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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO


“SANTIAGO MARIÑO”
EXTENSIÓN C. O. L. – CABIMAS – SAIA
CÁTEDRA: FORMACIÓN CULTURAL II
PROFESOR:  CARLOS UNSHELM BÁEZ

LOS DERECHOS AMBIENTALES


CONSTITUCIONALES VENEZOLANOS

ESTUDIANTE:
T.S.U. DAVID PAÚL QUINTERO KELLY
C.I.: 18632817
Email: davidquintero89@hotmail.com

PUNTO FIJO – FALCÓN


DERECHO AMBIENTAL VENEZOLANO, ¿VERDAD O FALACIA?
El mundo entero en los últimos tiempos, se ha avocado a la solución apresurada de
algo que tenemos ya años, por no decir siglos dañando. Tal como lo es el medio ambiente
que nos rodea. Inclusive la iglesia católica ante la figura del Papa Francisco, no se escapa
de ésta misión, por lo que sus más recientes encíclicas están basadas en la salvación de
“Nuestra Casa Común” como él muy bien la llama.
Todos en cierta forma, buscan dar alguna solución o crear pautas para lograr un
Desarrollo Sustentable en cada una de sus naciones y que la vida natural ya no sea
destruida o no siga dando respuesta de auxilio o de venganza mediante tantos desastres
naturales. Por lo que Venezuela, no se escapa de ese prueba y así lo manifiesta en los
artículos 127 y 129 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV,
1999).
Ahora bien, es en esos párrafos donde se plasma la función del Estado como
garante de lograr un ambiente sano, hermoso y libre de contaminantes para todos y cada
uno de sus habitantes. Por lo cual, valdría aquí las siguientes preguntas: ¿Se cumplen los
derechos ambientales constitucionales en Venezuela?, ¿El Derecho ambiental venezolano
es una realidad o una falacia? De ahí, que para dar respuesta a éstas interrogantes,
resulta conveniente indagar un poco más sobre dichos artículos.
Para ello, primeramente se debe recalcar, que ambos apartados dejan claro que el
binomio derecho – deber, dado a los ciudadanos venezolanos, se basa en dos
fundamentos como son: la protección y mantenimiento del medio ambiente con cierto
sentido de conservación para generaciones futuras y el derecho de disfrutar de un
ambiente sano, seguro y equilibrado ecológicamente. Haciendo con esto, un llamado activo
y constante a contribuir activamente en el mantenimiento de éstas condiciones ambiéntales
favorables en el medio ambiente que nos rodea.
A su vez, es importante resaltar que la Constitución también es clara al dar a
conocer todos aquellos componentes ambiéntales donde todos, en especial el Estado,
somos responsables para su mantenimiento, como son: El ambiente, la diversidad
biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y
monumentos naturales, y demás áreas de especial importancia ecológica para el medio
ambiente.
Igualmente, se puede observar otro punto a favor de la Carta Magna como es el
hecho de exigir constantes evaluaciones sobre impactos ambientales ante cualquier
actividad en el suelo venezolano, que pudieran ocasionar daños irreversibles a los
ecosistemas. Así mismo, declara como competencia del Estado el poder de impedir la
entrada de desechos tóxicos al territorio nacional y la fabricación de armas de tipo nuclear,
químico, biológico o de cualquier otro material o sustancia dañina para el amiente que nos
rodea. Eso ciertamente está escrito y está allí.
Ahora bien, aquí se podría citar a Ramírez(1999), el cual sostiene que la
Constitución requiere de un conjunto de normas que le permitan sino el logro, la búsqueda
constante del cumplimiento de los diferentes aspectos que en ella se señalan. Por lo que
se pudiera señalar entonces a la Ley Orgánica del Ambiente (2006), la cual presta todas
esas normas y leyes que indican el camino a seguir para regular y lograr un ambiente más
sano para todos.
Indudablemente, ya todo está escrito y normado para contribuir a la seguridad
máxima por el bienestar de la población y el sostenimiento del planeta, en pro de la
humanidad y sobre todo la del venezolano específicamente. Por lo ante expuesto,
contestar abiertamente con un sí rotundo a la pregunta de ¿Se cumplen los derechos
ambientales constitucionales en Venezuela?, no se podría. Debido a que existen en el país
un sinfín de muestras que señalan que no es así, como por ejemplo: la atroz deforestación
por parte de los garimpeiros en Ciudad Bolívar, la explotación desmesurada de la faja
petrolífera del Orinoco, los derrames petroleros que han dañado gravemente los
ecosistemas y parques marinos, entre otros.
No se puede obviar la Importancia de la normativa venezolana en materia de
conservación; efectivamente están allí y no son una falacia, son una realidad. Sin embargo,
de nada sirve la ley escrita, sino hay conciencia del daño que se hace al medio ambiente
en general, con la cual se empoderaría la humanidad a trabaja en beneficio de cumplir la
ley. De ahí, que cada venezolano y sobre todo el Estado tienen en sus manos la
conservación de lo que es nuestra habita común, país, tierra y ambiente. Con ello, lograr a
toda costa, el máximo bienestar social, la conservación de los recursos naturales y el
equilibrio ecológico. Garantizando de esta manera la conservación de condiciones
ambientales favorables para el desarrollo de las futuras generaciones, lo cual es tarea de
todos, no hay más tiempo que perder, porque el mismo se acaba. Y es ahora que de
debemos aprender a vivir en ¡comunión con todo lo creado!.

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