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Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzado con himnos por

los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.


Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al

Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor.


Lluvias y rocíos, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos e hielos bendecid al

Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día bendecid al Señor.


Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra,

bendecid al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos bendecid al Señor.


Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor; ensalzadlo con tu himno por los

siglos.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de

corazón, bendecid al Señor.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado

por los siglos.


(...) “La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado
de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se
refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de
admiración que lleva a la profundidad de la vida. La naturaleza está llena
de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio del
ruido constante, de la distracción permanente y ansiosa o del culto a la
apariencia? Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que
las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en
una prisa constante que a su vez las lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. Esto tiene un
impacto en el modo cómo se trata al ambiente. Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para
recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros
ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia «no debe
ser fabricada sino descubierta, develada»”

I. Pérdida de biodiversidad.
(33) (...) Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que
nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que
tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con
su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho.
II. Educación para la alianza entre la humanidad y el
ambiente.
211 (...) Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es
posible la donación de sí en un compromiso ecológico. Si
una persona, aunque la propia economía le permita
consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco
en lugar de encender la calefacción, se supone que ha
incorporado convicciones y sentimientos favorables al
cuidado del ambiente. Es muy noble asumir el deber de
cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es
maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas
hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos
comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el
uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que
razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o
compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles y
apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad que muestra lo mejor
del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas
motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad.
212. No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en
la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno
de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente. Además, el desarrollo de
estos comportamientos nos devuelve el sentimiento de la propia dignidad, nos lleva a una mayor
profundidad vital, nos permite experimentar que vale la pena pasar por este mundo.
Nuestra casa compartida—un bien común— pertenece a todos y
fue creada para todos. El bien común es la totalidad de las
condiciones sociales que nos permiten tener acceso a los recursos
y servicios necesarios para tener una vida digna. La conciencia
del cuidado, asociada actualmente, con la percepción de que los
recursos naturales y ambientales.

Cuidar la casa común es una obligación porque de este


cuidado depende su supervivencia de los seres vivos.

También una forma de vivir en armonía con el bienestar

de los demás, con la naturaleza y con Dios.


En la ciudad de Juliaca es frecuente ver residuos sólidos y plásticos acumulados en basureros o
tiraderos a cielo abierto.

El problema ambiental que actualmente presenta Juliaca


es el botadero municipal de Chilla está a punto de llegar a
su límite por el exceso de basura. Este es un gran
problema ya que la salud de los pobladores que viven ahí
está siendo afectada aparte de convivir con un aire
contaminado, malos olores, insectos (moscas, cucarachas,
gusanos, etc.) , los adultos mayores y niños que están a
expuestos a muchas enfermedades.

El botadero de basura de Chilla se ha convertido en un


potencial riesgo a la salud de la población de Juliaca. El
Ministerio del Ambiente ha dispuesto declarar en emergencia la zona. El plazo establecido no deberá
sobrepasar los 60 días. El municipio de San Román a diario deposita más de 230 toneladas de basura.
La capacidad del recinto se vio rebalsada.

En sus inicios era un rio lleno de vida y no como hoy en día un rio muerto, el cual se ha vuelto un gran
problema social, ya que genera malestares a la población juliaqueña, más que todo a los moradores o
vecinos que viven en sus riveras. Los pobladores se han
acostumbrado a vivir y son parte de la contaminación, por
que usan las riveras del rio como letrina, a esto se suman
como agentes contaminantes personas de otros barrios o
sectores de las ciudad calcetera: La municipalidad con sus
camiones recolectores de basura no logra llegar a estas
zonas y si lo hacen lo hacen esporádicamente, generando
así una serie de incertidumbre en las persona
• Las personas suelen ir a lavar sus ropas, frazadas, carros al rio; siendo el lugar menos
indicado, hacer concientización sobre la contaminación.

• Dar a conocer a la población la adecuada gestión de los recursos


hídricos existentes en su zona.

• El reciclaje de plásticos, baterías, vidrio o aceites de coches y de


cocina porque son elementos que tardan muchos años en
degradarse, por lo que esta acción contribuye a evitar la
contaminación.

• Concientizar a mis vecinos sobre la contaminación.

• Clasificar la basura.

• Hacer propuestas que beneficien al medio ambiente.

• Implementar y cuidar las áreas verdes (Parques, zonas de


vegetación, zonas cerca al río, etc.)

• Sembrar muchas plantas para mejorar nuestro aire.

• No realizar actividades que dañen al medio ambiente

• Mantener un control en el uso de pesticidas y


fertilizantes.

• Usar más la bicicleta y menos el coche.


Éxodo 23, 10-11: Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto; pero el
séptimo año la dejarás descansar, sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y
de lo que ellos dejen, coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu
olivar.

Deuteronomio 20,19: Cuando ingreses a una tierra por cultivar, no destruirás sus árboles
metiendo el hacha contra ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es
acaso el árbol del campo un hombre para que le pongas sitio?

Génesis 2, 15: Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo dejó en el jardín de Edén, para que
lo labrase y cuidase.

Génesis 9,1-3: Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Sean fecundos y
multiplíquense, y llenen la tierra. Y el temor y el terror de ustedes estarán sobre todos los
animales de la tierra, y sobre todas las aves del cielo, y en todo lo que se arrastra sobre el
suelo, y en todos los peces del mar; en sus manos son entregados. Todo lo que se mueve y
tiene vida los será para alimento: todo se lo doy como (los di) la hierba verde.

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