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PÁGINA 3-6 UNIDAD 1 HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL CABALLO

El caballo cuenta con los requisitos para “servir· y acompañar al ser humano. La fortaleza
física es uno de ellos. Su potente musculatura es perfecta para acarrear pesos, tirar de
aperos y carruajes, caminar largas distancias y realizar una serie de trabajos que el hombre
por sí solo sería incapaz de hacer. Pero esto no sería factible si el caballo no fuera un
animal social.

Al final de la edad de hielo o pleistoceno, unos 10000 años antes de la era cristiana los
caballos vagaban libremente por América, Europa y el Oeste de Asia. Sus parientes
equinos las cebras, asnos y onagos poblaban otros rincones del planeta. Las primeras, el
sur y el este del continente africano, los otros, el norte de África y la zona de oriente medio.

La relación del homo Sapiens con el caballo entonces no era otra que la del cazador y su
presa. Algunas pinturas rupestres paleolíticas muestran cómo el hombre de entonces
cazaba los caballos para alimentarse, Para ellos los conducían hasta los lugares cerrados
donde los golpeaban hasta morir o los obligaban arrojarse desde las alturas. En américa
manadas enteras fueron acorraladas frente a los altos precipicios para ser obligadas a
arrojarse al vacío. Al menos eso es lo que se piensa tras el hallazgo de numerosos
depósitos de huesos fósiles rotos en la base de estos acantilados. La caza indiscriminada
fue quizá la causa de que el caballo se extinguiese en América hace aproximadamente
8000 años.

Tiempo después, unos 3000 años antes de la era cristiana en pleno neolítico, hombre
hombres nómadas de las estepas rusas asiáticas se percataron de las posibilidades de
estos animales y comenzaron a domesticarlos ya manejar rebaños de caballos para obtener
de ellos su leche sus pieles y su carne, al igual que hacían con los rebaños caprinos y
ovinos. Poco a poco estas tribus nómadas comenzaron a adiestrarlos para ser montados y y
así desplazarse con ellos utilizar su fuerza para acarrear pesos.

El burro domésticos (Equus asinus domesticus) desciende de 2 grupos salvajes de astros el


africano (Equus africanus), que Puebla desiertos y montes bajos de África del norte y
Oriente Medio, el asiático ( Equus hemionus sp.) que habita en el Asia Central.

CABALLO Y GUERRAS

Desde la época neolítica en la que se puso por primera vez un ronzal a un caballo y en la
que surgió 1 de los inventos más decisivos para el hombre: la rueda, hasta la actualidad, la
historia de la humanidad a dependido en gran modo de este bellísimo animal muchas y
decisivas guerras han sido libradas a lomos de un caballo. por eso, el que estos nómadas
asiáticos lo introdujeran en los grandes imperios del próximo Oriente fue crucial para el
desarrollo y apogeo de estas grandes civilizaciones. Egipcios, caldeos asirios llegaron a ser
lo que fueron, en parte, gracias al caballo. En Egipto, por ejemplo, 1700 años antes de la
era cristiana, los carruajes arrastrados por caballos eran el vehículo de guerra por
excelencia.
Desde que los caballos fueron domesticados por primera vez en el neolítico, han tenido un
papel decisivo en la historia de la humanidad, especialmente en las guerras como animales
de carga y en las tareas del campo. Con la aparición de la maquinaria agrícola y el
transporte motorizado, la importancia de estos animales caer en picado. Hoy en día vuelven
a merecer todo nuestro interés gracias a la actividad de ocio y a los deportes ecuestres.

Posteriormente, los caballos fueron utilizados para transportar a los propios guerreros a la
par que se construían espuelas, bocados y riendas con pieza de hueso madera y cuero.
Hasta la edad de los metales, más concretamente hacia el año 1500 a.C, no fueron utilizado
el bronce y luego el hierro para para la fabricación de guarniciones.

CARRERAS Y CARRETONES : Una de las competiciones más extendidas en Estados


Unidos Canadá y algunos países de Europa y Australia es la carrera de trotones. Este este
tipo de deporte tiene su origen en las carreras de carruajes de asirio,s griegos y romanos ya
practicaban años antes de la era cristiana. El caballo de trote utilizado para este deporte
pertenece a la raza estándar americana, cuyo origen se remonta al siglo XIX, momento en
el cual este tipo de carreras evolucionó de forma notable.

Parece ser que fue a finales del imperio romano en los siglos IV y V, cuando se inventaron
las monturas, que hasta entonces no pasaban de ser un pedazo de cuero o de burda tela.
Los estribos fueron un invento posterior.

Gracias a los testimonios artísticos de China los lugares, así como por estatuillas, grabados
etcétera, se puede llegar a la conclusión de que el uso del caballo se generalizó a partir del
año 1300 a. C, y que desde entonces este noble animal gozó de un respeto cada vez
mayor. el pueblo asirio, por ejemplo, desarrolló un arte de equitación sin igual, que fue
adoptado después por los persas tras conquistar su imperio en el año 612 a.C. El fundador
del imperio persa Giro el Grande, poseía varios miles de caballos y yeguas en sus
caballerizas tras la conquista de Babilonia, en el año 538 a.C.

El vínculo entre el hombre y el caballo fue gradualmente haciéndose más estrecho , de


modo que para ciertos pueblos como los turcos o los hunos, resultó un compañero vital para
la supervivencia y sus conquistas.

Para el imperio romano uno de los más grandes de la historia, el caballo supuso un
elemento indispensable para su expansión. Pero, al margen de las guerras y conquistas, el
caballo también ha sido indispensable para el hombre como bestia de carga y medio de
transporte. en la edad media los caballos más pesados ya eran utilizados para trabajar el
campo, aunque no fueron usados intensivamente en las tareas agrícolas hasta el siglo 18;
fue también a partir de este siglo cuando las carreras de vehículos tirados por caballos se
empezaron a poner de moda, así como las cacerías a caballo y otros deportes ecuestres.

A partir del siglo XVIII las carreras de caballos empezaron a poner de moda, así como las
cacerías a caballo y otros deportes ecuestres.

CRÍA SELECTIVA

Entre los siglos 16 y 18 con el creciente interés de la nobleza y la realeza por las
competiciones ecuestres, los ingleses crearon el purasangre, una raza de caballo que
surgió del cruce de caballos árabes, berberiscos y turcos con yeguas nativas. otras razas de
renombre son la andaluza, que desciende de los caballos ibéricos mezclados con caballos
de raza árabe y berberisca introducidos por los musulmanes cuando invadieron la península
Ibérica. probablemente la raza árabe sea una de las razas puras más antiguas, pues
parece ser que ya existía en la península arábiga sobre el año 2500 a.C. la raza procede del
desierto de África y es tan antigua o más que la árabe.

Aunque los caballos desaparecieron del continente americano al término del Pleistoceno,
fueron de nuevo introducidos por los conquistadores españoles a partir del siglo xvi y más
tarde por los exploradores de otros países de Europa. Parece ser que fue Hermán Cortés
quien desembarcó los primeros 16 caballos 1519 en México. Su introducción supuso un
cambio revolucionario para la vida de los nativos del Nuevo Continente.

Los caballos Cimarrones de América del sur procedían de caballos abandonados por los
conquistadores que se reprodujeron con facilidad, reuniéndose en amplias manadas que
vagaban libremente a su antojo. En el siglo XIX se realizaron los primeros cruces de estos
caballos salvajes con caballos de Silla y Purasangres, resultando la raza -Criolla,
valiosísima para conducir ganado por la Pampa.

En la conquista del salvaje Oeste los caballos fueron importantísimos. Sin ellos los pioneros
de los siglos y no capaces de atravesar el continente e Instalarse en los nuevos territorios.
Sus usos principales eran tirar de las carretas con posesiones y mercancías, arar las vastas
llanuras y servir de transporte para la comunicación entre ciudades y pueblos.

Fue Hernán Cortés quien desembarcó los primeros 16 caballos en 1519 en México. Su
introducción supuso un cambio revolucionario para la vida de los nativos del Nuevo
Continente. Los caballos de América del sur procedían de caballos abandonados por los
conquistadores que se reprodujeron con facilidad, reuniéndose en amplias manadas que
vagaban libremente a su antojo.

Algunos caballos introducidos en el continente americano por los españoles en el siglo XVI,
llegaron por Texas y Nuevo México a América del norte en forma de rebaños salvajes.
Muchas tribus indias fueron adoptando a estos caballos a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
Su introducción supuso un cambio revolucionario en el modo de vida de estas tribus,
especialmente en lo que se refiere a la caza del búfalo, el transporte y la guerra. También se
convirtió en un símbolo de estatus y de riqueza.

Fue en América del norte donde se originó la raza -Mustang, que desciende de los caballos
españoles llevados por los conquistadores y que más tarde fueron adoptados por los indios
de Norteamérica y los exploradores del viejo Oeste. A principios del siglo xx había más de
un millón de Mustang en estado salvaje, convirtiéndose en un serio problema al competir
con el ganado por los pastos, por lo que pronto comenzó a comercialisarse con su carne,
aunque en la actualidad son una raza protegida. De la tribu Nez Percé de Oregón nos ha
llegado la raza Appaloosa, descendiente de caballos moteados españoles y mantenida por
cría selectiva. Ésta se caracterizaba por su capa moteada, que puede ser de cualquier color.
Otros caballos muy particulares son los ponis, caracterizados por su pequeña altura su poco
peso -algunos, como el poni de Shetland, no sobrepasan el metro de alzada
ERA GEOLÓGICA

1. EOCENO : EOHIPPUS

2. OLIGOCENO : MESOHIPPUS

3. MIOCENO : MIOHIPPUS_ MERYCHIPPUS

4. PLIOCENO: HIPPARION - PIOHIPPUS ( G.EQUUS)

5. PLEISTOCENO

6. HOLOGENO: CABALLOS- CERDAS- ASNOS

Evolución del Caballo.

Existen varias razas de ponis, de las que cabe destacar el poni de las Highlands escocesas
por ser una raza bastante antigua. Otras razas de poni son el Haflinger procedente del Tirol
austriaco, el Dülmen alemán, el poni Islandés, el poni Noruego de los fiordos, etc.

PROCESO EVOLUTIVO La evolución del caballo, desde su primer ancestro primitivo hasta
el caballo actual, ha sido un proceso lento para el que han hecho falta más de sesenta
millones de años, en los que a la par que el clima y el hábitat natural se transformaba,
también lo hacían sus estructuras corporales para adaptarse a tales cambios

En América del norte se ha encontrado una secuencia fósil muy completa que ha permitido
dilucidar cuáles fueron los ancestros del caballo y qué tipo de modificaciones se produjeron
hasta la actualidad. Fue en el norte del continente americano donde tuvo lugar esta
evolución. El primer caballo primitivo fue el Eobippus, un pequeño animal del tamaño de un
zorrillo con el lomo arqueado, ojos centralizados, cuatro dedos delanteros y tres traseros
-para desplazarse por las ciénagas sin hundirse- con terminaciones duras a modo de uñas
antecesoras de los cascos. Se alimentaba de la vegetación blanda de los pantanos, por lo
que su dentadura era del tipo braquidonto, con molares bastante planos. Parece ser que
este caballo primitivo que existió en la era geológica del coceno, hace cincuenta millones de
años, se expandió a Asia y Europa por los puentes terrestres existentes entonces, pero
mientras que en el antiguo continente esta rama evolutiva se extinguió pronto, en América
del norte siguió evolucionando hasta el Mesobippus del Oligoceno, un animal con el dorso
arqueado pero algo más alto que el anterior, del tamaño de una cabra, con los huesos de la
cara más alargados y tres dedos en cada pata, de los cuales el central era el más grande.
El clima y el entorno natural de estos y animales fue cambiando a lo largo de millones de
años, de modo que en la siguiente era geológica -el Mioceno, el clima ya no era tan húmedo
y los bosques pantanosos de eras precedentes se abrieron para dar grandes zonas de
pastos en los que los caballos podían desplazarse con mayor rapidez. Así el Miohippus del
Mioceno era de Lamaño algo mayor que su predecesor, tenía las patas más largas
–también tridáctilas, y los ojos algo más separados. Éste evolucionó durante esta era en
varias direcciones, una de las cuales dio lugar al Merychippus, del tamaño de un poni
pequeño, todavía con tres dedos (dos vestigiales y el medio, el más grande, que soportaba
todo el peso); su dorso era más plano, su cuello más largo y sus ojos presentaban una
posición lateral para mejorar su campo de visión. Otro de los cambios significativos respecto
a los de sus ancestros fue el alargamiento del cráneo y de la mandíbula, que albergaba
molares y premolares del tipo hipsodonto, con altas coronas para triturar las duras hierbas.

Caballos muy particulares son los ponis, caracterizados por su pequeña altura y su poco
paso, algunos como el pont de Shetland, no sobrepasan el metro de alzada.

RAZAS DE SANGRE FRÍA Y SANGRE CALIENTE

Se consideran razas de sangre caliente las líneas puras procedentes del caballo Árabe el
Berberisco. El Purasangre también es considerado un animal de sangre caliente por
descender directamente de la raza árabe.

El término de sangre fría se utiliza para describir a los caballos pesados europeos,
descendientes del Caballo de los Bosques, una de las tres razas primitivas de las que de
rivan todas las demás. Muchos caballos de sangre fría son excelentes como animales de
tiro y carga.

Pratenses. Pensemos que todos los cambios en su anatomía fueron para posibilitar su
adaptación a su nuevo tipo de dieta -una vegetación más dura- y de su entorno natural -mas
abierto y seco-. Aunque los demás tipos de caballos de esta era desaparecieron, no lo hizo
el Merychippus, gracias a todas las adaptaciones evolutivas descritas antes.

Desde el Plioceno inferior, el Merychippus evolucionó en dos direcciones, una de las cuales
dio lugar al Hipparion, un tipo de équido que seguía siendo tridáctilo y que se extendió
ampliamente en esta era, pero que se extinguió en la era siguiente -el Pleistoceno-. La otra
rama evolutiva dio lugar al Pliohippus que apareció hace unos seis millones de años y que
fue el precursor del caballo actual. El Pliobippus ya era monodáctilo (con un solo dedo
cubierto además por un casco córneo), poseía la altura de un caballo pequeño, los ojos
laterales y altos, molares con crestas para triturar la hierba y el hocico más alargado.

Estaba perfectamente adaptado para la vida en las grandes praderas y llanuras esteparias,
pues podía correr ágilmente, avistar a sus depredadores y aprovechar la celulosa de la
hierba de una forma efectiva. Fue además el ancestro de las cebras y los asnos, también
del género Equus.

El caballo tal como se conoce actualmente pertenece a la especie Equus caballus que
surgió hace un millón de años. En un principio, los caballos vagaron libremente por América,
donde pacían en amplias llanuras cubiertas de una hierba robusta a la vez que cruzaban a
otros continentes por los puentes de roca existentes entre ellos. Así, el caballo se expandió
por el continente americano, por Asia y posteriormente por Europa y África, derivando las
más de trescientas razas de caballos que existen hoy en día de tres razas primitivas
originarias: ¡el Caballo de los Bosques que habitaba en los bosques pantanosos de Europa
del Norte, el Caballo Salvaje Mongo! o asiático. -Caballo de Przewalski- y el -Tarpán. de las
estepas rusas. De éstos, el Caballo de Przewalski, al que los pastores mongoles conocen
con el nombre de Taki, es el único que ha sobrevivido conservando sus características
morfológicas y genéticas originales. Los caballos Tarpán, aunque

Vivieron manteniendo su forma original en las estepas rusas hasta el siglo xvii, después
fueron perseguidos y cazados hasta casi su total desaparición. Actualmente sólo existe un
rebaño protegido en Polonia, en una reserva estatal, reconstruido a partir de la cría selectiva
de sus parientes próximos, el caballo Konok y el ▪Huçul..

Las grandes diferencias morfológicas de tamaño, cantidad de pelo y densidad ósea


existentes entre las distintas razas actuales de caballos, se deben a dos motivos. Por un
lado, los tipos primitivos fueron emigrando y adaptándose a diferentes hábitats y climas,
evolucionando conforme a ellos. Pero, quizá la razón de mayor peso que ha contribuido a la
variabilidad morfológica actual haya sido la utilización de la cría selectiva, por la que se han
conseguido animales con unas características especiales, en los que la fuerza, la
resistencia y la y agilidad han sido definitivos para la constitución de una raza u otra.

ANATOMÍA, FISIOLOGÍA Y CICLO VITAL DEL CABALLO

El caballo es un mamífero herbívoro ungulado ya que, además de comer hierba, pertenece a


un grupo de animales cuyas extremidades apoyan en el suelo únicamente la última falange de
los dedos que, además, está revestida de una uña cornea. Otros animales ungulados son el
elefante, el camello, el antílope, la vaca, etc. En el caso del caballo –ORDEN
PERISODÁCTILOS- , éste apoya todo su peso sobre el dedo central- el único que conserva
tras miles de años de evolución- que se encuentra protegido por un duro casco.
El caballo posee unas características anatómicas que le permiten correr a gran velocidad,
caminar grandes distancias y que le proporcionan una gran fortaleza física.

Puesto que el caballo es un animal de huida, es decir, su mecanismo instintivo de defensa


frente a un depredador carnívoro es la huida, tanto su anatomía, su fisiología como su
comportamiento han evolucionado a lo largo de milenios con un único propósito: huir para
protegerse de sus enemigos naturales. Esa es la razón por la que los animales de esta
especie poseen largas extremidades, poderosos músculos, un complejo esqueleto y unos
sentidos muy desarrollados gracias a los cuales puede detectar cualquier señal de peligro
para evitarlo a tiempo.

ANATOMÍA EXTERNA

Antes de conocer los aparatos y sistemas internos del caballo, es importantes saber
diferenciar las partes de su cuerpo en el ámbito externo, pues de ese modo podremos
referirnos a ellas de una forma concisa y seremos capaces de entendernos cuando
consultemos a un veterinario, escuchemos las explicaciones de un instructor de equitación o
tengamos que inspeccionar un ejemplar para comprarlos y realizar alguna consulta sobre su
estado.

CONFORMACIÓN Y ALTURA DEL CABALLO

En el diagrama siguiente se muestran las diferentes partes o características que conforman la


anatomía externa del caballo, tanto de la cabeza y del tronco como de las extremidades.
También debemos tener en cuenta que el lado derecho del caballo se denomina lado exterior
o lado de fuera mientras que cuando nos referimos a su lado izquierdo lo hacemos bajo la
denominación de lado interior o lado de dentro.
Un caballo bien conformado es aquel que presenta una constitución equilibrada, sus lados
están proporcionados y sus extremidades están bien aplomadas.
Cualquier defecto en la conformación del dorso, de los pies o de las manos de un caballo no
sólo disminuye su valor estético, sino que afecta al equilibrio del animal cuando se monta y le
hace más propenso a la cojera o a sufrir otras lesiones.

GRÁFICA: ANATOMÍA EXTERNA DEL EQUINO

Es importante saber que la altura de un caballo se mide desde el suelo a la cruz que es la
parte más alta del dorso del animal y que se localiza al final del cuello. Esto se hace así
porque los caballos suelen mover la cabeza con mucha frecuencia y resulta bastante difícil
realizar la medición respecto a la parte más elevada de ésta.
Normalmente, la distinción entre un caballo y un poni se hace basándose en su altura. Se
considera que un animal que mida más de 1,47 cm es un caballo, mientras que los de alturas
inferiores se consideran ponis.

Los caballos poseen largas


extremidades, poderoso
músculos, un complejo esqueleto
y unos sentidos muy
desarrollados. Todo esto hace,
además de su sociabilidad, que el
hombre haya sido capaz de
adiestrarlo y manejarlo para
satisfacer sus propios intereses,
utilizándolo para carga,
agricultura, transporte, deportes,
guerra. La raza pinta se
caracteriza, entre otras cosas, por
presentar una capa a dos colores.
El caballo de la fotografía cruce de
Español y Pinto, luce una capa de
tipo castaño pío.
Otros parámetros utilizados para la descripción de un caballo son el color de la capa, que es
la superficie protectora de pelos de caballo, así como las marcas de la cabeza y las piernas
del animal. Los colores de la capa son muy variados, yendo desde el negro, al marrón y al
blanco, con variaciones intermedias y otras denominaciones que se describen de la siguiente
forma:

 Tordo: Color blanco o grisáceo.


 Albino: Ausencia de pigmentación, por lo que el pelo es blanco y los ojos son rosados.
 Crema: Blanco amarillento o beige.
 Pardo: Tonalidad amarillenta sobre una capa más oscura.
 Palomino: Marrón dorado- incluso con algunas zonas amarillentas- y con una cola y
crines rubias.
 Bayo: Color que va del yema al anaranjado. En algunos lugares se considera que el
verdadero bayo tiene la crin, la cola y las extremidades oscuras, además de presentar
una línea oscura recorriendo el dorso.
 Castaño: Capa complemente negra, incluso en el hocico y las ingles.
 Negro-Marrón: Color negro con hocico e ingles marrones.
 Marrón: Capa de un marrón homogéneo con cola y crines negras.
 Ruano: Bayo, gris o rojizo con pelos blancos intercalados, dando la impresión de un
marrón grisáceo, que puede ser más rosado o más azulado, según el color de la
mezcla.
 Picazo: Manchas blancas sobre una capa negra.
 Pío: Capa de color diferente al negro con manchas blancas.
 Moteado: Capa con manchas pequeñas o puntos, como la de la raza Apaloosa.
 Con banda dorsal: Es una línea de otro color, generalmente oscura, que recorre el
dorso del caballo desde las crines a la cola.

LA RAZA APALOOSA

Procede de la cría selectiva realizada por los indios de la tribu Nez Percé en el valle del río
Palouse, Oregón, a partir de los descendientes de caballos moteados llevados a México en el
siglo XVI. Los ejemplares de esta conocida raza se caracterizan por su capa moteada que, a
grandes rasgos, presentan cinco tipologías diferentes:
 Leopardo: Capa blanca con motas negras a lo largo de todo el cuerpo.
 Copo de Nieve: Moteado de blanco- sobre capa oscura- a lo largo de todo el cuerpo.
 Escarcha: Punto blancos en la zona del lomo y las características sobre una capa
oscura.
 Manta: Oscuro con una manta blanca sobre el dorso y los cuartos traseros,
normalmente moteada atrás.
 Mármol: Capa oscura que se hace más desvaída con la edad, con motas más
oscuras en la cabeza y en las patas.

Estos términos se pueden combinar entre sí para una mejor descripción de un caballo, de
modo que podemos decir que un caballo es castaño pío, bayo moteado, pardo con banda
dorsal, etc.
Respecto a las manchas faciales y de las patas, los términos más frecuentes para referirnos a
ellas son:
 Lucero: Con una mancha blanca en la frente, que puede ser en rombo, en media
luna, redondo, en cruz, etc.
 Barra: Con una línea blanca de los ojos al hocico, pudiendo ser más o menos ancha.
 Corte: Con una mancha blanca en el hocico.
 Careto: Con una mancha blanca que se va ensanchando desde la frente al hocico.
 Carablanca: Con la parte frontal de la cara totalmente blanca, incluyendo la zona de
los ojos.
 Calceta Alta: Mancha blanca que recorre la longitud de la pierna inferior, desde la
parte inferior de la rodilla al casco.
 Cuartilla: Mancha blanca desde el casco a la cuartilla.

Otra de las partes a tener en cuenta en la anatomía externa del caballo son los cascos. Éstos
normalmente presentan una coloración similar a la de la pierna, de forma que si ésta es clara,
también lo será el casco. En otros casos presentan bandas longitudinales o rayas. También
puede ser blancos. Existe el mito de que cuanto más claro es un casco, más frágil es. Lo
cierto es que esta es una de las partes del caballo más delicadas, puesto que soporta todo el
peso y se desgasta al andar. En la figura adjunta se indican las diferentes partes de un casco
en una visión.

FIGURA: PARTES DEL CASCO

Lateral e inferior del mismo. Los herradores colocan las herraduras sobre la muralla del casco
y atraviesan el mismo con clavos, pero como el casco no tiene ningún nervio- al igual que
nuestras uñas- no sufre dolor ni sensación alguna.

ANATOMÍA INTERNA: ÓRGANOS, APARATOS Y SISTEMAS

En este apartado trataremos exclusivamente sobre los aparatos esquelético y muscular, por
ser los que intervienen en la estructura corporal y el movimiento de estos animales, así como
de sus sistemas digestivo y nervioso. Este último, muy importante al gobernar los sentidos del
caballo y por qué puede influir en el comportamiento y la psicología del mismo.

APARATO ESQUELÉTICO

El esqueleto de los caballos proporciona protección a sus órganos internos a la vez que sirve
de soporte para sus músculos y contribuyen al movimiento. Está compuesto de
aproximadamente 208 huesos. Si observamos a un caballo en libertad y estudiamos su
comportamiento, nos percataremos de que los ejemplares de esta especie sólo saltan para
huir del peligro y galopan de vez en cuando y por un tiempo breve, por lo que debemos
comprender que su esqueleto no está concebido para ser sometido a los excesos del hombre
moderno competiciones de saltos, carreras, monta, cargas excesivas, etc. Conocer pues, su
estructura ósea y qué zonas de la misma son más sensibles, nos servirá para tratar a nuestro
caballo de un modo sensato, a la para que le ayudamos a adaptarse a nuestro peso y a las
distintas tareas que le obliguemos a realizar.

FIGURA: MANDÍBULA Y DIENTES

A grandes rasgos podemos decir que la columna vertebral del caballo es rígida, por lo que a
diferencia de otros mamíferos con columna vertebral flexible, su velocidad está limitada. Para
soportar su peso corporal, especialmente cuando el animal salta o galopa, sus articulaciones
están recubiertas de cartílago que protege al hueso al amortiguar el golpe. La zona del lomo
compuesta por las vértebras lumbares- entre la última costilla y las caderas- es quizá la más
débil de toda la columna, por lo que hay que evitar los pesos en ella. Los caballos tienen 18
costillas y seis vértebras lumbares, excepto los caballos de raza Árabe que poseen cinco
lumbares y 17 costillas.
Respecto a sus extremidades, hay que mencionar que las articulaciones de los huesos
poseen gran capacidad para flexionarse, permitiendo así un movimiento más amplio, muy útil
para el salto o la carrera al dar más extensión a la zancada. Los pies y manos del caballo
poseen un único dedo y gracias a que sus articulaciones son anguladas, estos animales
pueden impulsarse hacia adelante con la potencia con que lo hacen. Pensemos que las
articulaciones de los huesos de las patas actúan a modo de bisagra, pudiendo plegar sus
huesos como si se tratará de un acordeón. El movimiento rotativo de los huesos no es posible,
exceptuando un ligero movimiento lateral de la articulación de la babilla.
Debido a esta forma de movimiento, así como a la conformación de la caña y al modo en que
están dispuestos los huesos del pie, el caballo no puede utilizar sus manos y patas para
escarbar o espantar.

EL CASCO CRECE UNOS 10 mm AL MES, ASÍ QUE TARDA UNOS 10 MESES EN


FORMAR UNA PARED NUEVA. LA PARED O MURALLA DEL CASO ESTÁ REVESTIDA
POR UNA FINA CAPA IMPERMEABLE.

APARATO MUSCULAR
Los diferentes músculos que componen el aparato muscular de un caballo son los
responsables de que éste pueda moverse con la potencia con la que lo hace a la vez que le
ayudan a soportar su peso- algunos ejemplares puede llegar a la tonelada. Gracias a un fuerte
aparato muscular, el caballo ha sido capaz de huir de sus depredadores y de los peligros a
gran velocidad a lo largo de milenios, siendo esto decisivo para su supervivencia.

LAS ESPEJUELAS DE LAS PATAS SON DIFERENTES EN CADA CABALLO, DE MODO


QUE SON UNA SEÑAL DE IDENTIDAD INEQUÍVOCA.

Los músculos más potentes a los molestos insectos de ciertas partes de su tronco, por lo que
a lo largo de sus evolución han desarrollado una frondosa cola para poder con ella espantar a
las moscas y un tupé que les protege los ojos de tan molestos visitantes.

Otra curiosidad de su aparato esquelético es que los caballos son capaces de descansar y
dormir de pie, que se pueden bloquear a la articulación de la babilla, equivalente a nuestra
rodilla- a su antojo, sin que sean los músculos los que tengan que hacer fuerza para mantener
las piernas rectas.

LOS AIRES O ANDADURAS

Son cuatro los aires o andaduras elementales; marcha al paso, trote, medio galope y galope,
aunque los caballos entrenadores pueden exhibir variantes de éstas. La doma moderna es un
deporte de competición en el que se ejecutan movimientos de colocación a diferentes
andaduras en ciertos puntos de una pista rectangular.

De las patas se encuentran en su parte superior, en la zona del hombro y muslo. El resto de
las extremidades están formadas por un tejido poco denso, de ese modo se reduce su peso y
su resistencia al aire, posibilitando una mayor velocidad. Por debajo de la tibia- en las
extremidades posteriores y del radio- en las anteriores no existe masa muscular, y en esa
zona los huesos aparecen rodeados exclusivamente de ligamentos y tendones. De esta
manera el peso de la parte móvil de las patas es el menor posible, lo que facilita mucho su
movimiento y su velocidad.
Los ligamentos son fibras que se unen a los huesos en las zonas articulares y que contribuyen
a reforzar la estructura del caballo y a su movimiento. Normalmente unen los diferentes
músculos con los huesos.
Los tendones son grupos de largas fibras que unen los músculos del antebrazo con las manos
del caballo y los músculos del muslo con los pies, actuando sobre el hueso sesamoide del
menudillo y el hueso navicular del casco. De este modo la energía se transfiere de los
músculos mencionados al resto de la extremidad. En ella se pueden apreciar los poderosos
músculos de la mandíbula, fundamentales para que el animal la mueva para cortar y masticar
el alimento. Otros músculos faciales como los auriculares, superciliares y orbiculares permiten
que mueva las orejas y los ojos para detectar el peligro. Los potentes músculos del cuello son
fundamentalmente para que el animal levante su pesado cráneo después de haber comido o
bebido. También destacan los músculos dorsales y de la grupa que le proporcionan la
potencia necesaria para el salto o la carrera. Músculos, igualmente importantes, son los del
tórax y el dorso.

EL CABALLO ATRAPA LA HIERBA CON SUS INCISIVOS. CUANDO SE OFRECE UN


ALIMENTO A UN CABALLO LO PRIMERO QUE ÉSTE HACE ES OLFATEARLO. UNA VEZ
QUE ACEPTA EL OLOR, EL ANIMAL SE DECIDIRÁ A PROBARLO, AUNQUE SI SU SABOR
ES AMARGO ES PROBABLE QUE LO REHACE.

SISTEMA DIGESTIVO

Los caballos son animales herbívoro puesto que se alimentan exclusivamente de hierba y
plantas. A diferencia de otros herbívoros rumiantes como las vacas, que digieren la comida
dos veces y tienen cuatro estómagos, el caballo posee un aparato digestivo sencillo con un
estómago bastante pequeño en relación a su tamaño corporal. De modo que, para obtener las
sustancias nutritivas de un alimento tan pobre como la hierba, debe comer a menudo y en no
muy grandes cantidades. Esta es la causa de los que los caballos se pasen el día- y la noche-
comiendo.
El aparato digestivo empieza en la boca, con la que el animal ayudado de sus belfos y de sus
incisivos obtiene el alimento. Éste es triturado por los molares del fondo de la mandíbula que
poseen unos salientes que facilitan esta tarea. La abundante saliva segregada por el caballo
empieza a predigerir el alimento. Al tragar, el alimento pasa al esófago y de ahí es conducido
al estómago donde actúan los jugos gástricos y ayudan a disolver el alimento. De éste pasa al
intestino delgado donde ciertos nutrientes son absorbidos. El hígado y el páncreas
contribuyen al proceso digestivo segregando bilis y jugos pancreáticos respectivamente (la
vesícula biliar no existe en estos animales).
El resto del alimento continúa su camino o para seguir siendo procesado en el intestino
grueso formado por el ciego, el colon ascendente y el colon descendente. Es en el intestino
grueso donde se produce la fermentación del pasto por las bacterias intestinales, que lo
disuelven y lo reducen a nutrientes que son absorbidos en este tramo. La parte sólida no
absorbida conforma los residuos que pasan al recto para ser evacuados al exterior en forma
de excrementos más o menos blandos. La falta de ejercicio o de agua, o un exceso de comida
seca puede producir excrementos duros y causar estreñimiento.

APARATO DIGESTIVO

 Esófago
 Estómago
 Intestino delgado
 Ciego
 Colon ascendente
 Colon descendente
 Recto

FIGURA: ESQUEMA DEL CAMPO DE VISIÓN Y ZONAS CIEGAS.

SISTEMA NERVIOSO Y ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

El sistema nervioso de los caballos está formado, a grandes rasgos, por el cerebro la médula
espinal (de donde salen pares de ramificaciones nerviosas) y una red intrincada de nervios.
Éstos son muy sensibles a las señales del interior y el exterior del organismo y responden a
ellas desencadenando ciertos procesos internos y provocando una serie de acciones y
comportamientos determinados. Por ejemplo, las terminaciones nerviosas de las orejas son
las que transmiten señales auditivas al cerebro, provocando una reacción concreta en el
animal. Relacionados con el sistema nervioso, los órganos de los sentidos desempeñan un
papel importantísimo en la psicología y la etología de estos animales, siendo decisivos para
su supervivencia. Los órganos de los sentidos- especialmente la vista y el oído- están
perfectamente adaptados al tipo de vida de los caballos, pues les ayudan a captar las señales
del exterior con suficiente tiempo para poder huir en caso de peligro.
LAS ANTEOREJAS RESTRINGEN LA VISIÓN LATERAL DEL ANIMAL. SE SUELEN
COLOCAR A CABALLOS QUE TRABAJAN CON EL ARDO O A LOS QUE CONDUCEN
CARRUAJES CON EL FIN DE QUE SE DISTRAIGAN Y SU CONCENTRACIÓN SEA
MAYOR.
La vista de un caballo es excepcional gracias a la posición de los ojos a ambos lados de la
cabeza. Exceptuando una zona ciega detrás de él y otra pequeña frente a su cabeza, el
campo de visión del caballo es muy amplio. Prácticamente el caballo ve con un solo ojo visión
monocular. Con el lado izquierdo abarca su campo visual de ese lado. Solo posee visión
binocular justo enfrente de él, a partir de un poco más de un metro de su cabeza, una vez
salvada la zona ciega de la misma.

COMO UN CABALLO NO VE JUSTO LO QUE TIENE ENFRENTE A UNA DISTANCIA DE


POCO MÁS DE UN METRO EN SU ZONA CIEGA- CUANDO SALTA UN OBSTÁCULO LO
HACE DE MEMORIA DESPUES DE HABERSE ENTRENADO; POR LO GENERAL LOS
CABALLOS A MEDIDA QUE SE APROXIMAN AL PARAPETO QUE HAN DE SALTAR,
INCLINAN SU CABEZA PARA IDENTIFICARLO.

Cuando un animal o persona se acerca a un caballo por detrás éste mueve la cabeza para
incluirlo dentro de su campo de visión. 
parece ser que los caballos no tienen facilidad para enfocar y que para hacerlo debe mover
sus cabezas arriba y abajo y de ese modo colocar la imagen en el centro de su retina.  
También lo hacen a veces moviendo sus ojos. el oído es otro de los sentidos más
desarrollados del caballo. Este animal puede oír ruidos más finos que lo que podemos
escuchar los seres humanos. En parte esto se debe a la disposición de sus orejas, que
pueden ser movidas hacia todos los lados, y de su forma en concha, muy útil para recoger
sonidos procedentes de lugares distintos.  
EL SENTIDO DEL OLFATO ES MUY IMPORTANTE PARA QUE LOS CABALLOS SE
RECONOZCAN ENTRE SÍ.  

El olfato es un sentido importantísimo para los caballos en libertad, pues les permite localizar
agua a grandes distancias, seleccionar la comida, seguir el rastro para volver a un lugar
determinado y detectar la presencia de otros animales, especialmente de sus depredadores.
También es un sentido muy útil a la hora de relacionarse con otros ejemplares de su misma
especie, sobre todo cuando se trata de detectar las feromonas de uno u otro sexo o cuando la
yegua debe localizar a su potrillo. A través del olfato los machos perciben si una boñiga de
caballo es de un macho o de una hembra y marcan ese lugar de dos formas: si el estiércol
encontrado es de otro macho, defecan encima, y si es de una hembra, orinan sobre él. 
El sentido del gusto permite que un caballo distinga un alimento bueno de uno malo y que
rehace agua en malas condiciones. Normalmente los sabores amargos le desagradan,
mientras que los dulces les encantan. Muchas plantas venenosas poseen un sabor amargo y
desagradable y esta es la prueba decisiva para que las escupan.  

MÚSCULOS DE LAS OREJAS  


Gracias a los músculos de las orejas (16), el caballo puede girarlas en todos los sentidos. Cuando un
caballo escucha un sonido, dirige su atención hacia ese punto levantado las orejas, después gira su
cabeza- y su cuerpo si es necesario- para identificar el ruido con la vista. 
 
LAS LARGAS BARBAS Y BIGOTES DEL HOCICO DEL CABALLO ACTÚAN COMO ÓRGANOS SENSITIVOS.
GRACIAS A ESTOS PELOS, LOS CABALLOS PUEDEN CONOCER DE UN MODO APROXIMADO LA
DISTANCIA A UN OBJETO O LA TEXTURA DE LA HIERBA QUE TOCAN CON ELLOS. POR ESO CORTARLOS
POR MOTVIOS ESTÉTICOS ES UNA ABERRACIÓN, PUES SE LE ESTÁ PRIVANDO AL ANIMAL DE UN
SENTIDO QUE LE PROPORCIONA GRAN INFORMACIÓN SOBRE SU ENTORNO.  
 
El sentido del tacto depende de las terminaciones nerviosas del cuerpo de este animal y como éstas no
están igualmente repartidas en todas partes, hay zonas más sensibles al tacto que otras. El hocico y los
ollares son quizá las zonas más despiertas al tacto, en parte por la presencia de los bigotes y barbas
que proporcionan mucha información sobre texturas, distancias, etc. Otras zonas sensibles son la cruz,
el dorso, el cuello, los hombros, la parte de detrás de la cuartilla y la corona del casco. En esas zonas los
caballos pueden detectar incluso la presencia de las moscas, reaccionando de forma visible frente a
una caricia o un golpe en las mismas. 
LOS CABALLOS SE SIETE AÑOS ENTRAN EN UNA ETAPA EN LA QUE SU CARACTER YA SE HA FORMADO
COMPLETAMENTE Y SU FORMA FISICA ESTÁ EN SU PUNTO CULMINANE. ESTA ETAPA QUE VA DESDE
LOS SIETE A LOS 14 AÑOS, RECIBE EL NOMBRE DE EDAD VIRIL DEL CABALLO.  
 

CICLO VITAL Y EDADES DEL CABALLO


Establecer la vida media de un caballo es algo difícil, puesto que ésta depende en gran
medida de las condiciones vitales en que se encuentre- cuidados, alimentación, ejercicio, etc.
Aun así podemos afirmar que superados los 20 años, las esperanzas de vida de este animal
son cada vez menores, aunque hay ejemplares que viven hasta 30 años o más, siendo en
general los ponis más longevos que los caballos. Por lo común las yeguas pueden criar hasta
los 22 años aproximadamente.
A lo largo de su vida el caballo experimenta ciertos cambios, algunos más espectaculares que
otros. Su dentadura, por ejemplo puesto que experimenta varias transformaciones a medida
que el caballo crece y envejece; el ángulo de los incisivos se hace más prominente con la
edad, su contorno varía, el cornete dentario acaba por desaparecer, etc.
El primer año de vida, el caballo se alimenta de leche hasta los seis u ocho meses, aunque
también coma algo de hierba en este período. Su capa presenta un pelo velludo y suave, al
igual que la crin y la cola. A los nueve meses ya posee el juego completo de seis incisivos de
leche. En esta etapa al potrillo se le denomina con el término inglés de Yearling.

De los dos a los cuatros años de vida ocurren numerosos cambios en estos animales. En esta
etapa, los machos reciben el nombre de potros y las hembras se denominan potrancas. La
capa de leche habrá desaparecido y adquirido su color definitivo. En el segundo año de vida
las potrancas suelen tener su primer celo. A los tres años un potro ya es sexualmente maduro.
Respecto a la dentición, a los potros en libertad les suelen salir su primer par de incisivos
permanentes en primavera, a la edad de tres años. A los potros cautivos esto suele
sucederles antes, probablemente por el tipo de alimentación. Cada año se van reemplazando
dos dientes de leche por otros permanentes, de modo que a los cinco años el caballo poseerá
el juego completo de incisivos permanentes. En este momento la superficie trituradora de los
mismos presentará un contorno ovalado. Además los machos y una de cada cuatro yeguas
habrán desarrollado unos pequeños caninos que al no poder ser utilizados para comer, puesto
que no coinciden los de arriba con los de la quijada inferior- estarán bastante afilados.

CRECIMIENTO DEL POTRO EN EL PRIMER AÑO

Durante el primer año de vida el potro alcanza aproximadamente las tres cuartas partes de su
desarrollo total. A los tres meses se puede hacer una estimación de la alzada que tendrá potro
cuando alcance la edad adulta. Para ello se mide la altura que hay desde su codo hasta el
suelo y se multiplica por dos. Así, un potro de 75 cm, poseerá una alzada de 1,50 m en su
madurez.

Aunque el peso y altura definitivas la alcanzan a los cuatro o cincos años a la par que la crin y
la cola se han hecho bastante resistentes, los caballos no suelen alcanzar la madurez hasta
los seis años de edad, momento en el que se puede decir que forma física posee ya todo el
vigor y su carácter se ha templado. En esta época, además la pequeña hendidura central de
los dientes, llamada cornete dentario, empieza a borrarse.
A partir de los ocho años el contorno de los incisivos se hace circular, a la vez que en el lugar
que estaba el cornete dentario empieza a aparecer un reborde de dentina que se conoce con
el nombre de estrella dentaria. Además estos dientes que hasta ahora se veían rectos,
empiezan a desarrollar cierta inclinación, de modo que a los diez años el ángulo entre los
dientes superiores e inferiores es claramente perceptible si se observa desde un lado. Es
también a esta edad cuando el contorno de los dientes empieza a hacerse triangular y
comienza a ser visible la ranura de Galvayne (en los incisivos más alejados del borde
superior) que a los 15 años habrá llegado a la mitad del diente y a los 20 lo dividirá por
completo. Además, a los 20 años apreciamos cómo el ángulo entre los dientes superiores e
inferiores es de aproximadamente 90°, cuando los observamos desde un lado.
GRÁFICA:
EVOLUCIÓN DE LOS
DIENTES SEGÚN LA
EDAD.

CELO,
APAREAMIENTO,
GESTACIÓN Y PARTO

Dentro del ciclo de vida


del caballo, la
reproducción es
probablemente la
función vital de mayor
importancia. En este
apartado vamos a
tratarla desde el punto
de vista fisiológico,
omitiendo los detalles
referentes al
comportamiento de la
yegua y el semental
durante la etapa de
cortejo y cubrición,
pues esto se tratará en
el capítulo dedicado a la etiología del caballo.
Ya hemos dicho que una potranca suele tener su primer celo durante el segundo año de vida,
aunque esto varía según las condiciones de vida que tenga alimentación, vida en grupo o en
solitario, etc. Si la yegua vive en cautividad, es mejor esperar un año o dos más para
aparearla, pues de esta manera aseguramos que su crecimiento se haya completado y que su
estructura física sea la más adecuada.
Las yeguas son poliéstricas estacionales, lo que significa que tienen varios celos en
determinadas épocas del año. En condiciones naturales, las yeguas tiene el celo durante la
primavera y el verano, algo lógico si tenemos en cuenta que al durar la gestación 11 meses, el
potrillo engendrado en una de éstas dos estaciones nacerá al año siguiente en una época
benévola, tanto en lo que se refiere a las temperaturas como a la disposición de alimento- ya
no hará frío, los pastos comenzarán a crecer. El que el celo se repita cada tres semanas
desde el equinoccio de primavera al del otoño es una estrategia de la naturaleza que asegura
la supervivencia del potrillo y de paso del mantenimiento de la especie. Esto sucede porque
las hormonas responsables de la ovulación están influidas por la luz diurna, y es en este
período cuando el día es más largo que la noche. Esto se hace más patente en los países de
clima frío, como por ejemplo los del norte de Europa, donde la época de actividad sexual se
acorta, reduciéndose prácticamente al verano. En los países más cálidos, como los del norte
de África, los ciclos menstruales pueden producirse durante todo el año.
Aunque el celo dura de cinco a siete días, la ovulación se produce penúltimo día del mismo,
momento en el que la fecundación, siempre que se produzca la cubrición por un semental,
tiene lugar. En el caso de que el óvulo no haya sido fecundado, la hembra tendrá el celo cada
tres semanas hasta que esto ocurra, repitiéndose éste hasta aproximadamente finales del
mes de septiembre si la fecundación no tiene éxito o si la hembra no se ha apareado con
ningún macho. Aunque los machos son sexualmente activos durante todo el año, como sus
hormonas sexuales están también influidas por la luz, la actividad de éstas y por tanto la
disposición del macho para el apareamiento, es mayor en la primavera y el verano.
Los machos detectan feromonas de una hembra en celo desde más de un km de distancia.
Una vez producido el cortejo y emitidas las señales necesarias para el apareamiento, se
produce la cubrición. La cópula puede durar entre seis segundos y un minuto. En libertad, el
macho y la hembra vuelven a aparearse varias veces a lo largo del día, asegurándose así la
fecundación. De hecho, se sabe que las yeguas en libertad se preñan en un porcentaje mucho
mayor que aquellas que lo hacen en cautividad.

EL PARTO
Después de romper aguas, la yegua se acuesta para parir. En primer lugar aparecen las
manos, envueltas en una membrana que se irá rompiendo paulatinamente. Después asoman
la cabeza y a lo que pueda de las extremidades delanteras. En cuanto salgan los hombros, el
resto del cuerpo saldrá con facilidad. El cordón umbilical se corta solo gracias a los
movimientos de forcejeo del potrillo. La placenta suele expulsarse una hora después.

Por lo general, una vez que la yegua ha sido fecundada, desaparecen los síntomas de celo y
ésta se vuelve más tranquila, aunque hay casos raros en que el celo se repite estando la
hembra preñada. Si a los 20 días aproximadamente, el celo no se repite, es bastante probable
que la yegua esté preñada, aunque ante la duda es mejor confirmarlo con una ecografía, pues
si una yegua se cubre estando preñada, es fácil que aborte después.
La gestación dura unos once meses, entre 320 y 360 días, aunque parece ser que en las
yeguas salvajes puede alargarse más. Pasada la época de gestación, llega el momento del
parto, que por lo general se produce justo antes del amanecer, momento en el que los
depredadores como el lobo suelen retirarse a sus guardias y le yegua está más segura. El
alumbramiento del potro puede ser un proceso breve, unos cinco minutos o alargarse hasta
los tres cuartos de hora, aunque lo normal es que dura de 15 a 30 minutos. Los primeros
síntomas de parto son parecidos al del cólico, a la vez que la yegua suda mucho y está
nerviosa. Después se produce la rotura de aguas, tras la cual suelen aparecer las manos del
potrillo para luego emerger la cabeza y el resto del cuerpo. Tras librarse de la membrana
amniótica que lo recubre con la ayuda de la madre, el potro es lamido por ésta. El cordón se
rompe solo y el potro puede incorporarse poco después. La placenta es expulsada en la hora
o dos horas siguientes al parto, aunque este proceso puede alargarse, si en las seis horas
siguientes al parto no la ha hecho, se debe avisar al veterinario. El potrillo mamará en las
cuatro horas siguientes al parto, ingiriendo sus primeras defensas con el calostro o primera
leche.

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ETOLOGÍA DEL CABALLO EN CAUTIVIDAD Y EN LIBERTAD

La etología es la rama de la ciencia que estudia el comportamiento de los animales. a lo


largo de muchos años, los caballos han sido objeto de estudio de los etólogos, que
mediante la observación de ejemplares de diferentes razas -tanto en cautividad como en
libertad-, han llegado a conclusiones muy interesantes sobre su modo de proceder en
diferentes situaciones. no cabe que conocer la manera en que los caballos viven en estado
salvaje y se relacionan socialmente, así como saber sus posturas y movimientos corporales
con la mayor certeza, no será de gran utilidad a la hora de tratar con ellos.

Aunque los caballos han vivido en libertad durante milenios, en la época actual únicamente
pueden considerarse verdaderos caballos salvajes los Mustang de Norteamérica y los
Brumby de Australia. De cualquier modo, existen caballos que, aunque criados bajo cierto
control, viven todo el año en grandes extensiones al aire libre, desplazándose y
alimentándose de forma natural. Estos son los caballos de la Camarga francesa, los
caballos de las estepas soviéticas y algunos ponis de Gran Bretaña.

COMPORTAMIENTO DEL CABALLO EN ESTADO SALVAJE.

En la naturaleza los caballos sirven de presa a ciertos depredadores carnívoros como los
lobos y los pumas. Por ello, al estar en inferioridad de condiciones frente a estos cazadores
insaciables, han desarrollado un mecanismo de defensa que les ha permitido sobrevivir
durante miles de años, la huida.

GRUPOS SOCIALES
En estado salvaje los caballos no suelen vivir solos. En la naturaleza se pueden observar
grupos o rebaños de caballos que comparten un código moral y unas normas que
componen lo que se conoce como manada o tropilla. Estos grupos van desde el núcleo más
simple- la familia, formada por una madre y sus potros-, a las grandes manadas de varias
Decenas de ejemplares, que suelen ser uniones temporales entre varios grupos. Pero, por
lo general, el núcleo social por excelencia en estado salvaje es el harén.

Un harén está formado por el semental las yeguas- normalmente tres, aunque puede haber
hasta siete- y sus crías de hasta dos años. Cuando un semental llega a la edad de 14 o 15
años suele ceder su sitio a otro macho adulto más joven y abandonar el harén, aun así, raro
es que vague solo por mucho tiempo. Por lo común se une a otros ejemplares solitarios,
que por regla general suelen ser jovencitos de tres a seis años que han decidido tomar su
propio rumbo han sido expulsados del harén por el semental. Aunque la causa fundamental
de su exclusión es la competitividad por las hembras, existe otra razón en estado salvaje
una yegua nunca se aparea con su hijo, por eso en cuanto este alcanza la madurez sexual,
debe abandonar el grupo vagar con los demás solteros hasta formar su propio harén, algo
que no ocurría hasta que no alcance la edad mínima de seis años.

Aunque muchas potrancas permanecen junto a su madre varios años, tarde o temprano
también acaban abandonando el harén donde nacieron y de esta forma se unen al semental
de otro harén o a algún macho de un grupo de solteros para formar un harén nuevo. Las
que se quedan, tendrán que atraer al semental de otro harén o aparearse con algún joven
soltero, pues su padre no se aparean con ellas bajo ningún concepto.

Los harenes son grupos muy estables que pueden mantenerse durante muchos años. A
veces un harén tiene dos o más machos adultos. Esto ocurre cuando se adopta a un joven
de otro harén- al que, por supuesto, no se le permitirá aparearse con las yeguas

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Jerarquía y rangos

En un harén así como en otro tipo de grupos naturales existen diferentes rangos que rigen
el funcionamiento de los mismos todos los ejemplares poseen un rango determinado que va
desde el cabecilla hasta el último Potro de la manada jerarquía que todos respetan en bien
de su funcionamiento como grupo y de su supervivencia el líder o cabecilla es del ejemplar
de a su paso los demás caballos se apartan pues es quien tiene derecho a ser el primero en
todo comer beber etc normalmente el líder del harén es el semental, pero esto no siempre
ocurre así , pudiendo desempeñar el papel de cabecilla una yegua de más carácter. Ser un
líder no significa ser el más agresivo, sino haber demostrado capacidad para impresionar y
gobernar al resto mediante la valentía, la inteligencia y la templanza.

Entre las yeguas existen también diferentes rangos, que son heredados por sus potrancas.
De modo que la hija de una yegua de primer rango no tendrá que luchar por este, sino que
lo heredará, llegando a ser una yegua de primer rango cuando crezca. De ahí, las
hostilidades que a veces se observan entre las yeguas que comparten el mismo rango y por
tanto gozan de los mismos derechos. Los machos jóvenes del grupo, por el contrario, deben
pelear por alcanzar cierta posición, circunstancia que se hace más evidente en las grandes
manadas. La función del líder es la de conducir y proteger al grupo. En el caso de que
tengan que huir, será el que decida e indique la dirección en que se debe correr empujando
al grupo hacia el lugar indicado. Los potros seguirán a sus madres sin rechistar y estas
indiquen sin ningún tipo de vacilación, puesto que una regla básica dentro de la manada es
seguir siempre a un caballo de rango superior. Esta circunstancia permite que los caballos
huyan del peligro en masa sin dispersarse; así su probabilidad de sobrevivir es mayor. El
semental de rango más alto y la yegua de rango más alto llegó al líder no suelen pelearse
entre sí, sino que conviven en perfecta armonía desempeñando sus respectivos papeles.
Cuando la manada se desplaza, la yegua líder va a la cabeza, mientras que el semental
líder lo hace a la cola del grupo. Eso sí, en el caso de que el semental no esté de acuerdo
con el rumbo que su homóloga ha tomado, no dudará en empujarla desde atrás para que
cambie de dirección. Otra norma básica de la jerarquía de los caballos es que un caballo de
rango inferior jamás puede adelantar a otro que tenga un rango más elevado. Si le está
permitido andar detrás o al lado de forma oblicua y con la cabeza sin sobrepasar las
espaldas de su superior. Cuando un caballo no respete estas normas, el de rango superior
echará sus orejas hacia atrás, le enseñara los dientes y hasta le podrá propinar una cos o
un mordisco. El líder de un grupo tiene todo el derecho a empujar a cualquier miembro del
mismo desde atrás o desde un lado. De este modo logra mantener Unido al grupo
conduciendo a los ejemplares descarriados. pero es también de este modo cómo logra
librarse de aquellos machos jóvenes que empiezan a ser molestos y a pretender
sexualmente a las yeguas del harén

Hábitos y desplazamientos

Normalmente los caballos en estado salvaje tienen una forma de comportarse muy simple.
Reunidos en familias, harenes, grupos de solteros o manadas, se dedican a recorrer un
amplio territorio para pastar y acceder al agua. En la etapa primaveral y en el verano se
cortejan y aparean, produciéndose alguna que otra “lucha” entre sementales. Es también
entonces cuando las yeguas en estado avanzado de gestación buscan un lugar para parir.
Aunque la mayor parte del día comen y descansan, desplazándose dentro de un territorio,
hay ciertas épocas del año en que emigran a otras zonas más alejadas, recibiendo el
nombre de área de “migración” la amplia zona en la que pastan a lo largo de todo el año.
Cuando lo hacen, suelen marchar en un orden determinado, quedándose el semental jefe al
final para reunir a los rezagados y servir de pantalla entre los miembros de harén y
cualquier posible peligro.

Según sea el medio natural en el que habiten, el comportamiento de los caballos en estado
salvaje también varía. Dentro del área de migración que recorre un caballo a lo largo de las
cuatro estaciones, hay sitios que solo son frecuentados en invierno por ser lo más
protegidos del frío y del viento. Otros, en cambio, sólo son visitados en el verano, como las
vaguadas frescas, los pastos de verano, ciertos manantiales, alguna charca etc. Eso sí, las
zonas que elijan para descansar siempre serán lugares abiertos desde los cuales pueden
controlar los posibles peligros. Además, los caballos tienen una memoria excelente tanto
para recordar donde sucedió algo trágico y evitar pasar por ahí, como para reconocer
senderos y lugares específicos.

El que los harenes se unan de forma temporal en el verano o no lo hagan depende también
del hábitat en el que se encuentren. Después de estudiar grupos de caballos salvajes, se ha
llegado a la conclusión de que cuando más llano y seco es el medio, mayor es la
probabilidad de que se forman grandes manadas en la época estival. En cambio, en zonas
más altas y frescas, como en las cordilleras boscosas, los grupos suelen estar formados por
pocos individuos –normalmente harenes de un semental, una o dos yeguas y de dos a
cuatro potros- que no tienen ningún problema en compartir las zonas de pasto y de bebida
con otros grupos.

Por lo común, el patrón básico de compartimiento de un animal en estado natural es comer,


descansar, beber, defecar, jugar y a veces revolcarse. Esto lo hacen según sus apetencias y
sin ningún tipo de ritmo. Únicamente en épocas puntuales deben aparearse, parir, luchar o
huir de los depredadores.

Los caballos que viven en estado natural pasan la mayor parte del día comiendo, sobre todo
en invierno, pues los pastos no son especialmente ricos entonces. Mientras pastan, suelen
turnarse para vigilar, de modo que no comen todos al mismo tiempo, si no comen todos al
mismo tiempo, sino que siempre hay uno o dos que ejercen de guardianes. Su dieta es muy
variada, y aunque comen hierba siempre que pueden, también prueban otros bocados como
raíces, frutos, hojas y cortezas, lo que influye positivamente en el mantenimiento de su
salud y fortaleza.

Cuando un caballo bebe con un jinete a sus espaldas está tranquilo, pues confía en que su
líder -el jinete- está vigilando el entorno.

Cuando beben, los sementales de más alto rango son los primeros en hacerlo a la vez que
levantan la cabeza para vigilar el entorno y estar al tanto de los peligros. Los caballos que
vagan libremente pueden beber cada dos días o más, yendo a pastar a varios kilómetros del
agua sin ningún problema. Otro de los hábitos de los caballos es defecar en ciertas zonas.
Las hembras suelen hacerlo en un área que se va ampliando, y en la cual nunca comen. En
los machos, la costumbre de defecar es mucho más curiosa ya que lo hacen una y otra vez
sobre un montón de excrementos hasta formar una pila. De este modo marcan su territorio y
advierten a los demás de su presencia. Lo mismo hacen sobre la orina o los excrementos
de las yeguas: orinar sobre ellos para indicar que ellos ya han estado ahí antes. Cuando
dos grupos diferentes, por ejemplo, dos harenes, se encuentran, existe un protocolo de
acercamiento-intimidación determinado.
En primer lugar, el semental se cerciora de que su propia herén está en orden para luego
dar un paso y desafiar al otro grupo. Para lograrlo, exagera su postura, tensa sus músculos,
levanta bien la cabeza y la cola y resopla con fuerza, a la vez que camina con un paso altivo
y exagerado. Si el otro macho es sumiso, estas señales le bastarían para alejarse con su
herén. Pero si no lo es, aceptará el reto, iniciándose el ritual de los montones de estiércol
que consiste en que ambos sementales defecaran alternativamente en la montaña de
estiércol más cerca. Si uno de los machos decide irse, el otro defecará por última vez y será
el vencedor. Pero si sigue aceptando el desafío.
Pero si sigue aceptando el desafío, comenzará una pelea entre sementales, aunque esto no
suele suceder con demasiada regularidad. Cuando un caballo extraño se acerca a una
familia formada por una yegua y sus potros, sobre todo en época de cría, por regla general,
la madre tratará de espantarlo utilizando señales amenazantes, aunque puede decidir
alejarse con sus potros. En el caso de que se encuentren dos ejemplares, lo primero que
harán será acercar sus cabezas el uno al otro -nunca de frente- y olfatearse, a la vez que
sopesan sus intenciones y estado emocional interpretando las señales del otro, tanto
sonoras como corporales. Si éstas son correctas y el encuentro es tranquilo y
bienintencionado, tras olfatearse desde los hombros a los genitales, es posible que
comiencen un ritual de aseo mutuo, el cual suele resultarles sumamente agradable.
Instintos naturales

Cuando un caballo se siente amenazado, su instinto natural es el de huida. Pensemos que


el caballo no tiene sistemas de defensa como el de otros herbívoros que poseen cuernos o
astas, pero sí posee largas y fuertes patas que le permiten correr a mucha velocidad, Ante
el ataque de un puma, por ejemplo, la única salida que les queda es alejarse rápidamente.
En estado salvaje, cuando se crea la alarma en el grupo y se desata el pánico, se produce
la estampida de la manada entera, algo que ocurre a tropel y de una forma aparentemente
desorganizada e imprevisible. La única norma que existe a la hora de huir es seguir la
dirección indicada por los caballos de rango superior. Es probable que una vez que hayan
corrido por un tiempo, y siempre que estén en un territorio que conocen, acaben haciéndolo
en hileras a lo largo de aquellos senderos que les resulten familiares. Por lo común, el
semental irá detrás del grupo, poniendo espacio entre las hembras y el peligro. El estado de
vigilancia permanente es un instinto que Conservan los caballos desde que eran animales
salvajes que vagaban libremente y podían ser atacados por un sinfin de depredadores. Por
eso los caballos escogen para descansar lugares estratégicos para la vigilancia y, también
por eso mismo, lo hacen durante poco tiempo, siendlo su postura habitual para dormitar de
pie sobre sus patas.

El instinto gregario es el que hace que los caballos estén a gusto en un grupo y prefieran
la compañía de sus congéneres a la soledad. Parece ser que en los animales que viven en
libertad es el semental el responsable de estabilizar el grupo, reuniendo a la manada y
controlando a los jovencitos que se alejan en exceso para explorar el entorno. También es el
que decide el momento de partir y agrupa a los miembros del harén cuando se ponen en
camino. Otra cosa que hace un semental, y lo hace muy bien, es defender su harén de
ciertos elementos perturbadores. Si por ejemplo aparece un joven soltero que pretende a
una yegua del harén, semental intentará alejarlo con amenazas. Si esto no da resultado,
dudará en entablar una pelea en toda regla, aunque las luchas entre caballos salvajes no
son tan frecuentes como Se piensa. eso sí, cuando estás se producen, son terribles. En su
intento de atacar al contrario, los caballos enemigos pueden provocarse graves heridas,
cómo mordiscos en el cuello, mandíbulas rotas y rodillas descarnadas, que suelen
provocarles la muerte en cuestión de poco tiempo, pues las posibilidades de sobrevivir en
un estado así son prácticamente nulas.

Si hay pasto y agua en abundancia es raro que los caballos sean territoriales, pueden
convivir varios harenes en ciertas zonas.

Se llama territorio a la superficie de terreno defendida contra otros grupos, por ejemplo,
cuando dos harenes coinciden en un manantial, se disputarán el derecho a beber primero
según sea su procedencia, el grupo qué es frecuente en esa zona con mayor asiduidad o
qué paste más cerca considerará que tiene preferencia sobre el otro, pues ese será su
territorio.

Entre las raras ocasiones en qué los caballos que viven en libertad se alejan del grupo,
aparte de la ya mencionada exclusión del macho del harén y cuando El Potro se
independiza, están dos momentos muy decisivos en la vida del caballo: el del nacimiento y
el de la muerte. Cuando una hembra va a parir se aleja del grupo, eligiendo por lo común un
lugar húmedo, como una zona pantanosa, una charca, una zanja o una vaguada profunda.
Esto provoca algunas veces la muerte del Potro, qué se ahoga en el agua al nacer. Los
caballos viejos también se alejan del grupo cuando van a morir y curiosamente también
suelen elegir ese tipo de lugares. Otra circunstancia qué hace que una hembra se aleja del
harén es la muerte repentina de uno de sus potros, permaneciendo junto a él y negándose a
volver al grupo durante varios días, algo que no sucede cuando su cría a nacido muerta y
sus instintos maternales no han sido todavía despertados.

Otra cosa que los caballos hacen de un modo instintivo es revolcarse tanto en la hierba en
la arena y en el fango como en la nieve aunque eligen con mayor frecuencia los sitios
polvorientos y húmedos. Si aparte de asearse y desprenderse de molestos insectos se
libran de los picores, cuidan la piel y además disfrutan muchísimo. Entre los grupos de
caballos salvajes es común que compartan ciertas zonas para revolcarse, en que el
semental será el primero y el último en hacerlo para impregnar el lugar con su olor.

COMPORTAMIENTO SOCIAL DEL CABALLO

No cabe ninguna duda de que el caballo es un animal social, qué tanto en estado salvaje
como en estado doméstico busca la compañía de otros ejemplares de su misma especie o,
en su defecto, de otra diferente. Se ha observado algún ejemplar de caballo viejo que en
estado salvaje no vaciló en elegir la compañía de un antílope macho para sentirse más
arropado. Lo mismo ocurre con los caballos domésticos ante la ausencia de otro caballo, no
durarán en acercarse a una vaca, una oveja o un perro. La compañía humana también es
bien recibida entre los ejemplares domésticos, sobre todo si se trata de niños juguetones.

Sociedades naturales

Los lazos de Unión de los caballos salvajes vienen determinados por tres tipos de vínculos
afectivos y psicológicos: los familiares, los de amistad y los de liderazgo, especialmente el
ejercido por el sementa. De Este modo, en la naturaleza se pueden observar diferentes
clases de grupos de los que ya hemos hecho mención en el apartado anterior.

Familias sin semental

En estos núcleos familiares en los que no existe macho adulto, es la madre la que ejerce el
liderazgo. Normalmente están formados por una yegua adulta y sus potros y potrancas de
hasta 2 años, aunque algunas potrancas permanecen con la madre por más tiempo.
Guasón muy protectoras y amenazaran conciertos gestos a aquellos caballos que se
acerquen mucho a sus retoños, a la vez que cuidara que éstos no se alejan demasiado. En
estos grupos la madre les guía cuando se desplazan y por supuesto es ella la primera qué
bebé en una charca o se revuelca en un revolcadero.

Familias dobles

Estos grupos se construyen por dos yeguas unidas por lazos de amistad y sus respectivos
potros y potrancas, normalmente de hasta 2 años. Por lo común, la yegua más carismática
ejerce el papel de líder no sólo de sus retoños sino de todo el grupo.

De este modo, en la naturaleza se pueden observar diferentes clases de grupos, de


los que ya hemos hecho mención en el apartado anterior.
Familias sin semental

En estos núcleos familiares en los que no existe macho adulto, es la madre la que
ejerce el liderazgo. Normalmente están formados por una yegua adulta y sus potros
y potrancas de hasta dos años, aunque algunas potrancas permanecen con la
madre por más tiempo. Las yeguas son muy protectoras y amenazarán con ciertos
gestos a aquellos caballos que se acerquen mucho a sus retoños, a la vez que
cuidarán, que éstos no se alejen demasiado. En estos grupos la madre les guía
cuando se desplazan y, por supuesto, es ella la primera que bebe en una charca o
se revuelca en un revolcadero.

Familias dobles

Estos grupos se constituyen por dos yeguas unidas por lazos de amistad y sus
respectivos potros y potrancas, normalmente de hasta dos años. Por lo común, la
yegua más carismática ejerce el papel de líder, no sólo de sus retoños, sino de todo
el grupo.

Harenes

Como ya hemos visto con anterioridad, los harenes se constituyen por un semental,
varias yeguas, potros de hasta dos años y potrancas de hasta dos años o más. En
ellos el semental ejerce el liderazgo la mayoría de las veces, pero su misión es más
bien mantener al grupo reunido y, aunque sea él el que beba el primero o desafíe a
otros machos, puede que el liderazgo lo ejerza una de las yeguas, que no dudará en
poner en su sitio a cualquier caballo-macho o hembra- que se atreva a desafiarla.

Dentro de los harenes, aparte de los lazos familiares existentes entre la yegua, el
semental y sus potrillos, también existen vínculos de amistad fuertes. De hecho, muchas
veces el macho busca la compañía de una yegua por este motivo. También entre las yeguas
existen las amistades y enemistades bien patentes, de modo que las amigas suelen comer
juntas o buscar la compañía mutua con cierta frecuencia a la hora de caminar, asearse o
jugar. En cambio, dos yeguas que se llevan mal se alejaran todo lo posible de una de la
otra.

En cuanto a las relaciones con los potrillos del harén, las yeguas nunca amamantaban a un
potro que no sea el suyo y por lo general, espantan de su lado a los potrillos que se acercan
demasiado, en cambio el semental suele jugar con todos los potros de ambos sexos. Eso sí,
cuando un potro alcance la madurez sexual y comience a atosigar a las yeguas del harén y
el semental considere que ya es fuerte para valerse por si solo, acabara por echarlo.

Grupos de solteros

Están formados por varios machos que se hacen compañía y viven sus correrías juntos.
Normalmente estos son machos de entre dos y seis años que han abandonado el harén
donde han nacido y aun no han formado el suyo propio. Pero en estos grupos también
puede haber algún viejo semental que haya cedido su puesto en el harén a otro mas joven y
que se una al grupo para no estar solo. En estos núcleos de amigos también existe un líder
al que los demás siguen, y cuando uno de ellos se muestra superior y mas fuerte que el
resto, suele ser este quien reclama la primera potranca con que se crucen, abandonando
con ella el grupo de solteros para formar su propio harén. En época de celo los grupos de
solteros suelen seguir el rastro de los harenes, y es fácil que el joven mas envalentonado se
mida con el semental del mismo para quitarle una de sus yeguas.

Harenes con dos machos

A veces un harén adopta a una joven macho, que, aunque no se aparea con las yeguas,
ayuda en las misiones defensivas. Es probable en las misiones defensivas. Es probable
además que acabe ocupando el lugar del semental cuando este envejezca.

Harenes dobles

En ciertas ocasiones dos harenes deciden unirse y convivir juntos, compartiendo los mismo
pastos y zonas de recreo. Cuando eso ocurre, cada semental lidera a su propio grupo y se
aparea solo con sus yeguas, aunque pueden establecerse lazos de amistad entre miembros
de uno y otro harén.

Grandes manadas

Formadas por numerosos ejemplares a veces hasta 70 o más están constituidas por la
unión temporal de varios harenes. Normalmente esto sucede en la época estival cuando la
explosión de tábanos y otros insectos es espectacular y ocurre con mayor frecuencia en
zonas bajas y abiertas. Parece ser que, al estar reunidos, los caballos alejan a estos
insectos con mayor eficacia, de modo que las picaduras disminuyendo. También, cuanto
mayo eses el grupo, mas derecho tiene a beber en primer lugar cuando coincide con otros
grupos en una charca.

Relaciones entre caballos domésticos

Al igual que en estado salvaje los caballos forman grupos naturales, cuando están en
cautividad muestran las mismas pautas, reuniéndose con otros ejemplares siempre que les
es posible.

Ya hemos dicho que los animales de esta especie establecen lazos de amistad con gran
frecuencia, de modo que es fácil observar a dos caballos AMIGOS EN UN PRADO
COMIENDO JUNTOS O PASEANDO UNO AL ALDO DEL OTRO. Los rituales de aseo
mutuo entre amigos son también muy comunes, procesos en los que ambos se rascan la
cruz y la grupa con los dientes. También es común observar a caballos amigos como juegan
juntos, bien retozando alegremente en el cercado o galopando libremente cuando son
liberados por primera vez. Los caballos encerrados también inventan correrías dentro del
establo, en el que las alpacas de heno, la paja de la cama o el grifo del agua son elementos
importantes de esos juegos imaginarios.

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