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Patanjali La Ciencia de La Yoga Por Tainmni
Patanjali La Ciencia de La Yoga Por Tainmni
DE LA YOGA
UN COMENTARIO A
LOS YOGA-SUTRA DE PANTAJALI
A LA LUZ DEL PENSAMIENTO MODERNO
I. K. TAIMNI
Fuente:
Titulo original inglés:The science of Yoga
Por I. K. TAIMNI
Traducción: Walter Ballesteros
Primera Edición al castellano 1975 - Colombia
SegundaEdición al castellano 1983 - Argentina
Federación Teosófica Interamericana
Editorial RIO NEGRO
733 - (8332) Gral Roca - Rio Negro
9 de Julio de 1983
I.K. Taimni.
SECCIÓN I
SAMADHI
1. He aquí una exposición sobre Yoga.
Un tratado de esta naturaleza, generalmente empieza con un su-
tra que da una idea sobre lo que se propone. Este tratado es una ‘ex-
posición’ sobre Yoga. El autor no pretende ser el descubridor de esta
Ciencia, sino meramente un expositor que procura condensar en
unos pocos sutras todo el conocimiento esencial sobre la materia.
Se sabe muy poco acerca de Patanjali. Aunque no tenemos ningu-
na información histórica sobre él, la tradición oculta nos dice que fue
el mismo que se conoció como Govinda Yogui que inició a Sanka-ra-
charya en la Ciencia de la Yoga. Por la forma magistral como expone
el tema de la Yoga en los Yoga-Sutras es evidente que fue un Yogui
muy avanzado conocedor de todos los aspectos de la Yoga, incluso de
su técnica práctica.
Como el método de exponer un tema en forma de sutras lo descon-
ocen generalmente los estudiantes occidentales que ignoran el sán-
scrito, será oportuno decir algunas palabras sobre este método clási-
co que adoptaron los antiguos sabios y letrados. La palabra sánscrita
Sutram significa ‘un hilo’ y ha dado origen al significado secundario
de ‘aforismo’. Tal como un hilo une las cuentas de un rosario, del mis-
mo modo la continuidad sostenida de una idea mantiene el bosquejo
de los aspectos esenciales de un tema.
Las características más importantes de este método son: la máxi-
ma condensación dentro de una clara exposición de todos los aspectos
esenciales y la continuidad del tema básico a pesar de la aparente dis-
continuidad de las ideas que se presentan. Esta característica de con-
tinuidad es digna de notarse, porque el esfuerzo por descubrir el ‘hilo’
oculto del razonamiento bajo las ideas aparentemente desconectadas,
con frecuencia da la clave del significado de muchos sutras. Conviene
recordar que este método prevaleció en una época en que no se con-
ocía la imprenta y los estudiantes tenían que memorizar los tratados
más importantes. De ahí la necesidad de la máxima condensación. No
se omitía nada esencial, desde luego, pero sí se suprimía todo aquello
que el estudiante debía conocer ya o que podría deducir fácilmente
del contexto.
El estudiante podrá darse cuenta de la gran cantidad de cono-
cimiento teórico y práctico que Patánjali logró incorporar en su
pequeño tratado. Todo lo necesario para la adecuada comprensión
del tema aparece en algún lugar en forma esquemática. Pero el con-
ocimiento hay que extraerlo, prepararlo, masticarlo y digerirlo, para
comprenderlo en toda su integridad. Este método de exposición por
medio de sutras puede parecerle al estudiante moderno innecesaria-
mente oscuro y difícil; pero si hace los esfuerzos necesarios para dom-
inar el tema se dará cuenta de su superioridad sobre los métodos de-
masiado fáciles que se usan en esta época moderna. La necesidad de
luchar con las palabras e ideas y extraerles sus sentidos ocultos, es lo
que asegura una muy completa asimilación del conocimiento y de-
sarrolla simultáneamente los poderes y facultades de la mente, espe-
cialmente aquella importante e indispensable capacidad de extraer de
nuestra propia mente el conocimiento que yace escondido en sus re-
pliegues más hondos.
Pero si bien este método de exposición es muy eficaz, también
tiene sus desventajas. La principal es la de que el estudiante ordinar-
io no encuentre el significado correcto, sobre todo si no está bien en-
terado del tema. No sólo encontrará difíciles muchos de los sutras
por su brevedad, sino que también podrá tergiversarlos y extraviarse
por completo. Hay que tener presente que en un tratado como los Yo-
ga-Sutras, detrás de cada palabra existe un modelo mental completo,
apenas simbolizado por esa palabra. Para captar la verdadera signifi-
cación de los sutras hay que familiarizarse completamente con esos
modelos. Esta dificultad se acentúa cuando hay que traducir las pal-
abras a otro idioma que no posee vocablos exactamente equivalentes.
Quienes escribieron estos tratados fueron mentalidades maestras
en el tema y lenguaje que usaron. Pero en el curso del tiempo pueden
introducirse cambios fundamentales en el significado de las palabras
y en los patrones mentales de los que estudian esos tratados. Todo
esto aumenta las posibilidades de tergiversar e interpretar mal algu-
nos de los sutras. En tratados de índole puramente filosófica o reli-
giosa, eso no importaría mucho quizá; pero en otros de naturaleza
altamente técnica y práctica, como los Yoga-Sutras, puede acarrear
grandes complicaciones y hasta riesgos graves.
Por fortuna para el estudiante serio, la Yoga se ha conservado en
Oriente como una Ciencia viva y ha tenido una ininterrumpida suce-
sión de expertos que han comprobado experimentalmente las ver-
dades básicas de esta Ciencia. Esto ha ayudado no sólo a mantener
viva y pura la tradición de cultura Yóguica, sino a conservar el sig-
nificado de los vocablos técnicos de esta Ciencia en una forma bas-
tante exacta y claramente definida. Solamente cuando una Ciencia se
aparta completamente de su aplicación práctica, es cuando tiende a
perderse en una maraña de palabras sin significado y sin relación con
los hechos.
Si bien el método de presentación en forma de sutras es emi-
nentemente adecuado para el estudiante práctico y avanzado, no pu-
ede negarse que no se adapta bien a las condiciones modernas. En los
tiempos antiguos quienes estudiaban estos sutras tenían fácil acceso
a los instructores que elaboraban estos conocimientos en forma con-
densada pero llenaban las lagunas y daban guías prácticas. Y los estu-
diantes tenían tiempo suficiente para pensar y meditar y extraer por
sí mismos los significados.
El estudiante moderno que se interesa meramente por el estudio
teórico de la filosofía Yóguica y no está practicándola bajo la guía de
un mentor experto, no goza de estas facilidades y necesita una ex-
posición elaborada y clara para comprender adecuadamente el tema.
Requiere un comentario que no sólo explique el sentido evidente sino
también la significación oculta de las palabras y frases, en términos
que le sean familiares y pueda entender fácilmente. Quiere su comida
no sólo en forma ‘condensada’ sino entera, y si es posible agradable al
paladar.
Pregunta Tema
¿Pueden destruirse sus resul- Pueden destruirse los que todavía están por
tados? venir
¿Para qué se juntan el Conoce- Para desarrollar los poderes de Prakriti y par
dor y lo Conocido? realización directa del Purusa
¿Cómo se han juntado el Co- Por medio de un velo de ilusión creado por A
nocedor y lo Conocido? dya.
¿Cómo pueden separarse? Destruyendo el velo de Avidya.
Como estas dos Kleshas forman la parte más prominente del ár-
bol que produce los innumerables frutos de miseria y sufrimiento hu-
manos, vale la pena tomar nota de unos pocos hechos concernientes
a ellas:
(1) Las atracciones y repulsiones que nos atan a tantas personas
y cosas de la manera indicada antes, condicionan nuestra vida en un
grado increíble. Inconsciente o conscientemente pensamos, sentimos
y actuamos conforme a centenares de estas inclinaciones producidas
por estos lazos invisibles y, a duras penas, nos queda algo de liber-
tad para actuar, sentir y pensar como queramos. El condicionamien-
to mental que nos causa el estar dominados por cualquier atracción
o repulsión abrumadora, es reconocido. Pero pocas personas se dan
cuenta de la distorsión que producen en nuestras vidas otras atraecio-
nes y repulsiones menos prominentes, ni del grado en que condicio-
nan nuestras vidas.
(2) Estas atracciones y repulsiones nos atan a los niveles inferi-
ores de conciencia, porque sólo en ellos pueden actuar libremente. Es
ley fundamental de la vida que, tarde o temprano, hemos de hallarnos
donde nuestros deseos conscientes o inconscientes’ puedan ser satis-
fechos. Como estas atracciones y repulsiones son realmente las que
crean esos deseos pertenecientes a la vida inferior, naturalmente nos
mantienen atados a los mundos inferiores donde la conciencia sufre
las máximas limitaciones.
(3) Las repulsiones nos atan tanto como las atracciones. Muchas
personas tienen cierta vaga conciencia de que las atracciones las atan,
pero pocas pueden comprender que lo mismo ocurre con las repul-
siones. Sin embargo, así es porque las repulsiones también son la ex-
presión de una fuerza que conecta a los dos componentes que se re-
pelen. Estamos atados a quienes odiamos quizá más firmemente que a
quienes amamos, porque el amor personal puede volverse impersonal
y así perder su poder atador. En cambio, no es tan fácil trasmutar la
fuerza del odio y cuesta mucho trabajo eliminar de nuestro carácter
el veneno que el odio genera. Como Raga y Dvesa forman un par de
opuestos, no podemos trascender la una sin trascender la otra; son
como las dos caras de una moneda. Por lo tanto, se verá que Vairagya
no consiste tan sólo en estar libre de Raga sino también en estar libre
de Dvesa. Una mente libre e incondicionada no oscila de lado a lado,
sino que permanece estacionada en el centro.
(4) Las atracciones y repulsiones son realmente de los vehículos,
pero por la identificación de la conciencia con los vehículos sentimos
que somos nosotros los atraídos o repelidos. Cuando empezamos a
controlar y eliminar estas atracciones y repulsiones, vamos dándonos
cuenta de esto y, entonces, podemos controlarlas y eliminarlas más
eficazmente.
(5) Las atracciones y repulsiones, en su forma más burda, son cul-
pables de la mayor parte de la miseria y sufrimiento humanos, como
lo verá cualquiera que observa la vida desapasionadamente y pueda
trazar inteligentemente la conexión entre causas y efectos. Pe-
ro sólo los que sistemáticamente traten de atenuar las Kleshas por
medio de la Kriya-Yoga pueden ver el modo sutil como ellas operan,
impregnando todo el tejido de nuestra vida mundana e impidiéndo-
nos tener paz mental.
Razonamiento Lo particular
Me
(Vitarka) (Visesa)
Reflexión Lo universal
Cu
(Vicara) (Avisesa)
Felicidad Lo diferenciado
Búddhi
(Ananda) (Linga)
Existencia pura Lo indiferenciado
(Asmita) (Alinga)
PENSAMIENTO ORDINARIO:
CONTEMPLACIÓN:
SAMADHI:
9. Transformación-por-Supresión’ es aque-
lla en que la mente se adapta, progresi-
vamente, al estado de supresión que media
momentáneamente entre una impresión ‘sa-
liente’ y otra ‘entrante’.
Luego de exponer las tres etapas de Samyama que conducen a Sa-
madhi, Patanjali encara el tema de los tres tipos fundamentales de
Parinamas o ‘transformaciones mentales’ implicadas en la práctica de
la Yoga superior. Estos cuatro sutras (9-12)que tratan de este asunto,
son muy importantes porque arrojan luz sobre la índole esencial de
los procesos mentales envueltos en la práctica de la Yoga y dilucidan
más la técnica de Samadhi.
El punto importante que anotar con respecto a estas tres Parinamas
es que no son estados sino modalidades de transformación, en otras
palabras, no representan condiciones estáticas sino dinámicas.
En el proceso progresivo de la Propia Realización por medio de
Samadhi, la mente puede pasar de una etapa a otra usando única-
mente tres clases de Parinamas que están relacionadas entre sí como
una serie. Estas Transformaciones constituyen tres etapas de un pro-
ceso compuesto que hay que repetir en cada plano al ir retrayendo la
conciencia, paso por paso, hacia el Centro de la Realidad.
Las transformaciones mentales ordinarias tienen lugar conforme
a las leyes de la asociación o del razonamiento, o según los estímulos
recibidos del mundo externo a través de los órganos sensorios. Las
tres Parinamas son de un tipo especial y se usan solamente en la prác-
tica de la Yoga superior, después de que el practicante ha aprendido a
entrar a voluntad en el estado de Samadhi.
Este sutra define la Transformación que suprime las modificacio-
nes mentales. Puesto que, según vimos en II-2, Yoga es la supresión de
las modificaciones mentales, es fácil ver la importancia de compren-
der bien este sutra. Tan pronto como se comienza a controlar la men-
te, la inhibición o supresión entra en juego. Los primeros esfuerzos
por controlar la mente, que empiezan en la Concentración, implican
inhibición, no tanto en el sentido de suprimir como en el de restrin-
gir. Al tratar de practicar la concentración, la voluntad está tratante en
todo momento de suprimir las distracciones y substituirlas por el ob-
jeto escogido para meditar.
Cualquiera puede ver que en cada uno de estos esfuerzos de re-
emplazar una distracción con el objeto escogido, debe haber un mo-
mento pasajero en que no están presentes ni la distracción ni el objeto,
y la mente no tendrá ningún Contenido. Es como cuando se reversa
súbitamente la dirección de un objeto en movimiento: debe haber un
momento en que el objeto no esté en movimiento sino en reposo.
Como la ‘supresión’ entra en el problema de controlar la mente
desde el principio mismo, Patanjali pone en primer lugar esta Transfor-
mación-por-Supresión; pero debe notarse que la verdadera inhibición
completa ocupa el último lugar en el ciclo de Parinamas, después de
la Transformación-por-Samadhi y la Transformación-Unidireccional.
Hemos visto que hay en la mente un momento de intermedio cu-
ando una impresión que ocupa el campo de la conciencia es reem-
plazada por otra impresión. La que ocupa el campo de la concien-cia
se llama ‘saliente’ en este sutra y la que trata de reemplazarla se llama
‘entrante’. En medio de esas dos impresiones sucesivas debe haber un
momento en que la mente no tiene ninguna impresión, o si la hay
está en una condición inmodificada. Pues bien, el propósito de esta
Transformación-por-Supresión es producir a voluntad este estado
momentáneo y alargarlo gradualmente de modo que la mente pueda
mantener ese estado inmodificado por un rato considerable. A este
alargamiento por esfuerzos repetidos alude la frase ‘se adapta pro-
gresivamente’ que encontramos en este sutra.
La Transformación-por-Supresión incluye “el proceso total que
empieza con el primer esfuerzo por suprimir la ‘semilla’ y termina
cuando queda establecido firmemente el estado de inhibición total.
El Yogui debe ser capaz de mantener este estado por un tiempo sufi-
cientemente largo que le permita a la conciencia pasar a través de la
‘nube’ o vacío y emerger en el plano siguiente.
Al pasar del estado en que la ‘semilla’ de Samadhi se mantiene en el
campo de la conciencia, al estado de completa inhibición, hay una lu-
cha entre dos tendencias opuestas: la de la ‘semilla’ que quiere emerg-
er otra vez en el campo de la conciencia, y la de la mente a permanec-
er en el estado de Inhibición. Ninguna otra distracción puede surgir
y ocupar el campo de la conciencia cuando esa tendencia ha quedado
ya eliminada en los dos procesos previos de Parinama-por-Samad-
hi y Parinama-Uni-direccional. La Transformación-por-Samadhi ha
eliminado la tendencia de las distracciones a aparecer en el campo de
la conciencia, y la Transformación-Uni-direccional ha establecido la
tendencia a que la misma impresión o ‘semilla’ persista sin interrup-
ción. Por eso es que cuando el poder de la voluntad se aplica a supri-
mir la ‘semilla’, esa misma ‘semilla’ es la única que puede resurgir. Esto
muestra, también, por qué los estados ‘por-Samadhi’ y ‘Uni-direccio-
nal’ deben alcanzarse antes de que se pueda aplicar la voluntad a pro-
ducir el estado de inhibición total. Si no se han dominado esas técni-
cas puede surgir un nuevo Contenido o distracción, como le sucede al
hombre corriente cuando trata de practicar esta Inhibición.
El estudiante podrá comprender mejor ahora la razón de la frase
‘tras previa práctica’ usada en 1-18, pues el Samadhi a que se refiere no
es otra cosa que el estado mental en que el Contenido o ‘semilla’ se ha
hecho desaparecer por la práctica de Inhibición, la cual no es un es-
tado ordinario de vacío mental sino un estado de Samadhi en el cual
el Yogui tiene completo control de la mente.
El primer esfuerzo por suprimir la ‘semilla’ produce un vacío mo-
mentáneo. La tendencia de la ‘semilla’ a resurgir en la conciencia es
tan fuerte debido a la práctica previa de ‘Uni-dirección’, que vuelve a
tomar posesión de la mente y la transforma a su propia imagen. La
repetición del esfuerzo por suprimirla va facilitando producir el es-
tado de Inhibición total y mantener la mente en ese estado por más
tiempo. La práctica constante aumenta gradualmente la tendencia de
la mente a permanecer en el estado Inhibido, y debilita la tendencia
de la ‘semilla’ a reaparecer en el campo de la conciencia. De esto trata
el sutra siguiente.
Un simple experimento físico servirá, quizá, para ilustrar esta
oposición entre las dos tendencias. Tomemos dos varillas conectadas
por un gozne, ligeramente resoltado, que tiende a mantenerlas abi-
ertas. Si le pedimos a un niño que las junte, podrá hacerlo con cier-
ta dificultad y logrará mantenerlas juntas apenas momentáneamente
en los primeros intentos. Pero a cada esfuerzo sucesivo se le facili-
tará más, y con suficiente práctica logrará mantenerlas juntas todo el
tiempo que quiera, pues habrá dominado por completo la tendencia
del resorte. De modo semejante, la tendencia de la ‘semilla’ a resurgir
en el campo de la conciencia se puede dominar por ^práctica sufici-
ente, y el estado de Inhibición total se podrá mantener por un tiempo
suficientemente largo para que la conciencia pueda pasar a través del
centro Laya y emerger en el siguiente plano superior.