La importancia de las matemáticas en la vida cotidiana vista desde “El

hombre que calculaba”.

Esteban De Jesús Vargas Alcocer
El hombre que calculaba, libro escrito por Malba Tahan nos presenta a Beremiz
Samir, un hombre que, a través de contar, desarrolló una habilidad de memorizar
números casi sobrehumana. Personaje que por si sólo, no tiene un gran
desarrollo, pero nos entrega un gran mensaje a nuestras vidas. Mensaje que
podría dividir en dos partes.
Primero, desde la importancia y practica omnipresencia de los números en
nuestras vidas. Segundo, de cómo la habilidad, combinada con constancia y
esfuerzo, resultan en éxito. Voy a analizar brevemente ambos mensajes.
Las situaciones representadas por episodios/capítulos de la obra en conjunto nos
muestran distintas situaciones en las que el protagonista, con más o menos
dificultad resuelve problemas con componente matemático directo o indirecto. Que
entre todas nos muestran de manera evidente la omnipresencia matemática,
desde la cantidad de costuras en nuestros ropajes, hasta la forma de todo lo que
vemos y experimentamos. Siendo que estas han sido la forma de abstracción más
exitosa y refinada a lo largo de los siglos. Es por esto mismo las matemáticas, que
son la raíz/madre de todas las ciencias. Dicho de manera casi explicita por
Beremiz, en las clases a su estudiante o demostrado por las pruebas que ocurren
casi al final de la historia, en la que a través de estas se construye desde la
astronomía hasta incluso las ciencias de humanidades.
Esto en conjunto nos muestra no sólo la importancia que las matemáticas tienen,
sino que se deduce a partir de esto la absoluta necesidad de entender el
pensamiento lógico detrás de estas y sus fundamentos para tener una vida en
plenitud.

Por otro lado, tenemos la importancia de la perseverancia del estudio y la

utilización de lo aprendido para el éxito laboral. Esto aplicado a como se nos
establece desde el principio que la habilidad de ningún gran especialista en algo
surge de la nada, por ejemplo, en el caso de Beremiz, surgió de su anterior
ocupación de cuidar ovejas y con sólo el hecho de hacer bien su trabajo y poner
aún más esfuerzo del necesario para sacar las cosas adelante, logra justamente
llegar a obtener un puesto en las más altas esferas de la sociedad y además de
eso pronto solucionando todo cuanto quería. Esto, en resumen, nos dice que la
experticia en el uso del conocimiento adquirido es la verdadera clave al poder y
por tanto al éxito, a pesar de que nuestro protagonista no estaba en búsqueda de
riquezas, él era consciente del poder de elección que tenía en sus manos.
Esto nos lleva al siguiente punto: al ser el mundo un “juego” que no es de suma
cero, este poder que nos otorga el conocimiento y su experticia es transferible,
aumentando el valor de este y dando al desarrollo de más de este mismo, dando
lugar a su vez a más prosperidad. Idea que fue otorgada en el libro, con la
importancia de la labor de enseñanza de no sólo Beremiz sino de aquellos que lo
nutrieron de las bases para su habilidad para que justamente este compartiese
este conocimiento con otros. Entonces el poder no es influencia, sino más bien la
capacidad de elegir y sin conocimiento entonces, no eres capaz de elegir de lo
que no sabes lo que te deja sin poder y por tanto sin libertad.