Nombre: Maribel Toapanta Chicaiza

Curso: Tercero 01
Proyecto formativo: Derechos constitucionales y buen vivir
GARANTÍAS JURISDICCIONALES

INTRODUCCIÓN

Las garantías constitucionales son instrumentos de carácter jurídico que tienen

como finalidad fortalecer el goce y ejercicio de los derechos humanos y protegerlos de
cualquier vulneración. Entre las garantías constitucionales se encuentran inmersas las
garantías jurisdiccionales, que de igual manera concebido como mecanismos básicos y
primordiales para la protección y amparo de los derechos constitucionales y aquellos
consagrados en los instrumentos internacionales. Las garantías jurisdiccionales datan de
la antigüedad, consagrándose por primera vez en la Carta Magna de 1215 en Inglaterra
debido a las constantes vulneraciones de los derechos a causa de los reyes tiranos. A partir
de ello su importancia se ha radicalizado, tomado gran influencia a nivel internacional,
tal es así que en la Constitución Política de 1998 del Estado ecuatoriano aparecen la
acción de acceso a la información pública, el hábeas corpus, la acción extraordinaria de
protección, el hábeas data, la acción de medidas cautelares autónomas, la acción por
incumplimiento y la acción de incumplimiento. Sin embargo, en la Constitución del 2008
se reforman y se constituyen como acción de protección, acción de hábeas corpus, acción
de acceso a la información pública, acción de hábeas data, acción por incumplimiento,
acción de incumplimiento y acción extraordinaria de protección, mismas que se
mantienen hasta la actualidad.

DESARROLLO

Las garantías jurisdiccionales son mecanismos de carácter jurídico encargadas de

proteger los derechos reconocidos en la norma suprema y en aquellos instrumentos
internacionales de derechos humanos de forma eficaz e inmediata ante cualquier
vulneración. Su objetivo es la prevención, reparación e interrupción de la violación de
uno a más derechos a través del uso de medidas cautelares. El procedimiento para su
desarrollo será rápido, sencillo y eficaz, por medio de un sistema oral y sin formalidades
que restrinjan o retarden la celeridad de su despacho. La o el juzgador de primera instancia
de cualquier lugar en donde se genere la acción u omisión será competente para conocer
la causa y sustanciarla, convocando de forma inmediata a una audiencia pública para
practicar las pruebas pertinentes y designar las comisiones necesarias.

Las acciones de garantías jurisdiccionales podrán ser interpuestas por personas

naturales, personas jurídicas, comunidades, pueblos y nacionalidades o el Defensor del
Pueblo, quienes la propondrán de forma oral o escrita, sin la necesidad de un abogado
patrocinador y la estipulación de la forma infringida. La demanda para su aplicación
deberá contener los requisitos esenciales prescrito por la ley, de no ser el caso se otorgará
un término de diez días para subsanar la omisión o vicio, luego de ser aprobada se
notificará a la persona accionante y en un terminó no mayor a tres días se procederá desde
la calificación de esta, se procederá a la audiencia, en la cual se presentarán las pruebas
que diluciden los hechos y el daño producido. El proceso terminara a través del
pronunciamiento oral del juez o jueza y por auto definitivo o sentencia. En caso de que la
persona accionada se allane de manera total a lo manifestado en la demanda por la parte
perjudicada se declarara expresamente existencia de la vulneración del derecho, por lo
tanto, se ordenara su reparación integral, material o económica, si la o el accionante
manifiesta desistimiento el caso será archivado, pero de existir acuerdo reparatorio las
partes intervinientes serán las encargadas de prever los modos de reparación, no obstante,
si cualquiera de estos afecta los derechos fundamentales o son considerados injustos, el
juzgador no deberá aceptarlos. El auto definitivo y el acuerdo reparatorio son inapelables,
a diferencia de las sentencias emitidas en primera instancia.

Las pruebas propuestas en la demanda por la parte accionante deben señalar y

probar los hechos alegados, mientras que la parte accionada tendrá oportunidad de
contradecir y demostrar lo contrario, solo en casos en que los derechos de la naturaleza
sean vulnerados no habrá necesidad de comprobar los hechos. Una vez terminado el
proceso y declarado la existencia de la vulneración de derechos se dictaminará la
reparación integral, reparación económica o ambas, la primera tiene como finalidad que
la persona afectada goce y disfrute de sus derechos de la mejor manera posible, esta
reparación puede ser efectuada mediante la restitución del derecho violado, por disculpas
públicas, compensación, rehabilitación o prestación de otros servicios públicos; la
segunda involucra la remuneración económica. Asimismo, las sentencias o auto
definitivos son de obligatorio cumplimiento, pero en caso de ser omitidos por la parte
accionada y cuando se trate de un servidor público, este inmediatamente será destituido
de su cargo, adquiriendo responsabilidad civil o penal.

Entre las garantías constitucionales se encuentran la acción de protección y la

acción de hábeas corpus. La acción de protección tiene como propósito el amparo y
protección eficaz de los derechos constitucionales y de aquellos que se encuentran
establecidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, exceptuando a los
que se encuentran dentro de los demás tipo de garantías jurisdiccionales. Es considerada
un instrumento directo para evitar la vulneración de los derecho o a su vez para reparar la
violación de estos que causen un estatus de discriminación e indefensión. La acción de
protección es uno de los mecanismos más importantes para el goce de los derechos,
mismo que procede cuando una autoridad pública que no pertenece al órgano judicial
realiza actos o omisiones que perjudiquen y subordinen los derechos inherentes de
cualquier persona, colectividad o de la misma naturaleza. Es fundamental conocer que la
demanda por acción de protección será inadmisible en casos de que la vulneración no
atente contra los derechos prescritos en la norma fundamental, cuando los actos hayan
sido anulados, cuando carezcan de constitucionalidad, cuando puedan ser abarcados en la
vía judicial, entres otros. Esta garantía jurisdiccional se encuentra consagrada en la
Constitución en el artículo 88, en el cual se establece que podrá proceder en casos que la
vulneración sea grave o impropia.
 La acción de hábeas corpus tiene como fin la protección de los derechos de
libertad e integridad de la persona que se halle privado de la misma, de forma arbitraria o
ilegal por disposición de un autoridad o cualquier persona. Esta acción se funda mediante
el amparo del derecho a la vida y a la dignidad humana, prohibiendo la tortura, el
desaparecimiento o exilio forzoso. Además, a través de esta se garantiza los derechos de
las personas procesadas para asegurar su seguridad e integridad. La demanda de hábeas
corpus puede ser presentada ante cualquier juez donde se sospeche la persona se encuentre
privada de su libertad y en caso de conocer el lugar de privación exacto se interpondrá
ante el juez competente donde tenga domicilio la parte accionante, pero si la privación de
este derecho fue ejecutada a través de un proceso penal, la demanda deberá ser remitida
ante la Corte Provincial de Justicia que amerite. Una vez interpuesta y calificada esta
acción el juzgador que conozca la causa está en obligación de convocar a la audiencia de
forma inmediata, convocando la presencia de la persona privada de su libertad, de la
autoridad, defensor o persona que dictamino o provoco la privación del derecho, en la
audiencia se presentara como prueba la orden de detención conjuntamente con las demás
formalidades requeridas, terminando el proceso mediante sentencia, si se comprueba que
la privación de libertad tuvo carácter arbitrario e ilegal se ordenara la inmediata libertad
y en caso de que durante la privación de libertad haya existido tortura o actos que hayan
degradado la dignidad de la persona, se señalaran las medidas respectivas.

CONCLUSIÓN

Las garantías jurisdiccionales son parte de las garantías constitucionales, sirven

para que las todas las personas, pueblos o colectivos, y la naturaleza gocen de los derechos
fundamentales y en caso de existir alguna vulneración de estos, a través de estas garantías
se pueda acceder a la justicia de forma eficaz e inmediata para la pronta reparación. Su
finalidad es prevenir, reparar e interrumpir cualquier daño causado mediante un proceso
rápido y sencillo, evitando dilataciones innecesarias a causa de formalidades. Las
garantías jurisdiccionales ofrecen grandes ventajas y beneficios a las personas
accionantes, incluso el país al consagrarse como un Estado Constitucional de Derechos y
Justicia esta obligado a promover la tutela judicial efectiva contra los actos u omisiones
de derechos que ocasionen la marginación y discriminación. La o el juzgador al conocer
una causa de este tipo debe actuar de forma célere a pesar de ser prevista en días feriados,
pues se consideran hábiles en cualquier hora y fecha cuando se traten de estas demandas.
Su importancia es tal, debido a que los derechos son irrenunciables e inherentes de cada
persona, nadie puede arrebatar uno o mas derechos de forma arbitraria, pues las víctimas
son las únicas perjudicadas. Lo favorable de esta garantía es que la demanda puede ser
interpuesta sin la necesidad de un abogado patrocinador y mucho menos las normas
infringidas, además la instauración de la audiencia es rápida, sin embargo, la parte
accionante deberá presentar las pruebas pertinentes que comprueben la violación del
derecho, solo en caso de ser afectada la naturaleza las pruebas no serán necesarias. Las
garantías jurisdiccionales son mecanismos eficaces para hacer reconocer los derechos y
su vigencia, evitando cualquier vulneración que atente a la dignidad humana.
BIBLIOGRAFÍA

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Quito: RO 449
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https://www.inredh.org/archivos/pdf/manual_tecnico_critico.pdf