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LA GUINEA ESPAÑOLA Y SUS RIQUEZA!
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16 r o
CAPITULO PRIMERO
HISTORIAL POLÍTICO
ES PROPIEDAD
Copyright by Espasa-Calpe, S. A.
Madrid, 1930
PubliBhed In Spaln Origen de los derechos de España en Guinea
Fernando Poo y
Annobón son las primeras islas que poseyó
España en el golfo de Guinea o Biaifra, y ellas constituyeron
la base de toda nuestra colonia, ampliada después en Africa
Occidental.
En casi todos los textos referentes a la historia de aquellas
posesiones nuestras se dice que ambas islas fueron adquiridas
por España cambio o permuta de las de Santa Catalina y
a
Colonia del Sacramento; en esta versión hay un concepto
equivocado, que debemos aclarar.
Reinaba en España el gran Carlos III el año 1776; Fran¬
cia y Portugal debatían entre sí una cuestión de límites de
sus respectivas posesiones en América, cuando el marqués de
Tratado de El Pardo
objeto de posesionarse en las islas de Fernando Poo y Anno¬
bón, a fin de que tremolara en días el pabellón español al
mismo tiempo que se hacía público en Europa el tratado de
El 24 de marzo de 1778 se celebró en el palacio de El Par¬
su cesión.
do (Madrid) la solemne ratificación del Tratado hispano-
Para tal cometido fueron nombrados el brigadier conde
portugués, suscribiéndolo por España el rey Carlos III y por
Portugal, su reina doña María.
de Argelejos, jefe de la expedición, y el teniente coronel don
En vitud del art. 18." de este pacto: "Su Majestad Fidelí¬ Joaquín Primo de Rivera, su segundo, quienes se hicieron a
la vela desde Montevideo en la fragata de guerra Catalina, el
sima cede a Su Majestad Católica la isla de Annobón, en la
17 de abril de 1778, acompañados de otros dos buques, con Apenas se habían establecido en Concepción, las enferme¬
cuantos juagaron necesarios para la colonización.
enseres se dades y privaciones suscitaron en las tropas disgusto y des¬
Iban 150 hombres, entre tropa y operarios, provistos de aliento, que fueron en aumento a medida que aumentaba el
suficiente número de aranas, municiones, provisiones para un número de enfermos, de los cuales sucumbieron muchos por
año y cien mil pesos fuertes para los primeros gastos que falta de alimentos convenientes, que escaseaban en tales tér¬
irrogara su establecimiento. minos que hasta se vieron obligados a tomar caldos de mono.
El dí a 21 de octubre de aquel mismo año llegaron los expe¬ Con estas contrariedades no era factible que la nueva co¬
dicionarios a Fernando Poo; el 24 desembarcaran, tornaron lonia progresase. Al contrario, los expedicionarios, cansados
posesión de las islas y, dejando izada Ja bandera española, al de sufrir y capitaneados por un sargento, llamado Jerónimo
día siguiente continuaron su viaje hacia Annobón. Martín, ayudado ¡por cuatro cabos, se sublevaron a fines del
Durante esta travesía falleció el conde de Argelejos, y año 1781, arrestaron a Primo de Rivera y, a pesar de los
reasumió el mando de la expedición Primo de Rivera, quien esfuerzos de este jefe, levantaron el campo y abandonándolo
arribó a Annobón el 26 de diciembre. Al día siguiente des¬ a los indígenas, hiciéronse a la vela hacia Sao Thomé el 31 de
embarcó ; pero no pudo tomar posesión de aquella isla, porque octubre de aquel año.
sus habitantes se negaron a reconocer y obedecer al rey de El 16 de enero de 1782 llegaron a la isla portuguesa, donde
España, a pesar de todas las diligencias practicadas por el fueron presos los amotinados. Primo de Rivera buscó nuevos
comisario portugués para que se sometiesen. Todo cuanto se auxilios para volver a la colonia, ya destruida por los natura¬
hizo fué inútil, y viendo Primo de Rivera que aun apelaron a les; pero tropezó con tantos inconvenientes, que renunció a
la fuerza para repeler sus tropas e hirieron a un oficial y a su idea y dispuso su regreso a Montevideo, con un exiguo
varios roldados, se negó a emplear las armas para conquis¬ resto de sus hombres.
tarlos y a tomar posesión de la isla mientras no se lo ordenase Cuando el Gobierno español tuvo noticia de la insurrec¬
el Gobierno. Por consiguiente, volvió a Sao Thomé a esperar ción, ordenó a Primo de Rivera,
con fecha 22 de febrero del 82,
instrucciones de Madrid. que, con los le enviaban, volviese a Fernando
socorros que se
El Gobierno desaprobó su conducta, y en marzo de 1779 le Poo; pero esta orden llegó tarde. El 12 de febrero de 1783
previno que se posesionara de Annobón e hiciese los mayores arribó a Montevideo, donde, dos días antes, tan sólo habían
esfuerzos para establecerse preferencia en Fernando Poo,
con desembarcado 22 hombres, de los 150 que embarcaron en
lo que puso en práctica el 9 de diciembre, día en que des¬ abril del 78; los demás habían sido víctimas del rigor del
embarcó en la ¡ensenada que llamaron de la Concepción. Ben¬ clima y de las privaciones.
dijeron primeramente la tierra; colocaron una gran cruz que En Montevideo entregó Primo de Rivera a los culpables a
llevaban de intento; fijaron el asta de la bandera y enarbo¬ disposición del virrey de Buenos Atoes; pidió licencia para
lar on el pabellón español, vitoreando siete veces al rey. regresar a España, y embarcó el 28 de agosto para Cádiz. Así,
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pues, el proyecto de colonización quedó por entonces abando¬ Este recorrió gran parte del litoral de la isla, deteniéndose
nado, a pesar de que el Gobierno insistía en su propósito, con varias semanas en Santa Isabel y San Carlos ; y al regreso de
la esperanza de aprovechar las ventajas que la posición geo¬
su expedición informó extensamente al Gobierno inglés, di¬
gráfica de aquellas islas ofrecía para el tráfico de braceros, tan ciendo que Fernando Poo ell punto más propicio y más
era
necesarios en todas las Américas y colonias españolas. indicado para una colonización como la que deseaba y nece¬
sitaba Inglaterra, para sacar gran partido del enorme porve¬
nir comercial, industrial y político que habría de desenvol¬
Los ingleses se fijan en Fernando Poo verse en breve plazo en el interior de Africa.
enitre el que había gran cantidad de casas de madera desmon¬ Los ingleses, desde el primer día de su instalación, comen¬
tables. zaron a fomentar las emigraciones1 de .Sierra Leona a nuestra
En cuanto desembarcaron izaron el
pabellón británico en isla, y la población de Olarence aumentó en poquísimo tiempo
señal de ocupación, y en una extensión de seis a ocho hectá- de una manera considerable; pero llegó un día en que las fie¬
reas, después del correspondiente desmonte, improvisaron en bres, traídas por los inmigrantes, se desarrollaron extraordi¬
pocos días un poblado, al que dieron el nombre de Clarence, nariamente, cebándose en los expedicionarios blancos. Cerca
en el mismo lugar en de cincuenta marineros sucumbieron cuestión de tres
que años después había de asentarse la en se¬
actual ciudad de Santa Isabel, capital de la isla. manas, y el más agudo paludismo siguió desde entonces ha¬
Armadas sobre pilares y estacadas las casas d¡e madera ciendo tales estragos, que las tries cuartas partes de los in¬
que llevaban, destinaron las tres principales: una para igle¬ gleses habían perecido a los tres meses de su llegada.
sia, otrapara alojamiento de las autoridades y oficialidad Uno de los colonistas, el ex coronel Mr. Nicholls, a pesar
desembarcada del Edén y la tercera para cuartel de marinería de ser hombre de excepcionales cualidades para dirigir y lle¬
y taller de maquinistas. var a cabo empresas de índole como la proyectada, tuvo que
Como el desembarco, el desmonte y demás faenas de los renunciar a ella y el cuadro que describía en su Memoria,
ingleses originaron gran inquietud y visible desazón entre los como resultado funesto de su misión, era a propósito para
indígenas, el gobernador británico, cargo que desempeñaba el hacer desistir definitivamente de semejantes tentativas y re¬
capitán Harrison, dispuso obsequiarlos espléndidamente con nunciar a tales expediciones. Sin embargo, Inglaterra no de¬
ron y aguardiente de sistió. Al contrario, encargó al capitán Beawer otro ensayo
caña, que se repartió sin tasa para cau¬
tivarlos y les entregaron también cuanto hierro quisieron. Se de colonización1 .en Bulama, en la desembocadura de río Gran¬
cuenta que este metal era lo que los isleños preferían de de; tentativa que tuvo resultados todavía más funestos y de¬
cuanto se les regalaba. plorables que los del proyecto 'encomendado a Harrison y
Todo parecía contribuir al contento y satisfacción de los Nicholls. Con Beawer desembarcaron 300 hombres fuertes y
expedicionarios, a quienes les parecía hermosa y encantadora robustos, cuidadosamente escogidos ; y en poco tiempo, entre
nuestra isla, cuyo magnífico aspecto y cuya imponente fera¬ la muerte, las enfermedades agudas y la deserción, quedaron
cidad admiraban profundamente. Owen informaba a su Go¬ reducidos a catorce, todos ellos enfermos e inútiles. Beawer
bierno en noviembre de aquel año: "la isla es de lo más deli¬ regresó, completamente fracasado, a Inglaterra.
cioso que jamás he visto", y todos los expedicionarios relata¬ Era entonces cuando las naciones de Europa empezaban
ban en sus cartas y memorias que era tan saludable, que los a fijar la atención en Africa, cuyas riquezas estimulaban to¬
enfermos de Sierra Leona, conseguían la salud tan pronto das las codicias. Pero el continente negro permanecía toda¬
como se veían instalados en Fernando Poo. Mas no dudaron vía cerrado a los comerciantes y exploradores europeos. La
mucho aquellas delicias. inhospitalidad de los habitantes de la costa hacía retroceder
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auni a los más arrojados y decididos y si, por casualidad, de¬ entrando por la costa de los Esclavos, avanzó hasta encon¬
rrochando valor y sufriendo mil penalidades y fatigas, algu¬ trar el río Niger, cuya corriente siguió luego hasta su des¬
no conseguía penetrar en aquellas tierras, una muerte segura embocadura, y regresó a Inglaterra con un buen lote de datos
dejaba la exploración inconclusa. El que entraba en Africa, e investigaciones del más alto interés.
no salía. Por entonces David Livingstone, sabio escocés, abando¬
Un explorador francés, M. René Augusto Caillié, fué .el nando la cátedra que ocupaba en Londres, se resolvió a em¬
único que consiguió visitar una parte de los misteriosos luga¬ prender la .exploración de Africa.
res de Africa central que tanto interesaban en Europa. Dis¬
—Vergüenza me da —dijo a sus compañeros de enseñan¬
frazado de mendigo árabe, en 1827-28 recorrió parte del NO., za— ser profesor do Geografía, y no conocer aún los ríos,
visitó Timibuctu y regresó, saliendo por Marruecos, después
lagos, montañas y poblaciones que hay en el Continente afri¬
d)e quinientos diezocho días de ásperas jornadas por tierras
y cano; este vacío en el mapa .no debe seguir existiendo, y yo
desconocidas. Pero admirable .esfuerzo quedó aislado por
su
me siento con fuerzas para llenarlo.
entonces, pues sus descripciones y sus datos, publicados en Y, en efecto, subvencionado con una pensión anual de
París, nada resolvían en concreto en cuanto al difícil proble¬ 150.000 chelines, concedida por el Parlamento británico, par¬
ma que la penetración en el misterioso Continente ofrecía.
tió el doctor Livingstone de Inglaterra, internóse en los de¬
Por lia geografía antigua, las investigaciones de geógra¬
siertos africanos, estudió las corrientes del Nilo, rasgando el
fos y exploradores contemporáneos y, más que nada, por las
velo que cubría es© misterio de las edades, y dió un paso in¬
narraciones de todos los mercaderes árabes que traficaban
menso en los conocimientos de Africa.
con el interior de Africa mediante las caravanas atra¬
que Entonces fué cuando constituyó en Londres la pode¬
se
vesaban el Desierto, se sabía que en el centro de Nigeria exis¬ rosa empresadenominada Real Compañía Inglesa del Africa
tía un gran río cuyas aguas, más abundantes que las del Nilo,
Gentral, tejo la dirección dé Mr. Mac Gregor Laird y con
fertilizaban y bañaban varios reinos y numerosos pueblos;
un capital de cien millones, para acometer de lleno empresas
pero cuyo curso era desconocido.
mercantiles en el centro .africano.
Mjuoho interesaba a Europa tal descubrimiento, que no
Lo primero que hizo poderosa empresa fué fletar tres
esa
había de hacerse esperar.
buques: Quodra, Alburquerque y Colombia, poner al mando
Clapperton avanzó desde Benin hacia Socoto; pero le sor¬
de ellos a los hermanos Lander-Badagry y enviarlos en una
prendió la muerte en 1827 sin terminar la expedición. Su se¬
nueva expedición exploradora por el Niger.
cretario Lander regresó solo a Inglaterra. Este Lander, que
se había hecho cargo de los apuntes diarios que tomara Clap¬ Llegados a su desembocadura, remontaron todo su curso
en un bote de vapor, investigaron sus orígenes y comproba¬
perton, emprendió poco después un segundo viaje a Africa,
ron prácticamente la hasta entonces sospechada posibilidad de
acompañado de un hermano suyo llamado Juan Badagry y,
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insertos en El Correo Nacional, que con fecha 19 de julio liquidación no se sabe todavía quién ha de tener derechos
preferentes;
decía: si se ignora el alcance del descubierto
yi la parte o partes en que ha de
llenarse, según nuestro poder, y la manera o forma en que igual o res¬
"Españoles antes que hombres de partido; amantes de la honra, pectivamente ha de ser satisfecha; si mientras se hacen estas
largas, di¬
dignidad, poder y bien de nuestra patria sobre todo cálculo de intereses fíciles y delicadas operaciones, cuyos resultados
definitivos con respecto
parciales o de pasiones de bandería, vamos a examinar y fría desapa¬ a la misma Inglaterra y a Francia no son conocidos aún, el anticiparse
sionadamente este asunto, bajo los aspectos de justicia, de la conve¬ a pagar y pagar por entero y por medio de una
ley especial a un solo
niencia pública y de la independencia nacional.
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grandecimiento de aquella colonia poseer los terrenos inme¬ Bonkoro, rey y soberano de todas ellas.
diatos a río Gallinas —país distante die aquélla más de 50 le¬ El capitán Lerena les libró carta de anexión y nacionali¬
guas, y del que puede decirse que era rey un español llamado dad española, tanto a Bonkoro I como a cada una de aquellas
Pedro Blanco—, procedió (el citado oficial inglés) a la des¬ tribus, y declaró la incorporación de sus subditos y territorios
trucción y quema d'e varias factorías españolas establecidas, al dominio de España.
unas en la proximidad del Gallinas, y otras en Atokoó, en las He
aquí cómo aquel marino relataba el cumplido desem¬
inmediaciones del río Volta, entre Costa de Oro y la Costa de peño de su misión, en el comunicado oficial que, a su llegada,
los Esclaivos!; hecho que originó gran descontento entre los dé regreso a Cádiz, dirigió al ministro de Estado:
indígenas que fomentaban aquel comercio. !
Era, pues, de ¡imperiosa necesidad poner ya coto a tan rei¬ "Excelentísimo señor: Los míalos tiempos que he experimentado en
terados abusos, tendentes siempre a fomentar el comercio bri¬ mi regreso a España —pues toda la navegación, desde la equinoccial,
tánico en aquellas costas con detrimento y anulación del es¬ ha sido de bolina con vientos duros y mares gruesas—, y además la
falta de papel
a propósito para comunicaciones oficiales, han impedido
pañol, y comprendiéndolo así el Gobierno de Madrid, durante extender tiempo oportuno las memorias y diarios de operaciones que
en
la regencia del general Espartero, acordó enviar cuanto antes
pensaba remitir a V. E. inmediatamente después de fondear; mas de¬
una expedición a Guinea. seando poner en conocimiento de V. E. los satisfactorios resultados de
mi expedición a la costa occidental de Africa, lo haré, aunque concisa¬
mente, este primer correo, para suplir en algún modo la demora de
en
La expedición Lerena la presentación de los detalles:
1.° Tribunal mixto dte Sierra Leona. — He adquirido información
completa sobre sus fallos, jueces españoles, presas, esclavos libertados
Esta partió de Cádiz, a bordo del bergantín Nervión, al y lo demás concerniente a la colonia.
mando del capitán de navio D. Juan José de Lerena, y arribó 2.° Traslación de negros a Jamaica. — Traigo datos y operaciones
a Fernando Poo en mayo de 1842. efectuadas por los ingleses, sumamente interesantes al Gobierno, y cuyo
Lerena no sólo tomó plena y efectiva posesión de la isla, conocimiento puede ser muy ventajoso para en lo sucesivo.
3.® Isla de Fernando Poo. — He tomado posesión de ella; he pro¬
sino que también lo hizo de las de Annobón y Coriseo y terri¬
clamado a la reina doña Isabel II, el día 27 de febrero, día de S. A. el
torios continentales inmediatos al Muni; pues se le presentó Regente, y destituido del mando a la Compañía inglesa denominada del
espontáneamente el rey Bonkoro I, acompañado de numerosos
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Oeste de Africa; he dejado insbaiado gobernador, tribunal de Justicia de los grandes ríos Danger y Gabán, de mucho comercio, por su salu¬
y Policía urbana, (planteado la formación de un Cuerpo de milicias,
y bridad y por ser sus habitantes lo más racional y bueno que puede ha¬
cuyos individuos han quedado vestidos, arañados y amunicionados; he llarse en toda Africa.
prohibido la corta y extracción de maderas sin el competente permiso;
Espero, excelentísimo señor, que este pequeño bosquejo causará
he impuesto moderados derechos en los 'efectos de importación y expor¬
a V. E. la .satisfacción que yo'
mismo he experimentado al llevar a cabo
tación y los correspondientes de anclaje en los puertos de la isla; han
la recuperación de dichas islas y la adquisición de otra, y ver nuestro
jurado obediencia al Gobierno español los reyes negros y deanás jefes y pabellón tremolado y respetado en ellas, sin haber empleado otras fuer¬
cabeceros de Olla, viniendo a prestarlo a bordo del bergantín; con otras
zas que las de la persuasión y del agrado.
cosas importantes que se expresan en los detalles.
Dígnese V. E. ponerlo todo en conocimiento de S. A. el Regente del
El pabellón nacional tremola en los puntos más principales de la
Reino, pues creo merecerán mis operaciones su alta aprobación.
costa.
Bahía de Cádiz, 22 de' mayo de 1843.
4.° Annobón. — Esta pequeña isla, con muy corta población, de
Excmo. Señor
nada sirve por sí, pero es importante que otra nación no la posea;
hasta ahora nadie se ha establecido en ella.
Juan José de Lekena.
El gobernador queda vestido a la española; es lo único que me ha
parecido conveniente, suprimiendo toda ceremonia, pues el idiotísimo e
Excelentísimo Señor Secretario del despacho de Estado."
ignorancia de sus habitantes ¡no permite otra cosa.
5.° Costa, de Gallinas. — Las informaciones que he adquirido sobre
los suceso® de la destrucción de las factorías españolas, no deja nada
Juntamente con esa comunicación, Lerena remitió al Go¬
que desear al Gobierno.
6.° Isla, ck Coriseo. La quema de los establecimientos españoles
—
bierno una interesante colección de muestras de diferentes
por los ingleses en 1840 fué premeditada, como las demás; si hubo maderas recogidas en los bosques femandinos, y con las que
algún fundamento, lo causaron los naturales, que odian a los ingleses, —decía— se podrán reportar grandes y positivas ventajas
y no querían permitir pisasen su territorio. El gobierno de esta isla es
para nuestra construcción naval.
Patriarcal y viven en aldeas de 20 a 80 varas los individuos de una
También trajo de su expedición a dos krumanes, llamados
misma familia.
Su
Kir y Yegüe, de unos veintidós años; he aquí los motivos que
alegría fué grande al buque español; el recibimiento que
ver un
tuvimos, muy cordial y amistoso, a lo que se correspondió al uso del país le movieron a hacerlo:
con profusión, resultando el hecho' importantísimo de que los ancianos Cuando arribó a la isla, después de setenta años que allí
y el pueblo declarasen, su voluntad de pertenecer a España. no se había visto un barco español por aquellas aguas, se en¬
En su consecuencia, les di carta de nacionalidad e incorporación a
contró materialmente aislado de todos sais habitantes por la
la Corona de España, la que recibieron con entusiasmo; dividí la isla en
do® distritos, llamándolos del Norte y del 'Sur, con sus respectivos jefes; desconfianza que habían logrado introducir y fomentado entre
se colocaron astas con sus vientos y drizas, y quedó tremolando en ellas los indígenas los agentes1 de la Compañía inglesa, y llevaba en
el pabellón nacional. aquella .situación varios días, fondeado el Nervión un poco
La adquisición de esta isla, situada a 56' latitud Norte y 15° 27' Este,
apartado de tierra, lleno de incertidumbre y no escaso de
es de suma importancia por su hermosa situación a la desembocadura
precauciones, cuando tuvo la satisfacción de ver abordar a su
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tados del excelente trato que les ddó Lerena, sino que acer¬ bunal mixto de presas, establecido en Sierra Leona; D. Adolfo
taron a comunicar su entusiasmo a los isleños, que comenza¬ Guiilemar de Aragón, cónsul de España para el mismo sitio;
D. Juan García Pons, y a los sacerdotes P. Juan y D. Jerónimo
ron a parlamentar entenderse con Lerena, hasta que al fin
y
se proclamó en la isla a la reina de España, con los porme¬ Useras, ambos en calidad de misioneros.
nores que el propio comisionado refiere en la mención que Este último publicó en 1848 un opúsculo sobre aquella ex¬
queda transcrita anteriormente. pedición, del cual son los siguientes párrafos:
Ya en Madrid, el 1.° de mayo de 1844, aquellos dos kruma-
"Había dado vista la corbeta Venus a la isla; de Fernando Poo en la
nes Kir y Yegüe recibieron las aguas del bautismo en la Real
madrugada del 24 de diciembre, navegando, en demanda de la bahía de
Capilla de Palacio, mereciendo la alta honra de ser ahijados Santa Isabel (Claren,oe), cuando pudo cerciorarse el comandante de que
de pila de su majestad la reina y de su augusta madre. nos haJllábamos demasiado al Suir, y que, ¡por consiguiente, debía enmen¬
Educados e instruidos, más tarde fueron nombrados sar¬ darse el ¡rumbo al Noreste.
En la madrugada siguiente, día de Navidad, continuábamos todavía
gentos de las Milicias que se crearon en, Fernando Poo.
en demanda de puerto, y grande fué nuestra alegría cuando a lais once
Los reyezuelos, caciques, botukos y boricanas bubis que
de la mañana avistamos perfectamente la bahía que buscábamos, Santa
en 1842 reconocieron y proclamaron a doña Isabel II, por su
Isabel; alegría que creció mucho al divisar el pabellón español que
reina y soberana, ante el capitán de navio Sr. Lerena, fueron: ondeaba sobre lo más elevado de la capital.
primero, Kiiquilikó, rey, Bokobb-Glorio; segundo, Bassao- A las doce y media nos
pusimos en faoha para recibir al gobernador,
el caballero Beecroff, quien nos salió al encuentro en una hermosa ca¬
Boab-moohay; Moko-William Bobi-Lankio-Diva-Basha y Bo-
noa tripulada
lakó. por ocho negros robustos, bien formados y ricamente ves¬
tidos al uso del país. El mismo señor nos sirvió de práctico hasta dar
Como en. aquel' tiempo no había en toda la isla de Fernando
fondo, lo que hicimos muy cerca de tierra.
Poo español alguno en condiciones de regirlas, Lerena nombró El 26 saltarnos a tierra y principiamos a recibir los homenajes de
interinamente gobernador de Fernando Poo al caballeroso in¬ ios jefes o caciques (cocorocas) del país; se lies obsequió con tabaco y
glés Mr. John Beecroff. aguardiente; mas el tabaco no les gustó porque era habano y lo encon¬
traban flojo, y les agradaba más el de Virginia; algunos también va¬
ciaron el aguardiente de sus calabazas, porque sólo hallaban verdadero
placer en aquellas bebidas que arrancan el paladar.
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El 29 tuvo lugar la firma del acta, en la que los misioneros hablistas, siones, Comisión que dictaminó, como base: establecimiento
convencidos de que su permanencia en Ja isla, como tales misioneros, de una estación naval española para el comercio de maderas
©ra improcedente, atendidas nuestras leyes, que no admitían en los con' los naturales de aquel país, especificando que debía com¬
dominios españoles otra religión que la católico-romana, se obligaron a
ponerse esa estación de tres buques, un jefe naval o militar y
abandonar Fernando Poo ion ©1 término de dos meses; mas pareciéndole
político, dosasesores, un secretario y doscientos o trescientos
demasiado corto este plazo al Sr. Guillemar de Aragón, lo alargó a un
año y tres meses, en obsequio a los babtistas. trabajadores1 para utilizar la corta de maderas de construc¬
El 6 de enero gobernador Beecroff una excursión
de 1846 hacía ©1 ción y ebanistería, allí tan exquisitas (textual) y abundantísi¬
mercantil a la costa inmediata de en su vaporcAto Etiope, acom¬
Bonny, mas, y para que se abriesen caminos hasta el embarcadero;
pañándole 'Guillemar. A su regreso, que fué cuatro días después, pon¬ para todo lo cual se consignarían en el Presupuesto nacional
deraban lo bien recibidos que habían sido en Bonny por su rey "Klep-
tres millones de pesetas de gasto anuales; dos de ellos para el
per" y isu primer ministro "Aihuanta", pues los bounises son sumamente
afectos a los españoles.
armamento y sostén de los buques de la estación y el otro
El cónsul Guillemar concedió al almirante francés 'tener un depósito millón paira 'el comercio con los indígenas.
de carbón en isla, con objeto de surtir a sus buques de guerra.
nuestra En 1856 solicitaron su incorporación a España casi todas
También ratificó oficialmente el acta de nacionalidad española qu© ante¬ las tribus ¡establecidas entre loa cabos de Santa Clara a Estei-
riormente había otorgado Lerena a los habitantes de Coriseo y sus de¬
ras, o sea, entre el río Munda y el río Gabón, y en señal de
pendencias en el Continente, incluyó como dominios de España los dos
Elobeyes y dejó en la costa pequeños destacamentos como señal de so¬ vasallaje, el jiefe supremo ¡de todas aquellas tribus entregó su
beranía. bastón, símbolo de su autoridad, para que fuese entregado a la
Merece consignarse el hecho de que dos comerciantes menorquines: reina Isabel.
Baltasar 'Simón y Francisco Vicente, influyeron muetho en la sumisión Durante el mismo año pasaron de la metrópoli a la colo¬
de gran número de bengaisi y ibuilcos de la costa, que acudieron a rendir nia varias hermanas de la Caridad y algunos sacerdotes, en
vasallaje ante la autoridad española."
calidad de misioneros.
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la marina mercante española, apresando diversos barcos nues¬ vina, la goleta Cartagenera y la barca Santa María que, al
tros, resueltos a sostener el monopolio y superioridad que el mando del capitán de fragata D. Carlos Chacón, nombrado
comercio británico ejercía, legal o ilegalmente, en aquellas gobernador de nuestros territorios, zarparon de Cádiz el 15 de
aguas. octubre de 1858.
Como se repitiesen los apresamientos, y todos ellos fuesen
francamente arbitrario®, ello dio lugar a un patriótico ale¬ Gestión del gobernador Chacón
gato que D. Casimiro Rufino Ruiz presentó, como enérgica
La gestión hecha en la colonia por Chacón fué lucida y
protesta, a la Sociedad Económica Matritense, documento que
esta entidad elevó ai Gobierno, y en el que, entre otras cosas, acertada. !
La Económica Matritense, reiumiildia en jiunta general ex¬ Surgen rivalidades con Francia
traordinaria para tratar die este asunto, acordó elevar a la
Francia ya 'Comenzaba a planear su establecimiento en, la
reina una exposición pidiendo' la (modificación del tratado del
año 35, a fin dte contener el pánico que ios tales; apresamientos costa africana, y no cesaba de enviar expediciones a Guinea.
habían causado en el comercio, y solicitaba, además, que se Desde que el intrépido viajero francés Adolfo Delagorgue
fomentase la colonización de Fernando Poo, Coriseo y Anno- inició en 1840 la exploración de Africa Central y del Sur, en
ella, como comisario de Fomento y como gobernador, don Elobey Chico, la que eügióTcoóngfdjasé/dé
sus expediciones.
José Pellón Rodríguez, quien exploró todo el litoral del Ca- /Jyk/
Primero visitó Coriseo, donde reinaba
merón, aún no explorado por los alemanes, llegó hasta el río N'xlmango, m
narca sucesor de
Bonkoro II, fallecido akmño
Munda, en el Gabón, y efectuó investigaciones y estudios geo¬ anterior,/Yún
Coriseo se embarcó en una
piragua o c^fuco, remontó los ríos
T.A GUINEA ESPADOLA Y SUS IUQUEZAS 8
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1.091 kilómetros y regresó a España en 1877. años, para que la España oficial reconozca al fin la
excepcional y gran
importancia de aquellas exploraciones por las
La Sociedad Geográfica de Madrid editó un magnífico selváticas regiones de la
Guinea Continental realizadas
mapa, levantado por Iradier, de cuantos territorios exploró dier y Bulfy. Sus
por el intrépido alavés D. Manuel Ira¬
estudios, con los efectuados por Ossorio, Montes de
en su larga expedición. Oca, Bonelli, Valero, Coello y otros, unos en las rudas
tarcas de explo¬
Enjulio de 1884, aquel notable explorador emprendió una ración, otros en el valioso trabajo de la disquisición
científica, vulgariza¬
nueva expedición por Guinea bajo los auspicios de la Socie¬ ción y propaganda; estimulados todos
por la Sociedad de Africanistas
y
Colonistas primero, por la de Geografía comercial
dad de Africanistas y Colonistas de Madrid, y en compañía después y por la
Real Sociedad Geográfica más
del doctor Ossorio, que, como él, ostentaba el carácter de de¬ tarde, el nombre de Iradier resplandece
singularmente entre esa pléyade de hombres esforzados e
ilustres que
legado de la citada Sociedad. tanto hicieron por la actuación de
España en Africa Ecuatorial, ya que
Visitaron todos los territorios años antes recorridos por a su empresa dedicó el enonme
caudal de sus energías y
conocimientos
Iradier solo; navegaron por el Muni, el Noya, el Utamboni y y a ella sacrificó su salud, su bienestar
y hasta su propia hacienda.
Diferentes entidades y organismos han
el Bañe; llegaron hasta el límite superior navegable del Uton¬ rendido el merecido home¬
naje a quien tantas pruebas dió de amor a la
go y descendieron por la orilla derecha del Muni para explo¬
ciencia y a su patria,
reparando el olvido en que se le tuvo; mas,
si en tal orden de cosas la
rar, finalmente, las orillas del Buru, en el nordeste de la bahía deuda puede decirse que está
saldada, aún quedaba otra de orden ma¬
de Coriseo. terial, que justo era satisfacer y
correspondía al Estado, otorgando a
A su la metrópoli entregaron a la Sociedad Afri¬
regreso a los herederos de Iradier
compensación adecuada a los sacrificios econó¬
micos que aquél realizó. Y a este
canista actas,contratos y otros documentos comprobatorios efecto, nada mejor que el reconocerles
el derecho a la
de la anexión de territorios, demostrativas de la utilidad de explotación, condicionada pero gratuita, de terrenos en
aquellas mismas regiones por primera vez recorridas
su viaje, cuyo resultado fué haber obtenido el reconocimiento explorador que hoy son de posible
por el ilustre
y ventajoso aprovechamiento agrí¬
de la soberanía española de 101 jefes indígenas y haber pro¬ cola e
industrial, merced a la labor colonizadora que allí se realiza, e
clamado parte integrante de nuestra nación el territorio de inspirado en tales consideraciones y
de acuerdo con el Consejo de Mi-
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36 —
quienes podrán a tal efecto constituir sociedad, sujetándose a las dis¬ que adquirir las posesiones
hoy presente— tenían
posiciones vigentes enlas mencionadas posesiones. en Africa, no permitía la política
"Art. 4." El Sr. Iradier deberá poner en completa explotación el del día que 'ninguna nación mirase con indiferencia las que
terreno que se le concede dentro del plazo de cuatro años." poseía, si no quería verse postergada en el comercio universal
a que aspiraban todas las
potencias.
—
38 —
En 1891 se reunió nuevamente la Comisión francoespa- feria arrebatándole todo derecho a poseer en el Continente
africano una pulgada más de terreno fuera de Cabo San Juan,
fiola, volviendo a separarse sin: otro acuerdo' que el de man¬
tener por amibas partes el statu quo en sus respectivas pose¬ quedó salvada por el convenio ihiispanofranees del Muni, en el
siones, sin perjuicio de proseguir las negociaciones de des¬ que España obtuvo el reconocimiento de parte de los derechos
linde. que reivindicaba ab antiguo ©obre la parte Norte de la costa,
Al propio tiempo, Alemania tomaba elacuerdo de que las "reconociéndose su soberanía y jurisdicción en todo el trozo
excursiones exploratorias que realizaban en aquel entonces el de ella comprendido entre los ríos Campo, por el Norte, y
doctor Nachtágall y otros comisionados germanos, no reba¬ Muni por el Sur, con un hinterlxmd determinado por el thal-
sasen en el sur del Camerón las márgenes del río Campo. weg del último río citado y el del Utamboni, cuyo recorrido
se continuará hasta el punto en
que éste es cortado por pri¬
mera vez por el primer grado de latitud
N., confundiéndose
Tratado del Muni entonces el límite o frontera con el' curso del mencionado pa¬
ralelo' hasta su intersección con el grado 9 de longitud Este
de París(11° 20' E. de Greenwich). A partir del consignado
El viejo litigio que venían sosteniendo Francia y España
se eternizaba después del acuerdo del mutuo statu quo, aun¬ punto de unión, la línea de demarcación está formada por
dicho meridiano 9 E. dle París, cuyo curso sigue hasta su en¬
que por pura fórmula se reuniesen de cuando en cuando los
cuentro con la frontera meridional del Camerón."
delegados de la Comisión mixta. Por fin, en 1900, siendo pre¬
sidente del Consejo de Ministros de España D. Francisco Sil- Ciento' que, en virtud del derecho histórico a que antes se
vela, a sus instancias se resolvió1 definitivamente el pleito', por alude, nos correspondían y se reclamaban algunas millas más
de costa, por lo menos las comprendidas entre cabo López
medio del llamado Tratado del Muni, que el 27 de junio del y
el Camerón y bastantes kilómetros más en el interior, hasta el
consignado año firmaron en París nuestro embajador, don
Fernando León y Castillo, en representación de España, y meridiano 17°. Pero también en virtud del derecho real de
M. Daleassé, en la de Francia. ocupación, el Sr. León y Castillo obtuvo más de lo que enton¬
ces se podía exigir, puesto que, llevando en la costa de Guinea
Este Tratado del Muni no fué, mi oorn mucho, todo cuanto
nuestro patriotismo podía ambicionar; pero fué, acaso, lo más ciento veintidós años, nada habíamos hecho allí los españoles.
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dor; D. Manuel de la Escalera, naturalista; D. Félix Vargas capitán del referido transatlántico la puerta del camarote ocupado por
don Pedro Jover, se encontró con el cadáver del que en vida fué hono¬
de Zafra, agregado diplomático-, secretario de la Comisión,
rable señor, yacente .sobre la mesa de trabajo. A borbotones salía la
y D. Melquíades Criado, ayudante -taxidermista.*
sangre generosa de la noble cabeza rota, corriendo velos de pudorosa
Esta Comisión embarcó a bordo- del Rabat, que zarpó de dignidad .sobre la Memoria que su Comisión venía redactando."
Cádiz el 9 de junio dé 1901. Co-n ella marcharon también un
Las última® lineáis del manuscrito ¡decían textualmente Jo
sargento, un cabo y sei-s solidados de la Brigada Topográfica
del Depósito- de- 1-a Guerra-. que sigue:
Llegaron a Fernando Po-o- el día 30 del citado mes, y el "Al arriarse la bandera francesa, España quedó en posesión de un
15 del siguiente se trasladaron -los comisionados al Continente. territorio que no tiene más que 28.000 kilómetros cuadrados, en vez de
El 20, previas las formalidades de rúbrica, las autoridades los 200.000 que recorrieron nuestros exploradores, y que nos corres¬
francesas -hicieron la entrega oficial de Bata, arriándose en pondían. "
aquel momento- -la bandera francesa d-e aquel puesto militar. Deportaciones
Al día siguiente, con toda -1-a mayor solemnidad que al acto
pudo darse, se izó el pabellón nacional español. Para completar Ja reseña histórica de nuestra- colonia hay
Reunidas luego las dos -Comisiones delimiitadoras, la de que consignar que, en diferentes ocasiones, Fernando- Poo fué
España, formada por quienes queda dicho, y la francesa por elegid-a como lugar de deportación, lo que dió ¡marge-n a que
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44 —
en la,
opinión púiblica nacional prendiese y arraigara Ja idea
sombría y terrorífica, a través de1 la cual se (ha venido ¡mirando
absurda e inmerecidamente desde la metrópoli a aquellos her¬
mosos territorios.
La primera expedición de deportados la decretó, en 1861,
el Ministerio O'Donnell; pero fueron repatriados muy poco
tiempo después, en virtud de ¡un, indulto concedido por Isa¬
bel II, con motivo del natalicio' de la infanta Pilar Berenguela,
En 1862 fueron enviados desde Cuba 250 negros, de los
CAPITULO II
que aun quedan descendientes en Santa Isabel; en 1866, el
general Lerssundi envió, también desde Cuba, 166 deportados, ISLARIO COLONIAL
y 99 más de la Península.
Durante las Cortes Constitucionales, el año 1869, se envió
otra expedición de 250 deportados cubanos, y en 1881, previo Femando Poo. Su topografía
un indulto concedido a 259 colonos levantinos que, por cuentas
pendientes con la Justicia, residían en Argelia, se les concedió La isla de Fernando Poo, principal del golfo de Guinea,
pasaje a Fernando Pao y se les dieron tierras y medios para está situada entre los 3o 12' 30" y 3o 48' 30" de latitud N., y los
desenvolver su vida. Todavía residen allí algunos descen¬ 12° 7' y 12° 40' de longitud E. del meridiano de Madrid.
dientes de ellos. Enclavada en lo más hondo de la ensenada de Biafra, la
Como estación marítima y para custodia de los sentencia¬ naturaleza parece haberla colocado en el punto más impor¬
dos políticos, en 1887 estaba fondeado en la bahía de Santa tante y a propósito para sacar partido del gran porvenir in¬
Isabel el pontón Ferrolano, vieja corbeta de guerra que sirvió dustrial y de civilización que está desenvolviéndose prodigio¬
allí de prisión, aunque por pocos días, al ex brigadier don samente 'en el interior de Africa, pues está en .el punto más
Manuel Viilacampa y a sus compañeros. estratégico, en plena ruta de los numerosos buques de alto
La última expedición de deportados políticos se envió ponte ingleses, franceses, alemanes, holandeses, italianos y
en 1920; fueron 11 hombres detenidos en Barcelona como in¬ portugueses, que tienen líneas regulares a los puertos de la
documentados peligrosos, que, encarcelados en la isla, fueron costa occidental africana.
murióndose, uno a uno, (hasta nueve. Tiene una extensión superficial de 2.072 kilómetros cua¬
drados ; su longitud es de 76 kilómetros y su anchura media
de 35 kilómetros.
Su forma es la de un paralelogramo un poco irregular,
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tenidido en dirección de Norte a Sur. Su extremo más septen¬ evidente e innegable que su origen es volcánico y que debió
trional es el ¡cabo Horacio, y el más meridional, Punta San¬ de surgir del fondo de los mares en época imprecisa.
'Stanley, encantado de nuestra ida, la llamó "la perla del fica, debieron de ser un tiempo focos céntricos de hirviente
Atlántico", y d cuito ingeniero Del Río Joan, 'escribiendo de lava que, fluyendo libremente a la redonda, dieron a la isla la
ella dijo: "Fernando Poo, llave del Niger y del Camerón, es, estructura que tiene. La erupción de dos volcanes
próximos
con relación a las codonias vecinas, lo que Bombay para la entre sí debió de determinar, acaso en la época cuaternaria,
India, Dakar para el Senegai, Guayaquil para el Ecuador; la formación de dos islas que, ensanchando
poco a poco sus
posición estratégica comercial que, como Hong-Kong, Sin- respectivos contornos, en nuevas y sucesivas erupciones, llega¬
ron a juntarse
gapur y Panamá, está llamada a un gran despertamiento, pues por la parte que une las opuestas bahías de
sita en la ruta de la invasión civilizadora, pronto entrará en Concepción y de San Carlos, que es la más angosta
de la isla.
el tráfago die los pueblos modernos." La gran cantidad de lava existente
garganta, que
en esa
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Al sur del Pico de la Concepción se alza el de San Carlos¡, Basalto (tipo anamésico). Entre los ríos
Bir-upurupu y
de 1.900 metros de elevación-, y más al sur está el lago Loreto, Tiburones.
rodeado de manantiales de agua mineral. Basalto porfiroide. Parte
superior del río Birupurupu,
En estas cercanías se encuentra la cordillera longitudinal Sampaka río Timbabé, a cuatro kilómetros de la playa.
y
l¡a transversal, que en su parte este toma el nombre de Basalto con fragmentos cristalinos.
con
Timbabé.
Entrg^Banapá-y río
Montes de Moka, y en la oeste la de cordillera de Fernan¬
Basalto compacto. Al sur de la f ' 1 ñri ■
do Poo.
Basalto porfiroide estratiforme. En el
cantera/de'jBfinapá.
En el centro se yergue el Pico de Moka o San Joaquín, Mó'Timibabé, a.Cin¬
el Pico del Cóndor, y al oeste co kilómetros de la playa.
de 2.260 metros de alto; al sur, /í jy
LA GUINEA ESPAÑOLA Y SUS RIQUEZAS / 4
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Basalto compacto aligo porfiroide. Entre Basilé, Banapá y yarroyuelos, en general de corto curso y de caudal en rela¬
cióncon las épocas del
el río Cónsul y en la costa por la bahía d¡e Concepción. año, muy pobres en el estiaje. No obs¬
Lava basáltica. En las inmediaciones de Banapá.
tante esto, hay numerosos saltos
aprovechables industrial-
Lava basáltica tipo más compacto. En la cantera de Ba¬ mente, entre los que merecen citarse las soberbias cascadas de
Mussola y de Moka, esta última de 200
napá. metros de altura.
Dolorita. Al este y sur de Basilé. Los principales! ríos, de Santa Isabel a
Basupú, son: Tim-
Toba escoriácea blanda. En la costa de la bahía de San¬ babé, Sampaka, Bolabarí, Ropebuilo o Aguas
negras, Birupu-
ta Isabel. rupu y Tiburones.
DeBasupú a Batikopo: Lopessé, Abaá, Bolaopí,
Toba basáltica compacta. En la costa, junto al río Bolaopí. Bosao,
Aunque en menor proporción, encuéntranse también rocas Apú y Nale.
ácidas que contienen más de un 65 por 100 de sílice con orto- De Batikopo a San Carlos:
Boyoeia, Ope, Bioko, Lari,
sa y anfíbol, cuya descomposición, unida a la turbificación de Maloko, Tiburones y Etongo o Boloko.
De San Carlos
los detritos vegetales (hierbas, hojas, ramas, despojos mil de a Punta Santiago: Bama o Bokoko, Sari,
las plantas), provocada por los prolíficos agentes atmosféri¬ Tudiela, Osá y Moabba.
De Punta Santiaigo
cos, humedad y calor en constante y perfecto equilibrio, da lu¬ a Belálipa: Ilaclhi, Bualabá, Bochichi y
Yate.
gar a la formación del suelo activo o laborable constituido por
tierras húmico-arcillosas o humíferas, según la designación de De Belélipa a Basakato: Ubá, Botohó, Biolé, Suhu y M'mó.
De Basuala Santa Isabel: Ebiá, Sopo, Toko,
Massiuire; tierras con propiedades de fertilidad tal, que deter¬ a
Epuchú, Kó,
minan su gran riqueza, su insuperable valor para toda clase Boraíbecho, San Nicolás y Cónsul.
de cultivos tropicales, lo que da a la isla, por su exuberante y Antiguos cráteres en ios que las aguas torrenciales se
gigantesca vegetación, un perenne aspecto de grandiosidad. depositan, dan lugar a profundas lagunas, como la de Moka,
en el Pico de San
El suelo activo1 o laborable se compone del 33 por 100 de Joaquín; el lago Loreto, en Oloita; el lago
mantillo, 26 de arcilla, 18 de sílice, 13 de materias ferrugi¬ Claret, en Basakato del O., y la laguna de Lombé, en Ba-
lachá.
nosas y 10 de caliza.
Los manantiales de aguas minerales
hasta el día denun¬
Hidrografía y régimen de lluvias ciados son: el de Mioko, Oloita, Balachá, Musola y Kapapuá.
Como en toldo país ecuatorial, hay en realidad dos esta¬
ciones de lluvias, en los
quebrado que, a excepción
Como el relieve de la isla es tan equinoccios, y dos estaciones de se¬
de las llanuras del N. y NO., son pocas las superficies de me¬ quía, los solsticios, separadas cada una de estas cuatro es¬
en
taciones por intermedias en
diana importancia no cortadas por profundos barrancos o ás¬ que sobrevienen frecuentes tor¬
nados.
peras quebradas, las grandes lluvias forman numerosos ríos
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que aconcha las embarcaciones sobre el litoral. al E. su anchura puede regularse en más de 300 millas en
Por último, existe el tea-ral, que viene del S. y se deja todo tiempo.
sentir en la parte septentrional. La corriente fría o ecuatorial, fácil de reconocer por su
Todos estos vientos dan a la temperatura una frescura des¬ temperatura (de 3o 5o Fart, más baja que la anterior), se
a
conocida en la tierra adyacente. forma por la reflexión de ésta contra las costas de Biafra
y
En la porción de mar a que seda propiamente el nom¬ la acumulación de las aguas que continuamente
prolongan
bre de Golfo de Guinea se levanta viento .periódico muy
un de S. a N. los beriles de
Benguela, Angola, Congo y Loango,
seco, llamado Harmatán, que arrastra un polvo finísimo. Viene empujadas por los vientos alíseos del Atlántico' austral. Acu¬
del NE. y su temperatura suele ser bastante elevada. Los me¬ muladas las aguas por la oposición de las dos
corrientes, se
ses en que más prevalece son los de diciembre, enero y febre¬ ven precisadas a refluir hacia el O. con una rapidez de 50 a
60 millas diarias, aumentada en ciertos
puntos por la co-
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de Madrid, y dista 190 millas del Continente y 869 de Fer¬ lejos de ser así. En el mes de abril, -un termómetro centígra¬
nando Poo. 11 i i
do -expuesto al sol a las trece horas nunca pasa de los 42° y el
De origen volcánico, la figura de la isla es la de un óvalo, mismo, -en las mismas circunstancias en -el mes de agosto, no
con 24 millas de perímetro, 10 de largo, 6 de ancho y 46 mi¬ sube más de los 38°,5 (en las costas vecinas del Continente,
llas cuadradas de superficie; esto es, 18 kilómetros cuadrados.
expuesto al sol poco después del mediodía, señala ordinaria¬
Toda ella se halla entrecortada de montañas piramidales mente 47°, 50° y hasta 52°). A las 5,30 de la mañana, el ter¬
de 2.000 a 2.500 pies de elevación, separadas por vistosas ca¬ mómetro se sostiene entre los 8o y los 10°, y cuando reina
ñadas y vaileciJlos1, toido el año cubiertas de aquella riqueza de viento SO. llega a descender hasta 6o.
vegetación característica de los terrenos de la zona ecua¬ En -la época de las -lluvias, que -comienza a mediados de
torial. junio y termina a fines de septiembre, la temperatura des¬
Sólo posee una pequeña playa en la paite septentrional, cien-de tanto, que a la madrugada los indígenas se ven obli¬
utilizable para los desembarcos.
gados a -encender gr-andes hogueras; debe sor¬
pero esto no
Tiene varias fuentes y regueros de agua excelente, y de prender puesto que los a-nnobonenses suelen tiritar extraordi¬
su reunión resultan cinco arroyos de un agua tan pura, que nariamente en cuanto la -temperatura desciende a 8o y 9o.
siempre ha sido reputada como la panacea universal contra También hay que consignar que la situación de la isla, casi
las fiebres africanas. debajo de la línea ecuatorial, p-odría hacer suponer a primera
Losoficiales, y en general todas las tripulaciones de los vista que Annobón debe gozar de las dos estaciones determi¬
buques dedicados antaño al tráfico por aquellas costas-, tenían nadas por -la presencia del sol en la proximidad a los dos sols¬
la costumbre desde tiempo inmemorial de embarcar, para su ticios; pero -tampoco ocurre así. La baja temperatura del mar
uso, barriles de esta agua. La experiencia ha demostrado que que la rodea determina la estación del verdadero invierno. Ya
no -estaban equivoca-dos en este -punto, pues han sido pocos en el siglo xvn los portugueses advirtieron que los europeos
los que usando esta agua se han visto atacados d,e las violen¬ resistían mejor el clima de Sao Thomé que el de la isla de
tas fiebres de la costa que las observaciones modernas atribu¬ Príncipe, y que Sao Thomé mismo cedía el primer lugar a la
yen, no sin fundamento, a la presencia del hidrógeno sul¬ deliciosa isla de Annobón en cuanto a salubridad.
furado en las aguas d-e los ríos de -aquellos países. Hoy es fácil la explicación del fenómeno. Basta saber que
La isla tiene tres poblados: -San Juan, -San Pedro y San Annobón está siempre envuelta por la corriente equinoccial.
Antonio, más algunas chozas diseminadas po-r las laderas del En cambio, las islas Príncipe y Fernando Poo están continua¬
monte. mente bañadas por la corriente del Golfo de Guinea, mientras
Dada -1a proximidad ai Ecuador, podría creerse que en que Sao Thomé, colocada en una posición intermedia, se halla
esta isla hacía un calor abrasador y que su -clima -era insa¬ sometida, alternativamente, a las dos influencias, y es bien
lubre como -el de las costas cercanas; sin embargo, está muy sabido que, en las regiones intertropicales, unos pocos grados
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de temperatura, más o menos, producen diferencias notabilí- hacen del horizonte en ocho rumbos o vientos, cuya correspon¬
mas en el modo de existir de los indígenas y en la salud de los dencia con los nuestros es:
blancos.
Pemo-Mongo N. Pomo-Wanda S.
En la estación seca, el cielo siempre aparece despejado y
Pemo-Mongo-Sasa. NE. Pomo-Wanda-M'bú, SO-
suelen reinar vientos del SO., S., SE. y algunas veces el Har- O.
Perao-Sasa E. Pemo-M'bú
matán o NE.; en la de lluvias son frecuentes los aguaceros NO.
Pomo - Sasa - Wanda SE. Pemo-Mongo-M'bú .
pero muy sucios, borrachínes y haraganes. nado cabrío que a Fernando Poo exporta la isla.
-Su afición a navegar es extraordinaria y, con un valor y El año 1885 llegaron a la isla los padres misioneros del
una destreza verdaderamente admirables, se dedican mucho Inmaculado Corazón de María y establecieron una residencia.
a la temeraria pesca de tiburones y ballenas, que tanto abun¬ Pocos meses llevaban allí establecidos, cuando un día les
dan en aquellas aguas. avisaron los naturales que se aproximaba un buque.
A bordo de -sus frágiles e inverosímiles cayucos, por ellos En efecto, era el buque de guerra alemán Cíclope, que,
mismos construidos de un tronco de árbol, se l-anzan millas y creyendo abandonada la isla por España, se disponía a tomar
más millas mar adentro, hasta encontrar en su paso- a la ba¬ posesión de ella.
llena; la arponean y, una vez heridla, la siguen durante va¬ Grande fué la sorpresa del comandante teutón al ver que,
rias horas, vogando sin cesar, hasta que, desangrada y sin conocidos sus propósitos por nuestros misioneros, el reveren¬
fuerzas, pueden remolcarla -haista la isla, donde se distribuyen do padre Juanola se apresuraba a izar el pabellón español en
su sabrosísima carne, muy parecida, por cierto, a la de vaca. el punto más visible para el buque alemán, que levó anclas y
Demostración de sus instintos marineros es la división que desapareció, decepcionado, mar adentro.
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fectísimamente para la fabricación de cristal y de loza. puntos llevaban la guerra a los inmediatos del interior habi¬
La isla recibió el nombre de Coriseo por los muchos rayos tados por los buikos, foalengues y foasekes, a los que procuraban
coger desprevenidos para tomarles el mayor número posible
y truenos, tormentas lluvias que descargan sobre ella.
y
El terreno sumamente de prisioneros, que luego vendían como esclavos a los agentes
es húmedo, debido a su gran per¬
de la trata.
meabilidad, y magnífico por esta circunstancia para la produc¬
ción oleífera; abundan las palmeras de coco y aceite. También Tribu muy marinera, buscaban la impunidad en trances
se encuentran muy excelentes plantaciones de cacao, café y difíciles y apurados refugiándose en su isla, a la que jamás se
cacahuete, que los indígenas cultivan, así corno la yuca, el ñame atrevieron llegar las demás tribus.
a
y la batata, para su alimentación. Como organización política, los bengas, desde anti¬
muy
Coriseo posee dos fondeaderos : uno al SO., para embar¬ guo, han venido reconociendo la autoridad suprema de un
caciones de poco calado, y otro, de mayor fondo y más segu¬ jefe, titulado rey, que, asesorado por otros secundarios jefes
ridad, al SE., junto' a Punta-Italo.
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Los Elobeyes
LA GUINEA CONTINENTAL
Topografía y geología
cuales abundan margas y otros conglomerados de cal del sis¬ Muy considerable es el número de ríos
que riegan nues¬
tema triásico, con mezclas de hierro y otros componentes. En tro territorio continental.
los montes predominan la cuarcita granulada, la terita ferru¬ Los que dilectamente
desaguan en el mar son: Campo,
ginosa, lignitos y mucho cuarzo. M'Bia, Bia-Dibe, Utonde, Ekuko, Benito,
N'Dote, Aye, Item-
Hasta la fecha no se han hecho en nuestra Guinea estudios bue, Iboto, Ñaño, Melandzo,
Adinga, M'Bina, Noya y, final¬
del orden mineralógico; pero, aparte de algunos afloramientos mente, el Muni, límite S. del territorio.
de lignito y micas, parece abundante el hierro; por los indí¬ El río Campo, llamado Ntem
o Etuemibe por los
indígenas,
genas se sabe que hay criaderos de cobre y se cuenta de ha¬ nace dentro del
Congo francés, entre los montes Tenibo
y
llazgos de pepitas de oro entre las arenas de algunos ríos. N'Kum.
Su curso toma primero dirección
N., varía luego hacia
Oeste y después NO., llamándose Ntem, corta el paralelo
a
2°, 12', penetra en territorio
Orografía Camerón, atraviesa nuevamente
ese
paralelo, tuerce su curso al O., penetra en territorio
es¬
pañol y cambia sucesivamente al
N., NO., SO. y O., y cerca
Dos principales series montañosas cruzan el territorio de del sitio en que su álveo
corta la prolongación de las Siete
Noroeste a Sur; las Siete Montañas, paralelas a la costa, que Montañas, toca el paralelo antes ya
repetido y, desde allí a
comienzan cerca del río Campo y se cortan al llegar al Beni¬ su
desembocadura en el golfo de Biafra, la línea más pro¬
to; al S. continúa el Monte Mitra o de los Micos, de 1.500 funda de su vaguada la frontera nuestra.
es
metros de elevación sobre el nivel del mar; el Motekuny, de En su desembocadura al
mar tiene una anchura
de 1.600
900; el Monte de Bata, de 600, y el Agudo, de 800. metros, la cual disminuye hacia el interior a 700 u
800 metros
Al sur del río Benito está el macizo de M'Bombuayoku, de y se divide en brazos que forman tres
islotes.
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nuestro territorrio en el Continente, al que, como antes queda El Ñaño, próximo a cabo San Juan, que tiene 25 metros
dicho, divide en dos partes casi iguales. de ancho en su desembocadura.
En Ja A partir de cabo San Juan comienza el canal de entrada
expedición oficial efectuada en junio de 1927 y en
la que el autor tomó parte, quedó comprobada de manera a la bahía de
Coriseo, que se extiende por la izquierda para
firme y concluyente la veracidad que encerraba la versión entrar el
Muni, pasando a muy corta distancia de Punta
en
Evinayón (futura capitalidad política de toda la colonia), lo Coriseo, desaguan los ríos Pume, Melandzo y Adinga, llegán¬
dose en seguida al Muni.
que supuso el hallazgo de la más práctica, rápida, natural y
económica vía de comunicación entre la zona NE., la central El Muni, más que río, es una ría formada por el estuario
de un gran número de afluentes que a él tributan sus aguas.
y la SO. de todo el territorio.
Nace realmente a 270 kilómetros el
interior, con el nombre
en
El actual gobernador Núñez de Prado, con muy acertado
de Utamboni, en la vertiente occidental de Ukudi-Maesi o
criterio y atendiendo por igual los intereses de orden político
Montes de Cristal.
y los de orden comercial, tiene el propósito, ya sancionado por
Anchuroso su buenos fondos, mide dos kilóme¬
cauce, con
la Dirección general de Colonias, de emplazar en la orilla
tros desde Punta Yeke al N., a Cocoweach al S., en su des¬
norte del Benito, en su desembocadura al mar, sitio denomi¬
embocadura a la bahía de Coriseo, frente a Elobey Chico;
nado Bolondo, la capital mercantil e industrial de todas nues¬
luego, poco antes de Punta Boutika, se ensancha, llegando a
tras posesiones, la continental y las insulares, sin perjuicio,
alcanzar cinco kilómetros de anchura hasta donde
desagiia el
como ya hemos consignado, de establecer la residencia guber¬
Kongüe, encerrando las islas Ibelo, Gande, Ebongüe y Bica.
nativa o capital burocrática en Eviayón, lugar de excelen¬ Desde Punta Yeke preséntase la orilla derecha del
Muni,
tes condiciones de salubridad y topografía, en el centro semi-
baja y pantanosa; la bajamar deja al descubierto restingas
matemátieo del territorio, unido por amplios caminos a todos rocosas que se internan en la ría 50 y 60 metros.
sus sectores. Esta ribera viene a elevarse a tres kilómetros de Punta
Prosiguiendo por la costa, desde Benito en dirección al Yeke, en un cerro acantilado llamado Endembe, y desde allí a
Sur, se siguen encontrando los siguientes ríos: Punta Italia sigue baja y cubierta de tupidos manglares; en¬
El Nume, que, aun de poca amplitud de cauce, es navega¬ tre Punta Itala y Punta Kogo, tributa sus aguas al Muni el
ble para lanchas y cayucos, más de 14 imillas. Kongüe, de una milla de ancho, en cuyo canal fondean buques
El Aye, que tiene 400 metros en su desembocadura al mar de 3.000 a 6.000 toneladas de porte, al objeto de cargar made¬
y una peligrosísima barra difícilmente vadeable; lanchas y ras; su afluente principal es el Mandzani, también nave¬
embarcaciones indígenas ló remontan hasta diez o más millas. gable.
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Junto a Kogo, separada por un pequeño canal, yérguese el la isla de Bikon; continúa al O. hasta las proximidades de
islote de Ibelo, con una elevación de 50 metros y una super¬ Kuma, y durante este trayecto aumenta su caudal con el de
ficie de kilómetro cuadrado. sus tributarios Bisé y Nguale, vuelve al OSO.
un y después al S.
Cuando, en aquellas aguas el cañonero
1927, estuvo en y forma un gran semicírculo frente a Assobla.
jor, más amplio y más seguro puerto de aguada de todo el grado N. del Ecuador, la Guinea continental es rica en vege¬
litoral africano, pues aquella bahía natural mide tres kiló¬ tación porque ésta tiene en suma abundancia los dos factores
metros de diámetro y tiene una profundidad media de esenciales para su máximo desarrollo: el calor y la humedad,
12 metros. factores que allí alcanzan las proporciones casi del período
Desde Kogo continúa la orilla baja y pantanosa, siempre carbonífero.
cubierta de manglares espesos, hasta la desembocadura del Más bien son cuatro y no dos las estaciones
que alternan
el
año, pero invertidas o contrapuestas con respecto a las
Utongo, del que es tributario el Utoche. Utongo y Utoche son
en
navegables, por lanchas de vapor, hasta el poblado de Aler- que reinan en Fernando Poo:
mentache, situado junto al monte Kul-N'Dame. Pequeña estación seca, del 15 de diciembre a fines de
Pasado el islote de Ibelo, encuéntrase la isla de M'Gabe, febrero.
Gran estación de lluvias, de últimos de febrero
baja y toda cubierta por vegetación, con 0,5 kilómetros cua¬ a fines de
drados de superficie y separada de la orilla derecha del Muni mayo.
'Gran estación seca, de fines de mayo a últimos de sep¬
por un canal de 700 metros de anchura y una profundi¬
dad de 30. tiembre.
Al SE. de N'Gabe y a 15 imillas de ésta, se llega a las Pequeña estación de lluvias, de fines de septiembre a me¬
diados de diciembre.
islas Ibongue, Ibre o Biajas, pantanosas y cubiertas de gi¬
Enrealidad, las estaciones secas no se ven exentas de llu¬
gantescos manglares.
El Noya corre todo su curso por territorio gabonés; el vias, pues con frecuencia caen algunos chaparrones. La épo¬
ca de las grandes lluvias
Bañe, que más que río es un estero, vierte sus aguas en el equivale al verano. Durante la seca,
Muni al E. de la isla Ibu. los rayos solares quedan velados por nubes perennes, y una
Más adentro recibe las aguas del Midzolo, tuerce hacia el constante brisa fresquísima contribuye a mantener una tem¬
SO. y forma, con otro afluente que le llega por la izquierda, peratura por demás agradable.
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ellos, del lado del Kilimanjaro, los oua-kamba, oua-taite, oua- y se dan una traza singularísima para hacerse imprescindi¬
gogo, y otros. bles como intermediarios y sacar siempre buena parte en las
Los occidentales ocupan el Congofrancés, el Congo belga, transacciones que otras tribus efectúan en su comarca. Los
el Camerón, la Guinea española y las posesiones portuguesas balalis, por el contrario, son muy activos, aunque pequeños de
del Uganda, y comprenden diferentes ramas o familias: bond- talla y formas casi femeninas; son pequeños
agricultores, muy
jos, bakotos, lundas, amboellas, mondombas, okandas, ibzas, económicos, y llevan diligentemente los frutos de sus planta¬
batangas, zimu, sangha-sangha, zem, n'zakaras, obambas, ciones al mercado, contentándose con obtener un beneficio
adumas, songos, mayembes, batekés, baloubas, balaundas, ba- Los bakambas son de formas llenas y nervudos, al paso
kongos, bakunis, bakambas, apinguis y pámues o fang. que los sangha-sangha y los amboellas son de rasgos finos y
El grupo meridional está formado por los cafres, los zulús, de formas menos vigorosas.
los basoutos y los betchuanas. Los batangas hombres de presa, que comercian a lo
son
Para la mayoría de los etnógrafos, geógrafos y naturalis¬ lejos, haciéndose los proveedores indispensables de las tribus
tas, los hotentotes son el resultado del cruzamiento de bos- con quienes trafican, generalmente en marfil, caucho y antes,
cuando podían, en esclavos.
quimanos y bantús, puesto que presentan reunidos, pero me¬
nos marcados, todos los caracteres de ambas razas. Losi grados de antropofagia son también muy diversos en¬
Boers y bosquimanos han dado en su cruce a los bastarás, tre las tribus bantús, que la practican: los atléticos
bondjos,
en los que aparecen acumulados los defectos de uno y otro los n'zakaras, los bulus, los balois y los languasis son de lo
Aunque una multitud de analogías físicas y lingüísticas y continuamente guerrerías con otras tribus, sólo para propor¬
de generales semejanzas, reveladoras de la comunidad de ori¬ cionarse humana; matan para comer, compran esclavos
carne
gen, une entre sí a todas las citadas tribus, ramas directas para ese fin,
asesinan unos a otros, y en ciertas tribus, so¬
se
del tronco bantú, a veces se advierten diferencias de detalle bre todo al N. del Oubanghi, viven los indígenas en perpe¬
tan numerosas que sorprende. Por ejemplo: tua zozobra, siempre expuestos a las cacerías de sus caníbales
Los bobanghis son braquicéfalos, mientras los bakongos vecinos.
Y puede atribuir la causa determinante de su cani¬
y nuestros pámues son de cabeza oval, esto es, dolicocéfalos,
no se
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grinación a través de Africa, moviéndose en su ancestral mi¬ toral, las tribus que en él moraban: buikos, kombes, bugebas,
gración por montes y entre selvas, sus correrías se caracteri¬ ebumes, etc., debieron de oír a los invasores nombrarse con ese
zan (a semejanza de lo que se observa en los apartamientos de apelativo, y amuys comenzaron ellos a denominarlos. Este vo¬
los enjambres de véspidos) por la ausencia de lazos de corres¬ cablo se transformó en "pámue" en toda la playa, a lo que
pondencia entre el tronco y la rama desprendida. también contribuyeron los europeos que en ella se fueron es¬
Arrojado ese pueblo en medio de todos los seres, en el tableciendo.
bosque virgen extendido siempre hasta perderse de vista en Viejos mercaderes haussas, de los que recorren Africa cen¬
la lejanía; rotos los lazos de unión entre tribu y tribu, entre tral y occidental traficando en productos del país, atestiguan
familia y familia, sin documentos históricos que fijasen y en¬ esta versión y confirman que el nombre verdadero, auténtico
carnasen la tradición; obscurecida y olvidada ésta por los y original, de este numeroso pueblo, rama bantú, es "fang".
azares de la emigración, la raza bantú ha ido desconociendo Este pueblo, después de prolongadas migraciones, acaso
su propio origen y sin memoria que la ligue al
pasado, no tie¬ milenarias, permaneció largo tiempo residiendo en el país
ne historia, y completamente entregada al presente, se cree
N'dúa (lago Tem) y de allí emigró en el siglo pasado, a conse¬
desligada del resto de la humanidad. cuencia de enconadas guerras con otras tribus más fuertes
que él, guerras cuyo fin les fué muy adverso.
Es una de las pocas ramas del gran tronco bantú que se
Características raciales
conservan puras, exenta de cruzamientos y entronques, y que
Diversas son las poblaciones de color que habitan en el guarda sin alteración los caracteres étnicos raciales primiti¬
territorio colonial español de la Guinea, y distinto también su vos, pues, todavía hoy, observa mucho la endogamia, el casa¬
origen. i miento sólo entre individuos de la misma familia o tribu.
De todas ellas, la más numerosa es la gran familia vulgar¬ Bien sabido es que unade las causas que más han influido
mente denominada pámue, que es la única que pertenece a la en la mezcla de sangres en Africa fué siempre la esclavitud,
raza bantú; mas debe hacerse constar aquí que, tan generalizada casi hasta ayer entre todos los pueblos ne-
por una equi¬
vocación, ya muy generalizada, se falsea el verdadero apela¬ gros. Mas ella jamás fué practicada por los fang, quienes en
tivo de estos indígenas, cuyo auténtico nombre 110 es el de su dialecto ni siquiera tienen una palabra equivalente a es¬
pámues, sino el de fang. clavo.
En lenguaje bantú, el genérico amuy significa: colega, No hace aún veinte años, a los prisioneros de guerra o los
amigo, paisano, y amuy es como se llaman entre sí nuestros degollaban o se los comían; pero jamás traficaron con el
aludidos indígenas. hombre.
En otras ramas bantú sí, y la esclavitud en ellas se ase-
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El fang o pámue —puesto que tan vulgarizado y extendido creencia en la magia y la hechicería, en la idea lazo entre el
se halla ya este apelativo— es un pueblo estacionario individuo y la tribu, en las instituciones familiares con el aba¬
que
constituye una fracción de la humanidad netamente diferente timiento o absoluta postergación de la mujer, y en la poli¬
de todas las demás razas, no sólo por el color de su piel, sino gamia.
más bien por la manera de obrar y de pensar, de ser y de
sentir. Distínguense de los demás negro® en su tipo físico, su Psicología pámue
estatura y el grado de su melanismo y el de su prognatismo:
es generalmente alto, bien proporcionado, frente saliente y El pámue, general toda la gran familia bantú,
como en
ancha, nariz regular, de ordinario achatada, pero en no pocos posee una psicología primitiva.
recta; mirada franca y penetrante, color de su piel achoco¬ Refractario a cuanto suponga progreso o implique evolu¬
latado —más o menos, según las tribus—, y como
rasgo típico
ción, se sostiene a través de los siglos en un estancamiento
y característico, si no absoluto, sí muy corriente, merece con¬ moral y social que es la petrificación de la sociedad rudimen¬
signarse la particular conformación de la columna vertebra], taria humana en su estado prehistórico; aun en contacto con
en forma de arco bastante pronunciado de convexidad ante¬ el blanco, siente por atavismo hosca rebeldía a todo cambio,
rior en la región lumbar. y desconociendo la virtud progresiva de las ideas, parece que
El índice cefálico horizontal medio el sólo aspira a conservarse en la actitud de la estatua de piedra,
es en pámue de 75
(según Quatrefagues, 74,7, inmóvil a la orilla del río del Tiempo.
según Alcaide Vilar, 75,93),
y
grado que, por cierto, implica un humorístico e irónico bro¬
Vive solamente bajo Ja impresión del momento, indife¬
mazo a la Craneología, pues esta ciencia proclama, como re¬
rente y ajeno por completo a las enseñanzas del pasado, en
sultado de sus estudios comparativos, a la dolicocefalia como
seguida en olvido, y ¡sin preocupación ni cuidado alguno por
característica peculiar y exclusiva de las razas superiores, el porvenir. El presente, bueno o malo, borra todas las ale-
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grías o tristezas -del instante acabado de transcurrir; si el nunca trabaja, ni nunca hizo el más leve esfuerzo por poner
presente grato, le alimenta y le vive hasta más allá de la
es en valor alguna de las muchas riquezas que tanto abundan en
saciedad; si es adverso, doloroso o amargo, lo soporta con el suelo que habita.
resignación estoica, sin la menor reacción, dejando siempre Salvo unos cuantos centenares, a los que, a fuerza de dá¬
rodar los acontecimientos de la existencia como una fuerza divas y halagos, se consigue llevarlos a Fernando Poo para
ciega y fatal contra la que toda resistencia sería inútil y trabajar dos o tres años en la agricultura, el pámue, para
baldía.
quien la existencia es una prolongada siesta o un largo bos¬
Viviendo así, en estado primitivo natural, tezo, no ha trabajado jamás hasta el año 1927, en que el
como producto
nativo y bruto sobre el que ni la pátina de la cultura ni
el gobernador Núñez de Prado decretó la prestación personal
castigo del raciocinio jamás imprimieron su acción suaviza¬ obligatoria a todo indígena para construir caminos, que ni uno
dora de las asperezas naturales, el pámue es sencillamente un solo había hasta entonces en toda la colonia.
sonámbulo que se mueve la obscura noc'he de un largo
en Como -dijo muy bien un filósofo, si la edad de oro del Edén
sueño, sin comprender nada, sin comprenderse a sí mismo, hubiera podido -durar, hubiese -sido el anatema de la dicha
agarrado al pecho de la madre tierra; la bondad y prodigali¬ arrojado sobre la frente -del hombre, un interdicto a su des¬
dad del clima tropical que mantiene siempre al tino. Asegurado a la especie un mínimo de existencia animal,
alcance de su
mano y como regalo el mamá suspendido de las ramas o ente¬ Adán hubiera suscrito -muy encantado un arrendamiento a
rrado a flor -del suelo, le tuvo
siempre fijo entre la foresta y! perpetuidad con tan fácil y cómoda existencia, y la edad de
en las vegas ardientes de los
ríos, jamás desbrozados por el oro le hubiese condenado a vivir acostado sobre la hierba en
hacha del colono.
el éxtasis profundo de una naturaleza saciada solamente con
Bajo una forma enteramente pasiva, punto menos que in¬ un grado superior a la bestia.
animada, copiando la indiferencia del vegetal, nuestro indí¬ \ Mas si el ángel del sufrimiento y del dolor hizo vibrar su
gena vive en el más deplorable y estúpido estado de incons¬
espada de fuego sobre la cabeza del primer hombre, y lo
ciencia, tumbado a la bartola horas y más horas en la "casa arrojó del Edén, privándolo de tan plácida vida y obligándole
de palabra" —Ndá-Aohó—, que no falta en a la acción incesante engendradora del progreso, nuestro
ningún poblado;
satisfecho, confiado y atenido al alimento espontáneo que per¬ Adán pámue sigue en su Paraíso, tan indiferente al bien como
petuamente encuentra entre el follaje, en tanto que una brisa al mal, como -si acabase de salir -del molde, en un estado en
primaveral debilita sus fibras en una atmósfera tibia cual de qu-e la víspera revive sin cesar en el mañana, cada generación
templada estufa, transformándole en una especie de heroe del en la anterior, sin modificación alguna, rodando la misma mi¬
más dolce far-niente, sin que jamás le asalte la tentación de seria moral de abuelos a nietos.
pensar, cuanto menos de trabajar, crear ni mejorar; porque
ha de saberse que el pámue es un mortal privilegiado que
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seis nuestros, tienen un doble presarse como ellos, lo tenemos por algo, a nuestro juicio,
dativo,
comparativo, un ins¬
un
trumental, y toda una colección de afijos y sufijos. materialmente imposible, porque es un idioma absolutamente
A pesar de todo esto, las inimitable e intraducibie, sólo por su espíritu y esencia,
no
lenguas bantúes no son ricas, y
sobre esta circunstancia existe la de extraños por completo a nuestra naturaleza, sino por la mí¬
que su dominio por parte
de las numerosísimas mica tan expresiva y elocuente con que los indígenas acom¬
poblaciones que las hablan es sumamen¬
te limitado, con particularidad en
cuanto se refiere a un léxi¬ pañan e ilustran su palabra, esmaltando sus discursos con tí¬
co para expresar ideas
abstractas; en cambio, es abundante en
picos gestos, chasquido de dedos y pantomimas mil, a cual
cuanto concierne más chocantes; entrecortando los períodos de cada oración
a ocupaciones y actos habituales de la vida
con exclamaciones, onomatopeyas, pequeños gritos y frecuen¬
ordinaria, corroborando ello, una vez más, que el vocabulario
hablado es el más fiel tes repeticiones y redoblamientos de palabras, todo lo cual
espejo de la intelectualidad de una raza,
ya que es su producto más inmediato y en el que se constituye el torneado y pulimento de la frase; pero que re¬
reproduce sulta una comedia demasiado estrambótica para que podamos
con entera perfección el
espíritu que lo creó.
¿Cómo ha de ser rico este lenguaje identificarnos con ella, a fin de representarla, a nuestra vez,
primitivo, siendo las en todos sus prolijos y singulares aspectos.
ideas primitivas y las cosas
que ha de expresar tan poco nu¬
merosas ? De ahí que sea tan superficial e incompleto el conocimiento
Tanta diversidad de dialectos proviene que de estas lenguas se ha conseguido hasta hoy. Para alcan¬
individualmente, en zar un mediano' dominio de ellas hace falta poseer un espíritu
gran parte, de una antiquísima costumbre
racial, aún subsis¬
tente y muy extendida entre todos los crítico excepcional y una paciente cualidad de fina observa¬
pueblos bantúes, cos¬
tumbre denominada por ellos ción para poder llegar a tomar cada palabra, cada giro y cada
hlonipa, en virtud de la cual
toda mujer que por casamiento pasa de frase en apreciación de su justo valor.
una a otra tribu, viene
obligada a inventar algunas palabras nuevas para
Aquel grande y profundo respeto que al autor inspiran
nombrar
ciertas cosas; según esos beneméritos padres misioneros Hijos del Inmaculado Co¬
Theal, esto explica el hecho de que siem¬
pre la mujer aporta a su nueva tribu razón de María, cuya gran abnegación los destierra a aquellos
(palabras, generalmente
bastardeadas, de otra tribu (1). lejanos países generalmente por toda su vida, aun se ve
Una enorme dificultad ofrece la aumentado por la admiración que nos produce el hecho sor¬
interpretación y traduc¬
ción de las lenguas
bantúes, pues el intérprete siempre correrá prendente de que hayan encontrado en esos dialectos de la
el riesgo, aunque trate de
evitarlo, de imprimir su huella en lengua bantú palabras equivalentes a glorificar, compunción,
el paso de una a otra
lengua, aun cuando posea a la perfec¬ contrición, intimidar y consustancial, y que ellos hayan con¬
ción aquel vocabulario
y todas
seguido traducir al pámue, al kombe, al bujeba y al bubi,
sus reglas de construcción. Ex-
como lo tienen realizado los padres Ardoiz, Pelayo, Albanell
(1) The yellow and dfwk people y Maimy, no solamente las oraciones del Catecismo, sino hasta
of South Africa, pág. 170.
la Epístola deSan Pablo y los Evangelios de San Juan, San gran Kúkuman Rokobongo, y que en poco tiempo extendió
Lucas y San Marcos, cuyo sentido místico es ya bastante difí¬ sus dominios de manera extraordinaria.
cil de comprender aun para espíritus cultivados. Cuando en 1901 los españoles tomaron posesión de los te¬
rritorios continentales de Guinea, los samangones eran el te¬
rror de cuantas tribus los tenían por vecinos, y su rey Roko¬
La irrupción pámue en la zona costera bongo era temido y respetado hasta fuera de los límites del
distrito de Bata.
Amparados siempre tras el valladar de las bravias selvas Instalado Rokobongo en un poblado cercano a N'Guam-
y la agria muralla de las serranías, los pámues no conocían el bán, a un par de jornadas de la playa, aquel poblado era en
mar, cuya existencia ponían en duda. Concebíanlo a lo sumo
realidad la corte de un toparca que, arbitrario y
feroz, impo¬
como un río, si acaso un poco más ancho que los ya conocidos nía y cobraba tributos e impuestos en una dilatada región que
de Africa. Mas llegaron a conocerlo, cuando, empujados por se extendía desde Campo hasta muy cerca de Elobey.
el desplazamiento de otros pueblos del interior, se vieron obli¬ Unos años después, las autoridades de Bata tuvieron que
gados a correrse hacia el litoral, iniciando su irrupción a organizar una expedición militar contra Rokobongo, no ya
esas zonas en 1885. únicamente para poner coto a sus demasías, sino para casti¬
Penetrando en el Gamerón por la montaña del Elefante, garle con severidad por un bárbaro crimen cometido por or¬
las hordas den suya. Con objeto de que el tal reyezuelo, ya viejo y decré¬
pámues cayeron de improviso sobre Criby, locali¬
dad a la sazón sede de los negros banokos, a quienes diezma¬ pito, recobrase fuerza y vigor, los feticheros de su tribu ama¬
rraron al cuerpo del rijoso Rokobongo a un infeliz muchacho
ron, arrojando a los supervivientes de la comarca, y ellos pro¬
sano y robusto, hecho prisionero a una tribu del Alto Benito,
siguieron sus feroces correrías hacia el Sur, extendiéndose
hasta Camipo. y le degollaron vivo, haciendo que su sangre cayese lenta¬
Siempre deslizándose y desarrollando gran presión, cruza¬ mente sobre el cuerpo del achacoso déspota.
ron el río en 1900, nuestra línea fronteriza N., y se presen¬ Batida la tribu por la expedición, Rokobongo cayó prisione¬
taron en el distrito de Bata; las falanges pámues, numerosísi¬ ro cuando huía, en una emboscada de los nuestros, y trasladado
siquiera la vida. Matu, otro gran kúkuman del interior, fueron los últimos a
La tribu invasora de choque fué la de los pámues saman- quienes se les pudo dar con razón el título de jefes de tribu,
gones, tribu numerosa, fuerte y aguerrida que acaudillaba el pues ya los demás no son sino jefeeillos de pequeñas agrupa-
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ciones, de insignificantes núcleos de escasa o ninguna in¬ y perverso, dios del Mal; pero ninguno de los dos tiene
virtud,
fluencia. poder ni divinidad mientras no está ungido y como
consagra¬
Al contacto del elemento blanco desapareciendo día
van do, teurgia que está reservada al fetichero: N'Gua-Biam-Ma-
por día sus salvajes costumbres y con ellas aquel prestigio lám, el del primero, y N'Kun-N'Guí, el del segundo.
tiempo, aun cercano, conservaban algunos jefes de Hasta hace muy contados
que en un años, los pámues, belicosos por
tribu que gobernaban como soberanos absolutos. excelencia, por tradición y temperamento, vivían en perpetua
lucha unas tribus con otras, y a cada lucha era de
rigor que
precediera uno de los actos más interesantes de la
supersti¬
Sm ción y fanatismo que domina estos
prácticas fetichistas a indígenas: la invocación,
ya fuese del bondadoso Malám o del terrible N'Guí.
El pueblo pámue, pueblo primitivo que se conserva en la El fetichero, cargo que esindependiente del de Kúkuman
infancia a través de los tiemjpos, no profesa religión alguna y —reyezuelo o toparca de cada tribu— es el que ejerce de
si bien cree en la existencia de dos divinidades residentes, se¬ oráculo, como verdadero hafiz de la teurgia
foantú, y entraba
gún ellos, en la Luna, N'Kó-Oboro (Dios padre) y Mabé-Makó- en funciones antes de toda empresa bélica.
Oboro (Dios creador de seres), ni los teme ni los reverencia. El fetichero no pretende estar dotado ni
investido de ex¬
Como los lollardistas, no observa culto de ninguna especie, traordinario poder divino, sino que cree o al menos lo hace
desconoce los sacramentos, no tiene casta sacerdotal y no acep¬ creer firmemente a su gente, que su virtud es
pura ciencia,
ta la intervención divina en los asuntos humanos. ciencia exacta adquirida en la especulación y
larga experien¬
En cambio, son fetichistas y eminentemente supersticiosos, cia de determinados fenómenos,
en la observación y análisis
y creen con ciego fanatismo y vehementemente en la magia de hechos que siempre y fatalmente se
repiten una y otra vez
y en la hechicería. en esta
vida; ciencia que es la que le da acceso en los arca¬
nos de la
En cada poblado, sea chico o grande, guardan afanosa¬ magia, o sea de la medicina, que es como todo in¬
mente, pero sin verenación de ninguna clase, unos iconos o dígena africano denomina a cuantas cosas supone dotadas de
fetiches tallados tosca y groseramente en un tronco de árbol,
a
en
los que les atribuyen un poder grande, omnímodo; pero sólo
las terrenales, en las cuestiones de esta vida, tales
cosas
algún poder misterioso de eficacia, ya sea para el bien o para
el mal.
La consagración del Malám se realizaba en el
bosque, y a
i
como la guerra, las epidemias, el mal de ojo, etc., etc. ella sólo podían asistir los hombres
hijos de la tribu aptos para
Estos fetiches representan y son para ellos la encarna¬ la guerra. //
■'
'
ción genuina de los dioses familiares de la antigüedad paga¬ Hacían un pozo de poco más de metró
un en cuadró, y en
el fondo colocaban una olla
na, semejantes a los dioses lares y penates de la Mitología con agua y los ingredientes pará
griega, son dos: Malám, dios del Bien, y N'Guí, sanguinario confeccionar talismanes y amuletos: detert^ihadas hierbas,
IiA GUINEA ESPAÑOLA Y
SUS RIQUEZAS // // 7
W
Y
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huesos, pelo, raspadura de uñas, y cien porquerías más, apli¬ mismo una cabra o un antílope y con la sangre del animal
cando fuego para que todo se cociese bien. sacrificado rociaba el Malám
después, la "medicina" o ta¬
y
El fetiche, imagen del Malám, era colocado al borde pre¬ lismán que ya cocía en la olla sobre el
fuego sagrado. Inme¬
cisamente de la excavación, y ya preparada la escena, el diatamente colocaba la calavera ilustre
ante el fetiche, y con
N'Guan-Biam (fetieihero), glosómano consumado a fuer de unas ramas
precisamente de ébano, después de
agitar mucho
el contenido de la
buen pámue, hacía una disertación prolija y detallada de la olla, la aspergeaba; si las salpicaduras no
"palabra", vocablo ya aceptado y corriente entre todos los la tocaban era muy mal
augurio, signo funesto, y transigían
indígenas del interior, de la costa y de las islas, para designar prudentemente desistiendo de la guerra con la
tribu enemiga;
la cuestión, pleito, reyerta o diferencia surgida entre dos o pero si el líquido caía sobre el frontal de la
calavera, el signo
más individuos. no podía ser más feliz:
Malám mostrábase propicio y la vic¬
Analizado el motivo de la discordia desde su misma gé¬ toria iba a decidirse franca a favor de la tribu, que haría
nesis, peroraba largo rato y, sugestionando el enardecimien¬ grandes estragos a la
adversaria y el botín sería cuantioso.
to de la concurrencia, esperaba el momento de mayor exalta¬ Una gran algarabía de
frenético entusiasmo atronaba la
ción en ella para descubrir entonces la calavera de algún an¬ selva, y mientras la concurrencia se
entregaba a bailar unas
tepasado prestigioso, héroe de alguna guerra, calavera pre¬ danzas 'bélicas, el N'Gua-Biam
elegía a los tres más acredita¬
parada de antemano y sigilosamente cubierta con tierra en el dos de bizarros guerreros, los llevaba
hasta el pozo, los sen¬
sitio donde fué puesto el Malám, y tomándola con ambas ma¬ taba en el borde, y cubriéndose los cuatro con
ramajes, ñipas,
nos, la acercaba a los guerreros colocados en círculo cerrado hojas de plátano o cortezas de árbol, guardándose a la mirada
en torno al pozo, y prorrumpía en un cántico bélico que iban- de losdemás, el fetichero les exhortaba a que en lo sucesivo,
coreando y repitiendo todos, invocando la memoria de aquel constantemente llevasen consigo la "medicina" o talismán que
y otros antepasados, de los que sucumbieron en las guerras
les iba a dar, y que no quebrantasen, ni aun en trance de
pretéritas, recordando el número de mujeres que a la tribu tormento, sus preceptos, pues de observarlos fielmente serían
le fueron robadas, etc., etc. El cántico acababa en un him¬ invulnerables, no morirían y siempre triunfarían en todo y
no a la intrepidez, al valor personal y colectivo, a la libertad contra todo.
y soberana independencia pámue, y siempre con música, el Volvía a tomar las ramas de ébano y empapándolas nue¬
N'Gua-Biam cantaba una estrofa y los demás la repetían a vamente en la olla, como con un hisopo los rociaba a los tres,
coro. Venían luego los vaticinios sobre los males y anatema en conjunto primero
y después individualmente, repartiéndo¬
que, irremisiblemente, caerían sobre toda la tribu, si uno solo
lesluego el contenido del cacharro, que ellos recogían emocio¬
de sus hijos se mostrara en la lucha cobarde, y terminaba pre¬ nados, y lo guardaban en cuernos de venado,
pequeños col¬
sagiando un espléndido botín. millos de elefante, o en calabazas, a modo de milagrosa reli¬
Terminada esta primera parte, el fetichero degollaba allí quia o amuleto de infalible virtud.
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Las incisiones y mutilaciones que la mayoría de los negros viajeros les han querido encontrar. El indígena no ve ni oye
se hacen en sí mismos, como signo distintivo de la tribu y para mejor que cualquiera de nosotros. Por estar muy habituado
alcanzar un ideal de belleza, denotan igualmente un grado ex¬ a los aspectos y a los ruidos del bosque, la educación o adap¬
traordinario de insensibilidad. No sólo soportan impasibles tación al medio, no la agudeza de sus sentidos, es lo que le
el momento mismo de la atroz operación, sino que después permite descubrir la caza entre la espesura, distinguir el ras¬
de ella todavía resisten otras manipulaciones que, a cualquier tro de su reciente paso o percibir muy a lo Jejos el tambor de
—
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guerra, que hoy utilizan, a modo de telégrafo, para comuni¬ cuanto se le explica y se
le enseña, y toma espontáneamente
carse noticias de poblado a poblado. y desde su más temprana edad parte activa en la vida fami¬
Es cosa bien probada y no admite duda que no hay por liar, sin eludir jamás el trabajo, aunque sus mayores, recar¬
qué concederle al indígena superioridad alguna sobre el blan¬ gándole a veces con demasía, abusen de tan excelente y propi¬
co en materia de sensibilidad. cia disposición.
Pero en llegando la pubertad, todo cambia; prodúcese una
brusca suspensión en el desenvolvimiento intelectual del mu¬
Grado de intelectualidad
chacho, en el cual se opera como una regresión. Aquella pro¬
gresiva y rápida evolución durante los primeros doce años
A'l tratar del grado de inteligencia que poseen nuestros detiénese de pronto, queda estacionaria, declina después y,
pámues y demás razas negras pobladoras de la Guinea espa¬ decreciendo luego más y más, acaba por degenerar en verda¬
ñola, el autor lamenta disentir mucho, muchísimo, de la opi¬ dera decrepitud, tan prematura como precoz fué el desarrollo
nión sustentada por Finot, según el cual "los negros evolucio¬ intelectivo del sujeto. A partir de los quince años, aquellas fa¬
nan con una rapidez desconcertante para quienes rinden to¬ cultades y aquella imaginación tan despejada conviértense
davía culto a prejuicios de razas y de color". en torpes y obtusas, su comprensión se embota y toda la men¬
Lejos de experimentar ninguno de esos prejuicios de raza talidad del indígena se constriñe, en acción de retroceso, a la
ni de color, sino por el contrario, sintiendo por nuestros in¬ limitadísima y propia del hombre primitivo, sin que en lo su¬
dígenas muy sincera simpatía, cordial afecto y vivo interés, cesivo logre recuperar jamás el grado a que le condujo tem¬
del profundo estudio y la atenta observación de que han sido poralmente el rápido y efímero progreso de su primera edad.
objeto por nuestra parte durante largos años, otra y, por La pubertad, época fisiológica que turba sus cerebros, es
cierto, muy distinta conclusión .es la que hemos deducido y más temprana en las razas inferiores, y como, según una ley
tenemos por fija y como única exacta. psicológica, los órganos menos desarrollados requieren un
Esta conclusión, corroborada en infinidad de casos obser¬ tiempo menor para adquirir su completo desenvolvimiento,
vados, es la de que en la vida intelectual del pámue y de todo ello prueba que la naturaleza de nuestros indígenas es me¬
indígena africano se registran dos estados diferentes. nos plástica, rígida e inmutable prematuramente.
De niño es vivaracho, listísimo, avispado, y tan gracioso Cuando ya hombres, la inercia intelectual entraña la fal¬
como lo suelen ser los pequeñuelos de todas las especies y ra¬ ta de curiosidad; nada sorprende al pámue, y si se sorpren¬
zas, así irracionales como humanas. El negrito tiene el espíri¬ de, es por unos instantes nada más.
tu vivo, dócil e
inteligente y se muestra sumamente precoz,
más precoz aún que la generalidad de los niños de raza blan¬
ca; comprende muy bien y se asimila de manera admirable
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clima, seguramente también a causa de la promiscuidad en es la que hace los desbosques para las nuevas plantaciones de
que habitan; la Naturaleza habla y ellos la obedecen sencilla¬ la familia, cultiva la tierra, siembra y recolecta la yuca, la
mente, puesto que no tienen del pudor la idea que predomina malanga, el ñame, el maíz, el cacahuete y la calabaza; corta
en los pueblos civilizados. Son sumamente libres y realistas el plátano y la caña de azúcar, busca los picantes y el tabaco,
en su lenguaje, mas esta libertad y este realismo no puede prepara el aceite de bangá, acarrea da leña para el fuego y
calificarse de grosería ni obscenidad, porque, como queda di¬ pesca.
cho, ignoran por completo lo que es el pudor, ese sentimien¬ El pámue, como sin excepción todo negro africano, es po¬
to que a nosotros nos lo dictan consideraciones sociales muy lígamo ; la familia es fragmentaria.
respetables, pero que no por ello deja de ser un sentimiento El
padre posee cuantas1 mujeres le permite su situación
puramente artificial. económica, todas en propiedad, y ellas viven al abrigo de la
El casamiento entre los pámues no va acompañado de ce¬ promiscuidad del resto de la familia.
remonia alguna; es un acto esencialmente físico, preciso y Los hijos compran cada uno sus mujeres, mas en no po¬
tan natural, que no requiere consagración de ninguna especie cas tribus éstas son comunes a los hermanos. Cada uno de
ni civil ni religiosa. ellos siempre se reconoce padre del hijo tenido por la mu¬
La mujer está conceptuada como cosa, y su situación, den¬ jer que él trajo la familia.
a
tro de la tribu, no es superior ala del pobre animal domésti¬ Cuando indígena desea adquirir una mujer, antes de
un
co de carga; se compra, se cede y se traspasa y la heredan los comprarla suele pedir autorización al Kúkuman o jefe del
hijos los hermanos del propietario que fallece. Desde niña,
o poblado, y si éste no se opone, entabla negociaciones de com¬
y aun a veces antes de nacer, es una mercancía con la que se pra con el padre de la muchacha.
negocia y el padre puede venderla recién nacida y tomar can¬ El precio corriente de una joven equivale a unas 300 pese¬
tidades a cuenta de ella, si bien la madre suele conservarla a tas, abona en efectos y especie, a saber: ocho mil bikueles
y se
su lado hasta los ocho o diez años. y ocho mil makons (monedas pámues, de hierro, únicas que
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Bárbaras costumbres Aparte del amor maternal, que lo tienen tan desarrollado
estas infelices como, en general, todas las hembras de todas
A las niñas, en la época las especies de la creación, los sentimientos afectivos en el
que las tatúan, que suele ser
en
a los dos años de edad, tiempo que es costumbre sostener la pámue son sumamente superficiales, aparecen impregnados de
lactancia, les agujerean el cartílago de la nariz, junto a las la volubilidad y la inconstancia características de todo negro
fosas, y por el agujero les pasan un cordón vegetal, en el que y se circunscriben únicamente a algo de lo que le rodea y tie¬
ensartan abalorios o caracolitos y atan los extremos a ne inmediato, a los seres que tiene más cerca y a los que está
las ore¬
jas; a este cordón, que lo estiman como adorno y coquete¬ más ligado por intereses materiales.
ría, le llaman "ndura-okúm". En general, se muestra excesivamente duro para con su
Nuestras autoridades trabajan afanosamente prójimo, sobre todo con los que no pertenecen a su familia
por abolir
una de las más bárbaras costumbres o a su tribu. En efecto, nadie tan despreciativo, tan severo y
pámues que venían sub¬
sistiendo hasta nuestros días. En todas las tribus tan poco piadoso para con un negro como otro negro que se
obligaban a
la mujer a 'llevar puestos unos collares de
cobre, bestiales car¬ suponga con alguna autoridad sobre su hermano en color.
lancas que algunas pesaban más de tres Las impresiones y los sentimientos apenas hieren leve¬
kilos, y unos brazale¬
tes, también de cobre, en los bíceps braquiales, en las rodillas mente conciencia, jamás le dejan una huella profunda.
su
y en los tobillos. La pena,el dolor no sobrevive mucho tiempo a la pérdida
Colocábanselos a fuerza de mazo del pariente o del ser querido, si bien ello no obsta para que
para cerrarlos, gene¬
ralmente cuando se casaba de joven la las manifestaciones de tristeza sean siempre tan ruidosas
mujer, lo que, al cabo
de los años y con su completo
desarrollo, acarreaba atroces de¬ como efímeras.
formaciones en las infelices. El autor ha visto mujer que acaba de perder a su marido se lanza a todo
La
mujeres de
éstas, que entre collares, esclavas, brazaletes, pulseras y de¬ correrpor el poblado, como una desesperada, profiriendo la¬
más adornos metálicos, llevaba sobre sí cerca de quince kilos mentaciones en forma de lastimeros alaridos, y cantando una
de peso, gravitando y agarrotando
sus miembros día y noche, especie de fúnebre rapsodia para dar cuenta del óbito y hacer
año tras año, toda su vida. el debido elogio del interfecto.
Lógico es suponer que esta bestial e inhumana costum¬ Las ceremonias del velatorio varían en cada tribu; mas
bre, netamente bantú, fué establecida en tiempos remotos y un rasgo común a todas las de la raza pámue es la porten¬
la sostenían los pueblos
pámues, so pretexto de que era un tra¬ tosa facilidad con que las mujeres, aun las más extrañas al
dicional adorno femenino, con el único y deliberado
propósito difunto, vierten raudales de lágrimas, para llorarlo, en un
de imposibilitar materialmente a las momento dado. El llanto es verdadero y las lágrimas, autén¬
mujeres para correr y
soportar largas marchas, caso de que quisiesen escapar de ticas; pero que no surja de improviso algún heclho que alte¬
la tribu. 1
re la expansión a caño libre de tanta pena y tan copiosa aflic-
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ción, porque si
algún escéptico de la asamblea dice una pala¬
bra chistosa o hace algún gesto gracioso y que cuelgan del techo de sus chozas hasta conseguir el punto
divertido, todos los de putrefacción apetecido, y ennegrecerla al humo.
presentes, incluso las afligidas plañideras, prorrumpen en ri¬
sas en repentina mutación. Pocos instantes
Las aves y los monos los cazan generalmente con ballesta,
después pasa la
hilaridad; cada cual recobra su anterior actitud de dolor al cuyas flechas, de caña endurecida al fuego, envenenan antes
recordar para qué están allí y, hasta nueva impregnándolas en el extracto acuoso que obtienen macha¬
mutación, reanu¬
cando la semilla del "strofanto", 'planta apocinácea eminente¬
dan sus lastimeros cánticos y sus torrentes de lágrimas.
mente tóxica que en los bosques guineenses crece profusa¬
mente, y en farmacopea se emplea contra las cardiopatías.
Cómo cazan Para la caza mayor emplea el pámue algunas veces, lo
El pámue suele mismo que antes para sus guerras, a más de las flechas utili¬
ejercitarse en la caza valiéndose de tram¬
zadas como agente vulnerante y tóxico, la jabalina y la fa-
pas, lazos
y flechas, si bien éstas van desapareciendo de día
lárica o lanza arrojadiza, envenenadas con dunkalina, que re¬
en día, substituidas por fusiles de
chispa o. de pistón.
La caza más frecuente y que más abunda es la de cabra cogen del árbol diunlc, y cuyos efectos son parecidos a los del
strofanto y como él también es empleado como antipalúdico ;
montés, jabalí, antílopes, venados, cerdo, búfalos, monos y
la strychnos-icaja, el ervthrophloreum, el polisota-baulois, el
algunas veces elefantes, hienas y leopardos.
combetum grandvplorum y el yeba o yuibu que es otro tóxico
Cavan una fosa de metro y medio de larga por unos se¬
senta centímetros de ancha, cuyas dos paredes laterales se activísimo, más unos hongos muy venenosos llamados M'boa.
juntan a una profundidad de dos o más metros, y en el fondo
clavan una estaca rematada afilada punta; sobre esa fosa,
en
La pesca
que los pámues llaman Ebé los bengas M'bela, colocan un
y
lazo hecho con lianas o bejucos y un árbol pequeño curvado
El arte de la pesca, como ya se ha dicho, lo practican las
a viva fuerza para que
haga veces de muelle o resorte; largas
empalizadas construidas con bambú, formando manga a lo mujeres de muy diversas maneras; pero siempre ayudadas
por chicos. I
largo de la selva, conducen obligadamente a la res que se
El sistema más usual consiste el empleo de las
hojas fjf ,/
en
presenta hasta el sitio donde está preparada la trampa, disi¬
de una sirve para intoxicar el pescado de los ríos;
planta que
mulada convenientemente con hojarasca. ,-/
La machacan entre dos piedras esas hojas y la trituración la V
caza cobrada trampas suelen matarla después
en esas
colocan canastillos cilindricos hechos de
de varios días de cautiverio, y cuando la retiran está ya mal¬
en unos
bejuco en/
oliente. Al indígena le gusta la carne en avanzado estado de tejido tupido; los agitan fuertemente eme!. agp^y\ál po#5
muy
descomposición. Para llegar a él la colocan en unos cañizos tiempo de realizada esta simple operación Gifivfef £ll pesado
sobrenadando a flor dé la corriente, muért$/^le/targado.
1A QUINEA ESPAÑOLA Y SÜS RIQUEZAS
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montes de N'Kué y el gran Mayala, se hacen con el pelo un torías todo un surtido guardarropa de ópera comprado en
casco muy artístico que recuerda al de caballería, desprovisto saldo a un teatro de Barcelona.
de visera, pero ¡con su alta cimera dominando tan estrambó¬ Los indígenas que del interior llegaban a vender en la
tico conjunto. playa ébano, marfil caucho, así como los que de Fernando
o
Otras tribus se dejan el pelo en forma de casquete semi- Poo volvían con el producto en metálico de sus cuatro años
esfórico, con divisiones que figuran radios, cuyo punto cen¬ de contrata en la agricultura de la isla, al ver aquellas gayas
tral viene a corresponder a la coronilla. Los buikos, los sa- vestimentas, se aproximaban entusiasmados a adquirirlas,
mangones y los esámbiras se afeitan la cabeza a porciones, satisfaciendo por ellas cuanto les pedían y rápidamente, como
dejándose oriiginalísimos dibujos, círculos, estrellas y otra por ensalmo, nuestros bosques de Guinea se vieron de pronto
serie variadísima de adornos. transitados por los Fausto, Hernani, Rigoletto, Fígaro, Ság-
Complemento del aseo personal es en el pámue el cuidado fredo, Hamlet, algún Wotam y más de un Trovador, no poco
y limpieza de su dentadura, que conservan casi todos sorpren¬ mistificados, estrafalarios y grotescos todos, todos descalzos
dentemente blanca. y todos negros.
En no pocas tribus moradoras de las regiones E.
y S. de
En unade susexpediciones —en 1920— acompañando el
nuestro territorio suelen aún afilarse los dientes incisivos, autor al coronel Barrera, al vadear el Utamboni, se nos pre¬
costumbre que, según han observado algunos exploradores
y
sentó en la orilla, a pedirnos una hoja de tabaco de Virginia,
expedicionarios, ha servido como indicio de viejos hábitos ca- un corpulento Lohengrin negro; muy ufano, en lugar del
n¡baíleseos en tales indígenas. El doctor Ossorio y Zavala es blanco cisne, presentaba a su lado un jabato negro que gru¬
uno de los que tal sospecharon,
sosteniendo que la alimenta¬ ñía su aria de cautivo.
ción frecuente con carnes de
chimpancé, gorila y monos de Esa marcadísima predilección del negro por toda prenda
gran talla ya es de por sí algo que predispone a la antropo¬ de tonalidades fuertes, colorines rabiosos y aplicaciones de
fagia. contraste, en todo tiempo ¡ha sido bien explotada por los fac¬
El pámue, como todo negro, es infantilmente presumido; tores alemanes instalados en nuestra colonia. Terminada la
cifra su mayor ilusión y todo su afán en adornarse, de cual¬ guerra europea, a Africa fueron a parar todos los repuestos
quiera forma que sea, y aunque siempre anda desnudo por de uniformes de las tropas germanas, y por todo el Conti¬
completo, se considera satisfecho y el ser más feliz de la tie¬ nente fueron expendidas las prendas militares de desecho,
rra el día que ha conseguido un traje, un uniforme
vistoso, que alcanzaron los más ventajosos precios.
un vestido que lucir, cuanto más llamativo y ohoearrero me¬
jor que mejor.
Aun reside en Bata un comerciante que hace unos años
realizó un magnífico negocio poniendo a la venta en sus fac¬
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Industrias indígenas sin aserrar ni cepillar, estaban colocando una serie de figu¬
ritas en reproduciendo fidelísimamente a los indi¬
fila india,
Algunos pámues, pocos, practican, si bien de manera ru¬ viduos de nuestra vanguardia, habían des¬
caravana que, en
dimentaria, la industria del hierro; otros la de la cestería. filado unas horas antes que nosotros por aquel poblado.
Aquéllos utilizan una sencilla e ingeniosa fragua con un La reproducción era verdaderamente feliz, acertada, gra¬
fuelle hecho con dos pieles de cabra o
antílope; emplean como ciosa y genial; un fino espíritu de extraordinaria observación
carbón pedazos de una madera
muy compacta y dura, y con y retentiva se desprendía de aquel conjunto de figuras, en las
mietalen bruto que traen
muy del interior, fabrican sus lan¬ que no faltaba ni el más pequeño detalle; y todo ello hecho
zas, los collares y pulseras para la mujer y antes también con materiales vegetales del país.
hacían la moneda que, como
ya se ha dicho, circulaba entre En otra ocasión, cuando la escuadrilla Atlántida estuvo
ellos. en nuestro territorio colonial, el juguete que idearon los chi¬
Pero nunca se les ha ocurrido construir instrumentos de cos indígenas fué un hidroavión, ¡hecho de calabó (madera
trabajo-. muy fibrosa y ¡blanda), primorosamente copiado sin omitir
En varias tribus hemos visto hacer
labores con junco, detalle; luego, cuando construidas las pistas que ya cruzan
bambú y melongo; esteras, canastillos, cestos
y una especie por cien partes toda nuestra zona, comenzaron a circular por
de cuévanos que suelen utilizar las
mujeres para llevar la ellas los automóviles, no hubo muchacho pámue que no tu¬
carga, confeccionados con esos materiales feos; viese su diminuto auto, hecho con sorprendente propiedad.
no son en la
playa es donde esta industria va perfeccionándose algo más y
hasta construyen ya unas sillerías de
ibejuco, muy originales
y no exentas de cierto arte y buen gusto. Un teléfono sin hilos
Como dato curiosísimo hemos observado
que los niños
pámues tienen marcada inclinación hacia la talla inteligencia acusan los pámues en
Un notable destello de
y la escul¬
tura, más viva aún que a la pintura, inclinación que el medio de que se valen para comunicarse nuevas unos a
mani¬
fiestan reproduciendo en madera con asombrosa
facilidad otros, de poblado a poblado y a través de las distancias.
figuras y objetos, sobre todo si es cosa que les haya sorpren¬ Es un telégrafo sonoro y sin ¡hilos, que en la práctica, co¬
dido y despertado atención.
su nociendo la clave convenida, 'es sencillísimo y seguro. Consiste
Recorríamos el año 1927 los poblados de la frontera el aparato transmisor en un gran cilindro taponado en sus
Este,
acompañando en su expedición al gobernador general Núñez extremos y con una abertura en el centro; lo construyen siem¬
de Prado, cuando al llegar a uno de la tribu de los esámbiras, pre del tronco de un árbol cuya madera es muy sonora, y
vimos cómo dos niños
indígenas, el mayor de los cuales con¬ accionando con un palo cualquiera a modo de palillo de tam¬
taría a lo sumo unos siete
años, sobre un trozo de tabla tosca, bor, emiten un largo repiqueteo o redoble cuya mayor o me-
—
122 — _
123 —
ñor duración equivale, en resumen, al punto y raya de nues¬ entre ellos; o bailan ellos y las mujeres se retiran,
la in¬ o a
tro Morse, que al oído van traduciendo desde el lejano lugar. versa. : ¡ i (
i. 1
El sistema parece ser que lo emplean los pámues desde Otra profesión mercenaria que, como la de bailadora,
tiempo muy remoto.
ejerce la mujer, es la de llorona o plañidera.
La música es una de las cosas que más apasionan al pá¬
Afición al baile y a la música mue, que tiene algo de melómano.
Saben construirse diversos instrumentos de cuerda, de
La aspiración
suprema del pámue está circunscrita: a la
sistema muy ingenioso; uno de ellos es una especie de rabel,
posesión de varias mujeres, cuantas más mejor, pues que
pero de cuatro o más cuerdas, y a modo de puente colocan
ellas suponen su capital; poseer una escopeta de
pistón, ya media calabaza seca o medio coco despulpado.
que de fuego central no se les consiente; tener algunos co¬
Otro instrumento de los que construyen recuerda algo el
llares o un cinturón como adorno ; bailar mucho
y disponer
de un instrumento cualquiera de música. arpa, y a todos suelen dotarles de su correspondiente caja de
Bailando son realmente infatigables; pasan horas y horas resonancia, para lo que utilizan cañas de bambú, calabazas,
danzando sin cesar, y sorprende la agilidad pasmosa con que cocos o troncos vaciados.
127 —
pientes, y a los ipocos momentos, cuando retorne la calma que siempre cuanto necesita y apetece; caza abundante, frutas
en la selva turbó el paso de la variadas, medicinas múltiples, antorchas para alumbrarse,
caravana, tendréis una sensa¬
ción bien profunda y cabal de la intensa vida latente en tejidos para velar en parte sus desnudeces (el árbol Utúm),
aque¬
llos parajes que creisteis inánimes. Oiréis primero mil ruidos paredes ya armadas para sus chamizos (la corteza del N'Kele),
discretos maderas especiales para sus arcos, flechas y ballestas (el
cuchicheos, tímido piar de pajarillos, pasos
como
furtivos sobre la hojarasca, crujir de ramas M'Boma), material para hacer cajas (el Ekó), y hasta lija
secas y el chirri¬
do de las cigarras; luego los graznidos de una banda de tuca¬ para pulimentar maderas (la hoja del Akué), lija que bruñe
incluso el durísimo palo-hierro.
nes, el agudo silbido de los loros, el canto, quejumbroso como
Como medicinas, a más de la nuez de kola y la salutífera
un alarido, de los faisanes, un gran sacudimiento del follaje
bitakola que emplean como tónicos y reconstituyentes cuando
producido por el retozo de una banda de monos, el cloqueo de
hacen alguna larga jornada, los pámues conocen y usan el
sus centinelas, y por encima de toido este polifónico concierto, Kuanyoku, como purgante; el Eumbi y el Bokombi, como
como estribillo temático de esa sinfonía en sordina, un for¬
vómico-purgantes; el Elate, para cólicos e indigestiones; el
midable zumbido de cuanto la Creación ha podido producir en
Mundudu, curativo de la agalactia; el Upoko, eficaz calmante;
insectos de toda especie y de todo tamaño. Y todo este mundo la Yohimbina, contra el agotamiento; él Uiangue, muy aromá¬
animal que bulle entre la espesura, parece participar de idén¬ tico, contra la cefalalgia, y gran diversidad de antifebrífugos
tico sentimiento que experimentáis vosotros: un deseo ins¬ de demostrada eficacia.
tintivo pero vehemente de no hacer ruido y permanecer quie¬
p?r;
CAPITULO V
Los bubis
k
á'
—,
131 —
más fuertes, resolverían, a la desesperada, cruzar en cayucos o adoración a una divinidad infernal denominada Morimó y,
las 30 millas escasas que, por Victoria, separan el Camerún por otra parte, en que las facciones de los bubis son bastante
de Fernando Poo, en donde hallaron seguro y tranquilo refu¬ regulares, su contorno facial muy semejante al del europeo
gio y se establecieron en las mesetas de altura media, desde occidental, les nace barba y se nota en ellos la ausencia del
las que podían otear una extensión grande del mar y advertir principal carácter de las razas negras africanas: la prolonga¬
la proximidad de cualquier buque negrero que a la isla se ción angular y brusca de las mandíbulas, el prognatismo.
dirigiese. Hasta hace muy pocos años, los bubis acataban la autori¬
En cuanto divisaban uno a lo lejos, el grito de alarma dad suprema de un rey negro, Malabbo o Moka, que residía
¡Uht... uht... uth!, repetido de uno a otro hasta que llegara y permanecía invisible a todos en el bessé (poblado) de Di-
a los confines de la isla, era la señal del peligro que se acer¬ bidi, en el país de Riabba, encantador y sagrado valle a 1.200
caba, yal oírlo, escondíanse los bubis en las espesuras del metros de altitud, en el sur de la isla, adonde el blanco no
bosque, hurtarse así a la vista y alcance de los negreros
para podía llegar. Pero, como entre ellos existía muy arraigada la
que desembarcaban a la caza de esclavos. superstición de que el monarca Malabbo no podía ver jamás
A pesar del tiempo transcurrido y de que los bubis nada el mar, ni él ser visto de nadie, el que imperaba de hecho y
tienen ya que temer del blanco, con el que conviven hace tan¬ tenía mayor influencia sobre los bubis era su lugarteniente, o
tos años, siempre que ven un buque en alta mar denuncian su segundo rey, llamado Bioko, que habitaba en el bessé de Bo-
presencia y la propagan por toda la isla con el tradicional sara, encastillado nidal o refugio de la primitiva raza anaya
¡Uht... uth... uth! en las inmediaciones de Moka, y en donde los elementos de
El marino africanista D. Francisco Romera, que recorrió ella se conservan más puros y menos degenerados que los di¬
toda la isla en 1882, recogiendo datos y efectuando estudios seminados por el resto de la isla.
etnográficos sobre estos indígenas, opina que, a su juicio, los Aquel rey tenía una especie de guardia pretoriana, lla¬
bubis deben constituir una raza singular y mixta, producto mada Lúa o Lujúa.
del cruzamiento de los portugueses, primeros colonizadores de Fanáticos o supersticiosos en grado superlativo, tienen en
Fernando Poo, con los negros ohoós, pertenecientes u oriundos sus hábitos y psicología gran semejanza con los sakalares de
de un distrito interior de Lagos (en la Costa de los Esclavos, Madagascar y con los betchuanas del Africa central; como
entre el Dahomei y Nigeria), en donde también estuvieron es¬ ellos, adoran a Morimó, dios supremo, astuto y maléfico, si
tablecidos algún tiempo los lusitanos. bien creen también en la existencia de otro dios bondadoso y
Fundamenta esta suposición el Sr. Roimera, no sólo en la justo, llamado Rupé —que ve desde arriba—, a quien preci¬
circunstancia coincidente que los olcoós se taracean la cara samente por ser bueno y clemente no rinden culto de ninguna
con dibujos semicirculares desde la frente hacia las orejas, lo especie.
mismo que los bubis, sino que también como ellos, rinden culto A Marimó, sí; constantemente le hacen ofrendas de ñame,
—
132 —
—
133 —
plátanos y yucas, que depositan bajo unos pequeños coberti¬ mentó disponen los bubis de un telégrafo jamás se inte¬
que
zos o tinglados de ñipa y ramajes, construidos para el dios y
rrumpe, aun cuando sea muy intensa la acumulación eléctri¬
su alimento, en los sitios menos frecuentados del bosque, ge¬ ca latente el espacio.
en
neralmente junto a algún barranco.
Muy dados a la caza, los bubis (cada uno de los cuales
También, y para tenerlo contento, Je sacrifican cabras, ga¬ suele poseer su finca o plantación de cacao más o menos gran¬
llinas y monos, ofreciéndole la cabeza y los huesos de estos
de, a más de cuanto terreno les apetece para cultivar sus
animales, después de ellos la carne, así como igual¬
comerse
ñames, malangas, yucas y boniatos), so pretexto de serles
mente le ofrendan colas de ardilla, conchas de mariscos y pie¬ punto menos que imprescindible para exterminar las ardillas
les de mono, que siempre tienen colgadas en sus viviendas y
y las alimañas nocivas a la agricultura, todos tienen su co¬
en los árboles próximos a sus plantaciones
para preservar a
rrespondiente escopeta; y ¡cómo disfrutan disparándola!
éstas de las tormentas, de los ladrones y de las alimañas.
Cuando muere alguno, se enredan a disparar y promue-
Hay quien cree que los bubis no tienen fetiches; los tienen, ben atronador estruendo el
en
poblado, que sirve, según ellos,
pero no en los bessés (poblados), sino muy ocultos en determi¬
para ahuyentar a Morimó, que es siempre el causante de toda
nados subterráneos, grandes cuevas naturales existentes en
defunción.
los altos de Laka y en Basuala, donde toscas imágenes de Mo-
Después, agotadas sus provisiones de pólvora, se reúnen
rimó, labradas en madera, eran, hasta hace cosa de muy pocos en la casa del difunto y comienzan a comer y beber sin tasa
años, objeto de un rito extraño y misterioso, para asistir al ni medida, hasta que, borrachos, caen dormidos.
cual se congregaban sigilosamente los bubis en ciertos días,
Al interfecto, si es pobre, lo entierran envuelto en hojas
acudiendo desde muy distanciados lugares. Cuéntase que en
de plátano y malanga, y si es rico, lo sepultan con todos sus
esas grandes cuevas, cuyas entradas permanecen perpetua¬
adornos, sentado y abrazado a un tronco y con algunos sacos
mente ocultas por una espesa y alta maleza, se refugiaban an¬
de arroz a su lado.
tiguamente los isleños cuando desembarcaban los negreros; A veces, en casosde enfermedades agudas, éstas las atri¬
tales subterráneos son, sin duda por esto, sagrados para ellos.
buyen al hecho de haberse metido Morimó en el cuerpo del
Para comunicarse noticias y avisos a través de largas dis¬
paciente, y para hacerle salir, efectúan unas ceremonias ab¬
tancias, los bubis tienen un sistema originalísimo muy cu¬ surdas y grotescas, demostrativas de su supina estupidez. Al
rioso : se valen de un caracol del género Achatina o Agatina
poseso le pintan de rojo todo el cuerpo y, acompañado de 109
(cuyo centro de difusión es Africa, y son los mayores cara¬ borikanas (ancianos venerables), marchan procesionalmente,
coles de tierra hoy existentes, puesto que llegan a medir 20
bailando y cantando, durante todo el camino, hasta el chamizo
centímetros de largo), y soplando en él a modo de ocarina,
de Morimó, a quien le llevan ofrendas, y al regreso arman
producen notas silbadas perceptibles a muchos kilómetros;
gran zarabanda de disparos.
correspondientes esas notas a una clave perfecta, en todo mo-
Aunque algunos, bastantes y cada día más, trabajan o,
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134 —
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135 —
por Jo menos, se ocupan en cuidar sus plantaciones, la carac¬ crasia del pueblo bubi es tal, que .poco es lo conseguido en re¬
terística más generalizada en la raza buibi es la ¡holgazanería lación con el admirable tesón y el noble interés desarrollados
y el vicio. Cada bubi tiene acotadas en su finca o en el bosque en de la civilizadora empresa. Aun los cristianizados y
pro
libre (el del Estado) unas cuantas palmeras, y a diario sube aparentemente conversos y creyentes en las sagradas doctri¬
a ellas dos veces, por la mañana
y por la tarde, para sangrar¬ nas, siguen tan supersticiosos y tan entregados al vicio como
las en la copa y extraer el topé, jugo que dejan fermentar de¬ los infieles, y la raza bubi, raquítica, depauperada, incapaz de
positado en una calabaza, hasta que desarrolla una fuerza al¬ redención, herida de esterilidad y degeneramiento, se extingue
cohólica de muchos grados, para luego beberlo y embriagarse. saturada, aunque nunca ahita, del alcohol pernicioso del topé.
Como ya queda dicho, todos, aun los más miserables, po¬ Lo único que nuestra acción civilizadora ha logrado ha
seen sus respectivas finquitas de cacao; pero la inmensa gene¬ sido que, desde hace pocos años, cese terminantemente la bár¬
ralidad de ellos, por no trabajar, las tienen arrendadas a co¬ bara costumbre de los bubis de taracear el rostro a las criatu¬
lonos blancos, con quienes siempre se encuentran empeñados ras, haciéndoles unadiversidad de profundos cortes en la
a fuerza de anticipos percibidos.
carne, sobre los que aplicaban luego un emplasto de ciertas
En esas finquitas tienen su plantación de "plátano macho", hierbas maceradas, a fin de que la cicatriz de este salvaje y
al que dan preferencia sobre la banana. Condimentado con singular tatuaje quedase indeleblemente marcado para toda
aceite de palma, constituye con el ñame y la caza, consistente la vida, imprimiendo a sus fisonomías un aspecto lastimoso y
en antílopes, venados, monos, grompics, ardillas
y cerdo, la horripilante a la vez.
habitual alimentación del bubi. Hay indicios evidentísimos de que antiguamente los bubis
Las faenas del cultivo del ñame, cuyo período de mayor ejercían la industria de la alfarería; mas hace ya muchos
actividad, la siembra, es de noviembre a febrero, suelen es¬ años que la tienen olvidada, y no practican ninguna.
tar a cargo de las mujeres, y ellas son también las
que elabo¬ Unicamente se observa en ellos cierta inclinación a la car¬
ran el aceite de
palma. pintería, que practican ayudándose unos a otros en la cons¬
De trato, de su relación y convivencia con los elementos
su trucción de sus casas, que antes las hacían de calabó (madera
europeos, el buibi se ha contagiado y copia todos sus defectos; de una estructura tal que con una sencilla cuña de hierro o
mas no se ha asimilado ninguna de sus buenas cualidades y, madera se parte facilísimamente en tablas de construcción) y
por más que las autoridades tratan de regenerarlos y los pa¬ techo de ñipa (nombre que dan a una palmera cuyas hojas son
dres misioneros, con sus escuelas en cada poblado y sus cons¬ a propósito para cobertizos), y ya hoy las construyen de ma¬
tantes predicaciones, vienen trabajando desde hace muchos deras fuertes, con techos de cinc a dos aguas.
años sindesmayo y con gran constancia por elevarlos del bajo Es digno de notar el hecho de que los bubis, aunque raza
nivel moral y social en que viven, por desgracia, la idiosin¬ muy degenerada, no padecen ninguna de las horrorosas en-
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fermedades (elefantíasis, escrófula, gusano de Guinea, hidro¬ materias vegetales, y con cascabeles, campanillitas y pedacitos
de espejo como adorno, muy tapados la cara, las manos y los
cefalia, etc.), a las que los demás negros de otros países son
tan propensos. pies. Este extraño conjunto lo remata una complicada mon¬
tera con historiado copete, del que penden más campanillas y
cascabeles.
Los fermndinos
El ñanlcué, que camina todo el trayecto agitándose mucho,
bailando, avanzando y retrocediendo sin cesar, describiendo
En la capital y en San Carlos, segunda población de la constantes zigzags, esgrime en una mano una especie de zu¬
isla, hay una porción de familias de morenos no bubis, que rriago, con el que simula flagelar a los procesionarios, nin¬
se titulan fernandinos; pero son oriundos de Lagas, Accra y guno de los cuales puede —según su rito— contestar a la
Sierra Leona. La mayoría de sus individuos han sido educa¬ agresión, repelerla ni dolerse al castigo, que, en verdad, nunca
dos en colegios de Europa, y son relativamente cultos y co¬ suele ser duro ni de veras.
rrectos, completamente europeizados en muchas de sus cos¬ Ya a la vista del cementerio surge de pronto y de entre
tumbres. Estos constituyen la flor y nata de la sociedad de algún boscaje otro ñankué. El primero simboliza el espíritu
color y viven con gran desahogo económico, y aun con cierto bueno; el segundo encarna y representa el espíritu del mal,
lujo, de la renta de sus propiedades agrícolas. es la personificación del mismísimo Morimó demoníaco y pro¬
cias, conservan por tradición una extraña ceremonia que tido, y luchando y forcejeando llegan así hasta las puertas del
anualmente celebran en el cementerio: la fiesta de los ñanlcués. cementerio, donde el maligno consigue desprenderse del otro
Al son detumbas (especie de tambores típicos en
unas espíritu y huye veloz a internarse en la mansión de los muer¬
toda Africa), las doce de la noche, víspera de Navidad, se
a tos, profiriendo gritos y alaridos.
van congregando, uno a uno, todos los iniciados pertenecientes La concurrencia permanece unos minutos agolpada a la
a esta cofradía que tiene algo de secta, entrada del cementerio, hasta que, a una señal dada por el
y entonando unos cán¬
ticos de nostálgica y triste melodía, se encaminan hacia el ce¬ primer ñankué, entran todos buscando al otro por entre las
menterio, calculando cuidadosamente el tiempo para no llegar sepulturas, y siempre lo encuentran caído junto a la de algún
a él sino en el momento mismo de rayar el alba. fernandino de los más prestigiosos fallecido en el año, o so¬
Al frente de esta nocturna comitiva que va avanzando len¬ bre ella.
tamente, marcha uno de los ñankués, disfrazado rarísima- Sobre esa tumba se renuevan los cánticos, más tristes y
mente con unos faralares, generalmente de esparto y otras nostálgicos aún que los entonados durante el camino, en los
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que suele destacarse siempre algún solista, y mientras tanto, Isabel, en la parte NO., la más alta, en las inmedia¬
que es
el ñankaé emprende una especie de baile con contorsiones y ciones del ensanche de la capital, donde se va a edificar la
tembleteos tan rápidos, violentos y prolongados, que le hacen
proyectada ciudad-jardín, un Stadium y la Granja de expe¬
caer de bruces tierra, presa de fuerte excitación nerviosa.
en
riencias agronómicas.
En esta
posición, echado boca abajo sobre la sepultura, Los yaundes, que provienen del cruzamiento de sudaneses
permanece gimiendo y cuchicheando con el enterrado, de y bantús, inmigrados del Camerón.
son
quien, según ellos dicen, recibe instrucciones, avisos y peti¬ Fuertes yrobustos, más que nuestros pámues y mucho más
ciones de ultratumba con destino a los cofrades vivos.
que los bubis, se dedican a la agricultura, y el incremento de
Terminada la macabra conferencia, se yergue el ñcmkué y, su población ha de resultar conveniente a nuestra isla.
dando gritos y saltos por encima de las demás sepulturas, Para su alimentación cultivan mucho el cacahuet, la yuca,
sale corriendo y tras él todos los asistentes a la ceremonia, el ñame y la malanga.
quienes, ya en el campo, cogen ramas pequeñas, se las guar¬
dan en el pecho, y
entonando esta vez cánticos menos tristes,
Los haussas
más animados y alegres, regresan a la población escoltando al
ñcmkué que, bailando y sin dejar de dar saltos, visita casa
por casa, a todos los asociados, les da las Pascuas y, a los más Otro pueblo que, como los yaundes, creciendo en número
caracterizados, les comunica el resultado de su conversación de año en año, ha llegado a tomar caita de naturaleza en la
en el cementerio con el afiliado fallecido'. isla fernandina es el haussa.
Para efectuar este visiteo, el ñanlcué, al la ciu¬
que ya en Los primeros haussas se vieron en Fernando Poo en tiem¬
dad suele unírsele el otro desaparecido en el camposanto, se pos de la internación alemana, en 1916. Llegaron unos atraí¬
coloca unos enormes zancos de madera de tres o cuatro me¬ dos, por el negocio comercial, y los más eran mozos de caballos
tros de alto, y con ellos puestos baila y hace mil figuras que de los oficiales y particulares germanos, que, huyendo de la
regocijan unas veces y atemorizan otras al sencillo pueblo in¬ guerra en el Camerón, se refugiaron en nuestro territorio.
dígena, al que sobrecoge e impone siempre mucho ese figurón Sin embargo, no consignamos esto como un principio abso¬
enmascarado.
luto,porque es muy posible que en la isla haya haussas desde
el año 1880, mezclados y aun confundidos con los denomina¬
Los yaundes dos lagos, también y como ellos mahometanos, pues hubo un
tiempo en que la agricultura isleña recibía braceros de la ca¬
La colonia yaunde, que, de las de color, es la más nume¬ pital de Nigeria, los que, por abusos de que fueron objeto en
rosa de las extranjeras, cuenta ya desde diciembre de 1927 algunas fincas, tuvieron un plante en 1900, al que algunos
con un barrio especial propio, sito en los alijares de Santa alarmistas calificaron pomposamente de insurrección, siendo
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CAPITULO VI
EL PRESENTE COLONIAL
Período de evolución
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imperioso resolver con toda premura para redimir de una vez Aquella alta labor desarrolló desde el principio una
espe¬
y, ¡al fin!, a la hermosa Guinea española que yacía postrada en
cie de radioactividad de energías
tales, que con su floración de
el más injusto y desdeñoso olvido nacional, concibió un progra¬ añílelos y su virtualidad de inspiraciones
y estímulos contri¬
ma mínimo que, elevado al Gobierno, tuvo la virtud de desper¬ buyó ejemplarmente a levantar la colonia de la postración
en
tar la atención de los Poderes públicos sobre aquellas posesio¬ que la tenían el utilitarismo
interpretado por lo más bajo, la
nes, hasta obtener una eficaz cooperación económica. vulgaridad del arrivismo sin escrúpulos y el positivismo sin
De toda la obra, muy discutible, realizada por la Dictadu¬ generosidad; aspecto colonial éste que precisamente fué el
ra, sálvase como un completo acierto la protección otorgada a que más reacio se presentara a la innovación regeneradora,
la colonia, concediéndole en 1926 un crédito extraordinario que más se resistió a todo cambio;
aspecto colonial que con
que ascendía a 22.785.000 pesetas para las obras públicas más personalidad clásica, propia y muy definida
cuyo abolengo
apremiantes: carreteras y caminos; obras y señales maríti¬ databa de nuestro imperio ultramarino de
antaño, había to¬
mas; estaciones radiotelegráficas y redes telefónicas; embar¬ mado carta de naturaleza en Guinea desde muchos años atrás
caderos, barcas de poso y dragas; construcción de hospitales y teníase por intangible; aspecto colonial
representado por
a la moderna en Santa Isabel, San Carlos y Benito; fundación bastardos intereses, creados siempre a
espaldas del derecho,
de una escuela graduada con internado para indígenas; es¬
cuelas en todo el territorio; pabellones para funcionarios; ins¬
del mérito y de la capacidad.
Estrechamente coaligados esos intereses por instinto de ll ^4
talación de una granja agrícola con laboratorios y campos de conservación y desmedido afán de
medro, su liga de fuerzas
experimentación, etc., etc. formaba desde muy antiguo lo que alguien denominara
grᬠ//
■7
Y, roto por el Gobierno aquel prisma ennegrecido, de des¬ ficamente la ciénaga colonial, en cuya
desecj
pectivo desdén y glacial indiferencia, único a través del cual miento cifró, desde un principio, todo su em¡
venía la opinión nacional mirando siempre a la colonia; fo¬ bernador.
Y tendió primer término
mentando, en su lugar, ese vivo y ardiente interés que luego en a dignificar
LA GUINEA ESPAÑOLA Y SUS RIQUEZAS
/ /
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y
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de humanidad y aun de política y economía. La Sanidad es, ción, que una vez precisados han sido saneados por completo
indudablemente, una de las claves de la cuestión bracera y y radicalmente. I
término esencial del que no se podía prescindir al intentar El procedimiento ha sido eficacísimo
y en menos de dos
resolver tan capital problema, como es el edonista, puesto años el estado sanitario de la isla ha
mejorado tanto que, en
que ninguna colonia será próspera si no se sabe conservar y la actualidad, es excelente.
aumentar su población. ! Ya en construcción el nuevohospital en Santa Isabel,
El moderno plan sanitario ya implantado consiste en el cuando esté terminado no dejará nada que desear con relación
señalamiento de cinco zonas o sectores (proporcionales en la a los más modernos e importantes de las otras colonias euro¬
isla de Fernando Poo, y establecimiento de estaciones sanita¬ peas en Africa. Instalado entre los ríos Cónsul y San Nicolás,
rias permanentes en Concepción, Tuplapla y Bahó, al frente a pocos kilómetros de la capital, los adelantos de que estará
de cada una de las cuales hay un médico, con personal sufi¬ dotado, su organización y su novísimo sistema, serán sufi¬
ciente de practicantes y enfermeros. En esas estaciones, lo cientes para rehabilitar en el orden científico a nuestra Sa¬
mismo que en los hospitales de Santa Isabel y San Carlos, se nidad, habrá llegado al alto nivel a que podía aspirar,
que
lleva, con todo rigor y escrupulosidad, un registro clínico, toda vez que Fernando Poo tiene sobradas condiciones
para
donde se hace constar, en fichas y detalladamente, el resultado llegar a ser, en día no lejano, el sanatorio central y más im¬
del análisis de la sangre, diagnóstico observado y tratamien¬ portante de Africa tropical de Occidente.
to seguido en cada enfermo, procediéndose una o dos veces al
mes, según la necesidad, a la evacuación de dos tripanosomiá- Caminos
sicos —si es que hay alguno—, que son trasladados a la isla
de Elobey Chico, hoy deshabitada, lugar que, por ser el má? Poliforme y amplísima la actuación de Núñez de Prado,
apropiado, ha sido escogido para establecimiento de una ex¬ ayudado en todo momento por la Dirección General de Ma¬
celente hipnosería, sin posibilidad alguna de contagio ni pro¬ rruecos y Colonias, ningún extremo de interés verdadera¬
pagación, puesto que la gran corriente del Muni la inco¬ mente colonizador se escapó a su estudio
y a su más rápida
munica. i ¡ solución.
Como es rigurosamente obligatoria ineludible la pre¬
e La capital fué higienizada y embellecida con un bonito
sentación de toda clase de enfermos en las estaciones sanita¬ y florido (titulado La Moncloa) y una espaciosa pla¬
parque
rias y en los hospitales y al ser reconocidos se les hace a todos za, donde meses antes había unos antiguos
pantanos, inmun¬
el oportuno análisis microbiológico de la sangre, no solamen¬ dos focos de paludismo y vivero de moscas del sueño. Urba¬
te se determinó en pocos meses, en la isla, el número de nizáronse Jas calles, hoy todas cementadas; estünulóse el con¬
indígenas atacados por la mosca tsé-tsé, sino que al mismo curso de todos los colonos y se decretó la prestación
personal
tiempo se consiguió definir y marcar bien los focos de infec¬ obligatoria de los indígenas para la inmediata apertura de
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a los naturales de aquel país un mínimo de bienestar físico, ciones indígenas, pues el negro, trabajando por y para sí sus
sin el cual es imposible todo moral.
progreso propias fincas, crea en el país una prosperidad durable y se
Estimándolo sensatamente así, y entendiendo que gober¬ enriquece a sí mismo.1
nar es poblar, que la prosperidad de todo país estriba en la Sus ganancias le irán creando aspiraciones y aun necesi¬
economía de las vidas de sus moradores y que, a pesar de sus dades nuevas, por lo que aumentará sus compras y abrirá nue¬
riquezas naturales, agrícolas, forestales o del orden que sean, vas salidas a los productos de la metrópoli. El indígena se irá
a pesar de la fertilidad del suelo y sus facilidades de exporta¬ modificando paulatinamente, adquirirá afición a irse vistiendo
ción, el porvenir y la vitalidad de una colonia como la nues¬ y a ciertas comodidades y poco a poco irá copiando algo de
tra podrían hallarse comprometidas si la mano de obra fuese nuestras costumbres.
insuficiente, Núñez de Prado acometió decidido el problema, A más de esto, acudiendo sentido humanitario a ayudar
en
estudiando los términos para su solución. a los indígenas a elevarse poco a poco en la escala de la civi¬
El primero de ellos está, a no dudar, en que los servicios lización, de acuerdo con la Dirección General de Colonias, ha
de la Sanidad sean efectivos y de eficacia real hasta en los pa¬ reorganizado Núñez de Prado el Patronato de Indígenas, cor¬
rajes más internados del territorio, para lo cual, la Adminis¬ poración oficial con plena personalidad jurídica, patrimon:o
tración de cada distrito cumple ya órdenes terminantes y propio y capacidad suficiente para poseer, adquirir y enaje¬
concretas tendentes a facilitar y fomentar la fusión de tri¬ nar bienes de todas clases y que tiene por fines especiales:
bus y pequeños poblados en grandes centros urbanos, previa¬ A) Fomentar la cultura, moralidad y bienestar de los
mente designados, a la vera de los nuevos caminos, en empla¬ naturales y su adhesión a España.
zamientos determinados y saludables, obligando a la seden- B) Proteger a todos los indígenas súbditos españoles de
tarización a los indígenas nómadas y su mezcla con la pobla¬ nuestros territorios, no emancipados legalmente a su patro¬
ción estable de esos agrupamientos, sobre los que así la auto¬ cinio, sea cualquiera su estado y condición.
ridad podrá ejercer su misión de vigilancia y control, sirvien¬ C) Acordar las emancipaciones de aquellos indígenas
do de guía a la evolución gradual de las nuevas sociedades. que, por su cultura, estén capacitados para regir por sí su
Para formar pobladores robustos, centros de población persona y sus bienes.
donde el día de mañana se puedan reclutar trabajadores sanos D) Ejercer en todo momento sobre el indígena no eman¬
y duros al trabajo, era indispensable mejorar las condiciones cipado las altas funciones del Consejo tutelar, al que está en¬
de existencia del indígena, y esto ya se va consiguiendo mer¬ comendada la superior dirección de la tutela, supliendo así su
ced al celo oficial, que al propio tiempo que busca el aumen¬ capacidad jurídica.
to de su bienestar y el perfeccionamiento de su vida econó¬ E) Ejercer en juicio y fuera de él los derechos, acciones
mica, se preocupa también de su subsistencia en cuanto a la y excepciones de cualquier clase que le correspondan al indí¬
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F) Intervenir en la legislación del trabajo en la forma glo al Real decreto de 11 de julio de 1904 y al Reglamento dic¬
establecida en la actualidad y de la manera que aconsejen las tado para su ejecución en 16 de enero del siguiente año. Pero
circunstancias. deseoso el Directorio militar de rodear de las máximas garan¬
G) Ser consultivo del Gobierno general en cuan¬
cuerpo tías cuanto se relaciona con las concesiones de terreno, facili¬
tas materias tengan relación con los subditos españoles in¬ tar pública licitación y afianzar el predominio de los intere¬
su
El emancipado será equiparado, a todos los efectos civiles, ga. Dicha fianza quedará afecta, como garantía de que los te¬
a los europeos de plena capacidad, y la concesión de emanci¬ rrenos concedidos se ponen a explotación dentro de los plazos
CAPITULO VII
EL PORVENIR
Examen de posibilidades
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159 —
superficial de nuestra colonia es, en total, de 30.179 kilóme¬ poco más de la séptima parte del suelo laborable de la isla
tros cuadrados. fernandina, en un solo cultivo y prescindiendo de otras pro¬
total, seguramente que no exceden de trescientas
De este ducciones, da un rendimiento anual que en el mercado se re¬
mil hectáreas las concedidas hasta el día en la zona conti¬ presenta por ocho millones de kilogramos de cacao, cuyo pre¬
cio medio de cotización el de cuatro pesetas unidad, júz-
nental, donde aun ha hecho muy poco en sentido agrícola la
es
iniciativa particular y todavía son muy contadas las explota¬ guese por esta sola muestra cuál será el rendimiento que, en
ciones agrícolas acometidas, no obstante ser la flora del Con¬
su día, tienen que dar esas ciento setenta mil hectáreas, hoy
tinente, por lo variadísima y rica, un verdadero venero de bosque, que en Fernando Poo aguardan propicias al capital
inimaginable valor. que quiera ponerlas en valor y obtener así el más alto inte¬
En Fernando Poo no llegan a 25.000 las hectáreas puestas rés en cualquiera de los diversos cultivos a que la excepcional
en cultivo y producción.
fertilidad de aquellas tierras africanas se presta y se brinda
circunscribirse al aumento de la producción de su exquisito na, caliza y humus—, juntamente con las características cli¬
matológicas de su latitud, hacen de la isla el medio más apro¬
cacao, que ya pasa de ocho mili toneladas anuales (lo que no
supone, sin embargo, más que el 1,8 por 100 de la producción
piado para el desarrollo de toda vegetación, así herbácea como
arbustiva y arborescente, y en particular para los cultivos del
mundial), ni a la ampliación o intensificación de las actuales
café, plátano, caucho y palmera de aceite, productos que,
plantaciones de café —muy superior, por cierto, al brasileño,
como el cacao, son del más grande rendimiento y de consumo
que tanto se consume en nuestra metrópoli—, pues esas plan-
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160 —
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cuentran en explotación gran número de cacaotales plantados Peso de un litro, 1.000 gramos
hace treinta y cinco y cuarenta años, sin que en el rendi¬
Por 1.000
miento de su producción se advierta descenso' ni disminución,
a pesar de que en aquella isla jamás se emplean abonos quí¬ Elementos gruesos. (Caliza .
0
) Otros minerales
micos ni orgánicos, porque su suelo agrícola no requiere en¬ 1,2
I Humedad
miendas ni mejoras. 98,8
( Caliza
He aquí el resultado de algunos análisis efectuados: 3,4
Elementos finos
\' Arena gruesa
® 24
1 Arena fina
416
Muestra tomada bajo sombra, en una finca de cacao de excelente i Arcilla 327
vegetación \ Materia orgánica 129,6
Análisis físico
\ Idem fina
„ .M
401 i f h l í\
I Arcilla S32
Tierra tomada en bosque, a 850 metros de altura sobre nivel del
y Materia orgánica 161 mar
gruesos.'
(Caliza ér'
( Otros fhmeralesji
_
Cal 0,97
RA QUINEA ESrASOLA Y SOS RIQUEZAS
Jf £< 11
/
—
163 —
ror Í.OÜO
Elementos finos.
Arena gruesa 75,45 Nitrógeno
Arena fina 345,75 1,32
Acido fosfórico
Arcilla 85,8 1,74
Potasa
Materia orgánica, 126,5 0,80
Cal
0,76
Análisis químico
Análisis de una muestra de tierra tornada
Por 1.000 en Fernando Poo,
de la finca Mercedes, de Domingo Vila
Nitrógeno 2,91
Acido fosfórico 2,86 Mecánico
Potasa 1,05 Por 1.000
Cal 0,96
Elementos gruesos
11
Elementos finos
989
Por 1.000
Arena gruesa
70,50
Arena fina
445,20
Elementos gruesos 23 Arcilla
347,50
Elementos finos 977 Caliza
5,70
Materia orgánica
79,50
Humedad
Físico 51,60
Por 1.000
Químico
Arena gruesa 78,50
Arena fina 241,70 Por 1.000
Arcilla 560,80
Nitrógeno
Caliza 1,30 2,17
Acido fosfórico
Materia orgánica 69,70 8,39
Potasa
Humedad 48 0,55
Cal
3,33
—
164 —
—
165 —
166 — —
167 —
cosecheros del mejor café del mundo, preconizan que en te¬ cultivo en nuestra colonia,
estimamos oportuno y de general
rrenos arcilloferruginosos que posean humus en cantidad su¬ utilidad esbozar siquiera algunas ideas
y consejos acei-ca de
ficiente y caipaz de contrarrestar los efectos de poca imper¬ la materia, ya que, hasta el presente
y salvo muy contadas
meabilidad de la arcilla, es donde el cafeto vegeta y se des¬ excepciones, lo único que hemos podido observar en las nue¬
arrolla con mayo resplandor y produce el grano de mejor ca¬ vas plantaciones de café ha sido una lamentable desorientación
lidad. Por tal circunstancia los terrenos nuevos, cubiertos de y absoluta falta de tecnicismo.
bosque, como los de Fernando Poo, todavía vírgenes, son, a En primer lugar, la semilla más recomendable para las
juicio de los técnicos, los mejores para emprender este cultivo, futuras plantaciones o beneficios de café que se hayan de es¬
positiva y grandemente remunerador. tablecer, tanto en Fernando Poo como en el Continente, es la
Lo menos 35.000 hectáreas de terreno virgen en la zona de café Liberta, que es la especie más resistente, que se des¬
de altura media, que es la más adecuada y propicia al café, arrolla de manera más admirable y con más rapidez en alturas
pueden ponerse en explotación de este cultivo en la isla. La poco elevadas además de todas estas buenas cualidades, tie¬
y,
producción mínima de un cafetal es de 700 kilogramos de ne el Liberia la de ser la única
especie a la que no ataca el
grano limpio por hectárea, desde el cuarto año de su plan¬ Hemileia vastratriz, parásito que en Java ha diezmado los
tación ; a razón de cuatro pesetas kilo, precio de venta corrien¬ cafetales delicados, como el Java, el Arábica y el Padang.
te en la isla, esa producción supondría la bonita cifra de no¬ Su extraordinaria resistencia permite al Liberia
soportar
venta y ocho millones de pesetas anuales. De esta suma se be¬ sin quebranto la invasión del
parásito con el mismo éxito que
neficiaría el Erario nacional en unos treinta millones por los las vides americanas resisten a la Filoxera.
conceptos de contribución territorial y derechos de exporta¬ Es mucho más prolífico que el Arabia; a los dos años de
ción y de entrada en la Península, tributos exactamente igua¬ plantado tiene su primer floración y a partir de esa edad, flo¬
les a los que satisface el cacao. Y no se arguya que el café rece cada seis meses: en junio y en diciembre.
en nuestro régimen fiscal tiene la consideración de artículo de Esa primera floración se le debe arrancar para no debilitar
renta mantenido por al joven cafeto con fructificación demasiado prematura,
tradición de nuestra metrópoli de Indias, una
pues, si siendo la producción colonial de café insignificante y que en años sucesivos recompensan con creces, si así se hace,
exigua, desde hace años goza de un margen de favor, basta en abundantes cosechas.
la indicación de este régimen de preferencia para deducir que Cada árbol Liberia suele dar 12.000
cerezas, es decir,
en su pleno desarrollo estará el arbitrio fácil de protección, 24.000 granos, que secos pesan unos 1.500 gramos.
que el Estado ¡ha de otorgar tan pronto como la Guinea espa¬ Como en una concesión de terreno destinado a hacienda
ñola se convierta en gran productora de café. de café basada en 1.000 hectáreas, se deben hacer cuadros de
Persuadidos, como íntimamente lo estamos, del gran in¬ seis hectáreas cada uno, en los que
por 62 líneas a cuatro me¬
cremento que, en plazo seguramente corto, ha de adquirir este tros distanciadas unas de otras, por 71 líneas a tres y medio
—
168 —
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169 —
metros distanciadas es tal vez el más notable desde el punto de visto de la com¬
transversalmente, dan
total de 4.402
un
plantas, o sea 733 cafetos por hectárea (o 1.000, si se emplea binación de la hermosura con la utilidad. En
efecto; nada más
el sistema denominado vulgarmente tresbolillo, cuya alinea¬ bello que el aspecto que a simple vista presenta este pintores¬
ción se basa en un cono a un 50 por 100), se puede calcular
co
vegetal, cuyas cualidades de forma y frondosidad mani¬
cafetal rinde fiestan desde luego su origen tropical (1).
que un muy bien del 50 al 70 por 100 del capital
invertido. Esta planta perenne, monocotiledónea, tiene un tallo ama¬
Para que un cafetal se desarrolle bien, es condición in¬ rillo, tierno y herbáceo, compuesto de peciolos suculentos que
dispensable que se halle la plantación bien sombreada siem¬ se enrollan unos encima de otros encerrando un escapo radi¬
pre. En Java emplean a este fin el Albicia moluscana, árbol cal, únicamente libre en el ápice.
Las hojas (2) son muy grandes, color verde obs-
que a los tres años alcanza una altura de 10 metros y produce enormes,
una sombra magnífica; en Fernando Poo hemos observado
(1) El nombre botánico de esta plantaes Musa, palabra que pro¬
que el árbol Palomero, muy abundante allí, produce también
viene del árabe mouz; Musa paradisiaca es una de las diversas varieda¬
una sombra excelente para los cafetos.
des que de ella se conocen y, para algunos autores, ese específico se re¬
Como el Liberia se convierte pronto en árbol, se hace im¬ laciona con las tradiciones orientales, indicando el célebre
Lignum vitae;
prescindible atajar tanto crecimiento podándole la corona. de (modo que| el árbol de cuyo fruto prohibió comer el Señor a nuestros
Otro tipo de café particularmente vigoroso y resistente al primeros padres, dogma de la pérdida de la gracia, causa del pecado
Hemileia es el Coffea robusta, pero esta especie da un fruto original y motivo de la expulsión del Paraíso, fué, según dichas tradi¬
ciones, el plátano, denominado vulgarmente, y por esta circunstancia,
muy ordinario, de ínfima calidad.
higuera de Adán.
El café silvestre o café bubi, que se encuentra mucho en Desde luego, el plátano o banana ©e conoce desde la más remota
la isla, es una especie no mala, pero degenerada, que sólo antigüedad' y, según las tradiciones semíticas, brotó en las orillas del
mediante un largo cultivo se le conseguirá regenerar y robus¬ Eufrates.
tecer ; mas de momento no merece atención. Para los indígenas de Ceylán es objeto de gran veneración, suce¬
diendo lo mismo entre los lidios; así es que Jerges engalanaba esta
planta con adornos de gran valor.
La explotación platanífera (2) Las hojas del plátano tienen la singular propiedad de con¬
densar una gran parte del vapor acuoso que contiene la atmósfera, de¬
cultivo del café, no es ésta la única explotación que en Gui¬ despejadas, muy inferior a la temperatura del aire ambiente. Así es
que, siendo las hojas abundantes y muy desarrolladas, las numerosas
nea brinda seguro y brillante porvenir; el cultivo de la ba¬
gotas de agua que descienden por sus filetes o bordes, caen al suelo,
nana o plátano, en Fernando Poo, lo ofrece no menos positivo mojándolo como si hubiese llovido.
y amplio. Además, estas hojas tienen la ventaja de estar muy impregnadas
Entre todos los productos vegetales del globo, el banano de clorofila, que descompone con rapidez y en crecidas poroporciones el
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curo de
esmeralda, enteras, alternas, sencillas, lisas, ovales, Europa, donde no ha de tardar mucho la llegada del día
oblongas, y afectan en su conjunto el gracioso aspecto de en que el plátano constituya una fruta de diario consumo para
una gigantesca pluma, con sus barbillas soldadas. todos los pueblos, aunque ya hoy importa algo de Cuba y de
Las flores son completas, algunas veces unisexuales por las colonias del litoral occidental africano, viene surtiéndose
imperfección de uno de los sexos, dispuestas en largos raci¬ casi exclusivamente de Canarias.
mos denominados régimens, en los cuales se encuentran aglo¬ Se calcula en treinta y tres millones de pesetas la valora¬
meradas en ramilletes más o menos numerosos en las axilas ción aproximada de la exportación de plátanos realizada por
de grandes brácteas moradas, alternas, dísticas y caedizas, Gran Canaria en el año de 1928.
siendo estériles las flores de las extremidades. El periantro es Ahora bien; siendo cada año mayor el consumo platanero
coralino. y estando la producción de Canarias supeditada a un límite
El consumo del plátano o banana aumenta de día en día en fijo e inampliable, determinado por la penuria de agua que
grandes proporciones las cinco partes del
y se consume en aflige a aquellas islas, la producción platanífera de Fernando
mundo durante todo el año, aun en la época en que cada país Poo, sin perjudicar ni remotamente jamás a la del archipié¬
tiene sus frutos fíeseos, y comoquiera que multitud de pue¬ lago canario, en todo momento encontraría, si se acometiese,
blos se alimentan de su fruto, se ha dicho, no sin razón, que mercado más que suficiente para colocarse en muy superiores
la banana es para el habitante de la zona intertropical lo que condiciones.
la patata para el de los países templados. Y aseguramos que no perjudicaría a Canarias esta con¬
La producción también ha aumentado gigantescamente, currencia, no sólo porque el mercado da margen, sino por
habiéndose intensificado en grado enorme durante los tres otra circunstancia muy digna de tenerse en cuenta como ga¬
últimos quinquenios. No obstante ello, en Europa muchos me¬ rantía para la producción bananera fernandina: la de que las
ses del año falta este magnífico fruto para el consumo, y su necesidades del mercado europeo son mayores en los meses
escasez origina la consiguiente alza de precio. de noviembre a marzo, época durante la cual escasean las
En dos grandes grupos pueden clasificarse los países con¬ frutas frescas y que, correspondiendo precisamente a la esta¬
sumidores y no productores del plátano o banana: de un lado, ción seca en nuestra isla guinea, es justamente la temporada
las regiones americanas del Norte; de otro lado, el mercado de la máxima producción bananera en Fernando Poo, y mí¬
europeo. nima en Canarias. De esta forma los 'dos centros productores
Proveen el mercado norteamericano Costa Rica, Jamaica, se adaptarían de una manera natural a las mayores necesi¬
Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala y Cuba. dades del mercado.
En España, como en general en toda Europa, se prefiere
ácido
el plátano de ia clase Musa sinensis o banana de la China,
carbónico, fijando a la vez la® materias nitrogenadas y carbona¬
tadas, lo cual ac recenta extraordinariamonte su asimilación. que es la variedad que en Canarias se cultiva y que en núes-
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Es posible que no haya otra planta cuyo cultivo sea tan Número 1 10 "
Número 2 8 a 9 "
fácil como el del plátano y, según los técnicos especializados
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Cuando la clasificación la hacen al peso, emplean esta otra: del heno fresco y el del té; dulce, nutritiva, de fácil digestión,
Racimos gigantes, de 33 más
es muy indicadapara enfermos, convalecientes, ancianos y
o kilogramos.
"
extra extra, de 28 a 33 " niños, pues es muy superior a la tapioca, al arrow-rroot, a la
extra, de 24 a 28 " revalenta y a todas las demás féculas llamadas de salud.
"
primera, de 18 a 24 " En algunos países productores americanos exportan el plá¬
"
pequeños, de 12 a 18 " tano macho (plátano común que los franceses denominan ba¬
Como ya hemos dicho, el término medio de los racimos de nana cochón y los ingleses plantain)
frito y envasado en latas
plátanos en Fernando Poo, es de 30 a 40 kilogramos, integra¬ debidamente preparadas, y se expenden así en establecimien¬
dos por 10 o 12 pencas de 22 a 26 frutos cada una, o sea tos de las ciudades europeas, a muy buen precio, puesto
que es
200 a 300 plátanos por racimo, un excelente postre.
con un peso por fruto que
oscila entre los 100 y los 140 gramos. Otra nueva y potente riqueza podría producirse en nuestra
El ingeniero agrónomo holandés colonia a base de la explotación platanífera: la del alcohol in¬
Van-Der-Stock, gran au¬
toridad la materia, reputado como la más alta
en dustrial como elemento susceptible de ser utilizado ventajosa¬
competencia
y hombre de práctica por haber residido durante veinticinco mente como sucedáneo de carburantes derivados del petróleo
años en Sumatra dirigiendo explotaciones en la producción de fuerza motriz.
plataníferas, visi¬
tando en 1927 nuestra isla Intensificado el cultivo del plátano en aquellos territorios,
fernandina, aseguraba que el plá¬
tano de Fernando Poo es de la mejor calidad del mundo, y que ellos ¡podrían convertirse, en poco tiempo, en los proveedores
su explotación ofrece un formidable
porvenir, pues no sola¬ inagotables, no sólo de fruto para el consumo de la metrópoli,
mente podrá cubrir el mercado' sino de cuanto alcohol pueda necesitarse, obteniéndolo por
nacional, sino satisfacer am¬
plia exportación a otros países de Europa. destilación del que no se embarcase.
Variedades parecidas a la Sinensis son la Musa, paradisíaca En el Camerón ha visto el autor gigantescas plantaciones
y la M. sapientum, así como las llamadas banana de la plataníferas que, con 2.000plantas por hectárea, dan una pro¬
India,
capitán, Cayena, dátil, negra, morada claro y ducción de 50.000 kilogramos de fruto maduro, que en destila¬
rojiza, que tam¬
bién se dan admirablemente en ción producen 5.000 litros de alcohol.
Guinea, y son las que reúnen
mejores cualidades para su conversión en harina por la rigidez Las operaciones preliminares de la destilación del alcohol:
de su parte carnosa y la muy abundante proporción de fécula sacarificación del almidón, fermentación, destilación y rectifi¬
que contienen. cación, por ser manipulaciones harto delicadas para confiarlas
La fabricación de harina y fécula de a los indígenas, habrían de efectuarse en la
metrópoli, previa
plátano se ha exten¬
dido mucho de unos años a esta parte y lleva trazas de exten¬ desecación en los puntos de cosecha, lo que eliminaría todo
derse aún mucho más, tanto en América como en riesgo de alteración y cualquier posibilidad de incendio du¬
Europa.
Esa harina es blanca y muy rante la travesía.
aromática; su olor recuerda el
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La palmera del aceite Es indudable que la acción del indígena ha influido con¬
siderable si no totalmente en la formación de estos palmares
El aceite de la palmera es, sin duda, de las esencias más
llamados espontáneos, que se encuentran con mucha frecuen¬
preciadas producen en Africa occidental.
que se cia los calveros de los bosques. Es vieja costumbre del in¬
en
Esta palmera, Elaeis guineensis, hállase muy extendida
dígena la de hacer cada dos años un desmonte en la selva para
por la región costera; su mayor densidad aparece en el litoral
procurarse fincas, plantaciones de yuca, ñame y malanga.
y va decreciendo gradualmente hacia el interior. Puesto que
Prenden fuego a la madera derribada, y con ello queda el suelo
para su normal desarrollo y para que dé abundante fruto, al descubierto en muchos sitiosj
necesita una fuerte insolación, la palmera del aceite se en¬ A esos puntos despejados, sobre todo
a los constituidos por
cuentra muy rara vez en el bosque, donde, de la exa¬
a pesar
las fincas ya abandonadas, los vientos y las aves llevan semi¬
gerada altura que adquiere, nunca puede alcanzar la de los llas de la Elaeis, las cuales prenden al poco
tiempo y germinan
grandes árboles y queda siempre bajo su sombra; pero apa¬
espontánea y naturalmente.
rece tan pronto como en la selva se produce un claro, un cal¬
Aldesbosque sucede en seguida la maleza viviente en co¬
vero, y allí vegeta con bastante regularidad, y crece también
munidad con las palmeras, sin perjudicarlas gravemente, si
en los linderos, donde las condiciones le son más favorables.
bien esa maleza, que es una tupida manigua, provoca un cre¬
Pero si la Elaeis es una rareza en las grandes selvas, no es
cimiento muy rápido y exagerado del estipo de la palmera, que
lo mismo en terrenos incultos invadidos por la flora arbustiva se desarrolla largo y tan delgado, que se hace de todo
punto
y arborescente, o en el bosque secundario (conocido entre los impracticable la recolección del fruto.
indígenas con el nombre de Bokoro); en ellos, la palmera Es, pues, evidente que la fructificación de las palmeras en
surge mezclada entre otros árboles esenciales, en tanta abun¬ una plantación espaciada siempre es mucho más
regular y
dancia cuanto la maleza es menos elevada y menos densa. En
mucho más abundante que la de las palmeras salvajes, que se
cuanto se halla suficientemente soleada y despejada para la
desarrollan entre las malezas. En toda plantación, el terreno
fácil visita de los insectos fecundizadores, goza de una fructi¬ ha de estar siempre limpio y chapeado.
ficación magnífica.
Ahora bien; estos palmares silvestres jamás deben ser ex¬
La floración de la palmera de aceite es
mtíy curiosa e in- J?
teresante. |í >.¡¿\ / ' I J*
plotados ; cuantas demandas de concesión de palmeras espon¬ Produce por año una decena de racimos, corí peso de 5
táneas se han otorgado, han ido seguidas de un fracaso, pues
aJfO
kilogramos cada uno; primero aparece una inflorescencbf de
la explotación ha encontrado invencible resistencia por parte racimos machos, y a ella sucede la de upá serie de rafe irnos
de los indígenas a su recluta. Tales palmares espontáneos sólo
hembras, de manera que la fecundación js siempre ¿tuzada,
deben aprovecharse como almácigas para trasplantes abun¬
y, en gran parte, provocada por los pájaros y los invictos.
dantes y continuos. Cada racimo encierra de 800 a 3.000 frutos de la forma de
l,lí GUINEA ESPAÑOLA Y SUS RIQUEZAS 12
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una ciruela ventruda en la base. Estos frutos están constituí- una explotación racional sensata, deberá tener las palmeras
y
dos por un mesocarpio de pulpa amarillo-rojiza, sumamente a 8 X 8 metros, o sean 150 por
hectárea, y deberá recolectar,
rica en aceite, de donde se extrae el de palma; dentro posee por lo menos, 7.500 kilogramos de fruto bruto.
un endocarpio o hueso muy duro que contiene uno, dos o tres A razón deun 60 por 100 de
pulpa y de un 20 por 100 de
granos o almendras igualmente ricas en aceite, de donde la palmiste, serán 4.500 kilogramos de pulpa y 1.500 kilogra¬
industria europea extrae el llamado palmiste. mos de almendra.
Valorando, muy por bajo, en el 50 por 100
Como las espádices o racimos machos abren sus flores unas la dosis de aceite, la producción será de 2.250
kilogramos de
semanas antes que la floración femenina, aunque la palmera aceite de palma y 1.500 de palmiste,
que al precio corriente
Elaeis guinaense es planta monoica, fisiológicamente resulta de 1,50 y 1,00, respectivamente,
arroja un total de 4.875 pe¬
dioica, y la inflorescencia femenina es la más rica en aceite, setas.
sobre todo si ha sido fecundada por el polen de otras varieda¬ El experto ingeniero agrónomo D. Rafael
Cavestany, ha¬
des que, si bien menos ricas, también abundan en Africa. cendado en la Guinea Continental, nos hablaba
recientemente
Por esta circunstancia, en una explotación racional es in¬ de una palmera distinta la
Elaeis, oriunda de Yaunde, que
a
dispensable hacer intervenir la fecundación artificial, a fin de produce racimos de mucho mayor peso, hasta de 50 kilogra¬
conservar las variedades de gran rendimiento y aun para mos cada uno, y que, por
consiguiente, es de superior rendi¬
aumentar éste. El período de evolución de los racimos oscila miento al de la Elaeis guineense.
entre seis y siete meses, si bien en las palmeras jóvenes la
fructificación es más rápida y frecuente. Obsérvanse dos pe¬
ríodos propicios a la recolección: los meses de diciembre a fe¬ El "oro negro" o la riqueza del caucho
brero, ambos inclusive, y otro los de agosto y septiembre, en
que la cosecha siempre es algo menor. Hasta hace relativamente pocos
años, el caucho sólo estaba
Aunque es un poco difícil calcular con exactitud la pro¬ considerado como uno de tantos productos forestales de los
ducción de una palmera del aceite, pues en ella influyen de trópicos, sin importancia alguna, y no podía contársele, bajo
una manera poderosa las condiciones climatológicas y el cui¬ ningún concepto, producción agrícola.
como
dado con que se lleve la explotación, el promedio puede fijarse Se conocía en Europa desde
que, como muestra, lo traje¬
muy bien en unos 50 o 60 kilogramos, que con un cultivo es¬ ron de Sudamérica Jorge Juan
y Agustín Ulloa, al regreso de
merado puede todavía mejorarse, toda vez que semejante ren¬ la expedición científica de Condamine. Analizada
entonces por
dimiento ya lo obtienen los indígenas, a pesar de que efectúan los sabios aquella pasta negruzca de
origen vegetal, que go¬
la extracción del aceite por procedimientos muy rudimen¬ zaba de notable elasticidad y de la
propiedad de borrar las im¬
tarios. presiones del lápiz en el papel, devolviéndole su aspecto de
Una plantación que tienda a realizar el tipo ideal para nuevo, la Química la clasificó como un carburo de hidrógeno,
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con 0,925 de densidad, y hasta transcurrido siglo y medio distintos grupos de vegetales: de hierbas de
poderosa raigam¬
largo no se le llegaron a reconocer las infinitas aplicaciones bre que viven en las llanuras, caucho, que es el que principal¬
que podía tener. mente recolectan en Nigeria; lianas y bejucos del género Lan-
Hoy, pocas substancias habrá en el mundo cuyo consumo dolphia, Clitandra y Cwrpódinus, que pertenecen a diversas
por la industria haya seguido y continúe siguiendo una pro¬ especies y vegetan espontáneamente lo mismo en las llanuras
gresión ascendente tan vertiginosa como la que experimenta y praderas que en la selva y, finalmente, árboles como el Fon-
el caucho, que, en lo que va de siglo, ha contribuido tanto como tumia, los Ficus, los manisobas y otras varias especies del gé¬
el vapor y la electricidad a la renovación e inmenso progreso nero Swpium de los botánicos, localizadas en el bosque.
de distintas industrias, creando muchas nuevas y conquis¬ Otras muchas plantas, tales como las Castilloas (elástica,
tando puesto de máxima preeminencia entre las más ricas
un lactífera y australis), las euforbiáceas del género Micrandia
producciones agrícolas intertropicales. Puede asegurarse, sin y las apocináceas del Hancornia, dan un producto
parecido al
la menor exageración, que la prosperidad de un país actual¬ caucho, el hule; pero es muy inferior en calidad; así sucede
mente se afirma en razón directa de su consumo de caucho. con las yucas (Manihot glaziowi), que sangra el caucho Ceara.
La producción mundial es enorme (700 millones de kilo¬ El Ceara, importado de América, en algunas regiones
de
gramos en 1928); mas su demanda crece de día en día, por lo Africa ecuatorial va teniendo bastante éxito, porque se multi¬
que aun sigue siendo aprovechado el que, de muy inferior ca¬ plica con extraordinaria facilidad y mucha rapidez, siempre
lidad, suministran vegetales que se desarrollan espontáneos y que los animales, que de sus brotes son sumamente golosos,
sin cultivo, en estado silvestre, en los países muy cálidos. no ramoneen los retoños.
El inmenso desarrollo de las múltiples aplicaciones de la De todas especies citadas, la esencia más resistente es
esas
electricidad, el incremento formidable del automovilismo y los la Foritumia, que suministra una gran parte del caucho que
mil empleos que al caucho dan otras industrias muy importan¬ exportan la Costa de Marfil y el Alto Oubanghi, donde las
tes, aseguran a ese inestimable producto una demanda que plantaciones modernas que están bien cultivadas les producen
cada vez ha de ir en aumento, y éste únicamente podrá ser considerables rendimientos.
satisfecho con el auxilio dé la Agricultura, mediante cultivos El árbol
tipo, el reputado por rey de los árboles de caucho,
x-acionales y metodizados, no ya sólo para asegurar en el por¬ el que hasta hoy viene dando los mejores resultados por la ex¬
venir la producción cauchífera que exige tan gigantesca de¬ celente e insuperable calidad de su producto y por los menores
manda, sino, ante todo, para obtener una calidad más homo¬ gastos que originan su cultivo y su extracción, es el Hevea
génea de la que generalmente se presenta en muchos sitios al brasiliensis, especie, como su nombre ya indica, originaria del
mercado. Brasil.
El caucho mana en estado natural, en forma de líquido le¬ Ouro preto (oro negro) es el nombre que los brasileños dan
choso (látex), del tronco, de la corteza o de las raíces de tres a estariqueza del caucho, que es una de las más preciosas
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riquezas naturales del país, donde el Hevea se encuentra en suelos ricos, arcillosos más bien que arenosos y permanente¬
formidable opulencia, singularmente en todo el distrito del mente surtidos de humedad.
Amazonas. La temperatura que requiere iha de ser uniforme y no in¬
Su explotación ha ejercido allí tan extraordinaria fascina¬ ferior a 25 grados centígrados; lo esencial, como ya decimos,
ción en las clases rurales brasileñas y mejicanas, que dedi¬ es que sean sitios en donde la atmósfera esté constantemente
cándose a ella la
población de regiones enteras, la fiebre del saturada de humedad.
caucho ha causado casi tantos estragos como la del oro. La altura del terreno no metros.
deberá superar a los 400
Convencidos, con arraigada y vehemente fe, del grandioso Los indígenas de la Costa de Oro, deLagos de Benin co¬
y
porvenir que la explotación de esta gran riqueza del caucho menzaron, hace unos años, a hacer sus plantaciones con semi¬
puede tener, y de seguro ha de llegar a tenerlo en nuestra llas de Fontumia; pero las empresas europeas que reciente¬
hermosa Guinea, en cuanto ésta adquiera el ritmo que las mente vienen haciendo fincas nuevas, no utilizan sino el Hevea
demás colonias llevan, vamos a consignar algunas ideas gene¬ en sus semilleros y planteles. Esto mismo hemos observado
rales sobre este tentador cultivo, enumerando los métodos, personalmente que sucede ya en Nigeria, Camerón, Congo y
procedimientos y sistemas más modernos que se siguen y se Gafoón.
recomiendan para él, pues ese cultivo es hoy por hoy el prefe¬ En alturas que excedan de los 400 metros sobre el nivel del
rente tema de las más atentas experiencias y profundos estu¬
mar, son especies recomendables el Fontumia y mejor aún los
dios de la agronomía tropical de otras colonias, en todas y
Ficus, que son árboles más rústicos y resisten más bajas tem¬
cualquiera de ellas siempre más activa y previsora que en la peraturas.
nuestra, no poco afectada de ese endémico mal tan castiza¬ En Sao Thomé hemos visto que emplean mucho el Ficus en
mente español que se manifiesta en .pertinaces rutinas y con¬
los terrenos altos, y se nos ha asegurado que a los cinco años
tumaz apatía.
de plantados, estos árboles les rinden dos kilogramos de látex
Por las circunstancias que antes dejamos expuestas, el
coagulado.
Hevea es indudable y notoriamente la especie más recomenda¬
Los heves, sin embargo, superan a todos en rendimiento y
ble para las explotaciones cauohíferas que se hayan de acome¬
calidad; por aligo proviene de ellos más de la mitad del caucho
ter en nuestra colonia guinea, siempre, es claro, que las con¬
que se lanza al mercado mundial con el nombre de caucho del
diciones del terreno lo consientan, si bien es verdad que, lo
Para. En la isla de Ceylán, de pocos años a esta parte, se ha
mismo en Fernando Poo que en la zona continental, lo que
hecho tan común el cultivo del Hevea, que inmensas planta¬
abundan son terrenos propios para tales plantaciones.
ciones van reemplazando, cada día más, a las del té, y el cau¬
El sitio preferidomás adecuado para los heves son las
y
cho ha conquistado ya el segundo puesto después de ese otro
llanuras aluviales de los grandes ríos, en los pantanos, las
cultivo. i
vegas temporalmente inundadas y, en general, en todos los
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Este vegetal se propaga por semillas y por estacas; el pri¬ se limpiará cuidadosamente el tronco del árbol en la mitad de
mer sistema es el mejor. su superficie, o sea en una de caras, prooediéndose de
sus
El terreno para establecer una plantación ha de prepa¬ arriba hacia abajo, desde las ramas hasta el suelo, y con un
rarse exactamente lo mismo que si se tratase de hacer una machete muy afilado o con un formón de filo fino, procurando
finca de cacao o un cafetal. La distancia que se ha de observar mucho no herir el cambium o capa generadora del
leño ni a
es la de seis metros entre las hileras, y en éstas cuatro metros éste, se hacen en la superficie limpia y a una altura de 60 a 80
de planta a planta, lo que da un total de 400 árboles por hec¬ centímetros del suelo, dos incisiones en forma de ángulo
tárea. agudo, uno de cuyos lados ha de ser vertical, teniendo el otro
El semillero se hace también igual que para los cafetos y
una inclinación de 75 grados.
los cacaotales, colocando las semillas a 2 o 3 centímetros de Cada veinticuatro horas se renovará esta última incisión
profundidad en una tierra rica en humus y bien regada. (la línea oblicua), recortando de su borde superior una tenue
El trasplante se hace directamente del semillero al lugar tira de corteza en toda la extensión del primitivo corte, unos
definitivo de la plantación, y como no debe hacerse hasta que 20 a 25 centímetros. Todos los días serepite esta operación
los almácigos hayan alcanzado una altura de 50 centímetros, y siempre en la misma dirección y de la misma forma, du¬
poco más o menos, se hace preciso dejar una distancia de rante tres meses, al cabo de los cuales se tendrá descortezada
40 centímetros, aproximadamente, entre las semillas en las en forma de rombo una de las caras del árbol. Entonces se
hileras, y entre cada una de éstas la prudencial para poder repite desde el principio la operación en otra cara y, al cabo
circular sin dañar al plantel. de otros tres meses, en otra.
Con objeto de obtener trancos rectos y altos e impedir el Como el período de evolución en los Heveas es sólo de nue¬
desarrollo de malezas, es muy recomendable, al principio, sem¬ ve meses (pues durante el de cambio de hoja no deben ser-
brar a cortas distancias, a reserva de ralear más adelante la sangrados), cada incisión practicada en la forma que dejamos
plantación. descrita tiene un año justo de descanso, que es tiempo más
El Hevea crece con bastante rapidez, y al quinto año ya que suficiente para que se cicatrice enteramente.
presenta una altura de 15 y aun de 18 metros; a esa edad es Este novísimo sistema de incisiones ha venido a desterrar
cuando florece por primera vez y ya se puede empezar a san¬ todas las demás formas, incluso la de dobles incisiones en figu¬
grarlo. ra de V, con todos los vértices coincidentes en una línea ver¬
El método, preconizado como más racional, que ha de se¬ tical, diga nada del procedimiento de incisión en espiral
y no se
guirse para la extracción del caucho, método adoptado por ser alrededor del árbol, que era funestísimo para su vida, pues
el que evidentemente menos perjudica al árbol y parece ser estorbaba la circulación de la savia.
que más rendimientos da, es el siguiente: El látex que mana de las incisiones es más o menos fluido
Bien con un saco o con una envoltura de hojas de plátano, y abundante, según la época del año, seca o lluviosa, y también
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según la especie a que pertenezca el árbol y la edad de éste; y la lútea (euforbiáceas que son como la higueruela y las
a veces es tan espeso, que se coagula al solo contacto del aire, yucas). Cualquiera de ellas es muy recomendable para nues¬
formando pieles, más o menos gruesas, en la superficie de las tros territorios.
heridas.
Entiempo de seca, cuando el sol aparece despejado, esas Cultivo de la vainilla
pieles pueden arrancarse cada veinticuatro horas, después de
hecha la incisión, y de cada sangría se saca una tira de caucho La vainilla, dadas sus múltiples utilidades, es otro de los
limpio y de la más excelente calidad. Estas tiras se ponen en cultivos que debería ser objeto de explotación en nuestra colo¬
atados de 50 a 60 centímetros de largo y peso variable, y así nia, ya que todo su territorio, por sus cualidades en general,
es como se envían al mercado. es propicio a él. En otras partes de la zona tropical es una
En época de lluvias, el látex es ralo y mana en mayor magnífica fuente de muy estimables rendimientos.
abundancia y con ligereza de las incisiones, formando corriente No sólo se emplea la vainilla en las industrias chocolatera,
continua hasta la vasija colocada al pie de cada árbol. galletera y de bombones, sino que la repostería y la pastelería
En todas cuantas explotaciones cauehíferas dirigidas por hacen gran consumo de este aromático producto; la perfu¬
técnicos europeos hemos visto en colonias inglesas y francesas mería lo utiliza en la confección de elixires, jabones, cosmé¬
del litoral de Africa, hemos observado que en ellas se cuida ticos, extractos, etc., etc., y en Medicina tiene cien aplicacio¬
mucho la pureza del producto. A tal fin cubren las incisiones nes : como afrodisíaco para la adinamia, como estimulante del
y las vasijas o recipientes con un pequeño tejadito rústico, organismo en casos de postración general de fuerzas, para
hecho de ramajes y hojarasca, con lo que se evita que caigan tónico del aparato digestivo en las gastralgias indolentes, y
en el látex insectos y hojas. sus propiedades terapéuticas se consideran similares, si no
El rendimiento medio de los heves de 1.500 2.000 gra¬
es a
superiores, a las de la canela, la corteza de Winter, la nuez
mos de caucho por árbol; pero aunque sólo produjera un kilo¬ moscada, la cascarilla, el cálamo aromático y las cúrcumas.
gramo, el rendimiento sería suficientemente beneficioso y alta¬ Esta rica planta es una orquídea trepadora, esto es, para¬
mente remunerador. sitaria, cuya área de cultivo se extiende hasta los 800 o 1.000
Hay quien pretende que los Heveas soportan, sin resentir¬ metros de altura sobre el nivel del mar, y solamente requiere
se lo más mínimo, tres sangrías anuales, como las detalladas, mucha humedad, aire y sol.
durante veinte y veinticinco años; ipero aun no se ha compro¬ A los treinta meses de plantada da frutos: unas vainas
bado prácticamente en Africa. o cápsulas carnosas muy parecidas a un haba pequeña, de
Finalmente, y por terminar ya con este tema, se conocen unos 25 centímetros de longitud por uno de anchura, color
tres especies distintas de Heveas, pertenecientes a la misma verde durante su crecimiento, amarillo cuando maduros, y
familia botánica que la brasiliensis: la discolor, la pamíflora que se transforma en color de café cuanto están secos.
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árboles, no sólo para proporcionarse afianzamiento, sino jugos suplir la caprichosa deficiencia de la Naturaleza, practicando
que absorbe y por los que la vainilla muestra verdadera avidez.
la fecundación artificial, operación sencillísima que sólo re¬
El quid del cultivo de la vainilla estriba en que el agri¬ quiere delicadeza y, como antes decimos, un estudio profundo
cultor que la explote posea un conocimiento perfecto de la de la flor y un completo conocimiento de ella; alcanzado
esto,
estructura de la flor de esta planta, porque el buen éxito de la niños y mujeres pueden practicarla.
producción depende de ese conocimiento y de la delicadeza que lie aquí cómo se opera:
es preciso emplear en la fecundación artificial de sus flores. Con dos dedos de la mano izquierda tómase la flor por
Estas se presentan en racimos sobre el escapo que parte el pedúnculo o base, y con un pequeño estilete o punzón de
de la axila de las hojas grandes; son de color blanquecino, con madera o de marfil, que se lleva en la mano derecha, se des¬
fragante aroma; cada escapo o ej e suele tener de ocho a doce garra la membrana que, en forma de caperuza, envuelve la
flores y, por lo común, cada planta produce 200 racimos. antena del estambre, cuya envoltura impide la salida del polen
Consta la flor de dos partes: periantio o corola articulada que contiene. Desgarrada esa membrana con la punta del esti¬
al ovario, y ginostemo o columna de los órganos sexuales. lete, se separa el opérenlo que oculta el ovario y se levanta,
El periantio se compone de seis pétalos: tres externos, en lo posible, hasta ponerlo en contacto con la antena, a fin
largos, oblongos y abiertos, y tres internos, de los que dos son de que se le adhiera el polen.
Así efectuada esta sencilla operación, la flor de la vainilla
parecidos a los anteriores, pero algo más finos y con nova¬
ción longitudinal, y el tercero es oval y en parte soldado al queda fecundada.
ginostemo; en su extremo libre se enrosca en forma de capu¬ Cuando no sea fácil que antena y estigma se pongan en
cha, que protege el órgano sexual, y en su parte inferior pre¬ contacto, o el polen de aquélla no se fije bien en el ovario,
senta un apéndice piliforme que se supone sirva para auxiliar ello se favorece con uno de los dedos libres de la mano izquier¬
la fecundación. da, forzando suavemente el ginostemo columna de la antena,
o
El ginostemo constituye la columna en que se apoyan los que por lo general está inclinada hacia el órgano femenino,
órganos sexuales y está coronado por el masculino, formado y con la punta del estilete, previamente humedecida un poco
con los labios, se toma polen y se pone en, contacto con el estig-
por una depresión en la que se aloja una antena con dos ma-
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190 — —
191 —
ma, que inmediatamente lo recogerá, por estar recubierto de dar estas flores, pues la fructificación prematura puede aca¬
un jugo viscoso. rrear la muerte de la planta. A los treinta meses es cuando
se
Como la flor no suele vivir más de un día, es preciso debe comenzar a fecundar las flores y
apro¬ desde ese tiempo nece¬
vecharlo bien; pero sépase que una sola persona puede fecun¬ sita dos podas: una tendente a la vida de la
planta, y otra en¬
dar hasta mil flores; las horas más propicias para efectuar la caminada al número y calidad de sus
frutos; la primera se
operación son las primeras de la mañana, de seis a nueve o practicará después de cuajada la floración, cuando comienzan
diez, y la caída de la tarde, de cuatro y media a seis. las vainas a formarse, y la otra después de la
recolección, no
Tres días después de realizada la fecundación, la corola de dejando que las ramificaciones tengan un largo superior a 30
la flor ya se habrá desprendido y aparece el ovario abultado, o 40 metros.
siguiendo después en desarrollo progresivo hasta adquirir, por Dos meses después de la fecundación, las vainas
que ya han
fin, la forma del fruto, que cuando está próximo a alcanzar adquirido~su máxima largura se dejarán madurando en la
su madurez exhala un intenso aroma y gotea un aceite balsᬠplanta cuatro o cinco meses todavía, hasta que empiezan a per¬
mico muy oloroso que se confunde con la esencia de vainilla. der el color verde y a ponerse
amarillas; entonces se cortan
El fruto contiene semillas, pero son estériles y la repro¬ con la uña o con tijeras por
debajo del pedúnculo, que deberá
ducción de esta planta ha de hacerse, forzosamente, por es¬ dejársele unido a ellas.
quejes o trozos de tallo que tengan tres o cuatro ojos o yemas, Para la desecación del fruto se siguen indistintamente tres
plantándolos, casi tendidos, en viveros, en hoyos de poca pro¬ procedimientos: el sol, el escaldado con agua hirviendo o la
fundidad, pero conservando fuera, al aire, un extremo, distan¬ estufa o secadero a la temperatura de 75".
ciados cada plantel 15 o 20 centímetros uno de otro. Enuna hectárea se deben
plantar de 4.000 a 5.000 matas,
El vivero deberá regarse frecuentemente hasta que se rea¬ cuyorendimiento oscila entre 100 y 150 kilogramos de vainilla
lice el trasplante, que se hará al principio de la época de llu¬ preparada, que al precio corriente de 30 a 40 pesetas kilo, que
vias, removiendo la tierra del almácigo antes de des¬ es como se cotiza este producto en
un poco Barcelona, representa un
prenderlo para colocarlo en su lugar definitivo, donde se le do¬ rendimiento considerable.
tará de su correspondiente tutor, de un metro de largo, para Con ser este cultivo tan delicado por lo
minucioso, pocos
que a él se vaya enroscando el tallo. hay tan atractivos. Nosotros lo consideramos indicadísimo
Más adelante, y cuando la planta haya alcanzado un pru¬ para pequeños agricultores que, en posesión de un mediano
dencial crecimiento, se construirá un emparrado de cañas o capital, puedan esperar los cuatro años que tarda la primera
madera, en forma de galería, para guiar la planta en la direc¬ cosecha.
ción que se quiera y en la forma que convenga.
La vainilla tarda en fructificar dos años y medio; florece a
los diez y ocho meses de plantada; pero es imprudente fecun¬
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192 —
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193 —
trasplante al terreno definitivo, y que se tendrá previamente con una llave o grifo de salida de
aguas, grifo que se colo¬
bien chapeado; en cada hoyo se plantan cuatro o cinco matas cará en la pared intermedia con el
segundo estanque, el cual
estará nivel algo más bajo que el anterior
juntas; los hoyos deben estar separados medio metro por me¬
en
y tendrá 1,30
metros cúbicos,
dio. En una hectárea entran 40.000 plantas. con el fondo un poco en
declive, y tres llaves
El aspecto de una plantación de añil al mes de hecha la de desagüe: una en el fondo, en comunicación con el
tercero
replantación es precioso y vistosísimo, pues las matas al cre¬ y último estanque, y las otras dos en una cara
lateral, 25 cen¬
cer se extienden hasta ponerse en contacto unos grupos con tímetros encima una de la otra.
El tercer
otros. La plantación florece a los ochenta o noventa días. estanque debe tener medio metro en sus tres di¬
Este es precisamente el momento de la siega, mas para cer¬ mensiones y poseerá también tres
llaves: una al fondo y las
ciorarse con certeza si la planta se halla en sazón para su cor¬ otras una en cada tercio de altura.
El revestimiento interior de estos
te, se debe hacer una prueba: se corta un tallo, y si aparece estanques puede muy
una gota del jugo de la savia, es que ya está en su punto.
bien ser de cemento.
Para la siega deberán elegirse días despejados en que no En el primer
estanque, llamado macerador, las plantas se¬
haya temor a lluvia, pues si se moja la planta segada pierde gadas se tienden en el fondo, en
contacto, pero sin apretar¬
gran parte de sus principios colorantes. Por lo demás, la siega
las,, formando lecho hasta la mitad de la altura del
estanque,
se hace en todo lo mismo que la de los cereales, con hoces y
a que se empotrarán en los paramentos unos cuartones de
formando pequeños haces, si bien procurando mucho no re¬ teka, que es madera imputrescible y anegadiza
que abunda en
el país, con escopladuras
mover las raíces, pues de ellas han de brotar sucesivas cose¬ que permitan sujetar unos listones
que, pesando nuevamente sobre el
chas, ya que la planta vive varios años. ramaje en maceración, im¬
A medida que se forman las gavillas, se atan con un beju¬ pedirá que flote luego.
Así cargado el
co y se transportan a un almacén, donde se colocarán en pie macerador, se dará entrada al agua, que
deberá
y apoyadas en la pared o en unos listones colocados al efecto
limpia. Las plantas están doce horas en macera¬
ser
de aguas.
ra parte de la manipulación, por lo que se abrirá el
grifo
para que el líquido
El primero de estos estanques habrá de tener cuatro me¬ pase al segundo estanque.
Este llama "batidor" porque,
tros de lado, o sea, un cuadrado, por medio de profundidad, se
ya en él las aguas en
—
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fermento, sehabrán de agitar fuertemente a fin de que el oxí¬ con cogedores de madera y se echa en recipientes
de madera
geno y la luz produzcan la oportuna reacción, coloreándolas. que tengan puesta en la boca una tela metálica
algún tanto
Para facilitar esa operación se emplea una rueda de pale¬ clara, un cedazo no muy tupido que dé
paso al añil y retenga
tas, con un eje cuyos muñones descansan en dos soportes fijos cualquier impureza que pudiera traer.
a los muros del estanque; se pone en rotación por medio de De esos recipientes se
pasa a otros filtrándolo con un lienzo
un manubrio. que después se pondrá a secar,
suspendiéndolo por sus cuatro
El batido dura media hora, siendo señal de suficiencia el extremos en el
secadero, constituido por una serie de pies
momento en que se adviertan matices tornasolados en el derechos clavados en tierra, a los
que se atan hilos puestos en
líquido. Como prueba, aun de mayor exactitud, se tomará un las puntas de los paños.
poco de él en un vaso de cristal y luego en éste se verterá la Operación final es la del moldeado, cuando el añil
está ya
mitad de su volumen de agua de cal; si instantáneamente los bien seco, "echándolo en tableros muy limpios. Se
extiende, se
glóbulos del añil se precipitan en el fondo, quedando el líquido comprime y se corta en barras, pastillas o cualquier otra for¬
de color granate, la operación del batido está terminada y se ma, para todo lo cual hay máquinas exprofeso y que cuestan
incorpora entonces al total del contenido en el estanque una muy poco, porque son muy sencillas.
solución de agua de cal, con la que se obtendrá la precipita¬ En cuanto al rendimiento
que produce el cultivo del añil,
ción del añil al fondo, i dedúzcase de los siguientes datos:
Conseguido esto, que habrá quedado tinto en granate, se Como ya dijimos, en una hectárea de
terreno deben sem¬
decanta por medio de las tres llaves de desagüe que lleva el brarse 40.000 matas; cada
grupo rinde de 50 a 60 gramos
batidor; primero se abre la más alta de las dos laterales, que de color; en cada corte o
siega, de las tres que se le dan
vierte el agua a una reguera hecha al exterior; luego se abre anualmente, se obtiene, como mínimo, 2.000 kilogramos de
la segunda llave, que deberá ir provista de un filtro hecho con añil por hectárea cada
en
recolección, o sea 6.000 kilogramos
un trozo de lienzo cualquiera, para evitar la pérdida, por al año, que al precio de cotización corriente en el
mercado, de
escape, de partículas de añil, y, finalmente, se abrirá el tercer 2,20 a 3,10 pesetas kilo, da un producto de 13.200 a
18.600
grifo, que deberá ser el más grueso, dando paso al añil al pesetas; rendimiento que no lo da el cacao, cuyo cultivo re¬
tercero y último estanque. quiere mayor mano de obra.
Este estanque o depósito, llamado "diablillo", tiene por
objeto ir quitándole al añil, después de bien posado en el fon¬ Otras reservas de orden 'práctico
do, las aguas de locción residuales del batidor, las que se
evacuarán por los grifos o espitas del depósito, y ya posado Proseguir reseñando al detalle y una por una todas las
el añil, libre de las aguas, un tanto flúido y con su hermoso demás reservas de orden práctico existentes en la
Guinea,
color azul purpúreo con irisaciones metálicas, se va sacando merecedoras y susceptibles de ser explotadas con éxito
posi-
—
198 —
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199 —
tivo, sería materia interesante; mas por ser larga su serie, que en las Antillas, en las Bahamas, Jamaica, La Antigua y
otras ¡islas de las Indias occidentales la
ocuparía excesiva extensión. exportan en cantida¬
Durante los nueve años quehemos vivido en aquellas fera¬ des, cada vez mayores, para el abastecimiento de los merca¬
tierras dos de Europa y los Estados Unidos;
ces tropicales, siempre combatimos con ardimiento y que su cultivo objetoes
con tesón lo que, a nuestro modesto, pero muy leal saber y
de una próspera industria, y que no existe razón
alguna que
se oponga a que la Guinea
entender, juzgamos que constituyó el gran error de nuestros española entre en competencia con
colonos agricultores de Fernando Poo, quienes, obsesionados las primeras de este comercio, cuando tan
lucidamente puede
con el cacao, concretaron toda su atención y todos sus afanes rivalizar.
en ese único cultivo, mezquino horizonte que, hasta como
—
perenne.
El ramio o Bohemeria nivea, también denominada orti¬
dinas, casi todos ellos agricultores per accidens e improvisa¬
—
el cacao) y, sin embargo, nadie la cultiva con vistas a una miento para la fabricación de saquerío, cordajes, esteras,
explotación formal. Aquellos agricultores no ven, sin duda, toldos, telas de embalaje, etc.
—
200 —
—
201 —
Finalmente, una gran diversidad de especies textiles, que, como'el anterior, abunda mucho en nuestros territorios
como la sanseviera, la triunfeta, la uvema, la sida y las y viene siendo desdeñado, aunque es de gran utilidad.
hibicus, ninguna de cuyas especies ha llegado todavía a ser Su madera, de corazón rojo moreno
obscuro, es muy den¬
cultivada ni aprovechada en nuestra colonia, siendo así que sa y muy apreciada
para ebanistería fina y para marquete¬
su papel, como fuente de producción en el orden de materias ría, porque puede dársele un hermoso pulimento. También se
primas para las industrias textiles, podría ser considerable, emplea en farmacia como astringente, mas su
principal uso
como lo es en otras partes donde la mano de obra es bastante es como tinte, en particular para lanas, zarazas, paños y el
más costosa que en Guinea. Sabemos, y en honor a la verdad negro sedoso de Jos sombreros de castor fieltro.
y
Es árbol deprimido
hemos de proclamarlo, que únicamente el abacá comienza a y de copa muy ancha; pocas veces al¬
ser cultivado un poco en el distrito de Concepción (Fernando canza más de 12 metros de altura
tronco, que es fajeado
y su
Poo), pero aun no hemos visto allí la maquinaria que la desfi- longitudinalmente y por lo común torcido, tiene un diámetro
bración de esta textil precisa. máximo de 50 centímetros, cubierto, así como las
ramas, con
—
En otra clase de substancias o productos vegetales, la una corteza blanquecina.
abundancia es grande, pero la indiferencia de aquellos colonos Para la exportación y la industria se aprovecha hasta las
no es menor. raíces de este árbol, del que se extrae una substancia roja lla¬
Así, el moscabo o Myrística fragrans es el árbol que pro¬ mada hematoxiliana o hematina, que bajo la acción de los
duce la nuez moscada, y abunda tanto en la colonia, singu¬ ácidos adquiere un color rojo vivísimo
y mezclada con los ál¬
larmente en la zona continental, que, a decir de la gente del calis se torna azul y es inalterable.
bosque, su fruto constituye el alimento predilecto de los
—
El
ricino, que brota silvestre y por doquier en islas
gorilas. y Continente, sin que nadie le preste atención, es otro de los
Arbol doico, en uno se producen solamente las flores de productos que bien la mereciera, pues harto sabido es que el
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202 —
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203 —
143
>
)
)
total, 22 toros.
53 \
>
)
total, 436 vacas.
—
La ganadería, en fin, es otra de tantas explotaciones
Total cabezas de ganado 1.014
que en nuestra colonia tienen buen porvenir, pues ciertos Caballas:
terrenos ofrecen excelentes condiciones naturales para ello.
Machos ' 16) total, 34 cabezas, con
Preciso y de justicia es mencionar el magnífico potrero un sobcr-
Hembrns 19) bio semental de Domecq.
que en el delicioso valle de Moka, a 1.200 metros de altura,
mandó crear en 1903 a sus expensas el benemérito patricio Lanas:
desde unos cientos de metros, en algunas partes, a muchos brutal desorden del inextricable
enmarañamiento de la na¬
kilómetros en otras,el centro de esas zonas así delimi¬
y que turalezavirgen, tejido con malezas, lianas, espinas, troncos
tadas se compone, en aquéllas, de pequeñas manchas, y en las de árboles caídos, yedras, hortigas y
sarmientos entremezcla¬
segundas, de grandes sembrados o densas formaciones fo¬ dos con zarzas, heléchos y
abrojos, todo en torbellino tal, que
restales. el bosque, visto desde cualquier
punto que se le mire, semeja
Las laderas de los montes, en general, son selvas, siendo un inmenso tapiz de
hojas y ramajes, a cuyo través nada
pocas las que sólo se hallan cubiertas de breñales y heléchos. puede distinguirse en aquel desbordamiento de vegetación.
Las especies de que están constituidas aquellas agrupacio¬ Las regiones del territorio nuestro en
que más densas for¬
nes arbóreas son tan variadas y numerosas, que ni su clasi¬ maciones forestales se encuentran son: toda la zona
oriental
ficación ha sido aún hecha, ni son en su mayor parte cono¬ y gran parte de la central. En las cercanías de
Evinayón hay
cidas. una extensa cadena
montañosa, cuyas laderas son apretados
Los estudios hasta el día efectuados en el Gabón francés bosques, en lospredominan el ébano, las caobas, el akoga
que
(territorio hermano de los nuestros) por M. Chevalier y por y las ukolas, invadiendo este tupido boscaje toda la
región
el comandante Bertin, prestigiosos ingenieros de Montes, se¬ hasta más allá de N'Tun, siendo curioso de observar
que al lle¬
ñalan hasta 150 especies forestales diferentes, sin que tal ci¬ gar al Bimbibi, río tributario del Alto Benito, la
vegetación
fra suponga, ni mucho menos, un inventario completo. cambia de pronto y radicalmente, y cesando
por completo
Por observaciones que personalmente hemos hecho en unas especies, el okumen es una de ellas, surgen otros árbo¬
nuestra zona, podemos consignar que el reparto de cada una les, no menos corpulentos, de maderas duras y semiduras que
de esas especies no es uniforme, sino que, por el contrario, es probablemente todavía no se han exportado nunca a Europa.
muy variable; por ejemplo: el okuirie, aun siendo como es Esto, que parecerá extraño, tiene su explicación; aunque
una especie forestal invasora, tan pronto se encuentra en ro¬ la madera de Guinea fué siempre la riqueza
que más codicias
dales y grandes manchas muy extensas, como es preciso re¬ estimuló, singularmente de los extranjeros al ver nuestro
correr larguísimos trayectos hasta volver a encontrar más territorio en completo abandono, en sus explotaciones se cir¬
ejemplares de la misma especie. cunscribieron a los macizos forestales inmediatos o muy pró¬
Lo mismo ocurre con las tekas, con ukolas, el ébano y la ximos a los grandes ríos, los afluentes del Muni y el Benito
yamanguila; bien es verdad que averiguar o calcular aproxi¬ sobre todo.
madamente a simple vista el número de árboles maderables Durante años y más años, desde antes de la gran guerra
y
por hectárea, es cosa muy difícil, si no imposible, pues, a más después de ella, hasta fines del 926 se estuvo talando en esos
de que varía mucho, pasando de cinco y seis en algunos si¬ bosques cercanos a las vías fluviales sin la menor considera¬
tios, a 60 y hasta 80 en otros, dentro del bosque la perspec¬ ción, sin método ni regla, sin el más leve reparo, de una ma¬
tiva y el radio visual están siempre muy limitados por el nera inicua y en forma
despiadada; árboles seculares y árboles
" "
, *
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208 — —
209 —
jóvenes cayeron a millares y millares al golpe de ¡hacha cruel Ese futuro centro de experiencias y
estudios, que tan nece¬
de los negociantes madereros a comisión de Hamburgo, que, sario es para defender la
riqueza forestal de Guinea y sujetar
ganosos de abreviar tiempo y trabajo, por fortuna no llegaron su aprovechamiento a prudentes reglas que garanticen su
a explorar el Alto Benito, en el interior, que es donde más conservación mediante el replanteo
obligatorio, a lo que pare¬
espléndida y abundante se presenta la riqueza forestal. ce, dependerá, o por lo menos, estará en contacto
y estrecha
La utilización de ese venero en la industria metropolitana relación con el Servicio Agronómico-botánico de la
colonia y
en un día seguramente no lejano, ha de alcanzar una impor¬ con el Instituto de Experiencias
agronómicas e investigacio¬
tancia excepcional para el porvenir económico de la nación. nes forestales de la Península.
Insuficientemente dotada nuestra Península de bosques Una de sus primeras y urgentes tareas debe ser la clasifi¬
para producir la madera indispensable a sus necesidades nor¬ cación de las diversas maderas
coloniales, cuya gama es tan
males, hoy viene pagando al extranjero un pesado tributo extensa, -que aun son desconocidas en su gran parte. La
anual por su suministro, tributo que no baja de 165 millones siguiente relación, entresacada de nuestros apuntes tomados
de pesetas. sobre el terreno, dará una
pequeña idea de ellas:
Para salvaguardar nuestra ya harto menguada existencia
Nombre indígena Nombre botánico
forestal en la metrópoli y librarnos de ese oneroso concurso
extranjero, redimiendo a nuestra patria del vasallaje que Abóme Berlinia especial.
Akuó Indefinida.
supone la importación maderera que de fuera nos viene en
Alep Desbordesia esp.
proporciones tan alarmantes, debemos dirigirnos a nuestra Angueuk Ongokea Klaineana.
colonia; aquellos ricos bosques de Guinea bien pueden surtir Arbol del pan Artocarpus incisa e integlifolia.
de la madera que, cada día, va haciéndose una de las materias Assas Bridelia especiosa.
primas más indispensables. Atanga Pachylobus edulis.
Estimándolo así, la autoridad que actualmente y con todo Avedire Turreanthus africanus.
Azobé Lopira prócera.
acierto rige los destinos coloniales, tiene en proyecto crear, a
Bahía Mitragyn macrophylla.
la mayor brevedad posible, un centro oficial de experiencias y
Balinga Sacocéfalus trillessi.
estudios forestales, ampliamente dotado de laboratorios, ma¬ Boango Aviscennia nítida.
terial, personal especializado y jardines de ensayo y experi¬ Bobay Afzelia africana.
Bokoka Indefinida.
mentación, ipues el estudio previo y la divulgación después de
Bokombolo Piptademia
las especies madereras que en nuestro territorio hay, clasifi¬
Bómbala
esp/^
Dialium macránthum.
cándolas según su distribución, situación, extensión, utilidad,
Bonguele Sterculia oblonga.
aplicaciones, etc., etc., es un trabajo indispensable para fundar Boppé Carapa microcórpa.
sobre él un régimen técnico de explotación forestal. Bossippi Oxitingma mahií.
LA GUINEA ESPAÑOLA Y SUS RIQUEZAS 14
/
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210 — —
211 —
Berlinia esp. 01 óm
Essoulé Fagara microphylla.
Essoum Secrodophlus zenqueri. Olonvogo Sorindeia ochrácea.
Klainedoxa latifolia. Onzabdli
Eveussé Antrocaryon klaineanum.
Evino Vitex pachilla. Ossimiale Piptademia esp.
Ranwolfia esp. Ossoko
Ewoni Scyphocephalium ochocoa.
Eyec
Indefinida. Ossongo Anthostema aubryanum.
Terminaba altissima. Ovala
Fiaké Pentaclethra macrophylla.
Gutta Haronga paniculata y Gascinia. Ovanda Panda oleosa.
Ilang-ilang ...
Cananga odorata. Ovoga Poga oleosa.
Uomba Pycanthus Kombo. Oyembome
Strombosiopsis tetrandra.
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212 —
—
213 —
Nombre fndigenft Nombro botánico y Kogo —adonde jamás fueron nuestros barcos—
para re¬
cogerlas y embarcarlas, a comisión, por cuenta de
los alma¬
Ozigo Pachylobus buttneri. cenistas de Hamburgo y
Amsterdam; nunca en compra firme.
Ozonga Saccoglottis. Los
Palmera de aceite .... Eloeis guineensis y div. embarques siempre fueron grandes, mas los benefi¬
cios para nuestros exportadores
Palo-hierro Mimusops y Mesua férrea. siempre fueron exiguos,
Palo-rojo Pterocarpus, Soyauxi y Santolium. cuando no resultaron nulos
y muchas veces ruinosos, pues el
Pimienta Piper nigrum, Xylopia cethiopica y flete extranjero casi sólo aseguraba los
Amonum. transportes, y las li¬
quidaciones que, a los cuatro o los seis meses, remitían los
Plindja Hylodendron. agentes intermediarios desde el mercado,
Quina Cinchona succirubra y officinalis. mente mezquinas, fuertemente usurarias.
eran caprichosa¬
Rikio Uapaca esp.
Roñé Indefinida. Carentes de organización y método aquellas
primeras em¬
Romier Borassus flabelifer. presas (¡ !); sin base, exentas de toda cohesión entre sí, en¬
Sagne Corynanthe brachythyrsus. tregadas a ciegas y de ingenua buena fe a una caterva de
Samba o Ayús Triptoction selcroxylon. comisionistas y agentes poco
o nada escrupulosos, que bas¬
Sousinia Indefinida.
Talí Erythrophleum. tardeaban, trampeando en todo momento, el libre juego de la
Tecka Tectona grandis. ley económica de la oferta y la demanda, no era posible
que
Tsoumbu Piptandenia esp. las explotaciones acometidas
consiguiesen la estabilización co¬
Tulipier Spathodea campanulatta. mercial e industrial necesaria
para desenvolverse, asegurán¬
Utúm Ficus lútea. doles el porvenir que en derecho,
Yohimibina Corynanthe yohimbé. bien organizadas, debían
esperar.
Hasta que una empresa verdad, seriamente constituida y
Las explotaciones madereras montada, apartándose diametralmente de aquel rancio y rui¬
noso sistema seguido por todos hasta entonces, vino a des¬
cubrir el amplio horizonte que
El hecho de que las explotaciones forestales no hayan al¬ hoy ya disfruta el negocio fo¬
restal en la colonia.
canzado más intensidad, mayor importancia y lucido des¬
Fué tal
arrollo en nuestra colonia hasta el presente, existiendo en ella empresa una entidad netamente española, la
tal riqueza, es debido a diversas causas y tiene fácil expli¬ "Socogui", que instalándose en Cabo San Juan con toda clase
de modernos elementos, inspirada
cación. los más novísimos
en
Hasta 1926, Alemania y Holanda eran las únicas consu¬ principóos progresivos y racionales basados en sólidos y
científicos cimientos industriales, con visión clara
midoras de las maderas de Guinea, y las únicas también que y certera
del asunto, comenzó a
periódicamente enviaban sus buques a Benito, Cabo San Juan trabajar para introducir su exporta-
—
214 —
—-
215 —
En esta
explotación forestal trabajaban hace unos pocos
ción en el mercado peninsular, cuyas puertas permanecían,
meses 37
españoles y 394 indígenas y estaba concluida la for¬
por sistema, herméticamente cerradas a las maderas de Gui¬
mación de dos poblados pámues en las cercanías del río Bika-
nea, aunque esas mismas maderas repudiadas las pagase lue¬
la, centro de la explotación. Actualmente se construyen cami¬
go a muy alto precio reexpedidas desde Holanda y Alemania.
nos de seis metros de anchura, de gran interés
Aspera y dura fué la lucha; hubo que derribar murallas general y que
facilitan extraordinariamente las comunicaciones dentro y
de rutina y abatir fortalezas de berroqueñas prejuicios; mas
fuera de la extensa concesión.
la constancia y el noble tesón — tesón baturro —de la aludi¬
Por compromiso adquirido por la Sociedad
da empresa zaragozana "Socogui", triunfaron, como no podía "Izaguirre y
ser por menos que triunfasen; las maderas coloniales fueron
Compañía" con el Estado, aquélla está obligada a exportar
un mínimo de 8.000 toneladas de madera cada de los dos
ensayadas, la industria metropolitana las fué conociendo poco uno
216 —
—
217 —
cesidades de las tribus indígenas enclavadas en la conce¬ dio de nueve a once toneladas de madera por árbol.
Su densidad o específico oscila, según las clases, en¬
sión, reservando a tal fin, por lo menos, dos hectáreas por peso
tre 550 y 600; su grano es transversal y
indígena. i los rayos medulares
Concesión de 3.700 hectáreas junto al río Benito, a don aparecen fuertemente señalados y, aunque no
equidistantes,
Raimundo 'Gamboa y Aurecoechea, para explotación de los
son paralelos entre sí.
Su color es el de salmón pálido y presenta generalmente
cultivos de algodón, abacá, ramio, caucho, palmeras de acei¬
dos tonos; uno algo obscuro, parecido al de las caobas africa¬
te, café y té, durante cincuenta años.
Concesión de 5.000 hectáreas junto al río Ekoki (¡ !), para nas, tales eomo Lagos, Gran Bassam, Lahon, etc., con las que
se confunde
los mismos cultivos y en igualdad de condiciones, a don Fran¬ fácilmente, y otro más claro y rojizo; tonos
cisco Vives y Camino. que le hacen muy agradable a la vista; es blanda y ligera de
Concesiones de 300 y 400 hectáreas a D. Rafael Cavesta- peso, pero al propio tiempo muy resistente y muy fuerte.
Todo tinte perjudica al okume, restándole belleza; única¬
ny y D. Ignacio Herrero, respectivamente, y diversas más
mente mejora de una manera sensible el tono de esta madera
otorgadas por la Dirección General de Colonias en lo que va
un ligero pulimento con cera o barniz incoloro.
del presente año, en que las peticiones de terrenos en el Con¬
tinente se han intensificado de una manera grande. La primera vez que se conoció el okume en Europa fué
La tendencia preferente que guía a la mayor parte de hace cuarenta y cinco años. Lo dió a conocer un catálogo pu¬
estas empresas, más aún que la de los cultivos para mañana, blicado en ocasión de la Exposición de Amberes de 1885, y a
los pocos años se popularizó merced a sus excelentes caracte¬
es, desgraciadamente, la inmediata y más intensiva explota¬
ción del ofeume. rísticas y a su económico precio.
Como dato que indica la calurosa acogida que obtuvo en
El "okume", creador de una gran industria cuanto fué conocida esta madera, basta consignar que en el
año 1902, solamente Alemania importó por el puerto de Ham-
El okume de los balengues, llamado angumá por los pá- burgo 1.200 toneladas procedentes del Gabón y de la Guinea
mues, es la madera de Guinea que más inmediato porvenir española, llegando en 1911 a 70.000 toneladas, cifra que des¬
se ha abierto, pues enpoquísimo tiempo se ha impuesto ad¬ pués de la guerra ha ido creciendo de tal manera que en el
año 1928 llegó a 500.000 toneladas, alcanzando una cotiza¬
quiriendo en el mercado de nuestra industria carta de natura¬
ción media de siete y ocho libras esterlinas la tonelada.
leza y enorme reputación.
El árbol de okume presenta, anteriormente
¡Su nombre botánico es Boswelia-Klaineana, y es muy si- se com ya he-
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mos dicho, en manchas, a veces en rodales, y se encuentra y cada día extensión. Basta examinar cualquier
en mayor
con granprofusión en todos nuestros bosques continentales, mueble moderno de nuestras casas y notaremos que esa ma¬
singularmente en las zonas SE., E. y NE., así como en toda dera ha intervenido en una buena parte de la construción y
la cuenca del Benito. que toda la que pudiéramos llamar decorativa, es a base de
El okume, que es sencillamente caobilla excelente,
una chapas de maderas finas; pues bien, la mayoría de ellas tam¬
puede emplearse, y ya se hace así, para reemplazar en ebanis¬ bién proceden de nuestra Guinea, aunque, por desgracia, no
tería a todas las demás maderas que entran en esa clasifica¬ siempre importadas directamente.
ción. En Alemania la usan en substitución del cedro de la La Un fuerte valladar de necios prejuicios y una gran ba¬
Habana para la fabricación de cajas de cigarros, y lo mismo rrera de absurda rutina han venido oponiéndose hasta hace
que en. Francia, Inglaterra y Jos Estados Unidos para inte¬ un par de años a la aceptación del oíanme en trozas. La in¬
rior de muebles, empandados de casas, decorados, cielos ra¬ dustria prefería ser feudataria del mercado de Hamburgo, que
sos, y, en general, para todos aquellos empleos en que se re¬ la exportaba ya laminada, pero a altos precios, a no traba¬
quiere una madera económica que tenga buenos anchos y po¬ jarla aquí, so pretexto de que su fibra, a veces lanosa, la ha¬
cos defectos. cía imposible o muy difícil de aserrar. No obstante, con sie¬
Míster Alexandre Lr. Howard, en su notable Manual of rras especiales de producción
lenta, el okume se prepara a la
the Timbers of the World, dice: perfección y además se presta admirablemente a ser taladra¬
"La industria automovilista y todos los astilleros emplean do y no ofrece dificultad alguna al cepillo.
ya el okume; éstos substituir al pino en Jas armaduras e
para Hoy se ha popularizado ya esta madera y va eliminando
interiores de los buques. Los escaparates de uno de los más a la tabla de Francia; se usa en los interiores de muebles de
importantes almacenes de Nueva York están decorados con satén, roble y haya, y reconocida por todos, al fin, como la
esa. madera que, no sólo da a las vitrinas un tono claro y ale¬ madera de más valor de cuantas en el mundo existen con re¬
gre, sino que produce magnífico efecto como retablo para la lación a su precio1, se vanmontando importantes y grandes
exposición de confecciones." fábricas de tableros chapeados, contrachapeados y laminados
Todos los modernos trasatlánticos alemanes de las Woer- por el sistema de rotación, exclusivamente a base del okume
mann Linie, Deutsche-Ost-Africa-Linie, Hamburg - Breme-
- de Guinea.
Africa-Linie y Africa-Dienst, así como los magníficos y noví¬ La producción de estas fábricas, instaladas unas en Va¬
simos paquebotes portugueses que hacen el servicio regular lencia, otras en Barcelona y en el Norte, constituye la última
de Lisboa a la Loanda y Lorenzo-Márquez, tienen el decorado palabra de la técnica y bien puede parangonarse con la mejor
de sus lujosos interiores a base única de grandes planchas del mundo.
bruñidas de madera de okume. En Deusto (Bilbao) funciona desde el año pasado una gran
También en España se usa mucho el okume en ebanistería fábrica de éstas, "La Aeronáutica", y ya produce diariamen-
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y siendo tan espléndido el alborear de esta nueva industria, vidades privadas nacionales, excitándolas a participar en la
ello hace vislumbrar la posibilidad de ganar un día el mercado amplia obra colonizadora iniciada en nuestras posesiones de
extranjero, ya que el okume, primordial materia de esta mo¬ Guinea, feraces territorios ya puestos en condiciones de prác¬
derna manufactura, sólo se encuentra en los territorios es¬ tica y provechosa explotación, y con los más radiantes y di¬
pañoles de Guinea y muy poco en el Gabón francés. latados horizontes abiertos a su porvenir.
El okume se exporta en troncos al natural, redondos, sin Es preciso cultivar en España el sentimiento colonial con
escuadrar, en trozas de 4,20 a 6 metros, para ser laminado, tenaz y nimio esmero, como elemento moral de eficiencia irre¬
en fábrica, por una máquina desenrolladora a tomo, que
cusable, como factor de fértil realidad en todo empeño enca¬
corta la chapa del tronco en una lámina sin fin, en una su¬ minado al desarrollo de las fuerzas vivas del país, encauzán¬
perficie perfectamente lisa y sin solución de continuidad, con¬ dolas y exaltándolas a su más alta potencia de fecundidad.
forme a los métodos de la más novísima técnica. Este admi¬ El mensaje supremo de esta obra, inspirada por el patrio
rable progreso en la fabricación del contrachapeado, junta¬ anhelo y el pleno convencimiento de la valía de nuestra colo¬
mente con su empleo intensivo y creciente, constituyen los dos nia, es éste: llevar al conocimiento de todos el hecho de que
hechos más notables en la historia de la industria maderera en los territorios que España posee en Guinea hay elementos
en lo que va desiglo, y crean un nuevo producto del más de producción y riqueza muy suficientes para compensar con
brillante y porvenir y cuya influencia se advierte ya, no sólo
exceso y prodigalidad los gastos del Presupuesto colonial,
en los sistemas de construcción, sino en el carácter y estilo de
para proporcionar lucrativo empleo a capitales españoles y
los muebles empandados, revestimiento de techos, etc., etcé¬ establecer corrientes de activo tráfico entre las colonias de
tera, ha demostrado palpablemente en las dos Exposi¬
como se Africa occidental y los productores de la Península.
ciones de Barcelona y Sevilla, donde casi todas las vitrinas y La Guinea, después del impulso que, al fin, ha recibido
el decorado de muchos stands son de okume. del Estado en su justo afán de ponerla en producción, nece¬
sita hoy el concurso y la cooperación del capitalismo espa-
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fiol, puesto que el capital es el elemento indispensable de la rales; segundo, el agrícola o de cultivo de productos indis¬
producción y ésta, como queda expuesto en precedentes pági¬ pensables, unos a la vida y otros a las industrias, y tercero,
el industrial, que, mediante la instalación de fábricas y crea¬
nas, ofrece ancho campo y las más dilatadas oportunidades
en aquellas privilegiadas tierras.
ción de manufacturas, consigue la más eficaz utilización y el
Es preciso que, siquiera una parte de las actividades na¬ completo aprovechamiento de aquellos productos y materias
cionales, algo de tanto y tanto capital estancado e inerte como primas de que la metrópoli carece.
en España existe improductivo o atenido a la mezquina ren¬
Ahora bien; en nuestra colonia, el segundo período ha de
ta del cupón, acuda al desenvolvimiento de la agricultura ser, en lo posible, simultáneo al primero, porque, si nos limi¬
táramos al aprovechamiento sólo de la riqueza natural, la
tropical, nacionalizando aquellas posesiones con la producción
de esas múltiples substancias que entran en la denominación madera, como ejemplo por ser la mayor, devastando los bos¬
genérica de productos coloniales, cuya mayor parte, por no ques con la extracción de ese producto, sin roturarlos ni re¬
decir que todos, España importa del extranjero, siendo así plantearlos, llegaríamos a agotar sus fuentes de riqueza, fo¬
mentando gradualmente la miseria del país.
que podría surtirse de ellos en nuestra colonia, si ésta estu¬
viese no más que en mediana explotación. El cometido de España en su último rincón colonial no
es ése, sino este otro, mucho más
Como esto es evidente, obliga y estimula a intentar nue¬ noble, más digno y más
vos esfuerzos acometiendo empresas de colonización, a las elevado: hacer de aquella hermosa colonia un centro de in¬
tensa cultura que provea a la metrópoli de las producciones
que los grandes capitalistas deben llevar lo superfluo de su
caudal. y primeras materias necesarias a la industria, al propio tiem¬
Por otra parte, el capital fijo no suele rentar arriba del po que, elevando ymoralizando la condición de aquellos indí¬
5 por 100, y el de explotación, aplicado con inteligencia, pue¬ genas por medio del trabajo, alivie a la nación de ese tan
de dar en Guinea el 100 por 100 o más. considerable tributo que anualmente satisface al extranjero,
Es necesario tener presente que sólo la agricultura colo¬ y, finalmente, asegure a nuestra marina mercante, hoy en cri¬
nial es susceptible de hacer surgir la prosperidad efectiva y sis, un flete que afiance su prosperidad.
firme de Guinea y favorecer a la economía nacional. Basta Y a esta alta labor de aumentar las potencias materia¬
les de la nación desarrollando las que en estado latente ate¬
repasar los datos que arrojan las estadísticas de Aduanas
sora su colonia, no sólo pueden contribuir los grandes capi¬
para comprobar que los productos vegetales oriundos de los
países intertropicales son los que ocupan, desde muy antiguo, tales, sino también los modestos tienen muy lucido papel que
el puesto primero en la escala de las importaciones. representar participando en la empresa.
Precisamente las teorías hoy en boga, las más modernas
Todo país nuevo y nuestra Guinea hoy se conserva toda¬
corrientes colonizadoras inglesas (e Inglaterra siempre adop¬
vía en estado virginal, tiene tres períodos sucesivos de des¬
tó e impuso a todos los países los sistemas más prácticos,
arrollo: primero, el de explotación de sus riquezas natu-
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paradisíacas, cuya inmaculada virginidad nadie había des¬ Capítulo primero.—Historial político 5
florado hasta el paso de nuestra caravana, bajo el dombo Origen de los derechos de España en Guinea 5
PAglnae. Página?.
Annobón 54 Los yaundes 138
Coriseo 60 Los haussas 139
Los Elobeyes 62 Capítulo VI.—El presente colonial 143
Capítulo III.—La Guinea continental 65 Período de evolución 143
Su topografía y geología 65 La Sanidad 147
Orografía 66 Caminos 149
Hidrografía 67 Política indígena 151
Climatología 73 La concesión de terrenos 154
Fauna 74 Capítulo VII.—El porvenir 157
Flora 76 Examen de posibilidades 157
Población 78 Calidad del suelo agrícola 159
Capítulo IV.—Etnografía pámue 81 Porvenir del cultivo del café 165
La raza bantú 81 La explotación platanífera 168
Características raciales 84 La palmera de aceite 176
Psicología pámue 87 El "oro negro" o la riqueza del caudho 179
Tribus que pueblan nuestra zona 90 Cultivo de la vainilla 187
Las lenguas balitóles 90 Cultivo y obtención del añil 192
La irrupción pámue en la zona costera 94 Otras reservas de orden práctico 197
Sus prácticas fetichistas 96 El tesoro forestal 204
Sus supersticiones 101 Lasexplotaciones madereras 212
■Sus facultades sensorias 102 Elokume, creador de una gran industria 216
Gnaido de intelectualidad 104 Mensaje 221
El instinto sexual: Condición de la mujer 106
Bárbaras costumbres 109
Cómo cazan 112
La pesca
El yantar 114
El tatuaje H®
El peinado y otros adornos 117
Sus pequeñas industrias r 120
Un teléfono sin hilos 121
la música
Afición al baile y 122
Veneración, cariño y miedo al bosque 124
Capítulo V.—Otras poblaciones indígenas 129
Los bubis 129
Los fernandinos 13®
Escudo de Santa Isabel
Vista parcial de un platanal en Fernando Póo Braceros y capataces en una
explotación agrícola
Indígenas del poblado de Evinayón, entre los que se destaca uno que
mide 2,30 metros de talla
Mapa de la Guinea conlirn,d española e islario colonial
el (ca—entrl) ineíetarnodfioeelasssta;daoyeusropizads,
Puente . dp
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C o n t i e ve
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En la actualidad, potentes tractores movidos a petróleo arrastran
hasta los ríos los grandes troncos de okume y de ukola en la mayor
parte de las explotaciones forestales en nuestra colonia
Cobrando una troza arrastrada por la corriente del Benito al mar
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