Pensar el Espacio: Región, Paisaje, Territorio y Lugar

Conceptualizaciones:

Espacio: la noción más genérica se refiere a la materialización de los objetos, fenómenos o

procesos sobre una superficie terrestre.

Región: tradicionalmente se lo definía como zonas homogéneas naturales o de integración natural

– social – cultural. Actualmente, desde el punto de vista marxista, una región sería el espacio
donde se reproduce el capital, organizando espacialmente el proceso social (o relaciones sociales)
del capitalismo. En el marxismo el análisis de las regiones es estudiado a partir de cuatro
perspectivas: la división espacial (regional) del trabajo; el desarrollo regional desigual; la existencia
de monopolios y transnacionales y su vinculación con la explotación y la inversión en su
localización; y la intervención estatal y planeación territorial. Dentro de esta postura, la política es
un elemento fundamental para definir o modificar las tendencias del desarrollo regional. Esto
implicó un cambio de perspectivas acerca de la región, pasando desde una visión tradicional
donde se afirmaba que la organización regional era producto de la relación hombre – medio, a una
visión donde la sociedad es el principal agente organizador de las regiones.

Paisaje: desde un enfoque posmoderno, el paisaje (artificial en mayor o menor medida) se concibe
como una creación cultural del ser humano donde es leído e interpretado a través de diversas
formas (escritura, pinturas, mapas, fotografías y distintas formas urbanas de expresión).

Territorio: es una porción del espacio geográfico donde ciertos actores sociales (estatales,
empresas, ONGs y otros) ejercen poder, dominio o control sobre dicha porción. Es un espacio
apropiado por un actor o grupo sociales para asegurar su reproducción y la satisfacción de sus
necesidades vitales que pueden ser materiales o simbólicas.

Lugar: es un punto específico de la superficie terrestre, de dimensiones menores a las de una

región. Es un espacio más restringido y acotado, es el ámbito de la vida cotidiana, y por lo tanto,
está permeado por la identidad de un individuo o comunidad. Es una localización provista de
sentidos.