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P. Tommy Dell'Oca
1ª Meditación: ¿Qué es el Poder en Blanco?
El PK dice: «El Poder en Blanco es la entrega total a Dios y la conformidad
con la voluntad divina.»
.
10ª meditación: La vida de oración en el Poder en Blanco
El Poder en Blanco te quiere invitar a que crezcas también en tu vida de
oración. El Padre Kentenich decía que quienes sellaban su Poder en
Blanco estaban llamados a vivir la «contemplación».
Para meditar
¿Cómo definirías Poder en Blanco con tus propias palabras?
¿ cuándo en la última semana intentaste cumplir la voluntad de Dios para
tu vida? ¿Lo pensaste en algún momento?
Con ese espíritu Schoenstatt caminó a través de los años del nacional-
socialismo. Schoenstatt es «hijo de la guerra», afirmaba el Padre Kentenich. El
arma para vencer el espíritu destructor y deshumanizante de la guerra fue el Poder
en Blanco.
Quisiera agregarte algo al final. La expresión «Poder en Blanco» la saca el Padre
del mundo jurídico: dar un Poder en Blanco a una persona significa que ella puede
disponer de mis bienes, de mis cosas. También utilizaba otra expresión «Cheque en
Blanco»: Yo extiendo un cheque en blanco y que el otro ponga la cifra que a él le
parezca conveniente.
Eso mismo queremos hacer nosotros frente a Dios, nuestro Padre: como hijos
ponemos nuestra firma en una hoja en blanco y dejamos que Él escriba lo que quiera
en ella.
Por eso el Padre Kentenich puede decir: La expresión «Poder en Blanco»
«caracteriza certeramente de una manera sensible todo el problema y su
esclarecimiento. Despierta la impresión: yo le doy a Dios un cheque en blanco,
pongo mi firma en la parte inferior. Sobre el papel en blanco puede escribir Él lo que
quiera. En todas las circunstancias, en todo mi futuro puede hacer Él conmigo,
puede disponer de mí, como Él quiera... Que la expresión Poder en Blanco, así como
Capital de Gracias, haya sido sacada del mundo económico corresponde, en un
tiempo marcadamente económico, a la ley de la segura adaptación pastoral.»
Para meditar
-¿Cuáles son las guerras que a vos te toca enfrentar en tu vida diaria?
-Te recomiendo que leas la 2da Acta de fundación (ver anexo 1). Subraya las
partes que más te llamen la atención
Jesús es el ejemplo más perfecto de Poder en Blanco. El centro de su vida ha
sido siempre la entrega total a la voluntad del Padre. Tratar de vivir nuestra propia
vida según el Poder en Blanco va de la mano de crecer en vínculo personal con
Jesús.
Veamos algunos puntos de su vida:
Jesús mira como Hijo hacia el Padre y, por otra parte, mira como Buen
Pastor a sus ovejas. Abarca dos dimensiones: Por una parte, su dependencia filial
de Dios Padre, y, por otra, se entrega a los suyos como instrumento y reflejo del
padre. En él está presente y actúa el Padre.
Como Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, nos regala a cada uno de nosotros
su vida, no da vida. Porque él ha venido para que los suyos tengan vida y la tengan en
abundancia. Es fuente de vida para los suyos. Dar vida significa dar amor, dar
plenitud, dar alegría. Cristo se hace alimento para darnos vida. Como Buen Pastor
busca a la oveja perdida, mostrando así su cuidado personal por cada uno de
nosotros. En él se refleja el amor incondicional y misericordioso del Padre
Jesús nos enseña a vivir la entrega en el espíritu del Poder en Blanco por sus
actitud frente al Padre, por su entrega, por su amor, por sus palabras y toda su
vida. Vivió su Poder en Blanco y nos invita a vivir el nuestro.
Para meditar:
“Con este Poder en Blanco repetimos, a nuestro modo, el «Sí» y el «He aquí la
Sierva del Señor» que la Sma. Virgen pronunció en la Anunciación. Con ello se
declara totalmente dispuesta a aceptar ciegamente todos los reveses del destino,
que estuvieran comprendidos en su maternidad, según la voluntad o la permisión
divina. Nunca se echó atrás en su Poder en Blanco: aun cuando el deseo de Dios le
hiciera huir de los que querían asesinar a su Niño, dejándola sin hogar, aun cuando
la hiciera caminar como fugitiva por sendas desiertas hacia tierras lejanas, de
costumbres distintas, diferentes mentalidades y diversa religión; aun cuando la
haya mantenido en la soledad de Nazaret, o la hiciera acompañar al Señor en sus
andanzas apostólicas; aun cuando la puso al pie de la cruz junto al Hombre-Dios
agonizante. ¡Estuvo de pie! Siempre permaneció fiel a su Poder en Blanco.
Permaneció al pie de la cruz aunque su corazón fue atravesado por una espada. Su
vida entera la inmoló al servicio del Señor que la eligió como Madre, Esposa y
Cooperadora. Esta es la razón por la cual se desvanece en ella todo interés propio.
Sólo una idea la domina: el Redentor del mundo y su Obra.»
De una manera muy rápida se nos muestra las diversas escenas en la vida de la
Mater y se quiere subrayar solamente una cosa: su Sí fue de una vez para siempre.
Su fidelidad fue jurada una vez para siempre, y no hubo nada que pudo torcerla y
buscar otro rumbo. Ahí estuvo aun cuando no entendía totalmente el camino de la
Providencia. Permaneció fiel a esa palabra que había dado al ángel en una tarde en
Nazaret. María había descubierto la razón de su vida y por ella se entregó
totalmente. Ella nos quiere ayudar a que nosotros también podamos descubrir el
gran plan de Dios con nuestra vida y que seamos fiel a él en el espíritu del Poder en
Blanco.
Para meditar:
Fecundidad: si vivo mi vida según la voluntad de Dios, eso será fecundo para
mí y para los que em rodean. Jesús nos invita a que demos frutos, como
meditamos en la 3ra meditación. Vivir en plenitud es vivir en fecundidad
Para meditar
¿Cuáles son las cosas que te sacan la paz en tu vida?
¿Sos verdaderamente libre? ¿qué te saca la libertad?
A lo largo de estas meditaciones hemos ido profundizando acerca lo que
significa el Poder en Blanco, como se dio en la historia de Schoenstatt. En la última
meditación reflexionamos acerca de los regalos que el Poder en Blanco para tu vida.
Ahora te invitamos a meditar acerca de ciertos presupuestos para que tu Poder en
Blanco sea fecundo. Obviamente, como siempre decimos al referirnos a las cosas
de Dios, no se trata que uno tenga una vida perfecta, ni que cada uno de estos
puntos los tenga totalmente integrados en mí, sin embargo es bueno que le demos
una vuelta.
Tener una buena imagen de Dios: si sellar Poder en Blanco significa una entrega
a Dios y a la Mater, es bueno que mi relación con ellos sea verdadera y profunda. Esa
entrega solo es posible si realmente creo que Dios es un Dios de amor, que es
Padre, que se preocupa por mí, que me quiere y que quiere lo mejor para mi vida.
Dios es el primer interesado de que mi vida sea plena.
Si Dios es para mí un ser lejano, alguien que no tiene nada que ver conmigo ni mi
vida, si le tengo miedo o desconfianza, difícil será que me entregue. Otras veces
creemos que lo único que le importa a Dios es si cumplí o no cumplí con lo que me
pide, creyendo que su amor hacia mí va a depender exclusivamente de esto.
Una de las razones por la cual podemos sentirnos así es por alguna experiencia
o vivencia que tuvimos. En momentos de grandes cruces, como puede ser la
enfermedad o muerte de un ser querido, se hace muy difícil experimentar el amor de
Dios. O si tuvimos una mala experiencia de paternidad, no nos va a ser tan fácil
entender que Dios es Padre. Cada una de estas vivencias nos condicionan
psicológicamente, por eso es fundamental entender que a pesar de eso, estas
vivencias no te determinan como persona. Es importante para ello tratar de sanar
estás malas experiencias. Seguramente en tu propia vida hay muchísimas vivencias
en las que podes descubrir en amor que Dios te tiene.
Estar convencido de que la ley fundamental del mundo es el amor: Toda personas
que experimenta en su vida el amor vive de otra manera. Es difícil poder dar pasos
de crecimiento si no nos sabemos amados por alguien. San Pablo continuamente
experimentaba en su vida el amor de Dios, “me amó a mí”. El amor de Dios no es un
amor general, sino que es personal. Ama a cada uno tal y como es. El P. Kentenich
decía que los santos llegaron a ser santos cuando supieron y se sintieron amados
por Dios.
Es fácil aceptar esta idea, pero cuesta muchas veces aterrizarla en la vida de
todos los días. No es suficiente revisar la propia vida de manera intelectual, sino
que esta verdad tiene que calar hasta lo más profundo de nuestro ser.
Creer que Dios nos quiere como cooperadores en su plan de amor: Para muchas
personas Dios creó el mundo y después se desentendió de él. Incluso, ya trazo el
camino de la vida de cada uno de nosotros y ya están todas las cartas echadas, no
podemos hacer, decidir o elegir absolutamente nada de nada. Creemos que si
hacemos las cosas bien como él nos dice nos va a premiar y nos salvaremos. De lo
contrario, si hacemos las cosas mal, nos condenamos.
Dios nos crea por amor, a su imagen y semejanza. Dios nos crea como personas
libres, y en esa libertad cada uno de nosotros puede decidir si acepta y coopera en
el plan de Dios para su vida o no, si lo rechaza. Si abrimos nuestro corazón y
dejamos que Dios actúe, nos transformamos en colaboradores de Dios. Uno tiene
la capacidad y la potestad para decidir, para actuar. La vida de cada uno de
nosotros está en nuestras manos, por lo tanto somos responsables de ella.
Estar convencido que Dios puede sacar un bien del mal: Uno de los grandes mierdos
que podemos tener frente a Dios es creer que el nos puede mandar desgracias. Si
yo le doy un Poder en Blanco, seguramente me va a mandar cruces y sufrimientos
para probarme. En el fondo, esto nos muestra esa mala imagen de Dios que
tenemos. Creemos que todo el mal que existe en el mundo es causado por Dios. El
libro del Génesis nos dice que cuando Dios creo el mundo vio que todo era bueno.
Lamentablemente el hombre usa mal su libertad y así entra en el mundo el mal. Así
llegan los egoísmos, las individualidades, la mentira.
La pregunta que nos da vueltas en la cabeza: Si Dios existe y es bueno… por qué
pasa lo que pasa. Una vez más la respuesta a esa es la libertad del hombre. Cada
uno de nosotros está invitado a que el mundo sea diferente. Todos podemos hacer
nuestro aporta para ello. Quien no es autor y gestor del bien, deja que el mal se
haga presente.
Para meditar:
¿Qué huellas positivas y negativas de Dios encontras en tu vida? ¿has
elaborado espiritualmente las negativas? (te lo recomiendo, hablalo con tu
asesor espiritual)
¿Dónde experimentas en tu vida el amor de Dios? ¿Sos vos testimonio de ese
amor para los demás?
¿En qué aspectos de tu vida estás cooperando con Dios?
¿Pudiste sacar de alguna experiencia de dolor algún crecimiento?
Una mirada hacia el futuro: A todos nos preocupa nuestro futuro personal, el
futuro de nuestro país, de nuestros amigos, etc. Incluso muchas veces le tenemos
temor a ese futuro. Nos gustaría conocerlo de antemano, y sobre todo controlarlo.
¿Cuál es la respuesta que nos ofrece el Poder en Blanco con respecto a todo
esto? El Padre nos dice: «El Poder en Blanco es una forma concreta de la
conformidad con la voluntad divina que se aventura hacia el futuro». En el fondo el
Poder en Blanco quiere educarnos hacia una disposición libre frente a nuestro futu-
ro. ¡Cuántas veces la vida nos sorprende con cosas que no estaban en nuestro
planes! P. ej. me va mal en un examen para el que había estudiado mucho, o me
corta mi novia, mis padres se pelean y están a punto de separarse, me enfermo
gravemente, etc. ¿Qué hacer?
Que el Poder en Blanco mire hacia el futuro no significa que frente a él nos
ejercitamos unilateralmente en tener una actitud pasiva, de aceptación total
frente a los acontecimientos. ¡No! Si estoy muy enfermo no sólo debo rezar, sino
también llamar al médico. No queremos caer en un «sobrenaturalismo pasivista»,
esto es, en esperar de Dios todo y no hacer absolutamente nada. En ese sentido el
espíritu de Poder en Blanco quiere vivir en plenitud mirando al futuro con esa
máxima de Schoenstatt: «Nada sin ti, nada sin nosotros».
Para meditar:
Pasado:
Enumera algunos de los regalos que Dios te hizo en tu vida, en tu persona, en las
personas que te rodean. Agradece por ellos.
Elige alguna de las situaciones dolorosas de tu vida y recorre los pasos
propuestos en la meditación: enfretalo, hablalo, objetívate, asumilo, dejalo en
manos de Dios
Presente:
Antes de irte a dormir decídale un par de minutos a tu día para descubrir los
regalos de Dios en ese día. ¿Qué puedo hacer diferente el día de mañana? Elegí un
propósito concreto para hacer extraordinario lo ordinario.
Futuro:
¿le tengo miedo a algo de mi futuro con respecto a mi familia, a mi novia, a mi
trabajo o estudio, a mi mismo? ¿En qué me afecta? Dejalo en manos de la Mater.
En la fuerza del Poder en Blanco queremos vivir estas pequeñas virtudes, no con
mediocridad, sino con heroísmo. Nos mueve la magnanimidad, no la obligación, la
entrega generosa, no la reserva mezquina, el vigor audaz, no el lamento quejumbro-
so.
Resumiendo: en la vida diaria y concreta se forja el Poder en Blanco.
Para meditar
Elegí para el próximo tiempo una de las pequeñas virtudes que te cueste y
busca vivirla. Te recomiendo que todas las noches revises si la viviste o no.
No podemos meditar sobre la entrega a Dios y a la Mater en el Poder en Blanco sin
meditar acerca de nuestra entrega a los demás. Es así donde se hace concreta y real. La
Mater te escogió a través de la Alianza, te amó y cobijó en su santuario. Ella comenzó a
modelar tu corazón y ahora te pide que se lo abras total y heroicamente. Y, ¿para qué todo
esto? Porque te quiere utilizar como su instrumento.
«Misus sum», «he sido enviado», solía repetir el Padre Kentenich. Él se sabía utilizado
continuamente por la Mater, para llevar Schoenstatt a todos lados. Y no lo detuvo ni la
incomprensión de los profesores y alumnos en la etapa fundacional, ni la amenaza de los
nazis en el campo de concentración, ni el exilio que sufrió por amor a la Iglesia en Milwaukee.
Una frase hizo historia: «Schoenstatt es instrumento predilecto en manos de María».
Esta frase fue la bandera que movilizó al Padre Kentenich y los primeros congregantes.
Ellos se dieron cuenta que la luz que habían recibido en el Santuario no era para esconderla
bajo un cajón, sino para ponerla encima de la mesa para que ilumine a todos. Se sentían
profundamente instrumentos en manos de la Mater. No les interesaba el qué dirá la gente,
ni les asustaban las dificultades. No; sabían que ellos eran esa generación a la que le
tocaba llevar Schoenstatt al mundo entero.
El apostolado no siempre mueve las fibras de nuestro corazón. Hay veces que
preferimos quedarnos en la comodidad de nuestra casa. Otras veces creemos que ya pasó
mi tiempo de apostolado, ya hice muchas cosas. Si bien esto puede ser cierto, ya hiciste
mucho, el tiempo del apostolado no acaba. Ser apostol es una invitación para todos y para
toda la vida. Más aún para quienes entregan su corazón a la Mater.
En su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, el papa Francisco señala un par de
tentaciones que nos pueden afectar a la hora de encarar el apostolado:
Hay una gran preocupación por los espacios personales de autonomía y de distensión.
No tengo tiempo y por lo tanto no me comprometo con nada. No quiero que me saquen mi
tiempo libre.
El relativismo, muchos viven como si Dios no existiera. Lo poco que hago lo hago por
hacerlo. No encuentro a Dios detrás de las cosas. El problema es el de las actividades mal
vividas.
Buscar el propio éxito o reconocimiento y no el servicio y el bien de los otros. El
inmediatismo con el que se quieren alcanzar las cosas hacen que no toleremos los
aparentes fracasos, las criticas, menos aún, la cruz.
El pesimismo, todo esta mal, las cosas no van a cambiar. Los males del mundo son
excusa para quedarse de brazos cruzados. Hay personas que continuamente se quejan de
todo y por todo.
La envidia y el celo entre las personas. No hay verdadero encuentro entre las personas,
no podemos trabajar con otros. Hay divisiones, egoísmos, hablamos mal de los demás,
deseamos imponer nuestras propias ideas.
Poca paciencia con los jóvenes. A los adultos les cuesta entenderlos. Los jóvenes
tienen que evitar la tentación de cortarse solos.
Si hacés el Poder en Blanco tenés que saber que de ahora en más la MTA te va a utilizar
de manera predilecta para llevar su mensaje y persona al medio del mundo.
Por pura gracia hemos sido rescatados. El amor de María no pasó en vano por
Para meditar:
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¿Cuál es el sentido de esta prueba, que a nuestros ojos es tan dura? Dios
«tenía» que cerciorarse que el corazón de Abraham le seguía perteneciendo
totalmente, y que los dones que le había regalado, en cumplimiento de la promesa,
no lo habían alejado de Él, la fuente de todo. Con otras palabras: Dios quería
verificar con esta prueba que Abraham seguía viviendo en el espíritu del Poder en
Blanco.
Ya el relato nos anticipa la respuesta de Abraham. A la pregunta del pequeño
Isaac sobre dónde está el cordero del sacrificio, Abraham sólo contestará: «Dios
proveerá, hijo.» Todo lo que él había recibido, lo tiene que devolver libremente en las
manos del Señor.
Sólo así podrá ser bendecido por Dios definitivamente con las palabras: «Juro
por mí mismo, oráculo del Señor, porque has obrado de esa manera y no me has
negado a tu hijo único, yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.» Gen 22, 16-
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Para meditar
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4. Pero todo también nos hace esperar, sin embargo, aun mayores
misericordias divinas en el futuro, bajo la condición que sepamos ser testigos,
intérpretes, e imitadores de la sabiduría divina que se manifiesta en el acontecer
del mundo.
13. Ella cuidó que todos los problemas de la época los comprendiéramos
como tareas de los tiempos y, como tales, los acometiéramos con valentía.
14. Ella nos hizo ver la gran ley de construcción de nuestra Familia, según la
cual nosotros, como hijos de la guerra, sólo podremos crecer y prosperar en la
lucha y en la batalla, en las pruebas y en las persecuciones.
20. Este acto de libre elección lo efectuó la Familia, por primera vez, en el
Acta de Fundación. Se atrevió a hacerlo porque se creía elegida, de un modo
especial, por la Sma. Virgen, según los planes de la Divina Providencia.
. La Familia eligió a nuestra Señora de modo especialísimo como Madre, Reina e
Intercesora. Y la sublime Madre de Nuestro Señor hizo de esta pequeña Familia su
creación y tarea predilecta. Es así como el Acta de Fundación entraña un acto y
elección y de entrega libre y mutua.
21. Cada una de las consagraciones, personales o comunitarias, que se han
efectuado en el transcurso de estos 25 años, puede ser considerada como unida
de modo misterioso a aquella Acta de Fundación, y, por lo tanto, como una
renovación y repetición de ese acto de elección y de entrega libre y mutua.
22. Así es comprensible que nos hayamos acostumbrado a considerar la
consagración a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt como una
declaración eterna -nacida de nuestra libre elección y libre voluntad- de nuestra
especial relación a Ella como sus hijos y sus vasallos. De igual modo,
simultáneamente, como una declaración eterna -nacida de nuestra libre elección y
libre voluntad- de su relación especial hacia nosotros de Madre y de Reina.
23. Sólo Dios sabe con cuánta frecuencia han sido hechas estas
consagraciones desde el año 1914. Sólo El sabe con cuánta intimidad, calor y
espíritu de entrega total las hizo cada persona.
24. Podemos constatar como una gracia especial el hecho que la Familia
para su jubileo, en su totalidad, haya madurado en tal grado y penetrado tan
profundamente en el espíritu de su Contrato de Fundación y de su Consagración,
que esté resuelta a entregar a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt, no
sólo los bienes espirituales y terrenales que posee, no sólo todas las facultades del
alma y del cuerpo, sino también la propia vida, totalmente y para siempre al servicio
de su Obra. Para nosotros significa una felicidad inmensa y un estímulo
extraordinario saber que todos los que se encuentran reunidos con nosotros, en
nuestro pequeño Santuario, han entregado a la Madres Tres Veces Admirable de
Schoenstatt el Poder en Blanco total sobre sí mismos y sobre sus vidas.
Esta es la misma gracia que otrora hiciera exclamar a Max Brunner con
entusiasmo juvenil: "Ave Imperatrix, morituri te salutant". ¡Salve Emperatriz, los
que están dispuestos a morir por ti te saludan!. Sabemos con qué seriedad tomó
este ofrecimiento la Santísima Virgen.
28. ¿Será necesario que yo llame la atención sobre estas palabras: "Pero si
es compatible con tus planes, quiero ser víctima por las tareas que has impuesto a
nuestra Familia", que contienen y significan más de lo que actualmente nuestra
Familia expresa por "Poder en Blanco" y "Acto de Vida"?
29. Con este Poder en Blanco repetimos, a nuestro modo, el "Sí" y el "He aquí
la sierva del Señor" que la Santísima Virgen pronunció en la Anunciación. Con ello se
declara totalmente dispuesta a aceptar ciegamente todos los reveses del destino,
que estuvieran comprendidos en su maternidad, según la voluntad o la permisión
divina. Nunca echó pié atrás en su Poder en Blanco: aún cuando el deseo de Dios la
hiciera huir de los que querían asesinar a su Niño, dejándola sin hogar; aún cuando
la hiciera caminar como fugitiva por sendas desiertas hacia tierras lejanas, de
costumbres distintas, diferentes mentalidades y diversa religión; aún cuando la
haya
30. ¡Héroe es aquél que consagra su vida a algo grande!. Nuestra Familia
reunida ofrece este valioso don divino (el Poder en Blanco) a la Santísima Virgen
para que se cumplan los planes de la Redención del mundo. No podríamos pensar en
una obra más grande que la Redención.
33. Son sólo muy pocos los que pueden rezar con el Señor, desde el fondo de
su corazón, las palabras del Padre Nuestro: "Hágase Tu voluntad en la tierra como
en el cielo".
34. Son sólo muy pocos los que, en cada situación de la vida, pueden repetir:
"Dios lo quiere: así sea". "Nada sucede por casualidad, todo viene de su bondad".
"Dios es Padre, Dios es bueno; bueno es todo lo que El hace".
35. Son sólo muy pocos los que pueden rezar con Nicolás de Flüe: "¡Señor mío
y Dios mío! ¡Aparta de mí todo lo que me separe de Ti! ¡Señor mío y Dios mío! ¡Dame
todo lo que me lleve a Ti! ¡Señor mío y Dios mío! ¡Tómame y concédeme ser
eternamente tuyo!".
41. La segunda frase nos remonta al tiempo en que la Reina María Teresa se
encontraba apremiada por poderosos enemigos. Se dirigió a la capital de Hungría
con el fin de entusiasmar e inflamar para la guerra a los nobles y a los dirigentes del
pueblo. A su petición de ayuda resonó un coro de voces lleno de entusiasmo con el
grito: "¡Muramos por nuestra Reina!".
Del mismo modo, también nosotros estamos dispuestos a sobrellevar
cruces y sacrificios por la Santísima Virgen, y, si fuese necesario, también a dar la
vida por ella.
42. Como prueba y expresión de esta actitud, y como recuerdo perenne de
todo cuanto ha obrado nuestra Madre y Reina en Schoenstatt, nuestras
Hermanas Marianas obsequian una corona, en nombre de toda la Familia, a la
Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt el 18 de octubre.
43. Así penetramos en una época que podría denominarse el último eslabón
de un desarrollo que duró cuatro siglos, como una falange férreamente unida en un
mismo espíritu sobrenatural, apertrechada con una sólida armadura espiritual y
dispuesta para el combate, plena de esperanza y anhelo de poder ayudar a la Sma.
Virgen en una época de derrumbe, a realizar aquella gran idea: "A la sombra del
Santuario...".
45. Nada ha variado en las ideas, conceptos y finalidades del año 1914.
Nada, absolutamente nada se ha perdido en el transcurso de este cuarto de siglo.
Todo lo que se ha desarrollado en la Familia durante estos años se puede reducir,
hasta en sus detalles, a aquel Documento de Fundación.
46. Y, sin embargo, existe una gran diferencia entre aquel entonces y hoy
día. Todas las así llamadas "ideas propias" contenidas en el Acta de Fundación -que
ha llegado a ser la fuente de nuestro misterio de Schoenstatt- han resistido entre
tanto la prueba de fuego en una ardua lucha teórica y práctica. Por eso ahora
nuestra actitud es más profunda, nuestra entrega y nuestro compromiso más
vigoroso y radical, nuestra fe y confianza mayor y más firme, más lúcida nuestra
comprensión del contenido y alcance de la Alianza y de la misión de la Familia. En el
año 1914 se reunió un puñado de jóvenes inexpertos. Hoy día se hallan junto al altar
una multitud de hombres y mujeres maduros y curtidos en la lucha de la vida; entre
ellos, también, aquellos que se ofrendaron por la Obra de Schoenstatt y que ahora
continúan desde la eternidad la tarea predilecta de su vida, no sólo por su ejemplo,
sino también por su poderosa intercesión.
47. No ha sido en balde que la bondad y sabiduría de Dios haya producido este
cambio de circunstancias.
54. Siempre ha sido una ley evidente que sólo aquellas personas y
comunidades a quienes Dios ha dado una vocación y misión especial, puedan
intervenir decisivamente en el Reino de Dios. Prueba de esto son no sólo los
sacerdotes y profetas del Antiguo Testamento, sino también Nuestro Señor
Jesucristo, los Apóstoles, la interpretación de la Iglesia y el sentir popular
católico.
55. El Señor se retira a orar y luego envía a quien El quiere. Tiene especial
interés en grabar en la mente de los suyos: "No me habéis elegido vosotros a mí,
sino que Yo os elegí a vosotros". Y en la oración sacerdotal da testimonio al Padre
Celestial que ha preservado del mundo a los suyos, a aquellos que El le ha
encomendado.
59. Las circunstancias actuales nos recuerdan una ley que Donoso Cortez
dedujo de la historia mundial y de la historia de la Iglesia, según la cual existen
épocas en las cuales la Iglesia es oprimida en toda la línea. A pesar de luchar con
todas sus fuerzas no puede levantarse de las catacumbas. Es sólo una vez que ha
comprendido profundamente y reconocido existencialmente las limitaciones de la
naturaleza humana, cuando se presenta de pronto el Dios eterno en el pináculo del
templo de los tiempos, sopla la trompeta y, sólo entonces, caen los muros de
Jericó. Aquél que en tales tiempos no posee la inconmovible convicción de estar
investido de una misión divina especial y, por lo tanto, de contar con fuerzas divinas,
está condenado de antemano a la infecundidad, al desánimo y a la inactividad y, por
ende, al fracaso final. Solamente el que estuviere provisto de una confianza
inquebrantable en esta fuerza y misión divina, podrá aventurarse sobre el agitado y
tempestuoso océano de la vida.
60. Nos admiramos hoy día que la juventud fundadora de hace 25 años
hubiese estado compenetrada tan profundamente por la conciencia instrumental y
de misión. Con razón nos preguntamos cuáles fueron las causas de esta actitud.
Las conocemos. Muchos de nosotros habríamos tenido entonces grandes
dificultades. Comprendemos mejor la demostración que afianzó más aún esta
conciencia de misión divina, dada a partir de 1919, al final de la guerra mundial,
después de cinco años de existencia y de fecundidad de la Familia. La hemos oído y
repetido innumerables veces, y comprende las ideas ya conocidas: pequeñez de los
instrumentos, magnitud de las dificultades y magnitud del éxito. Lo que hemos
luchado y alcanzado desde 1919, confirma de un modo extraordinario estos
argumentos y con ellos, nuestra conciencia de misión y la conciencia de
instrumento. Por eso, podemos dar gracias de corazón a todos aquellos de los
cuales la Divina Providencia se ha servido para procurarnos dificultades. Sin ellos
no estaríamos hoy día tan firmes en nuestra fe alegre y victoriosa, en nuestra
esperanza y caridad, mientras que tantas cosas se derrumban y un gran
desaliento paraliza vastos círculos.
María es para nosotros portadora oficial de Cristo Hombre y Dios. Ella nos lo
trae y es su sierva. Aquel que la encuentra, ha hallado la vida y recibe la gracia del
Señor.
68. Esta posición objetiva que tiene la Santísima Virgen en el plan divino, se
manifiesta en forma extraordinariamente clara en la historia de nuestra Familia. La
"bendita entre todas las mujeres" es a quien la Familia debe su origen. Y Ella es
también, al mismo tiempo, parte de su misión e ilustra en forma gráfica todo su
método de trabajo.
73. Pero no nos damos por satisfechos en guiarnos siempre por la Sma.
Virgen como modelo e intercesora. Según el plan de Dios, Ella puede y debe ser
también fin parcial orgánico de nuestra labor apostólica.
75. Corresponde al deseo del Señor, que vino a nosotros por el camino de su
Madre y que nos ofrece, por esta razón, ese mismo camino para llegar a El y al
Padre.
88. Por haberla colocado en este sitio en nuestro pensar, querer y proceder,
hemos permanecido en estrecho contacto, no solamente con Dios, sino con los
hombres y con la vida, y hemos sabido orientarnos con una seguridad serena y
sencilla a través de las corrientes extremistas, tanto dentro como fuera de la
Iglesia.
92. Todo lo que hemos explicado hasta aquí sobre la fe en nuestra misión
divina y el sello mariano de nuestra Familia, encuentra su expresión concreta y su
coronación en las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces
Admirable.
93. Es natural, por lo tanto, que esta idea haya sido de las más
controvertidas en la lucha de los últimos años. Lo que nos ha permitido comprobar
ampliamente su fundamento dogmático, su alcance psicológico y su utilidad
pedagógica. El resultado ha sido una adhesión más consciente y un convencimiento
aún más entusiasta por esta idea que ha dado tanto resultado.
as aspiraciones de José Engling y que siempre deberán tener el plan divino.
94. Ha estado presente, desde los inicios en la historia de nuestra Familia,
en cada uno de nuestros nuevos Santuario y en toda labor schoenstattiana
fructífera. En el transcurso de los años ha llegado a ser expresión de la entrega
total a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt y a su Obra, de una eficaz y
esclarecida asociación de la actividad divina y la actividad humana, de la fe en la
misión sobrenatural y de una actitud profundamente mariana. Con ello, ha llegado a
ser también medida para la fidelidad y disponibilidad eficaz de cada miembro de la
familia.
95. Por el Poder en Blanco le devolvemos a las Contribuciones al Capital de
Gracias de la Madre Tres Veces Admirable, en la Familia y en nuestra propia vida,
aquella importancia que tuvieron en la lucha y las aspiraciones de José Engling y que
siempre deberán tener el plan divino.
96. ¡Gracias a Dios! Así nos sentimos, por de pronto, en la tierra firme de
nuestra tradición y nos dirigimos hacia el porvenir incierto que se avecina
fortalecidos con nuevo vigor por una de las fuerzas esenciales en el organismo de
vida de nuestra Familia. Por eso nos alegramos, ya que así reconocemos y
confirmamos aquella ley que dice: "Omne regnum iisdem mediis contietur quibus
conditum est", es decir, el florecimiento de un reino depende de la fidelidad a las
fuerzas fundamentales que lo forjaron en sus comienzos. La existencia de nuestra
Familia se la debemos a las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres
Veces Admirable. Por esta razón debemos mantenerlas inconmoviblemente en
todo tiempo, y, sobre todo cuando debemos afrontar la prueba de fuego. Con las
Contribuciones al Capital de Gracias surge a decae la Familia y su Fecundidad.
104. Durante la Guerra Civil en España, los bolcheviques habían puesto sus
miras en el Santuario Mariano Nacional de Zaragoza. Para lograr sus propósitos
pintaron un avión con los colores nacionales. Desde una altura de sólo 10 metros
sobre la iglesia de peregrinos, lanzaron tres bombas. La primera pesaba 50 Kg.,
cayó en las cercanías de la iglesia sin estallar. La segunda fue a dar sobre la torre,
pero la bomba se partió en dos pedazos. La tercera alcanzó su objetivo, el coro,
pero tampoco explotó. Peritos que examinaron más tarde las bombas no se
explicaban el hecho: la mecha estaba quemada, el aparato en perfectas
condiciones, 32 Kg. de pólvora y no hubo explosión. Esto es un milagro.
107. Sea lo que sea lo que elijamos, en último término, sólo ha de ser un
símbolo de la gran catedral mariana, que nuestra Familia edificará en el mundo, y de
la cual cada uno de nosotros debe ser y permanecer una piedra viva.
108. Todos los habitantes de Zaragoza al oír del milagroso suceso, fueron en
romería al altar de gracias y lo cubrieron de flores. Todas las tardes se reunían allí
en oración de desagravio y de acción de gracias. Autoridades eclesiásticas y
civiles, profesores universitarios y el General de la plaza, todos salían por la calles
de Zaragoza jubilosos y llenos de entusiasmo, alabando incesantemente a la Virgen
del Pilar. En una de esas ocasiones el General se abrió caminó entre la
muchedumbre hasta la imagen milagrosa, la besó con profunda reverencia y
exclamó en tono parco y militar, dirigiéndose a la multitud: ¡"Desde hoy día queda
nombrada la Virgen del Pilar, Comandante General de mis tropas!" En seguida le
colocó la condecoración mayor que puede ostentar un jefe de tropas. La alegría del
pueblo fue de nunca acabar. 109. ¿Acaso este hecho histórico se repetirá algún día
un Schoenstatt al terminar la catástrofe mundial? ¿Acaso al final de los próximos
25 años podrá empeñarse la Familia por la canonización de un segundo José
Engling? ¡Dios lo quiera!