Estos fueron los ingredientes que utilizamos en la elaboración de nuestro
protector solar: Aceite de oliva, posee una gran capacidad para reparar los tejidos de la piel, es de origen vegetal por lo que no hace daño al ambiente; así como el aceite de coco, que gracias a su contenido de vitamina E es un excelente antiarrugas y ayuda a recuperar la flexibilidad en la piel seca. La vitamina E es un antioxidante natural y ayuda con la cicatrización. Los aceites esenciales, son concentrados de materia prima vegetal intensamente aromáticos, obtenidos directamente de raíces, flores u hojas. Estos hidratan y nutren la piel. La manteca vegetal tiene agentes activos que le aportan luminosidad y gracias a que contiene ácido cítrico ayuda a recuperar el colágeno que se pierde de forma natural. El óxido de zinc es un excelente filtro solar físico y es respetuoso con la flora marina. Las velas que reciclamos para dar impermeabilidad a la mezcla están hechas de parafina, esta no es biodegradable pero reciclarlas en la producción de este protector solar es una buena alternativa. Al aplicar parafina en la piel esta se suaviza y retiene la humedad. Para la elaboración calentamos en una olla a fuego bajo y en baño maría 30 gramos de manteca vegetal y 30 gramos de esperma de velas hasta que estaban líquidos y bien integrados, removiendo con la paleta se agregó media cucharada de cada uno de los aceites vegetales. Luego de esto lo retiramos del fuego para dejarlo enfriar y añadimos 30 gotas de aceites esenciales, 10 gramas óxido de zinc y el contenido de las 2 cápsulas de vitamina E, sin dejar de mezclar hasta que los ingredientes se disolvieron. El líquido se traspasó a un frasco de vidrio y se dejó enfriar toda la noche para que se endureciera y estuviese listo para ser aplicado.