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Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”

Vicerrectorado de Planificación de Desarrollo Social

Programa de Ciencias del Agro y del Mar

Subprograma de ingeniería en producción animal

IMPACTO Y SOLUCIONES AMBIENTALES


(Ensayo critico- Módulo II)

Bachiller:

Benítez Rosanyelica

CI V- 24.112.153

Barinas, Julio de 2021


Problemas ambientales en los sistemas de producción animal

El objetivo de este ensayo es realizar un análisis crítico sobre los problemas ambientales
asociados a la implementación y desarrollo de los sistemas de producción animal

La gestión de las deyecciones ganaderas es posiblemente el tema que ha sido más


tratado y debatido en cuanto a aspectos ambientales en agricultura y ganadería se refiere.
Los riesgos que estas deyecciones animales pueden tener sobre el medio, son bien
conocidos desde hace tiempo y las administraciones ya han tomado varias medidas para
paliar sus efectos.

Pero el concepto de riesgo ambiental en una finca agraria es un concepto más amplio
que abarca muchos otros aspectos a parte de las deyecciones ganaderas. Por ejemplo, el
almacenaje de productos petrolíferos (como el gasóleo, fuel) o el almacenaje de pesticidas o
de fertilizantes minerales, o bien el ensilado de alimentos, en donde pueden generarse
lixiviados más concentrados incluso que las deyecciones ganaderas. Pero también, la propia
gestión del suelo y su fertilidad, el control de plagas; y el consumo de recursos naturales
(agua y energía), el consumo de materia prima y material auxiliar (piensos, medicamentos,
productos de limpieza); o la gestión de los residuos y la preservación del entorno natural.

A continuación se presenta un listado de los distintos riesgos que pueden existir en una
finca agraria, agrupados según el aspecto ambiental al que están relacionados.

Estos aspectos ambientales pueden ocasionar impactos sobre: el aire; por emisiones,
ruidos y olores. El medio acuático; por vertidos, infiltraciones o escorrentía superficial. El
suelo; por erosión, acumulación de nutrientes hasta niveles tóxicos, compactación,
encrostamiento, salinización. El territorio y paisaje; donde se incluye el impacto visual,
pérdida de biodiversidad

Por consiguiente, lo nutrientes como el nitrógeno (N) y el fósforo (P) aplicados a las
tierras agrícolas (a través de fertilizantes sintéticos, compost, abonos, biosólidos, etc.)
pueden proporcionar valiosos nutrientes para las plantas. Sin embargo, si no se maneja
correctamente, el exceso de N y P puede tener consecuencias ambientales negativas. El
exceso de N suministrado tanto por fertilizantes sintéticos (como nitrato altamente soluble)
como por fuentes orgánicas como abonos (cuyo N orgánico es mineralizado a nitrato por
los microorganismos del suelo) puede conducir a la contaminación del nitrato por el agua
subterránea. El agua potable contaminada con nitrato puede causar el síndrome del bebé
azul . Junto con el exceso de P de estas mismas fuentes de fertilizantes, la eutrofización
puede ocurrir aguas abajo debido al exceso de suministro de nutrientes, lo que lleva a áreas
anóxicas llamadas zonas muertas

De esta manera, El estiércol y los biosólidos contienen muchos nutrientes consumidos


por animales y seres humanos en forma de alimentos. La práctica de devolver dichos
productos de desecho a las tierras agrícolas presenta una oportunidad para reciclar los
nutrientes del suelo. El desafío es que los abonos y los biosólidos contienen no solo
nutrientes como carbono, nitrógeno y fósforo, sino que también pueden contener
contaminantes, incluidos productos farmacéuticos y de cuidado personal (PPCP). Existe
una gran variedad y gran cantidad de PPCP consumidos por humanos y animales, y cada
uno tiene una química única en ambientes terrestres y acuáticos. Como tal, no todos han
sido evaluados por sus efectos sobre el suelo, el agua y la calidad del aire.

De igual manera el pastoreo ocupa el 26% de la superficie terrestre y la producción de


forrajes requiere cerca de una tercera parte del total de la superficie agrícola. La expansión
de las tierras de pastoreo es un factor decisivo de la deforestación, sobre todo en América
Latina: un 70% de los bosques amazónicos se usan como pastizales, y los cultivos
forrajeros cubren una gran parte de la superficie restante. Cerca del 70% de las tierras de
pastoreo en las zonas áridas están degradadas, principalmente a causa del exceso de
pastoreo, la compactación de la tierra y la erosión causada por el ganado.

Por otra parte, la principal fuente de contaminación se encuentra en las aguas residuales
de los mataderos que incluyen heces y orina, sangre, pelusa, lavazas y residuos de la carne
y grasas de las canales, los suelos, los utensilios, alimentos no digeridos por los intestinos,
las tripas de los animales sacrificados y a veces vapor condensado procedente del
tratamiento de los despojos.

No obstante, el mantenimiento de unas normas de higiene adecuadas, la industria de


elaboración de productos cárnicos está obligada a utilizar grandes cantidades de agua, lo
que constituye un factor importante del costo de elaboración. Su tratamiento a posteriori en
la planta y su descarga final en vertederos aceptables aumenta los gastos generales, por lo
que resulta esencial que se utilice el volumen mínimo de agua necesario para alcanzar unas
normas higiénicas adecuadas, así como la constante verificación del uso.

Sin embargo, la naturaleza de estos desechos es de prever que varía considerablemente,


según que existan o no canales de captación, las prácticas de retirada del estiércol o la
frecuencia de los lavados, así como el grado en que los materiales de paja de las camas y
los restos de alimentos no utilizados se incorporan a la carga diaria y el grado de la
limpieza en seco inicial de los establos o de los vehículos de transporte. Cuando no se
respetan esas prácticas de limpieza, aumentará el número de coliformes y la carga orgánica
en las aguas residuales descargadas. Los excrementos se deben recoger secos y apiñarse
para formar un compost o un cúmulo de estiércol para la recogida periódica con el fin de
utilizarlo como abono agrícola o, en los climas cálidos y secos, si se trata de excrementos
de oveja, como ingrediente para la fabricación de ladrillos.

Por lo tanto las aguas de desagüe y residuales deben ser recogidas, tratadas y eliminadas
teniendo en cuenta las cantidades, el tipo de ganado, la índole de los líquidos y sólidos, las
posibilidades de su uso después del tratamiento, la necesidad de evitar la contaminación del
medio ambiente y la protección de la salud pública.

La contaminación proveniente de la actividad agropecuaria o contaminación difusa, es


difícil de detectar, medir y controlar; porque involucra relaciones complejas que se suscitan
dentro de las cuentas hidrológicas. Debido a que la contaminación difusa se transporta a
través de la escorrentía, está naturalmente asociada con precipitación y se asocia
esencialmente con el uso y cobertura del suelo. Factores como: precipitaciones,
temperaturas, uso del suelo, tipo de suelo, orografía, vegetación, entre otras, en
combinación con las características de las zonas agrícolas insertas en las cuencas
hidrológicas, resultan indefectibles para estimar el flujo de contaminación difusa hacia los
lugares de deposición en estos espacios. El estudio de los ciclos biogeoquímicos que
comprenden los territorios conformados por las cuencas hidrológicas conduce a la creación
de su tipología, con base en la cantidad de contaminantes que pueden transportar a través de
ellas (Oliveira et al., 2017).

A manera de conclusión se plantea que la Organización de las Naciones Unidas para la


Alimentación y la Agricultura (FAO) predijo que el 18% de los gases de efecto invernadero
antropogénicos provienen directa o indirectamente del ganado a nivel mundial. Este
informe también sugirió que las emisiones del ganado eran mayores que las del sector del
transporte. Si bien el ganado actualmente desempeña un papel en la producción de
emisiones de gases de efecto invernadero, se ha argumentado que las estimaciones son una
tergiversación. Si bien la FAO utilizó una evaluación del ciclo de vida de la agricultura
animal (es decir, todos los aspectos, incluidas las emisiones de los cultivos para la
alimentación, el transporte al matadero, etc.), no aplicaron la misma evaluación para el
sector del transporte.

Por consiguiente para no alterar el sistema y desgastar el ambiente es necesario tomar en


cuenta en la unidades de producción algunos parámetros para contribuir con el cuidado del
ambiental, los cuales se describen a continuación: primero realizar tratamiento de estiércol;
Se ha descubierto que el compostaje pasivo tiene menores emisiones de gases de efecto
invernadero debido a la descomposición incompleta y a las menores tasas de difusión de
gases. Segundo separación de sólido y liquido; los líquidos (4-8% de materia seca) se
pueden usar fácilmente en sistemas de bombeo para una distribución conveniente sobre los
cultivos y la fracción sólida (15-30% de materia seca) se puede usar como lecho de establo,
esparcir en cultivos, compostar o exportar y tercero hacer lagunas de tratamiento
anaeróbico; el tratamiento anaeróbico de los desechos es el mejor método para controlar el
olor asociado con el manejo del estiércol.

Los estudios han demostrado que las emisiones de gases de efecto invernadero se
reducen utilizando sistemas de digestión aeróbica. Las reducciones y créditos de emisiones
de gases de efecto invernadero pueden ayudar a compensar el mayor costo de instalación de
tecnologías aeróbicas más limpias y facilitar la adopción por parte del productor de
tecnologías ambientalmente superiores para reemplazar las lagunas anaerobias actuales.

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