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En la actualidad se está luchando con un virus altamente mortal según los índices de muertes
a nivel mundial, trayendo consigo a que la sociedad se enfrente a dos grandes problemas una
que se ha ido luchando ya hace décadas como es el cambio climático desde un contexto
ambiental y la otra sanitaria la covid 19. El cambio climático es un desafío mundial que aún
estamos batallando, este deja de ser problema ambiental, para ser un problema social ya que
cada uno de nosotros es consciente el grado de responsabilidad que tiene para cuidar nuestro
hogar, tras la llegada de la covid 19 se produjo en todo el mundo un cambio radical al que no
estábamos preparados produciéndose una recesión económica que se ha evidenciado por la
disminución de las actividades laborales durante la emergencia sanitaria, la covid-19 también
trajo con ella la visualización de la crisis climática que siempre estuvo presente, hizo que
reflexionemos y tomemos conciencia con respecto a este tema, logramos de alguna manera
entender el compromiso socio-ambiental nuestro hábitat y único hogar.
CONCLUSIONES 28
BIBLIOGRAFIA Y LINKOGRAFIA 29
CAPÍTULO I: ANÁLISIS DE LA REALIDAD DEL CAMBIO CLIMÁTICO ANTES
DE LA COYUNTURA DE LA COVID 19
Para saber cómo ha surgido un cambio climático hasta la actualidad, primero se hará un
análisis del impacto del cambio climático a nivel global antes de que el estado impusiera
confinamientos obligatorios, reduciendo la congestión vehicular, así como también la
prohibición de playas donde más contaminación se produce.
A partir del año 2000 hasta el año 2019 las emisiones por dióxido de carbono siguen
creciendo, pero del año 2007 al 2009 existió una pequeña disminución de dióxido de carbono,
conocido como el periodo de la gran recesión económica, un punto de “inmovilización”. Por
lo que podemos destacar una relación directa entre el desarrollo económico y emisiones de
CO2 a partir del aumento de la industrialización.
Entre el año 2018 al 2019 se mantuvieron las emisiones de dióxido de carbono (CO2) la AIE
explica que los factores han sido el clima más templado en varios países y a un crecimiento
económico más lento en algunos de los mercados emergentes.
Sin embargo, en el 2019 los niveles de CO2 alcanzaron un nuevo récord en 2019 de
concentración en la atmósfera.
Según los datos de GCP, los países con más emisiones de CO2 procedentes de combustibles
fósiles fueron China con 10000 toneladas de CO2, el país que emite más dióxido de carbono,
le sigue Estados Unidos e India.
Esto origina a que los demás países se vean afectados por el cambio climático, con esto se
infiere que uno de los principales responsables es su alto nivel de industrialización, con
fábricas que por mucho tiempo no estuvieron obligadas a cumplir la normativa
medioambiental ni políticas medioambientales, otro factor es que China es el país con mas
habitantes.
“En cuanto a seres humanos, queremos lo mismo que el resto de nuestros congéneres: un
lugar seguro en el que vivir en este planeta al que llamamos hogar. Por tanto, aunque nuestro
trabajo debe continuar siendo imparcial y objetivo, cada vez con más frecuencia alzamos
nuestra voz en apoyo al mensaje claro de que el cambio climático es real, los seres humanos
somos los responsables, su impacto es grave y debemos actuar ahora.”
Ahora veamos una de las consecuencias que genera el cambio climático como es el aumento
del nivel del mar, según la NASA, el aumento del nivel del mar es causado principalmente
por dos factores relacionados con el calentamiento global: el agua procedente de la fusión de
las capas de hielo y los glaciares y la expansión del agua del mar a medida que se calienta.
Actualmente el nivel del mar se encuentra casi 10 centímetros por encima de su extensión en
1993.
El coronavirus llegó al Perú y al mundo en condiciones en las que a diario los políticos
negaban o aceptaban el cambio climático según su plan de gobierno pero siempre arraigado a
los intereses económicos, nosotros nos encontrábamos en condiciones que teníamos
prosperidad económica en pleno auge y los políticos pregonaban y se apropian de los logros
pero La mayor amenaza ambiental que existe hasta ahora es el cambio climático, con
consecuencias económicas, sociales y ambientales. Uno de los países catalogados como
vulnerable frente a este problema ambiental ha sido Perú, dicha vulnerabilidad se debe a
factores como: la pobreza, debilidad del gobierno, los factores climáticos y la baja
articulación institucional.
Por ello, se debe trabajar de manera conjunta entre los diferentes sectores de la sociedad, sino
las consecuencias podrían ser muy graves en un futuro cercano. Pero, ¿cuál es la exacta
realidad en la que se encuentra el país? Cada año aparecen discursos y evidencias en contra y
a favor de todo esto, solo cuesta discernir minuciosamente según la fuente para ver la
realidad.
1.2.1 MORTALIDAD DEL CORONAVIRUS Y LA DEL CAMBIO
CLIMÁTICO
Según la iniciativa de Soluciones Ambientales y del Programa Martin Luther King, América
Latina está siendo fuertemente golpeada por los efectos del cambio climático. “La pérdida
tiene el 70% en el corredor seco de América Central o las inundaciones en Argentina y en
Uruguay. La frecuencia de los huracanes -con la devastación que esto genera-, los incendios
forestales en la Amazonia, Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador en Venezuela”, explicó
el experto.
Hablar del coronavirus o COVID-19, es un tema usual, de gran manejo por cualquier
habitante del planeta Tierra en este momento. Este foco infeccioso, contagioso y muchas
veces mortal, se ha colado en todos los rincones del mundo y en todos los rincones del
pensamiento humano. Es de tal magnitud esta realidad, que surgen ciertas premisas o
inquietudes tales como: ¿quién no se interesa por saber acerca de este virus?, ¿quién no ha
oído sobre su nefasta incidencia?, ¿quién no le teme, adversa o angustia?, estas son entre
otras, las preguntas que pueden surgir ante un fenómeno difícil de controlar, hasta ahora.
Todo ello a partir del compromiso de los países de mayor industria y su idealización en la
limitación y reducción de emisiones de gases.
Cabe destacar que, se rectifica su vigencia por un segundo periodo de siete años desde enero
del 2013 hasta diciembre del 2020 en la decimoctava Conferencia de las Partes sobre
cambio climático (COP18), Sin embargo, ante incrementos de emisiones de gases, en el año
2015 se propone en la COP21 de París un acuerdo que busca intensificación de las acciones.
Se sabe que, países como Argentina, Francia, Brasil, son algunos lugares donde ciertas
gobernaciones dentro del país se han declarado en crisis climática, siendo uno de los primeros
pasos a tomar para un ajuste y planificación de políticas ambientales positivas. Pero todo ello
en el plano sin la consideración de una pandemia, que somete a nuevos criterios y análisis de
la situación actual de nuestro planeta. Entonces qué relación se plantea entre estas dos crisis
actuales, cuál es el efecto que tiene una sobre otra, entre otras cuestiones, que tendrán mayor
relevancia en el desarrollo del siguiente capítulo.
Esta pandemia del coronavirus ha generado la mayor caída en la emisión de CO2 de la que se
tenga registro en la historia.
"Ninguna guerra, ninguna decisión, ninguna otra pandemia, ha tenido un impacto tan
dramático en las emisiones de CO2 durante el último siglo como el que ha logrado el covid-
19 en pocos meses", escribió recientemente Matt McGrath, corresponsal de medio ambiente
de la BBC.
Hay menos aviones en los cielos y menos autos en las vías. El consumo de energía ha bajado.
La NASA ha detectado desde el espacio la disminución de gases contaminantes en la
atmósfera.
La crisis sanitaria del COVID-19 y las medidas para su contención tuvieron un fuerte impacto
en el mercado laboral de los países latinoamericanos. Las tasas de ocupación cayeron
marcadamente. Además, entre los que continuaron empleados se observó un aumento de
aquellos que mantienen su vínculo laboral, pero no trabajan, y una reducción de las horas
trabajadas. La mayor parte de las personas que perdieron su empleo salieron del mercado
laboral ante la imposibilidad percibida de una reinserción a corto plazo. Esto disminuyó las
tasas de participación y atenuó los incrementos de la tasa de desocupación, que, aun así,
alcanzaron niveles históricamente altos en muchos países.
El impacto económico del COVID-19 en América Latina y a nivel mundial será considerable
debido a la caída en las exportaciones, la fuga de capitales, el desplome del turismo, el
colapso de las remesas y la contracción económica y el desempleo causados por las
restricciones impuestas para controlar la pandemia. Lo complicado de esta crisis, aunque la
región está acostumbrada a enfrentarse a choques externos, radica sin embargo en el hecho de
que esta es la primera vez que tiene que hacerlo ante tantos retos de manera simultánea.
Algunos mitigantes son: contar con una población relativamente joven, estar menos
conectada internacionalmente que Europa y EEUU, haber tomado medidas de contención
relativamente rápidas y estrictas, los aprendizajes de cómo gestionar choques económicos
externos y sanitarios a lo largo de las últimas décadas, tomar medidas para proteger a familias
y pymes utilizando los programas sociales ya existentes, y la recuperación de China, que
aumentará la demanda de recursos naturales y sus precios. Si bien el impacto inmediato es
considerable, la recuperación podría ser acelerada.
El 16 de abril del 2020 se hizo público un comunicado de la COEECI sobre la compleja crisis
sanitaria generada por la expansión global del nuevo coronavirus (Covid-19) y las varias
medidas inmediatas impulsadas de forma temprana por el gobierno del presidente Martín
Vizcarra en el Perú.
Sin embargo, los expertos de Naciones Unidas se preocupan por un posible efecto rebote que
pueden ocasionarse en un futuro con las medidas que adoptarán las autoridades y el sector
empresarial de los países industrializados para estimular la economía. Se teme que el regreso
de los trabajadores a las fábricas y el reinicio de actividades volverá a hacer que aumente el
registro de las emisiones de gases contaminantes por encima de los promedios históricos
Los satélites revelan el impacto positivo del coronavirus, en las imágenes podemos observar
cómo la pandemia fue de alguna manera un respiro para nuestro planeta.
2.2.3 FAUNA SALVAJE BENEFICIADA
La prohibición temporal del comercio de fauna silvestre que China impuso le otorgó un
respiro a algunas especies de animales consideradas exóticas por la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN).
También pudimos observar que, en algunas ciudades del mundo, vacías a causa del
confinamiento, los animales salieron a ocupar las calles. Algunos buscan comida, otros
simplemente disfrutan de la baja contaminación y la poca actividad humana. De alguna
manera recuperando lo que se les quitó.
Desde las medidas iniciales tomadas por los principales gobiernos del mundo y con la
finalidad de controlar el número de contagios desencadenaron un descenso considerable con
respecto al tráfico peatonal, todo esto solo en el mes de marzo.
Por otra parte, el sistema de conteo de TC Group Solutions detectó en la segunda semana de
marzo el cierre de al menos el 62% de los establecimientos comerciales. Los sectores que
registraron más descenso en cuanto a ingresos monetarios son: el de electrodomésticos con
un 62%, zapaterías (52%), ocio (49%), complementos (49%) y moda (44%) En cambio, las
farmacias aumentaron un 35% las entradas financieras, los supermercados un 11%, así como
las tiendas de electrónica e informática con un 3% de aumento.
2.3.2 ¿REALMENTE LA PANDEMIA LE DIO UN RESPIRO A
NUESTRO MEDIO AMBIENTE?
De acuerdo a diversas fuentes , la pandemia del covid-19 hasta datos registrados a finales
del 2020 generó una considerable caída en la emisión del CO2 de la que se tenga registrada
anteriormente.
Se suponía que este sería un “año crucial” para consolidar esfuerzos globales en la cumbre
climática anual de la ONU que estaba programada para celebrarse en Glasgow en noviembre.
Sin embargo, el 1 de abril, ante la propagación de la pandemia de coronavirus, la ONU
notificó que pospondrá la cumbre hasta el próximo año. El impacto real de la crisis del
coronavirus en el clima podría depender en última instancia de las decisiones tomadas con
respecto a cómo los gobiernos quieren que se vean sus economías cuando se recuperen y, en
particular, cuánto seguirán dependiendo de los combustibles fósiles.
2.3.3 ESTADÍSTICAS
● Como se muestra en nuestro gráfico basado en estos cálculos, las emisiones globales
de dióxido de carbono descendieron un 5,3% en el período comprendido entre el 1 de
enero y el 30 de noviembre de 2020. El mayor contribuyente a este descenso es la
reducción del uso del transporte terrestre, que ha disminuido un 15,2% respecto a
2019 y representa algo más de la mitad de la disminución de las emisiones mundiales.
Entre los países de los que se han publicado datos, España registra la mayor caída de
las emisiones en comparación con 2019 (-14,6%), mientras que China muestra la
menor disminución (-0,5%). (Roa, 2020).
2.4 PROTEGER LA BIODIVERSIDAD PARA PREVENIR FUTURAS
PANDEMIAS
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) ha realizado varios
informes en el contexto del Covid-19, en los cuales ha expresado que esta crisis de salud debe
ser un llamado de atención que genere una mayor conciencia social frente al cuidado del
planeta y su uso racional de los recursos.
Así mismo los estudios realizados por WWF, se ha descubierto que existe un vínculo muy
estrecho entre la propagación de pandemias y el tamaño de la pérdida de la naturaleza, por lo
que aseguró que es esencial reconocer los vínculos entre la destrucción de la naturaleza y la
salud humana para evitar una próxima pandemia.
Es por ello, que para proteger la biodiversidad es sustancial preservar los ecosistemas
naturales, custodiar las áreas no contaminadas del planeta, luchar contra el consumo y el
tráfico de especies silvestres, restaurar el equilibrio de los ecosistemas dañados y detener el
cambio climático. Así también, es clave que los países impulsen actuaciones políticas que
generen un cambio en los sistemas de producción y consumo que sustentan nuestro actual
estilo de vida, que ya ha demostrado ser poco sostenible.
Desde nuestro análisis concienzudo alegamos que luego de la pandemia, cuando esta se
encuentre controlada, tendremos que trabajar fuertemente para recuperar la economía. Las
dos grandes preguntas en ese momento serán: ¿vamos a reconstruir una economía poco
amigable con el ambiente? o ¿seremos capaces de construir juntos una economía que ponga
los incentivos correctos para las decisiones correctas? Todos los países deberán tomar
medidas para ir reactivando sus economías. Esas medidas de reactivación deberían estar
alineadas para impulsar la acción climática. Si hacemos ello, no solo habremos sobrevivido a
una pandemia, también habremos aprendido una gran lección.
CAPÍTULO III: VISIONES Y ACCIONES A TOMAR EN EL FUTURO
3.1 VISIONES
Las medidas adoptadas por los gobiernos de todo el mundo para combatir a la COVID-19
ocasionaron consecuencias innegables sobre el medio ambiente, como la mejoría de la
calidad del agua y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la
contaminación acústica lo cual permitió un alivio temporal del planeta. Sin embargo, también
hubo aspectos negativos como el incremento de desechos hospitalarios y domésticos.
3.1.1.2 EMERGENCIA CLIMÁTICA SUSPENDIDA
3.2 ACCIONES
Si de algo debemos estar convencidos es de que, después del día D, no podemos seguir
haciendo las cosas de la misma forma. Debe ser un punto de inflexión que no puede dejar
pasar el impacto social y transformador que ha tenido y puede seguir teniendo la solidaridad
y la cooperación colectiva demostrada por millones de ciudadanos en el mundo. Los políticos
y los gobiernos tienen que haber asimilado lo suficiente como para dar respuestas apropiadas
a una población cuyo deseo de cambio se va a fortalecer cuando toda esta pesadilla haya
terminado.
El modelo económico debe cambiar. El modelo político debe cambiar. El modelo energético
debe cambiar. La transición energética debe impulsarse con fuerza hacia una transformación
energética global. Los paquetes de estímulo que los gobiernos anuncian en todo el mundo no
deben beneficiar sólo a las grandes corporaciones, sino también a las grandes masas
desfavorecidas que necesitan un sistema y un modo de vida diferente.
En todo caso, una pequeña luz en el túnel nos dice que algo bueno está sucediendo: estados y
ciudades están declarando la emergencia climática; organizaciones de ciudadanos, jóvenes y
estudiantes en todo el mundo se están movilizando contra el cambio climático; las demandas
bajo el rótulo de litigio climático crecen cada día y jueces valientes están frenando políticas
erradas.
El mundo en la era pos-Covid-19 no es para recuperar la normalidad que nos hundió en esta
crisis sanitaria y acelera el cambio climático. No puede ser ni el mismo ni más desigual; y si
llega a serlo, será un mal presagio donde todos perderíamos.
3.2.1.1 COVID-19 Y CAMBIO CLIMÁTICO: DOS LUCHAS CONECTADAS
Cada vez hay menos dudas: estamos ante una emergencia climática sin precedentes.
Esfuerzos como la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de
París, el Pacto Verde Europeo o las Cumbres del Clima demuestran el compromiso creciente
de la sociedad con la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, la respuesta a esta
amenaza a largo plazo parece haberse congelado para reaccionar ante una amenaza más
urgente: la provocada por la pandemia del coronavirus. Y ahí es donde está el error: no
podemos elegir entre apagar un fuego u otro, ¡porque están relacionados! Si ahora estamos
sufriendo la amenaza de este virus es en buena parte debido a que hemos debilitado los
ecosistemas que nos protegen. Unas políticas ambientales que garanticen el desarrollo
sostenible son la mejor garantía para construir una sociedad que pueda hacer frente a nuevas
pandemias. A esto es a lo que llamamos una sociedad resiliente.
La comunidad científica lleva años lanzando esta alerta: la pérdida de biodiversidad actúa
como catalizador para la expansión de virus y enfermedades infecciosas. La razón es que la
diversidad de animales y plantas funciona como un escudo protector. Muchas especies actúan
como huéspedes de virus que ni siquiera conocemos aún.
Si disminuimos esta diversidad y destruimos ecosistemas, facilitamos que dichos virus
“salten” al ser humano. De hecho, se estima que el 75% de las enfermedades nuevas
emergentes que infectan a las personas proviene de animales.
Como indica David Quammen, uno de los periodistas científicos más reputados del mundo,
«cortamos árboles, matamos animales o los encerramos en jaulas y los enviamos a mercados.
Desequilibramos los ecosistemas y liberamos los virus de su huésped original. Cuando esto
ocurre buscan un nuevo organismo. Y, a menudo, nosotros estamos ahí».
En definitiva, si queremos evitar nuevas pandemias, proteger la biodiversidad y fomentar
ecosistemas sostenibles no es una opción: es una obligación. Y no hay tiempo que perder
porque, al ritmo actual, en las próximas décadas perderemos una de cada ocho especies del
planeta.
La COVID-19 nos enseña que la salud del planeta está en nuestras manos. Como indicaba
recientemente António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, “ahora más que
nunca es necesaria la solidaridad y la ambición de transitar hacia una economía sostenible,
resiliente y baja en emisiones de carbón”.
Los modelos de producción y consumo desmedido necesitan dejar paso a un sistema que
garantice la dignidad de todas las personas y el uso sostenible de los recursos para las
siguientes generaciones. Algunas propuestas interesantes de las que ya hemos hablado en el
blog son el uso de energías renovables y el fomento del comercio justo.
Si hay algo que nos demuestran tanto la crisis de la COVID-19 como la climática es que
vivimos en un mundo interconectado. Ningún país puede hacer frente por separado si
queremos que nadie se quede atrás. Estamos, por tanto, ante desafíos globales que necesitan
de repuestas coordinadas donde cada actor asuma su papel. Y hablando de papeles, los países
desarrollados deben asumir su responsabilidad. Como bien nos recuerdan jóvenes activistas
contra el cambio climático como Greta Thunberg, los mal llamados “países ricos” son los
principales culpables del surgimiento de estas amenazas, a la vez que poseen más y mejores
recursos para hacerles frente.
Los climatólogos están de acuerdo en que los efectos más probables derivados del
calentamiento del planeta incluyen el deshielo de glaciares y casquetes de hielo polares, la
subida del nivel del mar, desastres meteorológicos más frecuentes y nuevos virus o
enfermedades como en Covid- 19
Sin embargo, existen grandes dificultades para estimar con precisión el alcance de estos
efectos, ya que dependen del grado de adaptación de las economías y la población al nuevo
entorno. Lo que parece claro es que el aumento de la temperatura incrementará la dureza y
recurrencia de eventos extremos.
Asimismo, es muy complicado estimar con exactitud el impacto económico del cambio
climático. Estos son los principales obstáculos:
- La mencionada dificultad para saber el aumento de la frecuencia de los fenómenos
meteorológicos extremos.
- La estrecha relación entre desarrollo económico y clima. Un aumento de la
temperatura afecta a las economías, por ejemplo, a través del perjuicio económico que
causan los sucesos meteorológicos extremos. Pero cambios en el modelo productivo y
en el crecimiento económico influyen en el nivel de emisiones de carbono, lo que
acaba condicionando la evolución de la temperatura.
- Desconocemos el alcance del cambio tecnológico y en qué medida logrará mitigar
estos riesgos (por ejemplo, se están investigando nuevas vías, más allá de la
reforestación y del aumento de espacios verdes, para reabsorber parte de las emisiones
de carbono).
- Falta de información. En primer lugar, para que los hogares, las empresas y el sector
público puedan tomar las decisiones más acertadas deben disponer de la información
más completa posible. Solo así podrán evaluar correctamente los costes y beneficios
de sus decisiones. En los inicios de la revolución industrial poco o nada se conocía
sobre el impacto de los gases de efecto invernadero (GEI en adelante). En la
actualidad, aunque la investigación científica sobre las causas del cambio climático y
sus consecuencias sobre la naturaleza y la actividad humana ha avanzado
sustancialmente, todavía hay una parte importante de la población que no es
consciente de las consecuencias de las decisiones que toma. La labor pedagógica de
los orígenes del cambio climático, y sus potenciales consecuencias, sigue siendo
imprescindible.
- Dificultades para incorporar las externalidades. La emisión de GEI que se genera
cuando una empresa produce o un ciudadano consume conlleva unos costes para el
conjunto de la sociedad que dicha persona o empresa no suele tener en cuenta. Esto es
lo que, en jerga económica, se llama una externalidad negativa. Por el contrario, la
inversión en tecnologías y energías sostenibles genera externalidades positivas. Esto
es, más allá del retorno económico directo que proporciona la propia inversión, se
generan unos beneficios para el conjunto de la sociedad (como, por ejemplo, respirar
un aire más limpio) que los inversores no siempre tienen en cuenta, puesto que no
reciben ninguna recompensa económica por ello.Por estos motivos, es deseable
aplicar mecanismos que faciliten que todos, individuos y empresas, tengamos en
cuenta los efectos indirectos sobre el clima de las decisiones que tomamos.
- El problema del polizón (free-rider en inglés). «¿Por qué debo contaminar menos
cuando, si ya lo hace el resto de los agentes, yo me puedo beneficiar?». Si todos
razonamos de esta manera, no se reducirán las emisiones de GEI.
- Cortoplacismo. Aun teniendo en cuenta toda la información disponible, y siendo
conscientes de los costes de algunas decisiones, los hogares, empresas y reguladores a
veces toman decisiones que tienen un efecto perjudicial sobre el clima a medio y largo
plazo ya que actúan pensando solo a corto plazo.
En definitiva, el cambio climático causado por la actividad humana es un desafío crucial para
nuestra especie que nos afecta en multitud de ámbitos. No hay excusas para no afrontarlo con
la seriedad y decisión que merece. No podemos dejar escapar ni un segundo.
CONCLUSIONES
● El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero que más contamina y
que está causando el calentamiento de la tierra, lo cual es de debida preocupación
porque cada año se da índices de aumento.
● Proteger y preservar nuestra biodiversidad es una de las medidas más efectivas para
evitar nuevos virus en un futuro, debido a que cuando alteramos los equilibrios
naturales, destruimos la naturaleza, perseguimos especies y además vamos a
capturarlas a los rincones más recónditos, comerciando y traficando con ellas, se está
facilitando la transmisión de patógenos y, por tanto, un mayor riesgo de aparición de
pandemias.
● Las distintas actividades económicas e industriales produjo una reducción radical en
ellas. Por efecto del confinamiento tenemos que las estimaciones más conservadoras
sostienen que la caída de la economía en nuestro país sería del 4% y sigue en caída.
Esto se ve reflejado en la pérdida de trabajo de distintos peruano e incluso la quiebra
de distintas empresas.
● Como país nos dimos cuenta que no estábamos preparados para la llegada de esta
pandemia. Nuestro sistema de salud, que es el más importante pero el que menos
inversión tiene, colapsó y vimos como se llenaba de muertos a cada hora.
● La pandemia nos hizo reflexionar, analizar el comportamiento humano y como
tratamos de alguna manera a nuestro propio hogar, nuestro planeta. Que por mucho
tiempo nos pedía un respiro, también que la vida de nuestros seres queridos se va en
un abrir y cerrar de ojos, aprendimos a apreciar esos pequeños momentos familiares
que perduran en nosotros para toda la vida.
● En la lucha contra el cambio climático, el trabajo orientado a reducir emisiones,
detener sus efectos y consecuencias a futuro es conocido como mitigación. Sin
embargo, hay comunidades que ya viven consecuencias trágicas debido a un clima
que ha cambiado mucho en poco tiempo. Actuar para prevenir catástrofes, aumentar
la resiliencia y reducir la vulnerabilidad de estas personas, es apoyar la adaptación.
BIBLIOGRAFIA Y LINKOGRAFIA
bueros › kolumbien.
https://www.epdata.es/datos/cambio-climatico-datos-graficos/447
Obtenido de https://www.epdata.es/datos/cambio-climatico-datos-graficos/447
https://es.statista.com/grafico/23231/variacion-de-las-emisiones-de-co2-en-
2020-respecto-a-2019/
BBC News Mundo. (2020b, mayo 11). Coronavirus y cambio climático: por qué
https://www.bbc.com/mundo/noticias-52596472
https://blogs.iadb.org/sostenibilidad/es/puedeel-covid-19-ayudarnos-a-
visualizar-un-futuro-mas-sostenible/
https://www.who.int/globalchange/publications/en/Spanishsummary.pdf?ua=1
https://www.bbc.com/mundo/noticias
https://aida-americas.org/es/blog/5-acciones-para-que-los-pa-ses-hagan-frente-
al-cambio-clim-tico