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James H. Miller, MD, y Matthew Moake, MD, PhD
I. RECOMENDACIONES GENERALES
A. Consentimiento
Antes de realizar cualquier técnica es esencial obtener el consentimiento
informado del progenitor o tutor tras explicarle el procedimiento, sus
indicaciones y riesgos implicados, y todas las alternativas. No hace falta
obtener el consentimiento para intervenciones en urgencias vitales. Los
requisitos para el consentimiento verbal y/o por escrito varían de una ins
titución a otra.
B. Riesgos
1. Todas las técnicas invasivas conllevan dolor, riesgo de infección y hemorra-
gia, y de lesiones a estructuras próximas. Las complicaciones específicas
están reseñadas en cada técnica.
2. La sedación y la analgesia deberían estar planificadas previamente, y
explicar sus riesgos al progenitor y/o paciente según sea adecuado. Por lo
general, para la analgesia local es adecuada la lidocaína al 1% tamponada
con bicarbonato sódico. Véanse las recomendaciones de analgesia y
sedación en técnicas en el capítulo 6. Véase también «AAP Guidelines
for Monitoring and Management of Pediatric Patients During and After
Sedation for Diagnostic and Therapeutic Procedures»1.
3. Hay que seguir las precauciones universales en todos los contactos con
pacientes que exponen al profesional a sangre, líquido amniótico, líquido
pericárdico, líquido pleural, líquido sinovial, líquido cefalorraquídeo (LCR),
semen, secreciones vaginales, orina, saliva u otros fluidos corporales.
4. Una técnica estéril adecuada es esencial para lograr un buen cierre de las
heridas, reducir las enfermedades transmisibles y prevenir contaminaciones
de las heridas.
5. En los «Videos in Clinical Medicine» del New England Journal of Medicine
se recogen algunas técnicas. Los enlaces a los vídeos se encuentran en
Expert Consult.
B. Fundamentos de ecografía
1. Elección de la sonda:
a. Los transductores lineales utilizan frecuencias altas para lograr imágenes
de alta resolución y se emplean fundamentalmente para técnicas en
pediatría. Una zona de contacto amplia facilita la colocación de las agujas
en las técnicas.
b. Los transductores curvilíneos utilizan frecuencias bajas o interme
dias y permiten la visualización de estructuras profundas. Aunque
3
proporcionan una zona de contacto cutáneo amplia para facilitar la
realización de técnicas cerca de superficies cóncavas y convexas, las
sondas curvilíneas de mayor tamaño son difíciles de usar en los niños
pequeños.
c. Existe una amplia gama de otras sondas (en fase, microconvexa) que
generan imágenes moldeadas de un sector, pero se aplican sobre todo
con fines diagnósticos.
d. No limpiar las sondas con clorhexidina, alcohol isopropílico o limpia
dores de base alcohólica, ya que estas sustancias las dañan. Consultar
en las instrucciones del ecógrafo cuáles son las sustancias limpiadoras
óptimas.
e. Procurar que no se caigan las sondas ni que se estropeen sus cables. No
usar una sonda con la carcasa del transductor agrietada.
2. Optimización de la imagen:
a. Asegurar un contacto adecuado usando la suficiente cantidad de gel para
ecografía y aplique una presión confortable sobre la piel.
b. Ganancia: auméntela para optimizar la imagen del objetivo. Dis
minúyala para reducir el brillo de los artefactos que oscurecen el
objetivo.
c. Frecuencia: aumentarla para mejorar la resolución de la imagen de
estructuras situadas a poca profundidad. Disminuirla para mejorar las
imágenes situadas a mayor profundidad.
d. Profundidad: ajustarla para visualizar las estructuras de interés y al menos
un centímetro de tejido por debajo de dicha estructura.
3
FIGURA 3.1
Canalización de la yugular externa. (Tomado de Dieckmann R, Fiser D, Selbst S. Pediatric
Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
3. Técnica (fig. 3.1):
a. Sujetar al paciente con seguridad. Colocarlo con la cabeza girada al lado
contrario de la canalización. Situar una toalla enrollada bajo los hombros
o con la cabeza sobre un lado de la cama para extender el cuello y resaltar
el borde posterior del músculo esternocleidomastoideo en el lado de la
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venopunción.
b. Preparar el área de forma estéril.
c. La vena yugular externa se distenderá al ocluir su segmento más proxi
mal o si el niño llora. La vena discurre desde el ángulo de la mandíbula
al borde posterior del tercio inferior del músculo esternocleidomastoideo.
d. Con aspiración negativa continua en la jeringa, insertar la aguja en un
ángulo de unos 30° respecto a la piel. Continuar igual que en las veno
punciones periféricas.
e. Colocar un apósito estéril y aplicar presión en el punto de punción durante
5 min.
f. Cateterismo (v. fig. 3.1): colocar al paciente en posición de Trendelenburg
con unos 15-20º de inclinación. Girar la cabeza 45º hacia el lado con
tralateral. Entrar en la vena en el punto donde se cruza con el músculo
esternocleidomastoideo. Proceder con la colocación del catéter como se
describe en la sección III.B.d.
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34 Parte I Asistencia inmediata en pediatría
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FIGURA 3.2
Técnica de Seldinger. A, La guía se coloca en la luz de la vena a través de la aguja
introductora. B, Se avanza el catéter hacia la luz de la vena a lo largo de la guía metálica.
C, El conector del catéter se sujeta a la piel con suturas. (Modificado de Fuhrman B,
Zimmerman J. Pediatric Critical Care. 4th ed. Philadelphia: Mosby, 2011.)
FIGURA 3.3
Proyección ecográfica transversal de la arteria radial. En la imagen de la izquierda se
observa la arteria radial en sección transversal con las venas a ambos lados. En la imagen
de la derecha se ha aplicado presión y las venas están colapsadas, mientras la arteria se
mantiene permeable. A-arteria; V-vena. (Tomado de Weiner MM, Geldard P, Mittnacht AJC.
Ultrasound guided vascular access: a comprehensive review. J Cardiothorac Vasc Anesth.
2013;27(2):345-360.)
3
de la arteria subclavia. La arteria situada por debajo de la clavícula no
puede comprimirse y por lo tanto, una punción inadvertida supone una
situación de riesgo vital en pacientes con coagulopatías.
b. Vena yugular interna: evitar en caso de obstrucción de la vena yugular
interna contralateral y derivación de ventriculostomía cerebral interna
lizada homolateral. Es técnicamente difícil en pacientes con collarines
cervicales y con traqueostomías y se desaconseja en estos casos si existe
una vía de acceso alternativa.
c. Vena femoral: desaconsejada en pacientes con traumatismos pélvicos
graves.
5. Técnica: técnica de Seldinger (v. fig. 3.2).
a. Sujetar al paciente, preparar la zona y cubrir siguiendo las siguientes
recomendaciones de técnica estéril7:
(1) Lavado de manos.
(2) Ponerse gorro, mascarilla, pantalla ocular, guantes estériles y bata
estéril.
(3) Lavar la zona durante 30 s (clorhexidina) y esperar otros 30 s a que
se seque (en la ingle, frotar durante 2 min y esperar 1 min a que se
seque).
(4) Utilizar una técnica estéril para cubrir la zona y al paciente por com
pleto, desde una barandilla de la cama a la otra.
(5) Purgar el catéter con suero fisiológico; algunas instituciones tienen
protocolizado para este fin suero fisiológico heparinizado.
(6) Acoplar una jeringa de punta deslizante a la aguja de punción.
b. Insertar la aguja con un ángulo de 30-45º, aplicando presión negativa
para localizar el vaso.
c. Cuando haya retorno de sangre, insertar una guía en la vena a través
de la aguja. Observar el monitor cardíaco en busca de latidos ectópicos.
d. Retirar la aguja sujetando firmemente la guía.
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FIGURA 3.4
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Capítulo 3 Técnicas 39
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mastoides, y se dirige hacia el pezón homolateral. C, Abordaje posterior. La aguja
introductora penetra en el punto donde la vena yugular externa atraviesa el borde
posterior del esternocleidomastoideo y se dirige bajo la cabeza de este hacia la
escotadura esternal. (Modificado de Fuhrman B, Zimmerman J. Pediatric Critical
Care. 4th ed. Philadelphia: Mosby, 2011.)
FIGURA 3.5
3
Elsevier; 2013:50-54.e1.) (De Grevstad U, Gregersen P, Rasmussen LS. Intravenous
access in the emergency patient. Curr Anaesth Crit Care. 2009;20(3):120-127.)
FIGURA 3.6
Canalización de la vena subclavia. (Tomado de Dieckmann R, Fiser D, Selbst S. Pediatric
Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
3
FIGURA 3.7
Canalización de la vena femoral con anatomía. (Modificado de Dieckmann R, Fiser D,
Selbst S. Pediatric Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
shock, quemaduras y estado epiléptico con riesgo vital. La vía i.o. puede
utilizarse para administrar medicamentos, hemoderivados y líquidos.
Hay que retirar la aguja i.o. una vez establecido el acceso vascular
adecuado.
2. Complicaciones:
a. Son infrecuentes, especialmente con una técnica correcta. La frecuencia
de complicaciones aumenta en las perfusiones prolongadas.
b. Extravasación de líquido por penetración incompleta en la cortical o al
atravesar ambas corticales, infección, hemorragia, osteomielitis, síndrome
compartimental, embolia grasa, fractura, lesión de la epífisis.
3. Puntos de acceso (en orden de preferencia):
a. Superficie anteromedial de la tibia proximal, 2 cm por debajo y 1-2 cm
medial a la tuberosidad tibial en la parte plana del hueso (v. fig. 3.9).
FIGURA 3.8
Proyección ecográfica transversal de la vena y la arteria femoral. En esta imagen trans
versal del muslo, la vena femoral (VF) queda medial a la arteria femoral (AF) y al nervio.
También puede apreciarse el ligamento inguinal más superficialmente en esta imagen.
En la práctica, la canalización de la vena femoral debe realizarse distalmente al ligamento
inguinal. En el recuadro se muestra la posición de la sonda ecográfica en el muslo para
la imagen relacionada. (Tomado de A. Karmakar MK, Kwok WH. Practice of Anesthesia
for Infants and Children. 2013;880-908.e3.)
FIGURA 3.9
Inserción de una aguja intraósea mediante el abordaje tibial anterior estándar. El punto
de inserción está en la línea media de la superficie plana medial de la cara anterior de
la tibia, 1-3 cm (dos traveses de dedo) por debajo de la tuberosidad de la tibia. (Tomado
de Dieckmann R, Fiser D, Selbst S. Pediatric Emergency and Critical Care Procedures.
St. Louis: Mosby, 1997.)
b. Parte distal del fémur, 3 cm por encima del cóndilo lateral en la línea
media.
c. Superficie medial de la tibia distal, 1-2 cm por encima del maléolo medial
(podría ser una zona más eficaz en niños mayores).
d. Zona proximal del húmero, 2 cm por debajo del acromion hacia la tube
rosidad mayor con el brazo en aducción y rotación interna.
e. Espina ilíaca anterosuperior en un ángulo de 90° respecto al eje longitu
dinal del cuerpo.
3
4. Técnica:
a. Preparar la zona elegida de forma estéril.
b. Si el niño está consciente, anestesiar el punto de punción hasta el periostio
con lidocaína al 1% (opcional en situaciones de urgencia).
c. Elegir entre la inserción i.o. manual o el dispositivo i.o. con taladro:
(1) Para la aguja i.o. manual: insertar una aguja i.o. de calibre 15 a
18 G perpendicular a la piel con un ángulo que se aleje de la placa
epifisaria y avance hasta el periostio. Con un movimiento rotatorio
perforante, penetrar a través de la cortical hasta que disminuya
la resistencia, indicativo de que ha llegado a la médula. La aguja
debería sostenerse firmemente sin apoyo. Asegurar la aguja con
cuidado.
(2) Para la aguja i.o. con taladro: penetrar en la piel con la aguja
perpendicular a ella, como en la aguja manual, y presionar la
aguja hasta encontrar el periostio. Aplicar una presión discreta, al
mismo tiempo que se suelta suavemente el mando del taladro has
ta sentir un «pop» o un descenso brusco de la resistencia. Retirar
el taladro al mismo tiempo que se sujeta firmemente la aguja
para asegurar la estabilidad antes de fijar la aguja. Utilizar el sis
tema EZ-IO AD para pacientes >40 kg, y EZ-IO PD para aquellos
>6 kg y <40 kg.
d. Retirar el fiador e intentar aspirar médula ósea. (Tener en cuenta que no
es necesario aspirar médula.) Lavar con una solución cristaloide. Observar
si hay extravasación de líquido. Se puede enviar médula para determinar
la concentración de glucosa, bioquímica, grupo sanguíneo y pruebas
cruzadas, hemoglobina, gasometría y cultivos.
e. Acoplar un sistema i.v. estándar. Cualquier cristaloide, hemoderivado o
fármaco que pueda ser perfundido a través de una vena periférica también
puede ser administrado en el espacio i.o., pero es necesaria más presión
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FIGURA 3.10
Inserción de un catéter en la arteria umbilical. A, Dilatación de la luz de la arteria um
bilical. B, Inserción del catéter en la arteria umbilical. (Tomado de Dieckmann R, Fiser D,
Selbst S. Pediatric Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
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h. Confirmación ecográfica.
(1) Se puede usar una sonda curvilínea, lineal o en fase (ecocardiografía).
(2) Es posible confirmar la colocación del catéter venoso umbilical o arterial
alto mediante ecografía. En esta técnica se asume que el paciente pre
senta un situs normal.
(3) Con la sonda colocada por debajo del xifoides, apuntando en dirección
posterior hacia la espalda, y alineada en paralelo con la columna, la sonda
puede dirigirse hacia la vena cava inferior (VCI) o hacia la aorta.
3
(4) Esto puede realizarse inmediatamente después de la colocación de
un catéter umbilical mientras el paciente está cubierto con paños
estériles.
(5) Para visualizar la aorta, la sonda se dirige ligeramente hacia la izquierda
de la línea media del paciente. Aparece más recta que la VCI y es pulsátil.
Un punto importante es que discurre por detrás del corazón a medida que
desciende por debajo del diafragma y posterior al hígado. La colocación
correcta del catéter mostrará a su punta superando a la aorta descen
dente, apareciendo por detrás del hígado y finalizando junto al diafragma
(fig. EC 3.A).
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FIGURA EC 3.A
Confirmación ecográfica del catéter de arteria umbilical. En esta proyección longitudinal,
la sonda se orienta en una dirección cefalocaudal, con el borde de avance (LE) apuntan
do hacia la cabeza. Más profundo que el hígado se sitúa la aorta torácica y abdomi
nal (A). Observar la confirmación de la luz del catéter (UAC) en el interior de las paredes
de la aorta y finalizando a la altura del diafragma. (Imagen generada por el Dr. Erik Su
en el Johns Hopkins Hospital.)
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48 Parte I Asistencia inmediata en pediatría
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FIGURA EC 3.B
Confirmación ecográfica del catéter de la vena umbilical. La sonda en esta imagen
está orientada en una dirección cefalocaudal, con el borde de avance (LE) apuntando
hacia la cabeza. El catéter de la vena umbilical (UVC) puede apreciarse como una línea
hiperecoica en la vena cava inferior. Hay que intentar garantizar la continuidad del
catéter en la luz durante la ecografía dinámica. (Imagen generada por el Dr. Erik Su en
el Johns Hopkins Hospital.)
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FIGURA 3.11
Zona de punción lumbar en sedestación. (Tomado de Dieckmann R, Fiser D, Selbst S.
Pediatric Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
sición.
c. Localizar el espacio intervertebral deseado (L3-L4 o L4-L5) dibujando
una línea imaginaria entre la parte superior de ambas crestas ilíacas.
Como alternativa se podría utilizar la ecografía para señalar el espacio
intervertebral (v. contenido en línea).
d. Señalización ecográfica (v. contenido en línea).
e. Preparar la piel de forma estéril. Cubrir de forma conservadora para
permitir la vigilancia del niño. Utilizar una aguja raquídea de 20 a 22 G
con fiador (3,8 a 9 cm dependiendo del tamaño del niño). Las agujas de
menor calibre reducirán la incidencia de cefalea pospunción lumbar y la
fuga de LCR.
f. La piel y el tejido interespinoso pueden anestesiarse con lidocaína al 1%
usando una aguja de 25 G.
d. Señalización ecográfica.
(1) Utilizar la sonda lineal. Antes de preparar al paciente, obtener una proyec
ción transversal de la columna perpendicular a su eje. En la proyección
transversal, identificar la línea media anatómica localizando las apófisis
espinosas. El periostio de la apófisis espinosa aparecerá como una estruc
tura redonda hiperecoica con una sombra oscura posterior. Centrar la
apófisis espinosa en la línea media de la sonda y dibujar una línea en
dirección cefalocaudal en la espalda del paciente para identificar la línea
3
media (fig. EC 3.C).
(2) Rotar la sonda 90º para obtener una proyección longitudinal (sonda
paralela a la columna). Identificar los cuerpos vertebrales y un espacio
intervertebral por encima o por debajo de L4. Dibujar una línea a cada
lado de la piel correlacionada con el espacio (fig. EC 3.D).
(3) La intersección de las líneas señala la zona donde realizar la punción.
El punto de mira formado por las líneas debería dejar limpio el punto de
inserción real (fig. EC 3.E).
(4) La técnica debe proseguir sin movilizar al paciente. A partir de este punto
y hasta la finalización de la técnica, debería procederse a la preparación
del campo.
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FIGURA EC 3.C
Proyección ecográfica transversal de la columna lumbar. La apófisis espinosa se señala
en esta imagen ecográfica de la columna lumbar, marcando la línea media anatómica
para una punción lumbar. Debe dibujarse en la piel una línea en dirección cefalocaudal
sobre las apófisis espinosas. (Tomado de Marin J. Novel applications in pediatric emer-
gency ultrasound. Clin Pediatr Emerg Med. 2011;12(1):53-64.)
FIGURA EC 3.D
Proyección ecográfica longitudinal de la columna. Las apófisis espinosas se visualizan
como líneas hiperecoicas (brillantes) con sombras posteriores. Entre las apófisis espi
nosas redondeadas se sitúa el espacio interespinoso, que debería marcarse con una
línea para la técnica. (Tomado de Marin J. Novel applications in pediatric emergency
ultrasound. Clin Pediatr Emerg Med. 2011;12(1):53-64.)
FIGURA EC 3.E
Área lumbar marcada para la punción lumbar. Las líneas dibujadas por las marcas
ecográficas deben formar una cruz en esta imagen. Lo ideal es que haya una zona
libre de marcas en el centro donde se vaya a realizar realmente la punción. (Tomado
de Strony R. Ultrasound-assisted lumbar puncture in obese patients. Crit Care Clin.
2010; 26(4):661-664.)
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50 Parte I Asistencia inmediata en pediatría
FIGURA 3.12
Zona de punción lumbar en decúbito lateral. (Tomado de Dieckmann R, Fiser D, Selbst S.
Pediatric Emergency and Critical Care Procedures. St. Louis: Mosby, 1997.)
3
a. Preparar y cubrir la piel con la mayor esterilidad posible, ya que a
menudo esta técnica se realiza en una situación urgente. La esterilidad
es crucial.
b. Insertar un angiocatéter de gran calibre (14-22 G, según el tamaño del
paciente) en el segundo espacio intercostal anterior a la altura de la línea
clavicular media. Insertar la aguja sobre la cara superior del reborde costal
para evitar las estructuras neurovasculares.
c. Cuando se entra en el espacio pleural, retirar la aguja y conectar una llave
de tres pasos y jeringa, y aspirar aire. La llave se emplea para detener el
flujo de aire a través del catéter una vez que se ha logrado la evacuación
suficiente.
d. Sigue siendo necesaria la inserción posterior de un tubo de tórax para
que siga saliendo aire. Es aconsejable no evacuar del todo el tórax antes
de colocar un tubo de tórax para evitar lesiones pleurales.
4. En la página web del New England Journal of Medicine se puede encon-
trar un vídeo sobre la descompresión con aguja de un neumotórax
espontáneo.
5. Técnica (fig. 3.13): inserción de tubo torácico.
a. Véanse los tamaños del tubo torácico en el interior de la portada.
b. Coloque al niño en decúbito supino o con el lado afectado hacia arriba y
el brazo sujeto por encima de la cabeza.
c. El punto de entrada está del tercer al quinto espacio intercostal en la línea
axilar media a anterior, habitualmente a la altura del pezón (evite el tejido
mamario).
d. Preparar y cubrir de forma estéril.
e. El paciente puede requerir sedación (v. cap. 6). Infiltrar con lidocaína al
1% la piel, el tejido subcutáneo, el periostio de la costilla, los músculos
de la pared torácica y la pleura.
f. Realizar una incisión estéril de 1 a 3 cm un espacio intercostal por debajo
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del punto de inserción elegido y, con unas pinzas hemostáticas, hacer una
disección roma a través de las capas de tejido hasta alcanzar la porción
superior de la costilla, evitando el paquete neurovascular en la porción in
ferior de la costilla.
g. Presionar las pinzas hemostáticas sobre la parte superior de la costilla,
a través de la pleura y hacia al interior del espacio pleural. Penetrar con
cautela en el espacio pleural no más de 1 cm. Extender las pinzas hemos
táticas para abrirlo, colocar el tubo torácico en la pinza y guíelo a través
del punto de entrada hasta la distancia deseada.
h. Para un neumotórax, insertar el tubo anteriormente hacia el vértice. En
caso de derrame pleural, dirigir el tubo hacia abajo y hacia atrás.
i. Fijar el tubo torácico con suturas, en primer lugar haciendo una
«bolsa de tabaco» de sutura continua rodeando aproximadamente un
FIGURA 3.13
Técnica para la inserción del tubo de tórax. 6.ª C, sexta costilla; EIC, espacio intercostal;
NV, neurovascular. (Modificado de Fleisher G, Ludwig S. Pediatric Emergency Medicine.
3rd ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 2000.)
3
FIGURA 3.14
Toracocentesis. EIC, espacio intercostal. (Modificado de Fleisher G, Ludwig S. Pediatric
Emergency Medicine. 3rd ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 2000.)
(2) Proceder con la preparación del paciente y del campo estéril para el
procedimiento normal descrito.
(3) Colocar la sonda en el interior de una funda estéril.
(4) Colocar la sonda paralela a la columna del hemitórax afectado por
debajo de la axila o de la escápula dependiendo de la posición del
paciente. Empezando en la parte inferior de las costillas inferiores,
desplazar la sonda en dirección cefálica hasta visualizar el derrame
pleural. Aparecerá oscuro, mientras que el tejido pulmonar apare
cerá brillante (fig. 3.15). La confirmación del espacio del derrame
puede realizarse con la sonda colocada paralela dentro del espacio
intercostal para eliminar los efectos de oscuridad generados por las
costillas.
(5) Identificar el espacio costal idóneo para la toracocentesis basándose
en la distancia desde el tejido pulmonar y otras estructuras y la zona
señalada. Asegurarse de que el diafragma (una línea hiperecoica
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54 Parte I Asistencia inmediata en pediatría
FIGURA 3.15
Ecografía de un derrame pleural. Proyección longitudinal del tórax demostrando un
derrame pleural del lado derecho. La colección líquida oscura es el derrame pleural;
en la base de la imagen se visualiza al pulmón atelectásico a mayor profundidad que
el derrame. También se observan y se etiquetan el diafragma y el hígado. Hay que te
ner cuidado para elegir un espacio costal que evite al diafragma en movimiento y
una bolsa grande de líquido pleural que evite al tejido pulmonar. (Tomado de
Broder J. Diagnostic Imaging for the Emergency Physician. Philadelphia: Elsevier
2011;185-296.)
3
la zona y realizar una radiografía de tórax para descartar neumotórax.
8. En la página web del New England Journal of Medicine se puede encontrar
un vídeo sobre toracocentesis.
C. Pericardiocentesis3,6
1. Indicaciones: obtención de líquido pericárdico urgentemente en el
taponamiento cardíaco o con fines diagnósticos o terapéuticos no
urgentes.
2. Complicaciones: hemorragia, infección, punción miocárdica, arritmia
cardíaca, hemopericardio o neumopericardio, neumotórax, hemotórax,
parada cardíaca, fallecimiento.
3. Técnica (fig. 3.16):
a. A menos que esté contraindicado, administre sedación y/o analgesia al
paciente. Vigilar el electrocardiograma (ECG).
b. A veces se utiliza la ecografía para visualizar un derrame pericárdico con
el fin de planificar una pericardiocentesis no urgente. Normalmente se
utilizará la proyección de cuatro cámaras apical. Los detalles sobre la uti
lización de la ecografía para esta técnica se escapan del propósito de este
texto.
c. Colocar al paciente en un ángulo de 30° (Trendelenburg inverso). Sujetar
al paciente.
d. Preparar y cubrir el área de punción de forma estéril. No es necesario
cubrir la parte superior del tórax, puede tapar referencias importantes.
e. Anestesiar el área de punción con lidocaína al 1%.
f. Insertar una aguja de 18 o 20 G inmediatamente a la izquierda de la
apófisis xifoides, 1 cm por debajo de la costilla inferior en un ángulo de
unos 45° respecto a la piel. A veces se dispone de un ECG estéril que
puede acoplarse la monitorizar la posición de la aguja. La aguja debería
avanzar hacia el hombro izquierdo del paciente.
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FIGURA 3.16
Inserción de la aguja para pericardiocentesis en la unión del xifoides y el reborde costal
izquierdo dirigiéndose hacia el hombro izquierdo. (Modificado de Brundage SI, Scott BG,
Karmy-Jones R, et al. Pericardiocentesis and pericardial window. En: Shoemaker WC,
Velmahos BC, Demetriades D, eds. Procedures and Monitoring for the Critically Ill. Phila
delphia: Saunders, 2002. p. 57.)
3
FIGURA 3.17
Ecografía de ascitis para paracentesis abdominal. Esta proyección del abdomen
demuestra la presencia de ascitis (negro) con asas de intestino más profundas. Hay
que tener cuidado para garantizar la existencia de una distancia adecuada entre la
pared intestinal y la pared abdominal antes de marcar la zona para la paracentesis.
(Tomado de Hatch, N, Wu, T. Advanced ultrasound procedures. Crit Care Clin.
2014;30[2]. 309-325.)
4. Técnica:
a. Preparar y cubrir el abdomen con paños estériles.
b. Con el paciente recostado, colocar una sonda ecográfica lineal o curvilínea
en la zona en la que vaya a realizar la punción, en la línea media, en el
cuadrante inferior derecho o izquierdo.
(1) Identificar una bolsa de ascitis, que aparecerá oscura (fig. 3.17).
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E. Sondaje urinario4
1. Indicaciones: obtención de orina para análisis y cultivo estéril, y con el fin
de vigilar con precisión el estado de hidratación.
2. Complicaciones: hematuria, infección, traumatismos de uretra o vejiga,
nudo intravesical de la sonda (muy infrecuente).
3. Precaución: el sondaje está contraindicado en las fracturas pélvicas,
traumatismos uretrales conocidos o presencia de sangre en el meato.
4. Técnica:
a. El lactante/niño no debería haber miccionado 1 h antes del sondaje.
b. Preparar el meato uretral con técnica estéril.
c. En varones, traccionar suavemente el pene para enderezar la uretra. En
lactantes no circuncidados, exponer el meato con una retracción ligera
de la piel. Solo hay que retraer el prepucio lo necesario para visualizar el
meato.
d. En las niñas, puede que sea difícil ver el orificio uretral, pero suele estar
inmediatamente por delante de la apertura vaginal.
e. Inserte suavemente una sonda lubricada en la uretra. Hacer avanzar la
sonda despacio hasta encontrarse con la resistencia del esfínter externo.
Una presión continua vencerá esta resistencia, y la sonda llegará a la
vejiga. Solo se necesitan unos centímetros de avance para alcanzar
la vejiga en las niñas. En los niños, insertar unos pocos centímetros más
que el fuste del pene.
3
femenina.
G. Artrocentesis de rodilla3
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
d. Guía ecográfica.
La ecografía se puede usar para visualizar la vejiga urinaria para esta
técnica del modo siguiente: usar una sonda curvilínea o lineal. Colocar
la sonda en posición transveral en la línea media del hemiabdomen
inferior para localizar la vejiga. La vejiga es una estructura situada en la
línea media con un centro oscuro y márgenes brillantes. Suele tener una
forma redondeada, aunque también puede adoptar una forma esférica,
piramidal o incluso cuboidea (fig. EC 3.F).
3
(1) La vejiga puede estar vacía, sin una cavidad oscura. Si no se aprecia
una estructura clara, administre líquidos y reevalúe en 30 minutos. Esta
técnica también se puede usar para la evaluación de los pacientes anúri
cos, para distinguir entre una disminución de producción de orina y una
retención urinaria. También es útil en el caso de pacientes con una sonda
urinaria, ya que esta última suele ser visible. En caso de visualizarla y de
que la vejiga tenga orina a su alrededor, es probable que la sonda esté
funcionando mal.
(2) La aspiración puede realizarse después de señalar el punto de punción
con el ecógrafo, procediendo con la preparación y los campos estériles
para realizar la punción.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
FIGURA EC 3.F
Ecografía de la vejiga. En esta proyección transversal de la línea media de la pelvis, la
vejiga aparece negra (anecoica) y cuboidea en la línea media. Este es el aspecto típico
de una vejiga llena en la ecografía, aunque la forma puede variar. (Tomado de Leeson K,
Leeson B. Pediatric ultrasound: applications in the emergency department. Emerg Med
Clin North Am.2013;31(3):809-829.)
3
en el espacio articular. En los derrames grandes pueden necesi
tarse varias jeringas para acceder a las bolsas de líquido. Una vez
finalizada, retirar la aguja y tapar la herida con un apósito de gasa
estéril. El líquido sinovial puede enviarse al laboratorio para los estu
dios pertinentes.
5. En la página web del New England Journal of Medicine se puede encontrar
un vídeo sobre artrocentesis de rodilla.
FIGURA 3.19
Características ecográficas de la celulitis y los abscesos de partes blandas. A, La celulitis
se caracteriza por tejido brillante (hiperecoico) debido a edema e inflamación en el tejido.
3
B
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C
FIGURA 3.19, (cont.)
B, Esta imagen demuestra el aspecto clásico «adoquinado» que es un hallazgo eco
gráfico tardío en la celulitis. C, Una estructura negra (anecoica) redondeada se observa
en el tejido blando, lo cual es característico de un absceso de partes blandas. Algunos
abscesos pueden aparecer de color gris oscuro dependiendo de las características del
líquido presente en el interior del absceso. (Tomado de Leeson K, Leeson B. Pediatric
ultrasound: applications in the emergency department. Emerg Med Clin North Am.
2013;31(3):809-829.)
c. Pellizcar el músculo con la mano libre e insertar una aguja de 2,5 cm del
calibre 23 o 25 G hasta que su base esté al nivel de la superficie cutánea.
En el caso de los músculos deltoides y glúteo ventral, la aguja debe dis
currir perpendicular a la piel. En la cara anterolateral del muslo, la aguja
debe estar a 45° del eje longitudinal del muslo. Aspirar por si hubiera
sangre, después inyectar el medicamento.
3
A. Suturas
1. Técnicas de sutura básicas (fig. 3.20):
a. Discontinua simple: cierre básico de la mayoría de heridas no com
plicadas.
b. De colchonero horizontal: consigue la eversión de los bordes de la herida.
c. De colchonero vertical: para lograr más solidez en áreas de piel gruesa o
con movimiento cutáneo; consigue la eversión de los bordes de la herida.
d. Intradérmica continua: para cierres estéticos.
e. Dérmica profunda: para acercar porciones de la herida más profundas
con suturas que se disuelven espontáneamente, con el fin de aproximar
y cerrar las superficies superficiales.
2. Procedimiento:
a. Véase en la tabla 3.1 el material de sutura, el tamaño y el tiempo que
debe transcurrir hasta quitarlas.
b. NOTA: las laceraciones de cara, labios, manos, genitales, boca o área
periorbitaria pueden requerir consultar al especialista. Lo ideal es que las
laceraciones con más riesgo de infección (áreas con irrigación sanguínea
escasa, heridas contaminadas/por aplastamiento) se suturen en las
primeras 6 h. Las heridas limpias en áreas estéticamente importantes
pueden cerrarse hasta 24 h después de producirse en ausencia de
contaminación importante o desvitalización. Por lo general, las heridas
por mordedura no deben suturarse, excepto en áreas de alta relevancia
estética (cara). Cuanto más tiempo se dejen las suturas colocadas,
mayor será la cicatrización y el potencial de infección. Las suturas de
áreas estéticas deben retirarse en cuanto sea posible. Las suturas
de áreas sometidas a gran tensión (p. ej., superficies extensoras) tienen
que permanecer más tiempo.
c. Preparar al niño para la intervención con la sedación, analgesia y sujeción
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
apropiadas.
d. Anestesiar la herida con anestésico tópico o lidocaína mezclada con
bicarbonato (con o sin adrenalina), inyectando el anestésico en el tejido
subcutáneo (v. «Formulario»).
e. Lavar a chorro la herida con cantidades abundantes de SF estéril. Usar
al menos 100 ml por cada centímetro de herida. Este es el paso más
importante para prevenir la infección.
f. Preparar y cubrir al paciente para asegurar una técnica estéril.
g. Desbridar la herida si estuviese indicado. Buscar cuerpos extraños en
caso necesario. Considerar realizar una radiografía si en el mecanismo
lesional intervino un cuerpo extraño radiopaco.
h. Seleccionar el tipo de sutura para el cierre percutáneo (v. tabla 3.1).
FIGURA 3.20
Tipos de suturas. (A) Discontinua simple. (B) De colchonero vertical. (C) De colchonero
horizontal. (D) Dérmica profunda. (Modificado de Srivastava D, Taylor RS. Suturing
Technique and Other Closure Materials. In: Robinson JK, Hanke CW, Siegel DM, et al.,
eds. Surgery of the Skin. 3rd ed. Elsevier: Philadelphia, PA; 2015:193-213.)
TABLA 3.1
RECOMENDACIONES SOBRE MATERIAL DE SUTURA, SU TAMAÑO Y SU RETIRADA
Monofilamento* Reabsorbible†
Región del (para laceraciones (para laceraciones
organismo superficiales) profundas) Duración (días)
Cuero cabelludo 5-0 o 4-0 4-0 5-7
Cara 6-0 5-0 3-5
Párpados 7-0 o 6-0 - 3-5
3
Cejas 6-0 o 5-0 5-0 3-5
Tronco 5-0 o 4-0 3-0 5-7
Extremidades 5-0 o 4-0 4-0 7-10
Superficies articulares 4-0 - 10-14
Manos 5-0 5-0 7
Planta del pie 4-0 o 3-0 4-0 7-10
*Ejemplos de suturas monofilamento no reabsorbibles: nailon, polipropileno. Son útiles para la capa más externa de la
piel. Utilice 4-5 pasadas por cada nudo. El polipropileno es una buena opción para el cuero cabelludo y las cejas.
†
Ejemplos de suturas reabsorbibles: ácido poliglicólico y poliglactina 910 (Vicryl). Son útiles para capas subcuticulares,
más profundas.
l. Para las laceraciones de las manos, solo cerrar la piel; no usar puntos
subcutáneos. Elevar e inmovilizarla mano. Considerar consultar a un
especialista en mano o cirugía plástica.
m. Valorar si el niño precisa profilaxis antitetánica (v. cap. 16, tabla 16.3,
para las recomendaciones).
3. En la página web del New England Journal of Medicine se puede encontrar
un vídeo sobre reparación básica de laceraciones.
B. Grapas cutáneas
1. Indicaciones:
a. Es la mejor técnica para el cuero cabelludo, tronco, extremidades.
b. Su aplicación es más rápida que la sutura, pero su retirada es más dolorosa.
c. Menor tasa de infecciones de la herida.
2. Contraindicaciones:
a. No usarlas en áreas que requieren un resultado estético perfecto.
b. Evitarlas en pacientes que precisen resonancia magnética (RM) o tomo
grafía computarizada (TC).
3. Técnica:
a. Aplicar anestésico local como anteriormente. La inyección de lidocaína
no se utiliza de rutina al usar grapas.
b. Limpiar e irrigar la herida como en el caso de las suturas.
c. Aproximar los bordes de la herida y presionar con fuerza la grapadora
contra la piel en el centro de los bordes aproximados, y disparar la
grapadora.
d. Aplicar una pomada antibiótica y un vendaje estéril.
e. Se mantienen el mismo tiempo que las suturas (v. tabla 3.1).
f. Para retirarlas, utilizar un quitagrapas.
C. Adhesivos tisulares10
1. Indicaciones:
a. Laceraciones superficiales con bordes limpios.
b. Resultados estéticos excelentes, aplicación sencilla y menor ansiedad del
paciente.
c. Tasas más bajas de infección de heridas.
2. Contraindicaciones:
a. No usarlos en áreas sometidas a gran tensión (p. ej., manos, articula
ciones).
b. Precaución en áreas cercanas al ojo o sobre zonas con vello, como en las
cejas.
3. Técnica:
a. Conseguir la hemostasia mediante presión y limpie la herida como se
describió anteriormente.
b. Mantener unidos los bordes de la herida.
c. Aplicar el adhesivo gota a gota a lo largo de la superficie de la herida,
evitando que llegue al interior. Mantenerlo allí durante 20-30 s.
d. Si la herida no está bien alineada, retirar el adhesivo con pinzas y volver
a aplicarlo. La vaselina o una sustancia similar puede facilitar la retirada
del adhesivo cutáneo.
e. El adhesivo se desprenderá tras 7-10 días.
f. No deben aplicarse pomadas antibióticas u otras cremas/lociones al adhe
sivo, ya que pueden provocar que el pegamento se afloje prematuramente,
con la consiguiente dehiscencia de la herida.
3. Técnica:
a. Determinar el tipo de férula necesaria.
b. Medir y cortar la fibra de vidrio o yeso a la longitud apropiada. Si se utiliza
yeso, las férulas de la extremidad superior requieren 8-10 capas, y las de
la extremidad inferior, 12-14.
c. Almohadillar la extremidad con algodón especial, procurando super
poner el 50% cada vez. En las férulas de fibra de vidrio prefabricadas
no suele ser necesario este paso. Las prominencias óseas pueden
3
necesitar más algodón. Colocar algodón entre los dedos si están en la
férula.
d. Introducir las tiras de yeso en agua a temperatura ambiente hasta que
deje de burbujear. Alisar el yeso húmedo, eliminando todas las arrugas.
Las férulas de fibra de vidrio se endurecerán al exponerse al aire; sin
embargo, la aplicación de una pequeña cantidad de agua a temperatura
ambiente puede acelerar este proceso.
e. Colocar la férula sobre la extremidad y moldear al contorno. Envolverla
con un vendaje elástico para sujetar la férula moldeada en la extremidad
en una posición funcional. Seguir manteniendo la forma deseada de la
férula hasta que se haya endurecido por completo.
f. NOTA: el yeso se calienta al secarse. La utilización de agua tibia reducirá
el tiempo de secado. Esto puede resultar en un período inadecuado para
moldear la férula. Girar el borde de la férula sobre sí mismo para conseguir
una superficie lisa. Asegurarse que cubre los bordes afilados de la fibra
de vidrio.
g. Utilizar muletas o cabestrillos según las necesidades.
h. Hay que valorar individualmente si es necesario remitir a traumatología.
i. Una consulta ortopédica urgente es necesaria cuando haya preocu
paciones sobre un posible compromiso neurovascular o un síndrome
compartimental de la extremidad afectada.
4. Cuidados posteriores a la inmovilización con férula:
a. Reposo estándar, hielo y elevación de la extremidad afectada.
b. Evitar la carga en la extremidad afectada.
c. No dejar que la férula se moje. Las férulas pueden envolverse con artículos
resistentes al agua, como bolsas de plástico y bolsas especialmente
diseñadas para poder ducharse. Cuando la férula se haya mojado acci
dentalmente, utilizar un secador de pelo para secarla.
d. No introducir bolígrafos o el gancho de una percha para rascarse por
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
dentro de la férula.
e. Si las regiones distales a la férula desarrollan entumecimiento, hor
migueo, aumento del dolor, adquieren un color pálido o azulado, o
edema, debe aflojarse el vendaje elástico de la férula. Solicitar una
visita médica inmediata si estos síntomas no se resuelven rápidamente
(<30 minutos).
5. En la página web del New England Journal of Medicine se puede encontrar
un vídeo sobre férulas básicas.
3
el codo y minimizar la pronación y supinación.
b. Técnica: codo flexionado a 90°, antebrazo en posición neutra, ligera
dorsiflexión de la muñeca. La férula se extiende desde el pliegue palmar
de la mano, alrededor del codo y dorsalmente hasta los metacarpianos.
Los dedos de la mano y el pulgar quedan libres. La anchura debería
sujetar el brazo por ambos lados, pero sin solaparse.
3. Férula cubital:
a. Indicaciones: fracturas de la metáfisis del 4.° o 5.° metacarpianos (del
boxeador) no rotadas, con menos de 20° de angulación; fracturas no
complicadas de las falanges del 4.° y 5.° dedos.
b. Valorar la presencia de rotación, desplazamiento (especialmente fractura
tipo I de Salter), angulación y estabilidad de la articulación antes de la
inmovilización.
c. Técnica: codo en posición neutra, muñeca con ligera dorsiflexión, arti
culación metacarpofalángica (MF) a 60-90°, articulación interfalángi
ca (IF) a 20°. Aplicar la férula en forma de U desde la punta del 5.° dedo
hasta 3 cm distal al pliegue anterior del codo. La férula debería tener la
anchura suficiente para rodear el 4.° y 5.° dedos.
4. Férula de inmovilización del pulgar:
a. Indicaciones: fracturas no articulares, sin rotación ni angulación, del
metacarpo o las falanges del pulgar, lesión del ligamento colateral cubi
tal (pulgar del guardabosques o del esquiador), fractura de escafoides
conocida o sospechada (dolor en la tabaquera anatómica).
b. Técnica: muñeca en ligera flexión dorsal, pulgar con cierta flexión y
abducción, articulación IF en ligera flexión. Aplicar la férula en forma de U
a lo largo de la cada radial del antebrazo desde la punta del pulgar hasta
la mitad del antebrazo. Moldear la férula a lo largo del eje longitudinal del
pulgar, de modo que se mantenga la posición de este dedo. Esto resultará
en una configuración en espiral a lo largo del antebrazo, manteniendo la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
3
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
FIGURA 3.21
Tipos de férulas específicas. La capa verde claro es un tejido elástico de punto, la capa
blanca es un rollo de algodón y la capa verde es la férula. (A) Férula larga posterior del
brazo. (B) Férula en lengua de gato del antebrazo. (C) Férula cubital. (D) Férula del pul
gar. (E) Férula palmar. (F) Férula posterior del tobillo. (G) Férula en estribo del tobillo.
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