Está en la página 1de 3

FELICIDAD EN UNA MAQUINA DE COSER

Aquella tarde, tan efímera que parece ahora

Estabas tú, sentada en aquella máquina de coser

Y entre tus manos encantadoras

Posaba la ropa entre aquel taller.

Como ese día, cada tarde te veía

Tan concentrada durante horas

Y, sin embargo, con una total alegría

Que reflejabas siempre a tus anchas.

Aquel recuerdo estremecedor

Que hace que mi cuerpo llore sin control

Es el que hace que exista, algo mas fuerte que el amor

Esa felicidad, mas grande que el sol.

Y como no, si mi felicidad es la tuya querida abuela,

la de mi mamá, papá e incluso la de mi hermana,

pues al ver sus ojos brillar, es que siento

que puedo respirar, cada mañana al despertar.

Ese sentimiento que brota de mi cuerpo,

Las emociones son eso, experiencias


Que surgen de cada persona,

Que generan reacciones sin poder controlarlas.

Y aquello es lo que pasa cuando te veo abuela,

O mas bien cuando te recuerdo,

Cuando recuerdo aquella felicidad exuberante

Que salía de cada espacio de mí.

Sin embargo, ese recuerdo es el que hace

Que ahora cada noche, sin poder si quiera controlarme

Lloro al recordar tu partida, arrebatándome

La felicidad, sintiendo cada segundo ahogarme.

Esta sensación tan natural, un sentimiento fisiológico

Debido a una felicidad que ya no existe,

Ya no te puedo ver cada tarde hilando las agujas

Desde hace 5 años que te fuiste.

Debí saber, debí conocer, debí realizar

Evaluaciones valorativas, y quedarme

Muchas mas tardes a tu lado, sin embargo,

Aquí estoy, llorando frente a aquella

Máquina de coser.
-Maria Victoria Rojas Copete

También podría gustarte