Principios básicos de la comunicación oral

1. Brevedad y concisión:

Mensaje corto sin que se perjudique su contenido. Información necesaria, ni

más ni menos.

La concisión evita malos entendidos, ya que dar vueltas sobre el mismo tema
puede crear confusión.

Hay que eliminar solo lo que sobra, evitando los tópicos y frases hechas.

Peligros: un mensaje demasiado breve corre el riesgo de estar incompleto en

cuanto a información.

2. Veracidad y precisión:

Rigurosidad en cuanto al contenido y a la información.

La información ha de ser cierta.

Debemos escoger el léxico y expresiones exactas.

Evitaremos palabras comodín como “cosa” o “asunto” sustituyéndolas por otras

más específicas.

3. Claridad:

Para evitar confusiones, debemos evitar que el mensaje sea ambiguo, que tenga
varias interpretaciones.

4. Sencillez:

Léxico común, sin tecnicismos ni cultismos.

Evitar el lenguaje vulgar.

Evitar oraciones muy complejas, subordinadas, bipolares, etc… Lo más sencillo

es controlar el número de verbos en cada oración y la longitud de las mismas.

5. Corrección:

Evitar el lenguaje coloquial, la jerga o el argot.

No emplear expresiones groseras u ofensivas.

6. Evitar reacciones emotivas

Evitar introducir en nuestro mensaje carga emotiva.

Intentar no emplear palabras que despierten sentimientos en el receptor.

Existen excepciones, sería una falta de empatía transmitir un mensaje muy

negativo para el receptor sin inmutarnos.

7. Hablar a la velocidad y tono adecuados (Prosodia):

Hay que vigilar el tempo en la conversación.

Adaptar el volumen al menaje o a la intención comunicativa.

Evitar un tono monótono.

Enfatizar

Emplear las pausas de una forma adecuada.

8. Conservar el sentido común (cohesión)

Relación entre lo qué decimos y cómo lo decimos

9. Utilizar la fuerza del nombre

Emplear el nombre de nuestro receptor como signo de interés sin caer en la

familiaridad.