realizarse.
61
“Señora ANA TERESA RODRÍGUEZ DE RIERA. Cordial saludo. Adjunto anexo 2 fotos de la lápida
realizada por su abuelo. La lápida es una obra de arte, ya que representa muy bien el rostro de doña
Josefina Muñoz de Valencia.
Atentamente, JOSE FERNANDO PARRA MUSEO NACIONAL GUILLERMO VALENCIA”
(29/10/2008)
83
BIBLIOGRAFÍA
Díaz-Plaja, F. (1952) La vida española en el siglo XIX, Madrid, Afrodisio Aguado S.A.
Procacci, G. (2004) Historia general del siglo XX, Barcelona, Editorial Crítica.
84
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Arts plastiques
http://www.ac-reims.fr/datice/artsplastiques/pedagogie/sculpturecommemorative.htm
Consultado 11/08/2008
87
ANEXOS
88
1) Cronología
89
Año A. R. del Villar Historia Arte
90
- Guerra con Estados Unidos y
pérdida de las últimas Colonias
Imperialistas
91
- Apertura oficial del canal del Pensamiento
Analítico”
de Panamá
92
1931 - Es inaugurado el Monumento - Abdica Alfonso XII y es - A. U. Pietri
escribe
de Carabobo proclamada la República en “Las Lanzas
Coloradas”
España - S. Dalí pinta
“La
- Se crea el partido Nazi Persistencia de
la
Memoria”
93
- Capitulación de los alemanes publica “El
Principito”
en Stalingrado
94
York
1966 - Es colocada una placa con - Martín Luther King marcha - Muere André Breton
su nombre en el Monumento por los Derechos Civiles
de Carabobo en Chicago
- Comienza la Revolución
Cultural China
- Indira Ghandi es elegida
Primer Ministro de la India
1) Obras escultóricas
95
1-Colaboración en los trabajos de restauración del
AYUNTAMIENTO DE SEVILLA, España (1890*)
96
11- BUSTO DEL ALMIRANTE TOGO (Ubicación desconocida) (1911)
97
24– BUSTO DEL GENERAL SANTOS ACOSTA. Ubicación y fecha
desconocidas.
98
36– MONUMENTO A ROOSEVELT (Realizado en Venezuela) Ciudad
de panamá. Derrumbado (1943*)
99
49– CORAZÓN DE JESÚS para el Colegio La Consolación de caracas**
(1956*)
50– VIRGEN para la Iglesia de los Capuchinos en Caracas** (1956*)
2) Documentación fotográfica
100
101
Ilustración 1- Antonio junto a una obra desconocida, probablemente en Italia, alrededor del año
1900
102
Ilustración 2- Antonio (recostado) y compañeros de estudio -representando una escena para la foto-
probablemente en Italia, alrededor de 1900
103
Ilustración 3- El escultor trabajando, alrededor de 1902
104
Ilustración 4- Antonio -a la izquierda- acompañado por otros caballeros, probablemente en
España alrededor de 1916
105
Ilustración 5- lápida de Josefina Muñoz, esposa de Guillermo Valencia
106
Ilustración 6- Monumento a Ricaurte, Bogotá, 1924
107
Ilustración 7- Una fiesta familiar en Colombia, alrededor de 1926. De izquierda a derecha aparecen
sus hijos Julio, Álvaro, y -el más pequeño, delante del obispo- Gonzalo. A la izquierda de Antonio se
encuentra Elvira con el pequeño Manuel, en sus brazos
108
Ilustración 8- Varios modelos en arcilla, en el taller de Bogotá, alrededor de 1926
109
Ilustración 9- En su casa de Bogotá: Elvira, Antonio, Julio, Gonzalo y Álvaro
110
Ilustración 10- Elvira -probablemente en Bogotá, alrededor de 1927
111
Ilustración 11- En su hacienda en Colombia. Sentada en el parachoques del automóvil, su hermana
Natividad con Manuel en sus brazos; también aparecen: Álvaro, Julio y Gonzalo; en la puerta,
Antonio
112
Ilustración 12- Escultura perteneciente a la Escuela San Bartolomé de Bogotá
113
Ilustración 13, - Maqueta del Monumento de Carabobo –vista lateral-, Maracay 1927
114
Ilustración 14- Maqueta del Monumento de Carabobo -vista frontal-, Maracay, 1927
115
Ilustración 15- Antonio en Italia, probablemente alrededor de 1929
116
Ilustración 16- Uno de los relieves del Monumento de Carabobo en el taller, 1929
117
Ilustración 17- Accidente del caballo derrumbado mientras Antonio realizaba los modelos en arcilla para el
Monumento de Carabobo, 1929
118
Ilustración 18- Antonio junto a la figura del uno de los Custodios del Altar de la Patria (Esta
escultura permaneció en el taller de Florencia y no llegó a ser nunca parte del Monumento), 1930
119
Ilustración 19- Colocación del Monumento en el Campo de Carabobo, 1931
120
Ilustración 20- Aspecto actual del Monumento de Carabobo
121
Ilustración 21- Escultura no identificada, en el taller de Antonio, Colombia, 1929
122
Ilustración 22- La familia en La Alhambra, alrededor de 1930
123
Ilustración 23- Los cinco hijos en España. De izquierda a derecha: Fernando, Manuel, Gonzalo, Julio
y Álvaro; alrededor de 1930
124
Ilustración 24- Busto de Bolívar destinado a la Organización de Naciones Unidas. Tomado de la
Revista "Life", 1964 (Fue portada de uno de los números de esa revista Edición en Español)
125
Ilustración 25- Modelo del frontis de la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena en Santiago de
Veraguas, Panamá, 1942
126
Ilustración 26- Detalle de la decoración escultórica de la fachada de la Escuela Normal J. D.
Arosemena, en Santiago de Veraguas, Panamá (Foto actual)
127
Ilustración 27- Detalle de la decoración escultórica del vestíbulo de la Escuela Normal J.DA. de
Santiago de Veraguas, Panamá (foto actual)
128
Ilustración 28- Modelo del busto de Roosevelt perteneciente al Monumento destinado a erigirse en
Panamá, 1948
129
Ilustración 29- Modelos de figuras pertenecientes al Monumento a Roosevelt en panamá, 1948
130
Ilustración 30- Modelo en arcilla, detalle del Monumento al Indio Mara, 1949 (En el taller del
escultor ubicado en Maracaibo)
131
Ilustración 30- Antonio junto al modelo en arcilla de la figura central para el Monumento del Indio
Mara, 1949
132
Ilustración 31- Monumento a la Virgen de Coromoto en Guanare, 1952
133
Ilustración 32- Busto de Andrés Bello para la Universidad Católica Andrés Bello de
Caracas. 1955. (Foto actual)
134
Ilustración 33- Elvira y Antonio. Probablemente alrededor de 1960
135
Ilustración 34- De izquierda a derecha: Gonzalo, Fernando, Álvaro, Antonio, Elvira, Julio y Manuel.
Alrededor de 1962
136
Ilustración 35- Antonio junto al modelo en arcilla de la escultura de Simón Bolívar destinada al Perú.
1962
137
Ilustración 36- Estatua de Bolívar en el taller de Antonio con 7 de los nietos. De izquierda a derecha:
Antonio, Gonzalo, Marisa y Álvaro; los más pequeños: Javier, Ana Teresa y Roger
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Ilustración 13- Antonio recibiendo una condecoración
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Ilustración 14- Antonio condecorado
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Ilustración 15- Bolívar en el Ávila. Maqueta de obra no realizada que permaneció siempre en su
hogar.
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