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Apropiación Ciudadana de Tecnologías de Información y Comunicación -Tic-

El campo quiere ser TIC


Claudia C. García – Junio 7 de 2014

Si la gestación de sujetos comunicacionales en las ciudades es una tarea dispendiosa de


todos los días, qué podríamos decir de la formación de esos sujetos en las áreas rurales.

Cómo imprimir en ellos el sello en forma de pregunta acerca de cómo hacerse más
conscientes de su derecho a la información y a la comunicación, cuando han sufrido una
larga lista de olvidos en reconocimientos de derechos, aumentando de esta manera la
gran brecha social y ahora digital en esta nueva sociedad de construcción participativa a
través de las nuevas tecnologías.

En un recorrido por las políticas y programas gubernamentales frente a esta población en


Colombia, podemos ver cómo se han estado perfilando dos caras de una misma moneda
en un solo contexto político que caracteriza a nuestro país, tejido con los mismos hilos de
otras realidades latinoamericanas en términos de apropiación tecnológica y usos sociales.

De esta manera Certau nos ha dado pistas para comprender los retos latinoamericanos
postulados desde estrategias planteadas por el Estado mismo o la empresa privada, así
como las tácticas esperanzadoras puestas en marcha por grupos y organismos sociales
que vibran con un futuro mejor gracias al aprovechamiento y uso de los propios recursos y
herramientas de estas zonas apartadas, que poseen todo el potencial para recuperar
manifestaciones culturales y hacer realidad su papel estructural dentro de sus
comunidades.

Aquí hay un desafío importante, porque son poblaciones y grupos marginados que pueden
mejorar sus condiciones de vida gracias al uso y apropiación de la tecnología que como
bien lo dice Castells, les permitiría conocer la autonomía como individuos y comunidad, y
encaminarse a la construcción de una nueva estructura social.

Dentro de las estrategias, dando un vistazo al Plan Nacional de Desarrollo “no hay
referencias explícitas a los procesos de innovación con pequeños productores
agropecuarios, únicamente hay algunas enunciaciones de propósitos que tangencialmente
se podrían interpretar como algo relacionado con la innovación con pequeños
agricultores. Asimismo, en el aparte relativo al Manejo Social del Campo se menciona que
la política “se orientará a proyectos de pequeña y mediana empresa rural, donde se
vinculen los sectores industriales y de servicios a las zonas de producción...”. Hay,
adicionalmente, dos cortos apartes que se refieren al apoyo a la economía solidaria y al
apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), pero en ninguno de ellos se hace
una alusión clara a procesos de innovación tecnológica con campesinos o comunidades
rurales. (Perry)

Característica similar se encuentra en los programas sectoriales donde no se otorga una


función especial, ni se incluye dentro de las estrategias, a los procesos de innovación
tecnológica con pequeños productores. Allí se mencionan la “transferencia de tecnología y
la asistencia técnica”, pero se habla de ellas en los términos tradicionales en que los
campesinos son “receptores” de tecnologías previamente diseñadas y generadas para
ellos, por científicos que trabajan independientemente de estos pequeños productores y
que no tienen en cuenta sus conocimientos, experiencias, opiniones y necesidades, ni los
integran a los procesos de investigación.

Claramente vemos como hace su papel la teoría funcionalista donde hay dominio del
emisor sobre el receptor, y la pregunta es entonces cómo resultará la evolución de estos
campesinos como receptores activos y lograr adueñarse de medios con sus propias voces
y recursos para expresar sus identidades, como nos lo sugería la profesora Gómez Mont.

El caso del programa Mujer rural es una experiencia que nos habla por su parte, de la
distancia que todavía se mantiene en el uso y apropiación de nuevas tecnologías, dando
un indicio de la falta de articulación respectiva sin el impacto necesario para nuestras
comunidades rurales y específicamente con las mujeres, desconociendo de alguna manera
el eje que representan en la vida rural. En un informe que se viene presentado desde 2011
por Oxfam ‘Programa Mujer Rural, avances, obstáculos y desafíos’, se evidencia que las
TIC no hacen parte de las alternativas de mejora en las condiciones de vida y de
productividad de éstas.

Por esto mismo, una de las recomendaciones para el programa es que articule y defina un
componente de formación y apropiación TIC en sus intervenciones, monitoreando sus
metas y evaluando sus alcances.

Afortunadamente en otros ángulos de esta misma realidad, se empieza a gestar la


respuesta a la evolución de los campesinos como receptores e individuos, como a la que
apunta la nueva Estrategia Nacional de Apropiación de TIC ‘SoyTIC’ la cual hace parte del
Plan Vive Digital del MinTIC, que busca generar empleo y reducir la pobreza a través de la
apropiación de las tecnologías de la información y las comunicaciones -TIC, en los
colombianos, principalmente a población indígena, campesina, desplazada, grupos de
adultos mayores y personas en condición de discapacidad.

En el mismo contexto de los usos sociales, encontramos tácticas seguidas por grupos y
organizaciones sociales que han marcado casos exitosos en el reto de la apropiación de las
nuevas tecnologías para que “los campesinos encuentren información, espacios de
encuentro y formación para mejorar sus procesos y hacer viable y sostenible su labor
diaria gracias a la adopción de tecnologías”. Entre ellas se destacan:

- Agronet, concebida por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural con el apoyo de


la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es una
Red de Información y Comunicación Estratégica del Sector Agropecuario, entre sus
objetivos se encuentra el facilitar la oferta de información en un solo punto de acceso: la
web.

Proporciona a los productores del sector agrícola nacional el acceso a información de


referencia sobre los precios internacionales de un producto, noticias del sector, e incluso
conocer mapas sobre los cambios climáticos previstos en cada región, todo ello para
generar inteligencia de negocios en el agro nacional.

La plataforma incluye el servicio CeluAgronet, que vía mensajes de texto distribuye


información gratuita a los campesinos del país; así mismo, incluye oferta de cursos
virtuales orientados hacia la tecnificación de los procesos y el aprovechamiento de las TIC
en las comunidades rurales.

- Red social virtual del Consorcio Andino: conformada por organizaciones de pequeños
productores agropecuarios de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela a través de la
cual circula información y se promueve el diálogo entre pequeños y medianos productores
de toda la región en torno a programas de promoción de la innovación participativa, la
creación de capacidades y el intercambio de experiencias.

“Los campesinos e indígenas están innovando con tecnologías de producción más limpia,
fortaleciendo sus organizaciones y desarrollando negocios y mercados, con lo que aspiran
a lograr una vida más digna y amable en la que se mejoren sus ingresos y se respeten sus
conocimientos, sus costumbres y el medio ambiente”.

- La Corporación PBA está integrada por algunas entidades públicas del país; sin
embargo, su mayor participación está en manos de los pequeños agricultores, quienes
organizados regionalmente en grupos participativos locales, adelantan tareas de
investigación, desarrollo y capacitación enfocados hacia “promover la creación de
empresas de los pequeños agricultores que produzcan semilla limpia y bioinsumos -
Empresas de Base Tecnológica - y de empresas asociativas de transformación y
comercialización de las cosechas de sus integrantes”.

Estos casos, nos muestran un contexto híbrido, en evolución tratando de ganar terreno
entre políticas tradicionales, de allí la urgencia “de diseñar e implementar políticas
públicas y estrategias que articulen las TIC a las actividades productivas del campo,
haciendo necesario el uso de estándares comunes y de sistemas compatibles a las
necesidades reales de este sector productivo, para lograr que las tecnologías de la
información y la comunicación, sean fácilmente accesibles para estos usuarios y realmente
se dé un valor agregado que genere resultados importantes en las dinámicas sociales”.

El mayor reto para dimensionar el poder transformador del uso y apropiación de las TIC,
es lograr que la población minoritaria y excluida en medio de sus usos cotidianos y su
expresión cultural, se arraiguen al uso de internet como herramienta de información,
comunicación, demanda, y así mejorar sus condiciones de vida y superar la pobreza.

REFERENCIAS:

- Perry, S. Innovación con pequeños agricultores: el caso de la Corporacion PBA en


Colombia. http://www.eclac.cl/ddpe/agenda/3/19633/Colombia.pdf

- El sector rural colombiano y las TIC. Extractado el 6 de junio de


http://www.colombiadigital.net/opinion/columnistas/cuestion-de-voltaje/item/7024-
el-sector-rural-colombiano-y-las-tic.html

- Campos conectados: experiencias en innovación rural. Extractado el 6 de junio de


http://www.colombiadigital.net/experiencias/casos-de-exito/item/5759-campos-conectados-
experiencias-en-innovacion-rural.html

-  Gómez Mont, Carmen. ¿Es Internet un espacio para la construcción de la


multiculturalidad indígena? Una perspectiva a partir de las tesis de las estrategias y las
tácticas de Michel de Certeau”. XV Congreso Internacional de Filosofía, UNAM, Ciudad
de México, Recuperado de:
http://www.filosoficas.unam.mx/~afmbib/mayteAFM/Ponencias/41053.pdf

- Castells, Manuel ( 2014) El impacto de internet en la sociedad. Una perspectiva global,


en Cambio. https://www.bbvaopenmind.com/articulo/el-impacto-de-internet-en-la-
sociedad-una-perspectiva-global/

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