Está en la página 1de 4

Barreras de la inclusión Queer, Perspectiva docente

Tzitzi Erandi Becerra Moreno


Omar Becerra Moreno
Las buenas prácticas de inclusión mejoran el bienestar y las experiencias de aprendizaje de
cualquier persona, así como la normalización de distintos actos para que acepten la
diversidad en sus vidas. Sin embargo, si se hace un análisis de la situación que se vive en el
país se llega a la conclusión de que, si bien ha habido mejoras en tiempos recientes, la
mayoría de las escuelas en México siguen fomentando una cultura de heterosexismo en la
que coexisten y siguen prevaleciendo la heteronormatividad y la homofobia, esto, a pesar
de la reforma en Derechos Humanos realizada en 2011 a la constitución mexicana1.
Investigaciones recientes demuestran que algunos profesores son igualmente responsables
de la discriminación hacia los estudiantes de la diversidad sexual, esto a pesar de ser el
docente el encargado de velar por la salud física y emocional de cualquier estudiante. Esta
investigación se centra en las razones por las que existe una falta de inclusión de la
diversidad sexual en las escuelas mexicanas en el año 2019. Esta investigación se obtuvo de
las experiencias vividas por maestros de diversas instituciones educativas, quienes trabajan
con un rango de edad de los 15 a los 25 años, utilizando entrevistas semiestructuradas. El
objetivo de la investigación es explorar las barreras más comunes a la capacidad de los
maestros para asegurar que su pedagogía sea inclusiva de la diversidad sexual dentro del
currículo de la educación en todas sus etapas, dentro de un marco crítico de la teoría de la
diversidad sexual
La investigación determinó que las escuelas siguen siendo profundamente heteronormativas
y que las barreras para desafiar esto incluyen la fe personal de los profesores, el miedo a la
masculinidad hegemónica que existe dentro de la educación y el impacto de la
comercialización en las prácticas pedagógicas. Se concluye que las intervenciones deben
dirigirse a los maestros, más que a los estudiantes, para asegurar que las escuelas fomenten
una cultura de inclusión y se pueda cumplir con lo dicho en diversos párrafos del artículo
3° constitucional.
En 1994, noventa y dos países, incluido México, asistieron a una cumbre de la UNESCO en
España2 y se comprometieron a que sus políticas educativas garantizaran que "cualesquiera
que sean sus necesidades de aprendizaje, todos los niños tendrían las mismas oportunidades
de éxito en la escuela...". [CITATION Kno10 \p 16 \l 2058 ]. Esto formó el marco que México
se llama el "Principio de Inclusión". Las buenas prácticas de inclusión mejoran el bienestar
y las experiencias de aprendizaje de todos los alumnos, además de animar a los alumnos a
1
Misma que en el Artículo 1-° prohíbe la discriminación motivada, entre otras por preferencia sexual o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas, lo que en muchas ocasiones no se cumple por parte de los mismos docentes
quienes violentan el derecho humano a la educación, a la identidad, al libre desarrollo de la persona entre
otros.
2
Evento denominado Declaración de Salamanca y Marco de Acción sobre Necesidades Educativas
Especiales
aceptar la diversidad en sus vidas. Sin embargo, muchas investigaciones sobre las
identidades "queer3" en el sector de la educación apuntan a que dichas identidades están
continuamente marginadas [ CITATION utledge \l 2058 ] demuestra que las escuelas son
instituciones profundamente heterosexistas.
Estas afirmaciones serían comprensibles ya que las escuelas estaban ligadas a un sector de
logros revolucionarios que se originó en una época en la que los medios de comunicación,
los políticos y otras figuras clave culparon a las personas queer de los males de la sociedad.
La introducción de la política revolucionaria significaba que en lugar de que las escuelas
fueran lugares seguros para los estudiantes queer, los estudiantes eran sometidos por una
instrucción perjudicial, que enseñaba a callar.
Para la mayoría de los profesores esto creó un miedo a hablar del discurso queer, para otros
fue bienvenido porque justificaba su propio discurso queer-fóbico y heterosexista [ CITATION
Dom13 \l 2058 ]. Entrado el 2012, en el país se hace un cambio radical en la política
educación de género y con ello se apunta a un rápido ritmo y escala de la igualdad queer,
reflejada en la opinión pública y la legislación. Sin embargo, [ CITATION Con15 \l 2058 ]
afirma que la tasa de crímenes de odio a personas queer per cápita aumentó en un 144%
entre 2012 y 2015, y vemos que en fechas actuales aun va en aumento este crimen. Muchos
creen que la educación es un microcosmos de la sociedad en el que la igualdad de
oportunidades debe ser parte de los cimientos. Sin embargo, es más frecuente que se hable
de dicha creencia en lugar de que se actúe sobre ella en el interior de las escuelas.
Siguiendo con la idea anterior, vemos que, en México, la percepción de que mientras que se
informa de un aumento en las escuelas que reconocen la inclusividad de los discursos queer
en comparación con hace diez años, todavía hay un largo camino por recorrer, que aun
vemos que existen docentes con ideas revolucionarias. Es por esto que antes de que las
identidades y relaciones queer dejen de estar marginadas, habrá que contestar algunas
cuestiones tales como:
¿Por qué las escuelas no son todavía consistente y efectivamente inclusivas para los queers?
Habrá que ver y apuntar a los prejuicios personales como una barrera para los profesores
que no son queer inclusivos, así como al miedo. Además, apuntar a otros factores que
permiten una continuación de las actitudes heterosexistas hacia las identidades y relaciones
queer y, por consiguiente, perpetúan la invisibilidad de dichas identidades dentro del
currículo formal y oculto. Los factores a menudo se interrelacionan entre sí, como aquellos
basados en la masculinidad y el miedo, y la coexistencia de la heteronormatividad y el
heterosexismo con la fe.
El heterosexismo, la heteronormatividad y la queer-fobia se transmiten no sólo haciendo
invisibles las identidades y relaciones queer, sino también a través del lenguaje utilizado
tanto por los profesores como por los alumnos, por ejemplo, [ CITATION utledge \l 2058 ]
informó de que el 86% de su muestra había oído "eso es tan gay" o "eres tan gay" dentro de

3
Utilizamos este término para englobar cualquier orientación sexual e identidad de género distinta a la
hegemónica
espacios escolares. Se informa también que 7/10 de los estudiantes queer dicen que su
profesor "a veces o nunca" desafían la fobia queer, lo que implícitamente respalda tal
comportamiento. Otras formas de reforzar la hegemonía heterosexual son la suposición de
los profesores de que todo el mundo es heterosexual, y también la suposición de que sólo
los heterosexuales pueden ser víctimas del acoso queer-fóbico. Aunque, también argumenta
que hay muchas investigaciones que sugieren que los estudiantes queer son más propensos
a enfrentarse a un acoso verbal y físico queer-fóbico en comparación con sus homólogos
heterosexuales.
Además, en el contexto propio se ha descubierto que algunos estudiantes encuestados,
informaron que los profesores también son responsables de intimidar a los estudiantes
queer ya sea con discursos o con actitudes directas, que además hacen que los estudiantes
se sientan aislados, ignorados y culpables y contribuyen a los riesgos de la salud mental y
en casos extremos de suicidio. (Glazzard, 2019).
Históricamente, las escuelas han proporcionado un espacio seguro para los estudiantes
cuando el hogar no es ese espacio. Cuando las escuelas no logran convertirse en un espacio
seguro para todos los estudiantes, fomentan una cultura de "negligencia”. Además, la
cultura de la heterosexualidad hegemónica a menudo significa que, aunque los maestros
quisieran ser inclusivos con los homosexuales, carecen de confianza en cómo hacerlo,
incluyendo qué incorporar en sus lecciones. Es evidente que, dentro de las comunidades,
tanto alumnos como docentes están reforzando una cultura de heteronormatividad y
heterosexismo, esto se convierte en una barrera para que todos los profesores sean queer
inclusivos. Sin embargo, otros factores como la construcción de masculinidades
hegemónicas que crean los estudiantes y el personal tengan impacto en toda la comunidad.
Como conclusión nos queda decir que los profesores mexicanos trabajan en entornos
profundamente heteronormativos y heterosexistas. También son a menudo actores clave en
la creación de un ambiente educativo queer-fóbico y heterosexista debido a sus creencias
personales y a la naturaleza pasiva de desafiar las prácticas heterosexistas y queer-fóbicas.
Por lo tanto, se argumenta que los maestros deben jugar un papel integral y fundamental en
el desafío de las exclusiones queer en los ambientes escolares. Esto sólo puede ocurrir si las
intervenciones se dirigen a los profesores y no sólo a los estudiantes. Las escuelas y la
autonomía de los maestros han demostrado inconsistencias en cuanto a la inclusión queer, y
a menudo perpetúan la invisibilidad de las identidades queer. Tales intervenciones, en el
marco de la comercialización, incluyen la presión sobre el gobierno para que revise las
especificaciones de manera que la inclusión queer se discuta en todas las asignaturas y se
convierta así en parte integral del currículo formal y, por consiguiente, del oculto. Sabemos
que esto es posible, como se evidencia en la revisión del currículo en instituciones como la
Universidad Nacional Autónoma de México. Además, se debería recordar regularmente a
los líderes y profesores de las escuelas, a través de la formación escolar, que los resultados
sociales de los estudiantes son tan importantes, si no más, que los académicos.
Bibliografía
Contreras Acebedo, R. (2015). ¿Homofobia en un Estado de derecho? En H. (. Dominguez
Ruvalcaba, La cuestion de odio (págs. 139-168). Xalapa: Universidad Veracruzana .

Dominguez Ruvalcaba, H. (2013). De la sensualidad a la violencia de género: la modernidad y la


nación en las representaciones de la masculinidad en el México contemporáneo. Ciudad de
México: CIESAS.

Knowles, G. (2010). Supporting inclusive practice. Oxon: Routledge.

Murray, O. (2015). Queer Inclusion in Teacher Education: Bridging Theory, Research, and Practice.
Oxon: Routledge.

Omar BECERRA- MORENO


Adscripción: Escuela Preparatoria “Ingeniero Pascual Ortiz Rubio”
Tel 4432546775
Email: omar_bemo@live.com.mx

También podría gustarte