Está en la página 1de 3

Mensaje: Buscar al Señor en Secreto

Miércoles de oración, 19/05/2021

Predicado por: Ps. M.C.I. Oscar Martín Nájera Solís

Lectura: Lucas 12:1-11

Introducción:

El peligro más grande de la oración persistente y efectiva es el hábito del rendimiento sin pasión.,
hoy hay cristianos que parecen cadáveres de oración. No tiene impacto, no tienen poder, no
tienen respuesta no escuchan la voz de Dios, y aún así oran sin buscar al Señor en oración.

Analogía: Si usted envía un sirviente a que haga una fogata, el reúne la leña, pero esta es verde, le
pone carbón abajo, esto no es hacer una fogata, porque al prender no va a encender, no generara
calor, no generará temperatura. Solo humeará y nadie se acercará. Se necesita tener leña seca,
soplar hasta que arda y sea adecuada para su uso.

Cuando tu corazón no es adecuado, tu madera es verde en la fogata, que será lo que generará,
necesitamos corazones dispuestos para arder en oración con el Espíritu Santo. Así que entre más
sagrado sea algo, más será el deseo de Satanás de invadir y profanarlo y destruirlo. El pecado nos
seguirá hasta la misma presencia de Dios; y no hay pecado más poderoso o destructivo que el
orgullo.

El pecado nos conduce a tomar atajos en todas las disciplinas cristianas, y cuando sucumbimos a
su tentación con suficiente frecuencia, la hipocresía se convierte en el modelo de nuestra vida sin
que nos demos cuenta.

Desarrollo:

1. Hipocresía (Lc. 12:1)


A) Es un peligro tan sutil y destructivo para la vida cristiana.
B) Se pensaría que los líderes judíos religiosos deberían ser los más fieles seguidores del
Señor Jesús, pero fueron los más grandes enemigos.
C) Esto fue porque sus palabras y obras justas condenaron sus propias prácticas injustas.
D) Ellos corrompieron y pervirtieron todas las cosas buenas que Dios le había enseñado a la
nación de Israel, incluyendo su práctica de la oración. (Ro. 3:2-9).
E) Los judíos del Antiguo Testamento deseaban orar porque creían que Dios quería que se
acercaran a él. (Sal. 145:18; 91:15).
F) Ningún judío de verdad, con un espíritu correcto jamás dudó de la prioridad que Dios le
asignó a la oración. Los rabinos creyeron correctamente que la oración no era solamente
comunicación con Dios sino también un arma poderosa que liberaba su poder. Pero hasta
que pervirtieron la esencia de la oración.

2. Los elementos de sus oraciones y esencia de su entendimiento (Sal. 65:2)


A) Los hombres se pueden cansar de escuchar a la gente, pero los oídos de Dios nunca se
cansan, él nunca se cansa de las oraciones de los hombres.
B) Los maestros judíos avanzaron un poco más, enseñando a la gente a orar constantemente
y evitar el hábito de orar sólo cuando estaban desesperados.
C) Esa es la perspectiva correcta.
D) La oración no se debe usar sólo para llamadas de emergencia; debe ser una conversación
ininterrumpida cimentada en una base de comunión con Dios viva y amorosa.
E) Los judíos creían que sus oraciones debían incorporar los siguientes elementos:
i) Alabanza amorosa (Sal. 34:1; 51:15)
ii) Gratitud y acción de gracias (Jn. 2:9).
iii) Reverencia. Los santos del Antiguo Testamento no se apresuraban con ligereza
para estar en la presencia del Señor, tratándolo como si fuera un hombre. Ellos lo
veían con reverencia, reconociendo que cuando oraban, estaban frente a frente
con el Dios Todopoderoso. (Is. 6:1, 5).
iv) Obediente paciente. Los judíos del Antiguo Testamento creían que era un error
orar si sus corazones no estaban bien. El Salmo 119 lo afirma a lo largo de sus 176
versículos.
v) Confesión. Los judíos devotos del Antiguo Testamento sabían que eran impuros, y
que cuando venían delante de Dios en oración tenían que purificarse del pecado.
(Sal. 23:3, 4). Sólo aquellos que han confrontado su pecado tienen derecho a
entrar en la presencia de Dios.
vi) Desinterés. Los judíos tenían un sentido de solidaridad que no comprendemos.
Eran patriotas, una teocracia gobernada por Dios. El hecho de que Israel aún exista
como nación muestra con cuánta vitalidad se aferraron a la preservación de esa
identidad nacional. Sus oraciones abarcaban el bienestar de la comunidad y no
estaban reducidas a las necesidades del individuo. Pero necesitamos estar
dispuestos a sacrificar lo que parece ser lo mejor para nosotros porque Dios tiene
un plan más grande para todos en conjunto.
vii) Humildad. Un verdadero judío iba delante del Señor en oración para someterse a
la voluntad de Dios. (Lc.22:42). Cuando oramos, en vez de pedirle al Señor que
haga nuestra voluntad, debemos conformarnos a la suya. Debemos pedirle que
obre su voluntad por medio de nosotros y que nos dé la gracia para disfrutarlo.
viii) Perseverancia. Los judíos que creían de verdad en el Antiguo Testamento
enseñaron que la oración debía ser persistente. (Deut. 9:25, 26).

3. La perversión de la oración.
A) A pesar de tan gran herencia de oración, varios defectos se inmiscuyeron en la costumbre
de orar de Israel.
B) La oración se convirtió en un rito. Se establecieron las palabras y formas de oración, y
luego simplemente se leyeron o repitieron de memoria. Las oraciones se convirtieron
fácilmente en una rutina, un ejercicio religioso semiconsciente, se podían recitar sin que el
individuo participara mental o apasionadamente. (Deut. 6:4-9; 11:13-21; Núm. 15:37-41).
C) Oraciones recetadas. Los judíos desarrollaron oraciones para todo asunto y ocasión,
incluyendo la luz, oscuridad, fuego, lluvia, luna nueva, viajes, buenas noticias y malas
noticias. Estoy seguro de que su intención original fue traer cada aspecto de sus vidas a la
presencia de Dios, pero socavaron esa noble meta segmentando las oraciones.
D) Oraciones largas. Los líderes religiosos apreciaban las oraciones largas, creyendo que la
santidad y efectividad de una oración estaban directamente relacionadas con su duración.
(Mt. 6:5-8; 12:40).
E) Repeticiones vacías. Una de las peores faltas de los judíos fue adoptar la práctica de la
repetición carente de sentido tomada de las religiones paganas, como los profetas de Baal
cuando compitieron en contra de Elías (1 R. 18:26, 29).
F) Para ser vistos y oídos por los hombres. Usaron la oración como una oportunidad para
presentar la espiritualidad personal ante los hombres es intrínsecamente equivocado
porque tiene como origen e intención satisfacer el orgullo. (Juan 14:13).

4. Conclusión

Cristo lo condena tal tipo de oración (Mt. 6:5-8).

La oración verdadera debe enfocarse en Dios y no en mí mismo.

La oración no debe llamar la atención y buscar que le de honra, sino al contrario debe de buscar a
Dios para su exaltación. (Lc. 18:10-14). Tu verdadero público debe ser Dios. (Mt. 6:6).

Dios ama a aquel que pide reconociendo a Dios como lo que Él es, Nuestro Dios.

También podría gustarte