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La 

segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez (2 de febrero de 1989-21 de mayo de 1993) se


caracterizó por el agravamiento de la crisis económica y social que Venezuela experimentaba desde
inicios de la década de los 80, a esto se sumó una crisis política que estalla con una revuelta popular
conocida como "El Caracazo", y que fue agravada por dos intentos de golpes de Estado en 1992, uno de
ellos liderado por Hugo Chávez. Esta crisis alcanzó su cúspide el 21 de mayo de 1993, cuando
el Congreso separa a Pérez de su cargo para que sea juzgado por la Corte Suprema de
Justicia por peculado.
Aunque Pérez logra ganar la elección presidencial de 1988 bajo la promesa de restaurar la "Venezuela
Saudita", como se apodó a su primer período de gobierno (1974-1979) debido a la marcada mejora en la
calidad de vida de los venezolanos; en su segunda presidencia, usualmente abreviada como "CAP II", el
Estado venezolano no tiene casi recursos para sostener el modelo rentista de economía del país, y Pérez
aplica entonces políticas económicas de shock que causan malestar en diversos sectores sociales,
especialmente en las capas más empobrecidas, que desencadenan el "Caracazo". Además de tener que
enfrentar un alto rechazo popular durante toda su gestión, Pérez también tuvo que lidiar con la oposición
del Congreso, así como de sindicatos, medios de comunicación, intelectuales e incluso de su mismo
partido. En febrero y noviembre de 1992 su gobierno es sacudido por dos violentas intentonas golpistas
de izquierda, que aunque fracasan, aumentan la presión sobre Pérez, que ha estado lidiando con
solicitudes de renuncia casi desde que reasumió el mando. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia
decide juzgarlo por la acusación de haber desviado fondos para la seguridad del Estado en beneficio del
gobierno de Violeta Chamorro en Nicaragua, al día siguiente el Senado aprueba que sea separado del
cargo para ser juzgado, y el 31 de agosto de 1993 es cesado definitivamente como Presidente por el
Congreso.
Durante este gobierno, el país inicia un proceso mayor de transformación política que ha continuado hasta
la actualidad, e incluso dos décadas después, el segundo gobierno de Pérez sigue siendo un tema
polémico en Venezuela. Entre los principales cambios directos en el escenario político destacan: el
declive del bipartidismo adeco-copeyano, el debilitamiento del centralismo, y el surgimiento de nuevos
actores políticos "anti-política" y "anti-sistema".

La situación económica a su llegada[editar]


Aupado por los altos precios del petróleo, en su primer período de gobierno Pérez había impulsado el
modelo rentista petrolero venezolano, que aunque daba resultados incrementando el PIB del país,
implicaba un brusco ascenso del gasto público. Cuando el precio del barril de petróleo se desplomó a
inicios de la década de los 80, el modelo rentista entró en crisis, el PIB empezó a contraerse y el
desempleo y la pobreza resurgieron con fuerza. Cuando Lusinchi asume la presidencia en 1984, se
plantea entonces alcanzar el equilibrio fiscal y se compremete a pagar la deuda externa, y aunque rehúsa
llegar a acuerdo con el FMI, decide recortar el gasto público en todos los campos.9 En 1986,
la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) presiona a Lusinchi a que modifique su política
restrictiva debido al costo social de la misma, Acción Democrática hace lo mismo, preocupada por el
costo político.10 De esta manera, Lusinchi da marcha atrás e incrementa de nuevo el gasto público, a
pesar de que no cuenta con recursos para mantenerlo siquiera a corto plazo. Aunque PDVSA logra la
proeza de incrementar la producción petrolera en 12% en un año, esto sigue siendo insuficiente para el
enorme gasto del gobierno, que entonces se apropia del superávit fiscal de años anteriores, resguardado
en la Tesorería, y además devalúa el bolívar frente al dólar (de 7.5 Bs./$ a 14.5 Bs./$).11 Sin embargo, el
déficit estatal sigue creciendo, y finalmente Lusinchi echa mano a las reservas internacionales, las cuales
en meses son reducidas a la relativamente pequeña cifra de 300 millones de dólares, sin contar las
reservas en oro, que no fueron tocadas.
De esta manera, a su llegada al poder en 1989, Carlos Andrés Pérez se encuentra un país con casi
inexistentes reservas internacionales, un déficit fiscal de 6.1% del PIB, un complejo control de cambio que
ha sobrevaluado la moneda, y una inflación que alcanza el 29.5% a pesar de que existe un control de
precios.12 A pesar de esto, Lusinchi se retira del palacio presidencial con uno de los mayores índices de
popularidad registrados por un presidente venezolano saliente, en parte debido a que logra revertir la
tendencia a la baja del PIB y disminuye el desempleo.13

Riesgos para la salud a largo plazo


Con el tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede causar enfermedades crónicas y
otros serios problemas como los siguientes:

 Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares,


enfermedad del hígado y problemas digestivos. 6, 16
 Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.
6, 17

 Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento


escolar.
6, 18

 Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad. 6, 19

 Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo. 6, 20, 21

 Dependencia al alcohol o alcoholismo.5

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