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INTRODUCION A LA FILOSOFIA.

Luis Angel Cuevas Matricula: 117-6899

Puntos centrales de la filosofía de San Agustín .

EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO

La fe da lugar a la religión y la razón a la filosofía, y, en tanto que la fe y la razón


tienen su origen en Dios, no puede haber oposición entre ambas. La fe es una gracia
de Dios y, junto con la Sagrada Escritura, forma la palabra divina, infalible e
invariable; la fe no es algo irracional, guía la investigación y protege frente al error.
Por su parte, la razón y la filosofía (la palabra humana), aunque limitadas y frágiles,
son buenas porque pueden favorecer a la religión: permiten la comprensión
intelectual, aunque imperfecta, de verdades religiosas, ayudan a refutar las herejías
y a convencer a los que dudan.
EL PROBLEMA DE DIOS
El argumento principal de San Agustín para probar la existencia de Dios parte de
las “verdades eternas”: en el interior de nuestra alma encontramos verdades
universales, inmutables y necesarias, como los primeros principios de la razón, a las
que nos tenemos que someter y presentes en todos los hombres. Su fundamento no
pueden ser las cosas físicas, realidades contingentes, cambiantes y mortales, pero
tampoco nuestra alma, que también cambia; estas verdades nos trascienden, luego
debe existir algún ser que posea sus características y sea su fundamento: Dios
misma y sola naturaleza divina.
EL PROBLEMA DEL HOMBRE
De todas las sustancias finitas, las más perfectas son los ángeles; después
viene el hombre, compuesto de alma y cuerpo. Su concepción del hombre se incluye
en la tradición platónica al defender un claro dualismo antropológico: el hombre
consta de dos substancias distintas, cada una de ellas completa e independiente, el
alma y el cuerpo, siendo la primera superior en dignidad y ser al segundo

EL PROBLEMA DE LA MORAL

Para San Agustín el fin último de toda la conducta humana y Bien Supremo es la
felicidad, que no se puede alcanzar con los bienes exteriores finitos, ni
perfeccionando nuestra mente, y sí en la vida beatífica, en la presencia de nuestra
alma ante Dios. Para satisfacer esta vocación sobrenatural se necesita del esfuerzo
humano y de la gracia de Dios.
Puntos centrales de la filosofía de Santo Tomas de Aquino.

EL PROBLEMA DE LA RELACIÓN FE Y RAZÓN

Para Santo Tomás, la distinción filosofía/teología descansa en la separación


entre orden natural y sobre- natural: el orden de conocimiento natural procede de
la razón humana, da lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden
sobrenatural procede de la revelación y de la fe.

LA EXISTENCIA DE DIOS

1. El problema de su demostración. Podríamos pensar que Dios puede ser


perceptible directamente por la razón, al modo como vemos las verdades del tipo
"los triángulos tienen tres lados"; a estas proposiciones las denomina Sto.
Tomás evidentes en sí mismas; en ellas el predicado se incluye en el sujeto pues
en la esencia de sus objetos se encuentra la propiedad referida en la proposición.

2. Las cinco vías. Según Sto. Tomás, la demostración meramente racional de


la existencia de Dios no es la adecuada pues no es acorde a las facultades
humanas; debemos llegar a Dios a partir de lo más conocido para nosotros, de la
experiencia sensible. Sus pruebas (las Cinco Vías) tienen antecedentes en
Aristóteles y Platón y son demostraciones a posteriori: parten de los efectos de la
actuación de Dios en el mundo para remontarse a Él como causa última.

LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE

1. La estructura de la realidad creada. El Aquinate parte de la contingencia


de todo ser finito: la indigencia radical de todo ser finito exige un ser que sea
fundamento de sí mismo y de todo lo real, Dios. Todas las criaturas tienen
una composición metafísica de esencia y existencia (son contingentes, limitadas)
frente al único ser necesario e infinito, Dios, que es la causa de su existencia.

2. El hombre, imagen de Dios. El hombre se compone de cuerpo y alma


espiritual; por el cuerpo se vincula con el mundo sensible y por el alma con el
mundo espiritual. Es lo más perfecto en el orden sensible y lo menos perfecto en el
orden de las sustancias intelectuales.

3. El hombre hacia Dios. El hombre se encuentra en el orden sobrenatural por


la gracia divina, merced a la cual alcanza un estado de perfección al que no puede
llegar por sí mismo, pero ninguna esferas de la actividad humana se pueden
comprender sin la referencia de lo humano hacia Dios.

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