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Diseño y diagramación:
Equipo de Diseño YOU & US, S.A.
ISBN: 978-84-694-3225-9
DL:
II
Prólogo
III
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
50% de los pacientes con clínica de dispepsia no consultan a su médico de familia por esta pa-
tología. Su incidencia aproximada es del 10% anual y es responsable de hasta un 5% de las vi-
sitas a Medicina General, de los cuales el 22% aproximadamente son remitidos al especialista de
Digestivo.
IV
Índice
V
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
VI
Trastornos funcionales digestivos:
definición, epidemiología, aspectos generales,
clasificación y criterios
Definición
Los trastornos funcionales digestivos (TFD) o desórdenes funcionales digestivos se definen como
“una combinación variable de síntomas gastrointestinales persistentes o recidivantes, no expli-
cables por anomalías estructurales o metabólicas”. Existen síntomas atribuibles prácticamente a
todo el aparato digestivo, desde la faringe al ano (1).
Epidemiología
Los datos epidemiológicos sobre incidencia y prevalencia de los TFD, en general, son impreci-
sos y poco consistentes, dado que se superponen síntomas de diferentes trastornos y no toda
la población requiere asistencia por las diferentes molestias.
Aunque algunos estudios poblacionales encuentran una preponderancia femenina 2:1 para el
dolor abdominal crónico, distensión abdominal de tipo estreñimiento e incontinencia (4).
Existen valores similares para ambos sexos en síntomas esofágicos y predominancia masculina
1,5:1 para aerofagia y meteorismo (4) y una diferencia con predominancia femenina que puede
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
llegar a ser de hasta 3-4:1 para trastornos como el síndrome de intestino irritable y síntomas de
estreñimiento.
Aspectos generales
Consideramos que, por definición, al diagnóstico de esta entidad, en la que no existen marcadores
biológicos, llegamos por la existencia de síntomas positivos en la anamnesis, prestando especial
atención al tipo de personalidad del paciente que las padece, dada la alta asociación entre éstos y
las diferentes situaciones bio-psico-sociales que existen en esta patología (tablas I, II y III) (1).
Por otro lado, es de destacar que con el desarrollo y avances de la endoscopia se ha encontrado,
según algunos autores, que hasta en el 40% de las mismas que se practican en estos pacien-
tes no se descubre ningún hallazgo patológico, o éstos son muy inespecíficos.
Dado que además en estos trastornos se pueden encontrar diferentes tipos de síntomas al mismo
tiempo, y unido a la falta de alteraciones específicas, hace que nos encontremos ante una si-
tuación de incertidumbre en el diagnóstico y que al mismo tiempo nos puede llevar a la realiza-
ción de pruebas exhaustivas o innecesarias que conllevan un alto coste (p.ej., la diarrea crónica
nos obliga a realizar un estudio de estas características en el paciente) (4).
Por otra parte, que no se detecte alteración orgánica y/o bioquímica, a día de hoy, no significa
que no pueda existir alteración demostrable (recuérdese, por ejemplo, la relación de Helicobacter
pylori con el ulcus gastroduodenal y en algunos casos de dispepsia, o la consideración de tras-
torno funcional a la intolerancia a la lactosa, antes de su atribución de organicidad y conoci-
miento de su fisiopatología).
En párrafos anteriores comentamos la asociación de situaciones bio-psico-sociales en la apari-
ción de trastornos funcionales digestivos como parte fundamental en el diagnóstico, ya que al no
encontrarse datos orgánicos/metabólicos, no se le puede decir al paciente “no tiene nada”, por-
que el paciente sí nota los síntomas o malestar. Como siempre, en estos casos, una buena co-
municación médico-paciente y una explicación de su trastorno sería un buen aspecto terapéutico
a tener en cuenta (sin olvidar el arsenal farmacológico del que disponemos para actuar sobre los
síntomas, incluida medicación antidepresiva y/o ansiolítica) (5).
No podemos olvidar que hoy en día parte de la población está medicada, un aspecto impor-
tante, ya que yatrogénicamente podemos provocar síntomas gastrointestinales (recuérdense hi-
2
Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
Tabla I
DATOS DE ANAMNESIS
Misma prevalencia por grupos de edad (hay que tener en cuenta que el cáncer aumenta
Edad
a partir de los 40 años)
Sexo Mayor proporción de síntomas funcionales en mujeres, quizá porque consultan más
Tabla II
Tabla III
3
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Edad temprana
• Genética
• Medio ambiente
FACTOR PSICO-SOCIAL
Estrés
Estado psicológico
Adaptación
Soporte social
FISIOLOGÍA
Motilidad
Sensación
Inflamación
Flora bacteriana alterada
EFGI PRONÓSTICO
Síntomas Medicación
Comportamiento Consulta médica
Calidad de vida
Tabla IV
polipemiantes, antihipertensivos, antidiabéticos, etc.) y que los fármacos, bien por sus principios
activos o excipientes (estos últimos, grandes olvidados) pueden provocar reacciones idiosincrá-
sicas de diferentes manifestaciones, incluidas las digestivas (no hay más que revisar las distintas
fichas técnicas de los diferentes medicamentos).
4
Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
A. Esofágicos F. Anorrectal
Tabla V
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Pasaremos a comentar las características de cada uno de ellos de una manera general para des-
arrollarlos mas adelante en sus respectivos capítulos (2).
6
Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
A4. Globo
Son precisos todos los siguientes:
1. Sensación indolora, intermitente o persistente de burbuja o cuerpo extraño en la garganta.
2. Aparición entre comidas.
3. Ausencia de disfagia u odinofagia.
4. Ausencia de evidencia de reflujo ácido como causa del síntoma.
5. Ausencia de trastorno motor esofágico con base histopatológica.
Duración: cumple los criterios durante los últimos tres meses y al menos seis meses antes del
diagnóstico.
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Sin evidencia de lesiones estructurales (incluyendo endoscopia digestiva alta) que puedan expli-
car los síntomas:
Duración: cumple los criterios durante los últimos tres meses y haber comenzado al menos seis
meses antes del diagnóstico.
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Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
B2a. Aerofagia
Son precisos todos los siguientes:
1. Eructos molestos repetidos varias veces a la semana.
2. Deglución de aire objetivamente apreciada o medida.
Duración: cumple los criterios durante los últimos tres meses y al menos seis meses antes del
diagnóstico.
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
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Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
2. Criterios insuficientes para dispepsia funcional, síndrome de intestino irritable y otro tras-
torno funcional.
Duración: cumple los criterios durante los últimos tres meses y al menos seis meses antes del
diagnóstico.
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
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Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
Criterios de apoyo:
1. Elevación temporal de PFH relacionada con al menos dos episodios de dolor.
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Conclusión
Los trastornos funcionales digestivos son una patología tan abigarrada, vasta y amplia en la que
se solapan diferentes tipos de síntomas, a los que se añaden los concernientes a la esfera bio-
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Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
psico-social y dado que en las clasificaciones es necesario excluir la existencia de patología or-
gánica y/o metabólica, esto nos obliga a crear protocolos de actuación que dependerán de las
posibilidades de realizar estudios, en función de las diferentes áreas de salud y la interrelación de
los niveles de Atención Primaria y Especializada.
En los siguientes capítulos de esta Guía se tratarán de forma pormenorizada, los diferentes tras-
tornos funcionales, con sus diagnósticos, pautas de actuación y tratamiento.
Bibliografía
1. Tárraga López PJ. Trastornos funcionales digestivos: “Una visión desde la Atención Primaria”. Revista de la SEMG n.º 61, fe-
brero 2004.
2. Trastornos funcionales digestivos. Criterios de ROMA III. Servicio de Digestivo. Hospital Universitario Central de Asturias.
www.hca.es/html/servicios/digestivo/Archivos/college/funcionales.pdf
3. Zolezzi Francis A. Las enfermedades funcionales gastrointestinales y ROMA III. Rev Gastroenterol Perú 2007;27:177-184.
4. Corazziari E. Definición y epidemiología de los trastornos gastrointestinales. Definition and epidemiology of funtional
gastrointestinal disorders. Best Practice and Research Clinical Gastroenterology 2004;18:613-631.
5. Valdivia Roldán M. Dispepsia. Actualización de conceptos. Criterios ROMA III. www.socgastro.org.pe/revista/suplemento.asp
6. Drossman DA. The Functional Gastrointestinal Disorders and the Rome III Process. Rome III Journal Articles: Gastroenterology,
April 2006. http://www.romecriteria.org/rome_III_gastro/
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Cuestionario
1. ¿Cuál de estas afirmaciones es falsa en los TFD?:
a. Síntomas gastrointestinales persistentes o recidivantes
b. Explicables por anomalías estructurales
c. Los síntomas se atribuyen al aparato digestivo
d. Los síntomas afectan desde la faringe al ano
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Trastornos funcionales digestivos: definición, epidemiología, aspectos generales, clasificación y criterios
CUESTIONARIO
9. Para la clasificación y estandarización de los diferentes TFD, se aplican los criterios de:
a. ROMA I
b. ROMA II
c. ROMA III
d. ROMA IV
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
11. ¿Cuál de estos trastornos NO está incluido en los criterios de ROMA III?:
a. Trastornos orales
b. Trastornos esofágicos
c. Trastornos gastroduodenales
d. Trastornos de vesícula biliar y esfínter de Oddi
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Trastornos funcionales esofágicos
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Incluiremos tanto los casos de relación con síntomas episódicos de reflujo buena, como aque-
llos cuya correlación sintomática es mala.
La prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico es muy elevada, por eso no es ne-
cesario realizar exploraciones a todos los pacientes que refieren pirosis; éstas deben reservarse
para aquellos que tienen síntomas intensos o muy frecuentes, signos de alarma, y para aquellos
no respondedores al tratamiento médico.
Los mecanismos por los que se produce la pirosis funcional no son completamente conocidos
aunque parece existir un aumento de la sensibilidad intraluminal a diferentes estímulos.
Así, estos enfermos tienen una mayor respuesta sintomática a la instilación intraesofágica al ácido
clorhídrico y a la distensión esofágica mediante un balón. Los diferentes estímulos, químicos o
mecánicos, inducen los síntomas en estos pacientes.
Sin duda los factores psicológicos también afectan la aparición de estas molestias. La ansiedad,
aunque no siempre aumenta el reflujo gastroesofágico, sí que incrementa la percepción de pirosis.
b. Realizar un tratamiento empírico para intentar conseguir una mejoría de los síntomas.
Desde el punto de vista práctico sería preferible la segunda actuación para la Atención Pri-
maria, dejando los estudios fisiopatológicos para la Especializada.
c. Cuando sospechamos que existe un estímulo fisiológico que produce una respuesta sin-
tomática anómala habría dos posibilidades terapéuticas. En primer lugar, tratar de inhibir
el estímulo lo máximo posible; en segundo lugar, intentar normalizar la sensibilidad visce-
ral esofágica. Dado que el factor nocivo es el ácido clorhídrico, la opción más práctica sería
inhibir la secreción gástrica, pero si falla esta posibilidad, entonces utilizaríamos fármacos
que disminuyen la sensibilidad visceral, usando antidepresivos tricíclicos a dosis bajas. De-
bemos tener en cuenta que la respuesta terapéutica de los IBP es inferior en los pacien-
tes con pirosis funcional que en aquellos con ERGE demostrada.
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Trastornos funcionales esofágicos
Criterios diagnósticos para pirosis funcional. Deben incluir todos los siguientes:
1. Ardor o dolor retroesternal.
2. Ausencia de la evidencia de que el reflujo ácido gastroesofágico sea la causa del síntoma.
3. Ausencia de trastornos de motilidad basados en histopatología.
Criterios completos cumplidos en los últimos tres meses con síntomas de inicio al menos hace
seis meses.
El dolor torácico es un motivo frecuente en nuestras consultas, y sus características son varia-
bles. De todas las causas, la cardiopatía isquémica es la que tiene preferencia en cuanto a la
búsqueda de ese diagnóstico diferencial, debido a las connotaciones clínicas tanto pronósticas
como terapéuticas.
No obstante, el dolor torácico tiene otras causas, como pueden ser musculoesqueléticas, pleu-
ropulmonares y digestivas. Entre estas últimas están las manifestaciones atípicas de las enfer-
medades ulcerosas pépticas, el cólico biliar o enfermedades pancreáticas; no obstante, son las
alteraciones esofágicas las que más se relacionan con la presencia de dolor en tórax.
Cuando nos enfrentamos a un dolor torácico que aparece con el ejercicio, se irradia a brazo iz-
quierdo o cuello, acompañándose de cortejo vegetativo, o calma con vasodilatadores, debería-
mos pensar en primer lugar en un origen coronario como causa de ese dolor. Pero siempre
pensar que todo ello también podría ser justificado con una causa esofágica.
Si nos encontramos con la presencia de pirosis, regurgitación, disfagia u odinofagia que acom-
paña al dolor, pueden sugerir un origen esofágico.
También apuntan hacia esta causa su relación con la ingesta, el agravamiento por la deglución
de líquidos fríos o el alivio tras toma de antiácidos. Pero estas manifestaciones están ausentes
en muchos casos de dolor torácico de origen esofágico. Y apuntar también que muchas veces
la patología coronaria y esofágica se solapan en un mismo paciente.
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Para diagnosticar un dolor torácico esofágico funcional se debe haber descartado la existencia
de reflujo gastroesofágico patológico y de trastornos motores esofágicos, y también de enfer-
medades orgánicas.
Todos los mecanismos por los que se produce el dolor torácico cuyo origen es el esófago no se
conocen con precisión, pero se ha evidenciado que un considerable número de pacientes tiene
una disminución del dintel de percepción y de molestia tanto a estímulos químicos como mecá-
nicos. Por ello, en algunos pacientes la aparición de dolor torácico esofágico no es debida a la
percepción normal de fenómenos anormales (reflujo, dismotilidad) sino a la percepción anormal
de fenómenos normales. En estos sujetos, el ácido que normalmente refluye desde el estómago
o los movimientos normales del esófago producen molestias, es el llamado esófago irritable. Su
diagnóstico se realiza si demostramos que aparece un dolor torácico al contacto del esófago
con el ácido gástrico, en ausencia de reflujo gastroesofágico patológico, o si se evidencia una hi-
persensibilidad visceral a la distensión de un balón intraesofágico.
Hay una relación clara con trastornos psiquiátricos, más acusada si se relaciona el dolor con
trastornos de motilidad esofágica más que si la causa es el reflujo.
La mitad de los pacientes con dolor torácico no coronario padecen crisis de pánico y el 75% de
los que se diagnostican de peristalsis esofágica sintomática tienen rasgos de depresión, ansie-
dad o somatización.
Si queremos hacer un adecuado tratamiento del dolor torácico de origen funcional esofágico,
nos fundamentaremos en dos actitudes:
Criterios diagnósticos para dolor torácico funcional de posible origen esofágico. Deben incluir
todos los siguientes:
1. Dolor o molestia torácica en la línea media que no sea de carácter urente.
2. Ausencia de la evidencia de que el reflujo ácido gastroesofágico sea la causa del síntoma.
3. Ausencia de trastornos de motilidad basados en la histopatología.
22
Trastornos funcionales esofágicos
Criterios completos cumplidos en los últimos tres meses con síntomas de inicio al menos hace
seis meses.
Como tratamiento se pueden emplear la inhibición ácida o espasmolíticos, pero sobre todo de-
bemos encaminarnos de cara a tranquilizar al paciente ante la ausencia de lesiones graves y la
posibilidad de una remisión espontánea de los síntomas.
Criterios diagnósticos para la disfagia funcional. Deben incluir todos los siguientes:
1. Sensación de que la comida sólida y/o líquida se pega, aloja o pasa a través del esófago
anormalmente.
2. Ausencia de la evidencia de que el reflujo ácido gastroesofágico sea la causa del síntoma.
3. Ausencia de trastornos de motilidad basados en histopatología.
Criterios completos cumplidos en los últimos tres meses con síntomas de inicio al menos hace
seis meses.
No duele, y con frecuencia mejora con la deglución, siendo normalmente episódico y no se aso-
cia ni a disfagia ni a odinofagia.
El globo se considera un trastorno funcional esofágico puesto que no se ha demostrado sea se-
cundario a lesiones estructurales, ni ERGE, ni a lesiones histológicas o motoras esofágicas. Es
un motivo de consulta más frecuente en mujeres que en hombres, aunque su prevalencia en la
población general parece ser semejante. La sensación de globo es diferente a la de disfagia, y
de hecho no es raro que mejore con la ingesta sólida o líquida, y es más molesta en periodos in-
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
La evaluación del globo tras la exploración clínica del cuello, laringe y faringe se deberá proce-
der a una laringoscopia flexible. Si se sospecha de reflujo gastroesofágico o de un trastorno
motor esofágico, se procederá a realizar las pruebas correspondientes.
Bibliografía
1. Mearin Manrique F, Balboa Rodríguez A, Perelló Juan A. Trastornos funcionales del tracto digestivo superior. Medicine.
2004;09:84-92.
2. Mearin F. Sensibilidad visceral en patología funcional digestiva. Gastroenterol Hepatol Continuada 2003;2:28-32.
3. Mearin F. ERGE endoscopia negativa y pirosis funcional. Gastroenterol Hepatol 2001;24(Supl 2):2-8.
4. Thompson WG. The Road to Rome. In: Drossman DA, Coraziari E, Delvaux M, Spiller RC, Talley NJ, Thompson WG and
Whitehead WE, ed. ROME III. The Functional Gastrointestinal Disorders. 3ª ed. Degnon Associates Mc Lean, Virginia USA;
2006. p. 855-65.
5. Drossman DA. The Functional Gastrointestinal Disorders and the Roma III Process. In: Drossman DA, Coraziari E, Delvaux M,
Spiller RC, Talley NJ, Thompson WG and Whitehead WE, ed. ROME III The Functional Gastrointestinal Disorders. 3 ed. Degnon
Associates Mc Lean, Virginia USA; 2006. p. 1-29.
6. Mínguez Pérez M, Ponce Garcia J, Mearin Manrique F, Pera Román M, Bixquert Jimenez M. Medicina Interna. Décimosexta
Edición. 2008. Editorial Elsevier. p 110.
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Trastornos funcionales esofágicos
CUESTIONARIO
Cuestionario
1. Criterios diagnósticos para pirosis funcional, deben incluir todos los siguientes. ¿Cuál
es la respuesta falsa?:
a. Ardor o dolor retroesternal
b. Ausencia de la evidencia de que el reflujo ácido gastroesofágico sea la causa del síntoma
c. Ausencia de trastornos de motilidad basados en histopatología
d. Criterios completos cumplidos en los últimos dos meses con síntomas de inicio al menos
hace seis meses
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
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Trastornos funcionales gastroduodenales
Como se ha visto en el primer capitulo del curso, los trastornos funcionales gastroduodenales (B)
se subdividen en:
B1. Dispepsia funcional.
B1a. Síndrome del distrés postprandial.
B1b. Síndrome del dolor epigastrico.
B2. Trastornos con eructos.
B2a. Aerofagia.
B2b. Eructos excesivos de origen no específico.
B3. Trastornos con náuseas y vómitos.
B3a. Náuseas idiopáticas crónicas.
B3b. Vómitos funcionales.
B3c. Síndrome de vómitos cíclicos.
B4. Síndrome de rumiación.
27
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
En este capítulo, vamos a ahondar sobre ellos un poco más, desde sus factores etiopatogéni-
cos, pasando por su clínica y criterios diagnósticos hasta llegar a su tratamiento.
Dispepsia funcional
Epidemiología
La dispepsia es uno de los motivos de consulta más frecuente en AP, estimándose que la pre-
valencia en la población general varía entre el 8 y el 54%, según los criterios diagnósticos utiliza-
dos. Y del 8,2% entre la población atendida (1).
En España se estima que entre el 24-28% de la población la ha presentado en los últimos seis
meses y el 39% alguna vez en su vida (1). En el estudio DIGEST, la prevalencia en la población
general, cuando se consideran todos los síntomas gastrointestinales de la mitad superior del ab-
domen, es del 40,6% (2).
Por lo que podemos considerar la dispepsia como un problema de salud pública, ya que ade-
más de ser una patología altamente prevalente, la frecuentación de estos pacientes en consul-
tas de AP y Especializada es muy alta, lo que genera un gasto (directo e indirecto) muy importante
(2).
Definición
Según los criterios del III Comité de Roma, considera que un paciente padece dispepsia si pre-
senta al menos uno de los siguientes síntomas, continuos o de forma intermitentes relacionados
o no con la ingesta (1):
• Sensación de plenitud postprandial.
• Saciedad precoz (entendida como incapacidad para terminar una ración normal de comida
o plenitud postprandial).
• Dolor epigástrico o ardor (denominado síndrome de dolor epigástrico).
Clasificación
El comité de expertos para los criterios de Roma III ha recomendado denominar la dispepsia fun-
cional como “complejo sintomático de la dispepsia”, y subclasificarla en los dos siguientes sín-
dromes (3):
28
Trastornos funcionales gastroduodenales
• Síntomas de por lo menos tres meses de duración, con inicio por lo menos seis meses antes,
uno o más de los siguientes criterios:
• Plenitud postprandial
• Saciedad precoz
• Dolor epigástrico
• Ardor epigástrico
Tabla VI
• Síntomas de por lo menos tres meses de duración, con inicio por lo menos seis meses antes,
de uno o más de los siguientes criterios:
• Plenitud postprandial:
1. Aparición que sigue a una comida convencional
2. Al menos varias veces por semana
O:
• Saciedad precoz:
1. Que evita terminar una comida regular
2. Y ocurre al menos varias veces por semana
Tabla VII
• Síntomas de por lo menos tres meses de duración, con inicio de por lo menos seis meses
antes, con TODOS los siguientes criterios:
• Dolor y/o ardor que es:
1. Intermitente
2. Localizado en el epigastrio
3. De intensidad al menos de moderada a grave
4. Mínimo una vez por semana
• Y:
1. No es generalizado o localizado en otras regiones abdominales o torácicas
2. No está relacionado con la defecación o flatulencia
3. No cumple criterios para desórdenes de vesícula biliar o esfínter de Oddi
Tabla VIII
29
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Etiopatogenia
La etiología de la dispepsia es muy variada. En un 60% de los casos se trata de dispepsia fun-
cional. Pero en un 40% de los pacientes con dispepsia encontraremos una causa orgánica,
siendo las patologías más frecuentes: úlcera péptica (15-25%), la esofagitis por reflujo (5-15%) y
el cáncer de esófago o estómago (< 2%) (1).
Las alteraciones motoras existen, pero su peso relativo en la etiopatogenia de los trastornos
motores digestivos ha ido perdiendo relevancia con el tiempo, mientras que las alteraciones
en la sensibilidad visceral lo han ido ganando (4).
• Hipersensibilidad visceral:
Ya se conoce desde hace tiempo que la acidificación del duodeno puede provocar síntomas
dispépticos. Esto explicaría que muchos pacientes con dispepsia funcional mejoren de sus
síntomas cuando inhibimos la secreción ácida (4).
30
Trastornos funcionales gastroduodenales
• Factores psicológicos:
Los factores psicológicos juegan un importante papel en los trastornos funcionales digesti-
vos, estando claramente asociada la ansiedad a clínica como distensión abdominal (1).
Diagnóstico
Dada la alta prevalencia de la dispepsia con etiología orgánica, ante todo paciente que presente
clínica de dispepsia, es obligado un diagnóstico etiológico del síndrome.
• Historia clínica. La valoración de los síntomas por parte de los profesionales es variable y
los diagnósticos de sospecha no siempre coinciden, siendo la validez del diagnostico clí-
nico de presunción para las causas de dispepsia en torno al 55-60% (3).
31
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
32
Trastornos funcionales gastroduodenales
GASTROSCOPIA**
Fin de tratamiento
* Test and treat: realizar test del aliento para la infección por Helicobacter pylori (HP) y tratar de forma empírica sin
realizar otros estudios.
Algoritmo modificado de Gastroduodenal Disorders Rome Foundation Diagnostic Algorithms Am J Gastroenterol
2010 (6)
**Causas de dispepsia orgánica:
• Gástricas: Enfermedad ulcerosa péptica, cáncer gástrico
• Duodenales: Enfermedad ulcerosa péptica, duodenitis erosiva, lesiones obstructivas
• Esofágicas ERGE con síntomas atípicos. Cáncer de esófago
• Enfermedades biliares o pancreáticas. Lesiones inflamatorias u obstructivas del intestino delgado y grueso.
Parásitos intestinales
• Enfermedades metabólicas: Diabetes mellitus. Uremia. Hipercalcemia. Enfermedad de Addison. Hiper e hi-
potiroidismo
• Neuropatías y radiculopatías
• Fármacos: AINE, corticoides, antibióticos, levodopa, digoxina, antiarrítmicos, antineoplásicos, estrógenos,
progestágenos, hierro, suplementos de potasio, teofilina, niacina, gemfibrozilo, colchicina
33
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Tratamiento
La mayoría de los pacientes refieren síntomas leves y de curso intermitente, si bien en ciertos
casos la calidad de vida puede verse muy mermada por esta dolencia. Así pues, el objetivo prin-
cipal del tratamiento es aliviar los síntomas (2):
• MEDIDAS GENERALES
Hay que explicar al paciente de forma clara y sencilla que sus síntomas no son imaginarios sino
reales, que el objetivo del tratamiento tal vez no conseguirá la desaparición completa de los sín-
tomas.
Hay que ayudar al paciente a identificar y modificar los factores que agraven la sintomatología,
promoviendo hábitos de vida saludables (dejar de fumar, alcohol, reducción de peso, comidas
grasas). También se insistirá en la supresión de medicamentos que puedan causar dispepsia: ni-
tratos, teofilina, bifosfonatos, corticoides, AINE (2).
Tratamiento farmacológico
• ANTIÁCIDOS Y CITOPROTECTORES
No existen estudios que demuestren la eficacia de sales de bismuto, sucralfato y misoprostol
frente a placebo (2).
• ANTISECRETORES
Anti-H2 e inhibidores de la bomba de protones (IBP) han demostrado ser eficaces en la mejoría
de los síntomas frente a placebo. Los IBP a dosis bajas durante 4 semanas, control de síntomas
como la pirosis, la regurgitación o las náuseas (2).
Las pautas farmacológicas que tienen mayor evidencia en la disminución de la sintomatología son (2):
• En los anti-H2: ranitidina, 300 mg/día durante 4-6 semanas y
• En los IBP: omeprazol 10-20 mg/día durante 4 semanas.
• PROCINÉTICOS
Han demostrado ser eficaces en mejorar síntomas como la plenitud postprandial, la distensión
abdominal o la saciedad precoz, molestias presentes en pacientes con DF de tipo síndrome de
distrés postprandial (2).
En este grupo, la mayoría de los estudios se han realizado con cisaprida, pero dado los poten-
ciales efectos cardiovasculares que presenta, su uso se restringe a Atención Especializada. Dom-
peridona, metoclopramida o levosulpirida muestran un modesto efecto beneficioso.
34
Trastornos funcionales gastroduodenales
Los datos actuales no permiten recomendar el uso de antidepresivos, salvo trastorno depresivo
asociado (2).
La pauta más recomendada es la triple terapia IBP/12 h + claritromicina 500 mg/12 h + amoxi-
cilina 1 g/12 h, durante 7 días.
En un estudio realizado en Japón (4) con seguimiento de los pacientes a 10 años, en los que se
valoró la evolución de distintos síntomas dispépticos, como dolor abdominal superior, pirosis, re-
gurgitación, náusea, vómitos, plenitud abdominal y anorexia, se compararon dos grupos de pa-
cientes, uno a los que se erradicó H. pylori y otro en los que no se erradicó. Prácticamente todos
los síntomas evaluados mejoraron en el grupo en el que se erradicó la bacteria, excepto la piro-
sis y la plenitud abdominal, que empeoraron.
Tragar aire al comer y beber es un evento fisiológico normal y también lo es la aparición de eruc-
tos de forma transitoria.
Por tanto, los eructos sólo pueden considerarse un trastorno cuando éste llega a ser molesto.
La comisión distingue aerofagia de eructos excesivos sin especificar.
35
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Se cumplen estos criterios durante los últimos tres meses, con inicio de los síntomas por lo
menos seis meses antes del diagnóstico.
El diagnóstico positivo se basa en una cuidadosa historia y la observación de tragar aire. En los
casos típicos no precisa pruebas clínicas.
Tratamiento
Explicación de los síntomas y tranquilizar al paciente.
Modificación de la dieta (evitar chupar caramelos o masticar chicle, comer lentamente y evitar las
bebidas carbonatadas).
Definición
La náusea es un síntoma subjetivo y se puede definir como una sensación desagradable de ma-
lestar o estómago revuelto con la inminente necesidad de vomitar. Las náuseas son un síntoma
muy común en las consultas de Atención Primaria, y el diagnóstico diferencial es muy amplio.
El vómito se define como la expulsión enérgica del contenido del estómago. El vómito debe di-
ferenciarse de la regurgitación y rumiación. Y también debemos diferenciar entre el síndrome de
vómitos cíclicos y los vómitos funcionales.
Criterios de Roma III diagnósticos para las náuseas idiopáticas crónicas (3,7)
Deben incluir todas las características siguientes:
1. Náuseas molestas, que se producen por lo menos varias veces por semana.
2. No suele asociarse con vómitos.
3. Ausencia de anormalidades en la endoscopia superior o la enfermedad metabólica que
explica la náusea.
Se cumplen estos criterios durante los últimos tres meses, con inicio de los síntomas por lo
menos seis meses antes del diagnóstico.
36
Trastornos funcionales gastroduodenales
Síntomas de alarma
Sí No
Sí No No Sí
Sí No
Figura 2. Algoritmo modificado de Gastroduodenal Disorders Rome Foundation Diagnostic Algorithms Am J Gastroenterol
2010 (6)
Se cumplen estos criterios durante los últimos tres meses, con inicio de los síntomas por lo
menos seis meses antes del diagnóstico.
37
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Pruebas diagnósticas
Dentro de las pruebas diagnósticas incluiremos (6):
• Una endoscopia digestiva alta para descartar patología orgánica.
• Pruebas bioquímicas esenciales para excluir alteraciones electrolíticas, hipercalcemia, hi-
potiroidismo y la enfermedad de Addison.
• Si estas pruebas son normales, a continuación es razonable considerar la evaluación de va-
ciamiento gástrico o manometría gastrointestinal.
Tratamiento
El tratamiento se basa en (3):
38
Trastornos funcionales gastroduodenales
En las náuseas idiopáticas crónicas, los medicamentos contra la náusea proporcionan un be-
neficio limitado empíricamente (3).
En los vómitos funcionales no hay evidencia de que los medicamentos son particularmente úti-
les en este grupo. Se carece de datos sobre la eficacia de psicoterapia y terapia conductual (3).
En el síndrome de vómitos cíclicos pueden requerir de ingreso al hospital durante ataques se-
veros (3).
SÍNDROME DE RUMIACIÓN
El síndrome de rumiación se caracteriza por la regurgitación repetitiva y sin esfuerzo de los ali-
mentos ingeridos recientemente.
El síndrome de rumiación es muy infrecuente y, aunque se puede ver en ambos sexos, es más
frecuente en mujeres.
Clínica: Muchos de estos pacientes con síndrome de rumiación tienen síntomas adicionales in-
cluyendo náuseas, ardor de estómago, malestar abdominal, diarrea y/o estreñimiento (6).
La pérdida de peso también es frecuente en estos pacientes, sobre todo en adolescentes.
39
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Tratamiento (3):
• Psicoterapia, la terapia conductual y técnicas de respiración diafragmática.
• Los IBP se utilizan con frecuencia para suprimir la acidez estomacal y proteger la mucosa
del esófago.
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7. Appendix A: Rome III Diagnostic Criteria for FGIDs.
40
Trastornos funcionales gastroduodenales
CUESTIONARIO
Cuestionario
1. ¿Cuál de estos síntomas no se considera típico de la dispepsia?:
a. Sensación de plenitud postprandial
b. Saciedad precoz
c. Pirosis
d. Dolor epigástrico o ardor
2. ¿Cuál de estos pacientes cumple los criterios de Roma III para el diagnóstico de dis-
pepsia funcional?:
a. Paciente con sensación de plenitud postprandial y saciedad precoz de inicio por lo menos
tres meses antes
b. Paciente con sensación de plenitud postprandial de más de dos meses de duración y
con inicio de los síntomas por lo menos tres meses antes
c. Paciente con sensación de plenitud postprandial y saciedad precoz de más de tres meses
de duración y con inicio de los síntomas por lo menos seis meses antes
d. Paciente con sensación de plenitud postprandial y saciedad precoz de tres meses de du-
ración
3. Según los criterios de Roma III, a un paciente que acude a nuestra consulta con clínica
de dolor o ardor epigástrico, intermitente, de intensidad moderada a grave una o dos
veces por semana, no generalizado ni localizado en otras regiones abdominales ni to-
rácicas, no relacionado con la defecación o flatulencia y que no tiene patología de ve-
sícula biliar ni del esfínter de Oddi, lo diagnosticaremos de:
a. ERGE
b. Dispepsia orgánica
c. Dispepsia funcional tipo síndrome de dolor epigástrico
d. Dispepsia funcional tipo síndrome de distrés postprandial
41
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
7. Dada la alta prevalencia de la dispepsia con etiología orgánica, ante todo paciente que
presente clínica de dispepsia, es aconsejable realizar una endoscopia si:
a. Mayores de 55 años con síntomas persistentes a pesar del tratamiento antisecretor y del
H. pylori
2. Antecedentes de úlcera gástrica
3. Tratamiento continuo con AINE
4. Todos
42
Trastornos funcionales gastroduodenales
CUESTIONARIO
10. Paciente que acude a nuestra consulta con una clínica de episodios de vómitos de ini-
cio agudo que duran 3-4 días y que se repiten de forma periódica cada dos a tres
meses desde el último año, sin ninguna clínica asociada entre episodios, pero que
desde los últimos tres meses se han hecho más frecuentes. Lo podremos diagnosti-
car de trastorno funcional gástrico tipo:
a. Vómitos idiopáticos crónicos
b. Vómitos funcionales
c. Síndrome de vómitos cíclicos
d. Síndrome de rumiación
43
Síndrome del intestino irritable (SII)
El síndrome del intestino irritable (SII) es un cuadro crónico caracterizado por dolor abdominal aso-
ciado a cambios del ritmo intestinal (diarrea, estreñimiento o ambos) acompañado o no de una
sensación de distensión abdominal, sin que exista una alteración morfológica, metabólica o in-
fecciosa que lo justifique.
En España, aproximadamente la mitad de las personas que sufren SII y cumplen criterios de
Roma II consultan al médico por ello. Visto desde el ángulo inverso, los pacientes con síndrome
45
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Sí No
Estudio diagnóstico
≥50 años
específico
Sí No
Colonoscopia
Dolor abdominal recurrente o malestar de al menos tres días/mes síntomas al menos de tres
meses asociados a dos o más de los siguientes supuestos:
Figura 3
46
Síndrome del intestino irritable
Afecta más frecuentemente al sexo femenino (2:1), señalándose habitualmente una mayor pre-
valencia entre los 20 y 50 años.
Fisiopatología
Hasta hoy no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con SII su-
fren estos síntomas de forma crónica, y desde hace más de 40 años se propone la participación
de múltiples factores. De acuerdo con el modelo bio-psico-social, los factores que participan en
la fisiopatología del SII pueden agruparse en factores que actúan en la vida temprana, factores
fisiológicos y factores psico-sociales.
Factores fisiológicos
Los factores biológicos que se considera participan en la fisiopatología del SII son:
- Alteraciones motoras.
- Trastorno de la sensibilidad intestinal.
- Alteración de hormonas digestivas.
- Intolerancia alimentaria.
Las alteraciones motoras juegan un papel en la fisiopatología del SII. Aunque las alteraciones
motoras basales tienen escasa relevancia y consistencia, se ha encontrado de forma uniforme
una mayor reactividad motora del intestino delgado y el colon frente a diversos estímulos en pa-
cientes con SII, tanto fisiológicos (ingesta, estímulos psicológicos) como estímulos mecánicos,
químicos o farmacológicos.
Los pacientes con SII presentan una mayor sensibilidad que los sujetos sanos a la distensión
del recto, del colon, del intestino delgado e incluso del tramo digestivo superior. Esta hipersen-
sibilidad es selectiva para los estímulos mecánicos, habiéndose señalado que predispone a la per-
cepción de estímulos fisiológicos ligeramente superiores a las normales que en otras condiciones
no serían percibidos.
47
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
La dieta puede jugar un papel en la fisiopatología del SII, comportándose bien como un factor
desencadenante del cuadro clínico o bien como un factor colaborador. Lo cierto es que los pa-
cientes con SII relacionan con frecuencia sus molestias con la ingesta, especialmente el dolor ab-
dominal y la distensión.
La posibilidad de que el SII se relacione con fenómenos inflamatorios está sobre todo ligada al
llamado SII postgastroenteritis y a la identificación de alteraciones microinflamatorias en la mu-
cosa colónica en el SII. Sin embargo, hoy por hoy no sabemos exactamente cuál es el papel de
estos cambios inflamatorios mínimos.
Factores psico-sociales
Existe suficiente información para afirmar que los factores psico-sociales tienen una participación
en la fisiopatología del SII. Más del 50% de los pacientes diagnosticados de SII refieren que las
situaciones estresantes coinciden con el inicio de la sintomatología o exacerban los síntomas
preexistentes, y los pacientes con SII sufrían un mayor número e intensidad de situaciones es-
tresantes en su vida, comparados con sujetos controles o con otras enfermedades digestivas.
Otro aspecto importante es la actitud ante los síntomas, habiéndose descrito un mayor com-
portamiento de enfermedad, estrategias de afrontamiento más negativas e hipervigilancia sobre
los síntomas digestivos, contribuyendo todo ello probablemente a la persistencia de los síntomas,
a su percepción como más graves, o simplemente a consultar por ellos.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones clínicas propias del SII son los síntomas digestivos atribuibles al intestino (del-
gado y colon), pero también son frecuentes en estos pacientes los síntomas atribuibles al tramo
digestivo superior y los síntomas extradigestivos.
El dolor abdominal es el síntoma característico del SII. Puede ser difuso o localizado, con más
frecuencia en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o pun-
zante, en general no de gran intensidad. Las características del dolor abdominal que se obser-
van con mayor frecuencia en los pacientes con SII es su alivio tras la defecación y su relación con
deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones, datos
considerados de gran valor diagnóstico.
48
Síndrome del intestino irritable
Otros síntomas digestivos no relacionados directamente con la localización intestinal son fre-
cuentes en estos pacientes. Entre ellos cabe destacar la presencia de síntomas dispépticos,
como saciedad postprandial precoz, náuseas y vómitos, calculándose la presencia de estos sín-
tomas entre el 75 y el 90% de los pacientes con SII. De igual forma, la pirosis y los episodios de
dolor torácico no cardiaco son frecuentes en pacientes con SII.
Las manifestaciones extradigestivas son bastante frecuentes en el SII. Entre éstas destacan la
cancerofobia, los síntomas urinarios, la migraña y los desórdenes de la esfera afectiva y los pro-
blemas ginecológicos.
Diagnóstico
El diagnóstico del Sll se basa fundamentalmente en la anamnesis, debiendo dirigir nuestras pre-
guntas tanto a los síntomas que apoyan positivamente el diagnóstico (aquellos síntomas inclui-
dos en los criterios diagnósticos) como hacia aquellos que señalan negativamente el diagnóstico
y orientan a pensar en la presencia de otra enfermedad. Los pilares sobre los que se debe fun-
damentar el manejo clínico son:
• Utilización de criterios diagnósticos basados en los síntomas.
• Evaluación diagnóstica limitada inicialmente.
• Inicio de un tratamiento sintomático con reevaluación después de algunas semanas.
49
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
y sangre oculta). Se recomienda realizar despistaje de enfermedad celiaca en pacientes con clí-
nica compatible con SII mediante determinación de anticuerpos antitransglutaminasa.
En el caso de pacientes de más de 50 años, cambios recientes en los hábitos intestinales o con
antecedentes familiares de cáncer de colon, se debe realizar una colonoscopia o, en su defecto,
un enema opaco.
Igualmente, en aquellos pacientes que presenten síntomas o signos de alarma, pérdida de peso,
fiebre, rectorragia, malnutrición, anemia, hipoalbuminemia o leucocitosis.
Diagnóstico diferencial
La heterogeneidad de los síntomas del SII y su persistencia en el tiempo obliga a descartar la pre-
sencia de otros procesos patológicos, incluso enfermedades extradigestivas. Aunque el número
de posibles enfermedades que pueden coexistir con el SII o compartir su sintomatología es ex-
traordinariamente amplio, la mayoría de las posibilidades se descartan simplemente con la his-
toria clínica (Tabla IX).
Síntomas
Figura 4
50
Síndrome del intestino irritable
PATOLOGÍA DIGESTIVA
Ulcera gastroduodenal
Enfermedad diverticular
EII
Intolerancia a la lactosa
Enfermedad celiaca
Colecistopatías
Síndrome carcinoide, gastronoma
Infecciones bacterianas
Colitis microscópica (linfocítica o colágena)
Cáncer de colon
PATOLOGÍA EXTRADIGESTIVA
Enfermedades endocrinológicas:
Hiper/hipotiroidismo
Diabetes mellitus
Enfermedad de Addison
Hiperparatiroidismo
Patología psiquiátrica:
Ansiedad/depresión
Trastornos por somatización
Otras patologías:
Patología renal (litiasis renal)
Patología ginecológica
Porfiria aguda intermitente
Tabla IX
Tratamiento
El SII produce un deterioro notable de la calidad de vida, imponiendo limitaciones en la vida so-
cial y laboral, y se comporta como una enfermedad crónica, con exacerbaciones de intensidad
variable y periodos de remisión. Ante esta situación, nuestro objetivo debe ser procurar un tra-
tamiento adecuado a cada momento clínico, entendiendo tratamiento de una forma amplia como
cualquier medida encaminada a mejorar la salud del paciente, a disminuir las limitaciones im-
puestas por la enfermedad y a disminuir la necesidad de asistencia médica.
51
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Un primer aspecto en el tratamiento del Sll es establecer una buena relación médico-paciente ya
que favorece la evolución del cuadro, disminuyendo el número de consultas. Se han descrito una
serie de consejos prácticos que se deben presentar en las primeras visitas del paciente con el
fin de establecer una relación apropiada. Desde nuestro punto de vista, los aspectos más im-
portantes son no minusvalorar las molestias del paciente, ya que sus síntomas son reales, pro-
curar información para que el paciente “entienda” su enfermedad, tranquilizar al paciente y
explorar el perfil psicológico y las circunstancias sociales y familiares.
Los cambios en los hábitos de vida del paciente es un consejo siempre acertado en el SII, a
pesar de la falta de pruebas definitivas de su eficacia. Son muchos los pacientes que relacionan
su sintomatología con la ingesta de determinados alimentos, pero en general suele tratarse de
intolerancias múltiples que no sugieren en sí mismo una hipersensibilidad. Por ello, si no se dis-
pone de la colaboracion de un nutricionista, no es recomendable aconsejar al paciente excesi-
vas restricciones en su dieta y tan sólo evitar en la medida de lo posible aquellos alimentos o
bebidas concretas que exacerben sus síntomas.
Tratamiento farmacológico
Actualmente, las posibilidades farmacológicas para tratar el SII son limitadas y su eficacia discu-
tida, debido en gran medida a las limitaciones de los ensayos clínicos disponibles y al gran efecto
placebo que se observa en estos pacientes.
52
Síndrome del intestino irritable
en pacientes con predominio de estreñimiento porque pueden empeorarlo. Los estudios con in-
hibidores de la recaptación de serotonina han producido resultados dispares.
Alternativas no farmacológicas
Se ha estudiado la eficacia de varias alternativas no farmacológicas en el tratamiento del SII. Un
metaanálisis de los estudios publicados muestra que los tratamientos psicoterápicos son efica-
ces en el SII, aunque las limitaciones para su puesta en práctica restringe su aplicación para pa-
cientes con enfermedad severa sin respuesta a ninguna medida. A pesar de que se ha sugerido
que la acupuntura es eficaz, un reciente metaanálisis demuestra su falta de eficacia.
53
Cuestionario
1. Con respecto a la fisiopatología del SII, es cierto que:
a. Participan factores genéticos y ambientales
b. Son frecuentes los trastornos de la motilidad y la sensibilidad del tubo digestivo
c. Los factores psicológicos son relevantes
d. Todos los anteriores
e. Ninguno de los anteriores
4. Con respecto al tratamiento del SII, ¿cuál de las siguientes afirmaciones considera más
apropiada?:
a. El tratamiento dietético es la mejor alternativa
b. La relación médico-paciente no influye en los resultados terapéuticos
c. Es indispensable el uso de ansiolíticos
d. Los espasmolíticos mejoran el dolor abdominal en el SII
e. Todas son ciertas
54
Síndrome del intestino irritable
CUESTIONARIO
55
9. Con respecto al dolor abdominal en el SII, es cierto que:
a. No se debe diagnosticar un SII en ausencia de molestias o dolor abdominal
b. El dolor se suele aliviar con la defecación
c. El dolor se asocia típicamente con distensión abdominal
d. Dolor o molestias aparecen siempre en relación con situaciones estresantes
e. Todo lo anterior es cierto
10. En los pacientes con un SII grave que no responde a los tratamientos iniciales, debe
considerarse:
a. Evitar la reiteración en las pruebas diagnósticas
b. Usar antidepresivos tricíclicos a dosis bajas
c. Apoyarse en la relación médico-paciente
d. Derivación a gastroenterólogo
e. Todos los anteriores
56
Otros trastornos funcionales intestinales.
Estreñimiento, diarrea y distensión funcional
Los trastoros intestinales de origen funcional engoban una serie de patologías de características
muy diversas, y como todos los demás trastornos funcionales, sin etiología orgánica o defecto
estructural anatómico o nervioso aparente, cuya entidad más importante es el síndrome del in-
testino irritable, trastorno funcional intestinal de entidad lo suficientemente importante para ser tra-
tado en capítulo aparte. Los Criterios de Roma III del 2006, actualizaron la clasificación previa
Roma II, e incluyen los trastornos funcionales intestinales dentro del punto C (Tabla V del capí-
tulo I). En este capítulo nos centraremos pues en el resto de trastornos incluidos en el punto C
de la clasificación Roma III.
57
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Es un síntoma extremadamente molesto dentro del SII (síndrome del intestino irritable) que no
siempre va acompañado de un aumento del perímetro abdominal (distensión), como ya hemos
comentado.
Según el estudio de Anurag (1), el síntoma de la hinchazón aislada se asoció con hipersensibili-
dad visceral, sugiriendo que la patogénesis de la hinchazón y la distensión pueden no ser la
misma. Por tanto, las aproximaciones terapéuticas podrían ser diferentes, y la medicación de la
sensación visceral podría ser útil en la modalidad terapéutica adecuada.
En algunos casos hay eliminación de flatos pero lo usual es que esto no ocurra. La presencia de
borborigmos también está asociada a este síntoma. Algunos pacientes refieren que el balona-
miento nunca desaparece. En estos casos hay que estar seguros que no se confundan con la
presencia de ¡panículo adiposo en el abdomen!
Diagnóstico (tabla X)
Preguntas que ayudan en el diagnóstico diferencial de la hinchazón y la distensión en el SII:
¿Está su abdomen siempre hinchado?
¿Está tan hinchado que otras personas lo pueden notar?
¿La hinchazón aparece al momento de levantarse en la mañana? Una respuesta positiva in-
dica no al diagnóstico de SII.
¿Es peor en un momento particular del día?
¿Mejora o empeora en la noche?
Para poder diagnosticar una hinchazón abdominal, se requieren los siguientes criterios (2):
1. Sensación de hinchazón recurrente o visible distensión al menos tres días al mes en tres
meses.
2. Criterios insuficientes para dispepsia funcional, síndrome de intestino irritable y otro tras-
torno funcional.
58
Otros trastornos funcionales intestinales. Estreñimiento, diarrea y distensión funcional
1. ¿Ha sentido a menudo (durante al menos tres semanas en los últimos tres meses, por lo menos un día
a la semana) molestias o dolor en el abdomen?
No o pocas veces (saltar a la pregunta 5)
Sí
3. Cuando las molestias o el dolor empiezan, ¿tiene algún cambio en su número habitual de deposiciones
(ya sean más o menos)?
No o pocas veces
Sí
4. Cuando las molestias o el dolor empiezan, ¿sus excrementos son más blandos o más duros de lo habi-
tual?
No o pocas veces
Sí
5. ¿Ha tenido alguno de los siguientes síntomas al menos un cuarto (1/4) de las veces (ocasiones o días)
en los últimos tres meses? (marque todos los que corresponda)
Menos de tres deposiciones por semana (0-2)
Más de tres deposiciones al día (4 ó más)
Heces duras o en bolas
Heces blandas, pastosas o líquidas
Retortijones durante la deposición
Tener que correr al baño para una deposición
Sensación de vaciado incompleto tras una deposición
Mucosidades durante la deposición
Abdomen lleno, distendido o hinchado
Sensación de que las heces no pueden pasar (bloqueadas) cuando realiza una deposición
Necesidad de apretar alrededor del ano o la vagina para tratar de sacar los excrementos para
poder completar la deposición
Tabla X
Duración: cumple los criterios durante los últimos tres meses y al menos seis meses antes del
diagnóstico (3).
59
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Estreñimiento funcional
El estreñimiento es una queja común en los adultos mayores. Aunque no es una consecuencia
fisiológica del envejecimiento, los cambios en el estilo de vida y hábitos alimentarios, la disminu-
ción de la movilidad, las comorbilidades médicas con polimedicación secundaria y su impacto ya-
trogénico alteran la función intestinal y pueden contribuir a su mayor prevalencia.
La prevalencia (4) estimada del estreñimiento varía de 2 al 28%, la cual aumenta con la edad, y
en medios hospitalarios hasta un 50%. El estreñimiento se encuentra dentro de los cinco prime-
ros diagnósticos más comunes de la consulta ambulatoria de Gastroenterología. Se presenta
más frecuentemente (5) en mujeres, raza negra, personas de niveles socioeconómicos más bajos
y que viven en zonas rurales.
Esta condición impacta negativamente la calidad de vida, percibida por el adulto como una con-
dición de deterioro orgánico y funcional atribuido a la edad, con las discapacidades que trae y la
necesidad de cuidadores permanentes cuando se asocia a otras comorbilidades como la im-
pactación e incontinencia fecal que conllevan otro tipo de complicaciones médicas.
No hay un consenso en la práctica general en relación con la estrategia más eficaz para el ma-
nejo del estreñimiento crónico en el adulto mayor. Dentro de las diversas causas, el estreñimiento
funcional es el principal factor asociado, por lo que el manejo debe ser individualizado y adap-
tado a las necesidades y expectativas de cada individuo, sobre la base de una valoración geriá-
trica integral, la red de apoyo sociofamiliar y las condiciones mentales, físicas y clínicas que
condicionan las opciones de tratamiento y su efectividad.
Causas de estreñimiento
El estreñimiento se puede dividir en causas primarias y secundarias, según sea el factor desen-
cadenante. El proceso diagnóstico combina la valoración clínica del paciente con la respuesta a
la instauración de algunas medidas terapéuticas.
Es necesaria una adecuada historia clínica y una exploración física que incluya una valoración de
la función neurológica y un detallado examen del área perineal y rectal, que permitan valorar el
tono en reposo del esfínter anal y la elevación del piso pélvico con el pujo, así como indagar
sobre hábitos dietarios, condiciones médicas, uso de medicamentos y capacidad funcional, que
permitan identificar si se trata de un estreñimiento primario o secundario.
Así pues, entre las posibles causas de estreñimiento (6) primario tenemos:
• Disinergia en la defecación: contracción inadecuada o relajación de la musculatura del suelo
pélvico durante el acto de defecar (disfunción anorrectal)
60
Otros trastornos funcionales intestinales. Estreñimiento, diarrea y distensión funcional
• Tránsito colónico lento (inercia colónica): se define como el retraso en el paso del marcador
radioopaco a través del colon proximal
• Síndrome del colon irritable (funcional)
El estreñimiento primario (6) puede estar asociado a factores como una dieta inadecuada y baja
en fibra, deshidratación, disminución en la ingesta alimentaria, movilidad reducida, retención de
evacuación fecal y tono muscular reducido, factores que son muy frecuentes en el adulto mayor
y deben ser tenidos en cuenta en la valoración inicial de todo paciente con estreñimiento.
Los criterios que se cumplan en los últimos tres meses con inicio de las molestias al menos seis
meses antes del diagnóstico.
61
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Tratamiento
Si el síntoma principal es el estreñimiento, iniciaremos el tratamiento con fibra soluble. Si al me-
jorar el estreñimiento el paciente nota mejoría de su sintomatología global, continuaremos con tra-
tamiento a demanda. Si no mejora de sus síntomas, puede ser porque el dolor o malestar
abdominal pasen a ser el síntoma predominante en ese momento, por lo que añadiremos un es-
pasmolítico no anticolinérgico con o sin antidepresivos tricíclicos a dosis bajas.
Diarrea funcional
Los pacientes con diarrea funcional pueden representar un subgrupo de los pacientes con SII.
Los pacientes con SII se quejan con frecuencia de hábitos intestinales alterados como diarrea y/o
estreñimiento, asociados con inflamación intestinal, urgencia rectal, pujo excesivo o la sensación
de evacuación incompleta. Muchos de estos síntomas ocurren en pacientes con diarrea funcio-
nal; sin embargo, la ausencia del dolor abdominal distingue a estos pacientes de aquellos con
SII. Otros nombres utilizados para la diarrea funcional son "diarrea sin dolor" y "diarrea nerviosa".
Hay varios elementos que sugieren que la diarrea es funcional. En general, la alternancia de dia-
rrea y constipación orientan a este diagnóstico. Cuando el paciente decide consultar, general-
mente ya cedió el episodio diarreico, pero a los ocho días regresa la diarrea, y se inicia un círculo
vicioso. Son episodios no dolorosos, no hay signos de enfermedad sistémica y sí asociación con
62
Otros trastornos funcionales intestinales. Estreñimiento, diarrea y distensión funcional
estrés y ansiedad; toda persona que tenga diarrea abundante tiene que estar preocupada y, por
tanto, el síntoma aumenta más el estrés y la ansiedad.
Los elementos clínicos que se deben tener en cuenta para hacer un diagnóstico diferencial con
una enfermedad sistémica son:
• Dolor abdominal frecuente y persistente.
• Disminución de peso.
• Características de las deposiciones.
Lo más importante es realizar una historia clínica minuciosa y lograr la empatía del paciente, que
tenga confianza en que el médico está evaluando su enfermedad correctamente y está llegando
al diagnóstico preciso. Hay que incluir en ella el uso de medicamentos y los hábitos alimenticios,
ya que veces son pacientes que consumen bebidas con sorbitol o leche, en forma exagerada,
que comen a toda hora y perciben bien el reflejo gastrocólico, y por eso van con tanta frecuen-
cia al baño. El diagnóstico, por tanto, será de exclusión.
Podemos realizar gran cantidad de pruebas complementarias de sangre y materia fecal y/o pro-
cedimientos diagnósticos como colonoscopia, rectosigmoidoscopia, enema opaco, determina-
ción de marcadores neurohormonales o la prueba de la determinación del hidrógeno espirado o
breath test, que permite medir la intolerancia a la lactosa, pero el diagnóstico lo llevaremos a
cabo de manera definitiva cuando todas ellas sean negativas.
63
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Tratamiento
En primer lugar, se informará al paciente de cuál es el trastorno que padece, del buen pronós-
tico, y de la posibilidad de modificar los síntomas con una serie de medidas higiénico-dietéticas.
Si con todo lo anterior los síntomas del paciente siguen molestándole, iniciaremos el tratamiento
farmacológico.
Si no mejora de sus síntomas, puede ser porque el dolor o malestar abdominal pasen a ser el sín-
toma predominante en ese momento, por lo que añadiremos un espasmolítico anticolinérgico
con o sin antidepresivos tricíclicos a dosis bajas.
Criterios que se cumplan en los últimos tres meses con inicio de las molestias al menos seis
meses antes del diagnóstico (9).
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65
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
66
Otros trastornos funcionales intestinales. Estreñimiento, diarrea y distensión funcional
CUESTIONARIO
Cuestionario
1. Respecto al estreñimiento funcional:
a. Es más frecuente en varones y nivel socioeconómico bajo
b. Su prevalencia puede llegar casi hasta un 30%
c. Se encuentra dentro de los cinco primeros diagnósticos más comunes en las consultas
d. a y c son ciertas
67
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
6. ¿Cuál es la clínica típica de los pacientes con diarrea funcional que los distingue de los
pacientes con SII?:
a. Urgencia rectal
b. Sensación de evacuación incompleta
c. Dolor abdominal
d. Ausencia de dolor abdominal
9. ¿Cuánto tiempo deben estar presentes los criterios necesarios para el diagnóstico de
la diarrea funcional?
a. Los últimos tres meses y al menos seis meses antes del diagnóstico
b. Los últimos dos meses y al menos seis meses antes del diagnóstico
c. Los últimos tres meses y al menos doce meses antes del diagnóstico
d. Seis meses antes del diagnóstico
10. Los trastornos funcionales intestinales en la nueva clasificación Roma III se encuentran
dentro del grupo:
a. A
b. B
c. C
d. D
68
Trastornos funcionales anorrectales
Los trastornos funcionales anorectales son un grupo de patologias que se engloban dentro de
los criterios de Roma II en el apartado F, incluyendo los siguientes subapartados:
En este capitulo vamos a ir viendo uno por uno sus principales caracteristicas clinicas, metodos
diagnosticos y armas terapeuticas.
69
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
La continencia rectal está modulada por tres elementos: la presión del esfínter anal, la capacidad
de almacenamiento rectal y la sensación de llenado del recto, y depende también de otros fac-
tores como son la consistencia y volumen de las heces y una correcta función nerviosa. Cuando
uno o varios de estos mecanismos están afectados de tal modo que no puede ser compensada
su función por los otros restantes, ocurre esta incontinencia.
Podemos destacar cinco factores de riesgo para el desarrollo de la incontinencia fecal, tal y como
se determinan en la tabla XI (2).
70
Trastornos funcionales anorrectales
Tabla XI
Diagnóstico
Como en toda patología, para realizar un buen diagnóstico de incontinencia fecal debemos co-
menzar por una anamnesis detallada y una correcta exploración física del paciente, los cuales
suelen ser suficiente para el diagnóstico. Posteriormente valoraremos, según sospecha y diag-
nósticos diferenciales a tener en cuenta, la realización de las pruebas complementarias perti-
nentes. Los criterios diagnósticos de Roma III para la incontinencia fecal funcional se recogen en
la tabla XII (1, 2).
LA HISTORIA CLÍNICA
Debe valorar la frecuencia, severidad y forma de presentación de la incontinencia, así como su re-
percusión en la calidad de vida. Deben recogerse los antecedentes que orienten hacia alguna de
las causas recogidas en el apartado anterior. La forma de presentación puede orientar hacia la le-
Escape incontrolado y recurrente de materia fecal en un paciente de más de 4 años, como mínimo en
los últimos tres meses y que presente una o más de las siguientes características:
1. Funcionamiento anormal del ano, con musculatura intacta y normalmente inervada
2. Alteraciones menores en la inervación o de estructura de los esfínteres
3. Hábito defecatorio alterado
4. Causas psicológicas
71
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
sión predominante, de manera que el ensuciamiento pasivo de heces sugiere una afectación del
esfínter anal interno o de la sensibilidad rectal, mientras que la urgencia defecatoria puede indicar
lesión del esfínter externo o alteración de la distensibilidad rectal. En el 60% de los pacientes la pre-
sentación es mixta con ambos componentes. El volumen de las heces perdidas y la frecuencia de
los episodios de incontinencia (más de una vez al mes/a la semana/a diario, empleo de compresa,
repercusión en la actividad diaria, empleo de antidiarreicos) son importantes para definir la seve-
ridad. A tal efecto se han elaborado cuestionarios específicos para incontinencia, como la escala
de Wexner, que cuantifican e intentan unificar los criterios de evaluación y respuesta al tratamiento
de estos pacientes y que se detalla en la tabla XIII (2, 3, 4).
EL EXAMEN FÍSICO
Debe recoger datos sobre la funcionalidad del periné en su conjunto y de las estructuras ano-
rectales; así procederemos a realizar:
• Inspección perianal (dermatitis y las cicatrices perineales).
• Tacto anorrectal. De gran utilidad para valorar el tono esfinteriano y la capacidad de contrac-
ción anal.
• Valoración del periné.
Valorando posibles prolapsos durante el esfuerzo defecatorio y la existencia del reflejo anocutá-
neo, que indica la preservación del arco reflejo neural y de la inervación motora.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
Hay dos exploraciones básicas que permiten evaluar los mecanismos de continencia anorrectales:
FRECUENCIA
TIPO
ESCASA OCASIONAL FRECUENTE SIEMPRE
NUNCA
<1 al mes <1 semana <1 al día 1 al día
Heces sólidas 0 1 2 3 4
Heces líquidas 0 1 2 3 4
Gas 0 1 2 3 4
Uso de compresas 0 1 2 3 4
Cambio de hábitos 0 1 2 3 4
Tabla XIII
72
Trastornos funcionales anorrectales
a) La manometría anorrectal. Cuantifica la capacidad funcional de cierre del canal anal en re-
poso y durante la contracción voluntaria, así como la capacidad de distensión y la sensi-
bilidad rectal.
b) La ecografía anal. Valora la existencia de alteraciones estructurales en el esfínter anal ex-
terno e interno, así como en el músculo puborrectal, trastornos del periné y puboanal (5).
Tratamiento
MEDIDAS HIGIÉNICO-DIETÉTICAS Y CONDUCTUALES
De forma individualizada, valorando la relación ingesta-efecto, hay que evitar el consumo de sus-
tancias que puedan desencadenar diarrea, como los alimentos con lactosa o fructosa, por ejem-
plo. Es importante establecer pautas de conducta que puedan minimizar las alteraciones en la
calidad de vida que conlleva la incontinencia fecal, como intentar defecar antes de salir de casa,
llevar siempre un kit de limpieza de manera preventiva, así como ropa interior de repuesto y com-
presas, pañales de protección u obturadores anales. En pacientes encamados o con un deterioro
conductual grave, a menudo es necesario el uso de enemas de limpieza o laxantes programa-
dos para evitar episodios de incontinencia secundaria a impactación fecal.
EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Intenta reducir la frecuencia defecatoria y aumentar la consistencia de las heces. Los fármacos
más utilizados son:
• Loperamida
Puede indicarse de forma crónica continua o «a demanda» durante crisis diarreicas, con dosis de
«ataque» de hasta 16 mg/día (8 comprimidos de 2 mg) y dosis de «mantenimiento» de 2 a 8
mg/día. Otros antidiarreicos utilizados con menor frecuencia son la codeína y el difenoxilato. Lo-
peramida ha demostrado ser más eficaz que difenoxilato y con menos efectos adversos e incre-
mentar el tono del esfínter anal interno y mejorar la complianza rectal (4).
• «Biofeedback»
Es una técnica que utiliza la información visual o acústica de la función anorrectal obtenida me-
diante sistemas de registro manométrico o electromiográfico, para instruir al paciente sobre cómo
realizar ejercicios con la musculatura del esfínter que potencien la capacidad de continencia.
73
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
INCONTINENCIA FECAL
• Medidas higienicodietéticas y
conductuales
Derivar a Digestivo
• Tratamiento médico
• Ejercicios musculares anales
Figura 5
ción la debe realizar el paciente ante mínimas percepciones de ocupación rectal. El porcentaje
de éxito del biofeedback en cuanto a mejora satisfactoria de la incontinencia es alto (75-80%),
por lo que constituye un tratamiento de primera elección. Estudios recientes han demostrado
que la explicación de los ejercicios de contracción/relajación del canal anal en la consulta médica,
sin necesidad de monitorizar la función en una pantalla, consiguen resultados similares a los que
se obtienen mediante biofeedback instrumentalizado. Esta técnica no debe utilizarse en pacien-
tes que tengan algún problema como lesiones neurológicas graves que se asocien a una au-
sencia de sensibilidad o que alteren la capacidad de contracción de la fibra estriada esfinteriana,
así como miopatías que se acompañen de afectación a este nivel (5, 6).
74
Trastornos funcionales anorrectales
CIRUGÍA
Está indicada en pacientes con IF secundaria a lesiones del esfínter, y se individualiza en función
de los resultados de la ecografía y la manometría anal.
OTROS TRATAMIENTOS
Existen, para casos muy individualizados y en unidades de atención especializadas, tratamien-
tos mediante estimulación de raíces sacras (neuromodulación), implantes de polímeros en canal
anal, etc. (5, 6).
En incontinencias graves, en las que no se produce mejora alguna con los tratamientos mencio-
nados, puede plantearse la realización de una colostomía de descarga.
Los síntomas que caracterizan ambos subtipos son comunes: dolor o sensación de escozor cró-
nico o recurrente rectal de una duración mínima de 20 minutos. Sin embargo, la exploración fí-
sica difiere sustancialmente; en concreto, en el síndrome del elevador del ano la tracción mediante
tacto rectal de la lazada del puborrectal resulta intensamente dolorosa.
75
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
neral, siente una sensación de presión continua en el ano o en el recto, que aumenta al sentarse
o tras la defecación, y que le genera un estado de incomodidad tal que le dificulta hacer una vida
normal (1, 7).
De etiología desconocida, se sospecha que la causa puede estar relacionada con una contrac-
tura mantenida de los músculos del suelo pélvico. Aunque se han descrito múltiples tratamien-
tos (estimulación electrogalvánica, relajantes musculares, masaje digital de la zona dolorosa,
biofeedback, baños de asiento, neuromodulación sacra, ejercicios de rehabilitación del suelo pél-
vico, infiltración de corticoides de liberación prolongada en la zona dolorosa...), los resultados
son poco valorables, debido sobre todo a la metodología no comparativa de los estudios. En la
práctica clínica se individualiza el tratamiento, asociando cualquier medida con una pauta anal-
gésica común (pirazolonas, paracetamol, tramadol, gabapentina, etc.) (8, 9).
Proctalgia fugax
Se define como un dolor anal o rectal bajo intenso, de aparición súbita, que se describe en oca-
siones como una «contractura invalidante», de pocos segundos o minutos de duración, que cede
totalmente de forma espontánea, quedando el paciente asintomático entre crisis. Los episodios
son infrecuentes (1 vez al mes o menos) y generalmente de aparición nocturna. Lo presenta el
8-18% de la población general, no hay predominancia de un sexo sobre otro y rara vez aparece
antes de la pubertad. Se asocia a trastornos de ansiedad y otros problemas psiquiátricos. De etio-
logía desconocida, se ha relacionado con una contracción intensa del esfínter anal interno. Es
muy difícil de tratar, e incluso de prevenir, debido a su escasa duración y a la infrecuencia con que
se presenta. Sin embargo, hay medidas generales que consiguen aliviar o disminuir la duración
del episodio, fundamentalmente la realización de maniobras encaminadas a la relajación del es-
fínter contraído: baños de asiento con agua tibia, realizar en la taza del retrete maniobras de de-
fecación, masaje digital anal, etc. Desde el punto de vista farmacológico, se han utilizado
benzodiacepinas, salbutamol inhalado y la aplicación de pomadas de nitroglicerina o antagonis-
tas del calcio en el ano (1, 7).
En la tabla XIV se definen los criterios de Roma III para estas dos patologías.
76
Trastornos funcionales anorrectales
3. Excluir otras causas de dolor rectal: 2. Duración de los episodios de segundos a escasos
- hemorroides o fisuras minutos
- enfermedad inflamatoria 3. Asintomático entre los episodios
- isquemia, prostatitis
• Síndrome del elevador del ano Los criterios deben cumplirse por lo menos tres
• Dolor anorrectal funcional no especificado meses antes del diagnóstico y no deben pasar más
de tres meses entre el diagnóstico clínico y el estudio
de la patología
Los criterios deben estar presentes tres meses antes
del diagnóstico y ocurrir por lo menos durante los
seis meses anteriores.
Tabla XIV
El primero se caracteriza por una contracción paradójica o una inadecuada relajación de los mús-
culos del suelo pélvico (fundamentalmente del esfínter anal externo y/o del músculo puborrectal)
durante la maniobra defecatoria, de forma que al no abrirse el ano, se dificulta o imposibilita la
salida de las heces.
El segundo subtipo se caracteriza por una propulsión rectal débil o inexistente, de manera que,
aunque el ano esté abierto, las heces no pueden ser expulsadas.
Ambos mecanismos pueden coexistir. Los pacientes con estas disfunciones deben referir sínto-
mas típicos de estreñimiento crónico funcional, pero además tienen alteraciones funcionales que
únicamente pueden ser diagnosticadas en unidades especializadas mediante estudios comple-
mentarios (tabla XV) (1).
Se desconoce cuál es la prevalencia de la disfunción defecatoria. Parece ser que en centros ter-
ciarios, de todos los pacientes remitidos para un estudio de estreñimiento crónico funcional, entre
un 20 y un 80% presentan este trastorno. Dado que la prevalencia de estreñimiento crónico es
muy alta en la población general (en España, del 27% en mujeres y del 8% en hombres), puede
deducirse que la prevalencia de la disinergia de la defecación también es considerable.
Su fisiopatología es desconocida, pero existe una relación importante con la ansiedad y el estrés
psicológico, de manera que los pacientes con esta patología presentan con mayor frecuencia pro-
77
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Estos criterios deben estar presentes tres meses antes y seis meses antes del momento diagnóstico
Criterios de estreñimiento crónico funcional: deben darse dos o más de los siguientes:
• Estreñimiento en por lo menos 25% de las deposiciones
• Fuerza excesiva en al menos el 25% de las ocasiones de deposición
• Sensación de deposición incompleta en el 25% de las deposiciones
• Sensación de obstrucción rectal en al menos el 25% de las deposiciones
• Necesidad de manipulación manual en un 25% de las deposiciones
• Menos de tres deposiciones semanales
Tabla XV
2) El estreñimiento crónico funcional (ECF), que se establece una vez excluidas las causas
que pueden ocasionar estreñimiento crónico secundario. A su vez, el ECF puede clasifi-
carse en varios subtipos patogénicos según los resultados de estudios funcionales espe-
cíficos: estreñimiento «con tiempo de tránsito normal», estreñimiento por «tiempo de
tránsito lento» o estreñimiento por «disfunción de la defecación». Estos dos últimos se
consideran graves, ya que responden mal al tratamiento habitual y se asocian a un dete-
rioro importante de la calidad de vida, requiriendo atención médica especializada en uni-
dades específicas de atención a patología motora digestiva.
78
Trastornos funcionales anorrectales
Diagnóstico
El diagnóstico se establece tras realizar estudios funcionales específicos en pacientes con clínica
de estreñimiento crónico funcional.
ANAMNESIS
No existen datos clínicos que apoyen especialmente la existencia de disfunción de la defeca-
ción. Sin embargo, los pacientes refieren fundamentalmente síntomas de dificultad para expul-
sar las heces: esfuerzo excesivo, necesidad de ayudarse con los dedos, sensación de tapón
anal...
EXPLORACIÓN FÍSICA
Es fundamental para excluir causas orgánicas de dificultad evacuatoria (fecalomas, tumores en
canal anal o recto, fisura anal, prolapso rectal, hemorroides, etc.).
COLONOSCOPIA
Debe realizarse utilizando los criterios de consenso para el cribado de cáncer de colon.
EXPLORACIONES DIAGNÓSTICAS
Manometría anorrectal. Permite cuantificar las presiones en el recto y en el canal anal durante
intentos de defecación. De esta manera podemos poner de manifiesto la existencia de contrac-
ción paradójica o la ausencia de relajación del canal anal durante la fase expulsiva que caracte-
riza al ECF por «disinergia defecatoria», y/o la ausencia de incremento presivo rectal que
caracteriza al ECF por «déficit de propulsión».
79
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
ESTREÑIMIENTO CRÓNICO
• Medidas higiénico-dietéticas
• Derivar al especialista oportuno,
Derivar al especialista si procede (respetar horarios
defecatorios, dieta rica en fibra y
oportuno, si procede
beber abundante agua)
• Laxantes
Figura 6
Tratamiento
El biofeedback es el único tratamiento que ha demostrado mejorar la sintomatología en un 75% de
los pacientes. Se realiza en unidades especializadas monitorizando la función anorrectal mediante
el registro de presiones (manometría) o la actividad eléctrica (electromiografía de superficie) (10).
En la figura 6 se expone sintéticamente cómo proceder ante un paciente con estreñimiento crónico.
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80
Trastornos funcionales anorrectales
CUESTIONARIO
Cuestionario
1. La incontinencia fecal funcional se define como:
a. El paso incontrolado de material fecal recurrente durante tres meses o más, sin relación con
antecedentes patológicos previos que puedan estar relacionados con su origen
b. El paso incontrolado de materia fecal durante menos de dos semanas
c. Cualquier episodio de diarrea aguda en un paciente con hábito previo estreñido
d. El paso incontrolado de material fecal recurrente durante tres meses o más, independien-
temente de su probable etiología
3. Señale la cierta:
a. La causa de la incontinencia fecal funcional suele ser única, no sumándose varios factores
etiológicos
b. La cirugía anorrectal previa no influye como probable causa de disfunción anorrectal
c. En la mayoría de los casos la causa es multifactorial
d. En la incontinencia fecal funcional no hay implicados nunca factores psicológicos o psi-
quiátricos en su etiología
81
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
8. Señale la falsa:
a. Los trastornos funcionales de la defecación se subdividen en disinergia de la defecación
y el estreñimiento por déficit de propulsión
b. El primer subtipo se caracteriza por una propulsión rectal débil o inexistente
c. Disinergia de la defecación y el estreñimiento por déficit de propulsión
d. Se desconoce cuál es la prevalencia de la disfunción defecatoria
9. Señale la verdadera:
a. El diagnóstico de ECF se establece tras realizar estudios funcionales específicos en pa-
cientes con clínica de estreñimiento crónico funcional
b. La exploración física no es necesaria para su diagnóstico
c. Hay que realizar a todos los pacientes una colonoscopia
d. La manometría anal no tiene interés en su diagnóstico
82
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
Los términos “dolor crónico” y “recurrente” se solapan y son usados generalmente como sinónimos.
Dolor abdominal crónico: se define como el dolor de al menos tres meses de duración (2).
Puede ser intermitente o constante.
Dolor recurrente: el dolor abdominal recurrente es uno de los síndromes más frecuentes en la
infancia (3). La definición se basa en cuatro criterios (4):
• Historia de al menos tres episodios de dolor.
• Dolor suficientemente severo que afecta a las actividades normales del niño.
• Los episodios ocurren durante un periodo de tres meses.
• Sin evidencia de patología orgánica.
En la mayoría de los casos, el dolor está mal definido y mal localizado, suelen referirlo a nivel pe-
riumbilical. No tiene relación con las comidas, la actividad o el patrón de heces y puede ir acom-
pañado de palidez, náuseas, mareos, dolor de cabeza o fatiga (3). A menudo hay historia familiar
de molestias gastrointestinales (5). Los episodios de dolor suelen durar menos de una hora.
Como regla general, el crecimiento y el desarrollo son normales, y sin síntomas sistémicos aso-
83
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
El umbral para percibir el dolor de los estímulos viscerales puede variar entre los individuos y en
ciertas enfermedades (8). Los factores psicológicos también son importantes en la percepción del
dolor.
Diagnóstico diferencial
Las dos grandes categorías en el diagnóstico diferencial del dolor abdominal crónico o recurrente
en niños y adolescentes son (9):
• Trastornos orgánicos: en los que hay presentes anomalías fisiológicas, estructurales o bio-
químicas.
• Trastornos funcionales: son aquellos para los que no existe ninguna prueba específica para
hacer el diagnóstico. El complejo de síntomas pueden o no tener un patrón reconocible que
cumple los criterios de un trastorno abdominal funcional. De ellos hablaremos a continuación.
84
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
Trastornos funcionales
Criterios diagnósticos
En las últimas décadas, el interés por los trastornos funcionales ha crecido de forma notable,
pasando de ser meros diagnósticos de exclusión a entidades clínicas específicas con criterios
diagnósticos propios que, en su conjunto, se han venido a denominar “criterios de Roma”. En su
elaboración participaron diversos comités formados por especialistas de diferentes países (11).
En el año 2006 los criterios de Roma fueron revisados y se acordó el diseño de los criterios Roma
III, con el objetivo de facilitar el diagnóstico, permitir la sistematización de la investigación y cola-
borar en el desarrollo de terapias específicas para cada subtipo (12).
Según los criterios de Roma III se describen varios trastornos funcionales gastrointestinales de
la infancia (tabla XVI).
1. Vómitos y aerofagia
1a. Rumiación del adolescente
1b. Vómitos cíclicos
1c. Aerofagia
2. Dolor abdominal relacionado con trastornos gastrointestinales funcionales
2a. Dispepsia funcional
2b. Síndrome de intestino irritable
2c. Migraña abdominal
2d. Dolor abdominal funcional infantil
2d1. Síndrome de dolor abdominal funcional infantil
3. Estreñimiento e incontinencia
3a. Estreñimiento funcional
3b. Incontinencia fecal no retentiva
Tabla XVI.Tomado de Douglas A. Drossman, Gastroenterology 2006; Vol. 130, No. 5, 1380
85
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
1. Regurgitación infantil
La regurgitación en los bebés es común y generalmente disminuye o se resuelve durante el pri-
mer año de vida.
Criterios diagnósticos :
• ≥2 regurgitaciones al día durante al menos tres semanas.
• Ausencia de signos de alarma
• Ausencia de signos de alteraciones metabólicas, gastrointestinales o del Sistema Nervioso
Central que expliquen los síntomas (13).
Signos de alarma:
• Fallo de medro.
• Hematemesis.
• Sangre oculta en heces.
• Anemia.
• Rechazo en la alimentación.
• Dificultades en la deglución.
• Llanto excesivo e irritabilidad.
• Pausas de apnea.
• Aspiración.
• Posturas anómalas.
86
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
4. Cólico infantil
Los criterios de diagnóstico debe incluir todo lo siguiente en los niños desde el nacimiento hasta
los cuatro meses de edad:
• Crisis de llanto que se inicia y se detiene sin causa aparente.
• Los episodios duran tres o más horas al día y que se producen al menos tres días/semana
por lo menos una semana.
• No hay retraso en el desarrollo.
Tiende a resolverse con el tiempo de forma espontánea, los niños crecen y ganan peso ade-
cuadamente, por lo que en la práctica no se considera patológico (14). A pesar de ello, en la fa-
milia es una situación que genera mucha ansiedad, con una incidencia de hasta un 19%.
5. Diarrea funcional
Criterios:
• ≥3 ó más deposiciones blandas al día, no formadas y sin dolor.
• Síntomas de al menos un mes de evolución.
• Inicio de los síntomas entre los seis y los treinta y seis meses de edad.
• Deposiciones que no ocurren durante el sueño (en general agrupadas por la mañana).
• No hay fallo del crecimiento si la ingesta calórica es adecuada.
Es una diarrea acuosa, con moco y restos de alimentos vegetales; no hay presencia de diarrea
nocturna, comienza generalmente después de los seis meses y persiste hasta los cinco años. Se
aprecia buen crecimiento y desarrollo en el niño que la presenta, y el diagnóstico se realiza por
exclusión.
87
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
6. Disquecia infantil
Los criterios diagnósticos debe incluir ambos de los siguientes en un bebé de menos de seis
meses de edad:
• Por lo menos diez minutos de esfuerzo y llanto para la realización exitosa de deposición
• No hay otros problemas de salud.
7. Estreñimiento funcional
Durante un mes debe cumplir al menos dos de los siguientes criterios:
• ≤2 deposiciones a la semana.
• Al menos un episodio de incontinencia a la semana tras la adquisición del control de esfínteres.
• Historia de retención fecal excesiva.
• Historia de movimientos intestinales dolorosos o intensos.
• Presencia de fecalomas en el recto.
• Historia de heces de gran tamaño que pueden obstruir el retrete.
88
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
Vómitos intensos y náuseas son los síntomas cardinales y por lo general conducen a déficit im-
portante de líquidos y electrolitos. Se describen con más frecuencia en niños en edad escolar,
pero puede afectar a otros grupos de edad. La etiología es desconocida, aunque se han pro-
puesto muchas hipótesis.
Descrito inicialmente en escolares, puede afectar a niños de cualquier edad, incluso menores de
doce meses, aunque la media de edad a la que aparece oscila entre los 5,2 a los 6,9 años (18).
Hay una asociación entre el síndrome de vómitos cíclicos y migraña (cefalea migrañosa y mi-
graña abdominal), lo que sugiere que puede haber una fisiopatología común.
1c. AEROFAGIA
La aerofagia es la deglución excesiva de aire que provoca distensión abdominal progresiva y
puede interferir con la ingesta alimentaria debido a aperturas paroxísticas involuntarias del esfín-
ter esofágico superior (12).
La distensión puede ser muy llamativa, mejora durante la noche y se trata con consejos dietéti-
cos y psicoterapia (19).
Estos síntomas deben presentarse por lo menos una vez a la semana, y por al menos dos meses
previo al diagnóstico.
89
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
90
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
Estos síntomas deben presentarse por lo menos una vez a la semana por al menos dos meses
antes del diagnóstico.
El síndrome del intestino irritable se produce con poca frecuencia antes de final de la adoles-
cencia y puede ser precedido por una larga historia de estreñimiento o un episodio de gastro-
enteritis (19).
Los adolescentes que tienen síntomas de síndrome de intestino irritable tienen mayores puntua-
ciones en ansiedad y depresión que aquellos sin síntomas (5).
91
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Los síntomas en algunos niños no cumplen los criterios diagnósticos para el síndrome de intes-
tino irritable y dispepsia funcional, ni son compatibles con una enfermedad orgánica. Esta cate-
goría, aunque se parece, no sustituye la definición clásica del dolor abdominal recurrente de la
infancia (20). Otros términos que se utilizan a menudo de manera intercambiable con dolor ab-
dominal funcional son: dolor abdominal no orgánico y dolor abdominal psicógeno. El dolor ab-
dominal funcional puede asociarse con hiperalgesia visceral, reducción del umbral para el dolor,
dolor referido anormal después de la distensión rectal, o alteración de la relajación gástrica res-
puesta a las comidas (21).
Dolor abdominal funcional en niños de cuatro a dieciocho años de edad generalmente puede
ser diagnosticado por el médico de Atención Primaria después de una historia completa, examen
físico y pruebas de sangre oculta en heces, siempre que la evaluación no revele signos o sínto-
mas de enfermedad orgánica.
El dolor abdominal recurrente puede llevar a una ganancia secundaria para algunos niños y ado-
lescentes, ya que puede ser una manera de evitar la asistencia a la escuela o una llamada de aten-
ción o ayuda (se debe descartar siempre maltrato o abusos).
Puede ser una respuesta somática al estrés. Esta interacción entre el estrés y el dolor puede
estar mediado por alteraciones en el Sistema Nervioso Autónomo.
Criterios: presentar dolor abdominal funcional por lo menos un 25% del tiempo, y uno o más de
los siguientes criterios:
• Alguna pérdida de la funcionalidad diaria.
• Síntomas somáticos adicionales como cefalea, dolor de extremidades o dificultad para dormir.
Estos síntomas deben presentarse por lo menos una vez a la semana al menos dos meses pre-
vio al diagnóstico.
3. Estreñimiento e incontinencia
Criterios: en los últimos dos meses, al menos una vez a la semana debe cumplir dos o más de
los siguientes criterios (12):
• ≤2 deposiciones a la semana.
92
Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
La incontinencia fecal retentiva es una de las formas más comunes de presentación del estreñi-
miento funcional y se encuentra en el 80% de los casos (22). Cuanto antes se realice el diag-
nóstico, mejor es el pronóstico, ya que el recto de estos niños se ha dilatado tanto con estos
comportamientos que esto es el origen del estreñimiento (20).
Criterios diagnósticos: durante al menos los dos últimos meses debe cumplir los siguientes cri-
terios:
• Defecación en lugares socialmente no apropiados al menos una vez al mes.
• Ausencia de retención fecal.
• Ausencia de causa orgánica.
Siempre es diurna y su tratamiento requiere apoyo psicológico del paciente y la familia (23).
Evaluación
Anamnesis
Ante todo paciente que consulta por dolor abdominal crónico deber realizarse una historia clínica
exhaustiva, recogiendo las características clínicas del dolor, los aspectos emocionales y de inte-
gración del niño en su medio familiar, social y escolar, así como posibles antecedentes familiares
y personales relacionados con esta sintomatología (24). Hay que establecer desde la primera
consulta una comunicación abierta con los padres para evitar exploraciones innecesarias y lle-
gar a un diagnóstico y tratamiento adecuados.
93
Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Examen físico
Un examen físico completo con énfasis en las regiones abdominal, recto, pelvis y genitourinaria
es una parte esencial de la evaluación del niño y adolescente con dolor abdominal.
Es fundamental crear, siempre que sea posible, una buena empatía con el niño y ganarnos su
confianza para que nos deje explorar de manera correcta. Resulta útil distraer al paciente.
Pruebas complementarias
Los estudios de laboratorio y radiográficos en general se obtienen para confirmar o descartar
condiciones que ya se han considerado basándonos en la anamnesis y la exploración física.
Tratamiento
El tratamiento con frecuencia debe centrarse en calmar la ansiedad familiar y evitar medidas ya-
trogénicas (13). Por el contrario, si pide pruebas sin cesar y no se colabora en el cuidado del pa-
ciente, probablemente promocionará un círculo vicioso de ansiedad y demanda de atención
médica (12).
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
Cuestionario
1. ¿Qué criterio no pertenece a la definición de dolor abdominal recurrente en la infancia?:
a. Sin evidencia de patología orgánica
b. Historia de al menos tres episodios de dolor
c. Se acompaña de llanto excesivo e irritabilidad
d. Dolor severo que afecta a las actividades normales del niño
e. Los episodios ocurren durante un periodo de tres meses
4. ¿Cuál de los siguientes no es un estímulo químico a los que responden los receptores
del dolor en el abdomen?:
a. Prostaglandinas
b. Serotonina
c. Estiramiento
d. Histamina
e. La sustancia P
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Trastornos funcionales en el paciente pediátrico
CUESTIONARIO
10. Ante un síndrome de intestino irritable hay que descartar las siguientes causas orgánicas:
a. Enfermedad inflamatoria intestinal
b. Giardia
c. Enfermedad celiaca
d. Gastroenteritis eosinofílica
e. Todas las anteriores
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Guía de Manejo de los Trastornos Funcionales Digestivos en Atención Primaria
11. El dolor abdominal funcional de la infancia puede asociarse con los siguientes, excepto:
a. Aumento del umbral para el dolor
b. Alteración de la relajación gástrica después de las comidas
c. Hiperalgesia visceral
d. Puede llevar a una ganancia secundaria para algunos niños y adolescentes
e. Dolor referido anormal después de la distensión rectal
14. En la historia clínica de todo paciente que consulta por dolor abdominal crónico no
puede faltar:
a. Tiempo y curso de la evolución
b. Síntomas acompañantes
c. Problemas escolares y familiares
d. Historia ginecológica en las niñas en edad puberal
e. Ninguna de las anteriores
15. En el abordaje y tratamiento del paciente con dolor abdominal crónico, ¿cuál de las si-
guientes afirmaciones es falsa?:
a. Hay que establecer desde la primera consulta una comunicación abierta con los padres
b. Un examen físico completo es una parte esencial de la evaluación del niño
c. Los estudios radiográficos son fundamentales para llegar al diagnóstico
d. Es fundamental ganarnos la confianza del niño
e. El tratamiento debe centrarse en calmar la ansiedad familiar y evitar medidas yatrogénicas
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