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Aristóteles.

Política
Publicado el 19/05/2020 por Grupo Akal
aristoteles-politica
aristoteles Hijo de un médico de la familia real de Macedonia, Aristóteles nació en Estagira,
península Calcídica, al noreste de la Grecia actual. Fue a Atenas a los 17 años para estudiar con
Platón en la Academia, y allí se quedó hasta la muerte del maestro, veinte años más tarde. Sin
embargo, no se le nombró sucesor de Platón, y entonces se trasladó a Jonia, donde se dedicó al
estudio de la fauna y la flora hasta que Filipo II de Macedonia le invitó a ser tutor de su hijo, el
futuro Alejandro Magno.

Regresó a Atenas en 335 a.C. para establecer una escuela rival de la Academia, el Liceo. Mientras
enseñaba dio forma a sus ideas sobre la ciencia, la filosofía y la política, y compiló un gran volumen
de escritos, de los cuales han sobrevivido pocos. A la muerte de Alejandro, en 323 a.C., los
sentimientos antimacedónicos de Atenas le obligaron a exiliarse en Eubea, donde murió el año
siguiente.

El hombre es un animal político


Ideología: Democracia
Enfoque: Virtud política
Antes:
431A.C. El estadista ateniense Pericles argumenta que, en democracia, la justicia debe ser igual
para todos.
C.380–360 A.C. En su obra La república, Platón pide un gobierno de «reyes filósofos» que posean
sabiduría.
Después
Siglo XIII Santo Tomás de Aquino incorpora las ideas de Aristóteles al cristianismo.
C.1300 Egidio Romano resalta la importancia del imperio de la ley para vivir en sociedad.
1651 Thomas Hobbes propone un contrato social para evitar que el hombre viva en estado
«salvaje».
La antigua Grecia no fue un estado-nación unificado como lo entenderíamos ahora, sino un
puñado de estados regionales independientes cuyo centro eran ciudades. Cada ciudad-estado, o
polis, tenía su propia organización constitucional; en algunas, como Macedonia, el gobernante era
un monarca, en tanto que otras, entre las que la más notable era Atenas, tenían una forma de
democracia según la cual al menos algunos de sus ciudadanos participaban en el gobierno.

Aristóteles, criado en Macedonia y educado en Atenas, conocía bien el concepto de polis y sus
diversas interpretaciones, y gracias a su mentalidad analítica pudo estudiar las bondades de la
ciudad-estado. También pasó algún tiempo en Jonia clasificando animales y plantas; más adelante
iba a aplicar esta técnica de clasificación a la ética y la política, que él consideraba ciencias
naturales y prácticas. A diferencia de su mentor, Platón, Aristóteles creía que los conocimientos se
adquirían por observación, y no por razonamientos intelectuales, y que la ciencia política debía
basarse en datos empíricos, organizados de la misma forma taxonómica que en el mundo natural.

Naturalmente social
antigua-atenas
En la antigua Atenas, los ciudadanos discutían los asuntos políticos en una colina llamada Pnyx.
Para Aristóteles, una sociedad es sana si los ciudadanos participan activamente en el gobierno.
Aristóteles observó que los seres humanos tienen tendencia natural a formar unidades sociales: se
juntan para formar familias; las familias, para formar aldeas; y las aldeas, para formar ciudades. Así
como hay animales –las abejas o el ganado– que se distinguen por formar colonias o rebaños, los
humanos son sociables por naturaleza, Así como podría haber definido a un lobo como un animal
de manada, Aristóteles dice que «el hombre es un animal político por naturaleza». Esto no quiere
decir que tenga una tendencia natural hacia las actividades de la política en el sentido moderno de
la palabra, sino que su naturaleza le impulsa a vivir socialmente en una polis.

Esta idea puede parecer algo confusa en la actualidad, pero es importante considerar que
Aristóteles afirma explícitamente que la polis es tan creación de la naturaleza como un nido de
hormigas. Le resulta inconcebible que los seres humanos puedan vivir de otra manera, lo cual
contrasta notablemente con las ideas de que la sociedad civil es un invento artificial que nos ha
quitado de un «estado de naturaleza» incivilizado, algo que Aristóteles no habría entendido. El
estagirita creía que cualquiera que viviese fuera de una polis no era humano: debía de ser, o bien
superior a los hombres (es decir, un dios), o bien inferior (es decir, una bestia).

La vida buena
La ley es orden, y la ley buena es buen orden. Aristóteles. La idea de las polis como fenómeno
natural y no humano apoya los pensamientos de Aristóteles sobre la ética y la política de la
ciudad-estado. Al estudiar el mundo natural, concibió la idea de que todo lo que existe tiene un
propósito, y decidió que, en el caso de los humanos, este es llevar una «vida buena». Según
Aristóteles, esto significa alcanzar virtudes como la justicia, la bondad y la belleza. Así, el propósito
de las polis es permitirnos vivir de acuerdo con esas virtudes. Los antiguos griegos consideraban la
estructura del Estado –que permite a la gente vivir junta y protege la propiedad y la libertad de los
ciudadanos– como el medio para conseguir la virtud como fin.

Aristóteles identificó diversas «especies» y «subespecies» dentro de las polis. Dijo que lo que
distingue al hombre de los demás animales es su capacidad innata de razonar y de hablar, lo cual
le confiere la capacidad única de formar grupos sociales y establecer comunidades y asociaciones.
Dentro de la comunidad de una polis, los ciudadanos crean una organización que garantiza la
seguridad, la estabilidad económica y la justicia del Estado, no mediante un contrato social
impuesto, sino porque está en su naturaleza hacerlo. Para él, las diferentes maneras de organizar
la vida de la polis no existen para que la gente pueda vivir junta (ya que esto lo hacen por su
propia naturaleza), sino para que pueda vivir bien. Su éxito en alcanzar este objetivo, observa,
depende del tipo de gobierno que escojan.

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Especies gobernantes
Incansable clasificador de datos, Aristóteles ideó una taxonomía completa del mundo natural, y en
sus obras posteriores, especialmente en la Política, aplicó el mismo método a las formas de
gobierno. Mientras que Platón razonó de forma teórica sobre el sistema ideal de gobierno,
Aristóteles prefirió examinar los regímenes existentes para analizar sus puntos fuertes y débiles.
Para ello planteó dos sencillas preguntas: ¿quién gobierna? y ¿en nombre de quién gobierna?

A la primera pregunta responde que hay básicamente tres tipos de gobierno: el unipersonal, el de
una selecta minoría y el de muchos. Y, en respuesta a la segunda, dice que se podría gobernar en
nombre de toda la población, lo cual consideraba legítimo, bueno y puro, o en nombre del interés
del propio gobernante o de la clase dirigente, que es la forma errónea o impura.

En total identificó seis «especies» de gobierno, que van apareados. La monarquía es el gobierno de
un individuo en nombre de todos; el gobierno de un individuo en su propio interés, o tiranía, es
una monarquía impura. La aristocracia (que según los griegos era el gobierno de los mejores y no
el hereditario de familias nobles) es el gobierno de unos pocos para el bien de todos; su forma
impura es el gobierno de unos cuantos por su propio interés, u oligarquía. Finalmente, el orden
civil (asimilable a república o democracia constitucional) es el gobierno de muchos para beneficio
de todos. En realidad, Aristóteles daba en ocasiones al término democracia (politeia) el sentido
actual de demagogia, como forma impura del orden civil, ya que, en la práctica, implica gobernar
en nombre de muchos y no de cada uno de los individuos (la polis).

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Aristóteles argumenta que el propio interés, inherente a las formas defectuosas de gobierno,
causa desigualdad e injusticia, lo cual acarrea inestabilidad, cosa que amenaza la misma misión del
Estado y su capacidad de proporcionar una vida virtuosa. Pero, en la práctica, las ciudades-estado
que él estudió no entraban claramente dentro de una sola categoría, sino que exhibían
características de los diversos tipos.

La base del Estado democrático es la libertad. AristótelesAun cuando Aristóteles consideraba la


polis como un «organismo» único del cual los ciudadanos son solo una parte, también estudió la
participación del individuo dentro de la ciudad-estado. Aquí también acentúa la natural inclinación
del ser humano hacia la interacción social, y define al ciudadano como alguien que no solo forma
parte de la estructura de la comunidad civil al elegir a sus representantes, sino con su participación
activa. Cuando esta participación se produce dentro de una forma de gobierno «buena» o «pura»
(monarquía, aristocracia u orden civil), promueve la capacidad del ciudadano de llevar una vida
virtuosa. Dentro de un régimen «defectuoso» o «impuro» (tiranía, oligarquía o democracia), el
ciudadano se involucra en las luchas interesadas del gobernante o de la clase gobernante, es decir,
el ansia de poder del tirano, la sed de riquezas del oligarca o la lucha por la libertad de los
demócratas. De todos los regímenes posibles, concluye, el orden civil es el que da las mejores
oportunidades de llevar una vida buena. Si bien pone la democracia entre las formas impuras de
gobierno, también afirma que es la mejor después del orden civil y mejor que la aristocracia o la
monarquía «buenas». Como sea que el individuo no tenga la sabiduría y la virtud de un buen
gobernante, «los muchos» todos juntos quizá sean mejores gobernantes que «el único».

Aparentemente, la descripción y el análisis detallados de la polis de la Grecia clásica tiene poco


que ver con los estados-nación que la sucedieron, pero las ideas de Aristóteles influyeron cada vez
más en el pensamiento político europeo durante toda la Edad Media. Pese a que fue criticado por
su punto de vista, muchas veces autoritario (como en su defensa de la esclavitud y de la
inferioridad de las mujeres), sus argumentos a favor del gobierno constitucional anticiparon las
ideas de la Ilustración.

El texto y las imágenes de esta entrada son un fragmento de: “El libro de la política”
http://www.nocierreslosojos.com/aristoteles-politica/

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