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los siglos.
Señor.
Señor.
bendecid al Señor.
siglos.
I. Pérdida de biodiversidad.
(33) (...) Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que
nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que
tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con
su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho.
II. Educación para la alianza entre la humanidad y el
ambiente.
211 (...) Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es
posible la donación de sí en un compromiso ecológico. Si
una persona, aunque la propia economía le permita
consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco
en lugar de encender la calefacción, se supone que ha
incorporado convicciones y sentimientos favorables al
cuidado del ambiente. Es muy noble asumir el deber de
cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es
maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas
hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos
comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el
uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que
razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o
compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles y
apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad que muestra lo mejor
del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas
motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad.
212. No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en
la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno
de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente. Además, el desarrollo de
estos comportamientos nos devuelve el sentimiento de la propia dignidad, nos lleva a una mayor
profundidad vital, nos permite experimentar que vale la pena pasar por este mundo.
Nuestra casa compartida—un bien común— pertenece a todos y
fue creada para todos. El bien común es la totalidad de las
condiciones sociales que nos permiten tener acceso a los recursos
y servicios necesarios para tener una vida digna. La conciencia
del cuidado, asociada actualmente, con la percepción de que los
recursos naturales y ambientales.
En sus inicios era un rio lleno de vida y no como hoy en día un rio muerto, el cual se ha vuelto un gran
problema social, ya que genera malestares a la población juliaqueña, más que todo a los moradores o
vecinos que viven en sus riveras. Los pobladores se han
acostumbrado a vivir y son parte de la contaminación, por
que usan las riveras del rio como letrina, a esto se suman
como agentes contaminantes personas de otros barrios o
sectores de las ciudad calcetera: La municipalidad con sus
camiones recolectores de basura no logra llegar a estas
zonas y si lo hacen lo hacen esporádicamente, generando
así una serie de incertidumbre en las persona
• Las personas suelen ir a lavar sus ropas, frazadas, carros al rio; siendo el lugar menos
indicado, hacer concientización sobre la contaminación.
• Clasificar la basura.
Deuteronomio 20,19: Cuando ingreses a una tierra por cultivar, no destruirás sus árboles
metiendo el hacha contra ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es
acaso el árbol del campo un hombre para que le pongas sitio?
Génesis 2, 15: Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre y lo dejó en el jardín de Edén, para que
lo labrase y cuidase.
Génesis 9,1-3: Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Sean fecundos y
multiplíquense, y llenen la tierra. Y el temor y el terror de ustedes estarán sobre todos los
animales de la tierra, y sobre todas las aves del cielo, y en todo lo que se arrastra sobre el
suelo, y en todos los peces del mar; en sus manos son entregados. Todo lo que se mueve y
tiene vida los será para alimento: todo se lo doy como (los di) la hierba verde.