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• Michel Foucault – “Historia de la sexualidad”

CONCEPTOS PRINCIPALES DEL AUTOR

Bíopolitica – Soberanía – Anátomopolitica – Disciplina – Relaciones de poder

→ No debemos reducir el concepto de poder a un sistema general de dominación de un


ente sobre otro, como la soberanía de un Estado o la forma de la ley. El poder no es una
estructura, ni es una institución, ni es “cierta potencia” de la que algunos estarían
dotados: es el nombre que se le da a una situación estratégica compleja en una sociedad
dada. No existe un poder como tal, sino que el poder circula a través de distintas
relaciones de poder.

→ Algunas características de las relaciones de poder según Foucault :

✓ Son omnipresentes:
Se están produciendo a cada instante, y vienen de todas partes. El poder es una red
compleja, multidireccional, discontinua y azarosa. No es la relación de dominantes y
dominados. Está en cada relación que uno establece, ya sea entre padres e hijos, entre
profesores y alumnos, entre médicos y pacientes, etc.

✓ No es “algo”:
No se adquiere, ni se arranca ni se comparte, ni se deja escapar o se conserva. El poder
se ejerce a partir de innumerables puntos y en el juego de relaciones móviles no
igualitarias.

✓ Es inmanente:
Las relaciones de poder no están en posición de exterioridad a otras relaciones
(relaciones sexuales, relaciones de conocimiento, etc.) sino que constituyen los efectos
inmediatos de las particiones, desigualdades, y desequilibrios que se producen y de las
condiciones internas de tales diferenciaciones.

✓ Viene “de abajo”:


No son las instancias globales de poder las que explicarían las pequeñas dominaciones
cotidianas, sino a la inversa, son estas relaciones de poder múltiples y locales las que
condicionan y permiten el funcionamiento de los poderes macro-sociales.

✓ Posee resistencia:
Donde hay poder siempre hay resistencia. Son puntos, nudos, enjambres que se forman
alrededor de la sociedad. Funcionan dentro de la relación de poder como “contrapartida”
o “blanco”.

→ Según Foucault, debemos pensar el poder dentro de ese campo de relaciones de fuerza, y
dejar atrás la idea “legal-jurídica-soberana” y “negativa” del poder ya que esta ya no es
más representativa del poder actual. Solo podremos analizar el poder teniendo en
cuenta esas relaciones de fuerza que pasan desapercibidas en la vida pública.
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→ También introduce el concepto de discurso. Plantea que el poder y el saber se unen en el
discurso, el cual funciona como herramienta que transporta y produce poder, lo refuerza,
pero a la vez, lo mina, lo vuelve frágil y permite detenerlo. Eso depende de la estrategia
del elemento discursivo. Son elementos tácticos en las relaciones de fuerza.

→ En suma, el autor trata una concepción del poder que reemplaza el privilegio de la ley
por el punto de vista del objetivo, el privilegio de lo prohibido por la eficacia táctica, el
privilegio de la soberanía por el análisis de un campo múltiple y móvil de relaciones de
fuerza donde se producen efectos globales, pero nunca estables, de dominación. Es decir,
plantea el cambio de la vieja concepción jurídica del poder por una tesis
estratégica/teórica/metodológica.

→ En esta nueva concepción, Foucault introduce dos conceptos claves: anatomo-política y


bíopolitica. Estas dos formas de ejercicio o tecnologías del poder surge cuando las
formas de del poder en la Edad Media dejan de ser eficaces para hacer de la sociedad
una máquina de producción. La bíopolitica trata de que los cerebros se autorregulen
(controlen) y busquen crear una "forma de vida verdadera", de manera tal que no solo
se extiende la bíopolitica solo a temas como identidad, nacionalismo, cosmopolitismo
etc., sino también hacia resistencias como sexualidad, género, etnicidad, clase, etc.

→ La concepción jurídica o negativa del poder ha prevalecido durante el tiempo debido a


que las burguesías han hecho uso de esa concepción para explicar y justificar la función
del Estado moderno burgués: la idea del soberano que necesita el control que el Estado
puede brindarle. Occidente no conoce otra forma de representación más que esa, por lo
que se le hace difícil escapar a esa concepción de poder.

→ En una concepción positiva, el poder condiciona las conductas y los comportamientos de


los sujetos a través de las tecnologías de poder (A diferencia de la concepción jurídica del
poder, es decir la negativa, porque prohíbe para evitar conductas.) La concepción
positiva produce, condiciona, induce los comportamientos, los cuerpos de los sujetos
entendidos como individuos y como población, es decir una vigilancia individualizante y
totalizante al mismo tiempo. A través de las tecnologías de anatomo-política, que
permite al disciplinamiento de cada uno construyendo sujetos auto-vigilados y la
bíopolitica, que permite controlar y regulas las poblaciones, ya que las considera como
cuerpos productores de bienes.

→ La bíopolitica se ejerce en función de un criterio de “normalidad”, excluyendo lo


“anormal” mediante procesos poblacionales. Estas tecnologías forman disciplina, a través
de previsiones, estimaciones estadísticas, medidas globales , para intervenir a nivel de las
determinaciones de los fenómenos generales. Se trata de optimizar un estado de vida.
Mecanismos destinados a maximizar las fuerzas y a extraerlas.

→ Foucault dirá que la ley prohíbe (se castiga el comportamiento fuera de la ley), la
disciplina prescribe (binomio normal/anormal: clasificar, analizar y serializar a los
individuos para amoldar sus comportamientos a una norma ideal predefinida) y la

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bíopolitica regula (produce la diferencia normal/anormal en función de los propios
fenómenos sobre los cuales se aplica)

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