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Dayan Chulde

Gestión y Política de la Cultura

Procesos culturales en tiempos de pandemia

Sin duda la pandemia por covid-19 es un hecho histórico que, a nivel global,
modificó las formas de vivir y relacionarse. Este virus no solo amenazó de forma
mortal la salud de lo que serían sus grupos vulnerables, si no que forzó a las naciones y
sus líderes a evitar cualquier contacto humano lo máximo que se pudiese. En el nuevo
contexto toda interacción cercana (a menos de dos metros como mínimo) simbolizaba
irresponsabilidad, muertes innecesarias, peligro biológico y esparcimiento del virus.

En este margen de interacciones inciertas, los procesos culturales no escapan de


los estragos de la nueva realidad, siendo todos los espacios físicos en los que se
desarrollaban/presentaban/exponían cerrados. La actividad cultural y la creación de
proyectos culturales pasó a ser algo imposible por medios presenciales, por lo que su
única opción fue trasladarse a lo virtual. Sin embargo, este cambio no fue fluido, si no
más bien brusco; necesario. El sector cultural sufrió de perdidas millonarias afectando a
todas las personas que vivían de ello, en especial los “trabajadores informales de la
cultura”1 como menciona el Sistema Integral de Información Cultural (SIIC).

Entre marzo y diciembre de 2020, el SIIC estimó que las industrias


culturales presentaron pérdidas por alrededor de los USD 225,24
millones, considerando que para los meses de marzo a mayo estas
actividades tenían una paralización del 85%.2

Así, con una paralización del 85%, el trabajo artístico para sobrevivir tuvo que
llevar a cabo sus actividades en el supraterritorio virtual que Mariscal Orozco menciona.
Las redes sociales nunca fueron tan influyentes como en este nuevo contexto y sus
aplicaciones se extendieron mucho más que la mera comunicación emisor-receptor,
ahora se daba paso a una interacción que intenta ser inmersiva para todos, sin importar
el territorio.

Cabe recalcar que estos mundos virtuales no son nada nuevo, solo se volvieron
un medio necesario para el sector cultural. Y esta inmersión a la que me refiero ya venía
1
, Sistema Integral de Información Cultural, Impacto del covid-19 en el sector cultural y patrimonial del
Ecuador (Marzo 2021), 1
2
SIIC, Impacto del covid-19 en el sector cultural y patrimonial del Ecuador (Marzo 2021), 2
Dayan Chulde
Gestión y Política de la Cultura
dándose en diferentes sectores de la virtualidad: juegos en línea, redes sociales, etc. En
donde la versión virtual de nuestra identidad es tan real como en las calles. Mariscal
Orozco debate sobre esta dicotomía antagónica entre lo real y lo virtual difundiendo la
separación entre ambas. Habla de una realidad inventada y una virtualidad real.

[…] lo que llamamos realidad no es más que una representación mental,


construida por nuestro cerebro a partir de percepciones incompletas e
inseguras (porque pueden ser intervenidas por terceros) de nuestro
entorno.3

En un entorno lleno de infinitos estímulos es imposible pensar que el cerebro


humano tiene la capacidad de analizarlos uno por uno, esto es biológicamente
imposible. El cerebro humano compensa esto mediante el uso de comportamientos
mecánicos (estereotipos) llenando huecos que facilitan el trabajo. Sobre la virtualidad en
cambio, Orozco menciona a Minecraft, juego que imita a la vida en sus tareas más
básicas trabajar, construir, comer, relacionarse y sobrevivir.

[…] millones de jóvenes y no tan jóvenes se sumergen para construir


edificios, puentes, palacios, pueblos y ciudades enteras, según sus gustos
e intereses. Se reúnen en servidores en internet para construir mundos
juntos, observándose los unos a los otros y lo que construyen,
percibiendo su presencia e interactuando en mundos que seguimos
llamando virtuales, pero no por ello son menos reales.4

Todo lo mencionado sugiere que un sector cultural es posible en las


comunidades virtuales. Claro está, esto no puede ser posible sin ayuda fiscal, lo que
significa la necesidad de un plan de acción que promueva estas actividades. En Ecuador,
a partir de un decreto de emergencia se construyó el Plan Integral de Contingencia para
las Artes y la Cultura como medida para el sostenimiento de quienes viven de este
sector. Este plan tiene como objetivo, frente a las pérdidas millonarias que se ha tenido
(en especial el audiovisual), reactivar y fortalecer a través de bonos, líneas de fomento,
convocatorias, etc. la creación artística.

Sin embargo, se debe tener claro que no todos tienen acceso a los mismos
medios que otros, tener un celular ya es un privilegio; tener internet, celular,
3
José Mariscal, Rafael Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social comunitaria, (Universidad
de Guadalajara, 2007), 32.
4
Mariscal, Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social comunitaria, 33
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computadora y conocimientos de los mundos virtuales al mismo tiempo puede parecer
excesivo, en especial para aquellas personas que tienen un primer contacto con este
supraterritorio.

En el Ecuador para el 2020 tiene una población de 17,510,643 individuos de los


cuales un 10,2% (1,786,085 individuos) es analfabeto digital5. Siendo un “analfabeta
digital” según el INEC, la persona de 15 a 49 años que cumple tres características: No
tiene celular activado, en los últimos 12 meses no ha utilizado computadora, en los
últimos 12 meses no ha utilizado internet. Añadiendo a esto que solo 53.2% de hogares
en el Ecuador tiene acceso a Internet. La cifra apenas sobrepasa la mitad de la
población, lo que hace cuestionable que tan eficaz pude llegar a ser este traslado cultural
al lado virtual.

Aun con capacitaciones y donaciones el proceso de familiarización virtual es


complicado para las generaciones que nunca tuvieron la necesidad de usarla, así como
también habrá individuos que rechazarán totalmente lo virtual y sus implicaciones. En
esos casos sería imposible llegar a través de este medio como se podría hacer
físicamente. Como Mariscal Orozco menciona, “la virtualidad como supraterritrorio no
sustituye al ambiente físico, sino que le superpone como un ambiente más.” 6 Lo que
hace factible que la virtualidad sea rechazada por quienes no la ven necesaria o no la
comprenden. Sin embargo, la intención no es estancarse en los “peros” de la virtualidad
solo tomar en cuenta sus deficiencias.

Por otro lado, la adaptación como naturaleza humana es indispensable y el arte


en conjunto con el individuo cambia a medida que su entorno le condiciona. Bajo la
nueva realidad pandémica los procesos culturales fueron detenidos, pero no asesinados.
En la lógica virtual se han realizado conexiones que solo se pueden entender en este
entorno y se han aprovechado para difundir y circular emprendimientos tanto
individuales como colectivos en cantidades masivas y a nuevos públicos también.

En el mundo físico, los sujetos no suelen ir por la calle (o las cafeterías,


escuelas, plazas…) anunciando a todos los presentes en ese espacio y de
manera masiva lo que piensan, sienten o han hecho ni mucho menos
5
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Tecnologías de la Información y Comunicación, resumen
2020
6
Mariscal, Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social comunitaria, 34
Dayan Chulde
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mostrar una mano con el pulgar arriba para expresar una aprobación sin
intercambiar más palabras. Ese tipo de socialización solamente puede
darse y tener su lógica en el entorno virtual, a partir de la configuración
de su programación e interfaz (y, por lo tanto, de las formas de la
organización de las interacciones sociales que promueve).7

La virtualidad ofrece una gama de formas de comunicación ya sea desde un “yo”


real hasta un avatar virtual modificado a voluntad, en este espacio la libertad que cada
individuo tiene de opinar como de expresarse no conoce limites o restricciones. Todos
pueden tener acceso a cualquier red social o plataforma gratis de difusión como
Youtube, Soundcloud, Wattpad, etc. que hasta este nuevo contexto se reservaba para
gente con tiempo de sobra o que no trabajaba. Este estereotipo fue desapareciendo a
medida que el encierro hizo notar al mundo entero la necesidad del arte, de la expresión
y la comunicación.

Otro aspecto a discutir es la inmediatez que se ofrece en este medio, si bien antes
para vivir una experiencia cultural o artística se tenía que recorrer un espacio y llegar al
punto de distribución o presentación del artista o proyecto en cuestión, ahora la lógica
es distinta.

No son indispensables grandes almacenes físicos ni que el consumidor se


traslade. Basta con ingresar a la tienda virtual desde cualquier dispositivo
conectado a internet y descargar la obra musical (todo el álbum o sólo
una canción) y vivir la experiencia estética en cuestión de segundos.8

La circulación del producto cultural llega a ser global, solo es necesario una
búsqueda sencilla en cualquier navegador para toparse con lo que se desea encontrar.
Libros, música, películas, blogs, podcasts, museos virtuales, conferencias, cursos y
talleres; todo al alcance de un solo click. Inmediatez que trae consigo beneficios, pero
también desventajas (al menos para el artista) al considerar el arte como sustento de
vida. La virtualidad y su libertad trae consigo a la piratería, aun cuando el copyright
protege la distribución no autorizada de una propiedad, esto no es regulado de la misma
manera en todas partes. En Latinoamérica, no existen regulaciones constantes de esto y
el plagio como la piratería es una práctica constante y normalizada. ¿Es entonces

7
Mariscal, Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social comunitaria, 36
8
Mariscal, Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social comunitaria, 37
Dayan Chulde
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posible vivir siendo un artista solo del medio virtual en Latinoamérica? Quizás no, pero
lo que si es seguro es que lo físico como lo virtual no son enemigos, ni funciona uno
aparte del otro.

Ofreciendo una visión sintetizada de lo discutido en este ensayo se puede decir


que los procesos culturales en tiempos covid-19, han sido limitados y obligados a
transformase. El supraterritorio virtual se ha vuelto hasta la actualidad un medio de
expresión necesario, como masivo para estos fines. Aun con sus desventajas de
accesibilidad privilegiada, como de piratería, las lógicas que involucra hacen de la
comunicación y el arte un entrono más diverso y descentralizado. Tener un spotlight
desde la comodidad del hogar puede ser tanto un beneficio como una desventaja, por lo
que saber como entender la virtualidad y manejarla es esencial. Sin embargo la
virtualidad no es la solución, ni la sustitución de los físico, poco a poco se deberán
reactivar los espacios que también son indispensables en los procesos culturales.
Dayan Chulde
Gestión y Política de la Cultura
Bibliografía

- José Mariscal, Rafael Morales. Virtualidad y reconfiguración de la vida social


comunitaria, (Universidad de Guadalajara, 2007)
- Sistema Integral de Información Cultural, Impacto del covid-19 en el sector cultural y
patrimonial del Ecuador (Marzo 2021), https://www.culturaypatrimonio.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2021/04/Boleti%CC%81n-Impacto-del-Covid-19.pdf
- Ministerio de Cultura y Patrimonio, Plan Integral de Contingencia para las Artes y
Cultura (Ecuador 2020),
http://www.oas.org/es/sedi/ddes/CT/documentos/COVID_19/ECU_COVID_19_Measu
res2_s.pdf
- Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Tecnologías de la Información y
Comunicación, resumen 2020. https://www.ecuadorencifras.gob.ec/tecnologias-de-
la-informacion-y-comunicacion-tic/
Dayan Chulde
Gestión y Política de la Cultura

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